The Project Gutenberg EBook of Reina Valera New Testament of the Bible 1858
(#2 in our series of Spanish Bibles)
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Title: Reina Valera New Testament of the Bible 1858
Author: Anon.
Release Date: June, 2004 [EBook #5878]
[Yes, we are more than one year ahead of schedule]
[This file was first posted on September 15, 2002]
Edition: 10
Language: Spanish
Character set encoding: ASCII
*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK, REINA VALERA NEW TESTAMENT OF THE BIBLE 1858 ***
La Valera 1858 de la SBBE.
Aviso:
Este texto del Nuevo Testamento (Valera 1858) fue bajado de la pagina de web:
Antigua Version Valera 1909 - La palabra de Dios en espanol.
(www.valera1909.com) Este texto no tiene derechos reservados, puedes
distribuirlo como quieres. Solamente pedimos que por respeto del trabajo que
invertimos en dandote este texto (Encontrando, escaneando, y corrigiendo.),
que dejes este aviso y la siguiente introduccion (Todo entre [Empieza...] y
[Termina...]) en cualquier copia que publicas sobre el Internet. Si tienes
cualquier pregunta o comentario por favor escribe a: info@valera1909.com.
Introduccion a la Valera 1858 de la SBBE.
El texto siguiente fue escaneado de un Nuevo Testamento en Espanol que
compre de una coleccion privada en Leon, Guanajuato, Mexico, en 1986.
Impresa en Londres en 1865 por Spottiswoode y Compania, New Street Square,
representa la condicion de la Valera 1602 en la segunda mitad del siglo 19,
siendo revisado mayormente en su ortografia. Todos los otros tipos de
revision son escasos en este texto. Hemos supuesto que el texto de este
Nuevo Testamento es la revision hecha por la Sociedad Biblica Britanica y
Extranjera (SBBE) en 1858. Sin embargo, el Nuevo Testamento que escaneamos
no fue impreso por la SBBE, y hasta ahora no han confirmado la identidad del
texto que representa. La revision SBBE 1858 era una de tres revisiones de
Valera circulando en la era de su impresion (1865), y este texto es diverso
que las otras dos revisiones (SPCC 1862, SBA 1865), por eso parece apropiado
asumir que el texto en esta impresion es verdaderamente el NT Espanol de la
SBBE 1858. Algunas revisiones ligeras nos confunden, sin embargo, siendo
identicas a las revisiones hechas por la SPCC en 1862 (e.g. Lucas 6.1: panes
- sembrados), y nos hace suponer la posibilidad que habia otra revision que
ambas usaron, de otra manera tendriamos que suponer que la SPCC 1862 uso en
parte la revision de la SBBE 1858. (Hubo revision de la Valera en 1831-2 por
la Sociedad Biblica de Glasgow, pero no tenemos ningun ejemplar).
Este Nuevo Testamento reproducimos aqui no solo para documentar tales
revisiones, sin embargo, sino para proveer una representacion precisa de la
original Valera 1602, modernizada ortograficamente para facilitar comparacion
con revisiones posteriores. Si por medio de informacion futura averiguamos
que no es la revision de la SBBE de 1858, nos disculpamos ahora por la mala
representacion, pero por ser el texto siguiente mayormente una Valera 1602
revisada ortograficamente, el proposito de esta reproduccion se mantiene
igual.
En todos nuestros textos, letra italica se reproduce entre corchetes
[...], para que se convierta facilmente el Nuevo Testamento a muchos
diferentes formatos. Algunas ediciones impresas tenian tanto letra italica y
palabras entre corchetes. En estos casos, para mantener la integridad de la
reproduccion, aun corcheteamos palabras inicialmente italicas, pero para
indicar la diferencia encerramos entre simbolos relativos <...> las palabras
originalmente entre corchetes.
Todas las copias impresas que hemos escaneado y duplicado contienen
errores de impresion y puntuacion. Algunos son obvios, pero de vez en cuando
habia varias posibilidades en la correccion. En tales casos determinamos la
correccion segun la original 1602, o la norma actual, la 1909. En todos los
casos que hicimos correcciones senalamos la palabra alterada con el
circunflejo (^). Ademas senalamos con la misma marca aquellos lugares donde
parecia haber error, pero por no estar seguros, no cambiamos nada.
Todos los asteriscos (*) en el texto son reproducciones de la impresion
original. Significan alguna referencia en la margen, la cual reproducimos en
abrazaderas {*...} al final del versiculo.
Guillermo Kincaid
[Termina Aviso e Introduccion]
EL
NUEVO TESTAMENTO
DE
NUESTRO SENOR JESU CRISTO,
O SEAN
LOS ESCRITOS EVANGELICOS Y APOSTOLICOS.
VERSION REVISTA
Y CONFRONTADA CON EL TEXTO GRIEGO, Y CON DIVERSAS TRADUCCIONES,
POR
CIPRIANO DE VALERA.
LONDRES.
1865
IMPRESO POR
SPOTTISWOODE Y COMPANIA, NEW-STREET SQUARE
LONDRES
EL
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU CRISTO
SEGUN
S. MATEO.
CAPITULO 1
1 LIBRO de la generacion de Jesu Cristo, hijo de David, hijo de Abraham.
2 Abraham engendro a Isaac; e Isaac engendro a Jacob; y Jacob engendro a
Juda y a sus hermanos;
3 y Juda engendro de Thamar a Phares y a Zara; y Phares engendro a Hesron; y
Hesron engendro a Ram;
4 y Ram engendro a Aminadab; y Aminadab engendro a Naason; y Naason engendro
a Salmon;
5 y Salmon engendro de Raab a Booz; y Booz engendro de Ruth a Obed; y Obed
engendro a Isai;
6 e Isai engendro al rey David; y el rey David engendro a Salomon de la [que
fue mujer] de Urias;
7 y Salomon engendro a Roboam; y Roboam engendro a Abiam; y Abiam engendro a
Asa;
8 y Asa engendro a Josaphat; y Josaphat engendro a Joram; y Joram engendro a
Ozias;
9 y Ozias engendro a Joatham; y Joatham engendro a Achaz; y Achaz engendro a
Ezechias;
10 y Ezechias engendro a Manasse; y Manasse engendro a Amon; y Amon engendro
a Josias;
11 y Josias engendro <a Joacim; y Joacim engendro> a Jechonias, y a sus
hermanos, en la trasmigracion de Babilonia;
12 y despues de la trasmigracion de Babilonia, Jechonias engendro a
Salathiel; y Salathiel engendro a Zorobabel;
13 y Zorobabel engendro a Abiud; y Abiud engendro a Eliacim; y Eliacim
engendro a Azor;
14 y Azor engendro a Sadoc; y Sadoc engendro a Achim; y Achim engendro a
Eliud;
15 y Eliud engendro a Eleazar; y Eleazar engendro a Mathan; y Mathan
engendro a Jacob;
16 y Jacob engendro a Joseph marido de Maria, de la cual nacio Jesus, el
cual es llamado el Cristo.
17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David, [son]
catorce generaciones; y desde David hasta la trasmigracion de Babilonia,
catorce generaciones; y desde la trasmigracion de Babilonia hasta Cristo,
catorce generaciones.
18 Y EL nacimiento de Jesu Cristo fue asi: Que siendo Maria su madre
desposada con Joseph, antes que se juntasen, fue hallada estar prenada del
Espiritu Santo.
19 Y Joseph su marido, como era justo, y no la quisiese infamar, quiso
dejarla secretamente.
20 Y pensando el esto, he aqui, que el angel del Senor le aparece en suenos,
diciendo: Joseph, hijo de David, no temas de recibir a Maria tu mujer: porque
lo que en ella es engendrado, del Espiritu Santo es :
21 y parira hijo, y llamaras su nombre JESUS: porque el salvara a su pueblo
de sus pecados.
22 Todo esto acontecio para que se cumpliese lo que fue dicho por el Senor
por el profeta, que dijo:
23 He aqui, que una virgen sera prenada, y parira hijo, y llamaras su nombre
Emmanuel, que declarado es: Con nosotros Dios.
24 Y despertado Joseph del sueno, hizo como el angel del Senor le habia
mandado, y recibio a su mujer.
25 Y no la conocio hasta que pario a su Hijo primogenito; y llamo su nombre
JESUS.
CAPITULO 2
1 Y COMO fue nacido Jesus en Bethlehem de Judea en los dias del rey Herodes,
he aqui, que Magos vinieron del oriente a Jerusalem,
2 diciendo: ?Donde esta el Rey de los Judios, que ha nacido? porque su
estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
3 Y oyendo [esto] el rey Herodes, se turbo, y toda Jerusalem con el.
4 Y convocados todos los principes de los sacerdotes, y los escribas del
pueblo, les pregunto donde habia de nacer el Cristo.
5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea: porque asi esta escrito por el
profeta:
6 Y tu, Bethlehem, [de] tierra de Juda, no eres muy pequena entre los
principes de Juda: porque de ti saldra Guiador, que apacentara a mi pueblo
Israel.
7 Entonces Herodes, llamados los Magos en secreto, entendio de ellos
diligentemente el tiempo del aparecimiento de la estrella.
8 Y enviandolos a Bethlehem, dijo: Andad alla, y preguntad con diligencia
por el nino; y despues que le hallareis, hacedmelo saber, para que yo venga y
le adore.
9 Y ellos, habiendo oido al rey, se fueron; y he aqui, que la estrella, que
habian visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso
sobre donde estaba el nino.
10 Y vista la estrella, se gozaron mucho de gran gozo.
11 Y entrando en la casa, hallaron al nino con su madre Maria, y
postrandose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, e
incienso, y mirra.
12 Y siendo avisados por revelacion en suenos, que no volviesen a Herodes,
se volvieron a su tierra por otro camino.
13 Y partidos ellos, he aqui, el angel del Senor aparece en suenos a Joseph,
diciendo: Levantate, y toma al nino, y a su madre, y huye a Egipto, y estate
alla, hasta que yo te [lo] diga: porque ha de acontecer que Herodes buscara
al nino para matarle.
14 Y el despertando, tomo al nino y a su madre de noche, y se fue a Egipto;
15 y estuvo alla hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que
fue dicho por el Senor por el profeta, que dijo: De Egipto llame a mi Hijo.
16 Herodes entonces, como se vio burlado de los Magos, se enojo mucho; y
envio, y mato todos los ninos que habia en Bethlehem, y en todos sus
terminos, de edad de dos anos abajo, conforme al tiempo que habia entendido
de los Magos.
17 Entonces fue cumplido lo que se habia dicho por el Senor por el profeta
Jeremias, que dijo:
18 Voz fue oida en Rama, lamentacion, lloro, y gemido grande: Rachel que
llora sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
19 Mas muerto Herodes, he aqui, el angel del Senor aparece en suenos a
Joseph en Egipto,
20 diciendo: Levantate, y toma al nino, y a su madre, y vete a tierra de
Israel: que muertos son los que procuraban la muerte del nino.
21 Entonces el se levanto, y tomo al nino, y a su madre, y se vino a tierra
de Israel.
22 Y oyendo que Arquelao reinaba en Judea por Herodes su padre, tuvo temor
de ir alla: mas amonestado por revelacion en suenos, se fue a las partes de
Galilea.
23 Y vino, y habito en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese
lo que fue dicho por los profetas, que habia de ser llamado Nazareno.
CAPITULO 3
1 Y EN aquellos dias vino Juan el Bautista, predicando en el desierto de
Judea,
2 y diciendo: Enmendaos: que el reino de los cielos se acerca.
3 Porque este es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaias, que dijo:
Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor; enderezad sus
veredas.
4 Y tenia Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero
alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel montes.
5 Entonces salia a el Jerusalem, y toda Judea, y toda la provincia al
rededor del Jordan,
6 y eran bautizados de el en el Jordan, confesando sus pecados.
7 Y viendo el muchos de los Fariseos y de los Saduceos, que venian a su
bautismo, les decia: Generacion de viboras, ?quien os ha ensenado a huir de
la ira que vendra?
8 Haced pues frutos dignos de conversion.
9 Y no penseis a deciros: A Abraham tenemos por padre: porque yo os digo,
que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras.
10 Ahora, ya tambien la hacha esta puesta a la raiz de los arboles; y todo
arbol que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego.
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para conversion: mas el que viene tras
mi, mas poderoso es que yo, los zapatos del cual yo no soy digno de llevar:
el os bautizara en Espiritu Santo y fuego.
12 Su aventador en su mano, y aventara su era, y allegara su trigo en el
alfoli, y quemara la paja en fuego que nunca se apagara.
13 ENTONCES Jesus vino de Galilea a Juan al Jordan, para ser bautizado de
el.
14 Mas Juan le resistia mucho, diciendo: Yo he menester de ser bautizado de
ti, ?y tu vienes a mi?
15 Empero respondiendo Jesus le dijo: Deja ahora: porque asi nos conviene
cumplir toda justicia. Entonces le dejo.
16 Y Jesus despues que fue bautizado, subio luego del agua, y, he aqui, los
cielos le fueron abiertos, y vio al Espiritu de Dios que descendia como
paloma. Y venia sobre el;
17 y, he aqui, una voz de los cielos que decia: Este es mi Hijo amado, en el
cual tengo contentamiento.
CAPITULO 4
1 ENTONCES Jesus fue llevado del Espiritu al desierto, para ser tentado del
diablo.
2 Y habiendo ayunado cuarenta dias y cuarenta noches, despues tuvo hambre.
3 Y llegandose a el el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se hagan pan.
4 Mas el respondiendo, dijo: Escrito esta: No con solo el pan vivira el
hombre: mas con toda palabra que sale por la boca de Dios.
5 Entonces el diablo le pasa a la santa ciudad; y le puso sobre las almenas
del templo,
6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, echate [de aqui] abajo; que escrito esta:
Que a sus angeles mandara por ti; y te alzaran en las manos, para que nunca
tropieces [con] tu pie a piedra.
7 Jesus le dijo: Otra vez esta escrito: No tentaras al Senor tu Dios.
8 Otra vez le pasa el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los
reinos del mundo, y su gloria,
9 y le dice: Todo esto te dare, si postrado me adorares.
10 Entonces Jesus le dice: Vete, Satanas: que escrito esta: Al Senor tu Dios
adoraras, y a el solo serviras.
11 El diablo entonces le dejo; y he aqui, los angeles llegaron, y le
servian.
12 MAS oyendo Jesus que Juan era preso, se volvio a Galilea;
13 y dejando a Nazaret, vino, y habito en Capharnaum, [ciudad] maritima, en
los confines de Zabulon y de Nephthalim:
14 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaias, que dijo:
15 La tierra de Zabulon, y la tierra de Nephthalim, camino de la mar, de la
otra parte del Jordan, Galilea de los Gentiles,
16 pueblo asentado en tinieblas, vio gran luz: y a los asentados en region y
sombra de muerte, luz les esclarecio.
17 Desde entonces comenzo Jesus a predicar, y a decir: Enmendaos: que el
reino de los cielos se ha acercado.
18 Y andando Jesus junto a la mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simon, que
es llamado Pedro, y Andres su hermano, que echaban la red en la mar: porque
eran pescadores.
19 Y les dice: Venid en pos de mi, y os hare pescadores de hombres.
20 Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.
21 Y pasando de alli, vio otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y
Juan su hermano, en la nave con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y
los llamo.
22 Y ellos luego, dejando la nave, y a su padre, le siguieron.
23 Y rodeo Jesus a toda Galilea, ensenando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad, y toda flaqueza
en el pueblo.
24 Y corria su fama por toda la Siria: y traian a el todos los que tenian
mal, los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y
lunaticos, y paraliticos; y los sanaba.
25 Y le seguian muchas companias de Galilea, y de Decapolis, y de Jerusalem,
y de Judea, y de la otra parte del Jordan.
CAPITULO 5
1 Y VIENDO Jesus las companias, subio en el monte; y sentandose el, se
llegaron a el sus discipulos.
2 Y abriendo [el] su boca, los ensenaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espiritu porque de ellos es el reino de los
cielos.
4 Bienaventurados los tristes: porque ellos recibiran consolacion.
5 Bienaventurados los mansos: porque ellos recibiran la tierra por herencia.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos
seran hartos.
7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzaran misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazon: porque ellos veran a Dios.
9 Bienaventurados los pacificos: porque ellos seran llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecucion por causa de la justicia:
porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois, cuando dijeren mal de vosotros, y [os]
persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos: porque vuestro salario [es] grande en los cielos: que
asi persiguieron a los profetas que [fueron] antes de vosotros.
13 Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal se desvaneciere, ?con que
sera salada? no vale mas para nada, sino que sea echada fuera, y sea hollada
de los hombres.
14 Vosotros sois la luz del mundo. La ciudad asentada sobre el monte no se
puede esconder:
15 ni se enciende el candil, y se pone debajo de un almud, mas en el
candelero, y alumbra a todos los que estan en casa.
16 Asi [pues] alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que esta en los cielos.
17 No penseis que he venido para desatar la ley, o los profetas: no he
venido para desatar[la], mas para cumplirla.
18 Porque de cierto os digo, [que] hasta que perezca el cielo y la tierra,
ni una jota, ni un tilde perecera de la ley, que todas las cosas no sean
hechas.
19 De manera que cualquiera que desatare uno de estos mandamientos muy
pequenos, y asi ensenare a los hombres, muy pequeno sera llamado en el reino
de los cielos: mas cualquiera que hiciere, y ensenare, este sera llamado
grande en el reino de los cielos.
20 Porque [yo] os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
escribas y de los Fariseos, no entrareis en el reino de los cielos.
21 Oisteis que fue dicho a los antiguos: No mataras: mas cualquiera que
matare, sera culpado de juicio:
22 yo pues os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano,
sera culpado de juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, sera
culpado de concilio; y cualquiera que [a su hermano] dijere: Loco, sera
culpado del quemadero del fuego.
23 Por tanto si trajeres tu presente al altar, y alli te acordares que tu
hermano tiene algo contra ti,
24 deja alli tu presente delante del altar, y ve: vuelve primero en amistad
con tu hermano, y entonces ve, y ofrece tu presente.
25 Se amigo de tu adversario presto, entre tanto que estas con el en el
camino: porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez
te entregue al alguacil; y seas echado en prision.
26 De cierto te digo, que no saldras de alli, hasta que pagues el postrer
cornado.
27 Oisteis que fue dicho a los antiguos: No adulteraras:
28 yo pues os digo, que cualquiera que mira la mujer para codiciarla, ya
adultero con ella en su corazon.
29 Por tanto si tu ojo derecho te fuere ocasion de caer, sacale, y echale de
ti: que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu
cuerpo sea echado al quemadero.
30 Y si tu mano derecha te fuere ocasion de caer, cortala, y echala de ti:
que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo
sea echado al quemadero.
31 Tambien fue dicho: Cualquiera que enviare su mujer, dele carta de
divorcio:
32 mas yo os digo, que el que enviare su mujer, fuera de causa de
fornicacion, hace que ella adultere; y el que se casare con la enviada,
comete adulterio.
33 Tambien, oisteis que fue dicho a los antiguos: No te perjuraras: mas
pagaras al Senor tus juramentos:
34 yo pues os digo: No jureis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es
el trono de Dios;
35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalem,
porque es la ciudad del gran Rey;
36 ni por tu cabeza juraras: porque no puedes hacer un cabello blanco o
negro;
37 mas sea vuestro hablar, Si, si: No, no: porque lo que es mas de esto, de
mal procede.
38 Oisteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente:
39 mas yo os digo: No resistais con mal: antes a cualquiera que te hiriere
en tu mejilla diestra, vuelvele tambien la otra.
40 Y al que quisiere ponerte a pleito, y tomarte tu ropa, dejale tambien la
capa.
41 Y a cualquiera que te cargare por una legua, ve con el dos.
42 Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti emprestado, no le
rehuses.
43 Oisteis que fue dicho: Amaras a tu projimo; y aborreceras a tu enemigo:
44 yo pues os digo: Amad a vuestros enemigos: bendecid a los que os
maldicen: haced bien a los que os aborrecen; y orad por los que os calumnian
y os persiguen:
45 para que seais hijos de vuestro Padre que esta en los cielos: que hace
que su sol salga sobre malos y buenos; y llueve sobre justos e injustos.
46 Porque si amareis a los que os aman, ?que salario tendreis? ?No hacen
tambien lo mismo los publicanos?
47 Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ?que haceis de mas? ?No
hacen tambien asi los publicanos?
48 Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que esta en los cielos es
perfecto.
CAPITULO 6
1 MIRAD que no hagais vuestra limosna delante de los hombres, para que seais
mirados de ellos: de otra manera no tendreis salario acerca de vuestro Padre
que esta en los cielos.
2 Pues cuando haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipocritas en las sinagogas, y en las plazas, para ser estimados de
los hombres: de cierto os digo, [que ya] tienen su salario.
3 Mas cuando tu haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha:
4 que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que mira en lo secreto, el te
pagara en publico.
5 Y cuando orares, no seas como los hipocritas: porque ellos aman el orar en
las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para que sean vistos.
De cierto que [ya] tienen su salario.
6 Mas tu, cuando oras, entrate en tu camara, y cerrada tu puerta, ora a tu
Padre que esta en secreto: y tu Padre, que ve en lo secreto, te pagara en
publico.
7 Y orando, no seais prolijos, como los Gentiles, que piensan que por su
parleria seran oidos.
8 No os hagais pues semejantes a ellos: porque vuestro Padre sabe de que
cosas teneis necesidad antes que vosotros le pidais.
9 Vosotros, pues, orareis asi: Padre nuestro, que estas en los cielos: sea
santificado tu nombre.
10 Venga tu reino: sea hecha tu voluntad, como en el cielo, [asi] tambien en
la tierra.
11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12 Y sueltanos nuestras deudas, como tambien nosotros soltamos a nuestros
deudores.
13 Y no nos metas en tentacion: mas libranos de mal: porque tuyo es el
reino, y la potencia, y la gloria, por [todos] los siglos. Amen.
14 Porque si soltareis a los hombres sus ofensas, os soltara tambien a
vosotros vuestro Padre celestial.
15 Mas si no soltareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os
soltara vuestras ofensas.
16 Y cuando ayunais, no seais como los hipocritas, austeros: que demudan sus
rostros para parecer a los hombres que ayunan. De cierto os digo, [que ya]
tienen su salario.
17 Mas tu, cuando ayunas, unge tu cabeza, y lava tu rostro,
18 para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que esta en
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te pagara en publico.
19 No hagais tesoros en la tierra, donde la polilla y el orin corrompe, y
donde ladrones minan, y hurtan:
20 mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orin corrompe, y
donde ladrones no minan, ni hurtan.
21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, alli estara vuestro corazon.
22 El candil del cuerpo es el ojo: asi que si tu ojo fuere sincero, todo tu
cuerpo sera luminoso.
23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo sera tenebroso. Asi que si la
lumbre que en ti hay, son tinieblas, ?cuantas [seran] las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir a dos senores: porque o aborrecera al uno, y amara
al otro; o se llegara al uno, y menospreciara al otro. No podeis servir a
Dios y a Mammon.
25 Por tanto os digo: No os congojeis por vuestra vida, que habeis de comer,
o que habeis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habeis de vestir. ?La vida
no es mas que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
26 Mirad a las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en
alfolies; y vuestro Padre celestial las alimenta. ?No sois vosotros mucho
mejores que ellas?
27 ?Mas quien de vosotros podra congojandose anadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ?por que os congojais? Aprended [de] los lirios del
campo, como crecen: no trabajan, ni hilan:
29 mas os digo, que ni aun Salomon con toda su gloria fue vestido asi como
uno de ellos.
30 Y si la yerba del campo, que hoy es, y manana es echada en el horno, Dios
[la] vista asi, ?no [hara] mucho mas a vosotros, [hombres] de poca fe?
31 No os congojeis, pues, diciendo: ?Que comeremos, O que beberemos, o con
que nos cubriremos?
32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: porque vuestro Padre
celestial sabe que de todas estas cosas teneis necesidad.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas
cosas os seran anadidas.
34 Asi que, no os congojeis por lo de manana; que la manana traera su
congoja: baste al dia su afliccion.
CAPITULO 7
1 No juzgueis, porque tambien no seais juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgais, sereis juzgados; y con la medida que
medis, [con ella] os volveran a medir.
3 Y ?por que mires la arista que [esta] en el ojo de tu hermano, y no echas
de ver la viga que esta en tu ojo?
4 O ?como diras a tu hermano: Espera, echare de tu ojo la arista; y, he
aqui, [una] viga en tu ojo?
5 iHipocrita! echa primero la viga de tu ojo; y entonces miraras en echar la
arista del ojo de tu hermano.
6 No deis lo santo a los perros; ni echeis vuestras perlas delante de los
puercos: porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan, y os despedacen.
7 Pedid, y se os dara: buscad, y hallareis: tocad, y se os abrira.
8 Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca,
se abre.
9 ?Que hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dara una
piedra?
10 ?Y, si [le] pidiere pescado, le dara serpiente?
11 Pues, si vosotros, siendo malos, sabeis dar buenas dadivas a vuestros
hijos, vuestro Padre que esta en los cielos, ?cuanto mas dara buenas cosas a
los que piden de el?
12 Asi que, todas las cosas que querriais que los hombres hiciesen con
vosotros, asi tambien haced vosotros con ellos: porque esta es la ley, y los
profetas.
13 Entrad por la puerta estrecha: porque el camino, que lleva a perdicion,
es ancho y espacioso; y los que van por el, [son] muchos.
14 Porque la puerta es estrecha, y angosto el camino que lleva a la vida; y
pocos son los que lo hallan.
15 Tambien, guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con
vestidos de ovejas: mas de dentro son lobos robadores.
16 Por sus frutos los conocereis. Cogense uvas de los espinos, o higos de
los cambrones?
17 De esta manera, todo buen arbol lleva buenos frutos: mas el arbol podrido
lleva malos frutos.
18 No puede el buen arbol llevar malos frutos; ni el arbol podrido llevar
buenos frutos.
19 Todo arbol que no lleva buen fruto, cortase, y echase en el fuego.
20 Asi que por sus frutos los conocereis.
21 No cualquiera que me dice Senor, Senor, entrara en el reino de los
cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que esta en los cielos.
22 Muchos me diran en aquel dia Senor, Senor, ?no profetizamos [en] tu
nombre, y [en] tu nombre sacamos demonios, y [en] tu nombre hicimos muchas
grandezas?
23 Y entonces les confesare: Nunca os conoci: apartaos de mi, obradores de
maldad.
24 Pues, cualquiera que me oye estas palabras, y las hace, le comparare al
varon prudente, que edifico su casa sobre pena:
25 y descendio lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y combatieron
aquella casa; y no cayo: porque estaba fundada sobre pena.
26 Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le comparare al
varon loco, que edifico su casa sobre arena:
27 que descendio lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, e hicieron
impetu en aquella casa; y cayo; y fue su ruina grande.
28 Y FUE [que] como Jesus acabo estas palabras, las companias se espantaban
de su doctrina:
29 porque los ensenaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
CAPITULO 8
1 Y COMO descendio del monte, le seguian muchas companias.
2 Y, he aqui, un leproso vino, y le adoro, diciendo: Senor, si quisieres,
puedes limpiarme.
3 Y extendiendo Jesus su mano, le toco, diciendo: Quiero: se limpio. Y luego
su lepra fue limpiada.
4 Entonces Jesus le dijo: Mira, no [lo] digas a nadie: mas ve, muestrate al
sacerdote, y ofrece el presente que mando Moises, para que les conste.
5 Y entrando Jesus en Capharnaum, vino a el el centurion, rogandole,
6 y diciendo: Senor, mi mozo esta echado en casa paralitico, gravemente
atormentado.
7 Y Jesus le dijo: Yo vendre, y le sanare.
8 Y respondio el centurion, y dijo: Senor, no soy digno que entres debajo de
mi techumbre: mas solamente di con la palabra, y mi mozo sanara:
9 porque tambien yo soy hombre debajo de potestad; y tango debajo de mi
[potestad] soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi
siervo: Haz esto, y [lo] hace.
10 Y oyendo[lo] Jesus, se maravillo, y dijo a los que [le] seguian: De
cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
11 Mas [yo] os digo, que vendran muchos del oriente, y del occidente, y se
asentaran con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos.
12 Y los hijos del reino seran echados a las tinieblas de fuera: alli sera
el lloro, y el crujir de dientes.
13 Entonces Jesus dijo al centurion: Ve, y como creiste, sea hecho contigo.
Y su mozo fue sano en el mismo momento.
14 Y vino Jesus a casa de Pedro, y vio a su suegra echada en la cama, y con
fiebre.
15 Y toco su mano, y la fiebre la dejo; y ella se levanto, y les servia.
16 Y como fue ya tarde, trajeron a el muchos endemoniados, y echo [de ellos]
los demonios con la palabra, y sano todos los enfermos:
17 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaias, que dijo:
El tomo nuestras enfermedades, y llevo [nuestras] dolencias.
18 Y VIENDO Jesus muchas companias al rededor de si, mando que se fuesen de
la otra parte [del lago.]
19 Y llegose un escriba, y dijole: Maestro, te seguire donde quiera que
fueres.
20 Y Jesus le dijo: las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos:
mas el Hijo del hombre no tiene donde acueste su cabeza.
21 Y otro de sus discipulos le dijo: Senor, dame licencia que vaya primero,
y entierre a mi padre.
22 Y Jesus le dijo: Sigueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.
23 Y entrando el en [un] navio, sus discipulos le siguieron.
24 Y, he aqui, fue hecho en la mar un gran movimiento, que el navio se
cubria de las ondas; y el dormia.
25 Y llegandose sus discipulos, le despertaron, diciendo: Senor, salvanos,
perecemos.
26 Y [el] les dice: ?Por que temeis, [hombres] de poca fe? Entonces
despierto reprendio a los vientos y a la mar; y fue grande bonanza.
27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ?Que [hombre] es este, que aun
los vientos y la mar le obedecen?
28 Y como el vino de la otra parte en la provincia de los Gergesenos, le
vinieron al encuentro dos endemoniados que salian de los sepulcros, fieros en
gran manera, que nadie podia pasar por aquel camino.
29 Y, he aqui, clamaron, diciendo: ?Que tenemos contigo, Jesus, Hijo de
Dios? ?Has venido ya aca a molestarnos antes de tiempo?
30 Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
31 Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permitenos que vamos
en aquel hato de puercos.
32 Y les dijo: Id. Y ellos salidos, se fueron en aquel hato de puercos; y he
aqui, todo el hato de los puercos se precipito de un despenadero en la mar; y
murieron en las aguas.
33 Y los porqueros huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las
cosas, y lo que habia pasado con los endemoniados.
34 Y, he aqui, toda la ciudad salio a recibir a Jesus: y cuando le vieron,
le rogaban que se fuese de sus terminos.
CAPITULO 9
1 ENTONCES entrando en el navio, paso de la otra parte, y vino a su ciudad.
2 Y, he aqui, le trajeron un paralitico echado en [una] cama: y viendo Jesus
la fe de ellos, dijo al paralitico: Confia, hijo; tus pecados te son
perdonados.
3 Y, he aqui, algunos de los escribas decian dentro de si: Este blasfema.
4 Y viendo Jesus sus pensamientos, dijo: ?Por que pensais mal en vuestros
corazones?
5 ?cual es mas facil, decir: los pecados te son perdonados; o decir:
Levantate, y anda?
6 mas porque sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de
perdonar pecados (dice entonces al paralitico): Levantate, toma tu cama, y
vete a tu casa.
7 Entonces el se levanto, y se fue a su casa.
8 Y las companias viendo[lo], se maravillaron, y glorificaron a Dios, que
hubiese dado tal potestad a hombres.
9 Y PASANDO Jesus de alli, vio a un hombre, que estaba sentado al banco [de
los publicos tributos], el cual se llamaba Mateo, y dicele: Sigueme. Y se
levanto, y le siguio.
10 Y acontecio que estando el sentado a la mesa en casa, he aqui que muchos
publicanos y pecadores, que habian venido, se sentaron juntamente a la mesa
con Jesus y sus discipulos.
11 Y viendo [esto] los Fariseos, dijeron a sus discipulos: ?Por que come
vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
12 Y oyendo[lo] Jesus, les dijo: los que estan sanos, no tienen necesidad de
medico; sino los enfermos.
13 Andad, antes aprended que cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio:
Porque no he venido a llamar los justos, sino los pecadores a penitencia.*
{* A enmienda, a conversion.}
14 Entonces los discipulos de Juan vienen a el, diciendo: ?Por que nosotros
y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discipulos no ayunan?
15 Y les dijo Jesus: ?Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que
el esposo esta con ellos? Mas vendran dias, cuando el esposo sera quitado de
ellos, y entonces ayunaran.
16 Y nadie echa remiendo de pano recio en vestido viejo: porque el tal
remiendo tira del vestido, y se hace peor rotura.
17 Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se
rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros: mas echan el vino
nuevo en cueros nuevos; y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
18 HABLANDO el estas cosas a ellos, he aqui, un principal vino, y le adoro,
diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven, y pon tu mano sobre ella, y
vivira.
19 Y se levanto Jesus, y le siguio, y sus discipulos.
20 Y, he aqui, una mujer enferma de flujo de sangre doce anos habia,
llegandose por detras, toco la fimbria de su vestido:
21 porque decia entre si: Si tocare solamente su vestido, sere libre.
22 Mas Jesus volviendose, y mirandola, dijo: Confia, hija, tu fe te ha
librado. Y la mujer fue libre desde aquella hora.
23 Y venido Jesus a casa del principal, viendo los tanedores de flautas, y
la compania que hacia bullicio,
24 diceles: Apartaos, que la moza no es muerta; mas duerme. Y se burlaban de
el.
25 Y como la compania fue echada fuera, entro, y la tomo de la mano; y la
moza se levanto.
26 Y salio esta fama por toda aquella tierra.
27 Y pasando Jesus de alli, le siguieron dos ciegos dando voces, y diciendo:
Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
28 Y venido a casa, vinieron a el los ciegos; y Jesus les dice: ?Creeis que
puedo hacer esto? Ellos dicen: Si, Senor.
29 Entonces toco los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea
hecho.
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos; y Jesus les encargo [rigurosamente],
diciendo: Mirad, nadie [lo] sepa.
31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
32 Y saliendo ellos, he aqui, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
33 Y echado fuera el demonio, el mudo hablo. Y las companias se
maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.
34 Mas los Fariseos decian: Por el principe de los demonios echa fuera los
demonios.
35 Y RODEABA Jesus por todas las ciudades y aldeas, ensenando en las
sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda
enfermedad, y toda flaqueza en el pueblo.
36 Y viendo las companias, tuvo misericordia de ellas: que eran derramados y
esparcidos, como ovejas que no tienen pastor.
37 Entonces dice a sus discipulos: A la verdad la mies es mucha: mas los
obreros, pocos:
38 rogad pues al Senor de la mies, que envie obreros a su mies.
CAPITULO 10
1 ENTONCES llamando sus doce discipulos, les dio potestad contra los
espiritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad, y
toda flaqueza.
2 Y los nombres de los doce apostoles son estos: El primero, Simon, que es
dicho Pedro, y Andres su hermano: Jacobo [hijo] de Zebedeo, y Juan su
hermano:
3 Felipe, y Bartolome: Tomas, y Mateo el publicano; Jacobo [hijo] de Alfeo,
y Lebeo, por sobrenombre Tadeo:
4 Simon de Cana, y Judas Iscariote, que tambien le entrego.
5 Estos doce envio Jesus, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el
camino de los Gentiles no ireis, y en ciudad de Samaritanos no entreis:
6 mas id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos ha llegado.
8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios:
de gracia recibisteis, dad de gracia.
9 No poseais oro, ni plata, ni dinero en vuestras bolsas;
10 ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordon:
porque el obrero digno es de su alimento.
11 Mas en cualquier ciudad o aldea, donde entrareis, buscad [con diligencia]
quien sea en ella digno, y reposad alli hasta que salgais.
12 Y entrando en la casa, saludadla.
13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendra sobre ella: mas si no fuere
digna, vuestra paz se volvera a vosotros.
14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de
aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo: [Que el castigo] sera mas tolerable a la tierra de los
de Sodoma, y de los de Gomorrha en el dia del juicio, que a aquella ciudad.
16 He aqui, yo os envio como a ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes
como serpientes, y sencillos como palomas.
17 Y guardaos de los hombres: porque os entregaran en concilios, y en sus
sinagogas os azotaran.
18 Y aun a principes, y a reyes sereis llevados por causa de mi, para que
les conste a ellos, y a los Gentiles.
19 Mas cuando os entregaren, no os congojeis como, o que habeis de hablar:
porque en aquella hora os sera dada que hableis.
20 Porque no sois vosotros los que hablais, sino el Espiritu de vuestro
Padre, que habla en vosotros.
21 El hermano entregara al hermano a la muerte, y el padre al hijo; y los
hijos se levantaran contra los padres, y los haran morir.
22 Y sereis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que soportare hasta
el fin, este sera salvo.
23 Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra: porque de
cierto os digo, [que] no acabareis de andar todas las ciudades de Israel, que
no venga el Hijo del hombre.
24 El discipulo no es mas que su Maestro, ni el siervo mas que su Senor.
25 Bastele al discipulo ser como su Maestro, y al siervo como su Senor: si
al [mismo] Padre de la familia llamaron Beelzebub, ?cuanto mas a los de su
casa?
26 Asi que no los temais: porque nada hay encubierto, que no haya de ser
manifestado; y [nada] oculto, que no haya de saberse.
27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en luz; y lo que ois a la oreja,
predicadlo de los tejados.
28 Y no tengais miedo de los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden
matar: temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el
quemadero.
29 ?No se venden dos pajarillos por una blanca? y uno de ellos no cae a
tierra sin vuestro Padre.
30 Y vuestros cabellos tambien, todos estan contados.
31 No temais pues: mas valeis vosotros que muchos pajarillos.
32 Pues cualquiera que me confesare delante de los hombres, le confesare yo
tambien delante de mi Padre, que esta en los cielos.
33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negare yo tambien
delante de mi Padre, que esta en los cielos.
34 No penseis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para
meter paz, sino cuchillo.
35 Porque he venido para hacer disension del hombre contra su padre, y de la
hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
36 Y los enemigos del hombre, los de su casa.
37 El que ama a padre o a madre mas que a mi, no es digno de mi; y el que
ama a hijo o a hija mas que a mi, no es digno de mi.
38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mi, no es digno de mi.
39 El que hallare su vida, la perdera; y el que perdiere su vida por causa
de mi, la hallara.
40 El que os recibe a vosotros, a mi recibe; y el que a mi recibe, recibe al
que me envio.
41 El que recibe profeta en nombre de profeta, salario de profeta recibira;
y el que recibe justo en nombre de justo, salario de justo recibira.
42 Y cualquiera que diere a uno de estos pequenitos un jarro de [agua] fria
solamente, en nombre de discipulo, de cierto os digo, [que] no perdera su
salario.
CAPITULO 11
1 Y FUE, que acabando Jesus de dar mandamientos a sus doce discipulos, se
fue de alli a ensenar y a predicar en las ciudades de ellos.
2 Y OYENDO Juan en la prision los hechos de Cristo, enviole dos de sus
discipulos,
3 diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o esperaremos a otro?
4 Y respondiendo Jesus, les dijo: Id, haced saber a Juan las cosas que ois y
veis.
5 los ciegos ven, y los cojos andan: los leprosos son limpiados, y los
sordos oyen: los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciada la
alegre nueva.
6 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mi.
7 E idos ellos, comenzo Jesus a decir de Juan a las companias: ?Que
salisteis a ver al desierto? ?[alguna] cana que es meneada del viento?
8 O ?que salisteis a ver? ?un hombre cubierto de blandos vestidos? Cierto
los que traen [vestidos] blandos, en las casas de los reyes estan.
9 O ?que salisteis a ver? ?profeta? Tambien os digo, y mas que profeta.
10 Porque este es de quien esta escrito: He aqui, yo envio mi angel delante
de tu faz, que aparejara tu camino delante de ti.
11 De cierto os digo, [que] no se levanto entre los que nacen de mujeres
otro mayor que Juan el Bautista: mas el que es muy pequeno en el reino de los
cielos, mayor es que el.
12 Desde los dias de Juan el Bautista hasta ahora al reino de los cielos se
hace fuerza, y los valientes lo arrebatan.
13 Porque todos los profetas, y la ley, hasta Juan profetizaron.
14 Y si quereis recibir, el es aquel Elias que habia de venir.
15 El que tiene oidos para oir, oiga.
16 Mas, ?a quien comparare esta generacion? Es semejante a los muchachos que
se sientan en las plazas, y dan voces a sus companeros,
17 y dicen: Os tanimos flauta, y no bailasteis: os endechamos, y no
lamentasteis.
18 Porque vino Juan, que ni comia ni bebia, y dicen: Demonio tiene.
19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aqui un hombre
comilon, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la
sabiduria es aprobada de sus hijos.
20 ENTONCES comenzo a zaherir [el beneficio] a las ciudades en las cuales
habian sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habian
enmendado, [diciendo:]
21 iAy de ti, Corazin! iAy de ti, Bethsaida! porque si en Tyro y en Sidon
fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo
hubieran hecho penitencia en saco y en ceniza.
22 Por tanto [yo] os digo, [que] a Tyro y a Sidon sera mas tolerable [el
castigo] en el dia del juicio, que a vosotras.
23 Y tu, Capharnaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos
seras bajada: porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han
sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el dia de hoy.
24 Por tanto [yo] os digo, [que] a la tierra de los de Sodoma sera mas
tolerable [el castigo] en el dia del juicio, que a ti.
25 En aquel tiempo respondiendo Jesus, dijo: Te alabo, Padre, Senor del
cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los
entendidos, y lo hayas revelado a los ninos.
26 Asi, Padre, pues que asi agrado en tus ojos.
27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie conocio al Hijo,
sino el Padre: ni al Padre conocio alguno, sino el Hijo, y [aquel] a quien el
Hijo le quisiere revelar.
28 Venid a mi, todos los que estais trabajados, y cargados, que yo os hare
descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde
de corazon, y hallareis descanso para vuestras almas.
30 Porque mi yugo es facil, y ligera mi carga.
CAPITULO 12
1 EN aquel tiempo iba Jesus por unos sembrados en sabado; y sus discipulos
tenian hambre, y comenzaron a coger espigas, y a comer.
2 Y viendo[lo] los Fariseos, le dijeron: He aqui, tus discipulos hacen lo
que no es licito hacer en sabado.
3 Y el les dijo: ?No habeis leido, que hizo David, teniendo hambre el, y los
que estaban con el?
4 ?Como entro en la casa de Dios, y comio los panes de la proposicion, que
no le era licito comer de ellos, ni a los que estaban con el, sino a solos
los sacerdotes?
5 O ?no habeis leido en la ley, que los sabados en el templo los sacerdotes
profanan el sabado, y son sin culpa?
6 Pues os digo, que mayor que el templo esta aqui.
7 Mas si supieseis que es: Misericordia quiero, y no sacrificio, no
condenariais a los inocentes.
8 Porque Senor es aun del sabado el Hijo del hombre.
9 Y partiendose de alli, vino a la sinagoga de ellos.
10 Y he aqui, habia [alli] uno que tenia una mano seca; y le preguntaron,
diciendo: ?Es licito curar en sabado? por acusarle.
11 Y el les dijo: ?Que hombre habra de vosotros, que tenga una oveja, y si
cayere esta en una fosa en sabado, no le eche mano, y [la] levante?
12 ?Pues cuanto mas vale un hombre que una oveja? Asi que licito es en los
sabados hacer bien.
13 Entonces dijo a aquel hombre: extiende tu mano. Y el [la] extendio, y
[le] fue restituida sana como la otra.
14 Y salidos los Fariseos consultaron contra el para destruirle.
15 Mas sabiendo[lo] Jesus, se aparto de alli; y le siguieron muchas
companias, y sanaba a todos.
16 Y el les defendia rigurosamente, que no le descubriesen:
17 para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaias, que
dijo:
18 He aqui mi siervo, al cual he escogido, mi amado, en el cual se agrada mi
alma: pondre mi Espiritu sobre el, y a los Gentiles anunciara juicio;
19 no contendera, ni voceara, ni nadie oira en las calles su voz:
20 la cana cascada no quebrara; y el pabilo que humea no apagara, hasta que
saque a victoria el juicio;
21 y en su nombre esperaran los Gentiles.
22 ENTONCES fue traido a el un endemoniado, ciego y mudo; y le sano, de tal
manera que el ciego y mudo hablaba y veia.
23 Y las companias estaban fuera de si, y decian: ?Es este aquel Hijo de
David?
24 Mas los Fariseos, oyendo[lo], decian: Este no echa fuera los demonios,
sino por Beelzebub, principe de los demonios.
25 Y Jesus, como sabia los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra si mismo es desolado; y toda ciudad o casa, dividida contra
si misma, no permanecera.
26 Y Si Satanas echa fuera a Satanas, contra si mismo esta dividido: ?como,
pues, permanecera su reino?
27 Y Si yo por Beelzebub echo fuera los demonios, ?vuestros hijos, por quien
[los] echan? Por tanto ellos seran vuestros jueces.
28 Y si por Espiritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios.
29 Porque ?como puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus
alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueara su casa.
30 El que no es conmigo, contra mi es; y el que conmigo no coge, derrama.
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia sera perdonado a los hombres:
mas la blasfemia del Espiritu no sera perdonada a los hombres.
32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le sera perdonado:
mas cualquiera que hablare contra el Espiritu Santo, no le sera perdonado, ni
en este siglo, ni en el venidero.
33 O haced el arbol bueno, y su fruto bueno; o haced el arbol podrido, y su
fruto podrido: porque del fruto es conocido el arbol.
34 Generacion de viboras, ?como podeis hablar bien, siendo malos? porque de
la abundancia del corazon habla la boca.
35 El buen hombre del buen tesoro del corazon saca buenas cosas; y el mal
hombre del mal tesoro saca malas cosas.
36 Mas [yo] os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de
ella daran cuenta en el dia del juicio.
37 Porque de tus palabras seras justificado, y de tus palabras seras
condenado.
38 Entonces respondieron unos de los escribas y de los Fariseos, diciendo:
Maestro, deseamos ver de ti senal.
39 Y el respondio, y les dijo: La generacion mala y adulterina demanda
senal: mas senal no le sera dada, sino la senal de Jonas profeta.
40 Porque como estuvo Jonas en el vientre de la ballena tres dias y tres
noches, asi estara el Hijo del hombre en el corazon de la tierra tres dias y
tres noches.
41 Los de Ninive se levantaran en juicio con esta generacion, y la
condenaran: porque ellos hicieron penitencia a la predicacion de Jonas; y he
aqui, mas que Jonas en este lugar.
42 La reina del austro se levantara en juicio con esta generacion, y la
condenara: porque vino de los fines de la tierra para oir la sabiduria de
Salomon; y he aqui, mas que Salomon en este lugar.
43 Cuando el espiritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos
buscando reposo, y no hallandole.
44 Entonces dice: Me volvere a mi casa, de donde sali. Y cuando viene, [la]
halla desocupada, barrida, y adornada.
45 Entonces va, y toma consigo otros siete espiritus peores que el, y
entrados moran alli; y son peores las postreras del tal hombre, que sus
primeras. Asi tambien acontecera a esta generacion mala.
46 Y ESTANDO el aun hablando a las companias, he aqui, su madre y sus
hermanos estaban fuera, que le querian hablar.
47 Y le dijo uno: He aqui, tu madre y tus hermanos estan fuera, que te
quieren hablar.
48 Y respondiendo el al que le decia [esto], dijo: ?Quien es mi madre, y
quienes son mis hermanos?
49 Y extendiendo su mano hacia sus discipulos, dijo: He aqui, mi madre y mis
hermanos.
50 Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre, que [esta] en los
cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
CAPITULO 13
1 Y AQUEL dia, saliendo Jesus de la casa, se sento, junto a la mar.
2 Y se allegaron a el muchas companias; y entrandose el en un navio, se
sento, y toda la compania estaba a la ribera.
3 Y les hablo muchas cosas por parabolas, diciendo: He aqui, el que sembraba
salio a sembrar.
4 Y sembrando, parte [de la simiente] cayo junto al camino, y vinieron las
aves, y la comieron.
5 Y parte cayo en pedregales, donde no tenia mucha tierra; y nacio luego,
porque no tenia tierra profunda:
6 mas en saliendo el sol, se quemo, y se seco, porque no tenia raiz.
7 Y parte cayo en espinas, y las espinas crecieron, y la ahogaron.
8 Y parte cayo en buena tierra, y dio fruto, uno de a ciento, y otro de a
sesenta, y otro de a treinta.
9 Quien tiene oidos para oir, oiga.
10 Entonces llegandose los discipulos, le dijeron: ?Por que les hablas por
parabolas?
11 Y el respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los
misterios del reino de los cielos, mas a ellos no es concedido.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dara, y tendra mas: mas al que no
tiene, aun lo que tiene le sera quitado.
13 Por eso les hablo por parabolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen,
ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecia de Isaias, que dice: De oido
oireis, y no entendereis; y viendo vereis, y no mirareis.
15 Porque el corazon de este pueblo esta engrosado, y de los oidos oyen
pesadamente, y de sus ojos guinan: porque no vean de los ojos, y oigan de los
oidos, y del corazon entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oidos, porque
oyen.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo
que [vosotros] veis, y no [lo] vieron; y oir lo que [vosotros] ois, y no [lo]
oyeron.
18 Oid pues vosotros la parabola del que siembra.
19 Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiendo[la], viene el
Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazon. Este es el que fue
sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y
luego la recibe con gozo.
21 Mas no tiene raiz en si, antes es temporal: que venida la afliccion o la
persecucion por la palabra, luego se ofende.
22 Y el que fue sembrado en espinas, este es el que oye la palabra: mas la
congoja de este siglo, y el engano de las riquezas ahoga la palabra, y se
hace sin fruto.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la
palabra, y el que lleva el fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y
otro a treinta.
24 Otra parabola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante
al hombre que siembra buena simiente en su haza.
25 Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembro zizana entre el
trigo, y se fue.
26 Y como la yerba salio, e hizo fruto, entonces la zizana parecio tambien.
27 Y llegandose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Senor, ?no
sembraste buena simiente en tu haza? ?pues de donde tiene zizana?
28 Y el les dijo: Un hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron:
?Pues quieres que vamos, y la cojamos?
29 Y el dijo: No: porque cogiendo la zizana, no arranqueis tambien con ella
el trigo:
30 dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de
la siega [yo] dire a los segadores: Coged primero la zizana, y atadla en
manojos, para quemarla: mas el trigo allegadle en mi alfoli.
31 Otra parabola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante
al grano de mostaza, que tomandolo alguno lo sembro en su haza:
32 el cual a la verdad es el mas pequeno de todas las simientes: mas cuando
ha crecido, es el mayor de [todas] las hortalizas; y se hace arbol, que
vienen las aves del cielo, y hacen nidos en sus ramas.
33 Otra parabola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la
levadura, que tomandola una mujer, la esconde en tres medidas de harina,
hasta que toda se leude.
34 Todo esto hablo Jesus por parabolas a las companias: y nada les hablo sin
parabolas:
35 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abrire
en parabolas mi boca: rebosare cosas escondidas desde la fundacion del mundo.
36 Entonces, enviadas las companias, Jesus se vino a casa; y llegandose a el
sus discipulos, le dijeron: Declaranos la parabola de la zizana de la haza.
37 Y respondiendo el, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo
del hombre;
38 y la haza es el mundo; y la buena simiente, estos son los hijos del
reino; y la zizana son los hijos del Malo;
39 y el enemigo que la sembro, es el Diablo; y la siega es el fin del mundo;
y los segadores son los angeles:
40 de manera que como es cogida la zizana, y quemada a fuego, asi sera en el
fin de este siglo:
41 enviara el Hijo del hombre sus angeles, y cogeran de su reino todos los
estorbos, y los que hacen iniquidad;
42 y los echaran en el horno de fuego: alli sera el lloro, y el crujir de
dientes.
43 Entonces los justos resplandeceran, como el sol, en el reino de su Padre.
El que tiene oidos para oir, oiga.
44 Tambien el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en la
haza, el cual hallado, el hombre [lo] encubre, y de gozo de el, va, y vende
todo lo que tiene, y compra aquella haza.
45 Asimismo el reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que
busca buenas perlas:
46 que hallando una preciosa perla, fue, y vendio todo lo que tenia, y la
compro.
47 Tambien el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la
mar coge de todas suertes:
48 la cual siendo llena, la sacaron a la orilla; y sentados cogieron lo
bueno en vasos, y lo malo echaron fuera.
49 Asi sera en la fin del siglo: saldran los angeles, y apartaran a los
malos de entre los justos:
50 y los echaran en el horno del fuego: alli sera el lloro, y el crujir de
dientes.
51 Jesus les dice: ?Habeis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Si,
Senor.
52 Y el les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es
semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas
viejas.
53 Y ACONTECIO [que] acabando Jesus estas parabolas, paso de alli.
54 Y yendo a su tierra, les enseno en la sinagoga de ellos, de tal manera
que ellos estaban fuera de si, y decian: ?De donde tiene este esta sabiduria,
y [estas] maravillas?
55 ?no es este el hijo del carpintero? ?no se llama su madre Maria; y sus
hermanos, Jacobo, y Joses, y Simon, y Judas?
56 ?y no estan todas sus hermanas con nosotros? ?de donde pues tiene este
todo esto?
57 Y se escandalizaban en el: mas Jesus les dijo: No hay profeta sin honra,
sino en su tierra, y en su casa.
58 Y no hizo alli muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos.
CAPITULO 14
1 EN aquel tiempo Herodes el tetrarca oyo la fama de Jesus;
2 y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista: el ha resucitado de los
muertos, y por eso virtudes obran en el.
3 Porque Herodes habia prendido a Juan, y le habia aprisionado, y puesto en
la carcel, por causa de Herodias, mujer de Felipe su hermano.
4 Porque Juan le decia: No te es licito tenerla.
5 Y queria matarle, mas tenia miedo de la multitud: porque le tenian como a
profeta.
6 Y celebrandose el dia del nacimiento de Herodes, la hija de Herodias danzo
en medio, y agrado a Herodes.
7 Y prometio con juramento de darle todo lo que pidiese.
8 Y ella, instruida primero de su madre, dijo: Dame aqui en un plato la
cabeza de Juan el Bautista.
9 Entonces el rey se entristecio: mas por el juramento, y por los que
estaban juntamente a la mesa, mando que se [le] diese.
10 Y enviando, degollo a Juan en la carcel.
11 Y fue traida su cabeza en un plato, y dada a la moza; y ella [la]
presento a su madre.
12 Entonces sus discipulos llegaron, y tomaron el cuerpo, y le enterraron; y
fueron, y dieron las nuevas a Jesus.
13 Y OYENDO[LO] Jesus, se aparto de alli en un navio a un lugar desierto
apartado; y cuando las companias [lo] oyeron, le siguieron a pie de las
ciudades.
14 Y saliendo Jesus, vio una grande compania; y tuvo misericordia de ellos,
y sano los que de ellos habia enfermos.
15 Y cuando fue la tarde del dia, se llegaron a el sus discipulos, diciendo:
El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado: envia las companias, que se
vayan por las aldeas, y compren para si de comer.
16 Y Jesus les dijo: No tienen necesidad de irse: dadles vosotros de comer.
17 Y ellos dijeron: No tenemos aqui sino cinco panes y dos peces.
18 Y el les dijo: Traedmelos aca.
19 Y mandando a las companias recostarse sobre la yerba, y tomando los cinco
panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo; y partiendo los
panes, [los] dio a los discipulos, y los discipulos a las companias.
20 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobro, los pedazos,
doce esportones llenos.
21 Y los que comieron fueron varones como cinco mil, sin las mujeres y
muchachos.
22 Y luego Jesus hizo a sus discipulos entrar en el navio, e ir delante de
el de la otra parte [del lago,] entre tanto que el despedia las companias.
23 Y despedidas las companias, subio en el monte apartado a orar. Y como fue
la tarde del dia, estaba alli solo.
24 Y ya el navio estaba en medio de la mar, atormentado de las ondas: porque
el viento era contrario.
25 Mas a la cuarta vela de la noche Jesus fue a ellos andando sobre la mar.
26 Y los discipulos, viendole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo:
[Alguna] fantasma es; y dieron voces de miedo.
27 Mas luego Jesus les hablo, diciendo: Aseguraos: yo soy, no tengais miedo.
28 Entonces le respondio Pedro, y dijo: Senor, si tu eres, manda que yo
venga a ti sobre las aguas.
29 Y el dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del navio, anduvo sobre las aguas
para venir a Jesus.
30 Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzandose a hundir, dio
voces, diciendo: Senor, salvame.
31 Y luego Jesus extendiendo la mano, trabo de el, y le dice: Oh [hombre] de
poca fe, ?por que dudaste?
32 Y como ellos entraron en el navio, el viento reposo.
33 Entonces los que [estaban] en el navio vinieron, y le adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de Dios.
34 Y llegando de la otra parte, vinieron en la tierra de Gennezaret.
35 Y como le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda
aquella tierra al rededor, y trajeron a el todos los enfermos.
36 Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su manto; y todos los que
tocaron, fueron salvos.
CAPITULO 15
1 ENTONCES llegaron a Jesus ciertos escribas y Fariseos de Jerusalem,
diciendo:
2 ?Por que tus discipulos traspasan la tradicion de los ancianos? porque no
lavan sus manos cuando comen pan.
3 Y el respondiendo, les dijo: ?Por que tambien vosotros traspasais el
mandamiento de Dios por vuestra tradicion?
4 Porque Dios mando, diciendo: Honra al padre y a la madre; tambien: El que
maldijere al padre o a la madre, muera de muerte.
5 Mas vosotros decis: Cualquiera dira al padre o a la madre: Toda ofrenda
mia a ti aprovechara; y no honrara a su padre o a su madre.
6 Y habeis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradicion.
7 Hipocritas, bien profetizo de vosotros Isaias, diciendo:
8 Este pueblo de su boca se acerca de mi, y de labios me honra: mas su
corazon lejos esta de mi:
9 mas en vano me honran, ensenando doctrinas, mandamientos de hombres.
10 Y llamando a si las companias, les dijo: Oid, y entended:
11 no lo que entra en la boca contamina al hombre: mas lo que sale de la
boca, esto contamina al hombre.
12 Entonces llegandose sus discipulos, le dijeron: ?Sabes que los Fariseos
oyendo esta palabra se ofendieron?
13 Mas respondiendo el, dijo: Toda planta que no planto mi Padre celestial
sera desarraigada:
14 dejadlos: guias son ciegas de ciegos; y si el ciego guiare al ciego,
ambos caeran en el hoyo.
15 Y respondiendo Pedro, le dijo: Declaranos esta parabola.
16 Y Jesus dijo: ?Aun tambien vosotros sois sin entendimiento?
17 ?No entendeis aun, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es
echado en la letrina?
18 Mas lo que sale de la boca, del [mismo] corazon sale, y esto contamina al
hombre.
19 Porque del corazon salen los malos pensamientos, muertes, adulterios,
fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por
lavar no contamina al hombre.
21 Y SALIENDO Jesus de alli, se fue a las partes de Tyro y de Sidon.
22 Y he aqui, una mujer Cananea, que habia salido de aquellos terminos,
clamaba, diciendole: Senor, Hijo de David, ten misericordia de mi: mi hija es
malamente atormentada del demonio.
23 Mas el no le respondio palabra. Entonces llegandose sus discipulos, le
rogaron, diciendo: Enviala, que da voces tras nosotros.
24 Y el respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la
casa de Israel.
25 Entonces ella vino, y le adoro, diciendo: Senor, socorreme.
26 Y respondiendo el, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarle
a los perrillos.
27 Y ella dijo: Si, Senor: porque los perrillos comen de las migajas que
caen de la mesa de sus senores.
28 Entonces respondiendo Jesus, dijo: iOh mujer! grande [es] tu fe: sea
hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora.
29 Y PARTIDO Jesus de alli, vino junto al mar de Galilea; y subiendo en [un]
monte, se sento alli.
30 Y llegaron a el muchas companias, que tenian consigo cojos, ciegos,
mudos, mancos, y otros muchos [enfermos;] y los echaron a los pies de Jesus,
y los sano:
31 de tal manera, que las companias se maravillaron, viendo hablar los
mudos, los mancos sanos, andar los cojos, ver los ciegos; y glorificaron al
Dios de Israel.
32 Y Jesus llamando sus discipulos, dijo: Tengo misericordia de la compania,
que ya [hace] tres dias [que] perseveran conmigo, y no tienen que comer; y
enviarlos ayunos no quiero: porque no desmayen en el camino.
33 Entonces sus discipulos le dicen: ?Donde tenemos nosotros tantos panes en
el desierto, que hartemos tan gran compania?
34 Y Jesus les dice: ?Cuantos panes teneis? Y ellos dijeron: Siete, y unos
pocos pececillos.
35 Y mando a las companias que se recostasen en tierra.
36 Y tomando los siete panes y los peces, dando gracias, partio, y dio a sus
discipulos, y los discipulos a la compania.
37 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobro de los pedazos,
siete espuertas llenas.
38 Y eran los que habian comido cuatro mil varones, sin las mujeres y los
ninos.
39 Entonces despedidas las companias, subio en un navio, y vino en los
terminos de Magdala.
CAPITULO 16
1 Y LLEGANDOSE los Fariseos y los Saduceos, tentando, le pedian que les
mostrase senal del cielo.
2 Mas el respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del dia, decis: Sereno:
porque el cielo tiene arreboles.
3 Y a la manana: Hoy tempestad: porque tiene arreboles el cielo triste.
Hipocritas, que sabeis hacer diferencia en la faz del cielo; ?y en las
senales de los tiempos no podeis?
4 La generacion mala y adulterina demanda senal: mas senal no le sera dada,
sino la senal de Jonas profeta. Y dejandolos, se fue.
5 Y viniendo sus discipulos de la otra parte [del lago,] se habian olvidado
de tomar pan.
6 Y Jesus les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los Fariseos, y de
los Saduceos.
7 Y ellos pensaban dentro de si, diciendo: No tomamos pan.
8 Y entendiendo[lo] Jesus, les dijo: ?Que pensais dentro de vosotros,
[hombres] de poca fe, que no tomasteis pan?
9 ?No entendeis aun, ni os acordais de los cinco panes [entre] cinco mil
[varones], y cuantos esportones tomasteis?
10 ?Ni de los siete panes [entre] cuatro mil, y cuantas espuertas tomasteis?
11 ?Como? ?No entendeis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la
levadura de los Fariseos, y de los Saduceos?
12 Entonces entendieron que no les habia dicho que se guardasen de la
levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos, y de los Saduceos.
13 Y VINIENDO Jesus en las partes de Cesarea de Filipo, pregunto a sus
discipulos, diciendo: ?Quien dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
14 Y ellos dijeron: Unos: Juan el Bautista; y otros: Elias; y otros:
Jeremias, o alguno de los profetas.
15 El les dice: Y vosotros, ?quien decis que soy?
16 Y respondiendo Simon Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente.
17 Entonces respondiendo Jesus, le dijo: Bienaventurado eres, Simon, hijo de
Jonas: porque no te lo revelo carne ni sangre, mas mi Padre que esta en los
cielos:
18 mas yo tambien te digo, que tu eres Pedro; y sobre esta piedra edificare
mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevaleceran contra ella:
19 y a ti dare las llaves del reino de los cielos: que todo lo que ligares
en la tierra, sera ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la
tierra, sera desatado en los cielos.
20 Entonces mando a sus discipulos que a nadie dijesen que el era Jesus el
Cristo.
21 Desde aquel tiempo comenzo Jesus a declarar a sus discipulos, que le
convenia ir a Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los principes
de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer
dia.
22 Y Pedro, tomandolo aparte, comenzo a reprenderle, diciendo: Senor, ten
compasion de ti: en ninguna manera esto te acontezca.
23 Entonces el volviendose, dijo a Pedro: Quitate de delante de mi;
adversario: me eres estorbo: porque no entiendes lo que [es] de Dios, sino lo
que [es] de los hombres.
24 Entonces Jesus dijo a sus discipulos: Si alguno quiere venir en pos de
mi, nieguese a si mismo, y tome su cruz, y sigame.
25 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perdera; y cualquiera
que perdiere su vida por causa de mi, la hallara.
26 Porque, ?de que aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y
perdiere su alma? ?O, que recompensa dara el hombre por su alma?
27 Porque el Hijo del hombre vendra en la gloria de su Padre con sus
angeles; y entonces pagara a cada uno conforme a sus obras.
28 De cierto os digo, [que] hay algunos de los que estan aqui, que no
gustaran la muerte, hasta que hayan visto el Hijo viniendo en su reino.
CAPITULO 17
1 DESPUES de seis dias Jesus toma a Pedro, y a Jacobo, y Juan su hermano, y
los saca aparte a un monte alto.
2 Y se trasfiguro delante de ellos; y resplandecio su rostro como el sol, y
sus vestidos fueron blancos como la luz.
3 Y he aqui, les aparecieron Moises y Elias, hablando con el.
4 Y respondiendo Pedro, dijo a Jesus: Senor, bien es que nos quedemos aqui:
si quieres, hagamos aqui tres cabanas ipara ti una, y para Moises otra, y
para Elias otra.
5 Estando aun hablando el, he aqui, una nube de luz [que] los cubrio; y he
aqui, una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tome
contentamiento: a el oid.
6 Y oyendo [esto] los discipulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en
gran manera.
7 Entonces Jesus llegando, los toco, y dijo: Levantaos, y no temais.
8 Y alzando [ellos] sus ojos, a nadie vieron, sino a solo Jesus.
9 Y como descendieron del monte, les mando Jesus, diciendo: No digais a
nadie la vision, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.
10 Entonces sus discipulos le preguntaron, diciendo: ?Que pues dicen los
escribas, que es menester que Elias venga primero?
11 Y respondiendo Jesus, les dijo: A la verdad Elias vendra primero, y
restituira todas las cosas:
12 mas os digo, que ya vino Elias, y no le conocieron: antes hicieron en el
todo lo que quisieron: asi tambien el Hijo del hombre padecera de ellos.
13 los discipulos entonces entendieron que les decia de Juan Bautista.
14 Y COMO ellos llegaron a la compania, vino a el un hombre hincandosele de
rodillas,
15 y diciendo: Senor, ten misericordia de mi hijo, que es lunatico, y padece
malamente: porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua:
16 y le he presentado a tus discipulos, y no le han podido sanar.
17 Y respondiendo Jesus, dijo: iOh generacion infiel y torcida! ?hasta
cuando tengo de estar con vosotros? ?hasta cuando os tengo de sufrir?
traedmele aca.
18 Y Jesus le reprendio, y salio el demonio de el; y el mozo fue sano desde
aquella hora.
19 Entonces llegandose los discipulos a Jesus aparte, dijeron: ?Por que
nosotros no le pudimos echar fuera?
20 Y Jesus les dijo: Por vuestra infidelidad: porque de cierto os digo, que
si tuviereis fe como un grano de mostaza, direis a este monte: Pasate de aqui
alla, y se pasara: y nada os sera imposible:
21 mas este linaje [de demonios] no sale sino por oracion y ayuno.
22 Y ESTANDO ellos en Galilea, les dijo Jesus: El Hijo del hombre sera
entregado en manos de hombres;
23 y le mataran: mas al tercer dia resucitara. Y [ellos] se entristecieron
en gran manera.
24 Y COMO llegaron a Capharnaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos
dracmas, y dijeron: ?Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
25 Y [el] dice: Si. Y entrado el en casa, Jesus le hablo antes, diciendo:
?Que te parece, Simon? ?los reyes de la tierra, de quien cobran los tributos,
o el censo? ?de sus hijos, o de los extranos?
26 Pedro le dice: De los extranos. Jesus le dijo: Luego francos son los
hijos:
27 mas porque no los ofendamos, ve a la mar, y echa el anzuelo, y el primer
pez que viniere, tomale, y abierta su boca hallaras un estatero, dasele por
mi, y por ti.
CAPITULO 18
1 EN aquel tiempo se llegaron los discipulos a Jesus, diciendo: ?Quien es el
mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesus un nino, le puso en medio de ellos,
3 Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como ninos,
no entrareis en el reino de los cielos.
4 Asi que cualquiera que se bajare como este nino, este es el mayor en el
reino de los cielos.
5 Y cualquiera que recibiere a un tal nino en mi nombre, a mi recibe.
6 Y cualquiera que ofendiere a alguno de estos pequenos, que creen en mi,
mejor le fuera que le fuera colgada del cuello una piedra de molino de asno,
y que fuera anegado en el profundo de la mar.
7 iAy del mundo por los escandalos! porque necesario es que vengan
escandalos: mas iay de aquel hombre, por el cual viene el escandalo!
8 Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasion de caer, cortalos y
echa[los] de ti: mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos
manos o dos pies ser echado al fuego eterno.
9 Y si tu ojo te es ocasion de caer, sacale, y echa[le] de ti: que mejor te
es entrar con un ojo a la vida, que teniendo dos ojos ser echado al quemadero
del fuego.
10 Mirad no tengais en poco a alguno de estos pequenos: porque [yo] os digo
que sus angeles en los cielos ven siempre la cara de mi Padre, que esta en
los cielos.
11 Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se habia perdido.
12 ?Que os parece? Si tuviese algun hombre cien ovejas, y se perdiese una de
ellas, ?no iria por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que
se habia perdido?
13 Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que mas se goza de aquella,
que de las noventa y nueve que no se perdieron.
14 Asi no es la voluntad de vuestro Padre, que [esta] en los cielos, que se
pierda uno de estos pequenos.
15 Por tanto si tu hermano pecare contra ti, ve, y redarguyele entre ti y el
solo: si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Mas, si no te oyere, toma aun contigo uno o dos, para que en boca de dos
o de tres testigos conste toda palabra.
17 Y si no oyere a ellos, di[lo] a la congregacion; y si no oyere a la
congregacion tenle por un etnico, y un publicano.
18 De cierto os digo [que] todo lo que ligareis en la tierra, sera ligado en
el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, sera desatado en el cielo.
19 Tambien os digo, que si dos de vosotros consintieren en la tierra, de
toda cosa que pidieren, les sera hecho por mi Padre, que [esta] en los
cielos.
20 Porque donde estan dos o tres congregados en mi nombre, ahi estoy en
medio de ellos.
21 ENTONCES Pedro llegandose a el, dijo: Senor, ?cuantas veces perdonare a
mi hermano que pecare contra mi? ?hasta siete?
22 Jesus le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que
quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debia diez mil
talentos.
25 Mas a este, no pudiendo pagar, mando su senor vender a el, y a su mujer,
e hijos, con todo lo que tenia, y pagar.
26 Entonces aquel siervo postrado le adoraba, diciendo: Senor, deten la ira
para conmigo, y todo te lo pagare.
27 El senor movido a misericordia de aquel siervo, le solto, y le perdono la
deuda.
28 Y saliendo aquel siervo, hallo uno de sus companeros, que le debia cien
denarios; y trabando de el, le ahogaba, diciendo: Paga lo que debes.
29 Entonces su companero, postrandose a sus pies, le rogaba, diciendo: Deten
la ira para conmigo, y todo te lo pagare.
30 Mas el no quiso, sino fue, y le echo en la carcel hasta que pagase la
deuda.
31 Y viendo sus companeros lo que pasaba, se entristecieron mucho, y
viniendo declararon a su senor todo lo que habia pasado.
32 Entonces llamandole su senor, le dice: Mal siervo, toda aquella deuda te
perdone, porque me rogaste:
33 ?no te convenia tambien a ti tener misericordia de tu companero, como
tambien yo tuve misericordia de ti?
31 Entonces su senor enojado le entrego a los verdugos, hasta que pagase
todo lo que le debia.
35 Asi tambien hara con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de
vuestros corazones cada uno a vuestros hermanos sus ofensas.
CAPITULO 19
1 Y ACONTECIO, [que] acabando Jesus estas palabras, se paso de Galilea, y
vino en los terminos de Judea, pasado el Jordan.
2 Y le siguieron muchas companias, y los sano alli.
3 Entonces se llegaron a el los Fariseos, tentandole, y diciendole: ?Es
licito al hombre enviar a su mujer por cualquiera causa?
4 Y el respondiendo, les dijo: ?No habeis leido que el que [los] hizo al
principio, macho y hembra los hizo,
5 y dijo: Por tanto el hombre dejara padre y madre, y se llegara a su mujer
y seran dos en una carne?
6 Asi que no son ya mas dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios junto, no
[lo] aparte el hombre.
7 Dicenle: ?Por que pues Moises mando dar carta de divorcio, y enviarla?
8 Dijoles: Por la dureza de vuestro corazon Moises os permitio enviar
vuestras mujeres: mas al principio no fue asi.
9 Y yo os digo, que cualquiera que enviare a su mujer, sino fuere por
fornicacion, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la
enviada, adultera.
10 Dicenle sus discipulos: Si asi es el negocio del hombre con su mujer, no
conviene casarse.
11 Entonces el les dijo: No todos son capaces de este negocio, sino
[aquellos] a quien es dada:
12 porque hay eunucos, que nacieron asi del vientre de su madre; y hay
eunucos, que son hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos, que se
hicieron a si mismos eunucos por causa del reino de los cielos: el que puede
tomar, tome:
13 ENTONCES le fueron presentados unos ninos, para que pusiese las manos
sobre ellos, y orase; y los discipulos les rineron.
14 Y Jesus dice: Dejad a los ninos, y no los impidais de venir a mi: porque
de los tales es el reino de los cielos.
15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se partio de alli.
16 Y HE aqui, uno llegandose, le dijo: Maestro bueno, ?que bien hare, para
tener la vida eterna?
17 Y el le dijo: ?Por que me dices bueno? ninguno es bueno sino uno, [es a
saber], Dios: y si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos.
18 Dicele: ?Cuales? Y Jesus dijo: No mataras: No adulteraras: No hurtaras:
No diras falso testimonio:
19 Honra al padre y a la madre: tambien: Amaras a tu projimo, como a ti
mismo.
20 Dicele el mancebo: Todo esto guarde desde mi mocedad: ?que mas me falta?
21 Dicele Jesus: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y
da[lo] a los pobres; y tendras tesoro en el cielo; y ven, sigueme.
22 Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste: porque tenia muchas
posesiones.
23 Entonces Jesus dijo a sus discipulos: De cierto os digo, que el rico
dificilmente entrara en el reino de los cielos:
24 mas os digo, que mas liviano trabajo es pasar un cable por el ojo de una
aguja, que el rico entrar en el reino de Dios.
25 Sus discipulos oyendo [estas cosas] se espantaron en gran manera,
diciendo: ?Quien pues podra ser salvo?
26 Y mirando[los] Jesus, les dijo: Acerca de los hombres imposible es esto:
mas acerca de Dios, todo es posible.
27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aqui, nosotros hemos dejado
todo, y te hemos seguido: ?que pues tendremos?
28 Y Jesus les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habeis seguido,
cuando en la regeneracion se asentara el Hijo del hombre en el trono de su
gloria, vosotros tambien os sentareis sobre doce tronos, para juzgar a las
doce tribus de Israel.
29 Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre,
o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibira cien veces tanto, y la
vida eterna tendra por herencia.
30 Mas muchos primeros seran postreros; y postreros, primeros.
CAPITULO 20
1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia,
que salio por la manana a coger peones para su vina.
2 Y concertado con los peones por un denario al dia, los envio a su vina.
3 Y saliendo cerca de la hora de las tres, vio otros que estaban en la plaza
ociosos,
4 y les dijo: Id tambien vosotros a mi vina, y os dare lo que fuere justo. Y
ellos fueron.
5 Salio otra vez cerca de las seis y de las nueve horas, e hizo lo mismo.
6 Y saliendo cerca de las once horas, hallo otros que estaban ociosos, y les
dijo: ?Por que estais aqui todo el dia ociosos?
7 Dicenle: Porque nadie nos ha cogido. Diceles: Id tambien vosotros a la
vina, y recibireis lo que fuere justo.
8 Y cuando fue la tarde del dia, el senor de la vina dijo a su
administrador: Llama los peones, y pagales el jornal, comenzando desde los
postreros hasta los primeros.
9 Y viniendo los que [habian venido] cerca de las once horas, recibieron
cada uno un denario.
10 Y viniendo tambien los primeros, pensaron que habian de recibir mas: pero
tambien ellos recibieron cada uno un denario.
11 Y tomando[lo] murmuraban contra el padre de la familia,
12 diciendo: Estos postreros han hecho una hora, y los has hecho iguales a
nosotros, que hemos llevado la carga, y el calor del dia.
13 Y el respondiendo dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio: ?no te
concertaste conmigo por un denario?
14 toma lo que es tuyo, y vete: y quiero dar a este postrero como a ti:
15 ?no me es licito a mi hacer lo que quiero en mis [cosas?] ?o es malo tu
ojo, porque yo soy bueno?
16 Asi los primeros seran postreros; y los postreros primeros: porque muchos
son llamados, mas pocos escogidos.
17 Y SUBIENDO Jesus a Jerusalem, tomo sus doce discipulos aparte en el
camino, y les dijo:
18 He aqui, subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre sera entregado a los
principes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenaran a muerte,
19 y le entregaran a los Gentiles, para que [le] escarnezcan, y azoten, y
crucifiquen: mas al tercer dia resucitara.
20 ENTONCES se llego a el la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos,
adorando, y pidiendole algo.
21 Y el le dijo: ?Que quieres? [Ella] le dijo: Di que se asienten estos dos
hijos mios, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu reino.
22 Entonces Jesus respondiendo, dijo: No sabeis lo que pedis: ?podeis beber
el vaso que yo tengo que beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy
bautizado? Dicen [ellos:] Podemos.
23 El les dice: A la verdad mi vaso bebereis; y del bautismo de que yo soy
bautizado, sereis bautizados: mas sentaros a mi mano derecha, y a mi
izquierda, no es mio darlo, sino a los que esta aparejado de mi Padre.
24 Y como los diez oyeron [esto,] se enojaron de los dos hermanos.
25 Entonces Jesus llamandolos, dijo: Ya sabeis que los principes de los
Gentiles se ensenorean sobre ellos, y los que son grandes ejecutan sobre
ellos potestad:
26 mas entre vosotros no sera asi: sino el que entre vosotros quisiere
hacerse grande, sera vuestro servidor;
27 y el que entre vosotros quisiere ser el primero, sera vuestro siervo:
28 como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y
para dar su vida en rescate por muchos.
29 ENTONCES saliendo ellos de Jerico, le seguia gran compania.
30 Y he aqui, dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesus
pasaba, clamaron, diciendo: Senor, Hijo de David, ten misericordia de
nosotros.
31 Y la compania les renia que callasen: mas ellos clamaban mas, diciendo:
Senor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros.
32 Y parandose Jesus, los llamo, y dijo: ?Que quereis [que] haga por
vosotros?
33 [Ellos] le dicen: Senor, que sean abiertos nuestros ojos.
34 Entonces Jesus teniendoles misericordia, toco los ojos de ellos; y luego
sus ojos recibieron la vista, y le siguieron.
CAPITULO 21
1 COMO se acercaron de Jerusalem, y vinieron a Bethphage, al monte de las
Olivas, entonces Jesus envio dos discipulos,
2 diciendoles: Id a la aldea que esta delante de vosotros, y luego hallareis
una asna atada, y un pollino con ella: desatadla, y traedme[los.]
3 Y si alguno os dijere algo, decid: El Senor los ha menester: y luego los
dejara.
4 Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el
profeta, que dijo:
5 Decid a la hija de Sion: He aqui, tu Rey te viene, manso, sentado sobre
una asna y un pollino, hijo de [animal de] yugo.
6 Y los discipulos fueron, e hicieron como Jesus les mando.
7 Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos: y se
sento sobre ellos.
8 Y muy mucha compania tendian sus mantos en el camino; y otros cortaban
ramos de los arboles, y tendian por el camino.
9 Y las companias que iban delante, y las que iban detras, aclamaban,
diciendo: Hosanna al Hijo de David: Bendito el que viene en el nombre del
Senor: Hosanna en las alturas.
10 Y entrando el en Jerusalem, toda la ciudad se alboroto, diciendo: ?Quien
es este?
11 Y las companias decian: Este es Jesus, el profeta, de Nazaret de Galilea.
12 Y entro Jesus en el templo de Dios, y echo fuera todos los que vendian y
compraban en el templo, y trastorno las mesas de los cambiadores, y las
sillas de los que vendian palomas;
13 y les dice: Escrito esta: Mi casa, casa de oracion sera llamada: mas
vosotros cueva de ladrones la habeis hecho.
14 Entonces vinieron a el ciegos y cojos en el templo, y los sano.
15 Mas los principes de los sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas
que hacia, y los muchachos aclamando en el templo, y diciendo: Hosanna al
Hijo de David: se enojaron,
16 y le dijeron: ?Oyes lo que estos dicen? Y Jesus les dice: Si: ?nunca
leisteis: De la boca de los ninos, y de los que maman perfeccionaste la
alabanza?
17 Y dejandolos, se salio fuera de la ciudad a Bethania; y poso alli.
18 Y por la manana volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no hallo nada en
ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca mas nazca de ti fruto para
siempre. Y luego la higuera se seco.
20 Entonces viendo esto los discipulos, maravillados decian: iComo se seco
luego la higuera!
21 Y respondiendo Jesus, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y
no dudareis, no solo hareis esto de la higuera, mas si a este monte dijereis:
Quitate, y echate en la mar, sera hecho.
22 Y todo lo que pidiereis con oracion creyendo, [lo] recibireis.
23 Y COMO vino al templo, los principes de los sacerdotes, y los ancianos
del pueblo llegaron a el, cuando estaba ensenando, diciendo: ?Con que
autoridad haces esto? ?y quien te dio esta autoridad?
24 Y respondiendo Jesus, les dijo: Yo tambien os preguntare una palabra, la
cual si me dijereis, tambien yo os dire con que autoridad hago esto.
25 El bautismo de Juan, ?de donde era? ?del cielo, o de los hombres? Ellos
entonces pensaron entre si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo; nos dira: ?Por
que pues no le creisteis?
26 Y si dijeremos: De los hombres; tememos al pueblo: porque todos tienen a
Juan por profeta.
27 Y respondiendo a Jesus, dijeron: No sabemos. Y el tambien les dijo: Ni yo
os dire con que autoridad hago esto.
28 Mas, ?que os parece? Un hombre tenia dos hijos, y llegando al primero, le
dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi vina.
29 Y respondiendo el, dijo: No quiero: mas despues arrepentido, fue.
30 Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo el, dijo:
Yo, Senor, [voy;] y no fue.
31 ?Cual de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero.
Diceles Jesus: De cierto os digo, que los publicanos, y las rameras os van
delante al reino de Dios:
32 porque vino a vosotros Juan por via de justicia, y no le creisteis; y los
publicanos, y las rameras le creyeron; y vosotros viendo [esto] nunca os
arrepentisteis para creerle.
33 Oid otra parabola: Fue un hombre, padre de familia, el cual planto una
vina, y la cerco de vallado, y fundo en ella lagar, y edifico torre, y la dio
a renta a labradores, y se partio lejos.
34 Y cuando se acerco el tiempo de los frutos, envio sus siervos a los
labradores, para que recibiesen sus frutos.
35 Mas los labradores, tomando los siervos, al uno hirieron, y al otro
mataron, y al otro apedrearon.
36 Envio otra vez otros siervos mas que los primeros, e hicieron con ellos
de la misma manera.
37 Y a la postre les envio su hijo, diciendo: Tendran respeto a mi hijo.
38 Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre si: Este es el
heredero: venid, matemosle, y tomemos su herencia.
39 Y tomado, le echaron fuera de la vina, y le mataron.
40 Pues cuando viniere el senor de la vina, ?que hara a aquellos labradores?
41 Dicenle [ellos:] A los malos destruira malamente; y su vina dara a renta
a otros labradores, que le paguen el fruto a sus tiempos.
42 Diceles Jesus: ?Nunca leisteis en las Escrituras: La piedra que
desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de esquina: por el
Senor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos?
43 Por tanto os digo, que el reino de Dios sera quitado de vosotros, y sera
dado a gente que haga el fruto de el.
44 Y el que cayere sobre esta piedra, sera quebrantado; y sobre quien [ella]
cayere, le desmenuzara.
45 Y oyendo los principes de los sacerdotes y los Fariseos sus parabolas,
entendieron que hablaba de ellos.
46 Y buscando como echarle mano, temieron al pueblo: porque le tenian por
profeta.
CAPITULO 22
1 Y RESPONDIENDO Jesus, les volvio a hablar en parabolas, diciendo:
2 El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas a su
hijo.
3 Y envio sus siervos para que llamasen los llamados a las bodas: mas no
quisieron venir.
4 Volvio a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aqui, mi
comida he aparejado, mis toros y animales engordados [son] muertos, y todo
[esta] aparejado: venid a las bodas.
5 Mas ellos no hicieron caso, y se fueron, uno a su labranza, y otro a sus
negocios;
6 y otros, tomando sus siervos, afrentaronlos, y mataronlos.
7 Y el rey, oyendo [esto,] se enojo; y enviando sus ejercitos, destruyo a
aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
8 Entonces dice a sus siervos: las bodas a la verdad estan aparejadas: mas
los que eran llamados no eran dignos:
9 id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos
hallareis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron todos los que hallaron,
juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entro el rey para ver los convidados, y vio alli un hombre no vestido
de vestido de boda;
12 y le dijo: Amigo, ?como entraste aca no teniendo vestido de boda? Y a el
se le cerro la boca.
13 Entonces el rey dijo a los que servian: Atado de pies y de manos,
tomadle, y echadle en las tinieblas de fuera: alli sera el lloro, y el crujir
de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
15 ENTONCES idos los Fariseos, consultaron como le tomarian en [alguna]
palabra.
16 Y envian a el sus discipulos, con los de Herodes, diciendo: Maestro,
sabemos que eres amador de verdad, y que ensenas con verdad el camino de
Dios, y que no te cuidas de nadie: porque no tienes acepcion de persona de
hombres:
17 Dinos pues, ?que te parece? ?Es licito dar tributo a Cesar, o no?
18 Mas Jesus, entendida su malicia, [les] dice: ?Por que me tentais,
hipocritas?
19 mostradme la moneda del tributo. Y ellos le mostraron un dinero.
20 Entonces les dice: ?Cuya es esta figura, y lo que esta encima escrito?
21 [Ellos] le dicen : De Cesar. Y les dice: Pagad, pues, a Cesar lo que es
de Cesar, y a Dios, lo que es de Dios.
22 Y oyendo [esto] se maravillaron, y dejaronle, y se fueron.
23 Aquel dia llegaron a el los Saduceos, que dicen no haber resurreccion, y
le preguntaron,
24 diciendo: Maestro, Moises dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano
se case con su mujer, y despertara simiente a su hermano.
25 Fueron, pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero tomo mujer, y
murio; y no teniendo generacion, dejo su mujer a su hermano.
26 De la misma manera tambien el segundo, y el tercero, hasta los siete.
27 Y despues de todos murio tambien la mujer.
28 En la resurreccion, pues, ?cuya de los siete sera la mujer? porque todos
la tuvieron.
29 Entonces respondiendo Jesus, les dijo: Errais, ignorando las Escrituras,
y la potencia de Dios.
30 Porque en la resurreccion, ni maridos tomaran mujeres, ni mujeres
maridos: mas son como los angeles de Dios en el cielo.
31 Y de la resurreccion de los muertos, ?no habeis leido lo que es dicho de
Dios a vosotros, que dice:
32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios
no es Dios de los muertos, mas de los que viven.
33 Y oyendo [esto] las companias estaban fuera de si de su doctrina.
34 Entonces los Fariseos, oyendo que habia cerrado la boca a los Saduceos,
se juntaron a una;
35 y pregunto uno de ellos, interprete de la ley, tentandole, y diciendo:
36 Maestro, ?cual [es] el mandamiento grande en la ley?
37 Y Jesus le dijo: Amaras al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de toda tu
alma, y de toda tu mente.
38 Este es el primero y el grande mandamiento.
39 Y el segundo [es] semejante a este: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley, y los profetas.
41 Y estando juntos los Fariseos, Jesus les pregunto,
42 diciendo: ?Que os parece del Cristo? ?cuyo Hijo es? [Ellos] le dicen: De
David.
43 El les dice: Pues, ?como David en Espiritu le llama Senor, diciendo:
44 Dijo el Senor a mi Senor: Asientate a mi diestra, entre tanto que pongo
tus enemigos por estrado de tus pies?
45 Pues si David le llama Senor, ?como es su Hijo?
46 Y nadie le podia responder palabra: ni oso alguno desde aquel dia
preguntarle mas.
CAPITULO 23
1 ENTONCES Jesus hablo a las companias, y a sus discipulos,
2 diciendo: Sobre la catedra de Moises se asentaron los escribas y los
Fariseos:
3 asi que todo lo que os dijeren que guardeis, guardadlo, y hacedlo: mas no
hagais conforme a sus obras, porque dicen y no hacen.
4 Porque atan cargas pesadas y dificiles de llevar, y [las] ponen sobre los
hombros de los hombres: mas ni aun con su dedo las quieren mover.
5 Antes todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres: porque
ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las
sinagogas,
7 y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres, Rabbi,
Rabbi.
8 Mas vosotros, no querais ser llamados Rabbi: porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
9 Y vuestro Padre no llameis a nadie en la tierra: porque uno es vuestro
Padre, el cual esta en los cielos.
10 Ni os llameis doctores: porque uno es vuestro Doctor, el Cristo.
11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
12 Porque el que se ensalzare sera humillado; y el que se humillare sera
ensalzado.
13 Mas iay de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque cerrais el
reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entrais, ni a los
que entran dejais entrar.
14 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque comeis las casas
de las viudas con color de larga oracion: por esto llevareis mas grave
juicio.
15 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque rodeais la mar y
la tierra por hacer un convertido; y cuando fuere hecho, le haceis hijo del
quemadero doblado mas que vosotros.
16 iAy de vosotros, guias ciegas! que decis: Cualquiera que jurare por el
templo, es nada: mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es.
17 iLocos y ciegos! ?cual es mayor, el oro, o el templo que santifica al
oro?
18 Tambien: Cualquiera que jurare por el altar, es nada: mas cualquiera que
jurare por el presente que esta sobre el, deudor es.
19 iLocos y ciegos! porque, ?cual es mayor, el presente, o el altar que
santifica al presente?
20 Pues el que jurare por el altar, jura por el, y por todo lo que [esta]
sobre el:
21 y el que jurare por el templo, jura por el, y por el que habita en el :
22 y el que jurare por el cielo, jura por el trono de Dios, y por el que
esta sentado sobre el.
23 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque diezmais la
menta, y el eneldo, y el comino, y dejasteis lo que es lo mas grave de la
ley, [es a saber,] el juicio, y la misericordia, y la fe. Esto era menester
hacer, y no dejar lo otro.
24 iGuias ciegas! que colais el mosquito, mas tragais el camello.
25 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque limpiais lo que
esta de fuera del vaso, o del plato: mas de dentro esta [todo] lleno de robo
y de injusticia.
26 iFariseo ciego! limpia primero lo que esta dentro del vaso y del plato,
para que tambien lo que esta fuera se haga limpio.
27 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque sois semejantes
a sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos: mas
de dentro estan llenos de huesos de muertos, y de toda suciedad.
28 Asi tambien vosotros, de fuera, a la verdad, os mostrais justos a los
hombres: mas de dentro, llenos estais de falsedad e iniquidad.
29 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque edificais los
sepulcros de los profetas, y adornais los monumentos de los justos,
30 y decis: Si fueramos en los dias de nuestros padres, no hubieramos sido
sus companeros en la sangre de los profetas:
31 asi que testimonio dais a vosotros mismos que sois hijos de aquellos que
mataron a los profetas.
32 Vosotros tambien llenad la medida de vuestros padres.
33 iSerpientes, generacion de viboras! ?como evitareis el juicio del
quemadero?
34 Por tanto, he aqui, yo envio a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y
de ellos [unos] matareis y crucificareis, y [otros] de ellos azotareis en
vuestras sinagogas, y perseguireis de ciudad en ciudad:
35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justo que se ha derramado
sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de
Zacharias, hijo de Barachias, al cual matasteis entre el templo y el altar.
36 De cierto os digo, que todo esto vendra sobre esta generacion.
37 iJerusalem! iJerusalem! que matas los profetas, y apedreas a los que son
enviados a ti, cuantas veces, quise juntar tus hijos, como la gallina junta
sus pollos debajo de las alas, y no quisisteis.
38 He aqui, vuestra casa os es dejada desierta.
39 Porque [yo] os digo, que desde ahora no me vereis, hasta que digais:
Bendito el que viene en el nombre del Senor.
CAPITULO 24
1 Y SALIDO Jesus del templo, ibase; y se llegaron sus discipulos, para
mostrarle los edificios del templo.
2 Y respondiendo el, les dijo: ?Veis todo esto? de cierto os digo, que no
sera dejada aqui piedra sobre piedra que no sea destruida.
3 Y sentandose el en el monte de las Olivas, se llegaron a el [sus]
discipulos aparte, diciendo: Dinos cuando seran estas cosas, y que sena
[habra] de tu venida, y del fin del siglo.
4 Y respondiendo Jesus, les dijo: Mirad que nadie os engane.
5 Porque vendran muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos
enganaran.
6 Y oireis guerras y rumores de guerras: mirad [que] no os turbeis: porque
es menester que todo [esto] acontezca: mas aun no es el fin.
7 Porque se levantara nacion contra nacion, y reino contra reino; y seran
pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
8 Y todas estas cosas, principio de dolores.
9 Entonces os entregaran para ser afligidos, y os mataran; y sereis
aborrecidos de todas naciones, por causa de mi nombre.
10 Y muchos entonces seran escandalizados; y se entregaran unos a otros, y
unos a otros se aborreceran.
11 Y muchos falsos profetas se levantaran, y enganaran a muchos.
12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriara.
13 Mas el que perseverare hasta el fin, este sera salvo.
14 Y sera predicado este evangelio del reino en toda la [tierra] habitable,
por testimonio a todas las naciones, y entonces vendra el fin.
15 Por tanto cuando viereis la abominacion del asolamiento, que fue dicha
por Daniel profeta, que estara en el lugar santo, el que lee, entienda.
16 Entonces los que [estuvieren] en Judea, huyan a los montes;
17 y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa;
18 y el que en el campo, no vuelva otra vez a tomar sus ropas.
19 Mas iay de las prenadas, y de las que crian en aquellos dias!
20 Orad pues que vuestra huida no sea en invierno, ni en dia de fiesta.
21 Porque habra entonces grande afliccion, cual no fue desde el principio
del mundo hasta ahora, ni sera.
22 Y si aquellos dias no fuesen acortados, ninguna carne seria salva: mas
por causa de los escogidos, aquellos dias seran acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: He aqui, [esta] el Cristo, o alli; no
creais.
24 Porque se levantaran falsos Cristos, y falsos profetas; y daran senales
grandes y prodigios, de tal manera que enganaran, si es posible, aun a los
escogidos.
25 He aqui, os lo he dicho antes.
26 Asi que si os dijeren: He aqui, en el desierto esta; no salgais. He aqui,
en las camaras; no creais.
27 Porque como relampago que sale del oriente, y se muestra hasta el
occidente, asi sera tambien la venida del Hijo del hombre.
28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, alli se juntaran
tambien las aguilas.
29 Y luego despues de la afliccion de aquellos dias, el sol se oscurecera; y
la luna no dara su lumbre; y las estrellas caeran del cielo; y las virtudes
de los cielos seran conmovidas.
30 Y entonces se mostrara la senal del Hijo del hombre en el cielo, y
entonces lamentaran todas las tribus de la tierra; y veran al Hijo del hombre
que vendra sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
31 Y enviara sus angeles con trompeta y gran voz; y juntaran sus escogidos
de los cuatro vientos, del un cabo del cielo hasta el otro.
32 [Del arbol] de la higuera aprended la comparacion: Cuando ya su rama se
enternece, y las hojas brotan, sabeis que el verano [esta] cerca.
33 Asi tambien vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que esta
cercano, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasara esta edad, que todas estas cosas no
acontezcan.
35 El cielo y la tierra pereceran, mas mis palabras no pereceran.
36 Mas del dia o hora, nadie [lo] sabe, ni aun los angeles de los cielos,
sino mi Padre solo.
37 Mas como los dias de Noe, asi sera la venida del Hijo del hombre.
38 Porque como eran en los dias del diluvio comiendo y bebiendo, tomando
mujeres [los maridos,] y dandolas [los padres,] hasta el dia que Noe entro en
el arca,
39 y no conocieron hasta que vino el diluvio, y llevo a todos: asi sera
tambien la venida del Hijo del hombre.
40 Entonces estaran dos en el campo: uno sera tomado, y otro sera dejado:
41 dos [mujeres] moliendo a un molinillo; la una sera tomada, y la otra sera
dejada.
42 Velad pues, porque no sabeis a que hora ha de venir vuestro Senor.
43 Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese a cual vela el
ladron habia de venir, velaria, y no dejaria minar su casa.
44 Por tanto tambien vosotros estad apercibidos: porque el Hijo del Hombre
ha de venir a la hora que no pensais.
45 ?Quien pues es el siervo fiel y prudente, al cual el Senor puso sobre su
familia, para que de alimento al tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su Senor viniere, le hallare
haciendo asi.
47 De cierto os digo [que] sobre todos sus bienes le pondra.
48 Y si aquel siervo malo dijere en su corazon: Mi Senor se tarda de venir;
49 y comenzare a herir sus companeros, y aun a comer y beber con los
borrachos:
50 vendra el Senor de aquel siervo el dia que [el] no espera, y a la hora
que [el] no sabe,
51 y le apartara, y pondra su parte con los hipocritas: alli sera el lloro,
y el crujir de dientes.
CAPITULO 25
1 ENTONCES el reino de los cielos sera semejante a diez virgenes, que
tomando sus lamparas, salieron a recibir al esposo.
2 Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco locas.
3 Las que [eran] locas, tomando sus lamparas, no tomaron aceite consigo.
4 Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus
lamparas.
5 Y tardandose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron.
6 Y a la media noche fue oido un clamor, que decia: He aqui, el esposo
viene, salid a recibirle.
7 Entonces todas aquellas virgenes se levantaron, y aderezaron sus lamparas.
8 Y las locas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque
nuestras lamparas se apagan.
9 Mas las prudentes respondieron: diciendo: Porque no nos falte a nosotras y
a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras.
10 E idas ellas a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas,
entraron con el a las bodas; y se cerro la puerta.
11 Y despues vinieron tambien las otras virgenes, diciendo: Senor, senor,
abrenos.
12 Mas respondiendo el, dijo: De cierto os digo, [que] no os conozco.
13 Velad pues, porque no sabeis el dia ni la hora, en la cual el Hijo del
hombre ha de venir.
14 Porque [el reino de los cielos es] como un hombre que partiendose lejos,
llamo a sus siervos, y les entrego sus bienes.
15 Y a este dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno, a cada uno
conforme a su facultad, y se partio luego lejos.
16 Y partido el, el que habia recibido cinco talentos, granjeo con ellos, e
hizo otros cinco talentos.
17 Semejantemente tambien el que habia recibido dos, gano tambien el otros
dos.
18 Mas el que habia recibido uno, fue, y lo enterro en la tierra, y escondio
el dinero de su senor.
19 Y despues de mucho tiempo vino el senor de aquellos siervos, e hizo
cuentas con ellos.
20 Y llegando el que habia recibido cinco talentos, trajo otros cinco
talentos, diciendo: Senor, cinco talentos me entregaste; he aqui, otros cinco
talentos he ganado con ellos.
21 Y su senor le dijo: Bien [esta,] buen siervo y fiel: sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondre: entra en el gozo de tu senor.
22 Y llegando tambien el que habia recibido dos talentos, dijo: Senor, dos
talentos me entregaste; he aqui, otros dos talentos he ganado sobre ellos.
23 Su senor le dijo: Bien [esta,] buen siervo y fiel: sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondre: entra en el gozo de tu senor.
24 Y llegando tambien el que habia recibido un talento, dijo: senor, yo te
conocia que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y coges donde no
derramaste:
25 por tanto tuve miedo, y fui, y escondi tu talento en la tierra: he aqui,
tienes lo que es tuyo.
26 Y respondiendo su senor, le dijo: Mal siervo y negligente, sabias que
siego donde no sembre, y [que] cojo donde no derrame:
27 por tanto te convenia dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo,
recibiera lo que es mio con usura:
28 quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
29 Porque a cualquiera que tuviere le sera dada, y tendra mas; y al que no
tuviere, aun lo que tiene le sera quitado.
30 Y al siervo inutil echadle en las tinieblas de a fuera: alli sera el
llorar, y el crujir de dientes.
31 Y CUANDO el Hijo del hombre vendra en su gloria, y todos los santos
angeles con el, entonces se sentara sobre el trono de su gloria.
32 y seran juntados delante de el todas las gentes, y los apartara los unos
de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos;
33 y pondra las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda.
34 Entonces el Rey dira a los que [estaran] a su derecha: Venid, benditos de
mi Padre, poseed el reino aparejado para vosotros desde la fundacion del
mundo:
35 porque tuve hambre, y me disteis de comer: tuve sed, y me disteis de
beber: fui huesped, y me recogisteis:
36 desnudo, y me cubristeis: enfermo, y me visitasteis: estuve en la carcel,
y venisteis a mi.
37 Entonces los justos le responderan, diciendo: Senor, ?cuando te vimos
hambriento, y te sustentamos? ?o sediento, y te dimos de beber'?
38 ?y cuando te vimos huesped, y te recogimos? ?o desnudo, y te cubrimos?
39 ?o cuando te vimos enfermo, o en la carcel, y venimos a ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dira: De cierto os digo, que en cuanto [lo]
hicisteis a uno de estos mis hermanos pequenitos, a mi [lo] hicisteis.
41 Entonces dira tambien a los que [estaran] a la izquierda: Idos de mi,
malditos, al fuego eterno, que esta aparejado para el diablo y sus angeles:
42 porque tuve hambre, y no me disteis de comer: tuve sed, y no me disteis
de beber:
43 fui huesped, y no me recogisteis: desnudo, y no me cubristeis: enfermo, y
en la carcel [estuve,] y no me visitasteis.
44 Entonces tambien ellos le responderan, diciendo: Senor, ?cuando te vimos
hambriento, o sediento, o huesped, o desnudo, o enfermo, o en la carcel, y no
te servimos?
45 Entonces les respondera, diciendo: De cierto os digo, [que] en cuanto no
[lo] hicisteis a uno de estos pequenitos, ni a mi [lo] hicisteis.
46 E iran estos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.
CAPITULO 26
1 Y ACONTECIO que como hubo acabado Jesus todas estas palabras, dijo a sus
discipulos:
2 Sabeis que dentro de dos dias se hace la pascua, y el Hijo del hombre es
entregado para ser crucificado.
3 Entonces los principes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos
del pueblo se juntaron al patio del pontifice, el cual se llamaba Caifas.
4 Y tuvieron consejo para prender por engano a Jesus, y matar[le.]
5 Y decian: No en el dia de la fiesta, porque no se haga alboroto en el
pueblo.
6 Y estando Jesus en Bethania, en casa de Simon el leproso,
7 vino a el una mujer, con un [vaso de] alabastro de ungueento de gran
precio, y lo derramo sobre la cabeza de el, estando sentado a la mesa:
8 lo cual viendo sus discipulos, se enojaron, diciendo: ?Por que se pierde
esto?
9 porque este ungueento se podia vender por gran precio, y darse a los
pobres.
10 Y entendiendolo Jesus, les dijo: ?Por que dais pena a [esta] mujer? que
me ha hecho buena obra:
11 porque siempre tendreis pobres con vosotros: mas a mi no siempre me
tendreis:
12 porque echando este ungueento sobre mi cuerpo, para sepultarme [lo] ha
hecho:
13 de cierto os digo, [que] donde quiera que este evangelio fuere predicado
en todo el mundo, tambien sera dicho para memoria de ella lo que esta ha
hecho.
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los
principes de los sacerdotes,
15 y les dijo: ?Que me quereis dar, y yo os le entregare? Y ellos le
senalaron treinta [piezas] de plata.
16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.
17 Y EL primer [dia de la fiesta] de los [panes] sin levadura, vinieron los
discipulos a Jesus, diciendole: ?Donde quieres que te aderecemos para comer
[el cordero de] la pascua?
18 Y el dijo: Id a la ciudad a uno, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo
esta cerca: en tu casa hare la pascua con mis discipulos.
19 Y los discipulos hicieron como Jesus les mando, y aderezaron la pascua.
20 Y como fue la tarde del dia, se sento a la mesa con los doce.
21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de
entregar.
22 Y [ellos] entristecidos en gran manera, comenzo cada uno de ellos a
decirle: ?Soy yo, Senor?
23 Entonces el respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato,
este me ha de entregar.
24 A la verdad el Hijo del hombre va, como esta escrito de el: mas iay de
aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera al tal
hombre no haber nacido.
25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ?Soy yo quiza,
Maestro? Dicele: Tu [lo] has dicho.
26 Y comiendo ellos, tomo Jesus el pan, y habiendo dada gracias [lo] partio,
y dio a sus discipulos, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo.
27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, dioles, diciendo: Bebed de el todos:
28 porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por
muchos para remision de los pecados:
29 y os digo, [que] desde ahora no bebere mas de este fruto de la vid, hasta
aquel dia, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi
Padre.
30 Y cuando hubieron dicho el himno, salieron al monte de las Olivas.
31 Entonces Jesus les dice: Todos vosotros sereis escandalizados en mi esta
noche: porque escrito esta: Herire al pastor, y las ovejas de la manada seran
derramadas.
32 Mas despues que haya resucitado, os esperare en Galilea.
33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo
nunca sere escandalizado.
34 Jesus le dice: De cierto te digo, que esta noche, antes que el gallo
cante, me negaras tres veces.
35 Dicele Pedro: Aunque me sea menester morir contigo, no te negare. Y todos
los discipulos dijeron lo mismo.
36 ENTONCES llego Jesus con ellos a la aldea, que se llama Gethsemane, y
dice a sus discipulos: Sentaos aqui, hasta que vaya alli, y ore.
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzo a entristecerse,
y a angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesus les dice: Mi alma esta muy triste hasta la muerte: quedaos
aqui, y velad conmigo.
39 Y yendose un poco mas adelante, se postro sobre su rostro, orando, y
diciendo: Padre mio, si es posible, pase de mi este vaso: empero no como yo
quiero, mas como tu.
40 Y vino a sus discipulos, y los hallo durmiendo, y dijo a Pedro: ?No
habeis podido velar conmigo una hora?
41 velad y orad, para que no entreis en tentacion: el espiritu a la verdad
esta presto, mas la carne enferma.
42 Otra vez, fue segunda vez, y oro, diciendo: Padre mio, si no puede este
vaso pasar de mi sin que [yo] lo beba, hagase tu voluntad.
43 Y vino, y los hallo otra vez durmiendo: porque los ojos de ellos eran
agravados.
44 Y dejandolos, fue otra vez, y oro tercera vez, diciendo las mismas
palabras.
45 Entonces vino a sus discipulos, y les dice: Dormid ya, y descansad: he
aqui, ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de
pecadores:
46 levantaos, vamos: he aqui, ha llegado el que me ha entregado.
47 Y hablando aun el, he aqui, Judas, uno de los doce, vino, y con el mucha
compania, con espadas y bastones, de parte de los principes de los
sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
48 Y el que le entregaba les habia dado senal, diciendo: Al que yo besare,
aquel es: prendedle.
49 Y luego que llego a Jesus, dijo: Tengas gozo, Maestro. Y le beso.
50 Y Jesus le dijo: ?Amigo, a que vienes? Entonces llegaron, y echaron mano
a Jesus, y le prendieron.
51 Y he aqui, uno de los que [estaban] con Jesus, extendiendo la mano, saco
su cuchillo, e hiriendo a un siervo del pontifice, le quito una oreja.
52 Entonces Jesus le dice: Vuelve tu cuchillo a su lugar: porque todos los
que tomaren cuchillo, a cuchillo moriran:
53 o ?piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y el me daria mas de doce
legiones de angeles?
54 ?como pues se cumplirian las Escrituras, [de] que asi conviene que sea
hecho?
56 En aquella hora dijo Jesus a las companias: Como a ladron habeis salido
con espadas y con bastones a prenderme: cada dia me sentaba con vosotros
ensenando en el templo, y no me prendisteis.
56 Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los
profetas. Entonces todos los discipulos huyeron, dejandole.
57 Y ELLOS, prendido Jesus, le trajeron a Caifas sumo pontifice, donde los
escribas y los ancianos estaban juntos.
58 Mas Pedro le seguia de lejos hasta el patio del sumo pontifice; y entrado
dentro, se estaba sentado con los criados, para ver el fin.
59 Y los principes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el concilio
buscaban [algun] falso testimonio contra Jesus, para entregarle a la muerte,
60 y no hallaban: aunque muchos testigos falsos se llegaban, no [lo]
hallaron. Mas a la postre vinieron dos testigos falsos,
61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y reedificarle
en tres dias.
62 Y levantandose el sumo pontifice, le dijo: ?No respondes nada? que
testifican estos contra ti?
63 Mas Jesus callaba. Y respondiendo el sumo pontifice, le dijo: Te conjuro
por el Dios viviente, que nos digas, Si eres tu el Cristo, Hijo de Dios.
64 Jesus le dice: Tu [lo] has dicho: y aun os digo, que desde ahora habeis
de ver al Hijo del hombre asentado a la diestra de la potencia [de Dios,] y
que viene en las nubes del cielo.
65 Entonces el sumo pontifice rasgo sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha:
?que mas necesidad tenemos de testigos? he aqui, ahora habeis oido su
blasfemia:
66 ?que os parece? Y respondiendo ellos dijeron: Culpado es de muerte.
67 Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de bofetadas, y otros le
herian con mojicones,
68 diciendo: Profetizanos, oh Cristo, quien es el que te ha herido.
69 Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se llego a el una criada,
diciendo: Y tu con Jesus el Galileo estabas.
70 Mas el nego delante de todos, diciendo: No se lo que dices.
71 Y saliendo a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban alli:
Tambien este estaba con Jesus Nazareno.
72 Y nego otra vez con juramento, [diciendo:] No conozco a [ese] hombre.
73 Y desde a un poco llegaron los que servian, y dijeron a Pedro:
Verdaderamente tambien tu eres de ellos: porque aun tu habla te hace
manifiesto.
74 Entonces comenzo a anatematizarse, y a jurar, [diciendo:] No conozco a
[ese] hombre. Y el gallo canto luego.
75 Y se acordo Pedro de las palabras de Jesus, que le dijo: Antes que cante
el gallo, me negaras tres veces. Y saliendose fuera, lloro amargamente.
CAPITULO 27
1 Y VENIDA la manana, entraron en consejo todos los principes de los
sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesus, para entregarle a
muerte.
2 Y le trajeron atado, y le entregaron a Poncio Pilato presidente.
3 ENTONCES Judas, el que le habia entregado, viendo que era condenado,
volvio arrepentido las treinta [piezas] de plata a los principes de los
sacerdotes, y a los ancianos,
4 diciendo: [Yo] he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron:
?Que [se nos da] a nosotros? vieraslo tu.
5 Y arrojando las [piezas] de plata al templo, se partio, y fue, y se
ahorco.
6 Y los principes de los sacerdotes, tomando [las piezas] de plata, dijeron:
No es licito echarlas en el arca de la limosna, porque es precio de sangre.
7 Mas habido consejo, compraron de ellas el campo del Ollero, por sepultura
para los extranjeros.
8 Por lo cual fue llamado aquel campo: Haceldama, [Campo de sangre,] hasta
el dia de hoy.
9 Entonces se cumplio lo que fue dicho por el profeta Jeremias, que dijo: Y
tomaron las treinta [piezas] de plata, precio del apreciado, que fue
apreciado por los hijos de Israel:
10 y las dieron para comprar el campo del Ollero, como me ordeno el Senor.
11 Y JESUS estuvo delante del presidente, y el presidente le pregunto,
diciendo: ?Eres tu el rey de los Judios? Y Jesus le dijo: Tu [lo] dices.
12 Y siendo acusado por los principes de los sacerdotes, y por los ancianos,
nada respondio.
13 Pilato entonces le dice: ?No oyes cuantas cosas testifican contra ti?
14 Y no le respondio ni una palabra, de tal manera que el presidente se
maravillaba mucho.
15 Y en el dia de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un
preso cual quisiesen.
16 Y tenian entonces un preso famoso, que se llamaba Barrabas.
17 Y juntas ellos, les dijo Pilato: ?Cual quereis que os suelte? ?a
Barrabas, o a Jesus, que se llama el Cristo?
18 Porque sabia que por envidia le habian entregado.
19 Y estando el sentado en el tribunal, su mujer envio a el, diciendo: No
tengas que ver con aquel justo: porque hoy he padecido muchas cosas en suenos
por causa de el.
20 Mas los principes de los sacerdotes, y los ancianos, persuadieron al
pueblo, que pidiese a Barrabas, y a Jesus matase.
21 Y respondiendo el presidente, les dijo: ?Cual de los dos quereis que os
suelte? Y ellos dijeron: A Barrabas.
22 Pilato les dijo: ?Que pues hare de Jesus que se llama el Cristo? Dicenle
todos: Sea crucificado.
23 Y el presidente [les] dijo: Pues ?que mal ha hecho? Mas ellos gritaban
mas, diciendo: Sea crucificado.
24 Y viendo Pilato que nada aprovechaba, antes se hacia mas alboroto,
tomando agua lavo sus manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de
la sangre de este justo: vedlo vosotros.
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre [sea] sobre nosotros, y
sobre nuestros hijos.
26 Entonces les solto a Barrabas; y habiendo azotado a Jesus, le entrego
para ser crucificado.
27 ENTONCES los soldados del presidente tomando a Jesus a la audiencia,
juntaron a el toda la cuadrilla.
28 Y desnudandole, cercaronle de un manto de grana.
29 Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una cana en su
mano derecha: e hincando la rodilla delante de el, burlaban de el diciendo:
Tengas gozo, rey de los Judios.
30 Y escupiendo en el, tomaron la cana, y le herian en la cabeza.
31 Y despues que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le
vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
32 Y saliendo, hallaron a un Cireneo que se llamaba Simon: a este cargaron
para que llevase su cruz.
33 Y como llegaron al lugar que se llama Golgotha, que es dicho, el lugar de
la Calavera,
34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustando, no quiso
beberlo.
35 Y despues que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando
suertes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se
repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
36 Y le guardaban, sentados alli.
37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS, EL REY DE LOS
JUDIOS.
38 Entonces crucificaron con el dos ladrones: uno a la derecha, y otro a la
izquierda.
39 Y los que pasaban, le decian injurias, meneando sus cabezas,
40 y diciendo: Tu, el que derribas el templo [de Dios,] y en tres dias [le]
reedificas, salvate a ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
41 De esta manera tambien los principes de los sacerdotes escarneciendo, con
los escribas, y los Fariseos, y los ancianos, decian:
42 A otros salvo, a si no se puede salvar: si es el rey de Israel, descienda
ahora de la cruz, y creeremos en el:
43 confia en Dios: librele ahora, si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de
Dios.
44 Lo mismo tambien le zaherian los ladrones que estaban crucificados con
el.
45 Y desde la hora de las seis fueron tinieblas sobre toda la tierra, hasta
la hora de las nueve.
46 Y cerca de la hora de las nueve Jesus exclamo con grande voz, diciendo:
Eli, Eli, ?lamma sabachthani? esto es: Dios mio, Dios mio, ?por que me has
desamparado?
47 Y algunos de los que estaban alli, oyendole, decian: A Elias llama este.
48 Y luego corriendo uno de ellos tomo una esponja, y la lleno de vinagre, y
poniendola en una cana, le daba para que bebiese.
49 Y los otros decian: Deja, veamos si vendra Elias a librarle.
50 Mas Jesus habiendo otra vez exclamado con grande voz, dio el espiritu.
51 Y he aqui, el velo del templo se rasgo en dos, de alto a bajo; y la
tierra se movio; y las piedras se hendieron;
52 y los sepulcros se abrieron, y muchos cuerpos de santos, que habia
dormido, se levantaron.
53 Y salidos de los sepulcros, despues de su resurreccion, vinieron a la
santa ciudad, y aparecieron a muchos.
54 Y el centurion, y los que estaban con el guardando a Jesus, visto el
terremoto, y las cosas que habian sido hechas, temieron en gran manera,
diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era este.
55 Y estaban alli muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habian seguido
de Galilea a Jesus, sirviendole:
56 entre las cuales era Maria Magdalena, y Maria de Jacobo, y la madre de
Joses, y la madre de los hijos de Zebedeo.
57 Y COMO fue la tarde del dia, vino un hombre rico de Arimathea, llamado
Joseph, el cual tambien habia sido discipulo de Jesus.
58 Este llego a Pilato, y pidio el cuerpo de Jesus. Entonces Pilato mando
que el cuerpo se [le] diese.
59 Y tomando Joseph el cuerpo, le envolvio en una sabana limpia,
60 y le puso en un sepulcro suyo nuevo, que habia labrado en pena; y
revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue.
61 Y estaban alli Maria Magdalena, y la otra Maria, sentadas delante del
sepulcro.
62 Y el siguiente dia, que es despues de la preparacion [de la Pascua,] se
juntaron los principes de los sacerdotes y los Fariseos a Pilato,
63 diciendo: Senor, nos acordamos que aquel enganador dijo, viviendo aun:
Despues de tres dias resucitare.
64 Manda, pues, fortificar el sepulcro hasta el dia tercero: porque no
vengan sus discipulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucito de
los muertos: y sera el postrer error peor que el primero.
65 Pilato les dice: La guardia teneis: id, fortificad como entendeis.
66 Y yendo ellos, fortificaron el sepulcro con la guardia, sellando la
piedra.
CAPITULO 28
1 Y LA vispera de los sabados, que amanece para el primero de los sabados,
vino Maria Magdalena, y la otra Maria, a ver el sepulcro.
2 Y he aqui, fue hecho un gran terremoto: porque el angel del Senor
descendiendo del cielo y llegando, habia revuelto la piedra de la puerta [del
sepulcro,] y estaba sentado sobre ella.
3 Y su aspecto era como un relampago; y su vestido blanco como la nieve.
4 Y del miedo de el los guardas fueron asombrados, y fueron vuelto como
muertos.
5 Y respondiendo el angel, dijo a las mujeres: No temais vosotras: porque yo
se que buscais a Jesus, [el que fue] crucificado:
6 no esta aqui, porque ha resucitado, como dijo: venid, ved el lugar donde
fue puesto el Senor;
7 y presto id, decid a sus discipulos, que ha resucitado de los muertos; y
he aqui, os espera en Galilea: alli le vereis: he aqui, os [lo] he dicho.
8 Entonces [ellas] saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron
corriendo a dar las nuevas a sus discipulos. Y yendo a dar las nuevas a sus
discipulos,
9 he aqui, Jesus les sale al encuentro, diciendo: Tengais gozo. Y ellas se
llegaron, y abrazaron sus pies, y le adoraron.
10 Entonces Jesus les dice: No temais: id, dad las nuevas a mis hermanos,
para que vayan a Galilea; y alla me veran.
11 Y yendo ellas, he aqui, unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron
aviso a los principes de los sacerdotes de todas las cosas que habian
acontecido.
12 Y juntados con los ancianos, habido consejo, dieron mucho dinero a los
soldados,
13 diciendo: Decid: Sus discipulos vinieron de noche, y le hurtaron,
durmiendo nosotros:
14 y si esto fuere oido del presidente, nosotros le persuadiremos, y os
haremos seguros.
15 Y ellos, tomado el dinero, hicieron como estaban instruidos: y este dicho
fue divulgado entre los Judios hasta el dia de hoy.
16 Mas los once discipulos se fueron a Galilea, al monte, donde Jesus les
habia ordenado.
17 Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban.
18 Y llegando Jesus, les hablo, diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra:
19 por tanto id, ensenad a todas las gentes, bautizandolos en nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo:
20 ensenandoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aqui, yo
estoy con vosotros todos los dias, hasta el fin del siglo. Amen.
EL
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU CRISTO
SEGUN
S. MARCOS.
CAPITULO 1
1 PRINCIPIO del Evangelio de Jesu Cristo, Hijo de Dios.
2 Como esta escrito en los profetas: He aqui, yo envio a mi angel delante de
tu faz, que apareje tu camino delante de ti.
3 Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor: enderezad
sus veredas.
4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de penitencia* para
remision de pecados. {* De enmienda, o de arrepentimiento, de conversion.}
5 Y salia a el toda la provincia de Judea, y los de Jerusalem; y eran todos
bautizados de el en el rio del Jordan, confesando sus pecados.
6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y de [una] cinta de cuero al
rededor de sus lomos; y comia langostas, y miel montes.
7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mi el que es mas fuerte que yo, al cual
no soy digno de desatar encorvado la correa de sus zapatos:
8 yo a la verdad os he bautizado con agua: mas el os bautizara con Espiritu
Santo.
9 Y ACONTECIO en aquellos dias, [que] Jesus vino de Nazaret de Galilea, y
fue bautizado de Juan en el Jordan.
10 Y luego, subiendo del agua, vio abrirse los cielos, y al Espiritu, como
paloma, que descendia sobre el.
11 Y fue [una] voz de los cielos, [que decia:] Tu eres mi Hijo amado: en ti
tomo contentamiento.
12 Y luego el Espiritu [Santo] le impele al desierto.
13 Y estuvo alli en el desierto cuarenta dias; y era tentado de Satanas: y
estaba con las fieras; y los angeles le servian.
14 MAS despues que Juan fue entregado, Jesus vino a Galilea, predicando el
evangelio del reino de Dios,
15 y diciendo: El tiempo es cumplido; y el reino de Dios esta cerca:
enmendaos, y creed al Evangelio.
16 Y pasando junta a la mar de Galilea, vio a Simon, y a Andres su hermano,
que echaban la red en la mar, porque eran pescadores.
17 Y les dijo Jesus: Venid en pos de mi, y hare que seais pescadores de
hombres.
18 Y luego, dejadas sus redes, le siguieron.
19 Y pasando de alli un poco mas adelante, vio a Jacobo, [hijo] de Zebedeo,
y a Juan su hermano, tambien ellos en el navio, que aderezaban las redes.
20 Y luego los llamo; y dejando a su padre Zebedeo en el navio con los
jornaleros, fueron en pos de el.
21 Y ENTRAN en Capharnaum: y luego los sabados entrando en la sinagoga
ensenaba.
22 Y se espantaban de su doctrina; porque los ensenaba como quien tiene
potestad, y no como los escribas.
23 Y habia en la sinagoga de ellos un hombre con espiritu inmundo, el cual
dio voces,
24 diciendo: iAh! ?que tienes con nosotros, Jesus Nazareno? ?has venido a
destruirnos? se quien eres, el Santo de Dios.
25 Y rinole Jesus, diciendo: Enmudece, y sal de el.
26 Y haciendole pedazos el espiritu inmundo, y clamando a gran voz, salio de
el.
27 Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirian entre si, diciendo:
?Que es esto? ?que nueva doctrina es esta, que con potestad aun a los
espiritus inmundos manda, y le obedecen?
28 Y luego vino su fama por toda la provincia al rededor de Galilea.
29 Y luego salidos de la sinagoga, vinieron a casa de Simon y de Andres, con
Jacobo y Juan.
30 Y la suegra de Simon estaba acostada con calentura; y le dijeron luego de
ella.
31 Entonces llegando [el,] la tomo de su mano, y la levanto; y luego la dejo
la calentura, y les servia.
32 Y cuando fue la tarde, como el sol se puso, traian a el todos los que
tenian mal, y endemoniados.
33 Y toda la ciudad se junto a la puerta.
34 Y sano a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades; y echo
fuera muchos demonios; y no dejaba decir a los demonios que le conocian.
35 Y levantandose muy de manana, aun muy de noche, salio, y se fue a un
lugar desierto, y alli oraba.
36 Y le siguio Simon, y los que estaban con el.
37 Y hallandole, le dicen: Todos te buscan.
38 Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique tambien alli:
porque para esto he salido.
39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los
demonios.
40 Y UN leproso vino a el, rogandole; e hincada la rodilla, le dice: Si
quieres, puedes limpiarme.
41 Y Jesus teniendo misericordia de el, extendio su mano, y le toco, y le
dice: Quiero: se limpio.
42 Y habiendo el dicho esto, luego la lepra se fue de el, y fue limpio.
43 Y le defendio, y luego le echo,
44 y le dice: Mira [que] no digas a nadie nada: sino ve, muestrate al
sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moises mando para que les conste.
45 Y el salido, comenzo a predicar muchas cosas, y a divulgar el negocio,
que ya Jesus no podia entrar manifiestamente en la ciudad: mas estaba fuera
en los lugares desiertos, y venian a el de todas partes.
CAPITULO 2
1 Y ENTRO otra vez en Capharnaum despues de [algunos] dias; y se oyo que
estaba en casa.
2 Y luego se juntaron a el muchos, que ya no cabian ni aun a la puerta; y
les hablaba la palabra.
3 Entonces vinieron a el [unos] trayendo un paralitico, que era traido de
cuatro.
4 Y como no podian llegar a el a causa de la compania, descubrieron la
techumbre donde estaba, y horadando bajan el lecho en que el paralitico
estaba echado.
5 Y viendo Jesus la fe de ellos, dice al paralitico: Hijo, tus pecados te
son perdonados.
6 Y estaban alli sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en
sus corazones,
7 decian: ?Por que habla este blasfemias? ?quien puede perdonar pecados,
sino solo Dios?
8 Y conociendo luego Jesus en su espiritu que pensaban esto dentro de si,
les dijo: ?Por que pensais estas cosas en vuestros corazones?
9 ?cual es mas facil: Decir al paralitico: Tus pecados te son perdonados; o
decirle: Levantate, y toma tu lecho, y anda?
10 Pues porque sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de
perdonar los pecados, (dice al paralitico):
11 A ti digo: Levantate, y toma tu lecho, y vete a tu casa.
12 Entonces [el] se levanto luego; y tomando su lecho, se salio delante de
todos, de manera que todos se espantaron, y glorificaron a Dios, diciendo:
Nunca tal hemos visto.
13 Y VOLVIO a salir a la mar, y toda la compania venia a el, y los ensenaba.
14 Y pasando vio a Levi, [hijo] de Alfeo, sentado al banco [de los publicos
tributos,] y le dice: Sigueme. Y levantandose, le siguio.
15 Y acontecio, que estando Jesus a la mesa en casa de el, muchos publicanos
y pecadores estaban tambien a la mesa juntamente con Jesus, y con sus
discipulos: porque habia muchos, y le habian seguido.
16 Y los escribas, y los Fariseos, viendole comer con los publicanos, y con
los pecadores, dijeron a sus discipulos: ?Que es esto, que [vuestro Maestro]
come y bebe con los publicanos, y con los pecadores?
17 Y oyendo[lo] Jesus, les dice: los sanos no tienen necesidad de medico,
mas los que tienen mal: no he venido a llamar a los justos, mas los pecadores
a penitencia.* {* A enmienda de la vida.}
18 Y los discipulos de Juan, y de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le
dicen: ?Por que los discipulos de Juan, y [los] de los Fariseos ayunan; y tus
discipulos no ayunan?
19 Y Jesus les dice: No pueden ayunar los que son de bodas, cuando el esposo
esta con ellos: entre tanto que tienen consigo el esposo no pueden ayunar.
20 Mas vendran dias, cuando el esposo sera quitado de ellos; y entonces en
aquellos dias ayunaran.
21 Nadie echa remiendo de pano recio en vestido viejo; de otra manera el
mismo remiendo nuevo tira del viejo, y se hace peor la rotura.
22 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo
rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden: mas el vino
nuevo en odres nuevos se ha de echar.
23 Y ACONTECIO, que pasando el [otra vez] por los sembrados en sabado, sus
discipulos andando comenzaron a arrancar espigas.
24 Entonces los Fariseos le dijeron: He aqui, ?por que hacen [tus
discipulos] en sabado lo que no es licito?
25 Y el les dijo: ?Nunca leisteis que hizo David cuando tuvo necesidad, y
tuvo hambre, el y los que [estaban] con el?
26 ?como entro en la casa de Dios, siendo Abiathar sumo Pontifice, y comio
los panes de la proposicion, de los cuales no es licito comer, sino a los
sacerdotes, y aun dio a los que estaban consigo?
27 Dijoles tambien: El sabado por causa del hombre es hecho; no el hombre
por causa del sabado:
28 asi que el Hijo del hombre es Senor aun del sabado.
CAPITULO 3
1 Y OTRA vez entro en la sinagoga; y habia alli un hombre que tenia una mano
seca.
2 Y le acechaban, si en sabado le sanaria, para acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenia la mano seca: Levantate en medio.
4 Y les dice: ?Es licito hacer bien en sabados, o hacer mal? ?salvar la
persona, o matarla? Mas ellos callaban.
5 Y mirandolos al rededor con enojo, condoleciendose de la ceguedad de su
corazon, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendio, y su mano fue
restituida sana como la otra.
6 Entonces saliendo los Fariseos tomaron consejo con los Herodianos contra
el, para matarle.
7 MAS Jesus se aparto a la mar con sus discipulos; y le siguio gran multitud
de Galilea, y de Judea,
8 y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordan; y de los que
[moraban] al rededor de Tyro y de Sidon, grande multitud, oyendo cuan grandes
cosas hacia, vinieron a el.
9 Y dijo a sus discipulos que la navecilla le estuviese siempre apercibida,
por causa de la compania, porque no le oprimiesen.
10 Porque habia sanado a muchos, de tal manera que caian sobre el, cuantos
tenian plagas, por tocarle.
11 Y los espiritus inmundos, en viendole, se postraban delante de el, y
daban voces, diciendo: Tu eres el Hijo de Dios.
12 Mas el les renia mucho que no le manifestasen.
13 Y SUBIO al monte, y llamo a si los que el quiso; y vinieron a el.
14 Y ordeno a los doce para que estuviesen con el, y para enviarlos a
predicar;
15 y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios:
16 a Simon, al cual puso por nombre Pedro;
17 y a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, y les puso
nombre Boanerges, que es, Hijos del trueno;
18 y a Andres, y a Felipe, y a Bartolome, y a Mateo, y a Tomas, y a Jacobo,
[hijo] de Alfeo, y a Tadeo, y a Simon el Chananeo,
19 y a Judas Iscariote, el que le entrego: y vinieron a casa.
20 Y OTRA vez se junto la compania, de tal manera que ellos ni aun podian
comer pan.
21 Y como le oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decian: Esta
fuera de si.
22 Y los escribas que habian venido de Jerusalem, decian que tenia a
Beelzebub, y que por el principe de los demonios echaba fuera los demonios.
23 Y llamandolos, les dijo por parabolas: ?Como puede Satanas echar fuera a
Satanas?
24 Y si [algun] reino contra si mismo fuere dividido, no puede permanecer el
tal reino.
25 Y si [alguna] casa fuere dividida contra si misma, no puede permanecer la
tal casa.
26 Y si Satanas se levantare contra si mismo, y fuere dividido, no puede
permanecer: mas tiene fin.
27 Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si
antes no prendiere al valiente; y entonces saqueara su casa.
28 De cierto os digo, [que] todos los pecados seran perdonados a los hijos
de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren:
29 mas cualquiera que blasfemare contra el Espiritu Santo, no tiene perdon
para siempre: mas esta obligado a eterno juicio.
30 Porque decian: Tiene espiritu inmundo.
31 Vienen pues sus hermanos y su madre, y estando de fuera, enviaron a el
llamandole.
32 Y la compania estaba asentada al rededor de el, y le dijeron: He aqui, tu
madre y tus hermanos te buscan fuera.
33 Y el les respondio, diciendo: ?Quien es mi madre, y mis hermanos?
34 Y mirando al rededor a los que estaban sentados al rededor de el, dijo:
He aqui mi madre, y mis hermanos:
35 porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, este es mi hermano, y
mi hermana, y mi madre.
CAPITULO 4
1 Y OTRA vez comenzo a ensenar .junto a la mar, y se junto a el gran
compania, tanto que entrandose el en un navio, se sento en la mar, y toda la
compania estaba en tierra junto a la mar.
2 Y les ensenaba por parabolas muchas cosas, y les decia en su doctrina:
3 Oid: He aqui, el que sembraba salio a sembrar.
4 Y acontecio sembrando, que una parte cayo junto al camino; y vinieron las
aves del cielo, y la tragaron.
5 Y otra parte cayo en pedregales donde no tenia mucha tierra; y luego
salio, porque no tenia la tierra profunda;
6 mas, salido el sol, se quemo; por cuanto no tenia raiz se seco.
7 Y otra parte cayo en espinas; subieron las espinas, y la ahogaron y no dio
fruto.
8 Y otra parte cayo en buena tierra y dio fruto, que subio y crecio: y llevo
uno a treinta, y otro a sesenta, y otro a ciento.
9 Entonces les dijo: El que tiene oidos para oir, oiga.
10 Y cuando estuvo solo le preguntaron, los que estaban con el con los doce,
de la parabola.
11 Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios: mas a
los que estan fuera, por parabolas todas las cosas:
12 para que viendo, vean y no vean; y oyendo, oigan y no entiendan: porque
no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
13 Y les dijo: ?No sabeis esta parabola? ?como pues entendereis todas las
parabolas?
14 El que siembra [es el que] siembra la palabra.
15 Y estos son los de junto al camino, en los que la palabra es sembrada:
mas despues que la oyeron, luego viene Satanas, y quita la palabra que fue
sembrada en sus corazones.
16 Y asimismo estos son los que son sembrados en pedregales; los que cuando
han oido la palabra, luego la toman con gozo:
17 mas no tienen raiz en si, antes son temporales: que en levantandose la
tribulacion, o la persecucion por causa de la palabra, luego se escandalizan.
18 Y estos son los que son sembrados entre espinas; los que oyen la palabra:
19 mas las congojas de este siglo, y el engano de las riquezas, y las
codicias que hay en las otras cosas, entrando ahogan la palabra, y es hecha
sin fruto.
20 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la
palabra, y [la] reciben, y hacen fruto, uno a treinta, otro a sesenta, otro a
ciento.
21 Dijoles tambien: ?Viene el candil para ser puesto debajo del almud, o
debajo de la cama? ?No [viene] para ser puesto en el candelero?
22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que
no haya de venir en descubierto.
23 Si alguno tiene oidos para oir, oiga.
24 Dijoles tambien: Mirad lo que ois: con la medida que medis, os mediran
otros; y sera anadido a vosotros los que ois.
25 Porque al que tiene, le sera dada; y al que no tiene, aun lo que tiene le
sera quitado.
26 Decia mas: Asi es el reino de Dios, como si un hombre eche simiente en la
tierra;
27 y duerma y se levante de noche de dia, y la simiente brote y crezca como
el no sabe.
28 Porque de suyo fructifica la tierra, primero yerba, luego espiga, luego
grano lleno en la espiga.
29 Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega
es llegada.
30 Y decia: ?A que haremos semejante el reino de Dios? ?o con que parabola
le compararemos?
31 Como el grano de la mostaza, que cuando es sembrado en tierra es el mas
pequeno de todas las simientes que hay en la tierra:
32 mas cuando fuere sembrado sube, y se hace la mayor de todas las
legumbres; y hace grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan
hacer nidos debajo de su sombra.
33 Y con muchas tales parabolas les hablaba la palabra, conforme a lo que
podian oir.
34 Y sin parabola no les hablaba: mas a sus discipulos en particular
declaraba todo.
35 Y LES dijo aquel dia, cuando fue tarde: Pasemos de la otra parte.
36 Y enviando la compania, le tomaron, como estaba en el navio, y habia
tambien con el otros navichuelos.
37 Y se levanto una grande tempestad de viento, y echaba las ondas en el
navio, de tal manera que ya se llenaba.
38 Y el estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le
dicen: ?Maestro, no mires que perecemos?
39 Y levantandose [el,] rino al viento y dijo a la mar: Calla, enmudece. Y
ceso el viento; y fue hecha grande bonanza.
40 Y a ellos dijo: ?Por que sois asi temerosos? ?como no teneis fe?
41 Y temieron con gran temor, y decian el uno al otro: ?Quien es este, que
aun el viento y la mar le obedecen?
CAPITULO 5
1 Y VINIERON de la otra parte de la mar a la provincia de los Gadarenos.
2 Y salido el del navio, luego le salio al encuentro de los sepulcros un
hombre con un espiritu inmundo,
3 que tenia manida en los sepulcros, y ni aun con cadenas le podia alguien
atar:
4 porque muchas veces habia sido atado con grillos y cadenas, mas las
cadenas habian sido hechas pedazos de el, y los grillos desmenuzados; y nadie
le podia domar.
5 Y siempre de dia y de noche andaba dando voces en los montes y en los
sepulcros, e hiriendose a las piedras.
6 Y como vio a Jesus de lejos, corrio, y le adoro;
7 y clamando a gran voz, dijo: ?Que tienes conmigo, Jesus, hijo del Dios
Altisimo? te conjuro [por] Dios que no me atormentes.
8 Porque le decia: Sal de este hombre, espiritu inmundo.
9 Y le pregunto: ?Como te llamas? Y respondio, diciendo: Legion me llamo:
porque somos muchos.
10 Y le rogaba mucho que no le echase fuera de aquella provincia.
11 Y estaba alli cerca de los montes una grande manada de puercos paciendo.
12 Y le rogaron todos [aquellos] demonios, diciendo: Envianos a los puercos
para que entremos en ellos.
13 Y les permitio luego Jesus, y saliendo aquellos espiritus inmundos,
entraron en los puercos; y la manada cayo por un despenadero en la mar, los
cuales eran como dos mil, y se ahogaron en la mar.
14 Y los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y
en los campos. Y salieron para ver que era aquello que habia acontecido.
15 Y vienen a Jesus, y ven al que habia sido atormentado del demonio,
sentado, y vestido, y en seso el que habia tenido la legion; y tuvieron
temor.
16 Y les contaron los que [lo] habian visto, como habia acontecido al que
habia tenido el demonio, y de los puercos.
17 Y comenzaron a rogarle que se fuese de los terminos de ellos.
18 Y entrando el en el navio, le rogaba el que habia sido fatigado del
demonio, para estar con el.
19 Mas Jesus no le permitio, sino le dijo: Vete a tu casa a los tuyos, y
cuentales cuan grandes cosas el Senor ha hecho contigo, y [como] ha tenido
misericordia de ti.
20 Y se fue, y comenzo a predicar en Decapolis cuan grandes cosas Jesus
habia hecho con el; y todos se maravillaban.
21 Y PASANDO otra vez Jesus en un navio de la otra parte, se junto a el gran
compania; y estaba junto a la mar,
22 y vino uno de los principes de la sinagoga llamado Jairo; y como le vio,
se postro a sus pies,
23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija esta a la muerte: ven y pondras las
manos sobre ella, para que sea salva, y vivira.
24 Y fue con el, y le seguia gran compania, y le apretaban.
25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce anos hacia,
26 y habia sufrido mucho de muchos medicos, y habia gastado todo lo que
tenia, y nada habia aprovechado, antes le iba peor,
27 como oyo [decir] de Jesus, vino en la compania por las espaldas, y toco
su vestido.
28 Porque decia: Si [yo] tocare tan solamente su vestido, sere salva.
29 Y luego la fuente de su sangre se seco, y sintio en el cuerpo que estaba
sana de aquel azote.
30 Y Jesus luego conociendo en si mismo la virtud que habia salido de el,
volviendose a la compania, dijo: ?Quien ha tocado a mis vestidos?
31 Y le dijeron sus discipulos: Ves que la compania te aprieta, y dices:
?Quien me ha tocado?
32 Y [el] miraba al rededor por ver a la que habia hecho esto.
33 Entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo lo que en si habia sido
hecho, vino, y se postro delante de el, y le dijo toda la verdad.
34 Y el le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y se sana de tu
azote.
35 Hablando aun el, vinieron del principe de la sinagoga, diciendo: Tu hija
es muerta: ?para que fatigas mas al Maestro?
36 Mas Jesus luego, en oyendo esta razon que se decia, dijo al principe de
la sinagoga: No temas: cree solamente.
37 Y no permitio que alguno viniese tras el, sino Pedro, y Jacobo, y Juan
hermano de Jacobo.
38 Y vino a casa del principe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que
lloraban y gemian mucho.
39 Y entrando les dice: ?Por que os alborotais, y llorais? la muchacha no es
muerta, mas duerme.
40 Y hacian burla de el: mas el, echados fuera todos, toma al padre y a la
madre de la muchacha, y a los que estaban con el, y entra donde estaba la
muchacha echada.
41 Y tomando la mano de la muchacha, le dice: Talitha cumi; que es, si lo
interpretares: Muchacha, a ti digo, levantate.
42 Y luego la muchacha se levanto, y andaba; porque tenia doce anos: y se
espantaron de grande espanto.
43 Mas [el] les mando mucho que nadie lo supiese; y dijo que diesen a la
muchacha de comer.
CAPITULO 6
1 Y SALIO de alli, y vino a su tierra; y le siguieron sus discipulos.
2 Y llegado el sabado, comenzo a ensenar en la sinagoga; y muchos oyendole
estaban atonitos, diciendo: ?De donde tiene este estas cosas? ?y que
sabiduria es esta que le es dada; y tales maravillas que por sus manos son
hechas?
3 ?no es este el carpintero, hijo de Maria, hermano de Jacobo, y de Joses, y
de Judas, y de Simon? ?no estan tambien aqui con nosotros sus hermanas? Y
se escandalizaban en el.
4 Mas Jesus les decia: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre
sus parientes, y en su casa.
5 Y no pudo alli hacer alguna maravilla: solamente sano [unos] pocos
enfermos poniendo sobre ellos las manos.
6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos; y rodeaba las aldeas de
al rededor ensenando.
7 Y LLAMO a los doce, y comenzo a enviarlos de dos en dos, y les dio
potestad [contra] los espiritus inmundos;
8 y les mando que no llevasen nada para el camino, sino solamente [un]
bordon; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa:
9 mas que calzasen zapatos; y no vistiesen dos ropas.
10 Y les decia: En cualquier casa que entrareis, posad alli hasta que
salgais de alli.
11 Y todos aquellos que no os recibieren, ni os oyeren, saliendo de alli,
sacudid el polvo que esta debajo de vuestros pies en testimonio a ellos: de
cierto os digo, que mas tolerable sera [el castigo] de los de Sodoma, o de
los de Gomorrha el dia del juicio, que el de aquella ciudad
12 Y saliendo predicaban, que hiciesen penitencia.* {* O, que se
enmendasen.}
13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungian con aceite a muchos enfermos, y
sanaban.
14 Y OYO el rey Herodes [la fama de Jesus,] porque su nombre era hecho
notorio, y dijo Juan, el que bautizaba, ha resucitado de los muertos; y por
tanto virtudes obran en el.
15 Otros decian: Elias es. Y otros decian: Profeta es; o alguno de los
profetas.
16 Y oyendo[lo] Herodes, dijo: Este es Juan el que yo degolle: el ha
resucitado de los muertos.
17 Porque el mismo Herodes habia enviado y prendido a Juan, y le habia
aprisionado en la carcel a causa de Herodias, mujer de Felipe su hermano:
porque la habia tomado por mujer.
18 Porque Juan decia a Herodes: No te es licito tener la mujer de tu
hermano.
19 Mas Herodias le acechaba, y deseaba matarle, y no podia:
20 porque Herodes temia a Juan, sabiendo que era varon justo y santo; y le
tenia respeto, y obedeciendole hacia muchas cosas; y le oia de buena gana.
21 Y viniendo un dia oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su
nacimiento, hacia cena a sus principes y tribunos, y a los principales de
Galilea,
22 y entrando la hija de Herodias, y danzando, y agradando a Herodes, y a
los que estaban con el a la mesa, el rey dijo a la muchacha: Pideme lo que
quisieres, que yo te lo dare.
23 Y le juro: Todo lo que me pidieres te dare hasta la mitad de mi reino.
24 Y saliendo ella, dijo a su madre: ?Que pedire? Y ella dijo: La cabeza de
Juan Bautista,
25 Entonces [ella] entro prestamente al rey, y pidio, diciendo: Quiero que
ahora luego me des en un plato la cabeza de Juan Bautista.
26 Y el rey se entristecio mucho: [mas] a causa del juramento, y de los que
estaban con el a la mesa, no quiso entristecerla.
27 Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mando que fuese traida su
cabeza.
28 El cual fue, y le degollo en la carcel, y trajo su cabeza en un plato, y
la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
29 Y oyendo[lo] sus discipulos, vinieron, y tomaron su cuerpo, y le pusieron
en un sepulcro.
30 Y LOS apostoles se juntaron a Jesus, y le contaron todo lo que habian
hecho, y lo que habian ensenado.
31 Y [el] les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un
poco: porque eran muchos los que iban y venian, que ni aun tenian logar de
comer.
32 Y se fueron en un navio al lugar desierto aparte.
33 Y los vieron ir muchos, y lo conocieron; y concurrieron alla muchos a pie
de las ciudades, y vinieron antes que ellos, y se juntaron a el.
34 Y saliendo [Jesus] vio [una] grande compania, y tuvo misericordia de
ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y les comenzo a ensenar muchas
cosas.
35 Y como ya fue el dia muy entrado, sus discipulos llegaron a el, diciendo:
El lugar es desierto, y el dia es ya muy entrado:
36 envialos para que vayan a los cortijos y aldeas de al rededor, y compren
para si pan, porque no tienen que comer.
37 Y respondiendo el, les dijo: Dadles de comer vosotros; y le dijeron:
?[Que] vamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
38 Y el les dice: ?Cuantos panes teneis? id, y vedlo. Y sabiendolo, dijeron:
Cinco, y dos panes.
39 Y les mando que hiciesen recostar a todos por mesas sobre la yerba verde.
40 Y se recostaron por partes, por mesas, de ciento en ciento, y de
cincuenta en cincuenta.
41 Y tomados los cinco panes y los dos panes, mirando al cielo, bendijo, y
partio los panes, y dio a sus discipulos que les pusiesen delante. Y los dos
panes repartio a todos.
42 Y comieron todos, y se hartaron.
43 Y alzaron de los pedazos doce esportones llenos, y de los panes. 44 Y
eran los que comieron cinco mil varones.
45 Y LUEGO dio priesa a sus discipulos a subir en el navio, e ir delante de
el a Bethsaida de la otra parte, entre tanto que el despedia la compania.
46 Y despues que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
47 Y como fue la tarde, el navio estaba en medio de la mar, y el solo en
tierra.
48 Y los vio que se trabajaban navegando, porque el viento les era
contrario; y cerca de la cuarta vela de la noche vino a ellos andando sobre
la mar, y queria pasarlos.
49 Y viendole ellos, que andaba sobre la mar, pensaron que era fantasma, y
dieron voces:
50 porque todos le veian, y se turbaron. Mas luego hablo con ellos, y les
dijo: Aseguraos, yo soy: no tengais miedo.
51 Y subio a ellos en el navio, y el viento reposo, y [ellos] en gran manera
estaban fuera de si, y se maravillaban:
52 porque aun no habian cobrado entendimiento en los panes: porque sus
corazones estaban ciegos.
53 Y cuando fueron de la otra parte, vinieron a tierra de Gennezaret, y
tomaron puerto.
54 Y saliendo ellos del navio, luego le conocieron.
55 Y corriendo toda la tierra de al rededor, comenzaron a traer de todas
partes enfermos en lechos, como oyeron que estaba alli.
56 Y donde quiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponian en
las calles los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el
borde de su vestido, y todos los que le tocaban eran salvos.
CAPITULO 7
1 Y SE juntaron a el Fariseos, y algunos de los escribas que habian venido
de Jerusalem.
2 los cuales viendo a algunos de sus discipulos comer pan con manos comunes,
es a saber, por lavar, los condenaban.
3 (Porque los Fariseos, y todos los Judios, teniendo la tradicion de los
ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen;
4 y [volviendo] de la plaza, si no se lavaren, no comen; y otras muchas
cosas hay que tomaron para guardar, como el lavar de los vasos [ de beber] y
de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.)
5 Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ?Por que tus discipulos no
andan conforme a la tradicion de los ancianos, mas comen pan con las manos
por lavar?
6 Y respondiendo el, les dijo: Hipocritas, bien profetizo de vosotros
Isaias, como esta escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su
corazon lejos esta de mi;
7 y en vano me honran, ensenando doctrinas, mandamientos de hombres:
8 porque dejando el mandamiento de Dios, teneis la tradicion de los hombres:
el lavar de los jarros, y de los vasos [de beber;] y haceis muchas cosas
semejantes a estas.
9 Les decia tambien: Bien invalidais el mandamiento de Dios para guardar
vuestra tradicion.
10 Porque Moises dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldijere al
padre o a la madre morira de muerte.
11 Y vosotros decis: El hombre dira al padre o a la madre: El Corban (quiere
decir, don mio) a ti aprovechara,
12 y no le dejais mas hacer por su padre, o por su madre;
13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradicion que disteis: y
muchas cosas haceis semejantes a estas.
14 Y llamando a toda la compania, les dijo: Oidme todos, y entended.
15 Nada hay fuera del hombre que entre en el, que le pueda contaminar: mas
lo que sale de el, aquello es lo que contamina al hombre.
16 Si alguno tiene oidos para oir, oiga.
17 Y entrandose de la compania en casa, le preguntaron sus discipulos de la
parabola.
18 Y les dice: ?Asi tambien vosotros sois sin entendimiento? ?no entendeis
que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar?
19 porque no entra en su corazon, sino en el vientre; y sale [el hombre] a
la secreta, y purga todas las viandas.
20 Mas decia: Que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre:
21 porque de dentro, del corazon de los hombres, salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engano, las desvergueenzas, el
mal ojo, las injurias, la soberbia, la locura:
23 todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
24 Y LEVANTANDOSE de alli , se fue a los terminos de Tyro y de Sidon, y
entrando en casa quiso que nadie [lo] supiese: mas no pudo esconderse.
25 Porque una mujer, cuya hija tenia un espiritu inmundo, luego que oyo de
el vino, y se echo a sus pies.
26 Y la mujer era Griega, Syrophenisa de nacion, y le rogaba que echase
fuera de su hija al demonio.
27 Mas Jesus le dijo: Deja primero hartarse los hijos: porque no es bien
tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
28 Y respondio ella, y le dijo: Si, Senor, porque los perrillos debajo de la
mesa comen de las migajas de los hijos.
29 Entonces le dice: Por esta palabra, ve: el demonio ha salido de tu hija.
30 Y como fue a su casa, hallo que el demonio habla salido, y la hija echada
sobre la cama.
31 Y VOLVIENDO a salir de los terminos de Tyro y de Sidon, vino a la mar de
Galilea por mitad de los terminos de Decapolis.
32 Y le traen un sordo y tartamudo, y le ruegan que le ponga la mano encima.
33 Y tomandole de la compania aparte, metio sus dedos en las orejas de el, y
escupiendo toco su lengua.
34 Y mirando al cielo gimio, y dijo: Ephata; que es [decir:] Se abierto.
35 Y luego fueron abiertas sus orejas; y fue desatada la ligadura de su
lengua, y hablaba bien.
36 Y les mando que no lo dijesen a nadie: mas cuanto mas les mandaba, tanto
mas y mas [lo] divulgaban;
37 y en grande manera se espantaban, diciendo: Bien lo ha hecho todo: hace a
los sordos oir, y a los mudos hablar.
CAPITULO 8
1 EN aquellos dias, como hubo gran compania, y no tenian que comer, Jesus
llamo sus discipulos, y les dijo:
2 Tengo misericordia de la compania, porque ya hace tres dias que estan
conmigo; y no tienen que comer:
3 y si los envio en ayunas a sus casas, desmayaran en el camino: porque
algunos de ellos han venido de lejos.
4 Y sus discipulos le respondieron: ?De donde podra alguien hartar a estos
de pan aqui en el desierto?
5 Y les pregunto: ?Cuantos panes teneis? Y ellos dijeron: Siete.
6 Entonces mando a la compania que se recostasen a tierra; y tomando los
siete panes, habiendo dada gracias, partio, y dio a sus discipulos que
pusiesen delante; y pusieron delante a la compania.
7 Tenian tambien unos pocos pescadillos, y habiendo bendecido, dijo que
tambien los pusiesen delante.
8 Y comieron, y se hartaron, y levantaron de los pedazos que habian sobrado,
siete espuertas.
9 Y eran los que comieron, como cuatro mil: y los despidio.
10 Y LUEGO entrando en el navio con sus discipulos, vino en las partes de
Dalmanuta.
11 Y vinieron los Fariseos, y comenzaron a altercar con el, demandandole
senal del cielo. tentandole.
12 Y gimiendo de su espiritu, dice: ?Por que pide senal esta generacion? de
cierto os digo, que no se dara senal a esta generacion.
13 Y dejandolos, volvio a entrar en el navio, y se fue de la otra parte.
14 Y se habian olvidado de tomar pan, y no tenian sino un pan consigo en el
navio.
15 Y les mando, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los Fariseos, y
de la levadura de Herodes.
16 Y altercaban los unos con los otros, diciendo: Pan no tenemos.
17 Y como Jesus lo entendio, les dice: ?Que altercais, porque no teneis pan?
?no considerais, ni entendeis? ?aun teneis ciego vuestro corazon?
18 ?teniendo ojos no veis, y teniendo oidos no ois? ?y no os acordais?
19 cuando parti los cinco panes entre cinco mil, ?cuantas espuertas llenas
de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce.
20 Y cuando los siete panes en cuatro mil, ?cuantas espuertas llenas de los
pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete.
21 Y les dijo: ?Como aun no entendeis?
22 Y VINO a Bethsaida, y le traen un ciego, y le ruegan que le tocase.
23 Entonces tomando al ciego de la mano, le saco fuera de la aldea, y
escupiendo en sus ojos, y poniendole las manos encima, le pregunto, si veia
alga.
24 Y [el] mirando, dijo: Veo los hombres: porque veo que andan, como
arboles.
25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y
fue sano, y vio de lejos y claramente a todos.
26 Y le envio a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni [lo] digas a
nadie en la aldea.
27 Y SALIO Jesus y sus discipulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en
el camino pregunto a sus discipulos, diciendoles: ?Quien dicen los hombres
que soy yo?
28 Y ellos respondieron: Juan Bautista; y otros: Elias; y otros: Alguno de
los profetas.
29 Entonces el les dice: ?Y vosotros, quien decis que soy yo? Y respondiendo
Pedro le dice: Tu eres el Cristo.
30 Y los amenazo que no dijesen de el a ninguno.
31 Y comenzo a ensenarles, que convenia que el Hijo del hombre padeciese
mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los principes de los sacerdotes,
y de los escribas, y ser muerto, y resucitar despues de tres dias.
32 Y claramente decia esta palabra. Entonces Pedro le tomo, y le comenzo a
renir.
33 Y el, volviendose, y mirando a sus discipulos, rino a Pedro, diciendo:
Apartate de mi, Satanas: porque no sabes las cosas que [son,] de Dios, sino
las que [son] de los hombres.
34 Y llamando a la compania con sus discipulos, les dijo: Cualquiera que
quisiere venir tras mi, nieguese a si mismo y toma su cruz, y sigame:
35 porque el que quisiere salvar su vida, la perdera; y el que perdiere su
vida por causa de mi y del Evangelio, este la salvara.
36 Porque ?que aprovechara al hombre si granjeare todo el mundo, y pierda su
alma?
37 ?O que recompensa dara el hombre de su alma?
38 Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras en esta generacion
adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzara de el, cuando vendra
en la gloria de su Padre con los santos angeles.
CAPITULO 9
1 Dijoles tambien: De cierto os digo, que hay algunos de los que estan aqui
que no gustaran la muerte, hasta que hayan visto el reino de Dios que viene
con potencia.
2 Y SEIS dias despues tomo Jesus a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y los saco
aparte solos a un monte alto, y fue trasfigurado delante de ellos.
3 Y sus vestidos fueron vueltos resplandecientes, muy blancos como la nieve,
cuales lavador no los puede blanquear en la tierra.
4 Y les aparecio Elias con Moises, que hablaban con Jesus.
5 Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesus: Maestro, bien sera que nos
quedemos aqui, y hagamos tres cabanas: para ti una, y para Moises otra, y
para Elias otra:
6 porque no sabia lo que hablaba, que estaba fuera de si.
7 Y vino una nube que los asombro, y una voz de la nube que decia: Este es
mi Hijo amado, a el oid.
8 Y luego, como miraron, no vieron mas a nadie consigo, sino a solo Jesus.
9 Y descendiendo ellos del monte, les mando que a nadie dijesen lo que
habian visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de los
muertos.
10 Y [ellos] retuvieron el caso en si altercando que seria aquello:
Resucitar de los muertos.
11 Y le preguntaron, diciendo: ?Que es lo que los escribas dicen, que es
menester que Elias venga antes?
12 Y respondiendo el, les dijo: Elias a la verdad, cuando viniere antes,
reformara todas las cosas y como esta escrito del Hijo del hombre, que
padezca mucho, y sea tenido en nada:
13 empero os digo que Elias [ya] vino, y le hicieron todo lo que quisieron,
como esta escrito de el.
14 Y COMO vino a los discipulos, vio grande compania al rededor de ellos, y
los escribas que disputaban con ellos.
15 Y luego toda la compania, viendole, se espanto, y corriendo a el, le
saludaron.
16 Y pregunto a los escribas: ?Que disputais con ellos?
17 Y respondiendo uno de la compania, dijo: Maestro, traje mi hijo a ti, que
tiene un espiritu mudo,
18 el cual donde quiera que le toma, le despedaza, y echa espumarajos, y
cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discipulos que le echasen
fuera, y no pudieron.
19 Y respondiendo el, le dijo: iOh generacion infiel! ?hasta cuando estare
con vosotros? ?hasta cuando os tengo de sufrir? traedmele.
20 Y se le trajeron: y como [el] le vio, luego el espiritu le comenzo a
despedazar; y cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
21 Y pregunto a su padre: ?Cuanto tiempo ha que le acontecio esto? Y el
dijo: Desde nino:
22 y muchas veces le echa en el fuego, y en aguas, para matarle: mas, si
puedes algo, ayudanos, teniendo misericordia de nosotros.
23 Y Jesus le dijo: Si puedes creer esto, al que cree todo es posible.
24 Y luego el padre del muchacho dijo, clamando con lagrimas. Creo, Senor:
ayuda mi incredulidad.
25 Y como Jesus vio que la compania concurria, rino al espiritu inmundo,
diciendole: Espiritu mudo y sordo, yo te mando, sal de el, y no entres mas en
el.
26 Entonces [el espiritu] clamando, y despedazandole mucho, salio; y [el]
quedo como muerto, que muchos decian, que era muerto.
27 Mas Jesus tomandole de la mano, le enhesto, y se levanto.
28 Y como el se entro en casa, sus discipulos le preguntaron aparte: ?Por
que nosotros no pudimos echarle fuera?
29 Y les dijo: Este genero con nada puede salir, sino con oracion y ayuno.
30 Y SALIDOS de alli, caminaron juntos por Galilea; y no queria que nadie lo
supiese.
31 Porque ensenaba a sus discipulos, y les decia: El Hijo del hombre sera
entregado en manos de hombres, y le mataran: mas muerto [el,] resucitara al
tercer dia.
32 Mas ellos no entendian [esta] palabra, y tenian miedo de preguntarle.
33 Y VINO a Capharnaum; y como vino a casa, les pregunto: ?Que disputabais
entre vosotros en el camino?
34 Mas ellos callaron: porque los unos con los otros habian disputado en el
camino, quien de ellos habia de ser el mayor.
35 Entonces sentandose, llamo a los doce, y les dice: Si alguno quisiere ser
el primero, sera el postrero de todos, y el servidor de todos.
36 Y tomando un nino, le puso en medio de ellos; y tomandole en sus brazos,
les dice:
37 El que recibiere en mi nombre uno de los tales ninos, a mi recibe; y el
que a mi recibe, no me recibe a mi, mas al que me envio.
38 Y le respondio Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno, que en tu
nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo defendimos,
porque no nos sigue.
39 Y Jesus le dijo: No se lo defendais: porque ninguno hay que haga milagro
en mi nombre que luego pueda maldecirme.
40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
41 Porque cualquiera que os diere un jarro de agua en mi nombre, porque sois
de Cristo, de cierto os digo, que no perdera su salario.
42 Y cualquiera que escandalizare uno de estos pequenitos que creen en mi,
mejor le fuera que le fuera puesta cerca de su cuello una piedra de molino, y
que fuera echado en la mar.
43 Mas si tu mano te fuere ocasion de caer, cortala: mejor te es entrar a la
vida manco, que teniendo dos manos ir al quemadero, al fuego que no puede ser
apagado:
44 donde su gusano no muere, y su fuego nunca se apaga.
45 Y si tu pie te fuere ocasion de caer, cortale: mejor te es entrar a la
vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el quemadero, al fuego que no
puede ser apagado:
46 donde su gusano no muere, y su fuego nunca se apaga.
47 Y si tu ojo te fuere ocasion de caer, sacale: mejor te es entrar al reino
de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al quemadero del fuego:
48 donde su gusano no muere, y su fuego nunca se apaga.
49 Porque todo [hombre] sera salado con fuego, y todo sacrificio sera salado
con sal.
50 Buena es la sal: mas si la sal fuere desabrida, ?con que la adobareis?
Tened en vosotros mismos sal; y tened paz los unos con los otros.
CAPITULO 10
1 Y PARTIENDOSE de alli, vino en los terminos de Judea por tras el Jordan: y
volvio la compania a juntarse a el; y volviolos a ensenar, como acostumbraba.
2 Y llegandose los Fariseos, le preguntaron: Si era licito al marido
repudiar a su mujer, tentandole.
3 Mas el respondiendo, les dijo: ?Que os mando Moises?
4 Y ellos dijeron: Moises permitio escribir carta de divorcio, y repudiar.
5 Y respondiendo Jesus, les dijo: Por la dureza de vuestro corazon os
escribio este mandamiento:
6 que al principio de la creacion macho y hembra los hizo Dios.
7 Por esto (dice) dejara el hombre a su padre y a la madre, y se juntara a
su mujer;
8 y los que [eran] dos, seran hechos una carne: asi que no son mas dos, sino
una carne:
9 pues lo que Dios junto, no [lo] aparte el hombre.
10 Y en casa volvieron los discipulos a preguntarle de lo mismo.
11 Y les dice: Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra,
comete adulterio contra ella:
12 y si la mujer repudiare a su marido, y se casare con otro, adultera.
13 Y LE presentaban ninos para que les tocase; y los discipulos renian a los
que los presentaban.
14 Y viendolo Jesus, se enojo, y les dijo: Dejad los ninos venir, y no se
los defendais: porque de los tales es el reino de Dios:
15 de cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un nino,
no entrara en el.
16 Y tomandolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecia.
17 Y SALIENDO el para ir su camino, vino uno corriendo, e hincando la
rodilla delante de el, le pregunto: Maestro bueno, ?que hare para poseer la
vida eterna?
18 Y Jesus le dijo: ?Por que me dices bueno? ninguno [hay] bueno, sino un
Dios:
19 los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas false
testimonio: No defraudes: Honra a tu padre, y a tu madre.
20 El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde
mi mocedad.
21 Entonces Jesus mirandole, le amo, y le dijo: Una cosa te falta: ve, todo
lo que tienes vende, y da a los pobres, y tendras tesoro en el cielo; y ven,
sigueme, tomando tu cruz.
22 Mas el, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenia muchas
posesiones.
23 Entonces Jesus mirando al rededor, dice a sus discipulos: iCuan
dificilmente entraran en el reino de Dios los que tienen riquezas!
24 Y los discipulos se espantaron de sus palabras: mas Jesus respondiendo,
les volvio a decir: iHijos, cuan dificil es entrar al reino de Dios, los que
confian en las riquezas!
25 mas facil es pasar un cable por el ojo de una aguja, que el rico entrar
al reino de Dios.
26 Y ellos se espantaban mas, diciendo dentro de si: ?Y quien podra
salvarse?
27 Entonces Jesus mirandolos, dice: Acerca de los hombres, [es] imposible;
mas acerca de Dios, no: porque todas cosas son posibles acerca de Dios.
28 Entonces Pedro comenzo a decirle: He aqui, nosotros hemos dejado todas
las cosas, y te hemos seguido.
29 Y respondiendo Jesus, dijo: De cierto os digo, que ninguno hay que haya
dejado casa, o hermanos, hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o
heredades, por causa de mi y del Evangelio,
30 que no reciba cien tantos, ahora en este tiempo, casa, y hermanos y
hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo
venidero, vida eterna:
31 empero muchos primeros seran postreros, y postreros primeros.
32 Y ESTABAN en el camino subiendo a Jerusalem; y Jesus iba delante de
ellos, y se espantaban, y le seguian con miedo: entonces volviendo a tomar a
los doce [aparte] les comenzo a decir las cosas que le habian de acontecer:
33 He aqui, subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre sera entregado a los
principes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenaran a muerte, y le
entregaran a los Gentiles;
34 [los cuales] le escarneceran, y le azotaran, y escupiran en el, y le
mataran: mas al tercer dia resucitara.
35 ENTONCES Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a el, diciendo:
Maestro, querriamos que nos hagas lo que pidieremos.
36 Y el les dijo: ?Que quereis que os haga?
37 Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu
diestra, y el otro a tu siniestra.
38 Entonces Jesus les dijo: No sabeis lo que pedis: ?podeis beber el vaso
que yo bebo, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?
39 Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesus les dijo: A la verdad el vaso que yo
bebo, bebereis; y del bautismo de que yo soy bautizado, sereis bautizados:
40 mas que os senteis a mi diestra, y a mi siniestra, no es mio darlo, sino
a los que esta aparejado.
41 Y como [lo] oyeron los diez, comenzaron a enojarse de Jacobo y de Juan.
42 Mas Jesus llamandolos, les dice: Ya sabeis que los que se ven ser
principes entre las gentes, se ensenorean de ellas; y los que entre ellas son
grandes, tienen sobre ellas potestad:
43 mas no sera asi entre vosotros, antes cualquiera que quisiere hacerse
grande entre vosotros, sera vuestro servidor:
44 y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, sera siervo de
todos:
45 porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir,
y dar su vida en rescate por muchos.
46 ENTONCES vienen a Jerico; y saliendo el de Jerico, y sus discipulos y
[una] gran compania, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto
al camino mendigando.
47 Y oyendo que era Jesus el Nazareno, comenzo a dar voces, y decir: Jesus,
hijo de David, ten misericordia de mi.
48 Y muchos le renian, que callase: mas el daba mayores voces: Hijo de
David, ten misericordia de mi.
49 Entonces Jesus parandose, mando llamarle; y llaman al ciego, diciendole:
Ten confianza: levantate, [que] te llama.
50 El entonces echando su capa, se levanto, y vino a Jesus.
51 Y respondiendo Jesus, le dice: ?Que quieres que te haga? Y el ciego le
dice: Maestro, que cobre la vista.
52 Y Jesus le dijo: Ve: tu fe te ha salvado. Y luego cobro la vista, y
seguia a Jesus en el camino.
CAPITULO 11
1 Y COMO fueron cerca de Jerusalem, de Bethphage, y de Bethania, al monte de
las Olivas, envia dos de sus discipulos,
2 y les dice: Id al lugar que esta delante de vosotros, y luego entrados en
el, hallareis un pollino atado, sobre el cual ningun hombre ha subido:
desatadle, y traedle.
3 Y si alguien os dijere: ?Por que haceis eso? decid que el Senor le ha
menester; y luego le enviara aca.
4 Y fueron, y hallaron el pollino atado a la puerta fuera, entre dos
caminos; y le desatan.
5 Y unos de los que estaban alli, les dijeron: ?Que haceis desatando el
pollino?
6 Ellos entonces les dijeron como Jesus habia mandado; y los dejaron.
7 Y trajeron el pollino a Jesus, y echaron sobre el sus vestidos, y [el] se
sento sobre el.
8 Y muchos tendian sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los
arboles, y tendian por el camino.
9 Y los que iban delante, y los que iban detras daban grita, diciendo:
iHosanna! iBendito el que viene en el nombre del Senor!
10 Bendito el reino que viene en el nombre del Senor de nuestro padre David:
iHosanna en las alturas!
11 Y entro Jesus en Jerusalem, y en el templo; y habiendo mirado al rededor
todas las cosas, y siendo ya tarde se salio a Bethania con los doce.
12 Y el dia siguiente, como salieron de Bethania, tuvo hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera, que tenia hojas, vino [a ver] si quiza
hallaria en ella alga, y como vino a ella, nada hallo sino hojas: porque no
era tiempo de higos.
14 Entonces Jesus respondiendo, dijo a la higuera: Nunca mas nadie coma de
ti fruto para siempre. Y [esto] oyeron sus discipulos.
15 Vienen pues a Jerusalem; y entrando Jesus en el templo, comenzo a echar
fuera a los que vendian y compraban en el templo: y trastorno las mesas de
los monederos, y las sillas de los que vendian palomas.
16 Y no consentia que alguien llevase vaso por el templo.
17 Y les ensenaba, diciendo: ?No esta escrito, que mi casa, casa de oracion
sera llamada de todas las gentes? y vosotros la habeis hecho cueva de
ladrones.
18 Y oyeron[lo] los escribas y los principes de los sacerdotes, y procuraban
como le matarian: porque le tenian miedo, por cuanto toda la compania estaba
fuera de si de su doctrina.
19 Mas como fue tarde, Jesus salio de la ciudad.
20 Y PASANDO por la manana, vieron que la higuera se habia secado desde las
raices.
21 Entonces Pedro acordandose, le dice: Maestro, he aqui, la higuera que
maldijiste se ha secado.
22 Y respondiendo Jesus, les dice: Tened fe de Dios.
23 Porque de cierto os digo, que cualquiera que dijere a este monte:
Quitate, y echate en la mar; y no dudare en su corazon, mas creyere que sera
hecho lo que dice, lo que dijere le sera hecho.
24 Por tanto os digo, que todo lo que orando pidiereis, creed que [lo]
recibireis, y os vendra.
25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si teneis alga contra alguno, para
que vuestro Padre que [esta] en los cielos, os perdone a vosotros vuestras
ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que [esta] en
los cielos, os perdonara vuestras ofensas.
27 Y VOLVIERON a Jerusalem; y andando el por el templo, vienen a el los
principes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos,
28 y le dicen: ?Con que facultad haces estas cosas, y quien te ha dado esta
facultad para hacer estas cosas?
29 Y Jesus entonces respondiendo, les dice: Os preguntare tambien yo una
palabra, y respondedme, y os dire con que facultad hago estas cosas:
30 ?El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres? respondedme.
31 Entonces ellos pensaron dentro de si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo,
dira: ?Por que pues no le creisteis?
32 Y si dijeremos: De los hombres, tememos al pueblo: porque todos tenian de
Juan, que verdaderamente era profeta.
33 Y respondiendo, dicen a Jesus: No sabemos. Entonces respondiendo Jesus,
les dice: Tampoco yo os dire con que facultad hago estas cosas.
CAPITULO 12
1 Y COMENZO a hablarles por parabolas: Planto un hombre una vina, y la cerco
con seto, y le hizo un foso, y edifico una torre, y la arrendo a labradores,
y se partio lejos.
2 Y envio un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomase de los
labradores del fruto de la vina:
3 mas ellos tomandole le hirieron, y le enviaron vacio.
4 Y volvio a enviarles otro siervo: mas [ellos] apedreandole, le hirieron en
la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado.
5 Y volvio a enviar otro, y a aquel mataron: y a otros muchos, hiriendo unos
y matando a otros.
6 Teniendo, pues, aun un hijo suyo amado, le envio tambien a ellos el
postrero, diciendo: Porque tendran en reverencia a mi hijo.
7 Mas aquellos labradores dijeron entre si: Este es el heredero, venid,
matemosle, y la herencia sera nuestra.
8 Y prendiendole, le mataron, y echaron fuera de la vina.
9 ?Que, pues, hara el senor de la vina? Vendra, y destruira a estos
labradores, y dara su vina a otros.
10 ?Ni aun esta escritura habeis leido: La piedra que condenaron los que
edificaban, esta es puesta por cabeza de esquina:
11 por el Senor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos?
12 Y procuraban prenderle: mas temian la multitud, porque entendian que
decia a ellos aquella parabola: y dejandole se fueron.
13 Y ENVIAN a el algunos de los Fariseos y de los Herodianos, para que le
tomasen en [alguna] palabra.
14 Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, ya sabemos que eres hombre de
verdad; y no te cuidas de nadie: porque no miras a la apariencia de hombres,
antes con verdad ensenas el camino de Dios: ?es licito dar tributo a Cesar, o
no? ?daremos, o no daremos?
15 Entonces el como entendia la hipocresia de ellos, les dijo: ?Por que me
tentais? traedme la moneda para que la vea.
16 Y ellos se la trajeron; y les dice: ?Cuya es esta imagen, y esta
inscripcion? Y ellos le dijeron: De Cesar.
17 Y respondiendo Jesus, les dijo: Dad lo que [es] de Cesar, a Cesar; y lo
que [es] de Dios, a Dios. Y se maravillaron de ello.
18 Entonces vienen a el los Saduceos, que dicen que no hay resurreccion, y
le preguntaron, diciendo:
19 Maestro, Moises nos escribio, que si el hermano de alguno muriese, y
dejase mujer, y no dejase hijos, que su hermano tome su mujer, y despierte
simiente a su hermano.
20 Fueron, pues, siete hermanos; y el primero tomo mujer; y muriendo, no
dejo simiente.
21 Y la tomo el segundo, y murio; y ni aquel tampoco dejo simiente; y el
tercero, de la misma manera.
22 Y la tomaron los siete; y tampoco dejaron simiente: a la postre murio
tambien la mujer.
23 En la resurreccion, pues, cuando resucitaren, ?mujer de cual de ellos
sera? porque los siete la tuvieron por mujer.
24 Entonces respondiendo Jesus, les dice: ?No errais por eso, porque no
sabeis las Escrituras, ni la potencia de Dios?
25 Porque cuando resucitaran de los muertos, ni maridos tomaran mujeres, ni
mujeres maridos: mas son como los angeles que [estan] en los cielos.
26 Y de los muertos que hayan de resucitar, ?no habeis leido en el libro de
Moises, como le hablo Dios en el zarzal, diciendo: Yo [soy] el Dios de
Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?
27 No es Dios de muertos, mas Dios de vivos: asi que vosotros mucho errais.
28 Y llegandose uno de los escribas, que los habia oido disputar, y sabia
que les habia respondido bien, le pregunto: ?Cual era el mas principal
mandamiento de todos?
29 Y Jesus le respondio: El mas principal mandamiento de todos [es:] Oye
Israel, el Senor nuestro Dios, el Senor, uno es:
30 amaras pues al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de toda tu alma, y de
todo tu pensamiento, y de todas tus fuerzas: este es el mas principal
mandamiento.
31 Y el segundo es semejante a el: Amaras a tu projimo, como a ti mismo. No
hay otro mandamiento mayor que estos.
32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es
Dios, y no hay otro fuera de el;
33 y que amarle de todo corazon, y de todo entendimiento, y de toda el alma,
y de todas las fuerzas, y amar al projimo como a si mismo, mas es que todos
los holocaustos y sacrificios.
34 Jesus entonces viendo que habia respondido sabiamente, le dice: No estas
lejos del reino de Dios. Y ninguno le osaba ya preguntar.
35 Y respondiendo Jesus decia, ensenando en el templo: ?Como dicen los
escribas que el Cristo es hijo de David?
36 Porque el mismo David dijo por Espiritu Santo: Dijo el Senor a mi Senor:
Asientate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.
37 Luego llamandole el mismo David Senor, ?de donde pues es su hijo? Y mucha
compania le oia de buena gana.
38 Y LES decia en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar
con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas,
39 y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las
cenas:
40 que tragan las casas de las viudas, y ponen delante que hacen largas
oraciones: estos recibiran mayor juicio.
41 Y estando sentado Jesus delante del arca de la ofrenda, miraba como el
pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
42 Y como vino una viuda pobre, echo dos minutos que son un cuarto.
43 Entonces llamando a sus discipulos, les dice: De cierto os digo, que esta
viuda pobre echo mas que todos los que han echado en el arca:
44 porque todos han echado de lo que les sobra: mas esta de su pobreza echo
todo lo que tenia, todo su alimento.
CAPITULO 13
1 Y SALIENDO del templo le dice uno de sus discipulos: Maestro, mira que
piedras, y que edificios.
2 Y Jesus respondiendo, le dijo: ?Ves estos grandes edificios? no quedara
piedra sobre piedra que no sea derribada.
3 Y sentandose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron
aparte Pedro, y Jacobo, y Juan, y Andres:
4 Dinos, ?cuando seran estas cosas? ?y que senal [habra] cuando todas las
cosas han de ser acabadas?
5 Y Jesus respondiendoles, comenzo a decir: Mirad que nadie os engane:
6 porque vendran muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy [el Cristo;] y
enganaran a muchos.
7 Mas cuando oyereis de guerras, y de rumores de guerras, no os turbeis:
porque conviene hacerse [asi,] mas aun no [sera] el fin.
8 Porque gente se levantara contra gente, y reino contra reino; y habra
terremotos en cada lugar, y habra hambres, y alborotos: principios de dolores
[seran] estos.
9 Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregaran en concilios, y en
sinagogas: sereis azotados; y delante de presidentes y de reyes sereis
llamados por causa de mi, por testimonio a ellos.
10 Y a todas las gentes conviene que el Evangelio sea predicado antes.
11 Y cuando os trajeren entregandoos, no premediteis que habeis de decir, ni
[lo] penseis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad: porque no
sois vosotros los que hablais, sino el Espiritu Santo.
12 Y entregara a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo; y se
levantaran los hijos contra los padres, y los mataran.
13 Y sereis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta
el fin, este sera salvo.
14 Empero cuando viereis la abominacion de asolamiento, que fue dicha por el
profeta Daniel, que estara donde no debe, (el que lee, entienda,) entonces
los que [estuvieren] en Judea huyan a los montes;
15 y el que [estuviere] sobre la casa, no descienda a la casa, ni entre para
tomar algo de su casa;
16 y el que estuviere en el campo, no torne atras, [ni aun] a tomar su capa.
17 Mas iay de las prenadas, y de las que criaren en aquellos dias!
18 Orad pues que no acontezca vuestra huida en invierno.
19 Porque seran aquellos dias [una] afliccion, cual nunca fue desde el
principio de la creacion [de las cosas] que crio Dios, hasta este tiempo, ni
sera.
20 Y si el Senor no hubiese acortado aquellos dias, ninguna carne se
salvaria: mas por causa de los escogidos, que el escogio, acorto aquellos
dias.
21 Y entonces si alguno os dijere: He aqui, aqui esta el Cristo; o he aqui,
alli [esta,] no [le] creais:
22 porque se levantaran falsos Cristos, y falsos profetas; y daran senales y
prodigios, para enganar, si se pudiese hacer, aun a los escogidos.
23 Mas vosotros mirad: he aqui, os lo he dicho antes todo.
24 Empero en aquellos dias, despues de aquella afliccion, el sol se
oscurecera, y la luna no dara su resplandor.
25 Y las estrellas caeran del cielo, y las virtudes que [estan] en los
cielos seran conmovidas.
26 Y entonces veran al Hijo del hombre, que vendra en las nubes con mucha
potestad y gloria.
27 Y entonces enviara sus angeles, y juntara sus escogidos de los cuatro
vientos, desde el un cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.
28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se hace tierna, y
brota hojas, conoceis que el verano esta cerca.
29 Asi tambien vosotros cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que esta
cerca a las puertas.
30 De cierto os digo, que no pasara esta generacion que todas estas cosas no
sean hechas.
31 El cielo y la tierra pasaran, mas mis palabras nunca pasaran.
32 Empero de aquel dia, y de la hora, nadie sabe ni aun los angeles que
estan en el cielo, ni el mismo Hijo, sino el Padre.
33 Mirad, velad, y orad: porque no sabeis cuando sera el tiempo.
34 Como el hombre que partiendose lejos, dejo su casa, y dio a sus siervos
su hacienda, y a cada uno cargo, y al portero mando que velase:
35 velad pues, porque no sabeis cuando el senor de la casa vendra; a la
tarde, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la manana;
36 porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.
37 Y las cosas que a vosotros digo, a todos [las] digo: Velad.
CAPITULO 14
1 Y ERA la pascua, y [los dias] de los panes sin levadura dos dias despues,
y procuraban los principes de los sacerdotes y los escribas como le
prenderian por engano, y le matarian.
2 Y decian: No en el dia de la fiesta, porque no se haga alboroto del
pueblo.
3 Y estando el en Bethania en casa de Simon el leproso, y sentado a la mesa,
vino una mujer teniendo un [vaso de] alabastro de ungueento de nardo espique
de mucho precio, y quebrando el alabastro se lo derramo en la cabeza.
4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de si, y dijeron: ?Para que se ha
hecho esta perdicion de ungueento?
5 porque podia esto ser vendido por mas de trescientos denarios, y darse a
los pobres. Y bramaban contra ella.
6 Mas Jesus dijo: Dejadla: ?por que la fatigais? buena obra me ha hecho:
7 que siempre tendreis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les
podreis hacer bien: mas a mi no siempre [me] tendreis:
8 esta, lo que pudo, hizo: porque ha prevenido a ungir mi cuerpo para la
sepultura:
9 de cierto os digo, que donde quiera que fuere predicado este Evangelio en
todo el mundo, tambien esto que ha hecho esta, sera dicho para memoria de
ella.
10 Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino a los principes de los
sacerdotes, para entregarsele.
11 Y ellos oyendolo se holgaron, y prometieron que le darian dineros. Y
buscaba oportunidad como le entregaria.
12 Y EL primer dia [de la fiesta] de los panes sin levadura, cuando
sacrificaban la pascua, sus discipulos le dicen: ?Donde quieres que vamos a
aparejarte, para que comas la pascua?
13 Y envia dos de sus discipulos, y les dice: Id a la ciudad, y os
encontrara un hombre que lleva un cantaro de agua, seguidle;
14 y donde entrare, decid al senor de la casa: El Maestro dice: ?Donde esta
el aposento donde tango que comer la pascua con mis discipulos?
15 Y el os mostrara un gran cenadero aparejado, aderezad para nosotros alli.
16 Y fueron sus discipulos, y vinieron a la ciudad, y hallaron como les
habia dicho, y aderezaron la pascua.
17 Y llegada la tarde, vino con los doce.
18 Y como se sentaron a la mesa, y comiesen, dice Jesus: De cierto os digo,
que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar.
19 Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle cada uno por si:
?[Sere] yo? y el otro: ?[Sere] yo?
20 Y el respondiendo, les dijo: Uno de los doce que moja conmigo en el
plato:
21 a la verdad el Hijo del hombre va, como esta de el escrito: mas iay de
aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera, si no
fuera nacido el tal hombre.
22 Y estando ellos comiendo, tomo Jesus el pan, y bendiciendo partio, y les
dio, y dijo: Tomad, comed, esto es mi cuerpo.
23 Y tomando el vaso, habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de el
todos.
24 Y les dice: Esto es mi sangre del Nuevo Testamento, que por muchos es
derramada:
25 de cierto os digo, que no bebere mas del fruto de la vid hasta aquel dia,
cuando lo bebere nuevo en el reino de Dios.
26 Y como hubieron cantado el himno, se salieron al monte de las Olivas.
27 Jesus entonces les dice: Todos sereis escandalizados en mi esta noche,
porque escrito esta: Herire al pastor, y seran derramadas las ovejas:
28 mas despues que haya resucitado, ire delante de vosotros a Galilea.
29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, mas no yo.
30 Y le dice Jesus: De cierto te digo, tu, hoy, esta noche, antes que el
gallo haya cantado dos veces, me negaras tres veces.
31 Mas el mucho mas decia: Si me fuere menester morir contigo, no te negare.
Tambien todos decian lo mismo.
32 Y VIENEN al lugar que se llama Gethsemane, y dice a sus discipulos:
Sentaos aqui, entre tanto que oro.
33 Y toma consigo a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y comenzo a atemorizarse, y
a angustiarse.
34 Y les dice: De todas partes esta triste mi alma hasta la muerte: esperad
aqui, y velad.
35 Y yendose un poco adelante, se postro en tierra, y oro, que si fuese
posible, pasase de el aquella hora:
36 y dijo: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles: traspasa de mi
este vaso: empero no lo que yo quiero, sino lo que tu.
37 Y vino, y los hallo durmiendo; y dice a Pedro: ?Simon, duermes? ?no has
podido velar una hora?
38 velad, y orad, no entreis en tentacion: el espiritu a la verdad [es]
presto, mas la carne enferma.
39 Y volviendose a ir, oro, y dijo las mismas palabras.
40 Y vuelto, los hallo otra vez durmiendo: porque los ojos de ellos estaban
cargados, y no sabian que responderle.
41 Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya, y descansad: basta: la hora
es venida: he aqui, el Hijo del hombre es entregado en manos de los
pecadores:
42 levantaos, vamos: he aqui, el que me entrega esta cerca.
43 Y luego, aun hablando el, vino Judas, que era uno de los doce, y con el
mucha compania con espadas y bastones, de parte de los principes de los
sacerdotes, y de los escribas, y de los ancianos.
44 Y el que le entregaba les habia dado senal comun, diciendo: Al que yo
besare, aquel es: prendedle, y llevadle seguramente.
45 Y como vino, se llego luego a el, y le dice: Maestro, Maestro, y le beso.
46 Entonces ellos echaron en el sus manos, y le prendieron.
47 Y uno de los que estaban alli, sacando el cuchillo, hirio al siervo del
sumo pontifice, y le corto la oreja.
48 Y respondiendo Jesus, les dijo: ?Como a ladron, habeis salido con espadas
y con bastones a tomarme?
49 cada dia estaba con vosotros ensenando en el templo, y no me tomasteis.
Mas, para que se cumplan las Escrituras.
50 Entonces dejandole todos [sus discipulos] huyeron.
51 Empero un mancebillo le seguia cubierto de una sabana sobre [el cuerpo]
desnudo; y los mancebillos le prendieron.
52 Mas el, dejando la sabana, se huyo de ellos desnudo.
53 Y TRAJERON a Jesus al sumo pontifice; y se juntaron a el todos los
principes de los sacerdotes, y los ancianos, y los escribas.
54 Empero Pedro le siguio de lejos hasta dentro del patio del sumo
pontifice; y estaba sentado con los servidores, y calentandose al fuego.
55 Y los principes de los sacerdotes, y todo el concilio, buscaban [algun]
testimonio contra Jesus, para entregarle a la muerte: mas no hallaban.
56 Porque muchos decian falso testimonio contra el: mas sus testimonios no
concertaban.
57 Entonces levantandose unos, dieron falso testimonio contra el, diciendo:
58 Nosotros le hemos oido decir: Yo derribare este templo, que es hecho de
manos, y en tres dias edificare otro hecho sin manos.
59 Mas ni aun asi se concertaba el testimonio de ellos.
60 El sumo pontifice entonces, levantandose en medio, pregunto a Jesus,
diciendo: ?No respondes algo? ?que atestiguan estos contra ti?
61 Mas el callaba, y nada respondio. El sumo pontifice le volvio a
preguntar, y le dice: ?Eres tu el Cristo, Hijo del Bendito?
62 Y Jesus le dijo: Yo soy; y vereis al Hijo del hombre asentado a la
diestra de la potencia [de Dios,] y que viene en las nubes del cielo.
63 Entonces el pontifice, rasgando sus vestidos, dijo: ?Que mas tenemos
necesidad de testigos?
64 oido habeis la blasfemia: ?que os parece? Y ellos todos le condenaron ser
culpado de muerte.
65 Y algunos comenzaron a escupir en el, y cubrir su rostro, y a darle
bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herian de bofetadas.
66 Y estando Pedro en el palacio abajo, vino una de las criadas del sumo
pontifice;
67 y como vio a Pedro que se calentaba, mirandole, dice: Y tu con Jesus el
Nazareno eras.
68 Mas el nego, diciendo: No [le] conozco, ni se lo que te dices. Y se salio
fuera a la entrada, y canto el gallo.
69 Y la criada viendole otra vez, comenzo a decir a los que estaban alli:
Este es de ellos.
70 Mas el nego otra vez. Y poco despues otra vez los que estaban alli,
dijeron a Pedro: Verdaderamente eres de ellos; porque eres Galileo, y tu
habla es semejante.
71 Y el comenzo a anatematizarse y jurar: No conozco a este hombre que
decis.
72 Y el gallo canto la segunda vez; y Pedro se acordo de las palabras que
Jesus le habia dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negaras tres
veces: y comenzo a llorar.
CAPITULO 15
1 E LUEGO por la manana, hecho consejo, los sumos sacerdotes con los
ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, trajeron a Jesus atado,
y le entregaron a Pilato.
2 Y le pregunto Pilato: ?Eres tu el rey de los Judios? Y respondiendo el, le
dijo: Tu lo dices.
3 Y le acusaban los principes de los sacerdotes mucho.
4 Y le pregunto otra vez Pilato, diciendo: ?No respondes algo? mira cuan
muchas cosas atestiguan contra ti.
5 Mas Jesus ni aun con eso respondio, que Pilato se maravillaba.
6 Empero en el dia de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que
pidiesen.
7 Y habia uno que se llamaba Barrabas, preso con sus companeros de la
revuelta, que en una revuelta habian hecho muerte.
8 Y la multitud, dando voces, comenzo a pedir como siempre les habia hecho.
9 Y Pilato les respondio, diciendo: ?Quereis que os suelte al rey de los
Judios?
10 Porque conocia que por envidia le habian entregado los principes de los
sacerdotes.
11 Mas los principes de los sacerdotes incitaron a la multitud, que les
soltase antes a Barrabas.
12 Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ?Que pues quereis que haga de
el que llamais rey de los Judios?
13 Y ellos volvieron a dar voces: Crucificale.
14 Mas Pilato les decia: ?Pues, que mal ha hecho? Y ellos daban mas voces:
Crucificale.
15 Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les solto a Barrabas, y entrego
a Jesus, azotado, para que fuese crucificado.
16 Entonces los soldados le llevaron dentro de la sala, es a saber, a la
audiencia; y convocan toda la cuadrilla,
17 y le visten de purpura, y le ponen una corona tejida de espinas;
18 y comenzaron a saludarle: Tengas gozo, rey de los Judios.
19 Y le herian su cabeza con una cana, y escupian en el, y le adoraban
hincadas las rodillas.
20 Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la [ropa de] purpura, y
le vistieron sus propios vestidos; y le sacan para crucificarle.
21 Y cargaron a uno que pasaba, (Simon Cireneo, padre de Alejandro y de
Rufo, que venia del campo,) para que llevase su cruz.
22 Y le llevan al lugar de Golgotha, que declarado quiere decir, lugar de la
Calavera.
23 Y le dieron a beber vino mirrado; mas el no le tomo.
24 Y cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando
suertes sobre ellos, que llevaria cada uno.
25 Y era la hora de las tres cuando le crucificaron.
26 Y el titulo escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDIOS.
27 Y crucificaron con el dos ladrones, uno a su mano derecha, y otro a su
mano izquierda.
28 Y se cumplio la Escritura que dice: Y con los inicuos fue contado.
29 Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: iAh!
que derribas el templo de Dios, y en tres dias le edificas:
30 salvate a ti mismo, y desciende de la cruz.
31 Y de esta manera tambien los principes de los sacerdotes escarneciendo,
decian unos a otros, con los escribas: A otros salvo, a si mismo no puede
salvar:
32 el Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y
creamos. Tambien los que estaban crucificados con el, le denostaban.
33 Y cuando vino la hora de las seis, fueron hechas tinieblas sobre toda la
tierra, hasta la hora de las nueve.
34 Y a la hora de las nueve exclamo Jesus a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi,
?lamma sabachthani? que declarado, quiere decir: Dios mio, Dios mio, ?por que
me has desamparado?
35 Y oyendole unos de los que estaban [alli,] decian: He aqui, a Elias
llama.
36 Y corrio uno, y llenando de vinagre una esponja, y poniendola en una
cana, le dio de beber, diciendo: Dejad, veamos si vendra Elias a quitarle.
37 Mas Jesus, dando una grande voz, espiro.
38 Entonces el velo del templo se partio en dos de alto a bajo.
39 Y el centurion, que estaba delante de el, viendo que habia espirado asi
clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.
40 Y tambien estaban [algunas] mujeres mirando de lejos: entre las cuales
era Maria Magdalena, y Maria de Jacobo el menor, y la madre de Joses, y
Salome;
41 las cuales, estando aun el en Galilea le habian seguido, y le servian; y
otras muchas que juntamente con el habian subido a Jerusalem.
42 Y CUANDO fue la tarde, porque era la preparacion, es saber, la vispera
del sabado,
43 Joseph de Arimathea, senador noble, que tambien esperaba el reino de
Dios, vino, y osadamente entro a Pilato, y pidio el cuerpo de Jesus.
44 Y Pilato se maravillo, si ya fuese muerto; y hacienda venir al centurion,
le pregunto, si era ya muerto.
45 Y entendido del centurion, dio el cuerpo a Joseph.
46 El cual compro una sabana, y quitado, le envolvio en la sabana, y le puso
en un sepulcro que era cortado de piedra; y revolvio la piedra a la puerta
del sepulcro.
47 Y Maria Magdalena, y Maria [madre] de Joses, miraban donde era puesto.
CAPITULO 16
1 Y COMO paso el sabado, Maria Magdalena, y Maria [madre] de Jacobo, y
Salome, compraron [drogas] aromaticas, para venir a ungirle.
2 Y muy de manana, el primer [dia] de los sabados, vienen al sepulcro, ya
salido el sol.
3 Y decian entre si: ?Quien nos revolvera la piedra de la puerta del
sepulcro?
4 Y como miraron, ven la piedra revuelta: porque era grande.
5 Y entradas en el sepulcro, vieron un mancebo sentado a la mano derecha
cubierto de una ropa larga blanca; y se espantaron.
6 Mas el les dice: No tengais miedo: buscais a Jesus Nazareno, crucificado:
resucitado es, no esta aqui: he aqui, el lugar donde le pusieron:
7 mas id, decid a sus discipulos y a Pedro, que el va antes que vosotros a
Galilea: alli le vereis, como os dijo.
8 Y ellas se fueron huyendo prestamente del sepulcro; porque las habia
tomado temblor y espanto: ni decian nada a nadie: porque tenian miedo.
9 MAS como Jesus resucito por la manana, el primer [dia] de los sabados,
primeramente aparecio a Maria Magdalena, de la cual habia echado siete
demonios.
10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habian estado con el, [que estaban]
tristes y llorando.
11 Y ellos como oyeron que vivia, y que habia sido visto de ella, no lo
creyeron.
12 Mas despues aparecio en otra forma a dos de ellos que iban en camino,
yendo a la aldea.
13 Y ellos fueron, y lo hicieron saber a los otros, y ni aun a ellos
creyeron.
14 Finalmente se aparecio a los once, estando sentados a la mesa: y les
zahirio su incredulidad y la dureza de corazon, que no hubiesen creido los
que le habian visto resucitado.
15 Y les dijo: Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura:
16 el que creyere, y fuere bautizado, sera salvo: mas el que no creyere sera
condenado:
17 y estas senales seguiran a los que creyeren: Por mi nombre echaran fuera
demonios: hablaran nuevas lenguas:
18 quitaran serpientes: y si bebieren cosa mortifera, no les danara: sobre
los enfermos pondran sus manos, y sanaran.
19 Y el Senor, despues que les hablo, fue recibido arriba al cielo, y se
asento a la diestra de Dios.
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el
Senor, y confirmando la palabra con las senales que se seguian. Amen.
EL
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU CRISTO
SEGUN
S. LUCAS.
CAPITULO 1
1 HABIENDO muchos tentado a poner en orden la historia de las cosas que
entre nosotros han sido ciertisimas,
2 como nos [lo] ensenaron los que desde el principio [lo] vieron de sus
ojos, y fueron ministros del negocio:
3 me ha parecido tambien [a mi] despues de haber entendido todas las cosas
desde el principio con diligencia, escribirte[las] por orden, oh muy buen
Teofilo,
4 para que conozcas la verdad de las cosas, en las cuales has sido ensenado.
5 HUBO en los dias de Herodes rey de Judea, un sacerdote llamado Zacharias,
de la suerte de Abias; y su mujer, de las hijas de Aaron, llamada Elisabeth.
6 Y eran ambos justos delante de Dios, andando en todos los mandamientos y
estatutos del Senor sin reprension.
7 Y no tenian generacion: porque Elisabeth era esteril, y ambos eran venidos
en dias.
8 Y acontecio, que administrando Zacharias el sacerdocio delante de Dios por
el orden de su vez,
9 conforme a la costumbre del sacerdocio, salio en su vez a poner el
perfume, entrando en el templo del Senor.
10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del perfume.
11 Y le aparecio el angel del Senor que estaba a la mano derecha del altar
del perfume.
12 Y se turbo Zacharias viendole, y cayo temor sobre el.
13 Mas el angel le dijo: Zacharias, no temas: porque tu oracion ha sido
oida; y tu mujer Elisabeth te parira un hijo, y llamaras su nombre Juan;
14 y tendras gozo y alegria, y muchos se gozaran de su nacimiento:
15 porque sera grande delante de Dios; y no bebera vino ni sidra; y sera
lleno del Espiritu Santo aun desde el vientre de su madre:
16 y a muchos de los hijos de Israel convertira al Senor Dios de ellos:
17 porque el ira delante de el con el Espiritu y virtud de Elias, para
convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la
prudencia de los justos, para aparejar al Senor pueblo perfecto.
18 Y dijo Zacharias al angel: ?En que conocere esto? porque yo soy viejo, y
mi mujer venida en dias.
19 Y respondiendo el angel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de
Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte estas buenas nuevas:
20 y he aqui, seras mudo, y no podras hablar, hasta el dia que esto sea
hecho: por cuanto no creiste a mis palabras, las cuales se cumpliran a su
tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacharias, y se maravillaban que el se
tardaba en el templo.
22 Y saliendo, no les podia hablar; y entendieron que habia visto vision en
el templo: y el les hablaba por senas; y quedo mudo.
23 Y fue, que cumplidos los
dias de su oficio, se vino a su casa.
24 Y despues de aquellos dias concibio su mujer Elisabeth, y se encubria por
cinco meses, diciendo:
25 Porque el Senor me hizo esto en los dias en que miro para quitar mi
afrenta entre los hombres.
26 Y AL sexto mes el angel Gabriel fue enviado de Dios a [una] ciudad de
Galilea, que se llama Nazaret,
27 a una virgen desposada con un varon que se llamaba Joseph, de la casa de
David; y el nombre de la virgen [era] Maria.
28 Y entrando el angel a ella, dijo: Tengas gozo, amada, el Senor [es]
contigo: bendita tu entre las mujeres.
29 Mas ella, como le vio, se turbo de su hablar; y pensaba que salutacion
fuese esta.
30 Entonces el angel le dijo: Maria, no temas, porque has hallado gracia
acerca de Dios:
31 y he aqui, que concebiras en el vientre, y pariras hijo, y llamaras su
nombre JESUS:
32 este sera grande, e Hijo del Altisimo sera llamado, y le dara el Senor
Dios la silla de David su padre;
33 y reinara en la casa de Jacob eternamente, y de su reino no habra cabo.
34 Entonces Maria dijo al angel: ?Como sera esto? porque no conozco varon.
35 Y respondiendo el angel, le dijo: El Espiritu Santo vendra sobre ti, y la
virtud del Altisimo te cubrira; por lo cual tambien lo Santo que de ti
nacera, sera llamado Hijo de Dios:
36 y he aqui, Elisabeth tu parienta, tambien ella ha concebido hijo en su
vejez; y este es el sexto mes a ella que es llamada la esteril:
37 porque ninguna cosa es imposible para Dios.
38 Entonces Maria dijo: He aqui la criada del Senor, cumplase en mi conforme
a tu palabra. Y el angel se partio de ella.
39 En aquellos dias levantandose Maria, fue a la montana con priesa a [una]
ciudad de Juda.
40 Y entro en casa de Zacharias, y saludo a Elisabeth.
41 Y acontecio, que como oyo Elisabeth la salutacion de Maria, la criatura
salto en su vientre; y Elisabeth fue llena de Espiritu Santo,
42 y exclamo a gran voz, y dijo: Bendita tu entre las mujeres, y bendito el
fruto de tu vientre:
43 ?y de donde esto a mi, que venga la madre de mi Senor a mi?
44 porque he aqui, que como llego la voz de tu salutacion a mis oidos, la
criatura salto con alegria en mi vientre:
45 y bienaventurada la que creyo, porque se cumpliran las cosas que le
fueron dichas [de parte] del Senor.
46 Entonces Maria dijo: Engrandece mi alma al Senor:
47 y mi espiritu se alegro en Dios mi Salud.
48 Porque miro a la bajeza de su criada: porque he aqui, desde ahora me
diran bienaventurada todas las edades.
49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso: y su santo nombre,
50 y su misericordia de generacion a generacion a los que le temen.
51 Hizo valentia con su brazo: esparcio los soberbios del pensamiento de su
corazon.
52 Quito los poderosos de los tronos, y levanto a los humildes.
53 A los hambrientos lleno de bienes; y a los ricos envio vacios.
54 Recibio a Israel su criado, acordandose de la misericordia,
55 como hablo a nuestros padres, a Abraham y a su simiente para siempre.
56 Y SE quedo Maria con ella como tres meses: y se volvio a su casa.
57 Y A Elisabeth se le cumplio el tiempo de parir, y pario un hijo.
58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios habia hecho grande
misericordia con ella, y se alegraron con ella.
59 Y acontecio, que al octavo dia vinieron para circuncidar al nino, y le
llamaban del nombre de su padre, Zacharias.
60 Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan sera llamado.
61 Y le dijeron: ?Por que? nadie hay en tu parentela que se llama de este
nombre.
62 Y hablaron por senas a su padre, como le queria llamar.
63 Y demandando la tablilla, escribio, diciendo: Juan es su nombre. Y todos
se maravillaron.
64 Y luego fue abierta su boca, y su lengua, y hablo bendiciendo a Dios.
65 Y fue un temor sobre todos los vecinos de ellos: y en todas las montanas
de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.
66 Y todos los que [lo] oian, se maravillaban, diciendo: ?Quien sera este
nino? Y la mano del Senor era con el.
67 Y Zacharias su padre fue lleno de Espiritu Santo, y profetizo, diciendo:
68 Bendito el Senor Dios de Israel, que visito, e hizo redencion a su
pueblo.
69 Y nos enhesto el cuerno de salud en la casa de David su siervo.
70 Como hablo por boca de los santos que fueron desde el principio, sus
profetas:
71 salud de nuestros enemigos, de mano de todos los que nos aborrecieron:
72 haciendo misericordia con nuestros padres, y acordandose de su santo
testamento:
73 del juramento que juro a Abraham nuestro padre, que nos habia de dar:
74 que sin temor, libertados de nuestros enemigos, le serviriamos,
75 en santidad y justicia delante de el, todos los dias de nuestra vida.
76 Tu, empero, oh nino, profeta del Altisimo seras llamado: porque iras
delante de la faz del Senor, para aparejar sus caminos:
77 dando ciencia de salud a su pueblo para remision de sus pecados:
78 por las entranas de misericordia de nuestro Dios, con que nos visito de
lo alto el oriente,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte: para
encaminar nuestros pies por camino de paz.
80 Y EL nino crecia, y era confortado del Espiritu, y estuvo en los
desiertos hasta el dia que se mostro a Israel.
CAPITULO 2
1 Y ACONTECIO en aquellos dias, que salio edicto de parte de Augusto Cesar,
que toda la tierra fuese empadronada.
2 Este empadronamiento primero fue hecho, siendo presidente de la Siria
Cirenio.
3 E iban todos para ser empadronados cada uno a su ciudad.
4 Y subio Joseph de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad
de David, que se llama Bethlehem, por cuanto era de la casa y familia de
David;
5 para ser empadronado, con Maria su mujer desposada con el, la cual estaba
prenada.
6 Y ACONTECIO, que estando [ellos] alli, los dias en que ella habia de parir
se cumplieron.
7 Y pario a su hijo primogenito, y le envolvio, y le acosto en el pesebre:
porque no habia lugar para ellos en el meson.
8 Y habia pastores en la misma tierra, que velaban, y guardaban las velas de
la noche sobre su ganado.
9 Y he aqui, el angel^ del Senor vino sobre ellos; y la claridad de Dios los
cerco de resplandor de todas partes, y tuvieron gran temor.
10 Mas el angel les dijo: No temais, porque, he aqui, os doy nuevas de gran
gozo, que sera a todo el pueblo:
11 que os es nacido hoy Salvador, que es el Senor, el Cristo, en la ciudad
de David:
12 y esto os [sera por] senal: hallareis el nino envuelto en panales, echado
en el pesebre.
13 Y repentinamente fue con el angel multitud de ejercitos celestiales, que
alababan a Dios, y decian:
14 Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, y a los hombres buena
voluntad.
15 Y acontecio, que como los angeles se fueron de ellos al cielo, los
pastores dijeron los unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Bethlehem, y
veamos este negocio que ha hecho Dios, y nos ha mostrado.
16 Y vinieron a priesa, y hallaron a Maria, y a Joseph, y al nino acostado
en el pesebre.
17 Y viendo[le], hicieron notorio lo que les habia sido dicho del nino.
18 Y todos los que [lo] oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les
decian.
19 Mas Maria guardaba todas estas cosas, confiriendo[las] en su corazon.
20 Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios de todas las
cosas que habian oido y visto, como les habia sido dicho.
21 Y PASADOS los ocho dias para circuncidar al nino, llamaron su nombre
Jesus, el cual [le] fue puesto del angel antes que el fuese concebido en el
vientre.
22 Y como se cumplieron los dias de la purificacion de Maria conforme a la
ley de Moises, le trajeron a Jerusalem para presentarle al Senor,
23 como esta escrito en la ley del Senor: Todo macho que abriere la matriz,
sera santo al Senor:
24 y para dar la ofrenda, conforme a lo que esta dicho en la ley del Senor,
un par de tortolas, o dos pollos de palomas.
25 Y he aqui, habia un hombre en Jerusalem llamado Simeon, y este hombre,
justo y pio, esperaba la consolacion de Israel; y el Espiritu Santo era sobre
el.
26 Y habia recibido respuesta del Espiritu Santo, que no veria la muerte
antes que viese al Cristo del Senor.
27 Y vino por Espiritu al templo. Y como metieron al nino Jesus sus padres
en el templo, para hacer por el conforme a la costumbre de la ley,
28 entonces el le tomo en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo:
29 Ahora despides, Senor, a tu siervo, conforme a tu palabra, en paz:
30 porque han vista mis ojos tu Salud,
31 la cual has aparejado en presencia de todos los pueblos:
32 luz para ser revelada a los Gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel.
33 Y Joseph y su madre estaban maravillados de las cosas que se decian de
el.
34 Y los bendijo Simeon, y dijo a su madre Maria: He aqui, que este es dado
para caida y para levantamiento de muchos en Israel, y para senal a quien
sera contradicho;
35 y tu alma de ti misma traspasara cuchillo, para que de muchos corazones
sean manifestados los pensamientos.
36 Estaba tambien [alli] Anna, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de
Aser, la cual habia venido en grande edad, y habia vivido con su marido siete
anos desde su virginidad.
37 Y [era] viuda de hasta ochenta y cuatro anos, que no se apartaba del
templo, en ayunos y oraciones sirviendo de noche y de dia.
38 Y esta sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Senor, y
hablaba de el a todos los que esperaban la redencion en Jerusalem.
39 MAS como cumplieron todas las cosas segun la ley del Senor, se volvieron
a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
40 Y el nino crecia, y era confortado del Espiritu, y se llenaba de
sabiduria; y la gracia de Dios era sobre el.
41 E iban sus padres todos los anos a Jerusalem en la fiesta, de la Pascua.
42 Y como fue de doce anos, ellos subieron a Jerusalem conforme a la
costumbre del dia de la fiesta.
43 Y acabados los dias, volviendo ellos, se quedo el nino Jesus en
Jerusalem, sin saberlo Joseph y su madre.
44 Y pensando que estaba en la compania, anduvieron camino de [un] dia; y le
buscaban entre los parientes, y entre los conocidos.
45 Y como no le hallasen, volvieron a Jerusalem , buscandole.
46 Y acontecio, que tres dias despues le hallaron en el templo, sentado en
medio de los doctores, oyendolos, y preguntandolos.
47 Y todos los que le oian, estaban fuera de si por su entendimiento y
respuestas.
48 Y como le vieron, se espantaron; y le dijo su madre: Hijo, ?por que nos
has hecho esto? he aqui, tu padre y yo te hemos buscado con dolor.
49 Entonces [el] les dice: ?Que hay? ?por que me buscabais? ?no sabiais que
en los negocios que son de mi Padre me conviene estar?
50 Mas ellos no entendieron las palabras que les hablo.
51 Y descendio con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su
madre guardaba todas estas cosas en su corazon.
52 Y Jesus crecia en sabiduria, y en edad, y gracia acerca de Dios y de los
hombres.
CAPITULO 3
1 Y EN el ano quince del imperio de Tiberio Cesar, siendo presidente de
Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe
tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisania tetrarca de
Abilina;
2 siendo sumos sacerdotes Annas y Caifas, fue palabra del Senor sobre Juan,
hijo de Zacharias, en el desierto.
3 Y el vino en toda la tierra al rededor del Jordan, predicando el bautismo
de penitencia para remision de pecados;
4 como esta escrito en el libro de los sermones del profeta Isaias, que
dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor, haced
derechas sus sendas:
5 todo valle se llenara, y todo monte y collado se bajara; y los [caminos]
torcidos seran enderezados, y los caminos asperos allanados;
6 y vera toda carne la salud de Dios.
7 Y decia a las companias que salian para ser bautizadas de el: Generacion
de viboras, ?quien os enseno a huir de la ira que vendra?
8 haced, pues, frutos dignos de penitencia, y no comenceis a decir en
vosotros mismos: [Por] padre tenemos a Abraham; porque os digo, que puede
Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham:
9 y ya tambien la hacha esta puesta a la raiz de los arboles: todo arbol
pues que no hace buen fruto, es talado, y echado en el fuego.
10 Y las companias le preguntaban, diciendo: ?Pues, que haremos?
11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos ropas, de al que no tiene; y
el que tiene alimentos, haga lo mismo.
12 Y vinieron tambien [a el] los publicanos para ser bautizados, y le
dijeron: ?Maestro, que haremos?
13 Y el les dijo: No demandeis mas de lo que os esta ordenado.
14 Y le preguntaron tambien los soldados, diciendo: Y nosotros, ?que
haremos? Y les dice: No maltrateis a nadie, ni oprimais; y sed contentos con
vuestros salarios.
15 Y estando el pueblo esperando, y pensando todos de Juan en sus corazones,
si el fuese el Cristo,
16 respondio Juan, diciendo a todos: Yo, a la verdad, os bautizo en agua:
mas viene quien es mas valeroso que yo, que no soy digno de desatar la correa
de sus zapatos: el os bautizara en Espiritu Santo y fuego:
17 el aventador del cual esta en su mano; y limpiara su era, y juntara el
trigo en su alfoli, y la paja quemara en fuego que nunca se apagara.
18 Asi que amonestando otras muchas cosas tambien, anunciaba el Evangelio al
pueblo.
19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por el de Herodias, mujer
de Felipe su hermano, y de todas las maldades que habia hecho Herodes,
20 anadio tambien esto sobre todo, que encerro a Juan en la carcel.
21 Y acontecio, que como todo el pueblo se bautizaba, y Jesus fuese
bautizado, y orase, el cielo se abrio.
22 y descendio el Espiritu Santo en forma corporal, como paloma, sobre el, y
fue hecha una voz del cielo que decia: Tu eres mi Hijo amado, en ti es mi
placer.
23 Y EL mismo Jesus comenzaba a ser como de treinta anos, hijo de Joseph,
como se creia, que fue hijo de Eli,
24 que fue de Mathat, que fue de Levi, que fue de Melchi, que fue de Janne,
que fue de Joseph,
25 que fue de Mathathias, que fue de Amos, que fue de Nahum, que fue de
Hesli, que fue de Nagge,
26 que fue de Maath, que fue de Mathathias, que fue de Semei, que fue de
Joseph, que fue de Juda,
27 que fue de Joanna, que fue de Resa, que fue de Zorobabel, que fue de
Salathiel, que fue de Neri,
28 que fue de Melchi, que fue de Addi, que fue de Cosan, que fue de Elmodan,
que fue de Her,
29 que fue de Joseph, que fue de Eliezer, que fue de Jorim, que fue de
Mathat, que fue de Levi,
30 que fue de Simeon, que fue de Juda, que fue de Joseph, que fue de Jonan,
que fue de Eliacim,
31 que fue de Melea, que fue de Menan, que fue de Mathatha, que fue de
Nathan, que fue de David,
32 que fue de Isai, que fue de Obed, que fue de Booz, que fue de Salmon, que
fue de Naasan,
33 que fue de Aminadab, que fue de Ram, que fue de Hesron, que fue de
Phares, que fue de Juda,
34 que fue de Jacob, que fue de Isaac, que fue de Abraham, que fue de Thare,
que fue de Nachor,
35 que fue de Serug, que fue de Reu, que fue de Phaleg, que fue de Heber,
que fue de Sale,
36 que fue de Cainan, que fue de Arphaxad, que fue de Sem, que fue de Noe,
que fue de Lamech,
37 que fue de Mathusalem, que fue de Henoch, que fue de Jared, que fue de
Malaleel, que fue de Cainan,
38 que fue de Enos, que fue de Seth, que fue de Adam, que fue de Dios.
CAPITULO 4
1 Y JESUS, lleno del Espiritu Santo, volvio del Jordan y fue agitado del
Espiritu al desierto,
2 por cuarenta dias, y era tentado del diablo. Y no comio cosa en aquellos
dias: los cuales pasados, despues tuvo hambre.
3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se
haga pan.
4 Y Jesus respondiendole, dijo: Escrito esta: Que no con pan solo vivira el
hombre, mas con toda palabra de Dios.
5 Y le llevo el diablo a un alto monte, y le mostro todos los reinos [de la
tierra] habitada en un momento de tiempo.
6 Y le dijo el diablo: A ti te dare esta potestad toda, y la gloria de
ellos: porque a mi es entregada, y a quien quiero la doy:
7 tu, pues, si adorares delante de mi, seran todos tuyos.
8 Y respondiendo Jesus, le dijo: Vete de mi, Satanas; porque escrito esta:
Al Senor Dios tuyo adoraras, y a el solo serviras.
9 Y le llevo a Jerusalem, y le puso sobre el cimborio del templo, y le dijo:
Si eres Hijo de Dios, echate de aqui abajo:
10 porque escrito esta: Que a sus angeles mandara de ti, que te guarden;
11 y que en las manos te llevaran, porque no danes tu pie a piedra.
12 Y respondiendo Jesus, le dijo: Dicho esta: No tentaras al Senor tu Dios.
13 Y acabada toda tentacion, el diablo se fue de el por [algun] tiempo.
14 Y JESUS volvio en virtud del Espiritu a Galilea, y salio la fama de el
por toda la tierra de al rededor.
15 Y el ensenaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos.
16 Y vino a Nazaret, donde habia sido criado, y entro, conforme a su
costumbre, el dia del sabado en la sinagoga, y se levanto a leer.
17 Y le fue dado el libro del profeta Isaias: y como abrio el libro, hallo
el lugar donde estaba escrito:
18 El Espiritu del Senor [es] sobre mi, por cuanto me ha ungido: para dar
buenas nuevas a los pobres me ha enviado; para sanar los quebrantados de
corazon; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para
enviar en libertad a los quebrantados;
19 para predicar el ano agradable del Senor.
20 Y cerrando el libro, como le dio al ministro, se sento; y los ojos de
todos en la sinagoga estaban atentos a el.
21 Y comenzo a decirles: Hoy se ha cumplido esta escritura en vuestros
oidos.
22 Y todos le daban su testimonio, y estaban maravillados de sus palabras de
gracia que salian de su boca, y decian: ?No es este el hijo de Joseph?
23 Y les dijo: Sin duda me direis: Medico, curate a ti mismo: de tantas
cosas que hemos oido haber sido hechas en Capharnaum, haz tambien aqui en tu
tierra.
24 Y dijo: De cierto os digo, que ningun profeta es acepto en su tierra:
25 en verdad os digo, [que] muchas viudas habia en Israel en los dias de
Elias, cuando el cielo fue cerrado por tres anos y seis meses, que hubo
grande hambre en toda la tierra:
26 mas a ninguna de ellas fue enviado Elias, sino a Sarepta de Sidon, a una
mujer viuda:
27 y muchos leprosos habia en Israel en tiempo del profeta Eliseo: mas
ninguno de ellos fue limpio, sino Naaman el Syro.
28 Entonces todos en la sinagoga fueron llenos de ira, oyendo estas cosas.
29 Y levantandose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la
cumbre del monte, sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para
despenarle.
30 Mas el, pasando por medio de ellos, se fue.
31 Y DESCENDIO a Capharnaum, ciudad de Galilea, y alli los ensenaba en los
sabados.
32 Y estaban fuera de si de su doctrina: porque su palabra era con potestad.
33 Y estaba en la sinagoga un hombre que tenia un espiritu de un demonio
inmundo, el cual exclamo a gran voz,
34 diciendo: Ah, ?que tenemos contigo, Jesus Nazareno? ?has venido a
destruirnos? yo te conozco quien eres, el Santo de Dios.
35 Y Jesus le rino, diciendo: Enmudece, y sal de el. Entonces el demonio,
derribandole en medio, salio de el; y no le hizo dano alguno.
36 Y fue espanto sobre todos, y hablaban unos a otros, diciendo: ?Que cosa
es esta, que con autoridad y potencia manda a los espiritus inmundos, y
salen?
37 Y la fama de el se divulgaba de todas partes por todos los lugares de la
comarca.
38 Y levantandose Jesus de la sinagoga, se entro en casa de Simon: y la
suegra de Simon estaba con una grande fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinandose hacia ella, rino a la fiebre, y la fiebre la dejo; y ella
levantandose luego, les sirvio.
40 Y poniendose el sol, todos los que tenian enfermos de diversas
enfermedades, los traian a el: y el, poniendo las manos sobre cada uno de
ellos, los sanaba.
41 Y salian tambien demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tu eres el
Cristo, Hijo de Dios: mas [el] riniendoles no los dejaba hablar, porque
sabian que el era el Cristo.
42 Y siendo ya de dia salio, y se fue al lugar desierto; y las companias le
buscaban, y vinieron hasta el: y le detenian que no se fuese de ellos.
43 Y el les dijo: Que tambien a otras ciudades es menester que anuncie el
evangelio del reino de Dios: porque para esto soy enviado.
44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.
CAPITULO 5
1 Y ACONTECIO, que estando el junto al lago de Gennezaret, las companias se
derribaban sobre el por oir la palabra de Dios.
2 Y vio dos navios que estaban cerca de la orilla del logo; y los
pescadores, habiendo descendido de ellos, lavaban sus redes.
3 Y entrado en uno de estos navios, el cual era de Simon, le rogo que le
desviase de tierra un poco; y sentandose, ensenaba desde el navio las
companias.
4 Y como ceso de hablar, dijo a Simon: Lleva en alto mar, y echad vuestras
redes para tomar.
5 Y respondiendo Simon, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche,
nada hemos tomado: mas en tu palabra echare la red.
6 Y habiendolo hecho, encerraron gran multitud de pescado, que su red se
rompia.
7 E hicieron senas a los companeros que [estaban] en el otro navio, que
viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos navios de tal manera que
se anegaban.
8 Lo cual viendo Simon Pedro, se derribo de rodillas a Jesus, diciendo:
Salte de conmigo, Senor, porque soy hombre pecador.
9 Porque temor le habia rodeado, y a todos los que [estaban] con el, de la
presa de los peces que habian tomado:
10 y asimismo a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran companeros de
Simon. Y Jesus dijo a Simon: No temas: desde ahora tomaras hombres.
11 Y como llegaron a tierra los navios, dejandolo todo, le siguieron.
12 Y ACONTECIO que estando en una ciudad, he aqui un hombre lleno de lepra,
el cual viendo a Jesus, postrandose sobre el rostro le rogo, diciendo: Senor,
si quisieres, puedes limpiarme.
13 Entonces extendiendo la mano le toco, diciendo: Quiero: se limpio. Y
luego la lepra se fue de el.
14 Y el le mando que no lo dijese a nadie: Mas ve, (dice), muestrate al
sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mando Moises, para que les conste.
15 Empero el hablar de el andaba mas; y se juntaban muchas companias a oir,
y ser sanadas por el de sus enfermedades.
16 Mas el se apartaba a los desiertos, y oraba.
17 Y acontecio un dia, que el estaba ensenando, y Fariseos y doctores de la
ley estaban sentados, los cuales habian venido de todas las aldeas de
Galilea, y de Judea, y Jerusalem; y la virtud del Senor estaba alli para
sanarlos.
18 Y he aqui, unos hombres, que traian en una cama un hombre que estaba
paralitico; y buscaban [por donde] meterle, y ponerle delante de el.
19 Y no hallando por donde meterle a causa de la multitud, subieron encima
de la casa, y por el tejado le bajaron con la cama en medio, delante de
Jesus.
20 El cual, viendo la fe de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son
perdonados.
21 Entonces los escribas y Fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ?Quien es
este que habla blasfemias? ?quien puede perdonar pecados, sino solo Dios?
22 Jesus entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les
dijo: ?Que pensais en vuestros corazones?
23 ?cual es mas facil; decir: Tus pecados te son perdonados; o decir:
Levantate, y anda?
24 pues porque sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de
perdonar pecados, (dice al paralitico): A ti digo : Levantate, toma tu cama;
y vete a tu casa.
25 Y luego levantandose en presencia de ellos, y tomando aquello en que
estaba echado, se fue a su casa glorificando a Dios.
26 Y tomo espanto a todos, y glorificaban a Dios; y fueron llenos de temor,
diciendo: Que hemos visto maravillas hoy.
27 Y DESPUES de estas cosas salio, y vio a un publicano llamado Levi,
sentado al banco [de los publicos tributos,] y le dijo: Sigueme.
28 Y dejadas todas cosas, levantandose, le siguio.
29 E hizo Levi gran banquete en su casa, y habia mucha compania de
publicanos, y de otros, los cuales estaban a la mesa con ellos.
30 Y los escribas y los Fariseos murmuraban contra sus discipulos, diciendo:
?Por que comeis y bebeis con los publicanos y pecadores?
31 Y respondiendo Jesus, les dijo: los que estan sanos no han menester
medico, sino los que estan enfermos:
32 no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a penitencia.
33 Entonces ellos le dijeron: ?Por que los discipulos de Juan ayunan muchas
veces, y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariseos; y tus discipulos
comen y beben?
34 Y el les dijo: ?Podeis hacer que los que son de bodas ayunen, entre tanto
que el esposo esta con ellos?
35 empero vendran dias cuando el esposo les sera quitado: entonces ayunaran
en aquellos dias.
36 Y les decia tambien una parabola: Nadie mete remiendo de pano nuevo en
vestido viejo: de otra manera el nuevo rompe, y al viejo no conviene remiendo
nuevo.
37 Y nadie echa vino nuevo en cueros viejos: de otra manera el vino nuevo
rompera los cueros, y el vino se derramara, y los cueros se perderan.
38 Mas el vino nuevo en cueros nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se
conserve.
39 Y ninguno que bebiere el viejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El
viejo es mejor.
CAPITULO 6
1 Y ACONTECIO que pasando el por los sembrados en un sabado segundo del
primero, sus discipulos arrancaban espigas, y comian, fregandolas con las
manos.
2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ?Por que haceis lo que no es licito
hacer en sabados?
3 Y respondiendo Jesus, les dijo: ?Ni aun esto habeis leido, que hizo David
cuando tuvo hambre, el, y los que con el estaban?
4 ?como entro en la casa de Dios, y tomo los panes de la proposicion, y
comio, y dio tambien a los que [estaban] con el; los cuales no era licito
comer, sino a solos los sacerdotes?
5 Y les decia: El Hijo del hombre es Senor aun del sabado.
6 Y acontecio tambien en otro sabado, que el entro en la sinagoga y enseno;
y estaba alli un hombre que tenia la mano derecha seca.
7 Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaria en sabado, por
hallar de que le acusasen.
8 Mas el sabia los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenia la mano
seca: Levantate, y ponte en medio. Y el levantandose, se puso en pie.
9 Entonces Jesus les dice: Os preguntare una cosa: ?Es licito en sabados
bien hacer, o mal hacer? ?hacer salva [una] persona, o matarla?
10 Y mirandolos a todos al rededor, dice al hombre: Extiende tu mano; y el
lo hizo asi, y su mano fue restituida sana como la otra.
11 Y ellos fueron llenos de locura, y hablaban los unos a los otros que
harian a Jesus.
12 Y ACONTECIO en aquellos dias, que fue al monte a orar, y paso la noche
orando a Dios.
13 Y como fue de dia, llamo a sus discipulos; y escogio doce de ellos, los
cuales tambien llamo Apostoles:
14 a Simon, al cual tambien llamo Pedro, y a Andres su hermano, Jacobo y
Juan, Felipe y Bartolome,
15 Mateo y Tomas, y Jacobo, [hijo] de Alfeo, y Simon, el que se llama
Zeloso,
16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que tambien fue el traidor.
17 Y descendio con ellos, y se paro en un lugar llano; y la compania de sus
discipulos, y grande multitud de pueblo de toda Judea, y de Jerusalem, y de
la costa de Tyro y de Sidon, que habian venido a oirle, y para ser sanados de
sus enfermedades;
18 y [otros] que habian sido atormentados de espiritus inmundos: y eran
sanos.
19 Y toda la compania procuraba, de tocarle: porque salia de el virtud, y
sanaba a todos.
20 Y ALZANDO el los ojos a sus discipulos, decia: Bienaventurados los
pobres: porque vuestro es el reino de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora teneis hambre: porque sereis hartos.
Bienaventurados los que ahora llorais: porque reireis.
22 Bienaventurados sereis cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os
esparcieren, y [os] denostaren, y rayeren vuestro nombre como malo, por el
Hijo del hombre.
23 Gozaos en aquel dia, y alegraos: porque, he aqui, vuestro galardon [es]
grande en los cielos: porque asi hacian sus padres a los profetas.
24 Mas iay de vosotros ricos! porque teneis vuestro consuelo.
25 iAy de vosotros, los que estais hartos! porque tendreis hambre. iAy de
vosotros, los que ahora reis! porque lamentareis y llorareis.
26 iAy de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros!
porque asi hacian sus padres a los falsos profetas.
27 Mas a vosotros los que ois, digo: Amad a vuestros enemigos: haced bien a
los que os aborrecen.
28 Bendecid a los que os maldicen; y orad por los que os calumnian.
29 Y al que te hiriere en la mejilla, dale tambien la otra; y del que te
quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.
30 Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que [es] tuyo, no
vuelvas a pedir.
31 Y como quereis que os hagan los hombres, hacedles tambien vosotros asi.
32 Porque si amais a los que os amen, ?que gracias tendreis? porque tambien
los pecadores aman a los que los aman.
33 Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ?que gracias tendreis?
porque tambien los pecadores hacen lo mismo.
34 Y si prestareis a aquellos de quienes esperais recibir, ?que gracias
tendreis? porque tambien los pecadores prestan a los pecadores, para recibir
otro tanto.
35 Amad pues a vuestros enemigos; y haced bien, y emprestad, no esperando de
ello nada; y sera vuestro galardon grande, y sereis hijos del Altisimo:
porque el es benigno [aun] para con los ingratos y malos.
36 Sed pues misericordiosos, como tambien vuestro Padre es misericordioso.
37 No juzgueis, y no sereis juzgados: no condeneis, y no sereis condenados:
perdonad, y sereis perdonados:
38 dad, y se os dara: medida buena, apretada, remecida, y rebosando daran en
vuestro regazo: porque con la misma medida que midiereis, os sera vuelto a
medir.
39 Y les decia una parabola: ?Puede el ciego guiar al ciego? ?no caeran
ambos en el hoyo?
40 El discipulo no es sobre su maestro: mas cualquiera que fuere como el
maestro, sera perfecto.
41 ?Por que miras la paja que [esta] en el ojo de tu hermano, y la viga que
[esta] en tu propio ojo no consideras?
42 ?O como puedas decir a tu hermano: Hermano, deja, echare fuera la paja
que [esta] en tu ojo, no mirando tu la viga que [esta] en tu ojo? Hipocrita,
echa fuera primero de tu ojo la viga; y entonces miraras de echar fuera la
paja que [esta] en el ojo de tu hermano.
43 Porque no es buen arbol el que hace malos frutos; ni arbol malo el que
hace buen fruto.
44 Porque cada arbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de las
espinas, ni vendimian uvas de las zarzas.
45 El buen hombre del buen tesoro de su corazon saca bien; y el mal hombre
del mal tesoro de su corazon saca mal: porque de la abundancia de su corazon
habla su boca.
46 ?Por que me llamais, Senor, Senor, y no haceis lo que digo?
47 Todo aquel que viene a mi, y oye mis palabras, y las hace, [yo] os
ensenare a quien es semejante.
48 Semejante es al hombre que edifica una casa, que cavo y ahondo, y puso el
fundamento sobre piedra; y habiendo avenida, el rio dio con impetu en aquella
casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre piedra.
49 Mas el que oyo, y no hizo, semejante es al hombre que edifico su casa
sobre tierra sin fundamento, en la cual el rio dio con impetu, y luego cayo:
y fue grande la ruina de aquella casa.
CAPITULO 7
1 Y COMO acabo todas sus palabras en oidos del pueblo, entro en Capharnaum.
2 Y el siervo de un centurion enfermo se iba muriendo, el cual el tenia en
estima.
3 Y como oyo de Jesus, envio a el los ancianos de los Judios, rogandole que
viniese y librase a su siervo.
4 Y viniendo ellos a Jesus, rogaronle con diligencia, diciendole: Porque es
digno de concederle esto:
5 que ama nuestra nacion, y el nos edifico una sinagoga.
6 Y Jesus fue con ellos: mas como ya no estuviesen lejos de su casa, envio
el centurion amigos a el, diciendole: Senor, no tomes trabajo, que no soy
digno que entres debajo de mi tejado:
7 por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti: mas manda con la
palabra, y mi criado sera sano.
8 Porque tambien yo soy [hombre] puesto en potestad, que tengo debajo de mi
soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo:
Haz esto, y [lo] hace.
9 Lo cual oyendo Jesus, se maravillo de el, y vuelto, dijo a las companias
que le seguian: Os digo, [que] ni aun en Israel, he hallado tanta fe.
10 Y vueltos a casa los que habian sido enviados, hallaron sano al siervo
que habia estado enfermo.
11 Y acontecio despues, que [el] iba a la ciudad que se llama Nain, e iban
con el muchos de sus discipulos, y gran compania.
12 Y como llego cerca de la puerta de la ciudad, he aqui, que sacaban un
difunto, unigenito a su madre, la cual tambien era viuda; y habia con ella
grande compania de la ciudad.
13 Y como el Senor la vio, fue movido a misericordia de ella, y le dice: No
llores.
14 Y acercandose, toco las andas; y los que [le] llevaban, pararon, y dice:
Mancebo, a ti digo, levantate.
15 Entonces, volviose a sentar el que habia sido muerto, y comenzo a hablar;
y le dio a su madre.
16 Y tomo a todos temor, y glorificaban a Dios, diciendo: Que profeta grande
se ha levantado entre nosotros; y, que Dios ha mirado su pueblo.
17 Y salio esta fama de el por toda Judea, y por toda la tierra de al
rededor.
18 Y DIERON las nuevas a Juan de todas estas cosas sus discipulos; y llamo
Juan unos dos de sus discipulos,
19 y envio a Jesus, diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o
esperaremos a otro?
20 Y como los varones vinieron a el, dijeron: Juan el Bautista nos ha
enviado a ti, diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o esperaremos a
otro?
21 Y en la misma hora sano a muchos de enfermedades, y plagas, y de
espiritus malos; y a muchos ciegos dio la vista.
22 Y respondiendo Jesus, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que
habeis visto y oido: Que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado
el Evangelio.
23 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mi.
24 Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzo a hablar de Juan a las
companias: Que salisteis a ver al desierto? [?alguna] cana que es agitada del
viento?
25 Mas, ?que salisteis a ver? [?algun] hombre cubierto de vestidos
delicados? He aqui, que los que estan en vestido precioso, y en delicias, en
los palacios de los reyes estan.
26 Mas, ?que salisteis a ver? [?algun] profeta? Tambien os digo, y aun mas
que profeta.
27 Este es de quien esta escrito: He aqui, envio mi angel delante de tu faz,
el cual aparejara tu camino delante de ti.
28 Porque [yo] os digo [que] entre los nacidos de mujeres, no hay mayor
profeta que Juan el Bautista: mas el mas pequeno en el reino de los cielos es
mayor que el.
29 Y todo el pueblo oyendo[le,] y los publicanos, justificaron a Dios,
bautizandose con el bautismo de Juan.
30 Mas los Fariseos, y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios
contra si mismos, no siendo bautizados de el.
31 Y dice el Senor: ?A quien pues comparare los hombres de esta generacion,
y a que son semejantes?
32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los
unos a los otros, y dicen: Os tanimos con flautas, y no bailasteis: os
endechamos, y no llorasteis.
33 Porque vino Juan el Bautista que ni comia pan, ni bebia vino, y decis:
Demonio tiene.
34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decis: He aqui, un hombre
comilon, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
35 Mas la sabiduria es justificada de todos sus hijos.
36 Y LE rogo uno de los Fariseos, que comiese con el. Y entrado en casa del
Fariseo, se sento a la mesa.
37 Y he aqui, una mujer que habia sido pecadora en la ciudad, como entendio
que estaba a la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un [vaso de] alabastro
de ungueento;
38 y estando detras a sus pies, comenzo llorando a regar con lagrimas sus
pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y
ungia[los] con el ungueento.
39 Y como vio [esto] el Fariseo que le habia llamado, dice en si, diciendo:
Este, si fuera profeta, conoceria quien y cual es la mujer que le toca; que
es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesus, le dijo: Simon, una cosa tengo que decirte.
Y el le dice: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenia dos deudores: el uno le debia quinientos denarios, y el
otro cincuenta:
42 y no teniendo ellos de que pagar, solto [la deuda] a ambos: di, pues,
?cual de estos le amara mas?
43 Y respondiendo Simon, dijo: Pienso que aquel al cual solto mas. Y el le
dijo: Rectamente has juzgado.
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simon: ?Ves esta mujer? Entre en tu casa, no
diste agua para mis pies; y esta ha regado mis pies con lagrimas, y
limpiado[los] con los cabellos de su cabeza.
45 No me diste beso: esta desde que entre no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con oleo; y esta ha ungido con ungueento mis pies.
47 Por lo cual te digo, [que] sus muchos pecados son perdonados, porque amo
mucho: mas al que se perdona poco, poco ama.
48 Y a ella dijo: los pecados te son perdonados.
49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre
si: ?Quien es este, que tambien perdona pecados?
50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado: ve en paz.
CAPITULO 8
1 Y ACONTECIO despues, que el caminaba por todas las ciudades y aldeas
predicando, y anunciando el evangelio del reino de Dios; y los doce con el;
2 y algunas mujeres que habian sido curadas [de el] de malos espiritus, y de
enfermedades: Maria, que se llamaba Magdalena, de la cual habian salido siete
demonios;
3 y Juana mujer de Chuzas, procurador de Herodes; y Susanna, y otras muchas
que le servian de sus haciendas.
4 Y COMO se junto una grande compania, y los que estaban en cada ciudad
vinieron a el, dijo por una parabola:
5 Uno que sembraba salio a sembrar su simiente; y sembrando, una [parte]
cayo junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.
6 Y otra [parte] cayo sobre piedra; y nacida, se seco, porque no tenia
humedad.
7 Y otra [parte] cayo entre espinas; y naciendo las espinas juntamente, la
ahogaron.
8 Y otra [parte] cayo en buena tierra; y cuando fue nacida, llevo fruto a
ciento [por uno.] Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oidos para oir,
oiga.
9 Y sus discipulos le preguntaron, que era esta parabola.
10 Y el dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios:
mas a los otros por parabolas, para que viendo no vean, y oyendo no
entiendan.
11 Es pues esta parabola: La simiente es la palabra de Dios.
12 Y los de junto al camino, estos son los que oyen; y luego viene el
diablo, y quita la palabra de su corazon, porque no se salven creyendo.
13 Y los de sobre piedra, [son] los que habiendo oido, reciben la palabra
con gozo: mas estos no tienen raices: que a tiempo creen, y en el tiempo de
la tentacion se apartan.
14 Y lo que cayo entre espinas, estos son los que oyeron; mas idos son
ahogados de los cuidados, y de las riquezas, y de los pasatiempos de la vida,
y no llevan fruto.
15 Y lo que en buena tierra, estos son los que con corazon bueno y recto
retienen la palabra oida, y llevan fruto en paciencia.
16 Ninguno empero que enciende el candil, le cubre con [algun] vaso, o le
pone debajo de la cama: mas le pone en un candelero, para que los que entran,
vean la lumbre.
17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa
escondida que no haya de ser entendida, y de venir a luz.
18 Mirad pues como ois: porque a cualquiera que tuviere, le sera dado; y a
cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener sera quitado de el.
19 Y VINIERON a el su madre y hermanos, y no podian llegar a el por causa de
la multitud.
20 Y le fue dada aviso, diciendo: Tu madre, y tus hermanos estan fuera, que
quieren verte.
21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que
oyen la palabra de Dios, y la hacen.
22 Y ACONTECIO un dia [que] el entro en un navio con sus discipulos, y les
dijo: Pasemos de la otra parte del lago; y subieron.
23 Y navegando ellos, se durmio. Y descendio una tempestad de viento en el
lago; y se llenaban, y peligraban.
24 Y llegandose a el, le despertaron, diciendo: Maestro, maestro, [que]
perecemos. Y despertado el, rino al viento y a la tempestad del agua, y
cesaron: y fue hecha grande bonanza.
25 Y les dijo: ?Que es de vuestra fe? Y [ellos] temiendo, fueron
maravillados, diciendo los unos a los otros: ?Quien es este, que aun a los
vientos y al agua manda, y le obedecen?
26 Y navegaron a la tierra de los Gadarenos, que esta delante de Galilea.
27 Y saliendo el a tierra, le salio al encuentro de la ciudad un hombre que
tenia demonios ya de muchos tiempos; y no vestia vestido, ni estaba en casa,
sino por los sepulcros.
28 El cual como vio a Jesus, exclamo, y postrose delante de el, y dijo a
gran voz: ?Que tengo yo contigo, Jesus Hijo del Dios Altisimo? ruegote que no
me atormentes.
29 (Porque mandaba al espiritu inmundo que saliese del hombre: porque ya de
muchos tiempos le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos: mas
rompiendo las prisiones era agitado del demonio por los desiertos.)
30 Y le pregunto Jesus, diciendo: ?Que nombre tienes? Y el dijo: Legion:
porque muchos demonios habian entrado en el.
31 Y le rogaban que no les mandase que fuesen al abismo.
32 Y habia alli un hato de muchos puercos que pacian en el monte, y le
rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejo.
33 Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos: y el hato de
ellos se arrojo de un despenadero en el logo, y se ahogo.
34 Y los pastores, como vieron lo que habia acontecido, huyeron; y yendo,
dieron aviso en la ciudad y por las heredades.
35 Y salieron a ver lo que habia acontecido, y vinieron a Jesus; y hallaron
sentado al hombre, del cual habian salido los demonios, vestido, y en seso, a
los pies de Jesus; y tuvieron temor.
36 Y les contaron los que [lo] habian visto, como habia sido salvado aquel
endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de la tierra de los Gadarenos al rededor le
rogaron, que se fuese de ellos: porque tenian gran temor. Y el subiendo en el
navio se volvio.
38 Y aquel hombre, del cual habian salido los demonios, le rogo para estar
con el: mas Jesus le despidio, diciendo:
39 Vuelvete a tu casa, y cuenta cuan grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y
el se fue, predicando por toda la ciudad cuan grandes cosas habia Jesus hecho
con el.
40 Y ACONTECIO que volviendo Jesus la compania le recibio: porque todos le
esperaban.
41 Y he aqui, un varon llamado Jairo, el cual tambien era principe de la
sinagoga vino, y cayendo a los pies de Jesus, le rogaba que entrase en su
casa:
42 porque una hija unica que tenia, como de doce anos, se estaba muriendo. Y
yendo, le apretaba la compania.
43 Y una mujer que tenia flujo de sangre ya hacia doce anos, la cual habia
gastado en medicos toda su hacienda, y de ninguno habia podido ser curada,
44 llegandose por las espaldas toco el borde de su vestido: y luego estanco
el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesus dijo: ?Quien [es] el que me ha tocado? Y negando todos,
dijo Pedro y los que estaban con el: Maestro, la compania te aprieta y
oprime, y dices: ?quien [es] el que me ha tocado?
46 Y Jesus dijo: Me ha tocado alguien^: porque yo he conocido que ha salido
virtud de mi.
47 Entonces como la mujer vio que no se escondia, vino temblando, y
postrandose delante de el, le declaro delante de todo el pueblo la causa
porque le habia tocado, y como luego habia sido sana.
48 Y el le dijo: Confia, hija, tu fe te ha salvado: ve en paz.
49 Estando aun el hablando, vino uno del principe de la sinagoga a decirle:
Tu hija es muerta: no des trabajo al Maestro.
50 Y oyendo[lo] Jesus le respondio: No temas: cree solamente, y sera salva.
51 Y entrado en casa, no dejo entrar a nadie [consigo,] sino a Pedro, y a
Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la moza.
52 Y lloraban todos, y la planian. Y el dijo: No lloreis: no es muerta, mas
duerme.
53 Y hacian burla de el, sabiendo que estaba muerta.
54 Y el, echados todos fuera, y trabandola de la mano, clamo, diciendo:
Moza, levantate.
55 Entonces su espiritu volvio, y se levanto luego; y el mando que le diesen
de comer.
56 Y sus padres estaban fuera de si, a los cuales el mando, que a nadie
dijesen lo que habia sido hecho.
CAPITULO 9
1 Y JUNTANDO sus doce discipulos, les dio virtud y potestad sobre todos los
demonios, y que sanasen enfermedades.
2 Y los envio a que predicasen el reino de Dios, y que sanasen los enfermos.
3 Y les dice: No tomeis nada para el camino, ni varas, ni alforja, ni pan,
ni dinero, ni tengais dos vestidos:
4 y en cualquiera casa que entrareis, quedad alli, y salid de alli:
5 y todos los que no os recibieren, saliendoos de aquella ciudad, aun el
polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.
6 Y saliendo [ellos,] rodeaban por todas las aldeas anunciando el Evangelio,
y sanando por todas partes.
7 Y OYO Herodes el tetrarca todas las cosas que hacia, y estaba en duda,
porque decian algunos: Que Juan ha resucitado de los muertos;
8 y otros: Que Elias habia aparecido; y otros: Que algun profeta de los
antiguos habia resucitado.
9 Y dijo Herodes: A Juan yo [le] degolle: ?quien pues sera este, de quien yo
oigo tales cosas? Y procuraba verle.
10 Y VUELTOS los apostoles, le contaron todas las cosas que habian hecho. Y
tomandolos, se aparto aparte a un lugar desierto de la ciudad que se llama
Bethsaida.
11 Lo cual como las companias entendieron, le siguieron; y el los recibio, y
les hablaba del reino de Dios: y sano los que tenian necesidad de cura.
12 Y el dia habia comenzado a declinar; y llegandose los doce, le dijeron:
Despide las companias, para que yendo a las aldeas, y heredades de al
rededor, vayan y hallen viandas: porque aqui estamos en lugar desierto.
13 Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos mas de
cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros a comprar viandas para toda
esta compania.
14 Y estaban como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discipulos:
Hacedlos recostar por mesas de cincuenta en cincuenta.
15 Y asi lo hicieron; y recostaronse todos.
16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los
bendijo; y partio, y dio a sus discipulos para que pusiesen delante de las
companias.
17 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que les sobro, los pedazos,
doce esportones.
18 Y ACONTECIO, que estando el solo orando, estaban con el los discipulos, y
les pregunto, diciendo: ?Quien dicen las companias que soy?
19 Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elias; y
otros, que algun profeta de los antiguos ha resucitado.
20 Y les dijo: ?Y vosotros, quien decis que soy? Entonces respondiendo Simon
Pedro, dijo: El Cristo de Dios.
21 Entonces el amenazandolos, les mando que a nadie dijesen esto,
22 diciendo: Es menester que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y ser
desechado de los ancianos, y de los principes de los sacerdotes, y de los
Escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer dia.
23 Y decia a todos: Si alguno quiere venir en pos de mi, nieguese a si
mismo, y tome su cruz cada dia, y sigame.
24 Porque cualquiera que quisiere salvar su alma, la perdera; y cualquiera
que perdiere su alma por causa de mi, este la salvara.
25 Porque ?que aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y se pierda
el a si mismo, o corra peligro de si?
26 Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras, de este tal el Hijo
del hombre se avergonzara, cuando vendra en su gloria, y del Padre, y de los
santos angeles.
27 Y os digo de verdad, que hay algunos de los que estan aqui, que no
gustaran la muerte, hasta que vean el reino de Dios.
28 Y ACONTECIO que despues de estas palabras, como ocho dias, tomo a Pedro,
y a Juan, y a Jacobo, y subio al monte a orar.
29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra; y su
vestido blanco y resplandeciente.
30 Y he aqui, dos varones que hablaban con el, los cuales eran Moises, y
Elias,
31 que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual habia de
cumplir en Jerusalem.
32 Y Pedro, y los que estaban con el, estaban cargados de sueno; y como
despertaron, vieron su majestad, y a aquellos dos varones que estaban con el.
33 Y acontecio, que apartandose ellos de el, Pedro dice a Jesus: Maestro,
bien es que nos quedemos aqui; y hagamos tres cabanas, una para ti, y una
para Moises, y una para Elias; no sabiendo lo que se decia.
34 Y estando el hablando esto, vino una nube que los cubrio; y tuvieron
temor entrando ellos en la nube.
35 Y vino una voz de la nube, que decia: Este es mi Hijo amado, a el oid.
36 Y pasada aquella voz, Jesus fue hallado solo: y ellos callaron, y por
aquellos dias no dijeron nada a nadie de lo que habian vista.
37 Y ACONTECIO el dia siguiente, que apartandose ellos del monte, gran
compania le salio al encuentro;
38 y he aqui, que un hombre de la compania clamo, diciendo: Maestro, ruegote
que veas a mi hijo que tengo unico:
39 y he aqui, un espiritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza con
espuma, y apenas se aparta de el, quebrantandole:
40 y rogue a tus discipulos que le echasen fuera, y no pudieron.
41 Y respondiendo Jesus, dice: iOh generacion infiel y perversa! ?hasta
cuando tengo de estar con vosotros, y os sufrire? trae tu hijo aca.
42 Y como aun se acercaba, el demonio le derribo, y despedazo: mas Jesus
rino al espiritu inmundo, y sano al muchacho, y le volvio a su padre.
43 Y TODOS estaban fuera de si en la grandeza de Dios, y maravillandose
todos de todas las cosas que hacia, dijo a sus discipulos:
44 Poned vosotros en vuestras orejas estas palabras: porque ha de acontecer
que el Hijo del hombre sera entregado en manos de hombres.
45 Mas ellos no entendian esta palabra: y les era encubierta para que no la
entendiesen; y temian de preguntarle de esta palabra.
46 ENTONCES entraron en disputa, cual de ellos seria el mayor.
47 Mas Jesus, viendo los pensamientos del corazon de ellos, tomo un nino, y
le puso junta a si,
48 y les dice: Cualquiera que recibiere este nino en mi nombre, a mi recibe;
y cualquiera que [me] recibiere a mi, recibe al que me envio: porque el que
fuere el menor entre todos vosotros, este sera el grande.
49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos vista a uno que echaba
fuera demonios en tu nombre, y se lo defendimos, porque no [te] sigue con
nosotros.
50 Jesus le dijo: No [le] defendais, porque el que no es contra nosotros,
por nosotros es.
51 Y ACONTECIO [que] como se cumplio el tiempo en que habia de ser recibido
arriba, el afirmo su rostro para ir a Jerusalem.
52 Y envio mensajeros delante de si, los cuales fueron, y entraron en una
ciudad de los Samaritanos, para aderezarle [alli.]
53 Mas no le recibieron, porque su rostro era de hombre que iba a Jerusalem.
54 Y viendo [esto] sus discipulos, Jacobo y Juan dijeron: Senor, ?quieres
que digamos que descienda fuego del cielo, y los consume, como hizo Elias?
55 Entonces volviendo el, les rino, diciendo: Vosotros no sabeis de que
espiritu sois:
56 porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las vidas de los
hombres, mas para salvar[las.] Y se fueron a otra aldea.
57 Y ACONTECIO que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Senor, [yo] te
seguire donde quiera que fueres.
58 Y le dijo Jesus: las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos
nidos: mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza.
59 Y dijo a otro: Sigueme. Y el dijo: Senor, dejame que primero vaya, y
entierre a mi padre.
60 Y Jesus le dijo: Deja los muertos que entierren a sus muertos; y tu ve,
anuncia el reino de Dios.
61 Entonces tambien dijo otro: Te seguire, Senor: mas dejame que me despida
primero de los que estan en mi casa.
62 Y Jesus le dijo: ninguno que poniendo su mano al arado mirare atras, es
apto para el reino de Dios.
CAPITULO 10
1 Y DESPUES de estas cosas, senalo el Senor aun otros setenta, los cuales
envio de dos en dos, delante de si a todas las ciudades y lugares a donde el
habia de venir.
2 Y les decia: La mies a la verdad [es] mucha, mas los obreros pocos; por
tanto rogad al Senor de la mies que envie obreros a su mies.
3 Andad, he aqui, yo os envio como a corderos en medio de lobos.
4 No lleveis bolsa, ni alforja, ni zapatos; y a nadie saludeis en el camino.
5 En cualquier casa donde entrareis, primeramente decid: Paz [sea] a esta
casa.
6 Y si hubiere alli algun hijo de paz, vuestra paz reposara sobre el; y si
no, se volvera a vosotros.
7 Y posad en aquella misma casa comiendo y bebiendo lo que os dieren: porque
el obrero digno es de su salario. No [os] paseis de casa en casa.
8 Y en cualquier ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os
pusieren delante;
9 y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha allegado a
vosotros el reino de Dios.
10 Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por
sus calles, decid:
11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad sacudimos en
vosotros: esto empero sabed que el reino de los cielos se ha allegado a
vosotros.
12 Y os digo, que los de Sodoma tendran mas remision aquel dia, que aquella
ciudad.
13 iAy de ti, Corazin! iAy de ti, Bethsaida! que si en Tyro, y en Sidon
fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, ya dias ha, que
sentados en cilicio y ceniza, hubieran hecho penitencia:
14 por tanto Tyro y Sidon tendran mas remision que vosotras en el juicio.
15 Y tu, Capharnaum, que hasta los cielos estas levantada, hasta los
enfiernos seras bajada.
16 El que a vosotros oye, a mi oye; y el que a vosotros desecha, a mi
desecha; y el que a mi desecha, desecha al que me envio.
17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Senor, aun los demonios se
nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veia a Satanas, como un rayo, que caia del cielo:
19 he aqui, [yo] os doy potestad de hollar sobre las serpientes, y sobre los
escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo; y nada os danara:
20 mas no os goceis de esto, [a saber,] que los espiritus se os sujeten: mas
antes gozaos de que vuestros nombres estan escritos en los cielos.
21 En aquella misma hora Jesus se alegro en espiritu, y dijo: Te confieso,
oh Padre, Senor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas los
sabios y entendidos, y las has revelado a los pequenos: asi Padre, porque asi
te agrado.
22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie sabe quien sea el
Hijo, sino el Padre; ni quien sea el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo
le quisiere revelar.
23 Y vuelto particularmente a sus discipulos, dijo: Bienaventurados los ojos
que ven lo que vosotros veis:
24 porque os digo, que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros
veis, y no [lo] vieron; y oir lo que ois, y no [lo] oyeron.
25 Y HE aqui, [que] un doctor de la ley se levanto tentandole, y diciendo:
Maestro, ?haciendo que cosa poseere la vida eterna?
26 Y el le dijo: ?Que esta escrito en la ley? ?como lees?
27 Y el respondiendo, dijo: Amaras al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de
toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu
projimo, como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has respondido: haz esto, y viviras.
29 Mas el, queriendose justificar a si mismo, dijo a Jesus: ?Y quien es mi
projimo?
30 Y respondiendo Jesus, dijo: Un hombre descendia de Jerusalem a Jerico, y
cayo en ladrones; los cuales le despojaron, e hiriendole, se fueron,
dejandole medio muerto.
31 Y acontecio, que descendio un sacerdote por el mismo camino; y viendole,
se paso del un lado.
32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viendole, se paso
del un lado.
33 Y un Samaritano, que iba camino, viniendo cerca de el, y viendole, fue
movido a misericordia;
34 y llegandose, le vendo las heridas, echandole aceite y vino; y poniendole
sobre su cabalgadura, le llevo al meson, y le cuido.
35 Y otro dia partiendose, saco dos dineros y los dio al huesped, y le dijo:
Cuidale; y todo lo que de mas gastares, yo cuando vuelva, te lo pagare.
36 ?Quien, pues, de estos tres te parece que fue el projimo de aquel que
cayo en ladrones?
37 Y el dijo: El que uso de misericordia con el. Entonces Jesus le dijo: Ve,
y haz tu lo mismo.
38 Y ACONTECIO, que yendo, entro el en una aldea; y una mujer llamada Marta
le recibio en su casa.
39 Y esta tenia una hermana, que se llamaba Maria, la cual sentandose a los
pies de Jesus oia su palabra.
40 Marta empero se distraia en muchos servicios; y sobreviniendo, dice:
Senor, ?no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? dile, pues, que
me ayude.
41 Respondiendo Jesus entonces, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estas, y
con las muchas cosas estas turbada:
42 empero una cosa es necesaria: mas Maria escogio la buena parte, la cual
no le sera quitada.
CAPITULO 11
1 Y ACONTECIO que estando el orando en un lugar, como acabo, uno de sus
discipulos le dijo: Senor, ensenanos a orar, como tambien Juan enseno a sus
discipulos.
2 Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro, que estas en los cielos,
sea tu nombre santificado. Venga tu reino: sea hecha tu voluntad como en el
cielo [asi] tambien en la tierra.
3 El pan nuestro de cada dia danos[le] hoy.
4 Y perdonanos nuestros pecados, porque tambien nosotros perdonamos a todos
los que nos deben. Y no nos metes en tentacion: mas libranos de mal.
5 Les dijo tambien: ?Quien de vosotros tendra un amigo, e ira a el a media
noche, y le dira: Amigo, prestame tres panes,
6 porque un mi amigo ha venido a mi de camino, y no tengo que ponerle
delante;
7 y el dentro respondiendo, diga, No me seas molesto: la puerta esta ya
cerrada, y mis ninos estan conmigo en la cama: no puedo levantarme, y darte?
8 Os digo, que aunque no se levante a darle por ser su amigo, cierto por su
importunidad se levantara, y le dara todo lo que habra menester.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dara: buscad, y hallareis: tocad, y os sera
abierto.
10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca,
es abierto.
11 ?Y cual padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dara una piedra?
?o, si pescado, en lugar de pescado le dara una serpiente?
12 ?o, si [le] pidiere un huevo, le dara un escorpion?
13 Pues, si vosotros, siendo malos, sabeis dar buenas dadivas a vuestros
hijos, ?cuanto mas vuestro Padre celestial dara el Espiritu Santo a los que
le pidieren de el?
14 TAMBIEN echo fuera un demonio, el cual era mudo; y acontecio, que salido
fuera el demonio, el mudo hablo, y las companias se maravillaron.
15 Y algunos de ellos decian: En Beelzebul, principe de los demonios, echa
fuera los demonios.
16 Y otros, tentando, pedian de el senal del cielo.
17 Mas el, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra si mismo es asolado, y casa cae sobre casa.
18 Y si tambien Satanas esta dividido contra si, ?como estara en pie su
reino? porque decis, que en Beelzebul echo yo fuera los demonios.
19 Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebul, ?vuestros hijos, en
quien los echan fuera? por tanto ellos seran vuestros jueces.
20 Mas si en el dedo de Dios echo fuera los demonios, cierto el reino de
Dios ha llegado a vosotros.
21 Cuando el fuerte armada guarda su palacio, en paz esta lo que posee.
22 Mas si otro mas fuerte que el sobreviniendo le venciere, [le] toma todas
sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos.
23 El que no es conmigo, contra mi es; y el que conmigo no apana, derrama.
24 Cuando el espiritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos
buscando reposo, y no hallando[le], dice: Me volvere a mi casa, de donde
sali.
25 Y viniendo, la halla barrida y adornada.
26 Entonces va, y toma otros siete espiritus peores que el, y entrados
habitan alli; y son las postreras del tal hombre peores que las primeras.
27 Y acontecio, que diciendo [el] estas cosas, una mujer de la compania
levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y las
tetas que mamaste.
28 Y el dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la
guardan.
29 Y juntandose las companias a el, comenzo a decir: Esta generacion mala
es: senal busca, mas senal no le sera dado, sino la senal de Jonas profeta.
30 Porque como Jonas fue senal a los Ninivitas, asi tambien sera el Hijo del
hombre a esta generacion.
31 La reina del austro se levantara en juicio con los hombres de esta
generacion, y los condenara: porque vino de los fines de la tierra a oir la
sabiduria de Salomon: y he aqui, mas que Salomon en este lugar.
32 los hombres de Ninive se levantaran en juicio con esta generacion, y la
condenaran: porque a la predicacion de Jonas hicieron penitencia; y he aqui,
mas que Jonas en este lugar.
33 Nadie pone en oculto el candil encendido, ni debajo del almud; sino en el
candelero, para que los que entran, vean la lumbre.
34 El candil del cuerpo es el ojo: pues si tu ojo fuere simple, tambien todo
tu cuerpo sera resplandeciente: mas si fuere malo, tambien tu cuerpo sera
tenebroso.
35 Mira pues, si la lumbre que en ti hay, es tinieblas.
36 Asi que [siendo] todo tu cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parte
de tiniebla, sera todo luciente como cuando un candil de resplandor te
alumbra.
37 Y DESPUES que hubo hablado, le rogo un Fariseo que comiese con el; y
entrado Jesus, se sento a la mesa.
38 Y el Fariseo como [lo] vio, se maravillo de que no se lavo antes de
comer.
39 Y el Senor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y
del plato limpiais: mas lo que esta dentro de vosotros, esta lleno de rapina
y de maldad.
40 Locos, ?el que hizo lo de fuera, no hizo tambien lo de dentro?
41 Empero lo que resta, dad limosna: y he aqui, todo os sera limpio.
42 Mas iay de vosotros Fariseos! que diezmais la menta, y la ruda, y toda
hortaliza: mas el juicio y la caridad de Dios pasais [de largo.] Empero estas
cosas era menester hacer, y no dejar las otras.
43 iAy de vosotros Fariseos! que amais las primeras sillas en las sinagogas,
y las salutaciones en las plazas.
44 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! que sois como sepulcros
que no se parecen, y los hombres que andan encima no [lo] saben.
45 Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando
dices esto, tambien nos afrentas a nosotros.
46 Y el dijo: iAy de vosotros tambien, doctores de la ley! que cargais los
hombres con cargas que no pueden llevar: mas vosotros, ni aun con un dedo
tocais las cargas.
47 iAy de vosotros! que edificais los sepulcros de los profetas, y los
mataron vuestros padres.
48 Cierto dais testimonio que consentis en los hechos de vuestros padres:
porque a la verdad ellos los mataron, mas vosotros edificais sus sepulcros.
49 Por tanto la sabiduria de Dios tambien dijo: Enviare a ellos profetas y
apostoles, y de ellos [a unos] mataran, y [a otros] perseguiran.
50 Para que de esta generacion sea demandada la sangre de todos los
profetas, que ha sido derramada desde la fundacion del mundo:
51 desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacharias que murio entre el
altar y la casa: asi os digo, sera demandada de esta generacion.
52 iAy de vosotros, doctores de la ley! que [os] tomasteis la llave de la
ciencia: vosotros no entrasteis, y a los que entraban impedisteis.
53 Y diciendoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron a
apretarle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas,
54 acechandole, y procurando de cazar algo de su boca para acusarle.
CAPITULO 12
1 EN esto juntandose muchas companias, tanto que unos a otros se hollaban,
comenzo a decir a sus discipulos: Primeramente guardaos de la levadura de los
Fariseos, que es hipocresia.
2 Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que
no haya de ser sabido.
3 Por tanto las cosas que dijisteis en tinieblas, en lumbre seran oidas; y
lo que hablasteis al oido en las camaras, sera pregonado en los tejados.
4 Mas os digo, amigos mios: No temais de los que matan el cuerpo, y despues
no tienen mas que hagan:
5 mas os ensenare a quien temais: Temed a aquel que despues que hubiere
muerto, tiene potestad de echar en el quemadero: asi os digo: A este temed.
6 ?No se venden cinco pajarillos por dos blancas, y uno de ellos no esta
olvidado de Dios?
7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza, todos estan contados. No temais
pues: de mas estima sois [vosotros] que muchos pajarillos.
8 Pero os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres,
tambien el Hijo del hombre le confesara delante de los angeles de Dios.
9 Mas el que me negare delante de los hombres, sera negado delante de los
angeles de Dios.
10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le sera
perdonado: mas al que blasfemare contra el Espiritu Santo, no [le] sera
perdonado.
11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades,
no esteis solicitos como, o que hayais de responder, o que hayais de decir.
12 Porque el Espiritu Santo os ensenara en la misma hora lo que sera
menester decir.
13 Y LE dijo uno de la compania: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo
la herencia.
14 Mas el le dijo: Hombre, ?quien me puso por juez, o partidor sobre
vosotros?
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de avaricia: porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee.
16 Y les dijo una parabola, diciendo: La heredad de un hombre rico habia
llevado muchos frutos;
17 y [el] pensaba dentro de si, diciendo: ?Que hare, que no tengo donde
junte mis frutos?
18 Y dijo: Esto hare: derribare mis alfolies, y los edificare mayores; y
alli juntare todos mis frutos y mis bienes;
19 y dire a mi alma: Alma, muchos bienes tienes en deposito para muchos
anos: reposate, come, bebe, huelgate.
20 Y le dijo Dios: iLoco! esta noche vuelven a pedir tu alma; ?y lo que has
aparejado, cuyo sera?
21 Asi [es] el que hace para si tesoro, y no es rico en Dios.
22 Y dijo a sus discipulos: Por tanto os digo: No esteis solicitos de
vuestra vida, que comereis; ni del cuerpo, que vestireis.
23 La vida mas es que la comida; y el cuerpo, que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan: que ni tienen
cillero, ni alfoli; y Dios los alimenta: ?cuanto de mas estima sois vosotros
que las aves?
25 ?Quien de vosotros podra con [su] solicitud anadir a su estatura un codo?
26 Pues si no podeis aun lo que es menos, ?para que estareis solicitos de lo
demas?
27 Considerad los lirios, como crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que
ni Salomon con toda su gloria se vistio como uno de ellos.
28 Y si asi viste Dios a la yerba, que hoy esta en el campo, y manana es
echada en el horno, ?cuanto mas a vosotros, [hombres] de poca fe?
29 Vosotros, pues, no procureis que hayais de comer, o que hayais de beber,
y no andeis elevados:
30 porque todas estas cosas las gentes del mundo las buscan: que vuestro
Padre sabe que habeis menester estas cosas.
31 Mas procurad el reino de Dios, y todas estas cosas os seran anadidas.
32 No temais, oh manada pequena, porque al Padre ha placido daros el reino.
33 Vended lo que poseeis, y dad limosna: haceos bolsas que no se envejecen,
tesoro en los cielos que nunca falte: donde ladron no llega, ni polilla
corrompe.
34 Porque donde esta vuestro tesoro, alli tambien estara vuestro corazon.
35 Esten cenidos vuestros lomos, y [vuestros] candiles encendidos;
36 y vosotros, semejantes a hombres que esperan cuando su senor ha de volver
de las bodas; para que cuando viniere y tocare, luego le abran.
37 Bienaventurados aquellos siervos, los cuales, cuando el senor viniere,
hallare velando: de cierto os digo, que [el] se cenira, y hara que se sienten
a la mesa, y pasando les servira.
38 Y aunque venga a la segunda vela, y aunque venga a la tercera vela, y los
hallare asi, bienaventurados son los tales siervos.
39 Esto empero sabed, que si supiese el padre de familia a que hora habia de
venir el ladron, velaria ciertamente, y no dejaria minar su casa.
40 Vosotros, pues, tambien estad apercibidos: porque a la hora que no
pensais, el Hijo del hombre vendra.
41 Entonces Pedro le dijo: Senor, ?dices esta parabola a nosotros, o tambien
a todos?
42 Y dijo el Senor: ?Quien es el mayordomo fiel y prudente, al cual el senor
pondra sobre su familia, para que en tiempo les de [su] racion?
43 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el senor viniere, hallare
haciendo asi.
44 En verdad os digo, que el le pondra sobre todos sus bienes.
45 Mas si el tal siervo dijere en su corazon: Mi senor se tarda de venir y
comenzare a herir los siervos y las criadas, y a comer, y a beber, y a
borrachear,
46 vendra el senor de aquel siervo el dia que [el] no espera, y a la hora
que [el] no sabe; y le apartara, y pondra su suerte con los infieles.
47 Porque el siervo que entendio la voluntad de su senor, y no [se]
apercibio, ni hizo conforme a su voluntad, sera azotado mucho.
48 Mas el que no entendio, e hizo por que ser azotado, sera azotado poco,
porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho sera vuelto a demandar de el; y
al que encomendaron mucho, mas sera de el pedido.
49 Fuego vine a meter en la tierra, ?y que quiero, si ya esta encendido?
50 Empero, de bautismo me es necesario ser bautizado, iy como me angustio
hasta que sea cumplido!
51 ?Pensais que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo: mas disension.
52 Porque estaran de aqui adelante cinco en una casa divididos, tres contra
dos, y dos contra tres.
53 El padre estara dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre: la
madre contra la hija, y la hija contra la madre: la suegra contra su nuera, y
la nuera contra su suegra.
54 Y decia tambien a las companias: Cuando viereis la nube que sale del
poniente, luego decis: Agua viene; y es asi.
55 Y cuando sopla el austro, decis: Que habra calor; y lo hay.
56 iHipocritas! Sabeis examinar la faz del cielo y de la tierra, ?y este
tiempo, como no lo examinais?
57 ?Mas por que aun de vosotros mismos no juzgais lo que es justo?
58 Pues cuando vas al magistrado con tu adversario, procura en el camino de
librarte de el, porque no te traiga al juez, y el juez te entregue al
alguacil, y el alguacil te meta en la carcel.
59 Te digo que no saldras de alla hasta que hayas pagado hasta el postrer
cornado.
CAPITULO 13
1 Y EN este mismo tiempo estaban alli unos que le contaban de los Galileos,
cuya sangre Pilato habia mezclado con sus sacrificios.
2 Y respondiendo Jesus, les dijo: ?Pensais que estos Galileos, porque han
padecido tales cosas, hayan sido mas pecadores que todos los Galileos?
3 No; [yo] os digo: antes si no os enmendareis, todos perecereis asi.
4 O aquellos diez y ocho, sobre los cuales cayo la torre en Siloe, y los
mato, ?pensais que ellos fueron mas deudores que todos los hombres que
habitan en Jerusalem?
5 No; [yo] os digo: antes si no os enmendareis, todos perecereis asi.
6 Y decia esta parabola: Tenia uno una higuera plantada en su vina; y vino a
buscar fruto en ella, y no hallo.
7 Y dijo al vinero: He aqui, tres anos ha que vengo a buscar fruto en esta
higuera, y no [lo] hallo: cortala, ?por que ocupara aun la tierra?
8 El entonces respondiendo, le dijo: Senor, dejala aun este ano, hasta que
[yo] la escave, y la estercole.
9 Y si hiciere fruto, [bien;] y si no, la cortaras despues.
10 Y ENSENABA en una sinagoga en sabados.
11 Y he aqui, una mujer que tenia espiritu de enfermedad diez y ocho anos, y
andaba agoviada que en ninguna manera podia mirar arriba.
12 Y como Jesus la vio, la llamo, y le dijo: Mujer, libre eres de tu
enfermedad.
13 Y pusole las manos encima, y luego se enderezo, y glorificaba a Dios.
14 Y respondiendo un principe de la sinagoga, enojado que Jesus hubiese
curado en sabado, dijo a la compania: Seis dias hay en que es menester obrar:
en estos pues venid, y sed curados; y no en dia de sabado.
15 Entonces el Senor le respondio, y dijo: Hipocrita, ?cada uno de vosotros
no desata en sabado su buey, o su asno del pesebre, y le lleva a beber?
16 Y a esta hija de Abraham, que he aqui, que Satanas la habia ligado diez y
ocho anos. ?no convino desatarla de esta ligadura en dia de sabado?
17 Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios: mas todo
el pueblo se gozaba de todas las cosas que gloriosamente eran por el hechas.
18 Y decia: ?A que es semejante el reino de Dios, y a que le comparare?
19 Semejante es al grano de la mostaza, que tomandole el hombre le metio en
su huerto; y crecio, y fue hecho arbol grande; y las aves del cielo hicieron
nidos en sus ramas.
20 Y otra vez dijo: ?A que comparare al reino de Dios?
21 Semejante es a la levadura, que tomandola la mujer, la esconde en tres
medidas de harina hasta que todo sea leudado.
22 Y PASABA por todas las ciudades y aldeas ensenando, y caminando a
Jerusalem.
23 Y le dijo uno: ?Senor, son pocos los que se salvan? Y el les dijo:
24 Porfiad a entrar por la puerta angosta: porque [yo] os digo, que muchos
procuraran de entrar, y no podran;
25 despues que el padre de familias se levantare, y cerrare la puerta, y
comenzareis a estar fuera, y tocar a la puerta, diciendo: Senor, Senor,
abrenos; y respondiendo [el,] os dira: No os conozco de donde seais.
26 Entonces comenzareis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en
nuestras plazas ensenaste.
27 Y os dira: Digoos, que no os conozco de donde seais: apartaos de mi todos
los obreros de iniquidad.
28 Alli sera el lloro y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a
Isaac, y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros ser
echados fuera.
29 Y vendran [otros] del oriente, y del occidente, y del norte, y del
mediodia, y se sentaran a la mesa en el reino de Dios.
30 Y he aqui, que son postreros, los que eran los primeros; y que son
primeros, los que eran los postreros.
31 AQUEL mismo dia llegaron unos de los Fariseos, diciendole: Sal, y vete de
aqui: porque Herodes te quiere matar.
32 Y les dice: Id, y decid a aquella zorra: He aqui, echo fuera demonios y
acabo sanidades hoy y manana, y trasmanana soy consumado:
33 empero es menester que hoy, y manana, y trasmanana camine: porque no es
posible que profeta muera fuera de Jerusalem.
34 iJerusalem, Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas los que son
enviados a ti, ?cuantas veces quise juntar tus hijos, como el ave sus pollos
debajo de sus alas, y no quisiste?
35 He aqui, os es dejada vuestra casa desierta: y os digo, que no me vereis,
hasta que venga [tiempo] cuando digais: Bendito, el que viene en nombre del
Senor.
CAPITULO 14
1 Y ACONTECIO que entrando en casa de un principe de los Fariseos un sabado
a comer pan, ellos le acechaban.
2 Y he aqui, un hombre hidropico estaba delante de el.
3 Y respondiendo Jesus, dijo a los doctores de la ley, y a los Fariseos,
diciendo: ?Es licito sanar en sabado?
4 Y ellos callaron. Entonces el tomandole, le sano, y le envio.
5 Y respondiendo a ellos, dijo ?El asno o el buey de cual de vosotros caera
en [algun] pozo, y [el] no le sacara luego en dia de sabado?
6 Y no le podian replicar a estas cosas.
7 Y dijo una parabola a los convidados, atento como escogian los primeros
asientos a la mesa, diciendoles:
8 Cuando fueres convidado de alguno a bodas, no te asientes en el primer
lugar: porque podra ser que otro mas honrado que tu sea convidado de el;
9 y viniendo el que te llamo a ti y a el, te diga: Da lugar a este; y
entonces comiences con vergueenza a tener el postrer lugar.
10 Mas cuando fueres llamado, ve, asientate en el postrer lugar; porque
cuando viniere el que te llamo, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendras
gloria delante de los que juntamente se asientan a la mesa.
11 Porque cualquiera que se ensalza, sera humillado; y el que se humilla
sera ensalzado.
12 Y decia tambien al que le habia convidado: Cuando haces comida o cena, no
llamas a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos
ricos: porque tambien ellos no te vuelvan a convidar, y te sea hecha paga.
13 Mas cuando haces banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los
ciegos;
14 y seras bienaventurado: porque no te pueden pagar: mas te sera pagado en
la resurreccion de los justos.
15 Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le
dijo: Bienaventurado el que comera pan en el reino de los cielos.
16 El entonces le dijo: Un hombre hizo una grande cena, y llamo a muchos.
17 Y a la hora de la cena envio a su siervo a decir a los convidados: Venid,
que ya todo esta aparejado.
18 Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado un
cortijo, y he menester de salir, y verle: te ruego que me tengas por
excusado.
19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te
ruego que me tengas por excusado.
20 Y el otro dijo: Me he casado; y por tanto no puedo venir.
21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su senor. Entonces el padre
de la familia, enojado dijo su siervo: Ve presto por las plazas, y por las
calles de la ciudad, y mete aca los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
22 Y dijo el siervo: Senor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar.
23 Y dijo el senor al siervo: Ve por los caminos, y por los vallados, y
fuerzalos a entrar, para que se llene mi casa;
24 porque [yo] os digo, que ninguno de aquellos varones que fueron llamados,
gustara mi cena.
25 Y MUCHAS companias iban con el; y volviendose les dijo:
26 Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e
hijos, y hermanos, y hermanas, y aun tambien su vida, no puede ser mi
discipulo.
27 Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mi, no puede ser mi
discipulo.
28 Porque ?cual de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero
sentado los gastos, si tiene [lo que ha menester] para acabar[la?]
29 Porque despues que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos
los que lo vieren, no comiencen a hacer burla de el,
30 diciendo: Este hombre comenzo a edificar, y no pudo acabar.
31 ?O cual rey, habiendo de ir a hacer guerra contra otro rey, sentandose
primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene
contra el con veinte mil?
32 De otra manera, cuando aun el otro esta lejos, le ruega por la paz,
enviandole embajada.
33 Asi pues cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que
posee, no puede ser mi discipulo.
34 Buena es la sal: mas si la sal fuere desvanecida, ?con que se adobara?
35 Ni para la tierra, ni para el muladar es buena: en la calle la echan.
Quien tiene oidos para oir, oiga.
CAPITULO 15
1 SE llegaban a el todos los publicanos, y pecadores a oirle.
2 Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores
recibe, y con ellos come.
3 Y el les dice esta parabola, diciendo:
4 ?Que hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas,
no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdio, hasta
que la halle?
5 Y hallada, [la] pone sobre sus hombros gozoso;
6 y viniendo a casa, junta a los amigos, y a los vecinos, diciendoles: Dadme
el parabien: porque he hallado mi oveja que se habia perdido.
7 Os digo, que asi habra gozo en el cielo de un pecador que se enmienda,
[mas que] de noventa y nueve justos, que no han menester enmendarse.
8 ?O que mujer que tiene diez dracmas, si perdiere la una dracma, no
enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia, hasta
hallar[la?]
9 Y cuando [la] hubiere hallado, junta las amigas, y las vecinas, diciendo:
Dadme el parabien: porque he hallado la dracma que habia perdido.
10 Asi os digo, que hay gozo en los angeles de Dios de un pecador que se
enmienda.
11 Tambien dice: Un hombre tenia dos hijos;
12 y el mas mozo de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la
hacienda que [me] pertenece. Y [el] les repartio la hacienda.
13 Y despues de no muchos dias, juntandolo todo el hijo mas mozo, se partio
lejos, a una provincia apartada; y alli desperdicio su hacienda viviendo
perdidamente.
14 Y despues que lo hubo todo desperdiciado, vino una grande hambre en
aquella provincia; y comenzole a faltar.
15 Y fue, y se llego a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le
envio a su cortijo, para que apacentase los puercos.
16 Y deseaba henchir su vientre de las mondaduras que comian los puercos;
mas nadie se [las] daba.
17 Y volviendo en si, dijo: iCuantos jornaleros en casa de mi padre tienen
abundancia de pan, y yo aqui perezco de hambre!
18 me levantare, e ire a mi padre, y le dire: Padre, he pecado contra el
cielo, y contra ti:
19 ya no soy digno de ser llamado tu hijo: hazme como a uno de tus
jornaleros.
20 Y levantandose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, le vio su
padre, y fue movido a misericordia; y corriendo a el, se derribo sobre su
cuello, y le beso.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti: ya no
soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle;
y poned anillo en su mano, y zapatos en sus pies;
23 y traed el becerro grueso, y matadle; y comamos, y hagamos banquete:
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido: se habia perdido, y es
hallado. Y comenzaron a hacer banquete.
25 Y su hijo el mas viejo estaba en el campo, el cual como vino, y llego
cerca de casa, oyo la sinfonia y las danzas;
26 y llamando uno de los siervos, le pregunto que era aquello.
27 Y el le dijo: Tu hermano es venido; y tu padre ha muerto el becerro
grueso, por haberle recibido salvo.
28 Entonces [el] se enojo, y no queria entrar. El padre entonces saliendo,
le rogaba [que entrase.]
29 Mas el respondiendo, dijo al padre: He aqui, tantos anos [ha que te]
sirvo, que nunca he traspasado tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito
para que haga banquete con mis amigos:
30 mas despues que vino este tu hijo, que ha engullido tu hacienda con
rameras, le has matado el becerro grueso.
31 El entonces le dijo: Hijo, tu siempre estas conmigo, y todas mis cosas
son tuyas:
32 mas hacer banquete y holgar[nos] era menester: porque este tu hermano
muerto era, y revivio: habiase perdido, y es hallado.
CAPITULO 16
1 Y DECIA tambien a sus discipulos: Habia un hombre rico, el cual tenia un
mayordomo; y este fue acusado delante de el, como disipador de sus bienes.
2 Y le llamo, y le dice: ?Que [es] esto [que] oigo de ti? da cuenta de tu
mayordomia: porque ya no podras mas ser mayordomo.
3 Entonces el mayordomo dijo dentro de si: ?Que hare? que mi senor me quita
la mayordomia: cavar, no puedo: mendigar, tengo vergueenza:
4 [yo] se lo que hare, para que cuando fuere quitado de la mayordomia, me
reciban en sus casas.
5 Y llamando a cada uno de los deudores de su senor, dijo al primero:
?Cuanto debes a mi senor?
6 Y el dijo: Cien batos de aceite. Y le dijo: Toma tu obligacion, y sientate
presto, y escribe cincuenta.
7 Despues dijo a otro: ?Y tu, cuanto debes? Y el dijo: Cien coros de trigo.
Y el le dijo: Toma tu obligacion, y escribe ochenta.
8 Y alabo el senor al mayordomo malo, por haber hecho prudentemente: porque
los hijos de este siglo mas prudentes son que los hijos de luz en su genero.
9 Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando
faltareis, seais recibidos en las moradas eternas.
10 El que es fiel en lo muy poco, tambien en lo mas es fiel; y el que en lo
muy poco es injusto, tambien en lo mas es injusto.
11 Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles, ?lo que es verdadero,
quien os lo confiara?
12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ?lo que es vuestro, quien os lo
dara?
13 Ningun siervo puede servir a dos senores: porque, o aborrecera al uno y
amara al otro, o se allegara al uno, y menospreciara al otro. No podeis
servir a Dios, y a las riquezas.
14 Y oian tambien los Fariseos todas estas cosas, los cuales eran avaros; y
burlaban de el.
15 Y les dice: Vosotros sois los que os justificais a vosotros mismos
delante de los hombres: mas Dios conoce vuestros corazones: porque lo que los
hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominacion.
16 La ley y los profetas hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es
anunciado, y quienquiera hace fuerza contra el.
17 Empero mas facil cosa es perecer el cielo y la tierra, que perderse una
tilde de la ley.
18 Cualquiera que envia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que
se casa con la enviada del marido, adultera.
19 Y habia un hombre rico, que se vestia de purpura y de lino fino, y hacia
cada dia banquete esplendidamente.
20 Habia tambien un mendigo llamado Lazaro, el cual estaba echado a la
puerta de el, lleno de llagas,
21 y deseando hartarse de las migajas que caian de la mesa del rico y aun
los perros venian, y le lamian las llagas.
22 Y acontecio, que murio el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno
de Abraham: y murio tambien el rico, y fue sepultado.
23 Y en el infierno, alzando sus ojos, estando en los tormentos, vio a
Abraham lejos, y a Lazaro en su seno.
24 Entonces el, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mi, y
envia a Lazaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua:
porque soy atormentado en esta llama.
25 Y le dijo Abraham: Hijo, acuerdate que recibiste tus bienes en tu vida, y
Lazaro tambien males: mas ahora este es consolado, y tu atormentado:
26 y ademas de todo esto, una grande sima esta confirmada entre nosotros y
vosotros, que los que quisieren pasar de aqui a vosotros, no pueden, ni de
alla pasar aca.
27 Y dijo: Ruegote^, pues, padre, que le envies a la casa de mi padre:
28 porque tengo cinco hermanos, para que les proteste, porque no vengan
ellos tambien a este lugar de tormento.
29 Y Abraham le dice: A Moises, y a los profetas tienen, oiganlos.
30 El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere a ellos de los
muertos, se enmendaran.
31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moises, y a los profetas, tampoco se
persuadiran, Si alguno se levantare de los muertos.
CAPITULO 17
1 Y A sus discipulos dice: Imposible es que no vengan escandalos: mas iay de
aquel por quien vienen!
2 Mejor le fuera, si una muela [de un molino] de asno le fuera puesta al
cuello, y fuera echado en la mar, que escandalizar uno de estos pequenitos.
3 Mirad por vosotros. Si pecare contra ti tu hermano, reprendele; y si se
arrepintiere, perdonale.
4 Y si siete veces al dia pecare contra ti, y siete veces al dia se volviere
a ti, diciendo: Pesame: perdonale.
5 Y dijeron los apostoles al Senor: Aumentanos la fe.
6 Entonces el Senor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, direis a
este sicomoro: Desarraigate, y plantate en la mar, y os obedeceria.
7 ?Y cual de vosotros tiene un siervo que ara, o apacienta, que vuelto del
campo le diga luego: Pasa, sientate a la mesa?
8 ?No le dice antes: Adereza que cene, y arremangate, y sirveme hasta que
haya comido y bebido; y despues de esto come tu y bebe?
9 ?Hace gracias al siervo porque hizo lo que le habia sido mandado? Pienso
que no.
10 Asi tambien vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado,
decid: Siervos inutiles somos: porque lo que debiamos de hacer hicimos.
11 Y ACONTECIO, que yendo el^ a Jerusalem, pasaba por medio de Samaria, y de
Galilea.
12 Y entrando en una aldea, vinieronle al encuentro [diez] hombres leprosos,
los cuales se pararon de lejos;
13 y alzaron la voz, diciendo: Jesus, Maestro, ten misericordia de nosotros.
14 los cuales como el vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y
acontecio, que yendo ellos, fueron limpios.
15 Entonces el uno de ellos, como se vio que era limpio, volvio,
glorificando a Dios a gran voz.
16 Y se derribo sobre su rostro a sus pies, haciendole gracias: y este era
Samaritano.
17 Y respondiendo Jesus, dijo: ?No son diez los que fueron limpios? ?y los
nueve, donde [estan?]
18 ?no hubo quien volviese, y diese gloria a Dios, sino este extranjero?
19 Y le dijo: Levantate, vete: tu fe te ha salvado.
20 Y PREGUNTADO de los Fariseos, cuando habia de venir el reino de Dios, les
respondio, y dijo: El reino de Dios no vendra manifiesto;
21 ni diran: Hele aqui, o hele alli: porque, he aqui, el reino de Dios entre
vosotros esta.
22 Y dijo a sus discipulos: Tiempo vendra, cuando deseareis ver uno de los
dias del Hijo del hombre, y no le vereis.
23 Y os diran: Hele aqui, o hele alli. No vais ni sigais.
24 Porque como el relampago relampagueando desde una parte que esta debajo
del cielo resplandece hasta la [otra] que esta debajo del cielo, asi tambien
[sera] el Hijo del hombre en su dia:
25 mas primero es menester que padezca mucho, y sea reprobado de esta
generacion.
26 Y como fue en los dias de Noe, asi tambien sera en los dias del Hijo del
hombre:
27 comian, bebian, [maridos] tomaban mujeres, y mujeres maridos, hasta el
dia que entro Noe en el arca; y vino el diluvio, y destruyo a todos.
28 Asimismo tambien como fue en los dias de Lot: comian, bebian, compraban,
vendian, plantaban, edificaban:
29 mas el dia que Lot salio de Sodoma, llovio del cielo fuego y azufre, y
destruyo a todos:
30 como esto sera el dia que el Hijo del hombre se manifestara.
31 En aquel dia, el que estuviere en el tejado, y sus alhajas en casa, no
descienda a tomarlas; y el que en el campo, asimismo no vuelva atras.
32 Acordaos de la mujer de Lot.
33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perdera; y cualquiera que la
perdiere, la salvara.
34 Os digo, que aquella noche estaran dos en una cama: el uno sera tomado, y
el otro sera dejado.
35 Dos [mujeres] estaran moliendo juntas: la una sera tomada, y la otra sera
dejada.
36 Dos estaran en el campo: el uno sera tomado, y el otro sera dejado.
37 Y respondiendole, le dicen: ?Donde, Senor? y el les dijo: Donde
[estuviere] el cuerpo, alla se juntaran tambien las aguilas.
CAPITULO 18
1 Y LES dijo tambien una parabola, que es menester orar siempre, y no
cansarse,
2 diciendo: Habia un juez en una ciudad, el cual ni temia a Dios, ni
respetaba hombre.
3 Habia tambien en aquella ciudad una viuda, la cual venia a el, diciendo:
Defiendeme de mi adversario.
4 Mas el no quiso por tiempo: mas despues de esto, dijo dentro de si: Aunque
ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre;
5 todavia, porque esta viuda me es molesta, la defendere, porque al fin no
venga y me muela.
6 Y dijo el Senor: Oid lo que dice el mal juez:
7 ?y Dios no defendera a sus escogidos que claman a el dia y noche, aunque
sea longanimo acerca de ellos?
8 os digo que los defendera presto: empero el Hijo del hombre, cuando
viniere, ?hallara fe en la tierra?
9 Y dijo tambien a unos, que confiaban de si como justos, y menospreciaban a
los otros, esta parabola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar, el uno Fariseo, y el otro
publicano.
11 El Fariseo en pie oraba consigo de esta manera: Dios, te hago gracias,
que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adulteros; ni aun como
este publicano.
12 Ayuno dos veces en la semana: doy diezmos de todo lo que poseo.
13 Mas el publicano estando lejos, no queria, ni aun alzar los ojos al
cielo: mas heria su pecho, diciendo: Dios, se propicio a mi, pecador.
14 Os digo que este descendio a su casa [mas] justificado que el otro:
porque cualquiera que se ensalza, sera humillado; y el que se humilla, sera
ensalzado.
15 Y TRAIAN a el los ninos para que los tocase, lo cual viendolo los
discipulos, les renian.
16 Mas Jesus llamandolos, dijo: Dejad los ninos venir a mi, y no los
impidais: porque de tales es el reino de Dios:
17 de cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el reino de Dios como
un nino, no entrara en el.
18 Y LE pregunto un principe, diciendo: ?Maestro bueno, que hare para poseer
la vida eterna?
19 Y Jesus le dijo: ?Por que me dices, bueno? ninguno hay bueno sino solo
Dios:
20 los mandamientos sabes: No mataras: No adulteraras: No hurtaras: No diras
falso testimonio: Honra a tu padre, y a tu madre.
21 Y el dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud.
22 Y Jesus oido esto, le dijo: Aun una cosa te falta: todo lo que tienes,
vendelo, y dalo a los pobres, y tendras tesoro en el cielo; y ven, sigueme.
23 Entonces el, oidas estas cosas, fue muy triste, porque era rico mucho.
24 Y viendo Jesus que se habia entristecido mucho, dijo: iCuan
dificultosamente entraran en el reino de Dios, los que tienen dineros!
25 Porque mas facil cosa es entrar un cable por un ojo de una aguja, que un
rico entrar al reino de Dios.
26 Y los que [lo] oian, dijeron: ?Y quien podra ser salvo?
27 Y el les dijo: Lo que es imposible acerca de los hombres, posible es
acerca de Dios.
28 Entonces Pedro dijo: He aqui, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te
hemos seguido.
29 Y el les dijo: De cierto os digo, que nadie hay que haya dejado casa, o
padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
30 que no haya de recibir mucho mas en este tiempo, y en el siglo venidero
la vida eterna.
31 Y JESUS tomando [aparte] los doce, les dijo: He aqui, subimos a
Jerusalem, y seran cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los
profetas del Hijo del hombre.
32 Porque sera entregado a las gentes, y sera escarnecido, e injuriado, y
escupido;
33 y despues que le hubieren azotado, le mataran: mas al tercer dia
resucitara.
34 Mas ellos nada de estas cosas entendian, y esta palabra les era
encubierta; y no entendian lo que se decia.
35 Y ACONTECIO, que acercandose el de Jerico, un ciego estaba sentado junto
al camino mendigando,
36 el cual como oyo la compania que pasaba, preguntaba que era aquello.
37 Y le dijeron, que Jesus Nazareno pasaba.
38 Entonces dio voces, diciendo: Jesus, Hijo de David, ten misericordia de
mi.
39 Y los que iban delante, le renian que callase: mas el clamaba mucho mas:
Hijo de David, ten misericordia de mi.
40 Jesus entonces parandose, mando traerle a si. Y como el llego, le
pregunto^.
41 diciendo: ?Que quieres que te haga? Y el dijo: Senor, que vea.
42 Y Jesus le dijo: Ve: tu fe te ha hecho salvo.
43 Y luego vio, y le seguia, glorificando a Dios: y todo el pueblo como vio
[esto,] dio alabanza a Dios.
CAPITULO 19
1 Y ENTRADO, paso adelante a Jerico.
2 Y he aqui, un varon llamado Zacheo el cual era principe de los publicanos,
y era rico.
3 Y procuraba ver a Jesus quien fuese; y no podia a causa de la multitud,
porque era pequeno de estatura.
4 Y corriendo delante, se subio en un arbol cabrahigo, para verle: porque
habia de pasar por alli.
5 Y como vino a aquel lugar Jesus, mirando le vio, y le dijo: Zacheo, date
priesa, desciende: porque hoy es menester que pose en tu casa.
6 Entonces el descendio a priesa, y le recibio gozoso.
7 Y viendo esto todos, murmuraban, diciendo, que habia entrado a posar con
un hombre pecador.
8 Entonces Zacheo, puesto en pie, dijo al Senor: He aqui, Senor, la mitad de
mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, lo vuelvo
con los cuatro tantos.
9 Y Jesus le dijo: Hoy ha sido salva esta casa: por cuanto tambien el es
hijo de Abraham.
10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar, y a salvar lo que se habia
perdido.
11 Y OYENDO ellos estas cosas, prosiguiendo [el,] dijo una parabola, por
cuanto estaba cerca de Jerusalem; y porque pensaban que luego habia de ser
manifestado el reino de Dios.
12 Y dijo: Un hombre noble se partio a una provincia lejos, para tomar para
si el reino, y volver.
13 Mas llamados diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad
entre tanto que vengo.
14 Empero sus ciudadanos le aborrecian; y enviaron tras de el una embajada,
diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros.
15 Y acontecio, que vuelto el, habiendo tomado el reino, mando llamar a si a
aquellos siervos, a los cuales habia dado el dinero, para saber lo que habia
negociado cada uno.
16 Y vino el primero, diciendo: Senor, tu mina ha ganado diez minas.
17 Y el le dice: Esta bien, buen siervo: pues que en lo poco has sido fiel,
tendras potestad sobre diez ciudades.
18 Y vino otro, diciendo: Senor, tu mina ha hecho cinco minas.
19 Y tambien a este dijo: Tu tambien se sobre cinco ciudades.
20 Y vino otro, diciendo: Senor, he aqui tu mina, la cual he tenido guardada
en un panizuelo:
21 porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio: tomas lo que no pusiste,
y siegas lo que no sembraste.
22 Entonces [el] le dijo : Mal siervo, de tu boca te juzgo: sabias que yo
era hombre recio, que quito lo que no puse, y que siego lo que no sembre:
23 ?por que pues no diste mi dinero al banco: y yo viniendo lo demandara con
el logro?
24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que
tiene las diez minas.
25 Y ellos le dijeron: Senor, tiene diez minas.
26 Porque [yo] os digo que a cualquiera que tuviere, le sera dado: mas al
que no tuviere, aun lo que tiene le sera quitado.
27 Y tambien a aquellos mis enemigos, que no querian que yo reinase sobre
ellos, traedlos aca, y degolladlos delante de mi.
28 Y DICHO esto, iba delante subiendo a Jerusalem.
29 Y acontecio, que llegando cerca de Bethphage, y de Bethania, al monte que
se llama de las Olivas, envio dos de sus discipulos,
30 diciendo: Id a la aldea que esta delante, en la cual como entrareis,
hallareis un pollino atado, en el cual ningun hombre jamas se ha sentado:
desatadle, y traedle.
31 Y si alguien os preguntare: ?Por que [le] desatais? le direis asi: Porque
el Senor le ha menester.
32 Y fueron los que habian sido enviados, y hallaron, como [el] les dijo.
33 Y desatando ellos el pollino, sus duenos les dijeron: ?Por que desatais
el pollino?
34 Y ellos dijeron: Porque el Senor le ha menester.
35 Y le trajeron a Jesus; y echando [ellos] sus vestidos sobre el pollino,
pusieron encima a Jesus.
36 Y yendo el, tendian sus capas por el camino.
37 Y como llegasen ya cerca de la descendida del monte de las Olivas, toda
la multitud de los discipulos, gozandose, comenzaron a alabar a Dios a gran
voz por todas las maravillas que habian visto,
38 diciendo: Bendito el rey que viene en nombre del Senor: paz en cielo, y
gloria en lo altisimo.
39 Entonces algunos de los Fariseos de la compania le dijeron: Maestro,
reprende a tus discipulos.
40 Y el respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaren, las piedras
clamaran.
41 Y como llego cerca, viendo la ciudad, lloro sobre ella,
42 diciendo: Porque tambien tu, si conocieses, a lo menos en este tu dia, lo
que [toca] a tu paz: mas ahora esta encubierto de tus ojos.
43 Por lo cual vendran dias sobre ti, que tus enemigos te cercaran con
baluarte; y te pondran cerco, y de todas partes te pondran en estrecho;
44 y te derribaran a tierra, y a tus hijos, los que estan dentro de ti; y no
dejaran sobre ti piedra sobre piedra: por cuanto no conociste el tiempo de tu
visitacion.
45 Y entrando en el templo, comenzo a echar fuera a todos los que vendian y
compraban en el,
46 diciendoles: Escrito esta: Mi casa, casa de oracion es: mas vosotros la
habeis hecho cueva de ladrones.
47 Y ensenaba cada dia en el templo: mas los principes de los sacerdotes, y
los escribas, y los principes del pueblo procuraban matarle.
48 Y no hallaban que hacerle: porque todo el pueblo estaba suspenso
oyendole.
CAPITULO 20
1 Y ACONTECIO un dia, que ensenando el al pueblo en el templo, y anunciando
el Evangelio, se juntaron los principes de los sacerdotes, y los escribas,
con los ancianos,
2 y le hablan, diciendo: Dinos ?con que potestad haces estas cosas: o quien
es el que te ha dado esta potestad?
3 Respondiendo entonces Jesus, les dijo: Os preguntare yo tambien una
palabra; respondedme:
4 ?El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres?
5 Mas ellos pensaban dentro de si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo; dira;
?Por que pues no le creisteis?
6 Y si dijeremos: De los hombres, todo el pueblo nos apedreara: porque estan
ciertos que Juan era profeta.
7 Y respondieron, que no sabian de donde [habia sido.]
8 Entonces Jesus les dijo: Ni yo os digo con que potestad hago estas cosas.
9 Y comenzo a decir al pueblo esta parabola: Un hombre planto una vina, y la
arrendo a labradores, y se ausento por muchos tiempos.
10 Y al tiempo envio un siervo a los labradores, para que le diesen del
fruto de la vina; y los labradores hiriendole, le enviaron vacio.
11 Y volvio a enviar otro siervo: mas ellos a este tambien herido y
afrentado, le enviaron vacio.
12 Y volvio a enviar al tercer siervo: mas ellos tambien a este echaron
herido.
13 Entonces el senor de la vina dijo: ?Que hare? enviare mi Hijo amado:
quiza cuando a este vieren, tendran respeto.
14 Mas los labradores viendole, pensaron entre si, diciendo: Este es el
heredero: venid, matemosle, para que la heredad sea nuestra.
15 Y echandole fuera de la vina, le mataron. ?Que pues les hara el senor de
la vina?
16 Vendra, y destruira a estos labradores; y dara su vina a otros. Y como
ellos [lo] oyeron, dijeron: Guarda.
17 Mas el mirandolos, dice: ?Que pues es lo que esta escrito: La piedra que
condenaron los edificadores, esta fue por cabeza de esquina?
18 Cualquiera que cayere sobre aquella piedra sera quebrantado: mas sobre el
que la piedra cayere, le desmenuzara.
19 Y procuraban los principes de los sacerdotes y los escribas echarle mano
en aquella hora, mas tuvieron miedo del pueblo: porque entendieron que contra
ellos habia dicho esta parabola.
20 Y ACECHANDOLE, enviaron espiones que se simulasen justos, para tomarle en
palabras, para que le entregasen al principado y a la potestad del
presidente:
21 los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y ensenas
bien; y que no tienes respeto a persona, antes ensenas el camino de Dios con
verdad:
22 ?nos es licito dar tributo a Cesar, o no?
23 Mas el, entendida la astucia de ellos, les dijo: ?Por que me tentais?
24 Mostradme la moneda. ?De quien tiene la imagen, y la inscripcion? Y
respondiendo, dijeron: De Cesar.
25 Entonces les dijo: Pues dad a Cesar lo que es de Cesar; y lo que es de
Dios, a Dios.
26 Y no pudieron reprender su dicho delante del pueblo: antes maravillados
de su respuesta, callaron.
27 Y llegandose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurreccion,
le preguntaron,
28 diciendo: Maestro, Moises nos escribio: Si el hermano de alguno muriere
teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante
simiente a su hermano.
29 Fueron pues siete hermanos y el primero tomo mujer, y murio sin hijos.
30 Y la tomo el segundo, el cual tambien murio sin hijos.
31 Y la tomo el tercero: asimismo tambien todos siete; y no dejaron
simiente, y murieron.
32 Y a la postre de todos murio tambien la mujer.
33 En la resurreccion, pues, ?mujer de cual de ellos sera? porque los siete
la tuvieron por mujer.
34 Entonces respondiendo Jesus, les dijo: los hijos de este siglo se casan,
y [ellas] son dadas en casamiento:
35 mas los que fueren tenidos por dignos de aquel siglo, y de la
resurreccion de los muertos, ni [ellos] se casan, ni [ellas] son dadas en
casamiento.
36 Porque no pueden ya mas morir: porque son iguales a los angeles, y son
hijos de Dios, cuando son hijos de la resurreccion.
37 Y que los muertos hayan de resucitar, Moises aun lo enseno junto al
zarzal, cuando dice al Senor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de
Jacob.
38 Porque Dios no es [Dios] de muertos, mas de vivos: porque todos viven
[cuanto] a el.
39 Y respondiendole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.
40 Y no osaron mas preguntarle algo.
41 Y el les dijo: ?Como dicen que el Cristo es hijo de David?
42 Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Senor a mi
Senor: Asientate a mi diestra,
43 entre tanto que pongo tus enemigos [por] estrado de tus pies.
44 Asi que David le llama Senor, ?como pues es su hijo?
45 Y OYENDOLO todo el pueblo, dijo a sus discipulos:
46 Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las
salutaciones en las plazas: y las primeras sillas en las sinagogas: y los
primeros asientos en las cenas:
47 que engullen las casas de las viudas, poniendo por pretexto la larga
oracion: estos recibiran mayor condenacion.
CAPITULO 21
1 Y MIRANDO, vio los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de la
limosna.
2 Y vio tambien a una viuda pobrecilla, que echaba alli dos minutos.
3 Y dijo: De verdad os digo, que esta viuda pobre echo mas que todos:
4 porque todos estos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios:
mas esta de su pobreza echo todo su sustento que tenia.
5 Y A unos que decian del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y
dones, dijo:
6 Estas cosas que veis, dias vendran, que no quedara piedra sobre piedra que
no sea destruida.
7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ?cuando sera esto? ?y que senal
[habra] cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?
8 El entonces dijo: Mirad, no seais enganados: porque vendran muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy; y el tiempo esta cerca: por tanto no vayais en pos
de ellos.
9 Empero cuando oyereis de guerras y sediciones, no os espanteis: porque es
menester que estas cosas acontezcan primero: mas no luego [sera] el fin.
10 Entonces les dijo: Se levantara gente contra gente, y reino contra reino;
11 y habra grandes terremotos en cada lugar, y hambres, y pestilencias; y
habra prodigios, y grandes senales del cielo.
12 Mas antes de todas estas cosas os echaran mano, y perseguiran,
entregando[os] a las sinagogas, y a las carceles, trayendoos a los reyes, y a
los presidentes, por causa de mi nombre.
13 Y os sera [esto] para testimonio.
14 Poned pues en vuestros corazones de no pensar antes como hayais de
responder.
15 Porque yo os dare boca y sabiduria, a la cual no podran resistir, ni
contradecir todos los que se os opondran.
16 Mas sereis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y
amigos; y mataran de vosotros.
17 Y sereis aborrecidos por todos, por causa de mi nombre.
18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecera.
19 En vuestra paciencia poseereis vuestras vidas.
20 Y cuando viereis a Jerusalem cercada de ejercitos, sabed entonces que su
destruccion ha llegado.
21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que
[estuvieren] en medio de ella, vayanse; y los que en las [otras] regiones, no
entren en ella.
22 Porque estos son dias de venganza, para que se cumplan todas las cosas
que estan escritas.
23 Mas, iay de las prenadas, y de las que crian en aquellos dias! porque
habra apretura grande sobre [esta] tierra, e ira en este pueblo.
24 Y caeran a filo de espada, y seran llevados cautivos por todas las
naciones; y Jerusalem sera hollada de los Gentiles, hasta que los tiempos de
los Gentiles sean cumplidos.
25 Entonces habra senales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en
la tierra apretura de gentes por la confusion del sonido de la mar, y de las
ondas;
26 secandose los hombres a causa del temor, y de la esperanza de las cosas
que sobrevendran a la redondez de la tierra: porque las virtudes de los
cielos seran conmovidas.
27 Y entonces veran al Hijo del hombre, que vendra en la nube, con potestad
y majestad grande.
28 Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras
cabezas: porque vuestra redencion esta cerca.
29 Y les dijo tambien una parabola: Mirad la higuera, y todos los arboles:
30 cuando ya meten, viendolos, de vosotros mismos entendeis que el verano
esta ya cerca:
31 asi tambien vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que
esta cerca el reino de Dios.
32 De cierto os digo, que no pasara esta generacion, hasta que todo sea
hecho.
33 El cielo y la tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran.
34 Y mirad por vosotros; que vuestros corazones no sean cargados de
glotoneria y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente
sobre vosotros aquel dia.
35 Porque como un lazo vendra sobre todos los que habitan sobre la faz de
toda la tierra.
36 Velad, pues, orando a todo tiempo, que seais tenidos dignos de evitar
todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del
hombre.
37 Y ENSENABA entre dia en el templo; y de noche saliendo, estabase en el
monte que se llama de las Olivas.
38 Y todo el pueblo venia a el por la manana, para oirle en el templo.
CAPITULO 22
1 Y ESTABA cerca el dia de la fiesta de los panes sin levadura, que se llama
la Pascua.
2 Y los principes de los sacerdotes, y los escribas procuraban como le
matarian: mas tenian miedo del pueblo.
3 Y entro Satanas en Judas, que tenia por sobrenombre Iscariote, el cual era
uno del numero de los doce.
4 Y fue, y hablo con los principes de los sacerdotes, y con los magistrados,
de como se le entregaria.
5 los cuales se holgaron, y concertaron de darle dinero.
6 Y prometio; y buscaba oportunidad para entregarle a ellos sin las
companias.
7 Y VINO el dia de los panes sin levadura, en el cual era menester matar [el
cordero de] la Pascua.
8 Y envio a Pedro, y a Juan, diciendo: Id, aparejadnos [el cordero de] la
Pascua, para que comamos.
9 Y ellos le dijeron: ?Donde quieres que aparejemos?
10 Y el les dijo: He aqui, como entrareis en la ciudad, os encontrara un
hombre que lleva un cantaro de agua: seguidle hasta la casa donde entrare;
11 y decid al padre de la familia de la casa: El Maestro te dice: ?Donde
esta el aposento donde tengo de comer [el cordero de] la Pascua con mis
discipulos?
12 Entonces el os mostrara un gran cenadero aderezado, aparejad alli.
13 Y yendo [ellos] hallaronlo todo como les habia dicho; y aparejaron [el
cordero de] la Pascua.
14 Y como fue hora, se sento a la mesa; y con el los doce apostoles.
15 Y les dijo: En gran manera he deseado comer con vosotros este [cordero de
la] Pascua antes que padezca:
16 porque os digo, que no comere de el, hasta que sea cumplido en el reino
de Dios.
17 Y tomando el vaso, habiendo hecho gracias, dijo: Tomad esto, y partid
entre vosotros.
18 Porque os digo, que no bebere del fruto de la vid, hasta que el reino de
Dios venga.
19 Y tomando el pan, habiendo hecho gracias, partio, y les dio, diciendo:
Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado: haced esto en memoria de mi.
20 Asimismo tambien [tomo y les dio] el vaso, despues que hubo cenado,
diciendo: Este vaso [es] el nuevo testamento en mi sangre, que por vosotros
se derrama:
21 con todo eso, he aqui, la mano del que me entrega, conmigo en la mesa.
22 Y a la verdad el Hijo del hombre va segun lo que esta determinado: empero
iay de aquel hombre por el cual es entregado!
23 Ellos entonces comenzaron a preguntar entre si, cual de ellos seria el
que habia de hacer esto.
24 Y fue entre ellos una contienda, quien de ellos parecia [que habia de]
ser el mayor.
25 Entonces el les dijo: los reyes de los Gentiles se ensenorean de ellos; y
los que sobre ellos tienen potestad son llamados bienhechores:
26 mas vosotros, no asi: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el
mas mozo; y el que es principe, como el que sirve:
27 porque, ?cual es mayor, el que se asienta a la mesa, o el que sirve? ?no
es el que se asienta a la mesa? y yo soy entre vosotros como el que sirve:
28 empero vosotros sois los que habeis permanecido conmigo en mis
tentaciones:
29 yo pues os ordeno el reino, como mi Padre me lo ordeno [a mi]:
30 para que comais y bebais en mi mesa en mi reino; y os asenteis sobre
tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
31 Dijo tambien el Senor: Simon, Simon, he aqui, [que] Satanas os ha pedido
para zarandaros como a trigo:
32 mas yo he rogado por ti que tu fe no falte; y tu vuelve alguna vez y
confirma a tus hermanos.
33 Y el le dijo: Senor, aparejado estoy a ir contigo, y a carcel, y a
muerte.
34 Y el dijo: Pedro, te digo que el gallo no dara hoy voz antes que [tu]
niegues tres veces que me conoces.
35 Y a ellos dijo: Cuando os envie sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos,
?os falto algo? Y ellos dijeron: Nada.
36 Y les dijo: Pues ahora el que tiene bolsa, tome[la;] y tambien la
alforja; y el que no tiene, venda su capa y compre espada:
37 porque os digo, que aun es menester que se cumpla en mi aquello que esta
escrito: Y con los malos fue contado: porque lo que [esta escrito] de mi,
[su] cumplimiento tiene.
38 Entonces ellos dijeron: Senor, he aqui, dos espadas [hay] aqui. Y el les
dijo: Basta.
39 Y SALIENDO, se fue, como solia, al monte de las Olivas; y sus discipulos
tambien le siguieron.
40 Y como llego a aquel lugar, les dijo: Orad que no entreis en tentacion.
41 Y el se aparto de ellos como un tiro de piedra; y puesto de rodillas,
oro,
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mi: empero no se haga mi
voluntad, mas la tuya.
43 Y le aparecio un angel del cielo, esforzandole.
44 Y puesto en agonia, oraba mas intensamente; y fue su sudor como gotas de
sangre, que descendian hasta la tierra.
45 Y como se levanto de la oracion, y vino a sus discipulos, los hallo
durmiendo de tristeza.
46 Y les dijo: ?Que dormis? levantaos, y orad que no entreis en tentacion.
47 Estando aun hablando el, he aqui, la compania, y el que se llamaba Judas,
uno de los doce, iba delante de ellos; y se llego a Jesus, para besarle.
48 Entonces Jesus le dijo: ?Judas, con beso entregas al Hijo del hombre?
49 Y viendo los que estaban con el lo que habia de ser, le dijeron: Senor,
?heriremos a cuchillo?
50 Y uno de ellos hirio a un siervo del principe de los sacerdotes, y le
quito la oreja derecha.
51 Entonces respondiendo Jesus, dijo: Dejad hasta aqui. Y tocando su oreja,
le sano.
52 Y Jesus dijo a los que habian venido a el, [de] los principes [de] los
sacerdotes, y [de] los magistrados del templo, y [de] los ancianos: ?Como a
ladron habeis salido con espadas y con bastones?
53 habiendo estado con vosotros cada dia en el templo, no extendisteis las
manos en mi: mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.
54 Y PRENDIENDOLE, le trajeron, y metieronle en casa del principe de los
sacerdotes. Y Pedro le seguia de lejos.
55 Y habiendo encendido fuego en medio de la sala, y sentandose todos al
rededor, se sento tambien Pedro entre ellos.
56 Y como una criada le vio que estaba sentado al fuego, puestos los ojos en
el, dijo: Y este con el era.
57 Entonces el lo nego, diciendo: mujer, no le conozco.
58 Y un poco despues viendole otro, dijo: Y tu de ellos eras. Y Pedro dijo:
Hombre, no soy.
59 Y como una hora pasada, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente tambien
este era con el: porque es Galileo.
60 Y Pedro dice: Hombre, no se que te dices. Y luego, estando aun el
hablando, el gallo canto.
61 Entonces, vuelto el Senor, miro a Pedro; y Pedro se acordo de la palabra
del Senor, como le habia dicho: Antes que el gallo de voz me negaras tres
veces.
62 Y saliendo fuera Pedro, lloro amargamente.
63 Y los hombres que tenian a Jesus, burlaban de el, hiriendo[le.]
64 Y cubriendole herian su rostro, y preguntabanle, diciendo: Profetiza,
?quien es el que te hirio?
65 Y decian otras muchas cosas injuriandole.
66 Y COMO fue de dia, se juntaron los ancianos del pueblo, y los principes
de los sacerdotes, y los escribas, y le trajeron a su concilio,
67 diciendo: ?Eres tu el Cristo? dinoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no
creereis;
68 y tambien si os preguntare, no me respondereis, ni [me] soltareis:
69 mas desde ahora el Hijo del hombre se asentara a la diestra de la
potencia de Dios.
70 Y dijeron todos: ?Luego tu Hijo eres de Dios? Y el les dijo: Vosotros
[lo] decis, que yo soy.
71 Entonces ellos dijeron: ?Que mas testimonio deseamos? porque nosotros lo
hemos oido de su boca.
CAPITULO 23
1 LEVANTANDOSE entonces toda la multitud de ellos, llevaronle a Pilato.
2 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A este hemos hallado que pervierte
nuestra nacion, y que veda dar tributo a Cesar, diciendo que el es el Cristo
el Rey.
3 Entonces Pilato le pregunto, diciendo: ?Eres tu el Rey de los Judios? Y
respondiendole el, dijo: Tu [lo] dices.
4 Y Pilato dijo a los principes de los sacerdotes, y a las companias:
Ninguna culpa hallo en este hombre.
5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, ensenando por toda
Judea, comenzando desde Galilea hasta aqui.
6 Entonces Pilato, oyendo de Galilea, pregunto si [este] hombre era Galileo.
7 Y como entendio que pertenecia al senorio de Herodes, le remitio a
Herodes, el cual tambien estaba en Jerusalem en aquellos dias.
8 Y Herodes, viendo a Jesus, se holgo mucho: porque habia mucho que le
deseaba ver: porque habia oido de el muchas cosas; y tenia esperanza que le
veria hacer alguna senal.
9 Y le preguntaba con muchas palabras: mas el nada le respondio.
10 Y estaban los principes de los sacerdotes, y los escribas acusandole con
gran porfia.
11 Mas Herodes con su corte le menosprecio, y escarnecio, vistiendole de una
ropa rica: y le volvio a enviar a Pilato.
12 Y fueron hechos amigos entre si Pilato y Herodes en el mismo dia: porque
antes eran enemigos entre si.
13 Entonces Pilato, convocando los principes de los sacerdotes, y los
magistrados, y el pueblo,
14 les dijo: Me habeis presentado a este por hombre que aparta al pueblo; y
he aqui, yo preguntando delante de vosotros, no he hallado alguna culpa en
este hombre de aquellas de que le acusais:
15 y ni aun Herodes: porque os remiti a el; y he aqui, que ninguna cosa
digna de muerte se le ha hecho:
16 le soltare pues castigado.
17 Y tenia necesidad de soltarles uno en cada fiesta.
18 Y toda la multitud dio voces a una, diciendo: Mata a este, y sueltanos a
Barrabas:
19 el cual habia sido echado en la carcel por una sedicion hecha en la
ciudad, y una muerte.
20 Y les hablo otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesus.
21 Mas ellos volvian a dar voces, diciendo: Crucificale, crucificale.
22 Y el les dijo la tercera vez: ?Por que? ?que mal ha hecho este? ninguna
culpa de muerte he hallado en el: le castigare pues, y le soltare.
23 Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado; y las
voces de ellos, y de los principes de los sacerdotes crecian.
24 Entonces Pilato juzgo que se hiciese lo que ellos pedian.
25 Y les solto a aquel que habia sido echado en la carcel por sedicion y una
muerte, al cual habian pedido y entrego a Jesus a la voluntad de ellos.
26 Y LLEVANDOLE, tomaron a un Simon, Cireneo, que venia del campo, y le
pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesus.
27 Y le seguia grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le
lloraban, y lamentaban.
28 Mas Jesus, vuelto a ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloreis a
mi: mas lloraos a vosotras mismas, y a vuestros hijos.
29 Porque, he aqui, que vendran dias, en que diran: Bienaventuradas las
esteriles, y los vientres que no engendraron, y las tetas que no criaron.
30 Entonces comenzaran a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y los
collados: Cubridnos.
31 Porque si en el arbol verde hacen estas cosas, ?en el seco, que se hara?
32 Y llevaban tambien con el otros dos malhechores a matar con el.
33 Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron
alli; y a los malhechores, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
34 Mas Jesus decia: Padre, perdonalos: porque no saben lo que hacen. Y
partiendo sus vestidos, echaron suertes.
35 Y el pueblo estaba mirando; y burlaban de el los principes con ellos,
diciendo: A otros hizo salvos: salvese a si, si este es el Mesias, el
escogido de Dios.
36 Escarnecian de el tambien los soldados, llegandose, y presentandole
vinagre,
37 y diciendo: Si tu eres el Rey de los Judios, salvate a ti mismo.
38 Y habia tambien un titulo escrito sobre el con letras griegas, y romanas,
y hebraicas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.
39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si
tu eres el Cristo, salvate a ti mismo, y a nosotros.
40 Y respondiendo el otro, le rino, diciendo: ?Ni aun tu temes a Dios,
estando en la misma condenacion?
41 y nosotros a la verdad, justamente [padecemos,] porque recibimos lo que
merecieron nuestros hechos: mas este ningun mal hizo.
42 Y dijo a Jesus: Senor, acuerdate de mi cuando vinieres en tu reino.
43 Entonces Jesus le dijo: De cierto te digo, que hoy seras conmigo en el
Paraiso.
44 Cuando era como la hora de las seis, fueron hechas tinieblas sobre toda
la tierra hasta la hora de las nueve.
45 Y el sol se oscurecio, y el velo del templo se rasgo por medio.
46 Entonces Jesus, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo
mi espiritu. Y habiendo dicho esto, espiro.
47 Y como el centurion vio lo que habia acontecido, dio gloria a Dios,
diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.
48 Y toda la multitud de los que estaban presentes a este espectaculo,
viendo lo que habia acontecido, se volvian hiriendo sus pechos.
49 Mas todos sus conocidos estaban de lejos, y las mujeres que le habian
seguido desde Galilea, mirando estas cosas.
50 Y HE aqui, un varon llamado Joseph, el cual era senador, varon bueno, y
justo:
51 el cual no habia consentido en el consejo ni en los hechos de ellos, de
Arimathea, ciudad de Judea: el cual tambien esperaba el reino de Dios.
52 Este llego a Pilato, y pidio el, cuerpo de Jesus.
53 Y quitado, le envolvio en una sabana, y le puso en un sepulcro que era
labrado de piedra, en el cual aun ninguno habia sido puesto.
54 Y era dia de la vispera de la Pascua; y el sabado se seguia.
55 Y viniendo tambien las mujeres que le habian seguido de Galilea, vieron
el sepulcro, y como fue puesto su cuerpo.
56 Y vueltas aparejaron [drogas] aromaticas, y ungueentos; y reposaron el
sabado conforme al mandamiento.
CAPITULO 24
1 Y EL primer [dia] de los sabados, muy de manana vinieron al monumento;
trayendo las [drogas] aromaticas que habian aparejado; y algunas [otras
mujeres] con ellas.
2 Y hallaron la piedra revuelta [de la puerta] del sepulcro.
3 Y entrando no hallaron el cuerpo del Senor Jesus.
4 Y acontecio, que estando ellas espantadas de esto, he aqui, dos varones
que se pararon junto a ellas, vestidos de vestiduras resplandecientes.
5 Y teniendo ellas temor, y bajando el rostro a tierra, les dijeron: ?Por
que buscais entre los muertos al que viva?
6 no esta aqui, mas ha resucitado: acordaos de lo que os hablo, cuando aun
estaba en Galilea,
7 diciendo: Que es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de
hombres pecadores, y ser crucificado, y resucitar al tercer dia.
8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras.
9 Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y
a todos los demas.
10 Y eran Maria Magdalena, y Juana, y Maria, [madre] de Jacobo, y las demas
que estaban con ellas, las que decian estas cosas a los apostoles.
11 Mas a ellos les parecian como locura las palabras de ellas; y no las
creyeron.
12 Y levantandose Pedro, corrio al sepulcro; y como miro dentro, ve solo los
lienzos [alli] echados, y se fue maravillado entre si de este cosa.
13 Y HE aqui, dos de ellos iban el mismo dia a una aldea que estaba de
Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmaus:
14 e iban hablando entre si de todas aquellas cosas que habian acaecido.
15 Y acontecio, que yendo hablando entre si, y preguntandose el uno al otro,
el mismo Jesus se llego, e iba con ellos juntamente.
16 Mas los ojos de ellos eran detenidos, que no le conociesen.
17 Y les dijo: ?Que platicas son estas que tratais entre vosotros andando, y
estais tristes?
18 Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleophas, le dijo: ?Tu solo
peregrino eres en Jerusalem, que no has sabido las cosas que en ella han
acontecido estos dias?
19 Entonces el les dijo: ?Que? Y ellos le dijeron: De Jesus Nazareno, el
cual fue varon profeta poderoso en obra y en palabra, delante de Dios y de
todo el pueblo:
20 y como le entregaron los principes de los sacerdotes, y nuestros
principes, a condenacion de muerte, y le crucificaron.
21 Mas nosotros esperabamos que el era el que habia de redimir a Israel; y
ahora sobre todo esto, hoy es el tercer dia que esto ha acontecido.
22 Aunque tambien unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales
antes del dia fueron al sepulcro;
23 y no hallando su cuerpo, vinieron, diciendo que tambien habian visto
vision de angeles, los cuales dicen que el vive.
24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron ser asi como las
mujeres habian dicho: mas a el no le vieron.
25 Entonces el les dijo: iOh locos, y tardos de corazon para creer a todo lo
que los profetas han dicho!
26 ?no era menester que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara [asi]
en su gloria?
27 Y comenzando desde Moises, y de todos los profetas, les declaraba [esto]
en todas las escrituras que [eran] de el.
28 Y llegaron a la aldea a donde iban: y el fingio que iba mas lejos.
29 Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quedate con nosotros,
porque se hace tarde, y el dia es ya bajo. Y entro con ellos.
30 Y acontecio, que estando sentado a la mesa con ellos, tomando el pan,
bendijo, y partio, y les dio.
31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron: mas el se
desaparecio de los ojos de ellos.
32 Y decian el uno al otro: ?No ardia nuestro corazon en nosotros, mientras
nos hablaba en el camino, y cuando nos abria las Escrituras?
33 Y levantandose en la misma hora, tornaronse a Jerusalem; y hallaron a los
once congregados, y a los que eran con ellos,
34 que decian: Ha resucitado el Senor verdaderamente, y ha aparecido a
Simon.
35 Entonces ellos contaban las cosas que [les habian acontecido] en el
camino; y como habia sido conocido de ellos en el partir del pan.
36 Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, Jesus se puso en medio de
ellos, y les dijo: Paz [sea] a vosotros.
37 Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veian [algun]
espiritu.
38 Mas el les dice: ?Por que estais turbados, y suben pensamientos a
vuestros corazones?
39 mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad y ved: que el
espiritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
40 Y en diciendo esto, les mostro las manos y los pies.
41 Y no creyendolo aun ellos de gozo y maravillados, les dijo: ?Teneis aqui
algo de comer?
42 Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel.
43 Lo cual el tomo^, y comio delante de ellos:
44 y les dijo: Estas son las palabras que os hable, estando aun con
vosotros: Que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que estan
escritas en la ley de Moises, y en los profetas, y en los Salmos, de mi.
45 Entonces les abrio el sentido, para que entendiesen las Escrituras.
46 Y les dijo: Asi esta escrito, y asi fue menester que el Cristo padeciese,
y resucitase de los muertos al tercer dia:
47 y que se predicase en su nombre penitencia, y remision de pecados, en
todas las naciones, comenzando de Jerusalem.
48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.
49 Y he aqui, yo enviare al prometido de mi Padre sobre vosotros: mas
vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seais investidos de lo
alto de potencia.
50 Y LOS saco fuera hasta Bethania, y alzando sus manos los bendijo.
51 Y acontecio, que bendiciendolos, se fue de ellos, y era llevado arriba al
cielo.
52 Y ellos despues de haberle adorado, se volvieron a Jerusalem con gran
gozo.
53 Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amen.
EL
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU CRISTO
SEGUN
S. JUAN.
CAPITULO 1
1 EN el principio [ya] era la Palabra: y la Palabra era acerca de Dios, y
Dios era la Palabra.
2 Esta era en el principio acerca de Dios.
3 Todas las cosas por esta fueron hechas; y sin ella nada de lo que es
hecho, fue hecho.
4 En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 Y la luz en las tinieblas resplandece: mas las tinieblas no la
comprendieron.
6 FUE un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que
todos creyesen por el.
8 El no era la luz: sino para que diese testimonio de la luz.
9 [Aquella Palabra] era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, que
viene en este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por el, y el mundo no le
conocio.
11 A lo [que era] suyo vino; y los suyos no le recibieron.
12 Mas a todos los que le recibieron, dioles potestad de ser hechos hijos de
Dios, a los que creen en su nombre:
13 los cuales no son engendrados de sangres, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varon, mas de Dios.
14 Y aquella Palabra fue hecha carne, y habito entre nosotros; y vimos su
gloria, gloria como del unigenito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
15 Juan dio testimonio de el, y clamo, diciendo: Este es del que [yo] decia:
El que viene tras mi, es antes de mi: porque es primero que yo.
16 Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.
17 Porque la ley por Moises fue dada: mas la gracia y la verdad por Jesu
Cristo fue hecha.
18 A Moises nadie le vio jamas: el unigenito Hijo que esta en el seno del
Padre, el [nos le] declaro.
19 Y ESTE es el testimonio de Juan, cuando los Judios enviaron de Jerusalem
sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ?Tu, quien eres?
20 Y confeso, y no nego: confeso que el no era el Cristo.
21 Y le preguntaron: ?Que pues? ?eres tu Elias? Dijo: No soy. ?Eres tu
profeta? Y respondio: No.
22 Dijeronle pues: ?Quien eres? para que demos respuesta a los que nos
enviaron: ?que dices de ti mismo?
23 Dijo: Yo, voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del
Senor, como dijo Isaias profeta.
24 Y los que habian sido enviados eran de los Fariseos.
25 Y preguntaronle, y le dijeron: ?Por que pues bautizas, si tu no eres el
Cristo, ni Elias, ni profeta?
26 Y Juan les respondio, diciendo: Yo bautizo con agua: mas en medio de
vosotros ha estado, quien vosotros no conoceis:
27 este es el que ha de venir tras mi, el cual es antes de mi, del cual yo
no soy digno de desatar la correa del zapato.
28 Estas cosas acontecieron en Bethabara de la otra parte del Jordan, donde
Juan bautizaba.
29 El siguiente dia ve Juan a Jesus que venia a el, y dice: He aqui, el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30 Este es del que dije: Tras mi viene un varon, el cual es antes de mi:
porque era primero que yo.
31 Y yo no le conocia: mas para que fuese manifestado a Israel, por eso vine
yo bautizando con agua.
32 Y Juan dio testimonio, diciendo: Que vi al Espiritu que descendia del
cielo como paloma, y reposo sobre el.
33 Y yo no le conocia: mas el que me envio a bautizar con agua, aquel me
dijo: Sobre aquel que vieres descender el Espiritu, y que reposa sobre el,
este es el que bautiza con Espiritu Santo:
34 y yo vi, y he dado testimonio, que este es el Hijo de Dios.
35 El siguiente dia otra vez estaba Juan, y dos de sus discipulos.
36 Y mirando a Jesus que andaba [por alli,] dijo: He aqui, el Cordero de
Dios.
37 Y oyeronle los dos discipulos hablar, y siguieron a Jesus.
38 Y volviendose Jesus, y viendolos seguirle, diceles: ?Que buscais? Y ellos
le dijeron: Rabbi, que declarado, quiere decir, Maestro, ?donde moras?
39 Diceles: Venid, y ved. Vinieron, y vieron donde moraba: y quedaronse con
el aquel dia: porque era como la hora de las diez.
40 Era Andres, el hermano de Simon Pedro, uno de los dos que habian oido de
Juan, y le habian seguido.
41 Este hallo primero a su hermano Simon, y le dijo: Hemos hallado al
Mesias, que declarado es, el Cristo.
42 Y le trajo a Jesus. Y mirandole Jesus, dijo: Tu eres Simon, hijo de
Jonas: tu seras llamado Cephas, que quiere decir, Piedra.
43 El dia siguiente quiso Jesus ir a Galilea, y halla a Felipe; al cual
dice: Sigueme.
44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andres y de Pedro.
45 Felipe hallo a Nathanael, y le dice: Hemos hallado a aquel de quien
escribio Moises en la ley, y los profetas: Jesus, el hijo de Joseph de
Nazaret.
46 Y le dijo Nathanael: ?De Nazaret puede haber algo de bueno? Dicele
Felipe: Ven, y ve.
47 Jesus vio venir a si a Nathanael, y dijo de el: He aqui [un]
verdaderamente Israelita, en el cual no hay engano.
48 Dicele Nathanael: ?De donde me conoces? Respondele Jesus, y le dijo:
Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49 Respondio Nathanael, y le dijo: Rabbi, tu eres el Hijo de Dios; tu eres
el Rey de Israel.
50 Respondio Jesus, y le dijo: Porque te dije: Vite debajo de la higuera,
crees: cosas mayores que estas veras.
51 Y le dice: De cierto, de cierto os digo: De aqui adelante vereis el cielo
abierto, y angeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.
CAPITULO 2
1 Y AL tercer dia hicieronse unas bodas en Cana de Galilea; y estaba alli la
madre de Jesus.
2 Y fue tambien llamado Jesus, y sus discipulos, a las bodas.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesus le dijo: Vino no tienen.
4 Y le dice Jesus: ?Que tengo yo contigo, mujer? aun no ha venido mi hora.
5 Su madre dice a los que servian: Haced todo lo que os dijere.
6 Y estaban alli seis tinajuelas de agua de piedra, conforme a la
purificacion de los Judios, que cabia en cada una dos o tres cantaros.
7 Diceles Jesus: Llenad estas tinajuelas de agua. Y las llenaron hasta
arriba.
8 Y diceles: Sacad ahora, y presentad al maestresala. Y presentaronle.
9 Y como el maestresala gusto el agua hecha vino, que no sabia de donde era:
mas los que servian, lo sabian, que habian sacado el agua: el maestresala
llama al esposo,
10 y le dice: Todo hombre pone primero el buen vino; y cuando [ya] estan
hartos, entonces lo que es peor: mas tu has guardado el buen vino hasta
ahora.
11 Este principio de senales hizo Jesus en Cana de Galilea, y manifesto su
gloria; y sus discipulos creyeron en el.
12 Despues de esto descendio a Capharnaum, el, y su madre, y hermanos, y
discipulos; y estuvieron alli no muchos dias.
13 Y ESTABA cerca la Pascua de los Judios, y subio Jesus a Jerusalem.
14 Y hallo en el templo los que vendian bueyes, y ovejas, y palomas, y los
cambiadores sentados.
15 Y hecho un azote de cuerdas, echolos a todos del templo, y las ovejas, y
los bueyes, y derramo los dineros de los cambiadores, y trastorno las mesas.
16 Y a los que vendian las palomas dijo: Quitad de aqui esto, y no hagais la
casa de mi Padre casa de mercado.
17 Entonces se acordaron sus discipulos que esta escrito: El celo de tu casa
me comio.
18 Y los Judios respondieron, y le dijeron: ? Que senal nos muestras de que
haces esto?
19 Respondio Jesus, y les dijo: Destruid este templo, y en tres dias [yo] le
levantare.
20 Dijeron luego los Judios: ?En cuarenta y seis anos fue este templo
edificado, y tu en tres dias le levantaras?
21 Mas el hablaba del templo de su cuerpo.
22 Por tanto cuando resucito de los muertos, sus discipulos se acordaron que
les habia dicho esto, y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesus
habia dicho.
23 Y estando en Jerusalem en la Pascua, en el dia de la fiesta, muchos
creyeron en su nombre, viendo sus senales que hacia.
24 Mas el mismo Jesus no se confiaba a si mismo de ellos, porque el conocia
a todos,
25 y no tenia necesidad que alguien le diese testimonio del hombre: porque
el sabia lo que habia en el hombre.
CAPITULO 3
1 Y HABIA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, principe de los
Judios.
2 Este vino a Jesus de noche, y le dijo: Rabbi, sabemos que has venido de
Dios [por] maestro: porque nadie puede hacer estas senales que tu haces, si
no fuere Dios con el.
3 Respondio Jesus, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.
4 Dicele Nicodemo: ?Como puede el hombre nacer, siendo viejo? ?puede entrar
otra vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondio Jesus: De cierto, de cierto te digo, que el que no renaciere de
agua y de Espiritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido de Espiritu,
espiritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Necesario os es nacer otra vez.
8 El viento de donde quiere sopla; y oyes su sonido, mas ni sabes de donde
viene, ni donde vaya: asi es todo aquel que es nacido de Espiritu.
9 Respondio Nicodemo, y le dijo: ?Como puede esto hacerse?
10 Respondio Jesus, y le dijo: ?Tu eres el maestro de Israel, y no sabes
esto?
11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos; y lo que hemos
visto, testificamos, y no recibis nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenas, y no creeis: ?como creereis, si os dijere
las celestiales?
13 Y nadie subio al cielo, sino el que descendio del cielo, [es a saber,] el
Hijo del hombre, que esta en el cielo.
14 Y como Moises levanto la serpiente en el desierto, asi es necesario que
el Hijo del hombre sea levantado:
15 para que todo aquel que en el creyere, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
16 Porque de tal manera amo Dios al mundo, que haya dado a su Hijo
unigenito: para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
17 Porque no envio Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo: mas
para que el mundo sea salvo por el.
18 El que en el cree, no es condenado: mas el que no cree, ya es condenado:
porque no creyo en el nombre del unigenito Hijo de Dios.
19 Y esta es la condenacion, [es a saber,] porque la luz vino al mundo, y
los hombres amaron mas las tinieblas que la luz: porque sus obras eran malas.
20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz,
porque sus obras no sean redargueidas.
21 Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean
manifiestas, que son hechas en Dios.
22 PASADO esto, vino Jesus y sus discipulos a una tierra de Judea; y estaba
alli con ellos, y bautizaba.
23 Y bautizaba tambien Juan en Enon junto a Salim, porque habia muchas
aguas; y venian, y eran bautizados.
24 Porque aun Juan no habia sido puesto en la carcel.
25 Y hubo cuestion entre los discipulos de Juan y los Judios acerca de la
purificacion.
26 Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabbi, el que estaba contigo de la otra
parte del Jordan, del cual te diste testimonio, he aqui, bautiza, y todos
vienen a el.
27 Respondio Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo si no le fuere
dado del cielo.
28 Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo: mas soy
enviado delante de el.
29 El que tiene la esposa, es el esposo: mas [el] amigo del esposo, que esta
en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Asi, pues, este mi
gozo es cumplido.
30 A el conviene crecer: mas a mi ser disminuido.
31 El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno
es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es.
32 Y lo que vio y oyo, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
33 El que recibe su testimonio, este signo, que Dios es verdadero:
34 porque el que Dios envio, las palabras de Dios habla: porque no [le] da
Dios el Espiritu por medida.
35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dio en su mano.
36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna: mas el que al Hijo es
incredulo, no vera la vida: mas la ira de Dios esta sobre el.
CAPITULO 4
1 DE manera que, como Jesus entendio que los Fariseos habian oido que Jesus
hacia discipulos, y bautizaba mas que Juan,
2 (aunque Jesus no bautizaba, sino sus discipulos,)
3 dejo a Judea, y se fue otra vez a Galilea.
4 Y era menester que pasase por Samaria.
5 Vino pues a una ciudad de Samaria que se llama Sichar, junto a la heredad
que Jacob dio a Joseph su hijo.
6 Y estaba alli la fuente de Jacob. Asi que Jesus, cansado del camino, asi
se sento al lado de la fuente. Era como la hora de las seis.
7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua: y Jesus le dice: Dame de beber.
8 (Porque sus discipulos eran idos a la ciudad a comprar de comer.)
9 Y la mujer Samaritana le dice: ?Como tu, siendo Judio, me demandas a mi de
beber' que soy mujer Samaritana? Porque los Judios no se tratan con los
Samaritanos.
10 Respondio Jesus, y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quien es el
que te dice: Dame de beber: tu pedirias de el, y el te daria agua viva.
11 La mujer le dice: Senor, no tienes con que sacarla, y el pozo es hondo:
?de donde, pues, tienes el agua viva?
12 ? eres tu mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual
el bebio, y sus hijos, y sus ganados?
13 Respondio Jesus, y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volvera
a tener sed:
14 mas el que bebiere del agua que yo le dare, para siempre no tendra sed:
mas el agua que yo le dare, sera en el fuente de agua, que salte para vida
eterna
15 La mujer le dice: Senor, dame esta agua, para que [yo] no tenga sed, m
venga aca a sacarla.
16 Jesus le dice: Ve, llama a tu marido, y ven aca.
17 Respondio la mujer, y le dijo: No tengo marido. Dicele Jesus: Bien has
dicho, que no tengo marido:
18 porque cinco maridos has tenido; y el que ahora tienes, no es tu marido:
esto has dicho con verdad.
19 Dicele la mujer: Senor, pareceme que tu eres profeta:
20 nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decis, que en
Jerusalem es el lugar donde es menester adorar.
21 Dicele Jesus: Mujer, creeme, que la hora viene, cuando ni en este monte,
ni en Jerusalem adorareis al Padre:
22 vosotros adorais lo que no sabeis: nosotros adoramos lo que sabemos:
porque la salud viene de los Judios:
23 mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran
al Padre en espiritu y en verdad: porque tambien el Padre tales adoradores
busca que le adoren:
24 Dios es Espiritu, y los que le adoran, en espiritu y en verdad es
menester que adoren.
25 Dicele la mujer: [Yo] se que el Mesias ha de venir, el cual se dice, el
Cristo: cuando el viniere, nos declarara todas las cosas.
26 Dicele Jesus: Yo soy, que hablo contigo.
27 Y en esto vinieron sus discipulos, y se maravillaron de que hablaba con
[aquella] mujer: mas ninguno le dijo: ?Que preguntas; o, que hablas con ella?
28 Entonces la mujer dejo su cantaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos
hombres:
29 Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ?si es quiza
el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a el.
31 Entre tanto los discipulos le rogaban, diciendo: Rabbi, come.
32 Y el les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabeis.
33 Entonces los discipulos decian el uno al otro: ?Si le ha traido alguien
de comer?
34 Diceles Jesus: Mi comida es, que [yo] haga la voluntad del que me envio,
y que acabe su obra.
35 ?No decis vosotros que aun hay cuatro meses hasta la siega? He aqui, [yo]
os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones: porque ya estan blancas
para la siega.
36 Y el que siega recibe salario, y allega fruto para vida eterna: para que
el que siembra tambien goce, y el que siega.
37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y otro
es el que siega.
38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis: otros labraron, y
vosotros habeis entrado en sus labores.
39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en el por la
palabra de la mujer, que daba testimonio, [diciendo:] Que me dijo todo lo que
he hecho.
40 Mas viniendo los Samaritanos a el, le rogaron que se quedase alli: y se
quedo alli dos dias.
41 Y creyeron muchos mas por la palabra de el.
42 Y decian a la mujer: Que ya no creemos por tu dicho: porque nosotros
mismos hemos oido, y sabemos, que verdaderamente este es el Salvador del
mundo, el Cristo.
43 Y dos dias despues salio de alli, y se fue a Galilea.
44 Porque el mismo Jesus dio testimonio: Que el profeta en su tierra no
tiene honra.
45 Y como vino a Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas
que habia hecho en Jerusalem en el dia de la fiesta: porque tambien ellos
habian venido al dia de la fiesta.
46 Vino pues Jesus otra vez a Cana de Galilea, donde habia hecho el vino del
agua: y habia en Capharnaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Este, como oyo que Jesus venia de Judea en Galilea, fue a el, y le rogaba
que descendiese, y sanase su hijo: porque se comenzaba a morir.
48 Entonces Jesus le dijo: Si no viereis senales y milagros, no creereis.
49 El del rey le dijo: Senor, desciende antes que mi hijo muera.
50 Dicele Jesus: Ve, tu hijo vive. Creyo el hombre a la palabra que Jesus le
dijo, y se fue.
51 Y viniendo ya el, los siervos le salieron a recibir, y le dieron nuevas,
diciendo: Tu hijo vive.
52 Entonces el les pregunto a que hora comenzo a estar mejor; y le dijeron:
Ayer a las siete le dejo la fiebre.
53 El padre entonces entendio, que aquella hora era cuando Jesus le dijo: Tu
hijo vive: y creyo el, y toda su casa.
54 Esta segunda senal volvio Jesus a hacer cuando vino de Judea a Galilea.
CAPITULO 5
1 DESPUES de estas cosas, era un dia de fiesta de los Judios, y subio Jesus
a Jerusalem.
2 Y esta en Jerusalem a [la Puerta] del Ganado un estanque, que en hebraico
es llamado Beth-esda, el cual tiene cinco portales.
3 En estos estaba echada grande multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos,
que estaban esperando el movimiento del agua:
4 porque el angel descendia a cierto tiempo al estanque, y revolvia el agua;
y el que primero descendia en el estanque, despues del movimiento del agua,
era sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5 Y estaba alli un hombre, que habia treinta y ocho anos que estaba enfermo.
6 Como Jesus vio a este echado, y entendio que ya habia mucho tiempo,
dicele: ?Quieres ser sano?
7 Y el enfermo le respondio: Senor, no tengo hombre, que cuando el agua
fuere revuelta, me meta en el estanque: porque entre tanto que yo vengo, otro
antes de mi ha descendido.
8 Dicele Jesus: Levantate, toma tu lecho, y anda.
9 Y luego aquel hombre fue sano, y tomo su lecho, e ibase: y era sabado
aquel dia.
10 Entonces los Judios decian a aquel que habia sido sanado: Sabado es, no
te es licito llevar tu lecho.
11 Respondioles: El que me sano, el mismo me dijo: Toma tu lecho, y anda.
12 Y le preguntaron entonces: ?Quien es el que te dijo: Toma tu lecho, y
anda?
13 Y el que habia sido sanado, no sabia quien fuese: porque Jesus se habia
apartado de la compania que estaba en aquel lugar.
14 Despues le hallo Jesus en el templo, y le dijo: He aqui, eres [ya] sano:
no peques mas, porque no te venga alguna cosa peor.
15 El se fue [entonces,] y dio aviso a los Judios, que Jesus era el que le
habia sanado.
16 Y por esta causa los Judios perseguian a Jesus, y procuraban matarle,
porque hacia estas cosas en sabado.
17 Y Jesus les respondio: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro.
18 Entonces mas procuraban los Judios matarle: porque no solo quebrantaba el
sabado, mas aun tambien a su padre llamaba Dios, haciendose igual a Dios.
19 Respondio pues Jesus, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: [Que] no
puede el Hijo hacer algo de si mismo, sino viere hacer al Padre; porque todo
lo que el hace, esto tambien hace el Hijo juntamente.
20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que el hace; y
mayores obras que estas le mostrara, que vosotros os maravilleis.
21 Porque como el Padre levanta los muertos, y [les] da vida, asi tambien el
Hijo a los que quiere da vida.
22 Porque el Padre a nadie juzga: mas todo el juicio dio al Hijo,
23 para que todos honren al Hijo, como honran al Padre: el que no honra al
Hijo, no honra al Padre que le envio.
24 De cierto, de cierto os digo: [Que] el que oye mi palabra, y cree al que
me envio, tiene vida eterna; y no vendra a juicio, mas paso de muerte a vida.
25 De cierto, de cierto os digo: [Que] vendra hora, y ahora es, cuando los
muertos oiran la voz del Hijo de Dios, y los que oyeren, viviran.
26 Porque como el Padre tiene vida en si mismo, asi dio tambien al Hijo que
tuviese vida en si mismo.
27 Y tambien le dio poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre.
28 No os maravilleis de esto: porque vendra hora, cuando todos los que estan
en los sepulcros oiran su voz:
29 y los que hicieron bienes, saldran a resurreccion de vida: mas los que
hicieron males, a resurreccion de juicio.
30 No puedo yo de mi mismo hacer algo: como oigo, juzgo; y mi juicio es
justo: porque no busco mi voluntad, mas la voluntad de aquel que me envio,
del Padre.
31 Si yo doy testimonio de mi mismo, mi testimonio no es verdadero.
32 Otro es el que da testimonio de mi; y se que el testimonio que da de mi,
es verdadero.
33 Vosotros enviasteis a Juan, y [el] dio testimonio a la verdad.
34 Mas yo no tomo el testimonio de hombre: mas digo esto, para que vosotros
seais salvos.
35 El era candil que ardia, y alumbraba: mas vosotros quisisteis engreiros
por un poco a su luz.
36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan: porque las obras que el
Padre me dio que cumpliese, [es a saber,] las mismas obras que yo hago, dan
testimonio de mi, que el Padre me haya enviado.
37 Y el que me envio, el Padre, el dio testimonio de mi. Ni nunca habeis
oido su voz, ni habeis visto su parecer,
38 ni teneis su palabra permanente en vosotros: porque al que el envio, a
este vosotros no creeis.
39 Escudrinad las Escrituras: porque a vosotros os parece, que en ellas
teneis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi:
40 y no quereis venir a mi, para que tengais vida.
41 Gloria de los hombres no recibo.
42 Mas yo os conozco, que no teneis amor de Dios en vosotros.
43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibis: si otro viniere en
su propio nombre, a aquel recibireis.
44 ?Como podeis vosotros creer, pues tomais la gloria los unos de los otros?
y no buscais la gloria que de solo Dios viene.
45 No penseis que os tengo de acusar delante del Padre: hay quien os acusa,
Moises, en quien vosotros esperais.
46 Porque si vosotros creyeseis a Moises, creeriais a mi: porque de mi
escribio el.
47 Y si a sus escritos no creeis, ?como creereis a mis palabras?
CAPITULO 6
1 PASADAS estas cosas, se fue Jesus de la otra parte de la mar de Galilea,
[que es] de Tiberias.
2 Y seguiale grande multitud, porque veian sus senales que hacia en los
enfermos.
3 Subio pues Jesus a un monte, y estuvo alli con sus discipulos.
4 Y estaba cerca la Pascua, el dia de la fiesta de los Judios.
5 Y como alzo Jesus los ojos, y vio que habia venido a el grande multitud,
dice a Felipe: ?De donde compraremos pan para que coman estos?
6 Mas esto decia tentandole: porque el sabia lo que habia de hacer.
7 Respondiole Felipe: Doscientos dineros de pan no les bastaran, para que
cada uno de ellos tome un poco.
8 Dicele uno de sus discipulos, Andres, hermano de Simon Pedro:
9 Un muchacho esta aqui que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos:
?mas que es esto entre tantos?
10 Entonces Jesus dijo: Haced recostar la gente. Y habia mucha yerba en
aquel lugar; y recostaronse como numero de cinco mil varones.
11 Y tomo Jesus aquellos panes, y habiendo hecho gracias, repartio a los
discipulos, y los discipulos a los que estaban recostados: asimismo de los
panes cuanto querian.
12 Y como fueron hartos, dijo a sus discipulos: Coged los pedazos que han
quedado, porque no se pierda nada.
13 Cogieron pues, y llenaron doce esportones de pedazos de los cinco panes
de cebada, que sobraron a los que habian comido.
14 Aquellos hombres entonces, como vieron la senal que Jesus habia hecho,
decian: Que este verdaderamente es el Profeta, que habia de venir al mundo.
15 Y entendiendo Jesus que habian de venir para arrebatarle, y hacerle rey,
volvio a huirse al monte el solo.
16 Y como se hizo tarde, descendieron sus discipulos a la mar,
17 y entrando en un navio, venian de la otra parte de la mar hacia
Capharnaum. Y era ya oscuro, y Jesus no habia venido a ellos.
18 Y la mar se comenzo a levantar con un gran viento.
19 Y como hubieron navegado como veinte y cinco, o treinta estadios, ven a
Jesus que andaba sobre la mar, y se acercaba al navio; y tuvieron miedo.
20 Mas el les dijo: Yo soy: no tengais miedo.
21 Y ellos le recibieron de buena gana en el navio, y luego el navio llego a
la tierra donde iban.
22 El dia siguiente la compania que estaba de la otra parte de la mar, como
vio que no habia alli otra navecilla sino una, en la cual se habian entrado
sus discipulos, y que Jesus no habia entrado con sus discipulos en el navio,
mas que sus discipulos solos se habian ido;
23 y que otras navecillas habian arribado de Tiberias, junto al lugar donde
habian comido el pan, despues de haber el Senor hecho gracias;
24 como vio pues la compania que Jesus no estaba alli, ni sus discipulos,
entraron ellos tambien en las navecillas, y vinieron a Capharnaum buscando a
Jesus.
25 Y hallandole de la otra parte de la mar, dijeronle: ?Rabbi, cuando
llegaste aca?
26 Respondioles Jesus, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que me buscais,
no por las senales que habeis visto, mas por el pan que comisteis, y os
hartasteis.
27 Obrad, no [por] la comida que perece, mas [por] la comida que a vida
eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dara: porque a este senalo el
Padre, [es a saber,] Dios.
28 Y le dijeron: ?Que haremos para que obremos las obras de Dios?
29 Respondio Jesus, y les dijo: Esta es la obra de Dios, [es a saber,] que
creais en el que el envio.
30 Dijeronle entonces: ?Que senal pues haces tu, para que veamos, y te
creamos? ?que obras?
31 nuestros padres comieron el mana en el desierto, como esta escrito: Pan
del cielo les dio a comer.
32 Y Jesus les dijo: De cierto, de cierto os digo, [que] no os dio Moises
pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo:
33 porque el pan de Dios es aquel que descendio del cielo, y da vida al
mundo.
34 Y dijeronle: Senor, danos siempre este pan.
35 Y Jesus les dijo: Yo soy el pan de vida: el que a mi viene, nunca tendra
hambre: y el que en mi cree, no tendra sed jamas.
36 Mas [ya] os he dicho, que aunque me habeis visto, no [me] creeis.
37 Todo lo que el Padre me da, vendra a mi; y al que a mi viene no le echo
fuera.
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la
voluntad de aquel que me envio.
39 Y esta es la voluntad de aquel que me envio, [es a saber,] del Padre: Que
todo lo que me diere, no pierda de ello, mas que lo resucite en el dia
postrero.
40 Y esta es la voluntad de aquel que me envio: Que todo aquel que ve al
Hijo, y cree en el tenga vida eterna; y yo le resucitare en el dia postrero.
41 Murmuraban entonces de el los Judios, porque habia dicho: Yo soy el pan
que descendi del cielo.
42 Y decian: ?No es este Jesus, el hijo de Joseph, cuyo padre y madre
nosotros conocemos? ?como pues dice este: Que del cielo he descendido?
43 Y Jesus respondio, y les dijo: No murmureis entre vosotros.
44 Ninguno puede venir a mi, si el Padre que me envio, no le trajere; y yo
le resucitare en el dia postrero.
45 Escrito esta en los Profetas: Y seran todos ensenados de Dios; asi que
todo aquel que oyo del Padre, y aprendio, viene a mi.
46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, este ha
visto al Padre.
47 De cierto, de cierto os digo, [que] el que cree en mi, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de vida.
49 Vuestros padres comieron el mana en el desierto, y son muertos.
50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de el comiere, no
muera.
51 Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo: si alguno comiere de este
pan vivira para siempre: y el pan que yo dare es mi carne, la cual yo dare
por la vida del mundo.
52 Entonces los Judios contendian entre si, diciendo: ?Como puede este
darnos su carne a comer?
53 Y Jesus les dijo: De cierto, de cierto os digo, [que] si no comiereis la
carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendreis vida en
vosotros.
54 El que come mi carne, y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le
resucitare en el dia postrero.
56 Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es
bebida.
56 El que come mi carne, y bebe mi sangre, en mi permanece, y yo en el.
57 Como me envio el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asi tambien el
que me come, el tambien vivira por mi.
58 Este es el pan que descendio del cielo: no como vuestros padres comieron
el mana, y son muertos: el que come de este pan, vivira eternamente.
59 Estas cosas dijo en la sinagoga, ensenando en Capharnaum.
60 Y muchos de sus discipulos oyendo[le,] dijeron: Dura es esta palabra, ?y
quien la puede oir?
61 Y sabiendo Jesus en si mismo que sus discipulos murmuraban de esto, les
dijo: ?Esto os escandaliza?
62 ?Pues [que sera,] si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba
primero?
63 El espiritu es el que da vida: la carne a nada aprovecha: las palabras
que yo os hablo, espiritu son, y vida son.
64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesus desde el principio
sabia quienes eran los que no habian de creer, y quien le habia de entregar.
65 Y decia: Por eso os he dicho: Que ninguno puede venir a mi, si no le
fuere dado de mi Padre.
66 Desde esto muchos de sus discipulos volvieron atras, y ya no andaban con
el.
67 Dijo entonces Jesus a los doce: ?Quereis vosotros iros tambien?
68 Y respondiole Simon Pedro: ?Senor, a quien iremos? tienes palabras de
vida eterna:
69 y nosotros creemos y conocemos, que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios
viviente.
70 Jesus les respondio: ?No os he yo escogido doce, y el uno de vosotros es
diablo?
71 Y hablaba de Judas Iscariote, [hijo] de Simon: porque este era el que le
habia de entregar, el cual era uno de los doce.
CAPITULO 7
1 Y pasadas estas cosas andaba Jesus en Galilea: que no queria andar en
Judea, porque los Judios procuraban de matarle.
2 Y ERA cerca el dia de la fiesta de los Judios, de las cabanas.
3 Y dijeronle sus hermanos: Pasate de aqui, y vete a Judea, para que tus
discipulos vean tus obras que haces:
4 que ninguno que procure ser claro, hace algo en oculto: si estas cosas
haces, manifiestate al mundo.
5 Porque ni aun sus hermanos creian en el.
6 Diceles entonces Jesus: Mi tiempo aun no es venido: mas vuestro tiempo
siempre es presto.
7 No puede el mundo aborreceros a vosotros: mas a mi me aborrece, porque yo
doy testimonio de el, que sus obras son malas.
8 Vosotros subid a esta fiesta: yo no subo aun a esta fiesta; porque mi
tiempo no es aun cumplido.
9 Y habiendoles dicho esto, se quedo en Galilea.
10 Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces el tambien subio a la
fiesta, no manifiestamente, mas como en secreto.
11 Y buscabanle los Judios en el dia de la fiesta, y decian: ?Donde esta
aquel?
12 Y habia grande murmullo de el en la compania: porque unos decian: Bueno
es; y otros decian: No, antes engana las companias.
13 Mas ninguno hablaba abiertamente de el, de miedo de los Judios.
14 Y al medio de la fiesta, subio Jesus al templo, y ensenaba.
15 Y maravillabanse los Judios, diciendo: ?Como sabe este letras, no
habiendo aprendido?
16 Respondioles Jesus, y dijo: Mi doctrina no es mia, sino de el que me
envio.
17 El que quisiere hacer su voluntad, conocera de la doctrina si viene de
Dios, o si yo hablo de mi mismo.
18 El que habla de si mismo, gloria propia busca: mas el que busca la gloria
del que le envio, este es verdadero, y no hay en el injusticia.
19 ?No os dio Moises la ley; y ninguno de vosotros hace la ley? ?Por que me
procurais matar?
20 Respondio la compania, y dijo: Demonio tienes: ?quien te procura matar?
21 Jesus respondio, y les dijo: Una obra hice, y todos os maravillais.
22 Cierto, Moises os dio la circuncision, no porque sea de Moises, mas de
los padres, y en sabado circuncidais al hombre.
23 Si recibe el hombre la circuncision en sabado, para que la ley de Moises
no sea quebrantada, ?os enojais conmigo porque en sabado hice sano todo un
hombre?
24 No juzgueis segun lo que parece, mas juzgad justo juicio.
25 Decian entonces unos de los de Jerusalem: ?No es este al que buscan para
matarle?
26 y he aqui, habla publicamente, y no le dicen nada: ?si han entendido
verdaderamente los principes que este es el Cristo?
27 mas este, sabemos de donde es; y cuando viniere el Cristo, nadie sabra de
donde sea.
28 Entonces clamaba Jesus en el templo ensenando, y diciendo: Y a mi me
conoceis, y sabeis de donde soy: empero no he venido de mi mismo: mas el que
me envio es verdadero, al cual vosotros ignorais:
29 empero yo le conozco: porque de el soy, y el me envio.
30 Entonces procuraban prenderle: mas ninguno metio en el mano, porque aun
no habia venido su hora.
31 Y de la compania, muchos creyeron en el, y decian: ? El Cristo, cuando
viniere, hara mas senales que las que este hace?
32 los Fariseos oyeron la compania que murmuraba de el estas cosas; y los
principes de los sacerdotes, y los Fariseos enviaron servidores que le
prendiesen.
33 Y Jesus les dijo: Aun un poco de tiempo estare con vosotros, e ire a
aquel que me envio:
34 me buscareis, y no [me] hallareis; y donde yo estare, vosotros no podreis
venir.
35 Entonces los Judios dijeron entre si: ?Donde se ha de ir este que no le
hallaremos? ?se ha de ir a los esparcidos entre los Griegos, y a ensenar los
Griegos?
36 ?Que dicho es este que dijo: Me buscareis, y no [me] hallareis: y donde
yo estare, vosotros no podreis venir?
37 Mas en el postrer dia grande de la fiesta, Jesus se ponia en pie, y
clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi, y beba:
38 el que cree en mi, como dice la Escritura, rios de agua viva correran de
su vientre.
39 Y esto dijo del Espiritu, que habian de recibir los que creyesen en el:
porque aun no era el Espiritu Santo, porque Jesus aun no era glorificado.
40 Entonces muchos de la compania oyendo este dicho, decian: Verdaderamente
este es el Profeta.
41 Otros decian: Este es el Cristo. Algunos empero decian: ?De Galilea ha de
venir el Cristo?
42 ?no dice la Escritura: Que de la simiente de David, y de la aldea de
Bethlehem, de donde era David, vendra el Cristo?
43 Asi que habia disension en la compania por el.
44 Y algunos de ellos le querian prender: mas ninguno metio sobre el manos.
45 Y los porquerones vinieron a los pontifices, y a los Fariseos, y ellos
les dijeron: ?Por que no le trajisteis?
46 los porquerones respondieron: Nunca asi ha hablado hombre, como este
hombre habla.
47 Entonces los Fariseos les respondieron: ?Sois tambien vosotros enganados?
48 ha creido en el alguno de los principes, o de los Fariseos?
49 sino este vulgo que no sabe la ley, malditos son.
50 Diceles Nicodemo, el que vino a el de noche, el cual era uno de ellos:
51 ?Juzga nuestra ley a hombre, si primero no oyere de el, y entendiere lo
que ha hecho?
52 Respondieron, y dijeronle: ?No eres tu tambien Galileo? Escudrina, y ve,
que de Galilea nunca se levanto profeta.
53 Y volvieronse cada uno a su casa.
CAPITULO 8
1 Y JESUS se fue al monte de las Olivas.
2 Y por la manana volvio al templo, y todo el pueblo vino a el; y sentado el
los ensenaba.
3 Entonces los escribas y los Fariseos traen a el una mujer tomada en
adulterio; y poniendola en medio,
4 dicenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho adulterando:
5 y en la ley Moises nos mando apedrear a las tales: ?tu, pues, que dices?
6 Mas esto decian tentandole, para poderle acusar: empero Jesus bajado hacia
abajo escribia en tierra con el dedo.
7 Y como perseverasen preguntandole, enderezose, y les dijo: El que de
vosotros es sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
8 Y volviendose a bajar hacia abajo, escribia en tierra.
9 Oyendo pues [ellos] esto <redargueidos de la conciencia> salianse uno a
uno, comenzando desde los mas viejos <hasta los postreros,> y quedo solo
Jesus, y la mujer que estaba en medio.
10 Y enderezandose Jesus, y no viendo a nadie mas que a la mujer, le dijo:
?Mujer, donde estan los que te acusaban? ?ninguno te ha condenado?
11 Y ella dijo: Senor, ninguno. Entonces Jesus le dijo: Ni yo te condeno:
vete, y no peques mas.
12 Y habloles Jesus otra vez diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me
sigue, no andara en tinieblas, mas tendra lumbre de vida.
13 Entonces los Fariseos le dijeron: Tu de ti mismo das testimonio: tu
testimonio no es verdadero.
14 Respondio Jesus, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mi mismo, mi
testimonio es verdadero: porque se de donde he venido, y a donde voy: mas
vosotros no sabeis de donde vengo, y a donde voy.
15 Vosotros segun la carne juzgais: mas yo no juzgo a nadie.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero: porque no soy solo, mas yo, y el
que me envio, el Padre.
17 Y en vuestra ley esta escrito, que el testimonio de dos hombres es
verdadero.
18 Yo soy el que doy testimonio de mi mismo; y da testimonio de mi el que me
envio, el Padre.
19 Y decianle: ?Donde esta tu Padre? Respondio Jesus: Ni a mi [me] conoceis,
ni a mi Padre: si a mi me conocieseis, a mi Padre tambien conoceriais.
20 Estas palabras hablo Jesus en el lugar de las limosnas, ensenando en el
templo; y nadie le prendio: porque aun no habia venido su hora.
21 Y dijoles otra vez Jesus: Yo voy, y me buscareis, mas en nuestro pecado
morireis: a donde yo voy, vosotros no podeis venir.
22 Decian entonces los Judios: ?Se ha de matar a si mismo, que dice: A donde
yo voy, vosotros no podeis venir?
23 Y deciales: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba: vosotros sois de
este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Por eso os dije, que moririais en vuestros pecados: porque si no
creyereis que yo soy, en vuestros pecados morireis.
25 Y decianle: ?Tu, quien eres? Entonces Jesus les dijo: El que al principio
tambien os he dicho:
26 muchas cosas tengo que decir, y juzgar de vosotros: mas el que me envio,
es verdadero: y yo lo que he oido de el, esto hablo en el mundo.
27 Mas no entendieron que el les hablaba del Padre.
28 Dijoles pues Jesus: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces
entendereis que yo soy, y que nada hago de mi mismo: mas como el Padre me
enseno, esto hablo:
29 porque el que me envio, conmigo esta: no me ha dejado solo el Padre:
porque yo, lo que a el agrada. hago siempre.
30 Hablando el estas cosas, muchos creyeron en el.
31 Y decia Jesus a los Judios que le habian creido: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, sereis verdaderamente mis discipulos;
32 y conocereis la verdad, y la verdad os libertara.
33 Y respondieronle: Simiente de Abraham somos, y jamas servimos a nadie:
?como dices tu: Sereis libres?
34 Jesus les respondio: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que
hace pecado, es siervo de pecado.
35 Y el siervo no queda en casa para siempre: mas el Hijo queda para
siempre.
36 Asi que, si el Hijo os libertare, sereis verdaderamente libres.
37 [Yo] se que sois simiente de Abraham: mas procurais matarme, porque mi
palabra no cabe en vosotros.
38 Yo, lo que he visto acerca de mi Padre, hablo; y vosotros lo que habeis
visto acerca de vuestro padre, haceis.
39 Respondieron, y dijeronle: Nuestro padre es Abraham. Diceles Jesus: Si
fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham hariais:
40 empero ahora procurais de matarme, hombre que os he hablado la verdad, la
cual he oido de Dios: no hizo esto Abraham:
41 vosotros haceis las obras de vuestro padre. Dijeronle pues: Nosotros no
somos nacidos de fornicacion: un padre tenemos, [es a saber,] Dios.
42 Jesus entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me
amariais [a mi:] porque yo de Dios he salido, y he venido: que no he venido
de mi mismo, mas el me envio.
43 ?Por que no reconoceis mi lenguaje? que no podeis oir mi palabra.
44 Vosotros de padre diablo sois, y los deseos de vuestro padre quereis
cumplir: el homicida ha sido desde el principio; y no permanecio en verdad:
porque no hay verdad en el. Cuando habla mentira, de suyo habla: porque es
mentiroso, y padre de mentira.
45 Y porque yo digo verdad, no me creeis.
46 ?Quien de vosotros me redarguye de pecado? Si digo verdad, ?por que
vosotros no me creeis?
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: [las cuales] por tanto no
ois vosotros, porque no sois de Dios.
48 Respondieron entonces los Judios, y dijeronle: ?No decimos bien nosotros,
que tu eres Samaritano, y [que] tienes demonio?
49 Respondio Jesus: Yo no tengo demonio: antes honro a mi Padre, y vosotros
me habeis deshonrado.
50 Y no busco mi gloria: hay quien [la] busque, y juzgue.
51 De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no vera
muerte para siempre.
52 Entonces los Judios le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio:
Abraham murio, y los profetas; y tu dices: El que guardare mi palabra, no
gustara muerte para siempre.
53 ?Eres tu mayor que nuestro padre Abraham, el cual murio? y los profetas
murieron: ?quien te haces?
54 Respondio Jesus: Si yo me glorifico a mi mismo, mi gloria es nada: mi
Padre es el que me glorifica: el que vosotros decis, que es vuestro Dios.
55 Y no le conoceis: mas yo le conozco: y si dijere que no le conozco, sere
como vosotros, mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra.
56 Abraham vuestro padre se gozo por ver mi dia: y le vio. Y se gozo.
57 Dijeronle entonces los Judios: Aun no tienes cincuenta anos: ?y viste a
Abraham?
58 Dijoles Jesus: De cierto, de cierto os digo, antes que Abraham fuese, yo
soy.
59 Tomaron entonces piedras para arrojarle: mas Jesus se encubrio, y se
salio del templo; y atravesando por medio de ellos se fue.
CAPITULO 9
1 Y PASANDO Jesus, vio un hombre ciego desde [su] nacimiento.
2 Y preguntaronle sus discipulos, diciendo: ?Rabbi, quien peco, este o sus
padres, porque naciese ciego?
3 Respondio Jesus: Ni este peco, ni sus padres: mas para que las obras de
Dios se manifiesten en el:
4 a mi [me] conviene obrar las obras de aquel que me envio, entre tanto que
el dia dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar:
5 entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo.
6 Esto dicho, escupio en tierra; e hizo lodo de la saliva, y unto [con] el
lodo sobre los ojos del ciego,
7 y le dijo: Ve, lava [los ojos] en el estanque de Siloe, que significa, si
[lo] declares, Enviado; y fue entonces, y [los] lavo, y volvio viendo.
8 Entonces los vecinos, y los que antes le habian visto que era ciego,
decian: ?No es este el que se sentaba, y mendigaba?
9 Otros decian: ?Que este es? y otros: Parecese a el; y el decia: Que yo
soy.
10 Y le decian: ?Como te fueron abiertos los ojos?
11 Respondio el, y dijo: Aquel hombre que se llama Jesus, hizo lodo, y me
unto los ojos, y me dijo: Ve al estanque de Siloe, y lava[te;] y fui, y lave
[los ojos,] y recibi la vista.
12 Y dijeronle: ?Donde esta aquel? Dice [el:] No se.
13 Llevanle a los Fariseos, al que antes habia sido ciego.
14 Y era sabado cuando Jesus habia hecho el lodo, y le habia abierto los
ojos.
15 Y volvieronle a preguntar tambien los Fariseos, de que manera habia
recibido la vista; y el les dijo: Pusome lodo sobre los ojos, y [los] lave, y
veo.
16 Entonces unos de los Fariseos le decian: Este hombre no es de Dios, que
no guarda el sabado. Y otros decian: ?Como puede un hombre pecador hacer
estas senales? Y habia disension entre ellos.
17 Vuelven a decir al ciego: ?Tu, que dices de el que te abrio los ojos? Y
el dijo: Que es profeta.
18 Mas los Judios no creian de el, que habia sido el ciego, y hubiese
recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres de el que habia recibido
la vista.
19 Y preguntaronles, diciendo: ?Es este vuestro hijo, el que vosotros decis,
que nacio ciego? ?como, pues, ve ahora?
20 Respondieronles sus padres, y dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo,
y que nacio ciego:
21 mas como vea ahora, no sabemos; o quien le haya abierto los ojos,
nosotros no lo sabemos: el tiene edad, preguntadle a el, el hablara de si.
22 Esto dijeron sus padres, porque tenian miedo de los Judios: porque ya los
Judios habian concluido que si alguno confesase ser el el Mesias, que fuese
fuera de la sinagoga.
23 Por eso dijeron sus padres: Que edad tiene, preguntadle a el.
24 Asi que volvieron a llamar al hombre que habia sido ciego, y le dijeron:
Da gloria a Dios: nosotros sabemos que este hombre es pecador.
25 Entonces el respondio, y dijo: Si es pecador no lo se: una cosa se, que
habiendo yo sido ciego, ahora veo.
26 Y volvieronle a decir: ?Que te hizo? ?como te abrio los ojos?
27 Respondioles: Ya os [lo] he dicho, y lo habeis oido: ?por que [lo]
quereis otra vez oir? ?quereis tambien vosotros haceros sus discipulos?
28 Y maldijeronle, y dijeron: Tu eres su discipulo: que nosotros discipulos
de Moises somos:
29 nosotros sabemos que a Moises hablo Dios: mas este no sabemos de donde
es.
30 Respondioles aquel hombre, y les dijo: Cierto maravillosa cosa es esta,
que vosotros no sabeis de donde sea, y [a mi] me abrio los ojos:
31 y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de
Dios, y hace su voluntad, a este oye:
32 desde el siglo no fue oido, que abriese alguno los ojos de uno que nacio
ciego:
33 Si este no fuera [venido] de Dios, no pudiera hacer nada.
34 Respondieron, y le dijeron: En pecados eres nacido todo; ?y tu nos
ensenas? Y echaronle fuera.
35 Oyo Jesus que le habian echado fuera; y hallandole, le dijo: ?Tu crees en
el Hijo de Dios?
36 Respondio el, y dijo: ?Quien es, Senor, para que crea en el?
37 Y dijole Jesus: Y le has visto, y el que habla contigo, el es.
38 Y el dice: Creo, Senor. Y le adoro.
39 Y dijo Jesus: Yo, para juicio he venido a este mundo, para que los que no
ven, vean; y los que ven, sean cegados.
40 Y oyeron esto algunos de los Fariseos que estaban con el, y le dijeron:
?Somos nosotros tambien ciegos?
41 Dijoles Jesus: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado: mas ahora porque
decis: Vemos; por tanto vuestro pecado permanece.
CAPITULO 10
1 DE cierto, de cierto os digo, [que] el que no entra por la puerta en el
corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal ladron es y robador.
2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por
nombre, y las saca.
4 Y como ha sacado fuera sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen: porque conocen su voz.
5 Mas al extrano no seguiran, antes huiran de el: porque no conocen la voz
de los extranos.
6 Esta parabola les dijo Jesus: mas ellos no entendieron que [era lo que]
les decia.
7 Volvioles pues Jesus a decir: De cierto, de cierto os digo, que yo soy la
puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mi vinieron, ladrones son y robadores, mas no los
oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta: el que por mi entrare, sera salvo; y entrara y saldra, y
hallara pastos.
10 El ladron no viene sino para hurtar, y matar, y destruir [las ovejas:] yo
he venido para que tengan vida, y para que [la] tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen Pastor: el buen pastor su alma da por [sus] ovejas.
12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, cuyas no son propias las
ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye; y el lobo arrebata,
y disipa las ovejas.
13 Asi que el asalariado huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de
las ovejas.
14 Yo soy el buen Pastor; y conozco mis ovejas, y las mias me conocen,
15 como el Padre me conoce [a mi,] y yo conozco al Padre; y pongo mi alma
por las ovejas.
16 Tambien tengo otras ovejas que no son de este corral: aquellas tambien me
conviene traer, y oiran mi voz; y se hara un corral, y un pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi alma, para volverla a tomar.
18 Nadie la quita de mi, mas yo la pongo de mi mismo: [porque] tengo poder
para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibi de
mi Padre.
19 Y volvio a haber disension entre los Judios por estas palabras.
20 Y muchos de ellos decian: Demonio tiene, y esta fuera de si: ?para que le
ois?
21 Decian otros: Estas palabras no son de endemoniado: ?puede el demonio
abrir los ojos de los ciegos?
22 Y se hacia la fiesta de la Dedicacion en Jerusalem, y era invierno.
23 Y Jesus andaba en el templo por el portal de Salomon.
24 Y rodearonle los Judios, y le dijeron: ?Hasta cuando nos quitaras la
vida? si tu eres el Cristo, dinoslo abiertamente.
25 Respondioles Jesus: Os [lo] he dicho, y no [lo] creeis: las obras que yo
hago en nombre de mi Padre, estas dan testimonio de mi.
26 Mas vosotros no creeis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
28 y yo les doy vida eterna, y para siempre no pereceran, y nadie las
arrebatara de mi mano.
29 Mi Padre que me [las] dio, mayor que todos es; y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre.
30 Yo y el Padre una cosa somos.
31 Entonces volvieron a tomar piedras los Judios, para apedrearle.
32 Respondioles Jesus: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ?por
cual obra de ellas me apedreais?
33 Respondieronle los Judios, diciendo: Por la buena obra no te apedreamos,
sino por la blasfemia; y porque tu, siendo hombre, te haces Dios.
34 Respondioles Jesus: ?No esta escrito en vuestra ley: Que yo dije: Dioses
sois?
35 Si dijo dioses a aquellos, a los cuales fue hecha palabra de Dios, y la
Escritura no puede ser quebrantada,
36 ?a mi que el Padre santifico, y envio al mundo, vosotros decis: Tu
blasfemas: porque dije: Hijo de Dios soy?
37 Si no hago obras de mi Padre, no me creais.
38 Mas si [las] hago, aunque a mi no creais, creed a las obras, para que
conozcais y creais, que el Padre es en mi, y yo en el.
39 Y procuraban otra vez prenderle: mas el se salio de sus manos.
40 Y volviose tras el Jordan, a aquel lugar donde primero habia estado
bautizando Juan, y se estuvo alli.
41 Y muchos venian a el, y decian: Que Juan a la verdad ninguna senal hizo:
mas todo lo que Juan dijo de este, era verdad.
42 Y muchos creyeron alli en el.
CAPITULO 11
1 ESTABA entonces enfermo uno [llamado] Lazaro, de Bethania, la aldea de
Maria y de Marta sus hermanas.
2 Y Maria era la que ungio al Senor con ungueento, y limpio sus pies con sus
cabellos, cuyo hermano Lazaro estaba enfermo.
3 Enviaron pues sus hermanas a el, diciendo: Senor, he aqui, el que amas
esta enfermo.
4 Y oyendo[lo] Jesus, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por
gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
5 Y amaba Jesus a Marta, y a su hermana, y a Lazaro.
6 Como oyo, pues, que estaba enfermo, entonces a la verdad se quedo dos dias
en aquel lugar donde estaba.
7 Luego despues de esto dijo a sus discipulos: Vamos a Judea otra vez.
8 Dicenle los discipulos: Rabbi, ahora procuraban los Judios apedrearte, ?y
vas otra vez alla?
9 Respondio Jesus: ?No tiene el dia doce horas? el que anduviere de dia, no
tropieza, porque ve la luz de este mundo:
10 mas el que anduviere de noche, tropieza, porque no hay luz en el.
11 Dicho esto, diceles despues: Lazaro nuestro amigo duerme: mas voy a
despertarle del sueno.
12 Dijeronle entonces sus discipulos: Senor, si duerme, salvo estara.
13 Mas esto decia Jesus de la muerte de el: y ellos pensaron que hablaba de
sueno de dormir.
14 Entonces pues Jesus les dijo claramente: Lazaro es muerto;
15 y huelgome por vosotros, que yo no haya estado alli, porque creais: mas
vamos a el.
16 Dijo entonces Tomas, el que se dice el Didimo, a los condiscipulos: Vamos
tambien nosotros, para que muramos con el.
17 Vino pues Jesus, y hallole, que habia cuatro dias [que estaba] en el
sepulcro.
18 Y Bethania estaba cerca de Jerusalem como quince estadios.
19 Y muchos de los Judios habian venido a Marta y a Maria, a consolarlas de
su hermano.
20 Entonces Marta, como oyo que Jesus venia, le salio a recibir: mas Maria
se estuvo en casa.
21 Y Marta dijo a Jesus: Senor, si estuvieras aqui, mi hermano no fuera
muerto:
22 mas tambien se ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dara Dios.
23 Dicele Jesus: Resucitara tu hermano.
24 Marta le dice: [Yo] se que resucitara en la resurreccion en el dia
postrero.
25 Dicele Jesus: Yo soy la resurreccion y la vida: el que cree en mi, aunque
este muerto, vivira:
26 y todo aquel que vive, y cree en mi, no morira eternamente: ?crees esto?
27 Dicele: Si, Senor, yo he creido que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios,
que has venido al mundo.
28 Y esto dicho, se fue, y llamo en secreto a Maria su hermana, diciendo: El
Maestro esta aqui, y te llama.
29 Ella, como [lo] oyo, se levanta prestamente, y viene a el.
30 (Que aun no habia llegado Jesus a la aldea, mas estaba en aquel lugar
donde Marta le habia salido a recibir.)
31 Entonces los Judios que estaban en casa con ella, y la consolaban, como
vieron que Maria se habia levantado prestamente, y habia salido, la
siguieron, diciendo: Que va al sepulcro a llorar alli.
32 Mas Maria, como vino donde estaba Jesus. viendole, derribose a sus pies,
diciendole: Senor, si hubieras estado aqui, no fuera muerto mi hermano.
33 Jesus entonces, como la vio llorando, y a los Judios que habian venido
juntamente con ella llorando, embraveciose en espiritu, y alborotose a si
mismo,
34 y dijo: ?^Donde le pusisteis? Dicenle: Senor, ven, y velo.
35 Y lloro Jesus.
36 Dijeron entonces los Judios: Mirad como le amaba.
37 Y algunos de ellos dijeron: ?No podia este, que abrio los ojos del ciego,
hacer que este no muriera?
38 Y Jesus, embraveciendose otra vez en si mismo, vino al sepulcro donde
habia una cueva, la cual tenia una piedra encima.
39 Dice Jesus: Quitad la piedra Marta, la hermana del que habia sido;
muerto, le dice: Senor, hiede ya: que es de cuatro dias.
40 Jesus le dice: ?No te he dicho que si creyeres, veras la gloria de Dios?
41 Entonces quitaron la piedra de donde el muerto habia sido puesto: y
Jesus, alzando los ojos arriba, dijo Padre, gracias te hago que me has oido:
42 que yo sabia que siempre me oyes: mas por causa de la compania que esta
al rededor [lo] dije, para que crean que tu me has enviado.
43 Y habiendo dicho estas cosas, clamo a gran voz: Lazaro, ven fuera.
44 Entonces el que habia sido muerto, salio, atadas las manos y los pies con
vendas: y su rostro estaba envuelto en un sudario. Diceles Jesus: Desatadle,
y dejadle ir.
45 Entonces muchos de los Judios que habian venido a Maria, y habian visto
lo que habia hecho Jesus, creyeron en el.
46 Mas algunos de ellos fueron a los Fariseos, y les dijeron lo que Jesus
habia hecho.
47 Y los pontifices, y los Fariseos juntaron concilio, y decian: ?Que
hacemos? que este hombre hace muchas senales:
48 si le dejamos asi, todos creeran en el; y vendran los Romanos, y quitaran
nuestro lugar y la nacion.
49 Entonces Caifas, uno de ellos, sumo pontifice de aquel ano, les dijo:
Vosotros no sabeis nada,
50 ni pensais que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que
toda la nacion se pierda.
51 Mas esto no lo dijo de si mismo: sino que, como era el sumo pontifice de
aquel ano, profetizo que Jesus habia de morir por la nacion;
52 y no solamente por aquella nacion, mas tambien para que juntase en uno
los hijos de Dios que estaban derramados.
53 Asi que desde aquel dia consultaban juntos de matarle.
54 De manera que Jesus ya no andaba manifiestamente entre los Judios: mas se
fue de alli a la tierra que esta junto al desierto, a una ciudad que se llama
Ephraim: y estabase alli con sus discipulos.
55 Y la Pascua de los Judios estaba cerca; y muchos de la tierra subieron a
Jerusalem antes de la Pascua para purificarse.
56 Y buscaban a Jesus, y hablaban los unos con los otros estando en el
templo: ?Que os parece, que no vendra al dia de la fiesta?
57 Y los pontifices y los Fariseos habian dado mandamiento, que si alguno
supiese donde estuviera, que lo manifestase, para que le prendiesen.
CAPITULO 12
1 JESUS, pues, seis dias antes de la Pascua vino a Bethania, donde Lazaro
habia sido muerto, al cual [Jesus] habia resucitado de los muertos.
2 E hicieronle alli una cena, y Marta servia; y Lazaro era uno de los que
estaban sentados a la mesa juntamente con el.
3 Entonces Maria tomo una libra de ungueento de nardo liquido de mucho
precio, y ungio los pies de Jesus, y limpio sus pies con sus cabellos; y la
casa se lleno del olor del ungueento.
4 Y dijo uno de sus discipulos, Judas Iscariote, [hijo] de Simon, el que le
habia de entregar:
5 ?Por que no se ha vendido este ungueento por trescientos dineros, y se dio
a los pobres?
6 Mas dijo esto, no por el cuidado que el tenia de los pobres: mas porque
era ladron; y tenia la bolsa, y traia lo que se echaba [en ella.]
7 Entonces Jesus dijo: Dejala: para el dia de mi sepultura ha guardado esto:
8 porque a los pobres siempre los tendreis con vosotros, mas a mi no siempre
me tendreis.
9 Entonces mucha compania de los Judios entendio que el estaba alli y
vinieron no solamente por causa de Jesus, mas tambien por ver a Lazaro al
cual habia resucitado de los muertos.
10 Consultaron asimismo los principes de los sacerdotes, de matar tambien a
Lazaro:
11 porque muchos de los Judios iban y creian en Jesus por causa de el.
12 El siguiente dia mucha compania que habia venido al dia de la fiesta,
como oyeron que Jesus venia a Jerusalem,
13 tomaron ramos de palmas, y salieronle a recibir, y clamaban: Hosanna:
Bendito el que viene en el nombre del Senor, el Rey de Israel.
14 Y hallo Jesus un asnillo, y se sento sobre el, como esta escrito:
15 No temas, ioh hija de Sion! he aqui, tu Rey viene asentado sobre una
pollina de una asna.
16 Mas estas cosas no las entendieron sus discipulos primero: empero cuando
Jesus fue glorificado, entonces se acordaron que estas cosas estaban escritas
de el, y que le hicieron estas cosas.
17 Y la compania que estaba con el, daba testimonio de cuando llamo a Lazaro
del sepulcro, y le resucito de los muertos.
18 Por lo cual tambien habian venido las companias a recibirle: porque
habian oido que el habia hecho esta senal.
19 Mas los Fariseos dijeron entre si: ?Veis que nada aprovechais? he aqui,
que el mundo se va tras el.
20 Y habia ciertos Griegos de los que habian subido a adorar en el dia de la
fiesta.
21 Estos, pues, se llegaron a Felipe, que era de Bethsaida de Galilea, y le
rogaron, diciendo: Senor, querriamos ver a Jesus.
22 Vino Felipe, y lo dijo a Andres: Andres entonces, y Felipe, lo dicen a
Jesus.
23 Entonces Jesus les respondio, diciendo: La hora viene en que el Hijo del
hombre ha de ser glorificado.
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano que cae en la tierra, no
muriere, el solo queda: mas si muriere, mucho fruto lleva.
25 El que ama su vida, la perdera; y el que aborrece su vida en este mundo,
para vida eterna la guardara.
26 El que me sirve, sigame: y donde yo estuviere, alli tambien estara mi
servidor. El que me sirviere, mi Padre le honrara.
27 Ahora es turbada mi alma: ?y que dire? Padre, salvame de esta hora: mas
por esto he venido en esta hora.
28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y he
glorificado, y le glorificare otra vez.
29 Y la compania que estaba presente, y [la] habia oido, decia que habia
sido trueno: otros decian: Angel le ha hablado.
30 Respondio Jesus, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por
causa de vosotros:
31 ahora es el juicio de este mundo: ahora el principe de este mundo sera
echado fuera:
32 y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traere a mi mismo.
33 Y esto decia dando a entender de que muerte habia de morir.
34 Respondiole la compania: Nosotros hemos oido de la ley, que el Cristo
permanece para siempre: ?como pues dices tu: Conviene que el Hijo del hombre
sea levantado? ?quien es este Hijo del hombre?
35 Entonces Jesus les dice: Aun por un poco estara la luz entre vosotros:
andad entre tanto que teneis luz, porque no os sorprendan las tinieblas:
porque el que anda en tinieblas, no sabe donde va:
36 entre tanto que teneis la luz, creed en la luz, para que seais hijos de
luz. Estas cosas hablo Jesus, y se fue, y se escondio de ellos.
37 Empero habiendo hecho delante de ellos tantas senales, no creian en el:
38 para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaias: ?Senor, quien
creera a nuestro dicho? ?y el brazo del Senor, a quien es revelado?
39 Por esto no podian creer, porque otra vez dijo Isaias:
40 Cego los ojos de ellos, y endurecio su corazon: porque no vean de los
ojos, y entiendan de corazon, y se conviertan y [yo] los sane.
41 Estas cosas dijo Isaias, cuando vio su gloria, y hablo de el.
42 Con todo eso aun de los principes muchos creyeron en el: mas por causa de
los Fariseos no confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
43 Porque amaban mas la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
44 Mas Jesus clamo, y dijo: El que cree en mi, no cree en mi, sino en aquel
que me envio.
45 Y el que me ve, ve al que me envio.
46 Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mi, no
permanezca en tinieblas.
47 Y el que oyere mis palabras, y no creyere, yo no le juzgo: porque no he
venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la
palabra que he hablado, ella le juzgara en el dia postrero.
49 Porque yo no he hablado de mi mismo: mas el Padre que me envio, el me dio
mandamiento de lo que tengo de decir, y de lo que tengo de hablar.
50 Y se que su mandamiento es vida eterna: asi que lo que yo hablo, como el
Padre me lo ha dicho, asi hablo.
CAPITULO 13
1 ANTES del dia de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesus que su hora era
venida para que pasase de este mundo al Padre, como habia amado a los suyos
que estaban en el mundo, los amo hasta el fin.
2 Y la cena acabada, como el diablo ya habia metido en el corazon de Judas
de Simon Iscariote, para que le entregase:
3 sabiendo Jesus que el Padre le habia dado todas las cosas en las manos, y
que habia salido de Dios, y a Dios iba:
4 levantase de la cena, y se quita su ropa, y tomando una toalla, se cino.
5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzo a lavar los pies de los
discipulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba cenido.
6 Vino pues a Simon Pedro; y Pedro le dice: ?Senor, tu me lavas los pies?
7 Respondio Jesus, y le dijo: Lo que yo hago, tu no lo sabes ahora: mas lo
sabras despues.
8 Dicele Pedro: No me lavaras los pies jamas. Respondiole Jesus: Si no te
lavare, no tendras parte conmigo.
9 Dicele Simon Pedro: Senor, no solo mis pies, mas aun las manos, y la
cabeza.
10 Dicele Jesus: El que esta lavado, no ha menester sino que lave los pies,
mas es todo limpio: y vosotros limpios sois, aunque no todos.
11 Porque sabia quien era el que le entregaba: por eso dijo: No sois limpios
todos.
12 Asi que, despues que le hubo lavado los pies, y tomado su ropa,
volviendose a asentar a la mesa, les dijo: ?Sabeis lo que os he hecho?
13 Vosotros me llamais Maestro y Senor; y decis bien: porque lo soy:
14 pues si yo, el Senor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
tambien debeis lavar los pies los unos a los otros.
15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambien
hagais.
16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su Senor: ni el
apostol es mayor que el que le envio.
17 Si sabeis estas cosas, bienaventurados sereis si las hiciereis.
18 No hablo de todos vosotros: yo se los que he elegido: mas para que se
cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levanto contra mi su calcanar.
19 Desde ahora os lo digo, antes que se haga, para que cuando se hiciere,
creais que yo soy.
20 De cierto, de cierto os digo, [que] el que recibe al que yo enviare, a mi
recibe; y el que a mi recibe, recibe al que me envio.
21 Como hubo dicho esto Jesus, fue conmovido en el espiritu, y protesto, y
dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
22 Entonces los discipulos mirabanse los unos a los otros, dudando de quien
decia.
23 Y uno de sus discipulos, al cual Jesus amaba, estaba asentado a la mesa
al lado de Jesus.
24 A este pues hizo senas Simon Pedro, para que preguntase quien era aquel
de quien decia.
25 El entonces recostandose sobre el pecho de Jesus, le dice: ?Senor, quien
es?
26 Respondio Jesus: Aquel es, a quien yo diere el pan mojado: y mojando el
pan, diole a Judas de Simon Iscariote.
27 Y tras el bocado Satanas entro en el. Entonces Jesus le dice: Lo que
haces, hazlo mas presto.
28 Mas esto ninguno de los que estaban a la mesa entendio a que proposito se
lo dijo.
29 Porque los unos pensaban, porque Judas tenia la bolsa, que Jesus le
decia: Compra las cosas que nos son necesarias para el dia de la fiesta: o
que diese algo a los pobres.
30 Como el pues hubo tomado el bocado, luego salio; y era [ya] noche.
31 Entonces como [el] salio, dijo Jesus: Ahora es glorificado el Hijo del
hombre, y Dios es glorificado en el.
32 Si Dios es glorificado en el, Dios tambien le glorificara en si mismo; y
luego le glorificara.
33 Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscareis: mas, como dije a
los Judios: Donde yo voy, vosotros no podeis venir: y ahora os lo digo.
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os ameis los unos a los otros: como os
ame, que tambien [os] ameis los unos a los otros.
35 En esto conoceran todos que sois mis discipulos, si tuviereis amor los
unos con los otros.
36 Dicele Simon Pedro: ?Senor, a donde vas? Respondiole Jesus: Donde yo voy,
no me puedes ahora seguir: mas [me] seguiras despues.
37 Dicele Pedro: ?Senor, por que no te puedo seguir ahora? mi alma pondre
por ti.
38 Respondiole Jesus: ?Tu alma pondras por mi? de cierto, de cierto te digo,
[que] no cantara el gallo, que no me hayas negado tres veces.
CAPITULO 14
1 NO se turbe vuestro corazon: creeis en Dios, creed tambien en mi.
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera, os lo diria:
porque voy a aparejaros el lugar.
3 Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendre otra vez, y os tomare a mi
mismo, para que donde yo estoy, vosotros tambien esteis.
4 Asi que sabeis donde yo voy, y el camino sabeis.
5 Dicele Tomas: Senor, no sabemos donde vas: ?como pues podemos saber el
camino?
6 Jesus le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al
Padre, sino por mi:
7 si me conoceis, tambien a mi Padre conoceriais: y desde ahora le conoceis,
y le habeis visto.
8 Dicele Felipe: Senor, muestranos el Padre, y nos basta.
9 Jesus le dice: ?Tanto tiempo [ha que] estoy con vosotros, y no me habeis
conocido? Felipe, el que me ha visto, ha visto al Padre: ?como pues dices tu:
Muestranos el Padre?
10 ?No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mi? Las palabras que yo
os hablo, no [las] hablo de mi mismo: mas el Padre que esta en mi, el hace
las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mi: de otra manera creedme
por las mismas obras.
12 De cierto, de cierto os digo, [que] el que en mi cree, las obras que yo
hago tambien el [las] hara, y mayores que estas hara: porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto hare: para que el
Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, esto hare.
15 Si me amais, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogare al Padre, el cual os dara otro Consolador para que este con
vosotros para siempre:
17 al Espiritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le
ve, ni le conoce: mas vosotros le conoceis, porque esta con vosotros, y sera
en vosotros.
18 No os dejare huerfanos: vendre a vosotros.
19 Aun un poquito, y el mundo no me vera mas: empero vosotros me vereis,
porque yo vivo, y vosotros vivireis.
20 Aquel dia vosotros conocereis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mi, y
yo en vosotros.
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama: y el
que me ama, sera amado de mi Padre; y yo le amare a el, y me manifestare a el
22 Dicele Judas, no el Iscariote: ?Senor, que hay porque te has de
manifestar a nosotros, y no al mundo?
23 Respondio Jesus, y le dijo: El que me ama, mi palabra guardara; y mi
Padre le amara, y vendremos a el, y haremos con el morada.
24 El que no me ama, no guarda mis palabras: y la palabra que habeis oido,
no es mia, sino del Padre que me envio.
25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros.
26 Mas aquel Consolador, el Espiritu Santo, al cual el Padre enviara en mi
nombre, aquel os ensenara todas las cosas, y os acordara todas las cosas que
os he dicho.
27 La paz os dejo: mi paz os doy: no como el mundo [la] da, yo os [la] doy:
no se turbe vuestro corazon, ni tenga miedo.
28 Habeis oido como yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amaseis,
ciertamente os gozariais, porque he dicho que voy al Padre: porque el Padre
mayor es que yo.
29 Y ahora os [lo] he dicho antes que se haga, para que cuando se hiciere,
creais.
30 Ya no hablare mucho con vosotros: porque viene el principe de este mundo,
mas no tiene nada en mi.
31 Empero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dio
el mandamiento, asi hago. Levantaos, vamos de aqui.
CAPITULO 15
1 YO soy la vid verdadera, y mi Padre es el Labrador.
2 Todo pampano que en mi no lleva fruto, le quitara; y todo aquel que lleva
fruto, le limpiara, para que lleve mas fruto.
3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.
4 Estad en mi, y yo en vosotros. Como el pampano no puede llevar fruto de si
mismo, si no estuviere en la vid, asi ni vosotros, si no estuviereis en mi.
5 Yo soy la vid, vosotros los pampanos: el que esta en mi, y yo en el, este
lleva mucho fruto, porque sin mi nada podeis hacer.
6 El que en mi no estuviere, sera echado fuera como [mal] pampano, y se
secara; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si estuviereis en mi, y mis palabras estuvieren en vosotros, todo lo que
quisiereis, pedireis, y os sera hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, [en] que lleveis mucho fruto, y seais mis
discipulos.
9 Como el Padre me amo, tambien yo os he amado: estad en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, estareis en mi amor: como yo tambien he
guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo este en vosotros, y vuestro
gozo sea cumplido.
12 Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos a los otros, como [yo] os
ame.
13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su alma por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando.
15 Ya no os dire siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su senor: mas
os he dicho amigos, porque todas las cosas que oi de mi Padre os he hecho
notorias.
16 No me elegisteis vosotros [a mi;] mas yo os elegi a vosotros, y os he
puesto para que vayais, y lleveis fruto; y vuestro fruto permanezca: para que
todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre [el] os lo de.
17 Esto os mando: Que os ameis los unos a los otros.
18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mi me aborrecio antes que a
vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo amaria lo que es suyo: mas porque no sois
del mundo, antes yo os elegi del mundo, por eso os aborrece el mundo.
20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su
senor: si a mi me han perseguido, tambien a vosotros perseguiran: si han
guardado mi palabra, tambien guardaran la vuestra.
21 Mas todo esto os haran por causa de mi nombre: porque no conocen a aquel
que me ha enviado.
22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tuvieran pecado: mas
ahora no tienen excusa de su pecado.
23 El que me aborrece, tambien a mi Padre aborrece.
24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningun otro ha hecho, no
tendrian pecado: mas ahora, y [las] han visto, y aborrecen a mi, y a mi
Padre.
25 Mas para que se cumpla la palabra que esta escrita en su ley: Que sin
causa me aborrecieron.
26 Empero cuando viniere aquel Consolador, el cual yo os enviare del Padre,
el Espiritu de verdad, el cual precede del Padre, el dara testimonio de mi.
27 Y vosotros dareis testimonio, porque estais conmigo desde el principio.
CAPITULO 16
1 ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandaliceis.
2 Os echaran de las sinagogas: antes la hora viene, cuando cualquiera que os
matare, pensara que hace servicio a Dios.
3 Y estas cosas os haran, porque no conocen al Padre, ni a mi.
4 Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis de
ello, que yo os lo habia dicho: esto empero no os lo dije al principio,
porque [yo] estaba con vosotros.
5 Mas ahora voy al que me envio; y ninguno de vosotros me pregunta: ?Donde
vas?
6 Antes, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha llenado vuestro
corazon.
7 Empero yo os digo la verdad, que os es necesario que yo vaya: porque si yo
no fuese, el Consolador no vendria a vosotros: mas si [yo] fuere, os le
enviare.
8 Y cuando el viniere, redargueira al mundo de pecado, y de justicia, y de
juicio.
9 De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mi:
10 y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me vereis mas:
11 mas de juicio, por cuanto el principe de este mundo ya es juzgado.
12 Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no [las] podeis llevar.
13 Mas cuando viniere aquel Espiritu de verdad, [el] os guiara a toda
verdad: porque no hablara de si mismo, mas todo lo que oyere hablara; y las
cosas que han de venir os hara saber.
14 El me glorificara, porque tomara de mio, y os [lo] hara saber.
15 Todo lo que tiene el Padre, mio es: por eso dije que tomara de mio, y os
[lo] hara saber.
16 Un poquito, y no me vereis; y otra vez un poquito, y me vereis: porque yo
voy al Padre.
17 Entonces dijeron [algunos] de sus discipulos unos a otros: ?Que es esto
que nos dice: Un poquito, y no me vereis; y otra vez, un poquito, y me
vereis: porque yo voy al Padre?
18 Asi que decian: ?Que es esto que dice: Un poquito? no entendemos lo que
habla.
19 Y conocio Jesus que le querian preguntar, y les dijo: ?Preguntais entre
vosotros de esto que dije: Un poquito, y no me vereis; y otra vez, un
poquito, y me vereis?
20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros llorareis y lamentareis, y el
mundo se alegrara: vosotros empero sereis tristes, mas vuestra tristeza sera
vuelta en gozo.
21 La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora: mas despues
que ha parido un nino, ya no se acuerda de la apretura por el gozo de que
haya nacido un hombre en el mundo.
22 Tambien pues vosotros ahora a la verdad teneis tristeza: mas otra vez os
vere, y se gozara vuestro corazon, y nadie quitara de vosotros vuestro gozo.
23 Y aquel dia no me preguntareis nada. De cierto, de cierto os digo, que
todo cuanto pidiereis a [mi] Padre en mi nombre, os [lo] dara.
24 Hasta ahora nada habeis pedido en mi nombre: pedid, y recibireis, para
que vuestro gozo sea cumplido.
25 Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os
hablare por proverbios, mas claramente os anunciare de mi Padre.
26 Aquel dia pedireis en mi nombre, y no os digo que yo rogare al Padre por
vosotros:
27 porque el mismo Padre os ama, por cuanto vosotros me amasteis, y habeis
creido que yo sali de Dios.
28 Sali del Padre, y he venido al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al
Padre.
29 Dicenle sus discipulos: He aqui, ahora hablas claramente, y ningun
proverbio dices.
30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no has menester que nadie
te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios.
31 Respondioles Jesus: ?Ahora creeis?
32 He aqui la hora viene, y ya es venida, que sereis esparcidos cada uno por
su cabo, y me dejareis solo: mas no estoy solo, porque el Padre esta conmigo.
33 Estas cosas os he hablado para que en mi tengais paz: en el mundo
tendreis apretura: mas confiad, yo he vencido al mundo.
CAPITULO 17
1 ESTAS cosas hablo Jesus, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la
hora viene, glorifica a tu Hijo, para que tambien tu Hijo te glorifique a ti.
2 como le has dado la potestad de toda carne, para que a todos los que le
diste, les de vida eterna.
3 Esta empero es la vida eterna, que te conozcan solo Dios verdadero, y al
que enviaste, Jesu Cristo.
4 Yo te he glorificado en la tierra, he acabado la obra que me diste que
hiciese.
5 Ahora pues, Padre, glorificame tu acerca de ti mismo de aquella gloria que
tuve acerca de ti antes que este mundo fuese.
6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: tuyos eran,
y me los diste, y guardaron tu palabra.
7 Ahora han [ya] conocido que todas las cosas que me diste, son de ti.
8 Porque las palabras que me diste, les he ensenado; y ellos [las]
recibieron, y han conocido verdaderamente que sali de ti, y han creido que tu
me enviaste.
9 Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste,
porque tuyos son.
10 Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas: y he sido
glorificado en ellas.
11 Y ya no estoy en el mundo: mas estos estan en el mundo, que yo a ti
vengo. Padre santo, guardalos por tu nombre; a los cuales me has dado, para
que sean una cosa, como tambien nosotros.
12 Cuando [yo] estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba por tu nombre,
a los cuales me diste: yo los guarde, y ninguno de ellos se perdio sino el
hijo de perdicion, para que la Escritura se cumpliese.
13 Mas ahora vengo a ti, y hablo esto en el mundo, para que tengan gozo
cumplido en si mismos.
14 Yo les ensene tu palabra, y el mundo los aborrecio: porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santificalos con tu verdad: tu palabra es la verdad.
18 Como tu me enviaste al mundo, tambien yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mi mismo, para que tambien ellos sean
santificados con verdad.
20 Mas no ruego solamente por ellos; sino tambien por los que han de creer
en mi por la palabra de ellos.
21 Para que todos sean una cosa: como tu, ioh Padre! en mi, y yo en ti; que
tambien ellos en nosotros sean una cosa: para que el mundo crea que tu me
enviaste.
22 Y yo la gloria que me diste, les he dado: para que sean una cosa, como
tambien nosotros somos una cosa:
23 yo en ellos, y tu en mi, para que sean consumadamente una cosa, y que el
mundo conozca que tu me enviaste, y que los has amado, como tambien a mi me
has amado.
24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos esten
tambien conmigo: para que vean mi gloria que me has dado, por cuanto me has
amado desde antes de la constitucion del mundo.
25 Padre justo, el mundo no te ha conocido: mas yo te he conocido; y estos
han conocido que tu me enviaste.
26 Y yo les hice notorio tu nombre, y [le] hare notorio: para que el amor,
con que me has amado, este en ellos, y yo en ellos.
CAPITULO 18
1 COMO Jesus hubo dicho estas cosas, saliose con sus discipulos tras el
arroyo de Cedron, donde estaba un huerto, en el cual entro Jesus, y sus
discipulos.
2 Y tambien Judas, el que le entregaba, sabia aquel lugar, porque muchas
veces Jesus se juntaba alli con sus discipulos.
3 Judas pues tomando una compania [de soldados,] y criados de los pontifices
y de los Fariseos, vino alli con linternas y antorchas, y con armas.
4 Empero Jesus, sabiendo todas las cosas que habian de venir sobre el, salio
delante, y les dijo: ?A quien buscais?
5 Respondieronle: A Jesus Nazareno. Diceles Jesus: Yo soy. Y estaba tambien
con ellos Judas el que le entregaba.
6 Y como les dijo: Yo soy: volvieron atras, y cayeron en tierra.
7 Volvioles pues a preguntar: ?A quien buscais? Y ellos dijeron: A Jesus
Nazareno.
8 Respondio Jesus: [Ya] os he dicho que yo soy: pues si a mi buscais, dejad
ir a estos:
9 para que se cumpliese la palabra que habia dicho: Que los que me diste,
ninguno de ellos perdi.
10 Entonces Simon Pedro, que tenia cuchillo, le saco, e hirio a un siervo
del pontifice, y le corto la oreja derecha; y el siervo se llamaba Malco.
11 Jesus entonces dijo a Pedro: Mete tu cuchillo en la vaina: ?el vaso que
el Padre me ha dado, no le tengo de beber?
12 Entonces la compania [de los soldados,] y el tribuno, y los servidores de
los Judios prendieron a Jesus, y le ataron.
13 Y le trajeron primeramente a Annas, porque era suegro de Caifas, el cual
era pontifice de aquel ano.
14 Y era Caifas el que habia dado el consejo a los Judios, que era necesario
que un hombre muriese por el pueblo.
15 Y seguia a Jesus Simon Pedro, y otro discipulo; y aquel discipulo era
conocido del pontifice, y entro con Jesus al patio del pontifice.
16 Mas Pedro estaba fuera a la puerta: y salio aquel discipulo que era
conocido del pontifice, y hablo a la portera, y metio dentro a Pedro.
17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ?No eres tu tambien de los
discipulos de este hombre? Dice el: No soy.
18 Y estaban en pie los siervos y los criados que habian allegado las
ascuas, porque hacia frio, y se calentaban: y estaba tambien con ellos Pedro
en pie calentandose.
19 Y el pontifice pregunto a Jesus de sus discipulos, y de su doctrina.
20 Jesus le respondio: Yo manifiestamente he hablado al mundo: yo siempre he
ensenado en la sinagoga, y en el templo, donde se juntan todos los Judios; y
nada he hablado en oculto:
21 ?que me preguntas a mi? pregunta a los que han oido, que les haya [yo]
hablado: he aqui, estos saben lo que yo he dicho.
22 Y como el hubo dicho esto, uno de los criados que estaba alli, dio una
bofetada a Jesus, diciendo: ?Asi respondes al pontifice?
23 Respondiole Jesus: Si he hablado mal, da testimonio del mal: y si bien,
?por que me hieres?
24 Asi le envio Annas atado a Caifas pontifice.
25 Estaba pues Pedro en pie calentandose: y le dijeron: ? No eres tu de sus
discipulos? El nego, y dijo: No soy.
26 Uno de los siervos del pontifice, pariente de aquel a quien Pedro habia
cortado la oreja, le dice: ?No te vi yo en el huerto con el?
27 Y nego Pedro otra vez; y luego el gallo canto.
28 Y llevan a Jesus de Caifas a la audiencia: y era por la manana; y ellos
no entraron en la audiencia por no ser contaminados, mas que comiesen [el
cordero de] la Pascua.
29 Entonces salio Pilato a ellos fuera, y dijo: ?Que acusacion traeis contra
este hombre?
30 Respondieron, y le dijeron: Si este no fuera malhechor, no te le
hubieramos entregado.
31 Diceles entonces Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle segun vuestra ley.
Y los Judios le dijeron: A nosotros no es licito matar a nadie.
32 Para que se cumpliese el dicho de Jesus que habia dicho, dando a entender
de que muerte habia de morir.
33 Asi que Pilato volviose a entrar en la audiencia, y llamo a Jesus, y le
dijo: ?Eres tu el Rey de los Judios?
34 Respondiole Jesus: ?Dices tu esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de
mi?
35 Pilato respondio: ?Soy yo Judio? tu gente, y los pontifices, te han
entregado a mi: ?que has hecho?
36 Respondio Jesus: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi
reino, mis servidores pelearian para que [yo] no fuera entregado a los
Judios: ahora pues mi reino no es de aqui.
37 Dijole entonces Pilato: ?Luego rey eres tu? Respondio Jesus: Tu dices que
yo soy rey: yo para esto soy nacido, y para esto he venido al mundo, [es a
saber,] para dar testimonio a la verdad: todo aquel que es [de la parte] de
la verdad, oye mi voz.
38 Dicele Pilato: ?Que cosa es verdad? Y como hubo dicho esto, volvio a los
Judios, y les dice: Yo no hallo en el algun crimen:
39 empero vosotros teneis costumbre, que [yo] os suelte uno en la Pascua:
?quereis pues que os suelte al rey de los Judios?
40 Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a este, sino a
Barrabas. Y este Barrabas era ladron.
CAPITULO 19
1 ASI que entonces tomo Pilato a Jesus, y le azoto.
2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y la pusieron sobre su
cabeza, y le vistieron de una ropa de grana,
3 y decian: Tengas gozo, Rey de los Judios; y le daban de bofetadas.
4 Entonces Pilato salio otra vez fuera, y les dijo: He aqui, os le traigo
fuera, para que entendais que ningun crimen hallo en el.
5 Asi salio Jesus fuera llevando la corona de espinas, y la ropa de grana. Y
diceles [Pilato:] He aqui el hombre.
6 Y como le vieron los principes de los sacerdotes. y los servidores, dieron
voces, diciendo: Crucificale, crucificale. Diceles Pilato: Tomadle vosotros,
y crucificadle: porque yo no hallo en el crimen.
7 Respondieronle los Judios: Nosotros tenemos ley, y segun nuestra ley debe
morir, porque se hizo Hijo de Dios.
8 Pues como Pilato oyo esta palabra, tuvo mas miedo.
9 Y entro otra vez a la audiencia, y dijo a Jesus: ?De donde eres tu? Mas
Jesus no le dio respuesta.
10 Entonces dicele Pilato: ?A mi no me hablas? ?no sabes que tengo potestad
para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte?
11 Respondio Jesus: Ninguna potestad tendrias contra mi, si [esto] no te
fuese dado de arriba: por tanto el que a ti me ha entregado, mayor pecado
tiene.
12 Desde entonces procuraba Pilato de soltarle: mas los Judios daban voces,
diciendo: Si a este sueltas, no eres amigo de Cesar: cualquiera que se hace
rey, a Cesar contradice.
13 Entonces Pilato oyendo este dicho, llevo fuera a Jesus, y se sento en el
tribunal, en el lugar que se dice Lithostrotos, y en hebraico Gabbatha.
14 Y era la vispera de la Pascua, y como a las seis horas: entonces dijo a
los Judios: He aqui vuestro Rey.
15 Mas ellos dieron voces: Quita, quita, crucificale. Diceles Pilato: ?A
vuestro Rey tengo de crucificar? Respondieron los pontifices: No tenemos rey,
sino a Cesar.
16 Asi que entonces se le entrego para que fuese crucificado: y tomaron a
Jesus, y le llevaron.
17 Y llevando la cruz para si, vino al lugar que se dice el lugar de la
Calavera, y en hebraico Golgotha:
18 donde le crucificaron, y con el otros dos, de una parte y de otra, y
Jesus en medio.
19 Y escribio tambien Pilato un titulo, el cual puso encima de la cruz: y el
escrito era: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDIOS.
20 Y muchos de los Judios leyeron este titulo: porque el lugar donde estaba
crucificado Jesus, era cerca de la ciudad: y era escrito en hebraico, y en
griego, y en latin.
21 Y decian a Pilato los pontifices de los Judios: No escribas: Rey de los
Judios; sino que el dijo: Rey soy de los Judios.
22 Respondio Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23 Y como los soldados hubieron crucificado a Jesus, tomaron sus vestidos, e
hicieron cuatro partes (a cada soldado una parte), y la tunica era sin
costura, toda tejida desde arriba;
24 y dijeron entre ellos: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella
cuya sera: para que se cumpliese la Escritura que dice: Partieron para si mis
vestidos, y sobre mi vestidura echaron suertes. Y los soldados ciertamente
hicieron esto.
25 Y estaban junto a la cruz de Jesus su madre, y la hermana de su madre,
Maria, mujer de Cleofas, y Maria Magdalena.
26 Y como vio Jesus a la madre, y al discipulo que el amaba, que estaba
presente, dice a su madre: Mujer, he ahi tu hijo.
27 Y luego dice al discipulo: He ahi tu madre. Y desde aquella hora el
discipulo la recibio consigo.
28 Despues, sabiendo Jesus que todas las cosas eran ya cumplidas, para que
la Escritura se cumpliese, dijo: Sed tengo.
29 Estaba pues [alli] un vaso lleno de vinagre. Entonces ellos llenaron una
esponja de vinagre, y revuelta con hisopo se la llegaron a la boca.
30 Y como Jesus tomo el vinagre, dijo: Consumado es. Y bajada la cabeza, dio
el espiritu.
31 Entonces los Judios, porque los cuerpos no quedasen en la cruz en el
sabado, porque [entonces] era la vispera [de la Pascua,] porque era el gran
dia del sabado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen
quitados.
32 Y vinieron los soldados, y a la verdad quebraron las piernas al primero,
y al otro que habia sido crucificado con el:
33 mas como vinieron a Jesus, como le vieron ya muerto, no le quebraron las
piernas.
34 Empero uno de los soldados le abrio el costado con una lanza, y luego
salio sangre y agua.
35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero: y el sabe
que dice verdad, para que vosotros tambien creais.
36 Porque estas cosas fueron hechas, para que se cumpliese la Escritura:
Hueso no quebrantareis de el.
37 Y otra vez otra Escritura dice: Veran [a aquel] al cual traspasaron.
38 Pasadas estas cosas, rogo a Pilato Joseph de Arimathea, el cual era
discipulo de Jesus, mas secreto, por miedo de los Judios, que [el] quitaria
el cuerpo de Jesus: lo cual permitio Pilato. Entonces [el] vino, y quito el
cuerpo de Jesus.
39 Entonces vino tambien Nicodemo, el que habia venido a Jesus de noche
antes, trayendo un compuesto de mirra y de aloes, como cien libras.
40 Y tomaron el cuerpo de Jesus y envolvieronle en lienzos con especias,
como es costumbre de los Judios sepultar.
41 Y en aquel lugar, donde habia sido crucificado, habia un huerto, y en el
huerto un sepulcro nuevo, en el cual aun no habia sido puesto alguno.
42 Alli pues, por causa de la vispera [de la Pascua] de los Judios, porque
aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesus.
CAPITULO 20
1 Y EL primer [dia] de los sabados, Maria Magdalena vino de manana, siendo
aun oscuro, al sepulcro, y vio la piedra quitada del sepulcro.
2 Entonces corrio, y vino a Simon Pedro, y al otro discipulo, al cual amaba
Jesus, y les dice: Han llevado al Senor del sepulcro, y no sabemos donde le
han puesto.
3 Y salio Pedro, y el otro discipulo, y vinieron al sepulcro.
4 Y corrian los dos juntos: mas el otro discipulo corrio mas presto que
Pedro, y vino primero al sepulcro.
5 Y bajandose [a mirar,] vio los lienzos puestos: mas no entro.
6 Vino pues Simon Pedro siguiendole, y entro en el sepulcro, y vio los
lienzos puestos,
7 y el sudario que habia sido [puesto] sobre su cabeza, no puesto con los
lienzos, sino aparte en un lugar envuelto.
8 Entonces pues entro tambien el otro discipulo, que habia venido primero al
monumento; y vio, y creyo.
9 Porque aun no sabian la Escritura, que era menester que el resucitase de
los muertos.
10 Y volvieron los discipulos a los suyos.
11 Empero Maria estaba llorando al sepulcro fuera, y estando llorando bajose
[a mirar] el sepulcro.
12 Y vio dos angeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la
cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesus habia sido puesto.
13 Y le dijeron: ?Mujer, por que lloras? Diceles: Han llevado a mi Senor, y
no se donde le han puesto.
14 Y como hubo dicho esto, volvio atras, y vio a Jesus que estaba [alli:]
mas no sabia que era Jesus.
15 Dicele Jesus: ?Mujer, por que lloras? ?a quien buscas? Ella, pensando que
era el hortelano, le dice: Senor, si tu le has llevado, dime donde le has
puesto, y yo le llevare.
16 Dicele Jesus: Maria. Volviendose ella, dicele: Rabboni, que quiere decir,
Maestro.
17 Dicele Jesus: No me toques: porque aun no he subido a mi Padre: mas ve a
mis hermanos; y diles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, a mi Dios, y a
vuestro Dios.
18 Vino Maria Magdalena dando las nuevas a los discipulos: Que habia visto
al Senor, y estas cosas me dijo.
19 Y como fue tarde aquel dia, el primero de los sabados, y las puertas
estaban cerradas, donde los discipulos estaban juntos por miedo de los
Judios, vino Jesus: y pusose en medio, y les dijo: Paz tengais.
20 Y como hubo dicho esto, mostroles las manos y el costado: entonces los
discipulos se gozaron, viendo al Senor.
21 Entonces diceles otra vez: Paz tengais: como me envio el Padre, asi
tambien yo os envio.
22 Y como hubo dicho esto, soplo, y les dijo: Tomad el Espiritu Santo:
23 a los que soltareis los pecados, les son sueltos: a los que los
retuviereis, seran retenidos.
24 Empero Tomas uno de los doce, que se dice el Didimo, no estaba con ellos
cuando Jesus vino.
25 Dijeronle pues los otros discipulos: Al Senor hemos visto. Y el les dijo:
Si no viere en sus manos la senal de los clavos, y metiere mi dedo en el
lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creere.
26 Y ocho dias despues estaban otra vez sus discipulos dentro, y con ellos
Tomas: vino Jesus, las puertas cerradas, y se puso en medio, y dijo: Paz
tengais.
27 Luego dice a Tomas: Mete tu dedo aqui, y ve mis manos; y da aca tu mano,
y mete[la] en mi costado, y no seas incredulo, sino fiel.
28 Entonces Tomas respondio, y le dice: Senor mio, y Dios mio.
29 Dicele Jesus: Porque me has visto, ioh Tomas! creiste: bienaventurados
los que no vieron, y creyeron.
30 TAMBIEN muchas otras senales hizo Jesus en presencia de sus discipulos,
que no estan escritas en este libro.
31 Estas empero son escritas, para que creais que Jesus es el Cristo, Hijo
de Dios; y para que creyendo, tengais vida en su nombre.
CAPITULO 21
1 DESPUES se manifesto Jesus otra vez a sus discipulos a la mar de Tiberias:
y se manifesto de esta manera:
2 Estaban juntos Simon Pedro, y Tomas, que se dice el Didimo y Nathanael, el
que era de Cana de Galilea, y los [hijos] de Zebedeo, otros dos de sus
discipulos.
3 Diceles Simon: A pescar voy. Dicenle: Vamos nosotros tambien contigo.
Fueron, y subieron luego en un navio; y aquella noche no tomaron nada.
4 Y venida la manana, Jesus se puso a la ribera; mas los discipulos no
entendieron que era Jesus.
5 Asi que diceles: ?Mozos, teneis algo de comer? Respondieronle: No.
6 Y el les dice: Echad la red a la mano derecha del navio, y hallareis.
Entonces echaron, y no la podian en ninguna manera sacar, por la multitud de
los peces.
7 Dijo entonces aquel discipulo, al cual amaba Jesus, a Pedro: El Senor es.
Entonces Simon Pedro, como oyo que era el Senor, cinose la ropa, porque
estaba desnudo, y echose a la mar.
8 Y los otros discipulos vinieron con el navio (porque no estaban lejos de
tierra, sino como doscientos codos), trayendo la red de peces.
9 Y como descendieron a tierra, vieron ascuas puestas, y un pez encima de
ellas, y pan.
10 Diceles Jesus: Traed de los peces que tomasteis ahora.
11 Subio Simon Pedro, y trajo la red a tierra, llena de grandes peces,
ciento y cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompio.
12 Diceles Jesus: Venid, comed. Y ninguno de los discipulos le osaba
preguntar: ?Tu, quien eres? sabiendo que era el Senor.
13 Asi que viene Jesus, y toma el pan, y dales, y asimismo del pez.
14 Esta [era] ya la tercera vez que Jesus se manifesto a sus discipulos,
habiendo resucitado de los muertos.
15 Pues como hubieron comido, Jesus dijo a Simon Pedro: ?Simon, [hijo] de
Jonas, me amas mas que estos? Dicele: Si, Senor: tu sabes que te amo. Dicele:
Apacienta mis corderos.
16 Vuelvele a decir la segunda vez: ?Simon, [hijo] de Jonas, me amas?
Respondele: Si, Senor: tu sabes que te amo. Dicele: Apacienta mis ovejas.
17 Dicele la tercera vez: ?Simon, [hijo] de Jonas, me amas? Entristeciose
Pedro de que le dijese la tercera vez: ?Me amas? Y le dice: Senor, tu sabes
todas las cosas: tu sabes que te amo. Dicele Jesus: Apacienta mis ovejas:
18 de cierto, de cierto te digo, [que] cuando eras mas mozo, te cenias, e
ibas donde querias: mas cuando ya fueres viejo, extenderas tus manos, y te
cenira otro, y te pasara donde no querrias.
19 Y esto dijo, dando a entender con que muerte habia de glorificar a Dios.
Y dicho esto, dicele: Sigueme.
20 Vuelto Pedro, ve a aquel discipulo, al cual amaba Jesus que seguia, el
que tambien se habia recostado a su pecho en la cena, y [le] habia dicho:
Senor, quien es el que te ha de entregar?
21 Asi que, como Pedro vio a este, dice a Jesus: ?Senor, y este que?
22 Dicele Jesus: Si quiero que el quede hasta que [yo] venga, ?que [se te
da] a ti? sigueme tu.
23 Salio pues este dicho entre los hermanos, que aquel discipulo no habia de
morir: y Jesus no le dijo: No morira; sino: Si quiero que el quede hasta que
[yo] venga, ?que a ti?
24 ESTE es aquel discipulo que da testimonio de estas cosas, y escribio
estas cosas, y sabemos que su testimonio es verdadero.
25 Y hay tambien otras muchas cosas que hizo Jesus, que si se escribiesen
cada una por si, ni aun en el mundo pienso que cabrian los libros que se
habrian de escribir. Amen.
LOS
ACTOS DE LOS APOSTOLES.
CAPITULO 1
1 HEMOS hablado primero, ioh Teofilo! de todas las cosas que Jesus comenzo a
hacer, y a ensenar,
2 hasta el dia que, habiendo dado mandamientos por Espiritu Santo a los
apostoles que escogio, fue recibido arriba:
3 a los cuales, despues de haber padecido, se presento vivo en muchas
pruebas, apareciendoles por cuarenta dias, y hablandoles del reino de Dios.
4 Y juntandolos, les mando, que no se fuesen de Jerusalem, mas que esperasen
la promesa del Padre, que oisteis, [dice,] de mi.
5 Porque Juan a la verdad bautizo en agua, mas vosotros sereis bautizados en
Espiritu Santo no muchos dias despues de estos.
6 Entonces los que se habian juntado le preguntaron, diciendo: ?Senor,
restituiras el reino a Israel en este tiempo?
7 Y les dijo: No es vuestro saber los tiempos, o las sazones que el Padre
puso en su sola potestad:
8 mas recibireis la virtud del Espiritu Santo que vendra sobre vosotros, y
me sereis testigos en Jerusalem, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo
ultimo de la tierra.
9 Y habiendo dicho estas cosas, viendole ellos, fue alzado, y una nube le
recibio, y le quito de sus ojos.
10 Y estando [ellos] con los ojos puestos en el cielo entre tanto que el
iba, he aqui, dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos;
11 los cuales tambien les dijeron: Varones Galileos, ?que estais mirando al
cielo? este Jesus que ha sido tomado arriba de vosotros al cielo, asi vendra,
como le habeis visto ir al cielo.
12 Entonces se volvieron a Jerusalem del monte que se llama el Olivar, el
cual esta cerca de Jerusalem, camino de un sabado.
13 Y entrados, subieron al cenadero, donde estaban Pedro y Jacobo, Juan y
Andres, Felipe y Tomas, Bartolome y Mateo, Jacobo, [hijo] de Alfeo, y Simon
el Zeloso, y Judas [hermano] de Jacobo.
14 Todos estos perseveraban unanimes en oracion y ruego con las mujeres, y
con Maria la madre de Jesus, y con sus hermanos.
15 Y EN aquellos dias Pedro, levantandose en medio de los discipulos, dijo:
(y era la compania junta como de ciento y veinte por nombre: )
16 Varones, hermanos, convino que se cumpliese esta escritura, la cual dijo
antes el Espiritu Santo por la boca de David, de Judas, que fue el guia de
los que prendieron a Jesus;
17 el cual era contado con nosotros, y tenia suerte en este ministerio.
18 Este pues adquirio el campo del salario de iniquidad, y colgandose
revento por medio, y todas sus entranas se derramaron.
19 Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalem, de tal manera que aquel
campo sea llamado en su propia lengua Haceldama, que es, Campo de Sangre.
20 Porque esta escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su
habitacion, y no haya quien more en ella. Tambien: Tome otro su obispado.
21 Conviene, pues, que de estos varones, que han estado juntos con nosotros
todo el tiempo que el Senor Jesus entro y salio entre nosotros,
22 comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el dia que fue tomado arriba
de [entre] nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurreccion.
23 Y senalaron a dos, a Joseph, que se llama Barsabas, que tiene por
sobrenombre el Justo, y a Matias.
24 Y orando, dijeron: Tu, Senor, que conoces los corazones de todos, muestra
cual escoges de estos dos,
25 para que tome la suerte de este ministerio, y del apostolado, del cual
rebelo Judas, por irse a su lugar.
26 Y les pusieron las suertes; y cayo la suerte sobre Matias; y fue contado
con los once apostoles.
CAPITULO 2
1 COMO se cumplieron los dias de las siete semanas, estaban todos unanimes
juntos.
2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento vehemente que
venia [con impetu,] el cual lleno toda la casa donde estaban sentados.
3 Y les aparecieron [unas] lenguas repartidas como de fuego, que se asento
sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos de Espiritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas, como el Espiritu Santo les daba que hablasen.
5 (Moraban entonces en Jerusalem Judios, varones religiosos de todas las
naciones que [estan] debajo del cielo.)
6 Y hecho este estruendo, se junto la multitud: y estaban confusos, porque
cada uno les oia hablar su propia lengua.
7 Y estaban todos atonitos y maravillados, diciendo los unos a los otros:
Veis, ?no son Galileos todos estos que hablan?
8 ?como, pues, los oimos nosotros [hablar] cada uno en su lengua en que
somos nacidos?
9 Partos, y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea,
y en Capadocia, en el Ponto, y en Asia,
10 en Frigia y en Panfilia, en Egipto, y en las partes de Africa que estan
de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, y Judios, y convertidos,
11 Cretenses, y Arabes: los oimos hablar en nuestras lenguas las maravillas
de Dios.
12 Y estaban todos atonitos y maravillados, diciendo los unos a los otros:
?Que quiere ser esto?
13 Mas otros burlandose, decian: Que estan [estos] llenos de mosto.
14 Entonces Pedro poniendose en pie con los once, alzo su voz, y les hablo,
diciendo: Varones Judios, y todos los que habitais en Jerusalem, esto os sea
notorio, y oid mis palabras:
15 porque estos no estan borrachos, como vosotros pensais, siendo la hora de
las tres del dia.
16 Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel:
17 Y sera en los postreros dias, (dice Dios,) derramare de mi Espiritu sobre
toda carne; y vuestros hijos, y vuestras hijas profetizaran, y vuestros
mancebos veran visiones, y vuestros viejos sonaran suenos:
18 y de cierto sobre mis siervos, y sobre mis criadas en aquellos dias
derramare de mi Espiritu; y profetizaran:
19 y dare prodigios arriba en el cielo, y senales abajo en la tierra,
sangre, y fuego, y vapor de humo:
20 el sol se volvera en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el
dia del Senor grande y manifiesto:
21 y sera, que todo aquel que invocare el nombre del Senor, sera salvo.
22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesus Nazareno, varon aprobado de
Dios entre vosotros en maravillas, y prodigios, y senales que Dios hizo por
el en medio de vosotros, como tambien vosotros sabeis:
23 este, por determinado consejo y providencia de Dios entregado, tomando[le
vosotros,] le matasteis con manos inicuas, crucificandole.
24 Al cual Dios levanto, sueltos los dolores de la muerte; por cuanto era
imposible ser detenido de ella.
25 Porque David dice de el: Veia al Senor siempre delante de mi: porque le
tengo a la diestra, no sere removido:
26 por lo cual mi corazon se alegro, y mi lengua se gozo, y aun mi carne
descansara en esperanza:
27 que no dejaras mi alma en el infierno, ni daras a tu Santo que vea
corrupcion:
28 me hiciste notorios los caminos de la vida: me llenaras de gozo con tu
presencia.
29 Varones, hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que
murio, y fue sepultado, y su sepulcro esta con nosotros hasta el dia de hoy.
30 Asi que siendo profeta, y sabiendo que con juramento le habia Dios
jurado, que del fruto de su lomo cuanto a la carne, le levantaria el Cristo,
que se asentaria sobre su silla:
31 viendolo antes, hablo de la resurreccion del Cristo, que su alma no haya
sido dejada en el infierno, ni su carne haya visto corrupcion.
32 A este Jesus resucito Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Asi que levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la
promesa del Espiritu Santo, ha derramado esto que vosotros ahora veis y ois.
34 Porque David no subio a los cielos: empero el dice: Dijo el Senor a mi
Senor, Asientate a mi diestra,
35 hasta que ponga tus enemigos [por] estrado de tus pies.
36 Sepa pues certisimamente toda la casa de Israel, que a este ha hecho Dios
el Senor y el Cristo, a este Jesus que vosotros crucificasteis.
37 Entonces oidas estas cosas, fueron compungidos de corazon, y dijeron a
Pedro, y a los otros apostoles: Varones, hermanos, ?que haremos?
38 Y Pedro les dice: Haced penitencia,* y bauticese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesu Cristo para perdon de los pecados; y recibireis el don del
Espiritu Santo: {* Arrepentios, o, endmendaos.}
39 porque a vosotros es [hecha] la promesa, y a vuestros hijos, y a todos
los que estan lejos: a cuales quiera que el Senor nuestro Dios llamare.
40 Y con otras muchas palabras testificaba, y [los] exhortaba, diciendo: Sed
salvos de esta perversa generacion.
41 Asi que los que recibieron su palabra fueron bautizados: y fueron
anadidas [a la Iglesia] aquel dia como tres mil personas.
42 Y perseveraban en la doctrina de los apostoles, y en la comunion, y en el
partimiento del pan, y en las oraciones.
43 Y toda persona tenia temor: y muchas maravillas y senales eran hechas por
los apostoles.
44 Y todos los que creian estaban juntos; y tenian todas las cosas comunes.
45 Y vendian las posesiones y las haciendas, y las repartian a todos, como
cada uno habia menester.
46 Y perseverando unanimes cada dia en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comian juntos con alegria y con sencillez de corazon,
47 alabando a Dios, y teniendo gracia acerca de todo el pueblo. Y el Senor
anadia cada dia a la Iglesia los que habian de ser salvos.
CAPITULO 3
1 PEDRO y Juan subian juntos al templo a la hora de la oracion de las nueve.
2 Y un varon, que era cojo desde el vientre de su madre, era traido; al cual
ponian cada dia a la puerta del templo, que se dice la Hermosa, para que
pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3 Este como vio a Pedro y a Juan que comenzaban a entrar en el templo, [les]
rogaba para haber limosna.
4 Y Pedro con Juan poniendo los ojos en el, dijo: Mira a nosotros.
5 Entonces el estuvo atento a ellos, esperando recibir de ellos algo.
6 Y Pedro dijo: Ni tengo plata ni oro: mas lo que tengo, eso te doy: en el
nombre de Jesu Cristo, el Nazareno, levantate, y anda.
7 Y tomandole por la mano derecha, le levanto: y luego fueron afirmados sus
pies y tobillos.
8 Y saltando, se puso en pie, y anduvo, y entro con ellos en el templo,
andando y saltando, y alabando a Dios.
9 Y todo el pueblo le vio andar, y alabar a Dios.
10 Y le conocian, que el era el que se sentaba a la limosna a la puerta del
templo, la Hermosa: y fueron llenos de miedo y de espanto de lo que le habia
acontecido.
11 Y teniendo a Pedro y a Juan el cojo que habia sido sanado, todo el pueblo
concurrio a ellos al portal que se llama de Salomon atonitos.
12 Lo cual viendo Pedro, respondio al pueblo: Varones Israelitas, ?por que
os maravillais de esto? ?o por que poneis los ojos en nosotros como si con
nuestra virtud o piedad hubiesemos hecho andar a este?
13 El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres,
ha glorificado a su Hijo Jesus, al cual vosotros entregasteis, y negasteis
delante de Pilato, juzgando el que habia de ser suelto.
14 Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese
un hombre homicida;
15 y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los
muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
16 Y en la fe de su nombre, a este que vosotros veis y conoceis, ha
confirmado su nombre: y la fe que por el [es], ha dado a este esta sanidad en
presencia de todos vosotros.
17 Mas ahora, hermanos, [yo] se que por ignorancia [lo] habeis hecho, como
tambien vuestros principes.
18 Empero Dios lo que habia antes anunciado por boca de todos sus profetas,
que su Cristo habia de padecer, asi lo ha cumplido.
19 Asi que arrepentios, y convertios, para que sean raidos vuestros pecados:
pues que los tiempos del refrigerio de la presencia del Senor son venidos:
20 el cual os ha enviado a Jesus el Cristo, que os ha sido antes anunciado:
21 al cual cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la
restauracion de todas las cosas: del cual hablo Dios por boca de todos sus
profetas que han sido desde el siglo.
22 Porque Moises dijo a los padres: El Senor vuestro Dios os levantara
profeta de vuestros hermanos, como yo: a el oireis, [haciendo] conforme a
todas las cosas que os hablare:
23 y sera, [que] cualquiera alma que no oyere a aquel profeta, sera
desarraigada del pueblo.
24 Y todos los profetas desde Samuel, y en adelante, todos los que han
hablado, han prenunciado estos dias.
25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del concierto que Dios
concerto con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente seran
benditas todas las familias de la tierra.
26 A vosotros primeramente Dios, levantando a su Hijo Jesus, le envio que os
bendijese, para que cada uno se convierta de su maldad.
CAPITULO 4
1 Y HABLANDO ellos al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes, y el magistrado
del templo, y los Saduceos,
2 pesandoles de que ensenasen el pueblo, y anunciasen en el nombre de Jesus
la resurreccion de los muertos.
3 Y les echaron mano, y los pusieron en la carcel hasta el dia siguiente:
porque era ya tarde.
4 Mas muchos de los que habian oido el sermon creyeron: y fue hecho el
numero de los varones, como cinco mil.
5 Y acontecio el dia siguiente, que los principes de ellos se juntaron, y
los ancianos, y los escribas, en Jerusalem;
6 y Annas, principe de los sacerdotes, y Caifas, y Juan, y Alejandro, y
todos los que eran del linaje sacerdotal;
7 y haciendolos presentar en medio, les preguntaron: ?Con que potestad, o en
que nombre habeis hecho vosotros esto?
8 Entonces Pedro, lleno de Espiritu Santo, les dijo: Principes del pueblo, y
ancianos de Israel:
9 pues que somos hay demandados acerca del beneficio [hecho] a un hombre
enfermo, [es a saber,] de que manera este haya sido sanado;
10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el
nombre de Jesu Cristo, el Nazareno, el que vosotros crucificasteis, y Dios le
resucito de los muertos, en esto este esta en vuestra presencia sano:
11 este es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es
puesta por cabeza de esquina:
12 y en ningun otro hay salud: porque no hay otro nombre debajo del cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
13 Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres
sin letras e idiotas, se maravillaban; y los conocian que habian estado con
Jesus.
14 Y viendo al hombre que habia sido sanado, que estaba con ellos, no podian
decir nada en contra.
15 Mas les mandaron que se saliesen fuera del concilio; y conferian entre
si,
16 diciendo: ?Que hemos de hacer a estos hombres? porque cierto senal
manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en
Jerusalem, y no lo podemos negar.
17 Todavia, porque no se divulgue mas por el pueblo, amenacemosles que no
hablen de aqui adelante a hombre ninguno en este nombre.
18 Y llamandolos les denunciaron que en ninguna manera hablasen, ni
ensenasen en el nombre de Jesus.
19 Entonces Pedro y Juan respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo
delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios:
20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oido.
21 Ellos entonces no hallando en que castigarlos, los enviaron
amenazandoles, por causa del pueblo: porque todos glorificaban a Dios de lo
que habia sido hecho.
22 Porque el hombre en quien habia sido hecho este milagro de sanidad, era
de mas de cuarenta anos.
23 Sueltos [ellos,] vinieron a los suyos, y contaron lo que los principes de
los sacerdotes, y los ancianos les habian dicho.
24 los cuales habiendolo oido, alzaron unanimes la voz a Dios, y dijeron:
Senor, tu eres el Dios, que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todas las
cosas que en ellas estan:
25 que en Espiritu Santo por la boca de David tu siervo dijiste: ?Por que
han bramado las gentes, y los pueblos han pensado cosas vanas?
26 asistieron los reyes de la tierra, y los principes se juntaron en uno
contra el Senor, y contra su Cristo.
27 Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu Santo Hijo
Jesus, al cual ungiste, Herodes, y Poncio Pilato, con los Gentiles, y los
pueblos de Israel,
28 para hacer lo que tu mano y tu consejo antes habian determinado que habia
de ser hecho.
29 Y ahora, Senor, pon los ojos en sus amenazas, y da a tus siervos que con
toda confianza hablen tu palabra:
30 que extiendas tu mano a que sanidades, y milagros, y prodigios sean
hechos por el nombre de tu Santo Hijo Jesus.
31 Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados temblo: y
todos fueron llenos de Espiritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con
confianza.
32 Y DE la multitud de los que habian creido era un corazon y un alma; y
ninguno decia ser suyo algo de lo que poseian, mas todas las cosas les eran
comunes.
33 Y los apostoles daban testimonio de la resurreccion del Senor Jesus con
gran esfuerzo: y gran gracia era en todos ellos.
34 Que ningun necesitado habia entre ellos: porque todos los que poseian
heredades o casas, vendiendolas, traian el precio de lo vendido,
35 y le depositaban a los pies de los apostoles, y era repartido a cada uno
como tenia la necesidad.
36 Entonces Joses, que fue llamado de los apostoles por sobrenombre
Barnabas, que declarado es, hijo de consolacion, Levita, natural de Cipro,
37 como tuviese una heredad, la vendio, y trajo el precio, y le deposito a
los pies de los apostoles.
CAPITULO 5
1 UN varon llamado Ananias, con Safira su mujer, vendio una posesion,
2 y defraudo del precio, sabiendolo tambien su mujer; y trayendo una parte,
la deposito a los pies de los apostoles^.
3 Y dijo Pedro: Ananias, ?por que lleno Satanas tu corazon a que mintieses
al Espiritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?
4 quedandose, ?no se te quedaba a ti? y vendida, ?no estaba en tu potestad?
?por que pusiste esto en tu corazon? no has mentido a los hombres, sino a
Dios.
5 Entonces Ananias, oyendo estas palabras, cayo, y espiro. Y fue hecho un
gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantandose los mancebos, le tomaron: y sacandole, le sepultaron.
7 Y pasado espacio como de tres horas, tambien su mujer entro, no sabiendo
lo que habia acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ?vendisteis en tanto la heredad? Y ella
dijo: Si, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ?Por que os concertasteis para tentar al Espiritu del
Senor? he aqui a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido: y
te sacaran a [sepultar.]
10 Y luego cayo a los pies de el, y espiro: y entrados los mancebos, la
hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
11 Y fue hecho un gran temor en toda la Iglesia, y en todos los que oyeron
estas cosas.
12 Y POR las manos de los apostoles eran hechos muchos milagros y prodigios
en el pueblo; y estaban todos unanimes en el portal de Salomon.
13 Y de los otros, ninguno se osaba juntar con ellos: con todo eso el pueblo
los alababa grandemente.
14 Y los que creian en el Senor se aumentaban mas, asi de varones como de
mujeres.
15 Tanto, que echaban los enfermos por las calles, y los ponian en camas y
en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de
ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas concurria multitud a Jerusalem, trayendo
enfermos, y atormentados de espiritus inmundos: los cuales todos eran
curados.
17 ENTONCES levantandose el principe de los sacerdotes, y todos los que
estaban con el, que es la herejia de los Saduceos, fueron llenos de zelo.
18 Y echaron mano a los apostoles, y los pusieron en la carcel publica.
19 Mas el angel del Senor, abriendo de noche las puertas de la carcel, y
sacandolos, dijo:
20 Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las cosas de esta
vida.
21 [Ellos] entonces, como oyeron, entraron por la manana en el templo, y
ensenaban. Viniendo pues el principe de los sacerdotes, y los que eran con
el, convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel; y
enviaron a la carcel, para que fuesen traidos.
22 Y como vinieron los servidores no los hallaron en la carcel, y vueltos,
dieron aviso,
23 diciendo: Cierto la carcel hallamos cerrada con toda diligencia, y los
guardas que estaban delante de las puertas: mas como abrimos, a nadie
hallamos dentro.
24 Entonces como oyeron estas palabras el pontifice, y el magistrado del
templo, y los principes de los sacerdotes, dudaban que seria hecho de ellos.
25 Y viniendo uno, les aviso: He aqui, los varones que echasteis en la
carcel, estan en el templo, y ensenan al pueblo.
26 Entonces el magistrado fue con los servidores, y los trajo sin violencia,
porque tenian miedo del pueblo, de ser apedreados.
27 Y como los trajeron, los presentaron en el concilio: entonces el principe
de los sacerdotes les pregunto,
28 diciendo: ?No os denunciamos denunciando, que no ensenaseis en este
nombre? y he aqui, habeis llenado a Jerusalem de vuestra doctrina, ?y quereis
echar sobre nosotros la sangre de este hombre?
29 Y respondiendo Pedro y los apostoles, dijeron: Obedecer es menester a
Dios mas que a los hombres.
30 El Dios de nuestros padres levanto a Jesus, al cual vosotros matasteis
colgandole en el madero:
31 a este enaltecio Dios con su diestra por Principe y Salvador, para dar a
Israel penitencia y remision de pecados:
32 y nosotros le somos testigos de estas cosas, y tambien el Espiritu Santo,
el cual ha dado Dios a los que le han obedecido.
33 Ellos oyendo [esto] reganaban, y consultaban de matarlos.
34 Entonces levantandose en el concilio un Fariseo, llamado Gamaliel, doctor
de la ley, venerable a todo el pueblo, mando que sacasen fuera un poco a los
apostoles,
35 y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos
hombres en lo que habeis de hacer.
36 Porque antes de estos dias fue un Teudas, diciendo que era alguien; al
cual se allegaron un numero de varones, como cuatrocientos, el cual fue
matado: y todos los que le creyeron, fueron disipados, y vueltos en nada.
37 Despues de este fue Judas el Galileo en los dias del empadronamiento; y
llevo mucho pueblo tras si: perecio tambien aquel, y todos los que
consintieron con el, fueron derramados.
38 Y ahora os digo, dejaos de estos hombres, y dejadlos: porque si este
consejo, o esta obra, es de los hombres, se desvanecera.
39 Mas si es de Dios, no la podreis deshacer: porque no parezca que quereis
repugnar a Dios.
40 Y consintieron con el: y llamando a los apostoles, habiendolos azotado,
les denunciaron que no hablasen en el nombre de Jesus, y los soltaron.
41 Mas ellos iban gozosos de delante del concilio, de que fuesen tenidos por
dignos de padecer afrenta por el nombre de Jesus.
42 Y todos los dias no cesaban en el templo, y por las casas, ensenando, y
predicando el evangelio de Jesu Cristo.
CAPITULO 6
1 EN aquellos dias, creciendo el numero de los discipulos, hubo murmuracion
de los Griegos contra los Hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en
el ministerio cuotidiano.
2 Asi que los doce, convocada la multitud de los discipulos, dijeron: No es
justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos a las mesas:
3 considerad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio,
llenos de Espiritu Santo y de sabiduria, los cuales pongamos en esta obra:
4 y nosotros instaremos en la oracion, y en el ministerio de la palabra.
5 Y plugo este parecer a toda la multitud; y eligieron a Estevan, varon
lleno de fe y de Espiritu Santo, y a Felipe, y a Procoro, y a Nicanor, y a
Timon, y a Parmenas, y a Nicolas extranjero de Antioquia.
6 A estos presentaron en presencia de los apostoles: los cuales orando les
pusieron las manos encima.
7 De manera que la palabra del Senor crecia; y el numero de los discipulos
se multiplicaba mucho en Jerusalem: mucha compania de los sacerdotes tambien
obedecia a la fe.
8 EMPERO Estevan, lleno de fe y de potencia, hacia prodigios y milagros
grandes en el pueblo.
9 Levantaronse entonces unos de la sinagoga que se llama de los Libertinos,
y Cireneos, y Alejandrinos, y de los que eran de Cilicia, y de Asia,
disputando con Estevan.
10 Mas no podian resistir a la sabiduria, y al Espiritu con que hablaba.
11 Entonces sobornaron a unos que dijesen que le habian oido hablar palabras
blasfemas contra Moises y Dios.
12 Y conmovieron al pueblo, y a los ancianos, y a los escribas; y
arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio.
13 Y pusieron testigos falsos que dijesen: Este hombre no cesa de hablar
palabras blasfemas contra el lugar santo y la ley:
14 porque le hemos oido decir: Que este Jesus Nazareno destruira este lugar,
y mudara las tradiciones que nos dio Moises.
15 Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos
en el, vieron su rostro como el rostro de un angel.
CAPITULO 7
1 EL principe de los sacerdotes dijo entonces: ?Es esto asi?
2 Y el dijo: Varones, hermanos, y padres, oid. El Dios de gloria aparecio a
nuestro padre Abraham estando en Mesopotamia, antes que morase en Charan,
3 y le dijo: Sal de tu tierra, y de tu parentela, y ven a la tierra que te
mostrare.
4 Entonces salio de la tierra de los Chaldeos, y habito en Charan: y de
alli, muerto su padre, le traspaso a esta tierra, en la cual vosotros
habitais ahora.
5 Y no le dio posesion en ella, ni aun una pisada de un pie: mas le prometio
que se la daria en posesion, y a su simiente despues de el, no teniendo [aun]
hijo.
6 Y le hablo Dios asi: Que su simiente seria extranjera en tierra ajena, y
que los sujetarian en servidumbre, y que los maltratarian, por cuatrocientos
anos:
7 mas a la nacion a quien seran siervos, yo [la] juzgare, dijo Dios: y
despues de esto saldran, y me serviran en este lugar.
8 Y le dio el concierto de la circuncision: y asi engendro a Isaac, y le
circuncido al octavo dia: e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.
9 Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a Joseph para Egipto: mas
Dios era con el;
10 y le libro de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduria en la
presencia de Pharaon, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre
Egipto, y sobre toda su casa.
11 Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Chanaan, y grande
tribulacion: y nuestros padres no hallaban alimentos.
12 Y como oyese Jacob que habia trigo en Egipto, envio a nuestros padres la
primera vez.
13 Y en la segunda, Joseph fue conocido de sus hermanos, y fue sabido de
Pharaon el linaje de Joseph.
14 Y enviando Joseph, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en
setenta y cinco personas.
15 Asi descendio Jacob en Egipto, donde murio el, y nuestros padres,
16 los cuales fueron traspasados a Sichem, y fueron puestos en el sepulcro
que compro Abraham a precio de dinero de los hijos de Hemor, [hijo] de
Sichem.
17 Mas como se acerco el tiempo de la promesa la cual Dios habia jurado a
Abraham, crecio el pueblo, y se multiplico en Egipto,
18 hasta que se levanto otro rey, que no conocia a Joseph.
19 Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrato a nuestros padres,
que pusiesen a peligro [de muerte] sus ninos, para que cesase la generacion.
20 En aquel mismo tiempo nacio Moises, y fue agradable a Dios: y fue criado
tres meses en casa de su padre.
21 Mas siendo puesto al peligro, la hija de Pharaon le tomo, y le crio por
su hijo.
22 Y fue ensenado Moises en toda la sabiduria de los Egipcios: y era
poderoso en sus dichos y hechos.
23 Y como se le cumplio el tiempo de cuarenta anos, le vino en voluntad de
visitar a sus hermanos los hijos de Israel.
24 Y como vio a uno que era injuriado, le defendio, e hiriendo al Egipcio,
vengo al injuriado.
25 Pero el pensaba que sus hermanos entendian, que Dios les habia de dar
salud por su mano: mas ellos no lo hablan entendido.
26 Y el dia siguiente riniendo ellos, se les mostro, y los metia en paz,
diciendo: Varones, hermanos sois, ?por que os injuriais los unos a los otros?
27 Entonces el que injuriaba a su projimo, le rempujo, diciendo: ?Quien te
ha puesto [a ti] por principe y juez sobre nosotros?
28 ?quieres tu matarme, como mataste ayer al Egipcio?
29 A esta palabra Moises huyo: y se hizo extranjero en tierra de Madian,
donde engendro dos hijos.
30 Y cumplidos cuarenta anos, el angel del Senor le aparecio en el desierto
del monte de Sinai, en fuego de llama de un zarzal.
31 Entonces Moises mirando, fue maravillado de la vision: y llegandose para
considerar, fue hecha a el voz del Senor:
32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios
de Jacob: mas Moises temeroso no osaba mirar.
33 Y le dijo el Senor: Quita los zapatos de tus pies, porque el lugar en que
estas tierra santa es:
34 he visto, he visto la afliccion de mi pueblo que esta en Egipto, y el
gemido de ellos he oido, y he descendido para librarlos: ahora pues ven, te
enviare a Egipto.
35 A este Moises, al cual habian rehusado, diciendo: ?Quien te ha puesto por
principe y juez? a este envio Dios por principe y redentor con la mano del
angel que le aparecio en el zarzal.
36 Este los saco, haciendo prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en
el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta anos.
37 Este es el Moises, el cual dijo a los hijos de Israel: Profeta os
levantara el Senor Dios vuestro, de vuestros hermanos, como yo; a el oireis.
38 Este es el que estuvo en la congregacion en el desierto con el angel que
le hablaba en el monte de Sinai, y con nuestros padres: y recibio las
palabras de vida para darnos.
39 Al cual nuestros padres no quisieron obedecer: antes le desecharon; y se
apartaron de corazon a Egipto,
40 diciendo a Aaron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros: porque a
este Moises, que nos saco de tierra de Egipto, no sabemos que le ha
acontecido.
41 Y entonces hicieron el becerro, y ofrecieron sacrificio al idolo, y en
las obras de sus manos se holgaron.
42 Mas Dios se aparto, y los entrego que sirviesen al ejercito del cielo,
como esta escrito en el libro de los profetas: ?Me ofrecisteis victimas y
sacrificios en el desierto por cuarenta anos, casa de Israel?
43 antes trajisteis el tabernaculo de Moloch, y la estrella de vuestro dios
Remphan, figuras que os hicisteis para adorarlas: os trasportare pues de ese
cabo de Babilonia.
44 Tuvieron nuestros padres el tabernaculo del testimonio en el desierto,
como les ordeno Dios, hablando a Moises, que le hiciese segun la forma que
habia visto.
45 El cual recibido, metieron tambien nuestros padres con Josue en la
posesion de los Gentiles, que Dios echo de la presencia de nuestros padres,
hasta los dias de David.
46 El cual hallo gracia delante de Dios, y pidio de hallar tabernaculo al
Dios de Jacob.
47 Y Salomon le edifico casa.
48 Mas el Altisimo no habita en templos hechos de mano, como el profeta
dice:
49 El cielo es mi trono; y la tierra el estrado de mis pies: ?que casa me
edificareis? dice el Senor: ?o cual es el lugar de mi reposo?
50 ?no hizo mi mano todas estas cosas?
51 Duros de cerviz, e incircuncisos de corazon y de oidos: vosotros resistis
siempre al Espiritu Santo; como vuestros padres [asi] tambien vosotros.
52 ?A cual de los profetas no persiguieron nuestros padres? y mataron a los
que antes denunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habeis
sido entregadores y matadores:
53 que recibisteis la ley por disposicion de angeles, y no la guardasteis.
54 Y oyendo estas cosas reganaban de sus corazones, y crujian los dientes
contra el.
55 Mas el estando lleno de Espiritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio
la gloria de Dios, y a Jesus que estaba a la diestra de Dios,
56 y dice: He aqui, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que esta a
la diestra de Dios.
57 Entonces [ellos] dando grandes voces, taparon sus orejas; y arremetieron
unanimes contra el.
58 Y echandole fuera de la ciudad le apedreaban: y los testigos pusieron sus
vestidos a los pies de un mancebo que se llamaba Saulo.
59 Y apedrearon a Estevan, invocando el, y diciendo: Senor Jesus, recibe mi
espiritu.
60 Y puesto de rodillas, clamo a gran voz: Senor, no les pongas este pecado.
Y habiendo dicho esto, durmio en el Senor.
CAPITULO 8
1 Y SAULO consentia en su muerte. Y en aquel dia fue hecha una grande
persecucion en la Iglesia que estaba en Jerusalem; y todos fueron esparcidos
por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apostoles.
2 Y cuidaron de Estevan [algunos] varones pios, e hicieron gran llanto sobre
el.
3 Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas: y trayendo
varones y mujeres, los entregaba en la carcel.
4 Mas los que eran esparcidos, pasaban [por la tierra] anunciando la palabra
del Evangelio.
5 ENTONCES Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a
Cristo.
6 Y las companias escuchaban atentamente unanimes las cosas que decia
Felipe, oyendo y viendo las senales que hacia.
7 Porque muchos espiritus inmundos salian de los que los tenian, dando
grandes voces: y muchos paraliticos, y cojos eran sanados.
8 Asi que habia gran gozo en aquella ciudad.
9 Entonces [habia] un varon llamado Simon, el cual habia sido antes magico
en aquella ciudad, y habia enganado la gente de Samaria, diciendose ser algun
grande.
10 Al cual oian todos atentamente desde el mas pequeno hasta el mas grande,
diciendo: Este es virtud de Dios, la grande.
11 Y le estaban atentos, porque con sus artes magicas los habia entontecido
mucho tiempo.
12 Mas como creyeron a Felipe, que les anunciaba el evangelio del reino de
Dios, y el nombre de Jesu Cristo, se bautizaban, varones y mujeres.
13 Simon entonces, creyo el tambien: y bautizandose, se llego a Felipe: y
viendo los milagros y grandes maravillas que se hacian, estaba atonito.
14 Oyendo pues los apostoles, que estaban en Jerusalem, que Samaria habia
recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.
15 los cuales venidos, oraron por ellos para que recibiesen el Espiritu
Santo:
16 porque aun no habia descendido en alguno de ellos, mas solamente eran
bautizados en el nombre de Jesus.
17 Entonces les pusieron las manos encima, y recibieron el Espiritu Santo.
18 Y como vio Simon que por la imposicion de las manos de los apostoles se
daba el Espiritu Santo, les presento dineros,
19 diciendo: Dadme tambien a mi esta potestad: que a cualquiera que pusiere
las manos encima, reciba el Espiritu Santo.
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don
de Dios se gane por dinero:
21 no tienes tu parte ni suerte en este negocio: porque tu corazon no es
recto delante de Dios:
22 arrepientete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizas te sera
perdonado este pensamiento de tu corazon:
23 porque en hiel de amargura, y en prision de maldad veo que estas.
24 Respondiendo entonces Simon, dijo: Rogad vosotros por mi al Senor, que
ninguna cosa de estas, que habeis dicho, venga sobre mi.
25 Y ellos habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a
Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaban el Evangelio.
26 EMPERO el angel del Senor hablo a Felipe, diciendo: Levantate, y ve hacia
el mediodia, al camino que desciende de Jerusalem a Gaza: la cual es
desierta.
27 El entonces se levanto, y fue: y he aqui un Etiope, eunuco, gobernador de
Candaces, reina de los Etiopes, el cual era [puesto] sobre todos sus tesoros,
y habia venido a adorar a Jerusalem,
28 se volvia, sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaias.
29 Y el Espiritu dijo a Felipe: Llegate, y juntate a este carro.
30 Y acudiendo Felipe, le oyo que leia al profeta Isaias; y dijo: ?Mas
entiendes lo que lees?
31 Y el dijo: ?Y como podre, si alguno no me ensenare? Y rogo a Felipe que
subiese, y se sentase con el.
32 Y el lugar de la Escritura que leia, era este: Como oveja a la muerte fue
llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, asi no abrio su
boca:
33 en su humillacion su juicio fue quitado: mas su generacion, ?quien la
contara? porque es quitada de la tierra su vida.
34 Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Ruegote, ?de quien el profeta
dice esto? ?de si, o de otro alguno?
35 Entonces Felipe, abriendo su boca y comenzando de esta Escritura, le
anuncio el evangelio de Jesus.
36 Y yendo por el camino, vinieron a una agua; y le dijo el eunuco: He aqui
agua, ?que impide que yo no sea bautizado?
37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazon, bien puedes. Y respondiendo
[el,] dijo: Creo que Jesu Cristo es el Hijo de Dios.
38 Y mando parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco:
y le bautizo.
39 Y como subieron del agua, el Espiritu del Senor arrebato a Felipe, y no
le vio mas el eunuco: y se fue su camino gozoso.
40 Felipe empero se hallo en Azoto: y pasando anunciaba el Evangelio en
todas las ciudades hasta que vino a Cesarea.
CAPITULO 9
1 Y SAULO, aun resoplando amenazas y muerte contra los discipulos del Senor,
vino al principe de los sacerdotes,
2 y demando de el cartas para Damasco a las sinagogas, para que si hallase
algunos varones, o mujeres de esta secta, los trajese presos a Jerusalem.
3 Y yendo por el camino, acontecio que llegando cerca de Damasco,
subitamente le cerco un resplandor de luz del cielo.
4 Y cayendo en tierra, oyo una voz que le decia: Saulo, Saulo, ?por que me
persigues?
5 Y [el] dijo: ?Quien eres, Senor? Y el Senor dijo: Yo soy Jesus a quien tu
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijon.
6 El temblando y temeroso, dijo: Senor, ?que quieres que haga? Y el Senor le
[dice:] Levantate, y entra en la ciudad; y te se dira lo que te conviene
hacer.
7 Y los varones que iban con Saulo, se pararon atonitos, oyendo a la verdad
la voz, mas no viendo a nadie.
8 Entonces Saulo se levanto de tierra, y abriendo los ojos no veia a nadie:
asi que llevandole por la mano, le metieron en Damasco,
9 donde estuvo tres dias sin ver; y no comio, ni bebio.
10 Habia entonces un discipulo en Damasco, llamado Ananias, al cual el Senor
dijo en vision: Ananias. Y el respondio: He aqui estoy, Senor.
11 Y el Senor le [dijo:] Levantate, y ve a la calle que se llama la Derecha,
y busca en casa de Judas a Saulo, llamado el de Tarso: porque he aqui el ora:
12 y ha visto en vision un varon llamado Ananias, que entra, y le pone la
mano encima para que reciba la vista.
13 Entonces Ananias respondio: Senor, he oido a muchos de este varon,
cuantos males ha hecho a tus santos en Jerusalem,
14 y aun aqui tiene facultad de los principes de los sacerdotes de prender a
todos los que invocan tu nombre.
15 Y le dijo el Senor: Ve; porque instrumento escogido me es este para que
lleve mi nombre en presencia de gentes, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16 porque yo le mostrare cuanto le sea menester que padezca por mi nombre.
17 Ananias entonces fue, y entro en la casa: y poniendole las manos encima,
dijo: Saulo, hermano, el Senor Jesus, que te aparecio en el camino por donde
venias, me ha enviado para que recibas la vista, y seas lleno de Espiritu
Santo.
18 Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibio luego la vista: y
levantandose fue bautizado.
19 Y como comio, fue confortado. Y estuvo Saulo con los discipulos que
estaban en Damasco, por algunos dias.
20 Y luego [entrando] en las sinagogas predicaba a Cristo, que este era el
Hijo de Dios.
21 Y todos los que le oian estaban atonitos, y decian: ?No es este el que
asolaba en Jerusalem a los que invocaban este nombre: y a eso vino aca para
llevarlos presos a los principes de los sacerdotes?
22 Empero Saulo mucho mas se esforzaba, y confundia a los Judios que moraban
en Damasco, afirmando que este es el Cristo.
23 Y como pasaron muchos dias, hicieron consejo en uno los Judios de
matarle.
24 Mas las asechanzas de ellos fueron entendidas de Saulo: empero [ellos]
guardaban las puertas de dia y de noche, para matarle.
25 Entonces los discipulos, tomandole de noche, le bajaron por el muro
metido en una espuerta.
26 Y como Saulo vino a Jerusalem, tentaba de juntarse con los discipulos:
mas todos tenian miedo de el, no creyendo que era discipulo.
27 Entonces Barnabas, tomandole, le trajo a los apostoles; y conto, como
habia visto al Senor en el camino, y que le habia hablado, y como en Damasco
habia hablado confiadamente en el nombre de Jesus.
28 Y entraba y salia con ellos en Jerusalem.
29 Y hablaba confiadamente en el nombre del Senor Jesus, y disputaba con los
Griegos: mas ellos procuraban de matarle.
30 Lo cual como los hermanos entendieron, le acompanaron hasta Cesarea, y le
enviaron a Tarso.
31 Las Iglesias entonces por toda Judea, y Galilea, y Samaria, tenian paz, y
eran edificadas, andando en el temor del Senor: y con consuelo del Espiritu
Santo eran multiplicadas.
32 Y ACONTECIO, que Pedro andandolos a todos, vino tambien a los santos que
habitaban en Lydda.
33 Y hallo alli a uno que se llamaba Eneas, que habia ya ocho anos que
estaba en cama, que era paralitico.
34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesu Cristo te sana: levantate, y hazte [tu
cama.] Y luego se levanto.
35 Y vieronle todos los que habitaban en Lydda y en Sarona, los cuales se
convirtieron al Senor.
36 Entonces en Joppe habia una discipula llamada Tabitha, que declarado
quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras, y de limosnas que hacia.
37 Y acontecio en aquellos dias, que enfermando, murio: la cual despues de
lavada, la pusieron en un cenadero.
38 Y como Lydda estaba cerca de Joppe, los discipulos, oyendo que Pedro
estaba alli, le enviaron dos varones, rogandole: No te detengas de venir
hasta nosotros.
39 Pedro entonces levantandose, vino con ellos: y como llego, le llevaron al
cenadero, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrandole las
tunicas y los vestidos que Dorcas les hacia, cuando estaba con ellas.
40 Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oro: y vuelto al
cuerpo, dijo: Tabitha, levantate. Y ella abrio los ojos: y viendo a Pedro, se
volvio a asentar.
41 Y dandole el la mano, la levanto: entonces llamando los santos y las
viudas, la presento viva.
42 Esto fue notorio por toda Joppe: y creyeron muchos en el Senor.
43 Y acontecio que se quedo muchos dias en Joppe, en casa de un cierto Simon
curtidor.
CAPITULO 10
1 Y HABIA un varon en Cesarea llamado Cornelio, centurion de la compania que
se llamaba la Italiana,
2 pio, y temeroso de Dios, con toda su casa, y que hacia muchas limosnas al
pueblo, y que oraba a Dios siempre.
3 Este vio en vision manifiestamente, como a la hora de las nueve del dia,
que un angel de Dios entraba a el, y le decia: Cornelio.
4 Y el, puestos en el los ojos, espantado, dijo: ?Que es, Senor? Y le dijo:
Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria en la presencia de Dios:
5 envia pues ahora varones a Joppe, y haz venir a un Simon, que tiene por
sobrenombre Pedro:
6 este posa en casa de un Simon curtidor, que tiene su casa junto a la mar:
este te dira lo que te conviene hacer.
7 E ido el angel que hablaba con Cornelio, llamo dos de sus criados, y un
soldado temeroso del Senor, de los que se llegaban a el:
8 a los cuales, despues de haberselo contado todo, los envio a Joppe.
9 Y un dia despues, yendo ellos camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro
subio a la azotea a orar, cerca de la hora de las seis.
10 Y acontecio que le vino una grande hambre, y quiso comer, y aparejandole
ellos, cayo sobre el un exceso de entendimiento.
11 Y vio el cielo abierto, y que descendia a el un vaso, como un gran
lienzo, que [atado] de los cuatro cantos era bajado del cielo a la tierra:
12 en el cual habia [de] todos los animales de cuatro pies de la tierra, y
fieras, y reptiles, y aves del cielo.
13 Y le vino una voz: Levantate, Pedro, mata, y come.
14 Entonces Pedro dijo: Senor, no: porque ninguna cosa comun, e inmunda, he
comido jamas.
15 Y volvio la voz a decirle la segunda vez: Lo que Dios limpio, no lo
ensucies.
16 Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvio a ser recogido en el
cielo.
17 Y estando Pedro dudando dentro de si, que seria la vision que habia
visto, he aqui, los varones que habian sido enviados de Cornelio, que
preguntando por la casa de Simon, llegaron a la puerta.
18 Y llamando, preguntaron, si un Simon, que tenia por sobrenombre Pedro,
posaba alli.
19 Y estando Pedro pensando en la vision, le dijo el Espiritu: He aqui, tres
varones te buscan:
20 levantate pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos, porque yo los he
enviado.
21 Entonces Pedro descendiendo a los varones que le eran enviados de
Cornelio, dijo: He aqui, yo soy el que buscais: ?que es la causa por que
habeis venido?
22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurion, varon justo, y temeroso de Dios,
y que tiene testimonio de toda la nacion de los Judios, ha recibido respuesta
por un santo angel, de hacerte venir a su casa, y oir de [ti algunas] cosas.
23 Entonces metiendolos dentro, los hospedo: y el dia siguiente levantandose
se fue con ellos: y le acompanaron algunos de los hermanos de Joppe.
24 Y otro dia despues entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando,
habiendo llamado sus parientes, y los amigos mas familiares.
25 Y como Pedro entro, Cornelio le salio a recibir: y derribandose a sus
pies, adoro.
26 Y Pedro le levanto, diciendo: Levantate, que yo mismo soy hombre.
27 Y hablando con el, entro: y hallo a muchos que se habian juntado.
28 Y les dijo: Vosotros sabeis, que es abominable a un varon Judio juntarse,
o llegarse a extranjero: mas me ha mostrado Dios, que a ningun hombre llame
comun o inmundo:
29 por lo cual llamado, he venido sin dudar: asi que pregunto, ?por que
causa me habeis hecho venir?
30 Entonces Cornelio dijo: Cuatro dias ha que a esta hora yo estaba ayuno: y
a la hora de las nueve estando orando en mi casa, he aqui, un varon se puso
delante de mi en vestido resplandeciente,
31 y dijo: Cornelio, tu oracion es oida, y tus limosnas han venido en
memoria en la presencia de Dios:
32 envia pues a Joppe, y haz venir a un Simon, que tiene por sobrenombre
Pedro: este posa en casa de Simon, un curtidor junto a la mar, el cual
venido, te hablara.
33 Asi que, luego envie a ti: y tu has hecho bien viniendo: ahora, pues,
todos nosotros estamos aqui en la presencia de Dios para oir todo lo que Dios
te ha mandado.
34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace
acepcion de personas:
35 sino que de cualquiera nacion, que le teme y obra justicia, se agrada.
36 Envio palabra Dios a los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesu
Cristo: este es el Senor de todos.
37 Vosotros sabeis que la cosa ha sido hecha por toda Judea: que comenzando
desde Galilea, despues del bautismo que Juan predico:
38 a Jesus de Nazaret, como le ungio Dios de Espiritu Santo, y de potencia,
que anduvo haciendo bienes, y sanando todos los oprimidos del diablo: porque
Dios era con el.
39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de
Judea, y en Jerusalem, al cual mataron colgandole en un madero.
40 A este Dios le levanto al tercer dia, e hizo que apareciese manifiesto:
41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios antes habia ordenado,
[es a saber,] a nosotros, que comimos, y bebimos juntamente con el, despues
que resucito de los muertos.
42 Y nos mando que predicasemos al pueblo, y testificasemos que el es el que
Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
43 A este dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en el
creyeren, recibiran perdon de pecados por su nombre.
44 Estando aun hablando Pedro estas palabras, el Espiritu Santo cayo sobre
todos los que oian el sermon.
45 Y se espantaron los fieles que eran de la circuncision, que habian venido
con Pedro, de que tambien sobre los Gentiles se derramase el don del Espiritu
Santo.
46 Porque los oian que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Entonces Pedro respondio:
47 ?Puede alguien impedir el agua, que no sean bautizados estos, que han
recibido el Espiritu Santo tambien como nosotros?
48 Y los mando bautizar en el nombre del Senor Jesus. Y le rogaron que se
quedase con ellos por algunos dias.
CAPITULO 11
1 Y OYERON los apostoles, y los hermanos que estaban en Judea, que tambien
los Gentiles habian recibido la palabra de Dios.
2 Y como Pedro subio a Jerusalem, contendian contra el los que [eran] de la
circuncision,
3 diciendo: ?Por que has entrado a varones incircuncisos, y has comido con
ellos?
4 Entonces comenzando Pedro, les declaro por orden [lo pasado,] diciendo:
5 Estando yo en la ciudad de Joppe orando, vi, en exceso de entendimiento,
una vision, [es a saber,] un vaso, como un gran lienzo, que descendia, que
por los cuatro cantos era bajado del cielo, y venia hasta mi:
6 en el cual como puse los ojos, considere, y vi animales terrestres de
cuatro pies, y fieras, y reptiles, y aves del cielo:
7 y oi tambien una voz que me decia: Levantate, Pedro, mata, y come.
8 Y dije: Senor, no: porque ninguna cosa comun ni inmunda entro jamas en mi
boca.
9 Entonces la voz me respondio del cielo la segunda vez: Lo que Dios limpio,
no lo ensucies tu.
10 Y esto fue hecho por tres veces: y volvio todo a ser tomado arriba en el
cielo.
11 Y he aqui que luego tres varones sobrevinieron en la casa donde yo
estaba, enviados a mi de Cesarea.
12 Y el Espiritu me dijo, que me fuese con ellos sin dudar. Y vinieron
tambien conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varon,
13 el cual nos conto como habia visto un angel en su casa, que se paro, y le
dijo: Envia a Joppe, y haz venir a un Simon, que tiene por sobrenombre Pedro,
14 el cual te hablara palabras por las cuales seras salvo tu, y toda tu
casa.
15 Y como comence a hablar, cayo el Espiritu Santo sobre ellos, tambien como
sobre nosotros al principio.
16 Entonces me acorde del dicho del Senor, como dijo: Juan ciertamente
bautizo en agua: mas vosotros sereis bautizados en Espiritu Santo.
17 Asi que, si Dios les dio el mismo don tambien como a nosotros que hemos
creido en el Senor Jesu Cristo, ?quien era yo que pudiese estorbar a Dios?
18 Entonces, oidas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo:
De manera que tambien a los Gentiles ha dado Dios penitencia para vida.*
{*Lugar de convertirse a el para que vivan.}
19 Y LOS que habian sido esparcidos por [causa de] la tribulacion que fue
hecha en tiempo de Estevan, anduvieron hasta Phenicia, y Cipro, y Antioquia,
no hablando a nadie la palabra, sino a solos los Judios.
20 Y de ellos habia unos varones Ciprios y Cirenenses, los cuales como
entraron en Antioquia, hablaron a los Griegos, anunciando el Evangelio del
Senor Jesus.
21 Y la mano del Senor era con ellos: y mucho numero creyendo se convirtio
al Senor.
22 Y llego la fama de estas cosas a oidos de la Iglesia que estaba en
Jerusalem: y enviaron a Barnabas que fuese hasta Antioquia:
23 el cual como llego, y vio la gracia de Dios, se gozo; y exhorto a todos
que permaneciesen en el proposito del corazon en el Senor.
24 Porque era varon bueno, y lleno de Espiritu Santo, y de fe: y mucha
compania fue allegada al Senor.
25 Y se partio Barnabas a Tarso a buscar a Saulo: y hallado, le trajo a
Antioquia.
26 Y conversaron todo un ano alli con la Iglesia: y ensenaron mucha
compania, de tal manera que los discipulos fueron llamados Cristianos
primeramente en Antioquia.
27 Y EN aquellos dias descendieron de Jerusalem profetas a Antioquia.
28 Y levantandose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por Espiritu,
que habia de haber una grande hambre en toda la redondez de las tierras, la
cual tambien fue en tiempo de Claudio Cesar.
29 Entonces los discipulos, cada uno conforme a lo que tenia, determinaron
de enviar subsidio a los hermanos que habitaban en Judea.
30 Lo cual asimismo hicieron, enviando a los ancianos por mano de Barnabas y
de Saulo.
CAPITULO 12
1 Y EN el mismo tiempo el rey Herodes envio companias [de soldados] para
maltratar algunos de la Iglesia.
2 Y mato a Jacobo, el hermano de Juan, a cuchillo.
3 Y viendo que habia agradado a los Judios, paso adelante para prender
tambien a Pedro, y eran los dias de los panes sin levadura.
4 El cual prendido, le echo en la carcel, entregandole a cuatro cuaterniones
de soldados, que le guardasen: queriendo sacarle al pueblo despues de la
Pascua.
5 Asi que, Pedro era guardado en la carcel: y la Iglesia hacia oracion a
Dios sin cesar por el.
6 Y cuando Herodes le habia de sacar, aquella misma noche, estaba Pedro
durmiendo entre dos soldados, preso con dos cadenas, y los guardas delante de
la puerta que guardaban la carcel.
7 Y he aqui, el angel del Senor sobrevino, y la luz resplandecio en la
carcel: e hiriendo a Pedro en el lado, le desperto, diciendo: Levantate
prestamente. Y las cadenas se le cayeron de las manos.
8 Y le dijo el angel: Cinete, y atate tus zapatos. Y lo hizo asi. Y le dijo:
Rodeate tu ropa, y sigueme.
9 Y saliendo, le seguia; y no sabia que era verdad lo que hacia el angel:
mas pensaba que veia vision.
10 Y como pasaron la primera y la segunda guarda, vinieron a la puerta de
hierro, que va a la ciudad, la cual se les abrio de suyo: y salidos, pasaron
una calle; y luego el angel se aparto de el.
11 Entonces Pedro, volviendo en si, dijo: Ahora entiendo verdaderamente, que
el Senor ha enviado su angel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de
todo el pueblo de los Judios que me esperaba.
12 Y considerando [esto,] llego a casa de Maria la madre de Juan, el que
tenia por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban congregados, y orando.
13 Y tocando Pedro a la puerta del patio, salio una muchacha, para escuchar:
se llamaba Rhode.
14 La cual como conocio la voz de Pedro, de gozo no abrio la puerta, sino
corriendo dentro, dio nueva, que Pedro estaba a la puerta.
16 Y ellos le dijeron: Estas loco: mas ella afirmaba que era asi. Entonces
ellos decian: Su angel es.
16 Mas Pedro perseveraba en llamar: y como le abrieron, le vieron, y se
espantaron.
17 Y [el] haciendoles senal con la mano que callasen, les conto como el
Senor le habia sacado de la carcel; y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los
hermanos. Y salido, se partio a otro lugar.
18 Siendo pues de dia, habia no poco alboroto entre los soldados, sobre que
se habia hecho de Pedro.
19 Mas Herodes, como le busco, y no le hallo, hecha inquisicion de los
guardas, los mando llevar. Y descendiendo de Judea a Cesarea, se quedo
[alli.]
20 Y Herodes estaba enojado contra los de Tyro, y los de Sidon: mas ellos
vinieron concordes a el; y sobornado Blasto, que era el camarero del rey,
pedian paz: porque las tierras de ellos eran mantenidas del rey.
21 Y un dia senalado, Herodes, vestido de ropa real, se sento en el
tribunal, y les hablo.
22 Y el pueblo aclamaba: Voz de Dios, y no de hombre.
23 Y luego el angel del Senor le hirio, por cuanto no dio la gloria a Dios;
y comido de gusanos espiro.
24 Mas la palabra del Senor crecia, y era multiplicada.
25 Y Barnabas y Saulo volvieron de Jerusalem, cumplido su servicio, tomando
juntamente [consigo] a Juan, el que tenia por sobrenombre Marcos.
CAPITULO 13
1 HABIA entonces en la Iglesia, que estaba en Antioquia, profetas y
doctores, Barnabas, y Simon el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y
Manahen, que habia sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.
2 Ministrando pues estos al Senor, y ayunando, dijo el Espiritu Santo:
Apartadme a Barnabas y a Saulo para la obra para la cual los he llamado.
3 Entonces ayunando y orando, y poniendoles las manos encima, los enviaron.
4 Y ellos entonces, enviados por el Espiritu Santo, descendieron a Seleucia:
y de alli navegaron a Cipro.
5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de
los Judios: y tenian tambien a Juan en el ministerio.
6 Y habiendo atravesado la isla hasta Pafo, hallaron a un varon mago, falso
profeta, Judio, llamado Bar-jesus:
7 el cual estaba con el Proconsul Sergio Paulo, varon prudente: este,
llamando a Barnabas y a Saulo, deseaba oir la palabra de Dios.
8 Mas les resistia Elimas el encantador, (que asi se interpreta su nombre,)
procurando de apartar de la fe al Proconsul.
9 Entonces Saulo, que tambien [es] Pablo, lleno del Espiritu Santo, poniendo
en el los ojos,
10 dijo: iOh, lleno de todo engano y de toda maldad, hijo del diablo,
enemigo de toda justicia! ?no cesaras de trastornar los caminos rectos del
Senor?
11 ahora, pues, he aqui, la mano del Senor [es] contra ti, y seras ciego,
que no veas el sol por tiempo. Y luego cayo en el oscuridad y tinieblas: y
andando al rededor buscaba quien le diese la mano.
12 Entonces el Proconsul, viendo lo que habia sido hecho, creyo, maravillado
de la doctrina del Senor.
13 Y partidos de Pafo, Pablo, y los que estaban con el, vinieron a Perges de
Panfilia: entonces Juan, apartandose de ellos, se volvio a Jerusalem.
14 Y ELLOS pasando de Perges, vinieron a Antioquia de Pisidia; y entrando en
la sinagoga un dia de sabado, se asentaron.
15 Y despues de la leccion de la ley y de los profetas, los principes de la
sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si hay entre vosotros
alguna palabra de exhortacion para el pueblo, hablad.
16 Entonces Pablo, levantandose, hecho silencio con la mano, dice: Varones
Israelitas, y los que temeis a Dios, oid.
17 El Dios del pueblo de Israel escogio a nuestros padres, y ensalzo el
pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo
levantado los saco de ella.
18 Y por tiempo como de cuarenta anos soporto sus costumbres en el desierto.
19 Y destruyendo las siete gentes en la tierra de Chanaan, les repartio por
suerte la tierra de ellas.
20 Como por cuatrocientos y cincuenta anos despues dioles jueces hasta el
profeta Samuel.
21 Y entonces demandaron rey: y les dio Dios a Saul, hijo de Cis, varon de
la tribu de Benjamin, por cuarenta anos.
22 Y quitado aquel, les levanto el rey David, al cual dio testimonio,
diciendo: He hallado a David, [hijo] de Isai, varon conforme a mi corazon, el
cual hara todo lo que yo quiero.
23 De la simiente de este, Dios, conforme a la promesa, levanto a Jesus por
Salvador a Israel;
24 predicando Juan delante de la faz de su venida el bautismo de penitencia
a todo el pueblo de Israel.
25 Mas como Juan cumpliese su carrera, dijo: ?Quien pensais que soy? no soy
yo: mas, he aqui, viene tras mi [aquel,] cuyos zapatos de los pies no soy
digno de desatar.
26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros
temen a Dios, a vosotros es enviada esta palabra de salud.
27 Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus principes, no conociendo a
este, y las voces de los profetas que se leen todos los sabados,
condenando[le las] cumplieron.
28 Y sin hallar en el causa de muerte, pidieron a Pilato que le matasen.
29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de el eran escritas, quitandole
del madero, le pusieron en el sepulcro.
30 Mas Dios le levanto de los muertos.
31 El cual fue visto por muchos dias de los que habian subido juntamente con
el de Galilea a Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo.
32 Y nosotros tambien os anunciamos el Evangelio de aquella promesa que fue
hecha a los Padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a
nosotros, resucitando a Jesus:
33 como tambien en el Salmo segundo esta escrito: Mi hijo eres tu, yo te
engendre hoy.
34 Y que le levanto de los muertos para nunca mas volver a corrupcion, asi
dijo: Que os dare las misericordias fieles [prometidas] a David.
35 Por tanto en otra parte dice: No daras tu Santo que vea corrupcion.
36 Porque a la verdad David, habiendo servido en su edad a la voluntad de
Dios, durmio, y fue juntado con sus padres, y vio corrupcion.
37 Mas aquel que Dios levanto, no vio corrupcion.
38 Seaos pues notorio, varones hermanos, que por este os es anunciada
remision de pecados:
39 y de todo lo que por la ley de Moises no pudisteis ser justificados, en
este es justificado todo aquel que creyere.
40 Mirad pues que no venga sobre vosotros lo que esta dicho en los profetas:
41 Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos: porque yo obro
obra en vuestros dias, obra que no la creereis si alguien os la contare.
42 Y SALIDOS de la sinagoga de los Judios, los Gentiles les rogaron, que el
sabado siguiente les hablasen estas palabras.
43 Y enviada la congregacion, muchos de los Judios, y de los religiosos
extranjeros siguieron a Pablo y a Barnabas: los cuales hablandoles, les
persuadian que permaneciesen en la gracia de Dios.
44 Y el sabado siguiente se junto casi toda la ciudad a oir la palabra de
Dios.
45 Entonces los Judios, vista la compania, fueron llenos de zelo, y
contradecian a lo que Pablo decia, contradiciendo y blasfemando.
46 Entonces Pablo y Barnabas, usando de libertad, dijeron: A vosotros a la
verdad era menester que se os hablase la palabra de Dios: mas, pues que la
desechais, y os juzgais indignos de la vida eterna, he aqui, [nosotros] nos
volvemos a los Gentiles.
47 Porque asi nos lo mando el Senor: Te he puesto para luz de los Gentiles,
para que seas por salud hasta lo postrero de la tierra.
48 Y los Gentiles oyendo esto, fueron gozosos, y glorificaban la palabra del
Senor; y creyeron todos los que estaban antes ordenados para vida eterna.
49 Y la palabra del Senor era sembrada por toda aquella provincia.
50 Mas los Judios concitaron mujeres pias y honestas, y a los principales de
la ciudad, y levantaron persecucion contra Pablo y Barnabas, a los cuales
echaron de sus terminos.
51 Ellos entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, se vinieron a
Iconio.
52 Y los discipulos estaban llenos de gozo, y de Espiritu Santo.
CAPITULO 14
1 Y ACONTECIO en Iconio, que entrados juntamente en la sinagoga de los
Judios, hablaron de tal manera que creyo una grande multitud de Judios, y
asimismo de Griegos.
2 Mas los Judios que fueron incredulos, incitaron, y corrompieron los animos
de los Gentiles contra los hermanos.
3 Con todo eso se detuvieron alli mucho tiempo confiados en el Senor, el
cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que senales y milagros
fuesen hechos por las manos de ellos.
4 Y el vulgo de la ciudad fue dividido: y unos eran con los Judios, y otros
con los apostoles.
5 Y haciendo impetu los Judios y los Gentiles, juntamente con sus principes,
para afrentarlos y apedrearlos,
6 entendiendolo se huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por
toda la tierra al rededor.
7 Y alli predicaban el Evangelio.
8 Y un varon de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el
vientre de su madre, que jamas habia andado.
9 Este oyo hablar a Pablo: el cual, como puso los ojos en el, y vio que
tenia fe para ser sano,
10 dijo a gran voz: Levantate derecho sobre tus pies. Y [el] salto, y
anduvo.
11 Entonces las companias, visto lo que Pablo habia hecho, alzaron la voz,
diciendo en lengua Licaonica: Dioses semejantes a hombres han descendido a
nosotros.
12 Y a Barnabas llamaban Jupiter; y a Pablo, Mercurio, porque este era el
que hablaba.
13 Y el sacerdote de Jupiter que estaba delante de la ciudad de ellos,
trayendo toros y coronas delante de las puertas, queria con el pueblo
sacrificar[les.]
14 Lo cual como oyeron los apostoles Barnabas y Pablo, saltaron a las
companias, rasgadas sus ropas, dando voces,
15 y diciendo: Varones, ?por que haceis esto? nosotros tambien somos hombres
semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtais
al Dios vivo, que hizo el cielo, y la tierra, y la mar, y todo lo que esta en
ellos:
16 el cual en las edades pasadas ha dejado a todas las gentes andar en sus
caminos:
17 aunque no se dejo a si mismo sin testimonio, bien haciendo, dandonos
lluvias del cielo, y tiempos fructiferos, llenando de mantenimiento, y de
alegria nuestros corazones.
18 Y diciendo estas cosas, apenas apaciguaron las companias a que no les
sacrificasen.
19 Entonces sobre vinieron unos judios de Antioquia y de Iconio, que
persuadieron a la multitud: y habiendo apedreado a Pablo, le trajeron
arrastrando fuera de la ciudad, pensando que ya estaba muerto.
20 Mas rodeandole los discipulos, se levanto, y se entro en la ciudad: y un
dia despues se partio con Barnabas a Derbe.
21 Y como hubieron anunciado el Evangelio a aquella ciudad, y ensenado a
muchos, volvieronse a Listra, y a Iconio, y a Antioquia,
22 confirmando los animos de los discipulos, exhortandolos que permaneciesen
en la fe; y [ensenandoles] que es menester que por muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios.
23 Y habiendoles constituido ancianos en cada una de las Iglesias, y
habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Senor en el cual habian
creido.
24 Y pasando por Pisidia vinieron a Panfilia.
25 Y habiendo hablado la palabra [del Senor] en Perges, descendieron a
Atalia.
26 Y de alli navegaron a Antioquia, donde habian sido encomendados a la
gracia de Dios para la obra que ya habian acabado.
27 Y como vinieron, y juntaron la Iglesia, relataron cuan grandes cosas
habia hecho Dios por [medio de] ellos; y como habia abierto a los Gentiles la
puerta de la fe.
28 Y se quedaron alli mucho tiempo con los discipulos.
CAPITULO 15
1 ENTONCES algunos que venian de Judea ensenaban a los hermanos: Que si no
os circuncidais, conforme al rito de Moises, no podeis ser salvos.
2 Asi que hecha una sedicion y contienda no pequena a Pablo y a Barnabas
contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Barnabas, y algunos otros de
ellos a los apostoles y a los ancianos a Jerusalem sobre esta cuestion
3 Ellos pues, acompanados [de algunos] de la Iglesia, pasaron por Phenicia y
Samaria, contando la conversion de los Gentiles: y hacian gran gozo a todos
los hermanos.
4 Y venidos a Jerusalem, fueron recibidos de la Iglesia, y de los apostoles,
y de los ancianos: y les hicieron saber todas las cosas que Dios habia hecho
por [medio de] ellos.
5 Mas algunos de la secta de los Fariseos, que habian creido, se levantaron,
diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandar[les] que guarden la ley de
Moises.
6 Y se juntaron los apostoles y los ancianos para conocer de este negocio.
7 Y habiendo habido grande contienda, levantandose Pedro, les dijo: Varones
hermanos, vosotros sabeis como ya ha algun tiempo que Dios escogio, que los
Gentiles oyesen por mi boca la palabra del Evangelio, y que creyesen:
8 y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dandoles el Espiritu
Santo tambien como a nosotros:
9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe
sus corazones:
10 ahora pues, ?por que tentais a Dios poniendo yugo sobre la cerviz de los
discipulos, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
11 antes por la gracia del Senor Jesu Cristo creemos que seremos salvos,
como tambien ellos.
12 Entonces toda la multitud callo, y oyeron a Barnabas y a Pablo que
contaban cuan grandes maravillas y senales Dios habia hecho por [medio de]
ellos entre los Gentiles.
13 Y despues que hubieron callado, Jacobo respondio, diciendo: Varones
hermanos, oidme.
14 Simon ha contado como primero Dios visito a los Gentiles, para tomar de
ellos pueblo para su nombre.
15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como esta escrito:
16 Despues de esto volvere, e instaurare la cabana de David que estaba
caida: y restaurare sus ruinas, y la volvere a levantar:
17 para que el resto de los hombres busque al Senor, y todos los Gentiles
sobre los cuales es llamado mi nombre, dice el Senor, que hace todas estas
cosas.
18 Notorias son a Dios desde el siglo todas sus obras.
19 Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Dios,
no han de ser inquietados:
20 sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los idolos, y
de fornicacion, y de ahogado, y de sangre.
21 Porque Moises desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le
predique en las sinagogas, donde es leido cada sabado.
22 Entonces parecio bien a los apostoles, y a los ancianos con toda la
Iglesia, elegir varones de ellos, y enviarlos a Antioquia con Pablo y
Barnabas, a Judas que tenia por sobrenombre Barsabas, y a Silas, varones
principales entre los hermanos;
23 y escribir por mano de ellos [asi:] Los apostoles, y los ancianos, y los
hermanos, a los hermanos de los Gentiles que estan en Antioquia, y en Syria,
y en Cilicia, salud:
24 Por cuanto hemos oido que algunos, que han salido de nosotros, os han
inquietado con palabras, trastornando vuestras almas, mandando circuncidaros
y guardar la ley, a los cuales no mandamos:
25 nos ha parecido, congregados en uno, elegir varones, y enviarlos a
vosotros con nuestros amados Barnabas y Pablo,
26 hombres que han entregado sus vidas por el nombre de nuestro Senor Jesu
Cristo:
27 asi que, enviamos a Judas, y a Silas, los cuales tambien por palabra os
haran saber lo mismo.
28 Que ha parecido bien al Espiritu Santo, y a nosotros, de ninguna carga
poneros mas que estas cosas necesarias:
29 que os aparteis de las cosas sacrificadas a idolos, y de sangre, y de
ahogado, y de fornicacion: de las cuales cosas si os guardareis, hareis bien.
Bien tengais.
30 Ellos entonces enviados, descendieron a Antioquia, y juntando la
multitud, dieron la carta.
31 La cual como leyeron, fueron gozosos de la consolacion.
32 Judas y Silas, como ellos tambien eran profetas, consolaron y confirmaron
los hermanos con abundancia de palabra.
33 Y pasando alli algun tiempo fueron enviados de los hermanos a los
apostoles en paz.
34 Mas a Silas parecio bien de quedarse alli.
35 Y Pablo y Barnabas se estaban en Antioquia ensenando la palabra del
Senor, y anunciando el Evangelio con otros muchos.
36 Y DESPUES de algunos dias Pablo dijo a Barnabas: Volvamos a visitar los
hermanos por todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del
Senor, como estan.
37 Y Barnabas queria que tomasen consigo a Juan, el que tenia por
sobrenombre Marcos:
38 mas a Pablo, le parecia que no habia de ser tomado el que se habia
apartado de ellos desde Panfilia, y no habia ido con ellos a la obra.
39 Y hubo [tal] contencion [entre ellos,] que se apartaron el uno del otro:
y Barnabas tomando a Marcos navego a Cipro.
40 Y Pablo escogiendo a Silas, se partio, encomendado de los hermanos a la
gracia de Dios:
41 y anduvo la Syria y la Cilicia confirmando las Iglesias.
CAPITULO 16
l Y VINO hasta Derbe, y Listra: y he aqui, estaba alli un discipulo, llamado
Timoteo, hijo de una mujer Judia fiel, mas de padre Griego.
2 De este daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en
Iconio.
3 Este quiso Pablo que fuese con el; y tomandole, le circuncido, por causa
de los Judios que estaban en aquellos lugares: porque todos sabian que su
padre era Griego.
4 Y como pasaban por las ciudades, les daban que guardasen los decretos, que
habian sido determinados por los apostoles y los ancianos que [estaban] en
Jerusalem.
5 Asi que las Iglesias eran confirmadas en fe, y eran aumentadas en numero
cada dia.
6 Y pasando a Frigia, y la provincia de Galacia, les fue defendido por el
Espiritu Santo de hablar la palabra en Asia.
7 Y como vinieron en Misia, tentaron de ir a Bitinia, mas no los dejo el
Espiritu ir.
8 Y pasando a Misia, descendieron a Troas.
9 Y fue mostrada a Pablo de noche una vision: Un varon Macedonio se puso
delante, rogandole, y diciendo: Pasa a Macedonia, y ayudanos.
10 Y como vio la vision, luego procuramos partir a Macedonia, certificados
que Dios nos llamaba para que les anunciasemos el Evangelio.
ll Y partidos de Troas, venimos camino derecho a Samotracia, y el dia
siguiente a Napoles.
12 Y de alli a Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia,
[y es] colonia: y estuvimos en aquella ciudad algunos dias.
13 Y un dia de los sabados salimos de la ciudad al rio, donde solia ser la
oracion; y sentandonos hablamos a las mujeres que se hablan juntado.
14 Entonces una mujer, llamada Lidia, que vendia purpura en la ciudad de los
Tiatireos, temerosa de Dios, oyo: el corazon de la cual abrio el Senor, para
que estuviese atenta a lo que Pablo decia.
15 Y como fue bautizada, con su casa, [nos] rogo, diciendo: Si habeis
juzgado que yo sea fiel al Senor, entrad en mi casa, y posad: y nos
constrinio.
16 Y acontecio, que yendo nosotros a la oracion, una muchacha que tenia
espiritu Pitonico, nos salio delante: la cual daba grande ganancia a sus amos
adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo, y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos
hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud.
18 Y esto hacia por muchos dias, mas desagradando [esto] a Pablo, se volvio,
y dijo al espiritu: Te mando en el nombre de Jesu Cristo, que salgas de ella.
Y salio en la misma hora.
19 Y viendo sus amos que habia salido la esperanza de su ganancia,
prendieron a Pablo y a Silas; y los trajeron a la audiencia, al magistrado.
20 Y presentandolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres alborotan
nuestra ciudad, siendo Judios;
21 y predican ritos, los cuales no nos es licito recibir ni hacer, pues
somos Romanos.
22 Y concurrio el pueblo contra ellos: y los magistrados rasgandoles sus
ropas los mandaron azotar con varas.
23 Y despues que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la
carcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia.
24 El cual, recibido este mandamiento, los metio en la carcel de mas
adentro, y les apreto los pies en el cepo.
25 Mas a media noche orando Pablo y Silas, cantaban himnos: y los que
estaban presos los oian.
26 Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los
cimientos de la carcel se movian: y luego todas las puertas se abrieron; y
las prisiones de todos se soltaron.
27 Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la carcel,
sacando la espada se queria matar, pensando que los presos se habian huido.
28 Entonces Pablo clamo a gran voz, diciendo: No te hagas ningun mal: que
todos estamos aqui.
29 El entonces pidiendo lumbre, entro dentro, y temblando se derribo a los
pies de Pablo y de Silas.
30 Y sacandolos fuera, les dice: Senores, ?que es menester que yo haga para
ser salvo?
31 Y ellos le dijeron: Cree en el Senor Jesu Cristo, y seras salvo tu, y tu
casa.
32 Y le hablaron la palabra del Senor, y a todos los que estaban en su casa.
33 Y tomandolos [el] en aquella misma hora de la noche, les lavo los azotes;
y se bautizo luego el, y todos los suyos.
34 Y llevandolos a su casa, les puso la mesa; y se gozo de que con toda su
casa habia creido a Dios.
35 Y como fue de dia, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo:
Envia a aquellos hombres.
36 Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Que los magistrados han
enviado que seais sueltos: asi que ahora salid, e idos en paz.
37 Entonces Pablo les dijo: Azotados publicamente sin habernos oido,
[siendo] hombres Romanos, nos echaron en la carcel, ?y ahora nos echan
encubiertamente? no cierto: sino vengan ellos, y nos saquen.
38 Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras: y
tuvieron miedo, oido que eran Romanos.
39 Y viniendo les pidieron perdon, y sacandolos, les rogaron que se saliesen
de la ciudad.
40 Entonces salidos de la carcel, entraron en [casa de] Lidia, y visitados
los hermanos, los consolaron, y se salieron.
CAPITULO 17
1 Y PASANDO por Amfipolis, y por Apolonia, vinieron a Tesalonica, donde
habia sinagoga de Judios.
2 Y Pablo, como acostumbraba, entro a ellos, y por tres sabados disputo con
ellos de las Escrituras,
3 declarando y proponiendo, que convenia que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos; y que este era Jesu Cristo, el cual yo os anuncio.
4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los
Griegos religiosos grande multitud; y mujeres nobles no pocas.
5 Entonces los Judios que eran incredulos zelosos, tomando a algunos
ociosos, malos hombres, y juntando compania, alborotaron la ciudad; y
acometiendo la casa de Jason, procuraban sacarlos al pueblo.
6 Y no hallandolos trajeron a Jason y a algunos hermanos a los gobernadores
de la ciudad, dando voces: Que estos son los que alborotan el mundo, y han
venido aca;
7 a los cuales Jason ha recibido, y todos estos hacen contra los decretos de
Cesar, diciendo que Jesus es otro rey.
8 Y alborotaron el pueblo y a los gobernadores de la ciudad, oyendo estas
cosas.
9 Mas recibida satisfaccion de Jason, y de los demas, los soltaron.
10 Entonces los hermanos luego de noche enviaron a Pablo y a Silas a Berea,
los cuales como llegaron, entraron en la sinagoga de los Judios.
11 Y fueron estos mas nobles que los [Judios] que estaban en Tesalonica, que
recibieron la palabra con toda codicia, escudrinando cada dia las Escrituras,
si estas cosas eran asi.
12 Asi que creyeron muchos de ellos, y mujeres Griegas honestas, y varones
no pocos.
13 Mas como entendieron los Judios de Tesalonica que tambien en Berea era
anunciada la palabra de Dios por Pablo, vinieron tambien alla alborotando el
pueblo.
14 Empero luego los hermanos enviaron a Pablo que fuese como a la mar: y
Silas y Timoteo se quedaron alli.
15 Y los que habian tomado a cargo a Pablo, le llevaron hasta Atenas: y
tomando mandado de el para Silas y Timoteo, que viniesen a el lo mas presto
que pudiesen, se partieron.
16 Y esperandolos Pablo en Atenas, su espiritu se deshacia en el, viendo la
ciudad dada a idolatria.
17 Asi que disputaba en la sinagoga con los Judios y religiosos, y en la
plaza cada dia con los que le ocurrian.
18 Y algunos filosofos de los Epicureos y de los Estoicos disputaban con el;
y unos decian: ?Que quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es
predicador de nuevos dioses; porque les predicaba a Jesus, y la resurreccion.
19 Y tomandole, le trajeron al Areopago, diciendo: ?Podremos saber que sea
esta nueva doctrina que dices?
20 porque metes en nuestras orejas unas nuevas cosas: queremos pues saber
que quiere ser esto.
21 Entonces todos los Atenienses, y los huespedes extranjeros, en ninguna
otra cosa entendian sino, o en decir, o en oir alguna cosa nueva.
22 Estando pues Pablo en medio del Areopago, dijo: Varones Atenienses, en
todo os veo como mas supersticiosos:
23 porque pasando, y mirando vuestros santuarios, halle tambien un altar en
el cual estaba esta inscripcion: Al Dios no conocido. Aquel, pues, que
vosotros honrais sin conocerle, a este os anuncio yo.
24 El Dios que hizo el mundo, y todas las cosas que en el [son,] este como
sea Senor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos;
25 ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo: pues el da a
todos vida, y respiracion, y todas las cosas.
26 El cual hizo de uno a todo el linaje de los hombres, para que habitasen
sobre toda la faz de la tierra, determinando las sazones, las cuales limito,
y puestos los terminos de la habitacion de ellos;
27 para que buscasen a Dios, si en alguna manera palpando le hallen: aunque
cierto no esta lejos de cada uno de nosotros.
28 Porque en el vivimos, y nos movemos, y somos: como tambien algunos de
vuestros poetas dijeron: Porque linaje de este somos tambien.
29 Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser
semejante o a oro, o a plata, o piedra, o a escultura de artificio, o de
imaginacion de hombres.
30 Asi que, disimulando Dios los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia
a todos los hombres que se arrepientan:
31 por cuanto ha establecido un dia, en el cual ha de juzgar con justicia a
todo el mundo por aquel varon al cual determino, dando fe a todos,
levantandole de los muertos.
32 Y como oyeron la resurreccion de los muertos, unos entonces se burlaban;
y otros decian: Te oiremos acerca de esto otra vez.
33 Y asi Pablo se salio en medio de ellos.
34 Mas algunos creyeron, juntandose con el: entre los cuales tambien [fue]
Dionisio el del Areopago, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos.
CAPITULO 18
1 PASADAS estas cosas Pablo se partio de Atenas, y vino a Corinto.
2 Y hallando a un Judio llamado Aquila, natural del Ponto, que hacia poco
que habia venido de Italia, y a Priscila su mujer, (porque Claudio habia
mandado que todos los Judios saliesen de Roma,) se vino a ellos:
3 y porque era de su oficio, poso con ellos, y trabajaba: porque el oficio
de ellos era hacer tiendas.
4 Y disputaba en la sinagoga todos los sabados, y persuadia a Judios, y a
Griegos.
5 Y como Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo era constrenido del
Espiritu, testificando a los Judios que Jesus era el Cristo.
6 Y contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos:
Vuestra sangre [sea] sobre vuestra cabeza: yo limpio: desde ahora me ire a
los Gentiles.
7 Y partiendo de alli, entro en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios,
la casa del cual estaba junto a la sinagoga.
8 Y Crispo, el preposito de la sinagoga, creyo al Senor con toda su casa: y
muchos de los Corintios oyendo, creian, y eran bautizados.
9 Entonces el Senor dijo de noche en vision a Pablo: No temas, sino habla, y
no calles:
10 porque yo estoy contigo, y ninguno te podra hacer mal: porque yo tengo
mucho pueblo en esta ciudad.
11 Y asento [alli] un ano y seis meses, ensenandoles la palabra de Dios.
12 Y siendo Gallion Proconsul de Achaya, los Judios se levantaron de un
animo contra Pablo, y le trajeron al tribunal,
13 diciendo: Que este persuade a los hombres honrar a Dios contra la ley.
14 Y comenzando Pablo a abrir la boca, Gallion dijo a los Judios: Si fuera
algun agravio, o algun crimen enorme, oh Judios, conforme a derecho yo os
tolerara:
15 mas si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo
vosotros: porque yo no quiero ser juez de esas cosas.
16 Y los echo del tribunal.
17 Entonces todos los Griegos tomando a Sostenes, preposito de la sinagoga,
le herian delante del tribunal: y a Gallion nada se le daba de ello.
18 MAS Pablo habiendo esperado aun alli muchos dias, despidiendose de los
hermanos, navego en Syria, y con el Priscila y Aquila, habiendose trasquilado
la cabeza en Cenchreas, porque tenia voto.
19 Y llego a Efeso, y los dejo alli: y el entrando en la sinagoga, disputo
con los Judios.
20 Los cuales rogandole que se quedase con ellos por mas tiempo, no se lo
concedio.
21 Antes se despidio de ellos, diciendo: Es menester que en todo caso tenga
la fiesta que viene en Jerusalem: mas otra vez volvere a vosotros, queriendo
Dios. Y se partio de Efeso.
22 Y descendido a Cesarea, subio [a Jerusalem,] y saludo a la Iglesia,
descendio a Antioquia.
23 Y habiendo estado alli algun tiempo, se partio, andando por orden la
provincia de Galacia, y la Frigia confirmando a todos los discipulos.
24 Llego entonces a Efeso un judio llamado Apolos, natural de Alejandria,
varon elocuente, poderoso en las Escrituras.
25 Este era instruido en el camino del Senor, y ferviente de espiritu,
hablaba y ensenaba diligentemente las cosas que son del Senor, ensenado
solamente en el bautismo de Juan.
26 Y comenzo a tratar confiadamente en la sinagoga, al cual como oyeron
Priscila y Aquila, le tomaron, y le declararon mas particularmente el camino
de Dios.
27 Y queriendo el pasar a Achaya, los hermanos exhortados, escribieron a los
discipulos que le recibiesen, y venido el, aprovecho mucho por la gracia a
los que habian creido.
28 Porque con gran vehemencia convencia publicamente a los Judios, mostrando
por las Escrituras que era el Cristo.
CAPITULO 19
1 Y ACONTECIO, que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas
las regiones superiores, vino a Efeso, donde hallando ciertos discipulos,
2 dijoles: ?Habeis recibido al Espiritu Santo despues que creisteis? Y ellos
le dijeron: Antes ni aun hemos oido si hay Espiritu Santo.
3 Entonces les dijo: ?En que pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el
bautismo de Juan.
4 Y dijo Pablo: Juan bautizo con bautismo de penitencia, diciendo al pueblo,
que creyesen en el que habia de venir despues de el, es a saber, en Jesus el
Cristo.
5 Oidas estas cosas fueron bautizados en el nombre del Senor Jesus.
6 Y como Pablo les puso las manos encima, vino sobre ellos el Espiritu
Santo, y hablaban en lenguas, y profetizaban.
7 Y eran estos varones todos como doce.
8 Y entrando el dentro de la sinagoga, hablaba libremente por espacio de
tres meses, disputando y persuadiendo del reino de Dios.
9 Mas endureciendose algunos, y no creyendo, maldiciendo el camino [del
Senor] delante de la multitud, apartandose de ellos, aparto los discipulos,
disputando cada dia en la escuela de un senor:
10 y esto por dos anos; de tal manera que todos los que habitaban en Asia,
Judios y Griegos, oyeron la palabra del Senor Jesus.
11 Y hacia Dios maravillas no cualesquiera por la mano de Pablo.
12 De tal manera que aun se llevasen sobre los enfermos los sudarios y los
panuelos de su cuerpo; y las enfermedades se iban de ellos, y los malos
espiritus salian de ellos.
13 Y algunos de los Judios exorcistas vagabundos tentaron a invocar el
nombre del Senor Jesus sobre los que tenian espiritus malos, diciendo: Os
conjuramos por Jesus, el que Pablo predica.
14 Y habia unos siete hijos de un Sceva, Judio, principe de los sacerdotes,
que hacian esto.
15 Y respondiendo el espiritu malo, dijo: A Jesus conozco, y a Pablo se:
mas, vosotros, ?quien sois?
16 Y el hombre en quien estaba el espiritu malo, saltando en ellos, y
ensenoreandose de ambos, pudo mas que ellos, de tal manera que huyeron de
aquella casa desnudos y heridos.
17 Y esto fue notorio a todos, asi Judios como Griegos, los que habitaban en
Efeso: y cayo temor sobre todos ellos, y era ensalzado el nombre del Senor
Jesus.
18 Y muchos de los que habian creido, venian confesando, y dando cuenta de
sus hechos.
19 Asimismo muchos de los que habian seguido curiosidades, trajeron los
libros, y quemaronlos delante de todos: y echada cuenta del precio de ellos,
hallaron [que montaban] cincuenta mil denarios.
20 Asi crecia poderosamente la palabra del Senor, y prevalecia.
21 Y ACABADAS estas cosas, propuso Pablo por espiritu (andada Macedonia y
Achaya) de partirse a Jerusalem, diciendo: Despues que hubiere estado alla,
me sera menester ver tambien a Roma.
22 Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, [es a saber,]
Timoteo y Erasto, el se estuvo por [algun] tiempo en Asia.
23 Entonces hubo un alboroto no pequeno acerca del camino [del Senor.]
24 Porque un platero, llamado Demetrio, el cual hacia de plata templos de
Diana, daba a los artifices no poca ganancia.
25 A los cuales juntados con los oficiales de semejante oficio, dijo:
Varones, ya sabeis que de este oficio tenemos ganancia:
26 y veis, y ois que este Pablo, no solamente en Efeso, mas aun grande
multitud de casi toda la Asia, aparta con persuasion, diciendo: Que no son
dioses los que se hacen con las manos.
27 Y no solamente hay peligro de que esta ganancia se nos vuelva en
reproche, mas aun tambien que el templo de la grande diosa Diana sea estimado
en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda la Asia,
y el mundo.
28 Oidas estas cosas, se llenaron de ira, y dieron alarido, diciendo:
iGrande Diana de los Efesios!
29 Y toda la ciudad se lleno de confusion, y unanimes arremetieron al
teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, Macedonios, companeros de Pablo.
30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discipulos no le dejaron.
31 Tambien algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron
a el rogando que no se presentase en el teatro.
32 Y otros gritaban otro: porque la concurrencia era confusa, y los mas no
sabian porque se habian juntado.
33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, rempujandole los Judios.
Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, queria dar razon al pueblo.
34 Al cual como conocieron que era Judio, fue hecha una voz de todos que
gritaron casi por dos horas: iGrande Diana de los Efesios!
35 Entonces el escribano apaciguando las companias, dijo: Varones Efesios,
porque ?quien hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es
honradora de la grande diosa Diana, y de la imagen venida de Jupiter?
36 asi que pues esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigueeis, y
que nada hagais temerariamente:
37 que habeis traido a estos hombres, ni sacrilegos, ni blasfemadores de
vuestra diosa:
38 que si Demetrio, y los oficiales que estan con el, tienen negocio con
alguno, audiencias se hacen, y proconsules hay, acusense los unos a los
otros:
39 y si demandais alguna otra cosa, en legitimo ayuntamiento se puede
despachar:
40 que peligro hay de que seamos argueidos de sedicion por hoy: no habiendo
ninguna causa por la cual podamos dar razon de este concurso. Y habiendo
dicho esto, despidio el concurso.
CAPITULO 20
1 Y DESPUES que ceso el alboroto, llamando Pablo los discipulos, habiendolos
exhortado, se despidio, y se partio para ir a Macedonia.
2 Y despues que hubo andado aquellas partes, y exhortadolos con abundancia
de palabra, vino a Grecia.
3 Donde habiendo estado tres meses, habiendo de navegar en Siria, le fueron
puestas asechanzas por los Judios: y tomo consejo de volverse por Macedonia.
4 Y le acompanaron hasta Asia Sopater Bereense; y Tesalonicenses, Aristarco
y Segundo; y Gayo Derbeo; y Timoteo; y Asianos, Tychico y Trofimo.
5 Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.
6 Y nosotros, pasados los dias de los panes sin levadura, navegamos de
Filipos, y venimos a ellos a Troas en cinco dias, donde estuvimos siete dias.
7 Y el primero de los sabados, juntos los discipulos a partir el pan, Pablo
les ensenaba, habiendo de partir al dia siguiente; y alargo el sermon hasta
la media noche.
8 Y habia muchas lamparas en el cenadero donde estaban congregados.
9 Y un mancebo llamado Euticho, que estaba sentado en una ventana, tomado de
un sueno profundo, como Pablo disputaba largamente, derribado del sueno, cayo
desde el tercer cenadero abajo; y fue alzado muerto.
10 Al cual como Pablo descendiese, se derribo sobre el, y abrazandole, dijo:
No os alboroteis, que su alma esta en el.
11 Y subiendo, y partiendo el pan, y gustando, hablo largamente hasta el
alba, y asi se partio.
12 Y trajeron al mozo vivo, y fueron consolados no poco.
13 Y nosotros subiendo en el navio navegamos a Ason, para recibir de alli a
Pablo: porque asi habia determinado de venir por tierra.
14 Y como se junto con nosotros en Ason, tomandole venimos a Mitilene.
15 Y navegando de alli, al dia siguiente venimos delante de Chio, y otro dia
tomamos puerto en Samo; y habiendo reposado en Trogilio, el dia siguiente
venimos a Mileto.
16 Porque Pablo habia propuesto de pasar adelante de Efeso, por no detenerse
en Asia: porque se apresuraba por hacer el dia de Pentecostes, si le fuese
posible, en Jerusalem.
17 Y ENVIANDO desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la
Iglesia.
18 los cuales como vinieron a el, les dijo: Vosotros sabeis que desde el
primer dia que entre en Asia, como he sido con vosotros por todo el tiempo,
19 sirviendo al Senor con toda humildad, y con muchas lagrimas y tentaciones
que me han venido por las asechanzas de los Judios:
20 como nada que os fuese util, he rehuido de anunciaros, y ensenaros
publicamente, y por las casas,
21 testificando a los Judios, y a los Gentiles la conversion a Dios, y la fe
en nuestro Senor Jesu Cristo.
22 Y ahora he aqui, que yo atado del Espiritu, voy a Jerusalem sin saber lo
que alla me ha de acontecer:
23 mas que el Espiritu Santo por todas las ciudades me da testimonio,
diciendo: Que prisiones y tribulaciones me esperan.
24 Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida mas que a mi: solamente
que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibi del Senor Jesus,
para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
25 Y ahora he aqui, yo se que ninguno de todos vosotros por quien he pasado
predicando el reino de Dios, vera mas mi rostro.
26 Por tanto yo os protesto el dia de hoy, que yo soy limpio de la sangre de
todos.
27 Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
28 Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebano en que el Espiritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia de Dios, la cual
gano por su sangre.
29 Porque yo se, que despues de mi partida entraran en vosotros graves
lobos, que no perdonaran al ganado;
30 y que de vosotros mismos se levantaran hombres, que hablen cosas
perversas, para llevar discipulos tras si.
31 Por tanto velad, acordandoos que por tres anos, de noche y de dia, no he
cesado de amonestar con lagrimas a cada uno de vosotros.
32 Y ahora tambien, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su
gracia, el cual es poderoso para sobreedificar, y daros herencia con todos
los santificados.
33 La plata, o el oro, o el vestido de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabeis, que para lo que me ha sido necesario, y a los que
estan conmigo, estas manos me han servido.
35 [En] todo os he ensenado, que trabajando asi, es necesario sobrellevar a
los enfermos, y acordarnos del dicho del Senor Jesus, el cual dijo:
Bienaventurada cosa es dar, antes que recibir.
36 Y como hubo dicho estas cosas, puesto de rodillas oro con todos ellos.
37 Entonces hubo un gran lloro de todos; y derribandose sobre el cuello de
Pablo, le besaban,
38 doliendose en gran manera por la palabra que dijo, que no habian de ver
mas su rostro. Y le acompanaron al navio.
CAPITULO 21
1 COMO navegamos, arrancados de ellos, venimos camino derecho a Coos, y el
dia siguiente a Rodas, y de alli a Patara.
2 Y hallando un navio que pasaba a Phenicia, embarcamonos [en el,] y
partimos.
3 Y como comenzo a mostrarsenos Cipro, dejandola a mano izquierda, navegamos
a Siria y venimos a Tyro: porque el navio habia de descargar alli su carga.
4 Y nos quedamos alli siete dias, hallados los discipulos, los cuales decian
a Pablo por Espiritu, que no subiese a Jerusalem.
5 Y cumplidos aquellos dias, nos partimos, acompanandonos todos con sus
mujeres e hijos hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la ribera,
oramos.
6 Y abrazandonos los unos a los otros, subimos en el navio; y ellos se
volvieron a sus casas.
7 Y nosotros, cumplida la navegacion, venimos de Tyro a Tolemaida, y
habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un dia.
8 Y otro dia, partidos Pablo y los que con el estabamos, venimos a Cesarea;
y entrando en casa de Felipe el evangelista, el cual era uno de los siete,
posamos con el.
9 Y este tenia cuatro hijas doncellas que profetizaban.
10 Y reposando nosotros alli por muchos dias, descendio de Judea un profeta
llamado Agabo.
11 El cual como vino a nosotros, tomo el cinto de Pablo, y atandose los pies
y las manos, dijo: Esto dice el Espiritu Santo: Al varon, cuyo es este cinto,
asi le ataran los Judios en Jerusalem, y le entregaran en manos de los
Gentiles.
12 Lo cual como oimos, rogamos nosotros, y los que estaban en aquel lugar,
que no subiese a Jerusalem.
13 Entonces Pablo respondio: ?Que haceis llorando, y afligiendome el
corazon? porque yo no solo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalem, estoy
presto, por el nombre del Senor Jesus.
14 Y como no le pudimos persuadir, nos reposamos, diciendo: Hagase la
voluntad del Senor.
15 Y despues de estos dias, apercibidos, subimos a Jerusalem.
16 Y vinieron tambien con nosotros de Cesarea algunos de los discipulos,
trayendo consigo a un Nason Ciprio, discipulo antiguo con el cual posasemos.
17 Y como llegamos a Jerusalem, los hermanos nos recibieron de buena
voluntad.
18 Y EL dia siguiente Pablo entro con nosotros a Jacobo, y todos los
ancianos se juntaron.
19 A los cuales, como los hubo saludado, conto por menudo lo que Dios habia
hecho entre los Gentiles por su ministerio.
20 Y ellos como [lo] oyeron, glorificaron al Senor; y le dijeron: Ya ves,
hermano, cuantos millares de Judios son los que han creido: mas todos son
celadores de la ley:
21 y han oido de ti por relacion de otros, que ensenas a apartarse de Moises
a todos los Judios que estan entre los Gentiles; y que dices, que no han de
circuncidar sus hijos, ni andar segun la costumbre:
22 ?que hay pues? en todo caso es menester que la multitud se junte: porque
oiran que has venido:
23 haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro varones, que
tienen voto sobre si:
24 tomando a estos, santificate con ellos, y gasta con ellos para que raigan
sus cabezas: y que todos entiendan que no hay nada de lo que de ti han oido
por fama; mas que tu tambien andas, guardando la ley:
25 empero cuanto a los que de los Gentiles han creido, nosotros hemos
escrito: y determinamos, que no guarden nada de esto: solamente que se
abstengan de lo que fuere sacrificado a los idolos, y de sangre, y de
ahogado, y de fornicacion.
26 Entonces Pablo, tomando a aquellos varones, santificado el dia siguiente,
entro en el templo, denunciando ser cumplidos los dias de la santificacion,
hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos.
27 Y como se acaban los siete dias, unos Judios de Asia, como le vieron en
el templo, alborotaron todo el pueblo, y le echaron mano,
28 dando voces: Varones Israelitas ayudad: este es el hombre que por todas
partes ensena a todos contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y aun ademas
de esto ha metido los Gentiles en el templo, y ha contaminado este santo
lugar.
29 (Porque antes habian visto Trofimo Efesio en la ciudad con el, el cual
pensaban que Pablo habia metido en el templo.)
30 Asi que toda la ciudad se alboroto, y se hizo un concurso de pueblo: y
tomando a Pablo le traian [arrastrando] fuera del templo, y luego las puertas
fueron cerradas.
31 Y procurando ellos de matarle, fue dado aviso al tribuno de la compania,
que toda la ciudad de Jerusalem estaba alborotada.
32 El cual luego tomando soldados y centuriones, corrio a ellos. Y ellos
como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo.
33 Entonces llegando el tribuno, le prendio, y le mando atar con dos
cadenas; y le pregunto quien era, y que habia hecho.
34 Y otros daban voces de otra manera en la compania: y como no podia
entender nada de cierto a causa del alboroto, le mando llevar al real.
35 Y como llego a las gradas, acontecio que fue llevado a cuestas de los
soldados a causa de la violencia del pueblo.
36 Porque multitud de pueblo venia detras dando voces: Matale.
37 Y como comenzaron a meter a Pablo en el real, dice al tribuno: ?Me sera
licito hablarte algo? Y el dijo: ?Griego sabes?
38 ?no eres tu aquel Egipcio que levantaste una sedicion antes de estos
dias, y sacaste al desierto cuatro mil hombres salteadores?
39 Entonces Pablo le dijo: Yo de cierto soy hombre Judio, vecino de Tarso,
ciudad no oscura de Cilicia: empero ruegote que me permitas que hable al
pueblo.
40 Y como el se lo permitio, Pablo estando en pie en las gradas, hizo senal
con la mano al pueblo: y hecho grande silencio, hablo en lengua Hebrea,
diciendo:
CAPITULO 22
1 VARONES hermanos, y padres, oid la razon que ahora os doy.
2 (Y como oyeron que les hablaba en lengua Hebrea, le dieron mas silencio:)
y dijo:
3 Yo de cierto soy Judio, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta
ciudad a los pies de Gamaliel, ensenado conforme a la verdad de la ley de la
patria, zeloso de la ley, como todos vosotros sois hoy.
4 Que he perseguido este camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en
carceles varones y mujeres,
5 como tambien el principe de los sacerdotes me es testigo, y todos los
ancianos: de los cuales aun tomando cartas a los hermanos, iba a Damasco,
para traer tambien presos a Jerusalem a los que estuviesen alli, para que
fuesen punidos.
6 Mas acontecio, que yendo yo, y llegando cerca de Damasco, como a mediodia,
de repente me rodeo mucha luz del cielo;
7 y cai en el suelo, y oi una voz que me decia: Saulo, Saulo, ?por que me
persigues?
8 Yo entonces respondi: ?Quien eres, Senor? Y me dijo: Yo soy Jesus el
Nazareno, a quien tu persigues.
9 Y los que estaban conmigo, vieron a la verdad la luz, y se espantaron: mas
no oyeron la voz del que hablaba conmigo.
10 Y dije: ?Que hare, Senor? Y el Senor me dijo: Levantate, y ve a Damasco,
y alli te sera dicho todo lo que te conviene hacer.
11 Y como yo no veia por causa de la claridad de la luz, llevado de la mano
por los que estaban conmigo, vine a Damasco.
12 Entonces un Ananias, varon pio conforme a la ley, que tenia [tal]
testimonio de todos los Judios que alli moraban,
13 viniendo a mi, y presentandose, me dijo: Saulo hermano, recibe la vista.
Y yo en aquella hora le mire.
14 Y el dijo: El Dios de nuestros padres te ha predestinado, para que
conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca:
15 porque has de ser testigo suyo a todos los hombres de lo que has visto y
oido:
16 ahora pues, ?por que te detienes? levantate, y bautizate, y lava tus
pecados, invocando su nombre.
17 Y me acontecio, vuelto a Jerusalem, que orando en el templo, fui
arrebatado fuera de mi,
18 y le vi que me decia: Date priesa, y sal prestamente fuera de Jerusalem:
porque no recibiran tu testimonio de mi.
19 Y yo dije: Senor, ellos saben que yo encerraba en carcel, y heria por las
sinagogas a los que creian en ti:
20 y cuando se derramaba la sangre de Estevan tu testigo, yo tambien estaba
presente, y consentia a su muerte, y guardaba las ropas de los que le
mataban.
21 Y me dijo: Ve, porque yo te tengo que enviar lejos a los Gentiles.
22 Y le oyeron hasta esta palabra: entonces alzaron la voz, diciendo: Quita
de la tierra a un tal hombre: porque no conviene que viva.
23 Y dando ellos voces, y arrojando sus ropas, y echando polvo al aire,
24 mando el tribuno que le llevasen al real: y mando que fuese examinado con
azotes, para saber por que causa clamaban asi contra el.
25 Y como le ataron con correas, Pablo dijo al centurion que estaba
presente: ?Os es licito azotar a un hombre Romano, sin ser condenado?
26 Y como el centurion oyo [esto,] fue al tribuno, y le dio aviso, diciendo:
?Que has de hacer? porque este hombre es Romano.
27 Y viniendo el tribuno le dijo: Dime, ?eres tu Romano? Y el dijo: Si.
28 Y respondio el tribuno: Yo con mucha suma alcance esta ciudad. Entonces
Pablo dijo: Y yo aun soy nacido.
29 Asi que, luego se apartaron de el los que le habian de atormentar: y aun
el tribuno tambien tuvo temor, entendido que era Romano, por haberle atado.
30 Y el dia siguiente queriendo saber de cierto la causa por que era acusado
de los Judios, le solto de las prisiones, y mando venir a los principes de
los sacerdotes, y a todo su concilio: y sacando a Pablo, le presento delante
de ellos.
CAPITULO 23
1 ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos,
yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el dia de
hoy.
2 El principe de los sacerdotes, Ananias, entonces mando a los que estaban
delante de el que le hiriesen en la boca.
3 Entonces Pablo le dijo: Te herira Dios, pared blanqueada; ?y tu estas
sentado juzgandome conforme a la ley, y contra la ley me mandas herir?
4 Y los que estaban presentes dijeron: ?Al sumo sacerdote de Dios maldices?
5 Y Pablo dijo: No sabia, hermanos, que era el principe de los sacerdotes:
que escrito esta: Al principe de tu pueblo no maldeciras.
6 Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de
Fariseos, clamo en el concilio: Varones hermanos, yo Fariseo soy, hijo de
Fariseo: de la esperanza y de la resurreccion de los muertos soy yo juzgado.
7 Y como hubo dicho esto, fue hecha disension entre los Fariseos y los
Saduceos: y la multitud fue dividida.
8 (Porque los Saduceos dicen que no hay resurreccion, ni angel, ni espiritu:
mas los Fariseos confiesan ambas cosas.)
9 Y se levanto un gran clamor: y levantandose los escribas de la parte de
los Fariseos, contendian, diciendo: Ningun mal hallamos en este hombre: que
si espiritu le ha hablado, o angel, no repugnemos a Dios.
10 Y habiendo grande disension, el tribuno teniendo temor que Pablo no fuese
despedazado de ellos, mando venir una compania de soldados y arrebatarle de
en medio de ellos, y llevarle al real.
11 Y la noche siguiente, presentandosele el Senor, le dijo: Confia, Pablo:
que como has testificado de mi en Jerusalem, asi te conviene testificar
tambien en Roma.
12 Y venido el dia, algunos de los Judios se juntaron, y prometieron debajo
de maldicion, diciendo, que ni comerian ni beberian hasta que hubiesen muerto
a Pablo.
13 Y eran mas de cuarenta los que habian hecho esta conjuracion:
14 los cuales se fueron a los principes de los sacerdotes, y a los ancianos,
y dijeron: Nosotros hemos hecho voto debajo de maldicion, que no hemos de
gustar nada hasta que hayamos muerto a Pablo:
15 ahora pues vosotros con el concilio haced saber al tribuno, que le saque
manana a vosotros, como que quereis entender de el alguna cosa mas cierta; y
nosotros, antes que el llegue, estamos aparejados para matarle.
16 Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, vino, y
entro en el real, y dio aviso a Pablo.
17 Y Pablo llamando a uno de los centuriones, dice: Lleva a este mancebo al
tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.
18 El entonces tomandole, le llevo al tribuno, y dijo: El preso Pablo
llamandome, me rogo que trajese a ti este mancebo, que tiene algo que
hablarte.
19 Y el tribuno tomandole de la mano, y apartandose aparte con el, le
pregunto: ?Que es lo que tienes de que darme aviso?
20 Y el dijo: los Judios han concertado rogarte que manana saques a Pablo al
concilio, como que han de inquirir de el alguna cosa mas cierta:
21 mas tu no los creas: porque mas de cuarenta varones de ellos le asechan,
los cuales han hecho voto, debajo de maldicion, de no comer ni beber hasta
que le hayan muerto: y ahora estan apercibidos esperando tu promesa.
22 Entonces el tribuno despidio al mancebo, mandandole que a nadie dijese
que le habia dado aviso de esto.
23 Y llamados dos centuriones, les mando que apercibiesen doscientos
soldados, que fuesen hasta Cesarea, y setenta de a caballo con doscientos
lanceros, que le acompanasen desde las tres horas de la noche;
24 y que aparejasen cabalgaduras para en que poniendo a Pablo, le llevasen
en salvo a Felix el presidente:
25 escribiendo una carta que en suma contenia esto:
26 Claudio Lisias a Felix gobernador excelente, salud.
27 A este varon, tomado de los Judios, y que le comenzaban a matar, libre
yo, sobreviniendo con una compania de soldados, entendiendo que era Romano:
28 y queriendo saber la causa por que le acusaban, le lleve al concilio de
ellos:
29 y halle que le acusaban de [algunas] cuestiones de la ley de ellos, y que
ningun crimen tenia digno de muerte, o de prision:
30 mas siendome dado aviso de asechanzas que le habian aparejado los Judios,
en la misma hora le envie a ti: y he denunciado tambien a los acusadores que
traten delante de ti lo que tienen contra el. Bien tengas.
31 Y los soldados tomando a Pablo, como les era mandado, le trajeron de
noche a Antipatria.
32 Y el dia siguiente, dejando a los de a caballo que fuesen con el, se
volvieron al real.
33 Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al presidente, presentaron
tambien a Pablo delante de el.
34 Y el presidente, leida la carta, pregunto de que provincia era: y
entendiendo que de Cilicia:
35 Te oire, dice, cuando vinieren tambien tus acusadores. Y mando que le
encarcelasen en la audiencia de Herodes.
CAPITULO 24
1 Y CINCO dias despues descendio el principe de los sacerdotes Ananias, con
los ancianos, y Tertulo un orador: y comparecieron delante del presidente
contra Pablo.
2 Y citandole, Tertulo comenzo de acusar, diciendo:
3 Como [sea asi que] por causa tuya vivamos en grande paz, y muchas cosas
sean bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia, siempre y en todo lugar
lo recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelente Felix.
4 Empero por no impedirte mas largamente, ruegote que nos oigas brevemente
conforme a tu equidad.
5 Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de
sediciones a todos los Judios por todo el mundo: y principe de la sediciosa
secta de los Nazarenos.
6 El cual tambien tento a violar al templo: y prendiendole le quisimos
juzgar conforme a nuestra ley.
7 Mas entreviniendo el tribuno Lisias, con grande violencia le quito de
nuestras manos;
8 mandando a sus acusadores que viniesen a ti: del cual tu mismo juzgando,
podras entender todas estas cosas de que le acusamos.
9 Y anadieron los Judios, diciendo estas cosas ser asi.
10 Entonces Pablo, haciendole senal el presidente que hablase, respondio:
Porque se que muchos anos ha que eres gobernador de esta nacion, con buen
animo satisfare por mi:
11 que tu puedes entender que no ha mas de doce dias que subi a adorar a
Jerusalem:
12 y ni me hallaron en el templo disputando con ninguno, ni haciendo
concurso de multitud, ni en sinagogas, ni en la ciudad:
13 ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan:
14 esto empero te confieso, que conforme a aquel camino que llaman secta,
asi sirvo al Dios de mi patria, creyendo todas las cosas que en la ley, y en
los profetas estan escritas:
15 teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurreccion de los muertos,
asi de justos e injustos, que ellos esperan:
16 y por esto yo procuro tener conciencia sin escrupulo siempre acerca de
Dios, y acerca de los hombres:
17 mas pasados muchos anos, vine a hacer limosnas y ofrendas a mi nacion,
18 cuando me hallaron santificado en el templo, (no con multitud, ni con
alboroto,) unos Judios de Asia:
19 los cuales convenia que fueran presentes delante de ti, y acusar, si
contra mi tenian algo:
20 o estos mismos digan, si hallaron en mi alguna cosa mal hecha cuando yo
estuve en el concilio;
21 sino de esta sola voz que clame estando entre ellos: Que de la
resurreccion de los muertos soy hoy juzgado de vosotros.
22 Entonces oidas estas cosas, Felix les paso dilacion, diciendo: Despues
que sea mas informado de esta secta, cuando descendiere el tribuno Lisias,
acabare de conocer de vuestro negocio.
23 Y mando al centurion, que Pablo fuese guardado suelto [de las prisiones,]
y que no defendiese a ninguno de sus familiares de servirle, o venir a el.
24 Y algunos dias despues, viniendo Felix con Drusilla su mujer, la cual era
Judia, llamo a Pablo, y oyo de el la fe que es en Cristo.
25 Y disputando el de la justicia, y de la continencia, y del juicio
venidero, espantado Felix, respondio: Ahora vete: mas en teniendo oportunidad
te llamare:
26 esperando tambien con esto, que de parte de Pablo le serian dados
dineros, porque le soltase: por lo cual haciendole venir muchas veces,
hablaba con el.
27 Mas cumplidos los dos anos, Felix recibio por sucesor a Porcio Festo; y
queriendo Felix ganar la gracia de los Judios, dejo preso a Pablo.
CAPITULO 25
1 FESTO pues, entrado en la provincia, tres dias despues subio de Cesarea a
Jerusalem.
2 Y vinieron a el el principe de los sacerdotes, y los principales de los
Judios contra Pablo, y le rogaron,
3 pidiendo gracia contra el, que le hiciese traer a Jerusalem, poniendole
asechanzas para matarle en el camino.
4 Mas Festo respondio que Pablo era guardado en Cesarea, y que el se
partiria presto.
5 los que de vosotros pueden, dice, desciendan juntamente, y si hay algun
crimen en este varon, acusenle.
6 Y deteniendose entre ellos no mas de diez dias, venido a Cesarea, el
siguiente dia se asento en el tribunal, y mando que Pablo fuese traido.
7 El cual venido, le rodearon los Judios que habian venido de Jerusalem,
poniendo contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podian
probar,
8 dando Pablo razon: Que ni contra la ley de los Judios, ni contra el
templo, ni contra Cesar he pecado en algo.
9 Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judios, respondiendo a Pablo,
dijo: ?Quieres subir a Jerusalem, y alla ser juzgado de estas cosas delante
de mi?
10 Y Pablo dijo: Al tribunal de Cesar estoy, donde conviene que sea juzgado:
a los Judios no he hecho injuria ninguna, como tu sabes muy bien:
11 porque si alguna injuria, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no
rehuso de morir: mas si nada hay de las cosas de que estos me acusan, nadie
puede darme a ellos: a Cesar apelo.
12 Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondio: ?A Cesar has
apelado? a Cesar iras.
13 Y PASADOS algunos dias, el rey Agripa y Bernice vinieron a Cesarea a
saludar a Festo.
14 Y como estuvieron alli muchos dias, Festo declaro al rey de Pablo,
diciendo: Un varon ha sido dejado preso por Felix,
15 por el cual, como vine a Jerusalem, vinieron a mi los principes de los
sacerdotes y los ancianos de los Judios pidiendo condenacion contra el.
16 A los cuales respondi, no ser costumbre de los Romanos dar alguno a
condenacion, antes que el que es acusado tenga presentes sus acusadores, y
haya lugar de defenderse de la acusacion.
17 Asi que habiendo venido juntos aca, sin ninguna dilacion el dia siguiente
sentado en el tribunal, mande traer al hombre.
18 Y estando presentes sus acusadores, ningun crimen le opusieron de los que
yo sospechaba.
19 Solamente tenian ciertas cuestiones acerca de su supersticion contra el,
y de un cierto Jesus difunto, el cual Pablo afirmaba vivir.
20 Y yo dudando en cuestion semejante, dije, si queria ir a Jerusalem, y
alla ser juzgado de estas cosas.
21 Mas apelando Pablo a ser guardado al conocimiento de Augusto, mande que
le guardasen, hasta que le envie a Cesar.
22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo tambien querria oir a [ese] hombre. Y el
dice: Manana le oiras.
23 Y otro dia viniendo Agripa y Bernice con mucho aparato, y entrado en el
auditorio con los tribunos, y los varones mas principales de la ciudad,
mandandolo Festo, fue traido Pablo.
24 Entonces Festo dice: Rey Agripa, y todos los varones que estais aqui
juntos con nosotros, veis a este, por el cual toda la multitud de los Judios
me ha demandado en Jerusalem y aqui, dando voces que no conviene que viva
mas.
25 Mas yo hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y el mismo
apelando a Augusto, he determinado de enviarle.
26 Del cual no tengo cosa cierta que escriba al senor, por lo cual le he
sacado a vosotros, y mayormente a ti, oh rey Agripa, para que hecha
informacion, tenga que escribir.
27 Porque fuera de razon me parece enviar un preso, y no informar de las
causas.
CAPITULO 26
1 ENTONCES Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti. Pablo entonces
extendiendo la mano, comenzo a dar razon de si, [diciendo:]
2 Acerca de todas las cosas de que soy acusado de los Judios, oh rey Agripa,
me tengo por dichoso, de que delante de ti me haya hoy de defender.
3 Mayormente sabiendo tu todas las costumbres y cuestiones que hay entre los
Judios: por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.
4 Mi vida pues, desde la mocedad, la cual desde el principio fue en mi
nacion en Jerusalem, todos los Judios la saben:
5 los cuales tienen ya conocido, que yo desde el principio, si quieren
testificarlo, conforme a la mas perfecta secta de nuestra religion he vivido
Fariseo.
6 Y ahora por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy
llamado en juicio.
7 A la cual nuestras doce tribus, sirviendo perpetuamente de dia y de noche,
esperan que han de venir: de la cual esperanza, oh rey Agripa, soy acusado
por los Judios.
8 ?Como se juzga cosa increible entre vosotros que Dios resucite los
muertos?
9 Yo ciertamente habia pensado de hacer contra el nombre de Jesus el
Nazareno muchas cosas contrarias.
10 Lo cual tambien hice en Jerusalem, y yo encerre en carceles a muchos de
los santos, recibida potestad de los principes de los sacerdotes; y cuando
eran matados, yo di mi voto.
11 Y muchas veces por las sinagogas castigandolos, les force a blasfemar: y
enfurecido sobre manera contra ellos, los persegui hasta en las ciudades
extranas.
12 Donde aun yendo a Damasco con potestad y comision de los principes de los
sacerdotes,
13 en mitad del dia, oh rey, vi en el camino una luz que sobrepujaba el
resplandor del sol, la cual me rodeo, y a los que iban conmigo.
14 Y habiendo caido todos nosotros en tierra, oi una voz que me hablaba, y
decia en lengua Hebraica: Saulo, Saulo, ?por que me persigues? dura cosa te
es dar coces contra los aguijones.
15 Yo entonces dije: ?Quien eres, Senor? Y el dijo: Yo soy Jesus, a quien te
persigues:
16 mas levantate, y ponte sobre tus pies: porque por eso te he aparecido,
para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de las que
te mostrare;
17 librandote de este pueblo, y de los Gentiles, a los cuales ahora te
envio,
18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la
luz, y de la potestad de Satanas a Dios, para que reciban por la fe que es en
mi, remision de pecados, y suerte entre los santificados.
19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la vision celestial:
20 antes, primeramente a los que estan en Damasco, y Jerusalem, y por toda
la tierra de Judea, y a los Gentiles, anunciaba que se enmendasen y se
convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de conversion.
21 Por causa de esto los Judios tomandome en el templo, tentaron de matarme.
22 Mas ayudado de la ayuda de Dios persevero hasta el dia de hoy, dando
testimonio a chicos y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los
profetas y Moises dijeron que habian de venir:
23 que el Cristo habia de padecer, que [habia de ser] el primero de la
resurreccion de los muertos, que habia de anunciar luz a este pueblo, y a los
Gentiles.
24 Y diciendo el estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estas
loco, Pablo: las muchas letras te tornan loco.
25 Y Pablo: No estoy loco, (dice,) excelente Festo, sino que hablo palabra
de verdad, y de templanza:
26 porque el rey sabe estas cosas, delante del cual tambien hablo
constantemente: porque no pienso que ignora nada de esto, que esto no ha sido
hecho por rincones:
27 ?crees, rey Agripa, a los profetas? yo se que crees.
28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuadiras que me haga
Cristiano.
29 Y Pablo dijo: Deseo delante de Dios, que por poco y por mucho, no
solamente tu, mas tambien todos los que hay me oyen, fueseis hechos tales
cual yo soy, excepto estas prisiones.
30 Y como hubo dicho estas cosas se levanto el rey, y el presidente, y
Bernice, y los que se habian asentado con ellos.
31 Y como se apartaron aparte, hablaban los unos a los otros, diciendo: Que
ninguna cosa digna ni de muerte, ni de prision, hace este hombre.
32 Y Agripa dijo a Festo: Podia este hombre ser suelto, si no hubiera
apelado a Cesar.
CAPITULO 27
1 MAS como fue determinado que habiamos de navegar para Italia, entregaron a
Pablo, y a algunos otros presos a un centurion llamado Julio, de la compania
Augusta.
2 Asi que embarcandonos en un navio Adrumetino, nos partimos, estando con
nosotros Aristarco Macedonio de Tesalonica, para navegar junto a los lugares
de Apia.
3 Y otro dia llegamos a Sidon, y Julio tratando a Pablo humanamente, le
permitio, que fuese a los amigos para ser de ellos bien tratado.
4 Y alzando [velas] de alli, navegamos bajo de Cipro: porque los vientos
eran contrarios.
5 Y habiendo pasado la mar que esta junto a Cilicia y Panfilia, venimos a
Mira, que es [ciudad] de Licia.
6 Y hallando alli el centurion un navio Alejandrino, que navegaba a Italia,
nos puso en el.
7 Y navegando muchos dias despacio, y habiendo apenas llegado delante de
Gnido, no dejandonos el viento, navegamos bajo de Creta junto a Salmon.
8 Y costeandola apenas, venimos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca
del cual estaba la ciudad de Lasea.
9 Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegacion, porque ya era
pasado el ayuno, Pablo amonestaba,
10 diciendo: Varones, [yo] veo que con incomodidad y mucho dano, no solo de
la cargazon y del navio, mas aun de nuestras personas, habra de ser la
navegacion.
11 Mas el centurion creia mas al maestro y al piloto, que a lo que Pablo
decia.
12 Y no habiendo puerto comodo para invernar, muchos acordaron de pasar aun
de alli, [por ver] si pudiesen tomar a Phenice, e invernar alli, que es un
puerto de Creta al abrego y al poniente.
13 Y ventando el austro, pareciendoles que ya tenian lo que deseaban,
alzando [velas] tenian de cerca la costa de Creta.
14 Mas no mucho despues dio en ella un viento repentino que se llama
Euroaquilo.
15 Y siendo arrebatado de el el navio, que no podia resistir contra el
viento, dejado [el navio a los vientos] eramos llevados.
16 Y llevados de la corriente hacia una pequena isla que se llama Clauda,
apenas pudimos ganar el esquife,
17 el cual tomado, usaban de remedios ciniendo el navio: y teniendo temor
que no diesen en la sirte, bajadas las velas, eran asi llevados.
18 Y habiendo sido atormentados de una vehemente tempestad, el siguiente dia
echaron a la mar.
19 Y al tercer dia nosotros con nuestras manos echamos las obras muertas del
navio.
20 Y no pareciendo sol ni estrellas por muchos dias, y viniendo una
tempestad no pequena, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud.
21 Y habiendo ya mucho que no comiamos, entonces Pablo puesto en pie en
medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, ioh varones! oirme a mi, y
no partir de Creta, y evitar este inconveniente y el dano:
22 mas ahora os amonesto que tengais buen animo: porque ninguna perdida
habra de persona de vosotros, sino solamente del navio:
23 porque esta noche ha estado conmigo el angel de Dios, del cual yo soy, y
al cual sirvo,
24 diciendo: Pablo, no tengas temor: es menester que seas presentado delante
de Cesar; y he aqui, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, ioh varones! tened buen animo: porque yo confio en Dios que
sera asi como me ha sido dicho:
26 mas es menester que demos en una isla.
27 Empero venida la catorcena noche, y siendo llevados en el Adria, los
marineros a la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra.
28 Y echando la sonda, hallaron veinte pasos; y pasando un poquito mas
adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince pasos.
29 Y teniendo temor de dar en lugares asperos, echando cuatro anclas de la
popa, deseaban que se hiciese de dia.
30 Entonces procurando los marineros de huirse del navio, echando el esquife
a la mar, con parecer como que querian largar las anclas de proa,
31 Pablo dijo al centurion, y a los soldados: Si estos no quedan en el
navio, vosotros no podeis salvaros.
32 Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y dejaronle perder.
33 Y como se comenzo a hacer de dia, Pablo exhortaba a todos que comiesen,
diciendo: Este es el catorceno dia que esperais y permaneceis ayunos, no
comiendo nada:
34 por tanto os ruego que comais por vuestra salud: que ni aun un cabello de
la cabeza de ninguno de vosotros perecera.
35 Y habiendo dicho esto, tomando el pan, dio gracias a Dios en presencia de
todos: y partiendo, comenzo a comer.
36 Entonces todos teniendo ya mejor animo, comieron ellos tambien.
37 Y eramos todas las personas en el navio doscientas y setenta y seis.
38 Y hartados de comida, aliviaban el navio, echando el grano a la mar.
39 Y como se hizo de dia, no conocian la tierra: mas veian un golfo, que
tenia orilla, al cual acordaban de echar, si pudiesen, el navio.
40 Alzando las anclas, se dejaron a la mar, largando tambien las ataduras de
los gobernalles; y alzada la vela mayor al soplo del viento, ibanse a la
orilla.
41 Mas dando en un lugar de dos aguas, el navio dio al traves; y la proa
hincada estaba sin moverse, y la popa se abria con la fuerza de la mar.
42 Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen los presos: porque
ninguno huyese escapandose nadando.
43 Mas el centurion, queriendo salvar a Pablo, estorbo este acuerdo; y mando
que los que pudiesen nadar, se echasen los primeros, y saliesen a tierra:
44 y los demas, parte en tablas, parte en cosas del navio: y asi acontecio
que todos se salvaron a tierra.
CAPITULO 28
1 Y COMO escapamos, entonces conocimos la isla, que se llamaba Melita.
2 Mas los barbaros nos hacian no poca humanidad: porque encendido un [gran]
fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que venia, y del frio.
3 Entonces habiendo Pablo allegado algunos sarmientos, y puestolos en el
fuego, una vibora huyendo del calor, le acometio a la mano.
4 Y como los barbaros vieron la vibora colgando de su mano, decian los unos
a los otros: Ciertamente este hombre es homicida: que escapado de la mar, el
castigo no le deja vivir.
5 Mas el, sacudiendo la vibora en el fuego, ningun mal padecio.
6 Empero ellos estaban esperando cuando se habia de hinchar, o de caer
muerto de repente: mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningun mal le
venia, mudados, decian que era Dios.
7 En aquellos lugares habia heredades de un principal de la isla, llamado
Publio, el cual nos recibio, y nos hospedo tres dias humanamente.
8 Y acontecio, que el padre de Publio estaba en coma enfermo de fiebre y de
camaras: al cual Pablo entro, y despues de haber orado, le puso las manos
encima, y le sano.
9 Y esto hecho, tambien los otros que en la isla tenian enfermedades,
llegaban, y eran sanados:
10 los cuales tambien nos honraron de muchas honras; y habiendo de navegar,
nos cargaron de las cosas necesarias.
11 Asi que, pasados tres meses, navegamos en un navio Alejandrino, que habia
invernado en la isla, la cual tenia por divisa a Castor y Polux.
12 Y venidos a Siracusa, estuvimos alli tres dias.
13 De donde costeando al rededor, venimos a Regio: y otro dia despues
ventando el austro, venimos al segundo dia a Puteolos.
14 Donde hallados los hermanos, nos rogaron que quedasemos con ellos siete
dias: y asi venimos a Roma:
15 de donde oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibir hasta la
plaza de Apio, y las Tres Tiendas: a los cuales como Pablo vio, dando gracias
a Dios, tomo esfuerzo.
16 Y como llegamos a Roma, el centurion entrego los presos al general de los
ejercitos: mas a Pablo fue permitido de estar por si, con un soldado que le
guardase.
17 Y ACONTECIO, que tres dias despues, Pablo convoco los principales de los
Judios: los cuales como fueron juntos, les dijo: Yo, varones hermanos, no
habiendo hecho nada contra el pueblo, ni los ritos de la patria, he sido
entregado preso desde Jerusalem en manos de los Romanos:
18 los cuales habiendome examinado, me querian soltar, por no haber en mi
ninguna causa de muerte:
19 mas contradiciendo los Judios, fui forzado a apelar a Cesar: no como que
tenga de que acusar a mi nacion:
20 asi que por esta causa os he llamado para veros y hablaros: porque por la
esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena.
21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas de ti de
Judea, ni viniendo alguno de los hermanos nos ha denunciado ni hablado algun
mal de ti:
22 mas querriamos oir de ti lo que sientes: porque de esta secta notorio nos
es que en todos lugares es contradicha.
23 Y habiendole senalado un dia, vinieron a el muchos a la posada, a los
cuales declaraba testificando el reino de Dios, procurando persuadirles lo
que es de Jesus por la ley de Moises, y por los profetas, desde la manana
hasta la tarde.
24 Y algunos acordaban a lo que se decia, mas algunos no creian.
25 Y como fueron entre si discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra:
iQue bien ha hablado el Espiritu Santo por el profeta Isaias a nuestros
padres!
26 diciendo: Ve a este pueblo y diles: De oido oireis, y no entendereis: y
viendo vereis, y no mirareis:
27 porque el corazon de este pueblo fue engrosado, y de los oidos oyeron
pesadamente, y de sus ojos guinaron: porque no vean de los ojos, y oigan de
los oidos, y entiendan de corazon, y se conviertan, y [yo] los sane.
28 Seaos pues notorio, que a los Gentiles es enviada esta salud de Dios, y
ellos oiran.
29 Y habiendo dicho esto, los Judios se salieron teniendo entre si gran
contienda.
30 Pablo empero quedo dos anos enteros en su alquiler: y recibia a todos los
que entraban a el,
31 predicando el reino de Dios, y ensenando lo que es del Senor Jesu Cristo,
con toda libertad, sin impedimento.
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
ROMANOS.
CAPITULO 1
1 PABLO, siervo de Jesu Cristo, llamado apostol, apartado al Evangelio de
Dios,
2 el cual habia antes prometido, por sus profetas en las Santas Escrituras,
3 de su Hijo, (el cual fue hecho de la simiente de David segun la carne,
4 el cual fue declarado Hijo de Dios con potencia segun el Espiritu de
santificacion, por la resurreccion de los muertos,) de Jesu Cristo Senor
nuestro:
5 por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para [hacer] que se
obedezca a la fe en todas las gentes, en su nombre:
6 entre las cuales sois tambien vosotros llamados de Jesu Cristo:
7 a todos los que estais en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y
paz tengais de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
8 Primeramente, cierto doy gracias a mi Dios por Jesu Cristo acerca de todos
vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo.
9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espiritu en el Evangelio de
su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros,
10 siempre en mis oraciones rogando, si al fin algun tiempo haya de haber
por la voluntad de Dios prospero viaje para venir a vosotros.
11 Porque os deseo ver, para repartir con vosotros algun don espiritual,
para confirmaros;
12 es a saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la comun fe,
vuestra y juntamente mia.
13 Mas no quiero, hermanos, que ignoreis, que muchas veces me he propuesto
de venir a vosotros, (empero hasta ahora he sido estorbado,) para tener
tambien entre vosotros algun fruto, como entre los otros Gentiles.
14 A Griegos y a barbaros, a sabios y a no sabios soy deudor.
15 Asi que, cuanto a mi, presto esta el anunciar el Evangelio tambien a los
que estais en Roma.
16 Porque no me avergueenzo del Evangelio: porque es potencia de Dios para
[dar] salud a todo aquel que cree: al Judio primeramente, y tambien al
Griego.
17 Porque la justicia de Dios se descubre en el de fe en fe, como esta
escrito: Mas el justo vivira por la fe.
13 PORQUE manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia:
19 porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto: porque Dios se lo
manifesto.
20 Porque las cosas invisibles de el, entendidas por la creacion del mundo,
[es a saber,] por las cosas que son hechas, se ven: [como son] su eterna
potencia y divinidad, para que queden sin excusa.
21 Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni [le]
dieron gracias: antes se desvanecieron en sus discursos, y el tonto corazon
de ellos fue entenebrecido:
22 que diciendose ser sabios, fueron vueltos locos;
23 y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de
hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes.
24 Por lo cual tambien Dios los entrego a las concupiscencias de sus
corazones para inmundicia, para que contaminasen sus cuerpos entre si:
25 que mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las
criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por siglos. Amen.
26 Por lo cual Dios los entrego a afectos vergonzosos: porque aun sus
mujeres mudaron el natural uso, en el uso que es contra naturaleza.
27 Y por el semejante, los hombres, dejado el uso natural de la mujer, se
encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo
torpezas hombres con hombres, y recibiendo en si mismos la recompensa que
convino de su error.
28 Y como a ellos no les parecio tener a Dios en la noticia, Dios [tambien]
los entrego a perverso entendimiento, para que hagan lo que no conviene;
29 atestados de toda iniquidad, de fornicacion, de malicia, de avaricia, de
maldad: llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de enganos, de
malignidades:
30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a [sus] padres,
31 necios, desleales, sin afecto [humano], sin lealtad, sin misericordia:
32 que habiendo entendido la justicia de Dios, no entendieron que los que
hacen tales cosas son dignos de muerte: no solo los que las hacen, mas aun
los que consienten a los que las hacen.
CAPITULO 2
1 POR lo cual eres inexcusable ioh hombre! cualquiera que juzgas: porque en
lo mismo que juzgas al otro, te condenas a ti mismo: porque lo mismo haces tu
que juzgas [a los otros.]
2 Porque sabemos que el juicio de Dios es segun verdad contra los que hacen
tales cosas.
3 ?Piensas esto, ioh hombre! que juzgas a los que hacen tales cosas, que tu
escaparas el juicio de Dios?
4 ?O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y
longanimidad: ignorando que su benignidad te guia a penitencia?
5 Mas por tu dureza, y por tu corazon impenitente, atesoras para ti mismo
ira para el dia de la ira, y de la manifestacion del justo juicio de Dios;
6 el cual pagara a cada uno conforme a sus obras:
7 a los que perseveraron en bien hacer, gloria, y honra, e incorrupcion, [es
a saber,] a los que buscan la vida eterna:
8 mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes
obedecen a la injusticia, enojo e ira.
9 Tribulacion y angustia [sera] sobre toda persona humana que obra lo malo,
el Judio primeramente, y el Griego:
10 mas gloria, y honra, y paz a cualquiera que obra el bien, al Judio
primeramente, y al Griego:
11 porque no hay acepcion de personas acerca de Dios.
12 Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley tambien pereceran; y todos
los que en la ley pecaron, por la ley seran juzgados.
13 Porque no los oidores de la ley son justos acerca de Dios, mas los
hacedores de la ley seran justificados.
14 Porque los Gentiles que no tienen la ley, haciendo naturalmente lo que es
de la ley, los tales aunque no tengan la ley, ellos mismos se son ley:
15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
juntamente sus conciencias; y acusandose, y tambien excusandose sus
pensamientos, unos con otros,
16 en el dia que juzgara el Senor lo encubierto de los hombres conforme a mi
Evangelio, por Jesu Cristo.
17 He aqui, tu te llamas por sobrenombre Judio, y estas reposado en la ley,
y te glorias en Dios,
18 y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, instruido por la ley;
19 y confias que eres guia de los ciegos, luz de los que [estan] en
tinieblas,
20 ensenador de los que no saben, maestro de ninos, que tienes la forma de
la ciencia y de la verdad en la ley.
21 Tu que, pues, ensenas a otro, ?no te ensenas a ti mismo? Tu que predicas
que no se ha de hurtar, ?hurtas?
22 Tu que dices que no se ha de adulterar, ?adulteras? Tu que abominas los
idolos, ?haces sacrilegio?
23 Tu que te jactas de la ley, ?con rebelion de la ley deshonras a Dios?
24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los
Gentiles, como esta escrito.
25 La circuncision a la verdad aprovecha, si guardares la ley: mas si eres
rebelde a la ley, tu circuncision es hecha incircuncision.
26 De manera que si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ?no
sera tenida su incircuncision por circuncision?
27 Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley,
te juzgara a ti, que con la letra y con la circuncision eres rebelde a la
ley.
28 Porque no el que es Judio en manifiesto, ni la circuncision que es en
manifiesto en la carne:
29 mas el que en lo secreto [es] Judio: y la circuncision del corazon, en
espiritu, no en letra: la alabanza del cual no [es] por los hombres, mas por
Dios.
CAPITULO 3
1 QUE, pues, tiene mas el Judio? ?o que aprovecha la circuncision?
2 Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que la palabra de Dios les
ha sido confiada.
3 ?Porque que [hay,] si algunos de ellos han sido incredulos? ?La
incredulidad de ellos habra [por eso] hecho vana la verdad de Dios?
4 En ninguna manera: porque Dios es verdadero, y todo hombre es mentiroso,
como esta escrito: Para que seas justificado en tus dichos, y venzas cuando
juzgares.
5 Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ?que diremos? ?sera
[por eso] injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.)
6 En ninguna manera: de otra manera, ?como juzgaria Dios el mundo?
7 Porque si la verdad de Dios con mi mentira crecio a gloria suya, ?por que
aun tambien soy yo juzgado como pecador?
8 No siendolo, como somos blasfemados, y como algunos dicen, que nosotros
decimos: Hagamos males para que vengan bienes: la condenacion de los cuales
es justa.
9 ?Pues que? ?Somos mejores [que ellos]? En ninguna manera: porque ya hemos
acusado a Judios y a Griegos, que todos estan debajo de pecado,
10 como esta escrito: Que no hay justo, ni aun uno:
11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios:
12 todos se apartaron, a una fueron hechos inutiles: no hay quien haga lo
bueno, no hay ni aun uno:
13 sepulcro abierto [es] su garganta: con sus lenguas tratan enganosamente:
veneno de aspides [esta] debajo de sus labios:
14 cuya boca esta llena de maledicencia, y de amargura:
15 sus pies son ligeros a derramar sangre:
16 quebrantamiento y desventura [hay] en sus caminos:
17 y camino de paz no conocieron:
18 no hay temor de Dios delante de sus ojos.
19 Empero ya sabemos, que todo lo que la ley dice, a los que estan en la ley
[lo] dice: para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios:
20 que por las obras de la ley ninguna carne se justificara delante de el:
porque por la ley es el conocimiento del pecado.
21 Empero ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado,
testificado por la ley, y por los profetas:
22 la justicia, [digo,] de Dios por la fe de Jesu Cristo, para todos, y
sobre todos los que creen en el: porque no hay diferencia;
23 por cuanto todos pecaron, y estan destituidos de la gloria de Dios.
24 Justificados graciosamente por su gracia, por la redencion que es en
Jesus.
25 Al cual Dios ha propuesto por aplacamiento por la fe en su sangre, para
manifestacion de su justicia para la remision de los pecados pasados,
26 por la paciencia de Dios: manifestando su justicia en este tiempo: para
que el [solo] sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesus.
27 ?Donde, pues, [esta] la jactancia? Es echada fuera. ?Por cual ley? ?de
las obras? No: sino por la ley de la fe.
28 Asi que, concluimos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la
ley.
29 ?O es Dios solamente [Dios] de los Judios? ?no es tambien [Dios] de los
Gentiles? Cierto tambien es [Dios] de los Gentiles.
30 Porque un Dios es [de todos,] el cual justificara de la fe la
circuncision, y por la fe a la incircuncision.
31 ?Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera: antes establecemos
la ley.
CAPITULO 4
1 ?QUE, pues, diremos que hallo Abraham nuestro padre segun la carne?
2 Que si Abraham fue justificado por las obras, tiene gloria, mas no acerca
de Dios.
3 Porque, ?que dice la Escritura? Y creyo Abraham a Dios, y le fue atribuido
a justicia.
4 Empero al que obra, no se le cuenta el salario por merced, mas por deuda.
5 Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impio, la fe le es
contada por justicia.
6 Como tambien David dice, ser bienaventurado el hombre, al cual Dios
atribuye justicia sin las obras, [diciendo:]
7 Bienaventurados [aquellos,] cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos
pecados son cubiertos:
8 bienaventurado el varon al cual el Senor no imputo pecado.
9 ?Esta beatificacion pues [es] solamente en la circuncision, o tambien en
la incircuncision? porque decimos que a Abraham fue contada la fe por
justicia,
10 ?Como pues [le] fue contada? ?en la circuncision, o en la incircuncision?
no en la circuncision, sino en la incircuncision.
11 Y recibio la circuncision por senal, por sello de la justicia de la fe
que tuvo en la incircuncision, para que fuese padre de todos los creyentes
por la incircuncision, para que tambien a ellos les sea contado por justicia:
12 y que sea padre de la circuncision, no solamente a los que son de la
circuncision, mas tambien a los que siguen las pisadas de la fe que fue en
nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
13 Porque no por la ley [fue dada] la promesa a Abraham, o a su simiente,
que seria heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
14 Porque si los que [son] de la ley, son los herederos, vana es la fe; y
anulada es la promesa.
15 Porque la ley obra ira: porque donde no hay ley, alli tampoco [hay]
rebelion.
16 Por tanto por la fe, para que [sea] por gracia; para que la promesa sea
firme a toda simiente, [es a saber,] no solamente al que [es] de la ley, mas
tambien al que es de la fe de Abraham: el cual es padre de todos nosotros,
17 como esta escrito: Que por padre de muchas gentes te he puesto delante de
Dios, al cual creyo: el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no
son, como las que son.
18 El cual creyo para esperar contra esperanza, que seria hecho padre de
muchas gentes, conforme a lo que [le] habia sido dicho: Asi sera tu simiente.
19 Y no se enflaquecio en la fe; ni considero su cuerpo ya muerto, (siendo
ya de casi cien anos,) ni la matriz muerta de Sara.
20 Tampoco en la promesa de Dios dudo con desconfianza: antes fue esforzado
en fe, dando gloria a Dios:
21 sabiendo enteramente que todo lo que habia prometido, era tambien
poderoso para hacerlo.
22 Por lo cual tambien le fue atribuido a justicia.
23 Y no es escrito [esto] solamente para el, que le haya sido [asi] contado;
24 sino tambien por nosotros, a quienes sera [asi] contado, a los que creen
en el que levanto de los muertos a Jesus, Senor nuestro:
25 el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucito por nuestra
justificacion.
CAPITULO 5
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por el Senor
nuestro Jesu Cristo:
2 por el cual tambien tenemos entrada por la fe a esta gracia, en la cual
estamos [firmes,] y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no solo [esto,] mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que
la tribulacion hace paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no sera avergonzada: porque el amor de Dios esta derramado
en nuestros corazones por el Espiritu Santo, que nos es dado.
6 Porque Cristo, aun cuando eramos flacos, a su tiempo murio por los impios.
7 Ciertamente apenas muere alguno por lo justo: porque por lo bueno podra
ser que alguno osara morir.
8 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, que siendo aun pecadores,
Cristo murio por nosotros.
9 Luego mucho mas, ahora justificados en su sangre, por el seremos salvos de
la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de
su Hijo, mucho mas, [ya] reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no solo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por el Senor nuestro Jesu
Cristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliacion.
12 Por tanto, de la manera que el pecado entro en el mundo por un hombre, y
por el pecado la muerte; y la muerte asi paso a todos los hombres en aquel
[en quien] todos pecaron:
13 porque hasta la ley el pecado estaba en el mundo: mas el pecado no era
imputado, no habiendo ley.
14 Mas reino la muerte desde Adam hasta Moises, aun en los que no pecaron a
la manera de la rebelion de Adam, el cual es figura del que habia de venir.
15 Mas no como el delito, tal fue el don: porque si por el delito de aquel
uno murieron muchos, mucho mas la gracia de Dios, y el don por la gracia de
un hombre, Jesu Cristo, abundo a muchos.
16 Ni tampoco de la manera que por un pecado, asi tambien el don: porque el
juicio a la verdad [vino] de un [pecado] para condenacion, mas la gracia
[vino] de muchos, delitos para justificacion.
17 Porque si por un delito reino la muerte por [causa de] uno, los que
reciben la abundancia de la gracia, y de la merced, y de la justicia, mucho
mas reinaran por uno, Jesu Cristo.
18 Asi que, de la manera que por un delito [vino la culpa] a todos los
hombres para condenacion, asi por una justicia [vino la gracia] a todos los
hombres para justificacion de vida.
19 Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron hechos
pecadores, asi por la obediencia de uno muchos seran hechos justos.
20 La ley empero entro para que el pecado creciese: mas cuando el pecado
crecio, sobrepujo la gracia;
21 para que de la manera que el pecado reino para muerte; asi tambien la
gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesu Cristo Senor nuestro.
CAPITULO 6
1 ?PUES que diremos? ?Perseveraremos en pecado, para que la gracia crezca?
2 En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ?como viviremos
aun en el?
3 ?O no sabeis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesus, somos
bautizados en su muerte?
4 Porque somos sepultados juntamente con el a muerte por el bautismo, para
que como Cristo resucito de los muertos a gloria del Padre, asi tambien
nosotros andemos en novedad de vida.
5 Porque si fuimos plantados juntamente [en el] a la semejanza de su muerte,
tambien lo seremos juntamente a la de [su] resurreccion:
6 ciertos que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con [el,] para
que el cuerpo del pecado sea deshecho, que mas no sirvamos al pecado.
7 Porque el que es muerto, justificado es del pecado.
8 Y si morimos con Cristo, creemos que tambien viviremos con el:
9 ciertos que Cristo habiendo resucitado de los muertos, ya no muere: la
muerte no se ensenoreara de el.
10 Porque, que es muerto, al pecado murio una vez; y que vive, a Dios vive.
11 Asi tambien vosotros, pensad que vosotros de cierto sois muertos al
pecado, mas que vivis a Dios en Cristo Jesus Senor nuestro.
12 No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, para obedecer al pecado
en sus concupiscencias.
13 Ni tampoco presenteis vuestros miembros al pecado por instrumentos de
iniquidad: antes presentaos a Dios como resucitados de los muertos; y
vuestros miembros a Dios por instrumentos de justicia.
14 Porque el pecado no se ensenoreara de vosotros: porque no estais debajo
de la ley, mas debajo de la gracia.
15 ?Pues que? ?pecaremos, porque no estamos debajo de la ley, sino debajo de
la gracia? En ninguna manera.
16 ?O no sabeis, que a quien os presentasteis a vosotros mismos por siervos
para obedecer[le,] sois siervos de aquel a quien obedeceis, o del pecado para
muerte, o de la obediencia para justicia?
17 Gracias a Dios, que fuisteis siervos del pecado: mas habeis obedecido de
corazon a la forma de doctrina a la cual sois entregados:
18 y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia.
19 Humana cosa digo por la flaqueza de vuestra carne: que como para
iniquidad presentasteis vuestros miembros a servir a la inmundicia, y a la
iniquidad; asi ahora para santidad presenteis vuestros miembros a servir a la
justicia.
20 Porque cuando fuisteis siervos del pecado, libres erais de la justicia.
21 ?Que fruto pues teniais de aquellas cosas, de las cuales ahora os
avergonzais? porque el fin de ellas [es] muerte.
22 Mas ahora librados del pecado, y hechos siervos a Dios, teneis por
vuestro fruto la santificacion, y por fin la vida eterna.
23 Porque las pagas del pecado [es] muerte: mas la gracia de Dios [es] vida
eterna en Cristo Jesus Senor nuestro.
CAPITULO 7
1 ?O IGNORAIS, hermanos, (hablo con los que saben la ley), que la ley
[solamente] se ensenorea del hombre entre tanto que vive?
2 Porque la mujer que es sujeta a marido, mientras el marido vive, esta
obligada a la ley: mas muerto el marido, [ella] es libre de la ley del
marido.
3 Asi que viviendo el marido se llamara adultera, si fuere de otro varon:
mas si su marido muriere, es libre de la ley, de tal manera que no sera
adultera, si fuere de otro marido.
4 Asi tambien vosotros, hermanos mios, estais muertos a la ley en el cuerpo
de Cristo, para que seais de otro, [es a saber,] del que resucito de los
muertos, para que fructifiquemos a Dios.
5 Porque mientras eramos en la carne, los afectos de los pecados que eran
por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte:
6 mas ahora somos libres de la ley de la muerte, en la cual estabamos
detenidos, para que sirvamos en novedad de espiritu, y no en vejez de letra.
7 ?Que pues diremos? ?la ley es pecado? En ninguna manera. Empero yo no
conoci al pecado, sino por la ley: porque tampoco conociera la
concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciaras.
8 Entonces el pecado, tomando ocasion, obro en mi por el mandamiento toda
concupiscencia: porque sin la ley el pecado [estaba] muerto.
9 Asi que, yo sin la ley vivia por algun tiempo: mas venido el mandamiento,
el pecado revivio.
10 Y yo mori; y halle que el mandamiento, que [de suyo] era vivifico, [para
mi] era mortal.
11 Porque el pecado, tomando ocasion, me engano por el mandamiento, y por el
[me] mato.
12 De manera que la ley a la verdad [es] santa, y el mandamiento santo, y
justo, y bueno.
13 ?Luego lo que es bueno, a mi me es hecho muerte? No, sino el pecado, que
para mostrarse pecado por lo bueno, me obro la muerte, haciendose pecado
sobremanera pecante por el mandamiento.
14 Porque [ya] sabemos que la ley es espiritual: mas yo soy carnal, vendido
a sujecion del pecado.
15 Porque lo que cometo, no [lo] entiendo, ni el [bien] que quiero hago:
antes lo que aborrezco, aquello hago.
16 Y [si] lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley [es] buena.
17 De manera que ya yo no obro aquello, sino el pecado que mora en mi.
18 Y yo se que no mora en mi, es saber, en mi carne, bien: porque tengo el
querer; mas perfeccionar el bien, no lo alcanzo.
19 Porque no el bien que quiero, esto hago: mas el mal que no quiero, esto
hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en
mi.
21 Asi que, queriendo yo hacer el bien, hallo [esta] ley: que el mal me es
propio.
22 Porque con el hombre interior me deleito con la ley de Dios:
23 mas veo otra ley en mis miembros que se rebela contra la ley de mi
espiritu, y que me lleva cautivo la ley del pecado que esta en mis miembros.
24 iMiserable hombre de mi! ?quien me librara del cuerpo de esta muerte?
25 Gracias doy a Dios por Jesu Cristo Senor nuestro. Asi que, yo mismo con
el espiritu sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
CAPITULO 8
1 ASI que ahora, ninguna condenacion hay para los que [estan] en Cristo
Jesus, que no andan conforme a la carne, mas conforme al Espiritu.
2 Porque la ley del Espiritu de vida en Cristo Jesus me ha librado de la ley
del pecado y de la muerte.
3 Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era debil por la carne,
Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, del pecado tambien
condeno al pecado en la carne:
4 para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos
conforme a la carne, mas conforme al Espiritu.
5 Porque los que son conforme a la carne, las cosas que son de la carne
saben: mas los que conforme al Espiritu, las cosas que son del Espiritu.
6 Porque la prudencia de la carne es muerte: mas la prudencia del Espiritu,
vida y paz:
7 por cuanto la prudencia de la carne es enemistad contra Dios: porque no se
sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
8 Asi que, los que son en la carne, no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espiritu: por cuanto el
Espiritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espiritu de
Cristo, el tal no es de el.
10 Empero si Cristo esta en vosotros, el cuerpo a la verdad es muerto a
causa del pecado: mas el espiritu vive a causa de la justicia.
11 Y si el Espiritu de aquel que levanto de los muertos a Jesus, mora en
vosotros, el que levanto a Cristo de los muertos, vivificara tambien vuestros
cuerpos mortales por su Espiritu que mora en vosotros.
12 Asi que, hermanos, deudores somos, no a la carne para que vivamos
conforme a la carne.
13 Porque si viviereis conforme a la carne, morireis: mas si por el Espiritu
mortificareis las obras de la carne, vivireis.
14 Porque todos los que son guiados por el Espiritu de Dios, los tales son
hijos de Dios.
15 Porque no habeis recibido el espiritu de servidumbre para [estar] otra
vez en temor: mas habeis recibido el Espiritu de adopcion, por el cual
clamamos: Abba, Padre.
16 Porque el mismo Espiritu da testimonio a nuestro espiritu que somos hijos
de Dios.
17 Y si hijos, tambien herederos: herederos ciertamente de Dios, y
coherederos de Cristo: si empero, padecemos juntamente [con el,] para que
juntamente [con el] seamos glorificados.
18 Porque [yo] me resuelvo, en que lo que en este tiempo se padece, no es de
comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.
19 Porque el continuo atalayar de las criaturas la manifestacion de los
hijos de Dios espera:
20 porque las criaturas sujetadas fueron a vanidad, no de su voluntad, sino
por causa de aquel que las sujeto,
21 con esperanza que tambien las mismas criaturas seran libradas de la
servidumbre de corrupcion, en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
22 Porque [ya] sabemos, que todas las criaturas gimen a una, y a una estan
de parto hasta ahora.
23 Y no solo ellas, mas tambien nosotros mismos que tenemos las primicias
del Espiritu, nosotros tambien gemimos dentro de nosotros mismos, esperando
la adopcion, [es a saber,] la redencion de nuestro cuerpo.
24 Porque en esperanza somos salvos: que la esperanza que se ve, no es
esperanza: porque lo que alguno ve, no lo espera.
25 Pues si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.
26 Y asimismo tambien el Espiritu a una ayuda nuestra flaqueza: porque que
oremos como conviene, no [lo] sabemos: mas el mismo Espiritu demanda por
nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudrina los corazones, sabe que es el deseo del Espiritu,
[es a saber,] que conforme a Dios demanda por los santos.
28 Y [ya] sabemos, que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a
bien, [es a saber,] a los que conforme al proposito son llamados.
29 Porque los que antes conocio, tambien predestino para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que el sea el primogenito entre muchos
hermanos.
30 Y a los que predestino, a estos tambien llamo; y a los que llamo, a estos
tambien justifico; y a los que justifico, a estos tambien glorifico.
31 ?Pues que diremos a esto? Si Dios [es] por nosotros, ?quien [sera] contra
nosotros?
32 El que aun a su propio Hijo no perdono, antes le entrego por todos
nosotros, ?como no nos dara tambien con el todas las cosas?
33 ?Quien acusara contra los escogidos de Dios? Dios [es] el que [los]
justifica.
34 ?Quien es el que [los] condenara? Cristo [es] el que murio: antes el que
tambien resucito, el que tambien esta a la diestra de Dios, el que tambien
demanda por nosotros.
35 ?Quien nos apartara de la caridad de Cristo? ?tribulacion? ?o angustia?
?o persecucion? ?o hambre? ?o desnudez? ?o peligro? ?o cuchillo?
36 (como esta escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: somos
estimados como ovejas de matadero :)
37 antes en todas estas cosas vencemos por aquel que nos amo.
38 Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni angeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir,
39 ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podra apartar de la
caridad de Dios, que es en Cristo Jesus, Senor nuestro.
CAPITULO 9
1 VERDAD digo en Cristo, no miento, dandome testimonio mi conciencia en el
Espiritu Santo:
2 que tengo gran tristeza, y continuo dolor en mi corazon.
3 Porque deseara yo mismo ser apartado de Cristo por mis hermanos, los que
son mis parientes segun la carne:
4 que son Israelitas, de los cuales es la adopcion, y la gloria, y los
conciertos, y la data de la ley, y el culto, y las promesas;
5 cuyos son los padres, y de los cuales es Cristo segun la carne, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por siglos. Amen.
6 No empero que la palabra de Dios haya faltado: porque no todos los que son
de Israel son Israelitas:
7 ni por ser simiente de Abraham [luego] son todos hijos; mas: En Isaac te
sera llamada simiente.
8 Quiere decir: No los que [son] hijos de la carne, estos [son] los hijos de
Dios: mas los que [son] hijos de la promesa, [estos] son contados en la
generacion.
9 Porque la palabra de la promesa es esta: Como en este tiempo vendre; y
tendra Sara un hijo.
10 Y no solo [esto,] mas tambien Rebeca concibiendo de una vez, de Isaac
nuestro padre;
11 porque no siendo aun nacidos, ni habiendo hecho aun ni bien ni mal, para
que el proposito de Dios conforme a la eleccion, no por las obras, sino por
el que llama, permaneciese;
12 le fue dicho, que el mayor serviria al menor:
13 como esta escrito: A Jacob ame, mas a Esau aborreci.
14 ?Pues que diremos? ?que hay injusticia acerca de Dios? En ninguna manera.
15 Mas a Moises dice: Tendre misericordia del que tendre misericordia: y me
compadecere del que me compadecere.
16 Asi que no es del que quiere, ni del que corre; sino de Dios, que tiene
misericordia.
17 Porque la Escritura dice de Pharaon: Para esto mismo te he levantado, [es
a saber,] para mostrar en ti mi potencia, y que mi nombre sea denunciado por
toda la tierra.
18 De manera que del que quiere, tiene misericordia; y al que quiere,
endurece.
19 Me diras pues: ?Por que pues se enoja? ?porque quien resistira a su
voluntad?
20 Mas antes, ioh hombre! ?tu, quien eres, para que alterques con Dios? ?o
dira el vaso de barro al que le labro: Por que me has hecho tal?
21 ?O no tiene potestad el ollero para hacer de la misma masa un vaso para
honra, y otro para vergueenza?
22 ?Y que, si Dios queriendo mostrar la ira, y hacer notoria su potencia,
soporto con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte:
23 y haciendo notorias las riquezas de su gloria para con los vasos de
misericordia, que el ha preparado para gloria?
24 los cuales tambien llamo, [es a saber,] a nosotros, no solo de los
Judios, mas tambien de los Gentiles.
25 Como tambien en Oseas, dice: Llamare al que no [era] mi pueblo, pueblo
mio; y a la no amada, amada:
26 y sera que en el lugar donde antes les era dicho: Vosotros no [sois]
pueblo mio; alli seran llamados hijos del Dios viviente.
27 Tambien, Isaias clama tocante a Israel: Si fuere el numero de los hijos
de Israel como la arena de la mar, las reliquias seran salvas.
28 Porque palabra consumadora y abreviadora en justicia, porque palabra
abreviada, hara el Senor sobre la tierra.
29 Y como antes dijo Isaias: Si el Senor de los ejercitos^ no nos hubiera
dejado simiente, como Sodoma fueramos hechos, y como a Gomorrha fueramos
semejantes.
30 ?Pues que diremos? Que los Gentiles que no seguian justicia han alcanzado
la justicia, es a saber, la justicia que es por la fe;
31 e Israel que seguia la ley de justicia, no ha llegado a la ley de la
justicia.
32 ?Por que? Porque no por fe: mas como por las obras de la ley. Por lo cual
tropezaron en la piedra de tropiezo:
33 como esta escrito: He aqui, pongo en Sion piedra de tropiezo^, y piedra
de caida: y todo aquel que creyere en ella, no sera avergonzado.
CAPITULO 10
1 HERMANOS, ciertamente la voluntad de mi corazon, y la oracion a Dios, es
sobre Israel para salud.
2 Porque yo les doy testimonio, que a la verdad tienen zelo de Dios, mas no
conforme a ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando de establecer la suya,
no son sujetos a la justicia de Dios.
4 Porque el fin de la ley [es] Cristo, para [dar] justicia a todo aquel que
cree.
5 Porque Moises escribe, que la justicia que es por la ley: El hombre que
las hiciere, vivira por ellas.
6 Mas [de] la justicia que es por la fe, dice asi: No digas en tu corazon:
?Quien subira al cielo? (esto es, a traer de lo alto a Cristo.)
7 o, ?Quien descendera al abismo? (esto es, volver a traer a Cristo de los
muertos.)
8 Mas ?que dice? Cercana esta la palabra, [es a saber,] en tu boca, y en tu
corazon. Esta es la palabra de fe la cual predicamos:
9 Que si confesares con tu boca al Senor Jesus, y creyeres en tu corazon que
Dios le levanto de los muertos, seras salvo.
10 Porque con el corazon se cree para [alcanzar] justicia: mas con la boca
se hace confesion para [alcanzar] salud.
11 Porque la Escritura dice: Todo aquel que en el creyere, no sera
avergonzado.
12 Porque no hay diferencia de Judio y de Griego: porque el mismo [es] el
Senor de todos, rico para con todos los que le invocan.
13 Porque todo aquel que invocare el nombre del Senor, sera salvo,
14 ?Como pues invocaran a aquel en el cual no han creido? ?y como creeran a
aquel de quien no han oido? ?y como oiran si no [hay] quien [les] predique?
15 ?y como predicaran si no fueren enviados? como esta escrito: iCuan
hermosos [son] los pies de los que anuncian el Evangelio de la paz, de los
que anuncian el Evangelio de los bienes!
16 Mas no todos obedecen al Evangelio; que Isaias dice: Senor, ?quien creyo
a nuestro oido?
17 Luego la fe es por el oir, y el oir por la palabra de Dios.
18 Mas digo [yo:] ?No han oido? Antes cierto por toda la tierra ha salido la
fama de ellos, y hasta los cabos de la redondez de la tierra las palabras de
ellos.
19 Mas digo [yo:] ?No ha venido Israel al conocimiento? Primeramente Moises
dice: Yo os provocare a zelos con gente que no es mia: con gente ignorante os
provocare a ira.
20 Tambien Isaias osa decir: Fui hallado de los que no me buscaban:
manifesteme a los que no preguntaban por mi.
21 Mas contra Israel dice: Todo el dia extendi mis manos al pueblo rebelde y
contradictor.
CAPITULO 11
1 DIGO pues: ?Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque
tambien yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamin.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conocio. ?O no sabeis que
dice de Elias la Escritura? como hablando con Dios dice contra Israel:
3 Senor, a tus profetas han muerto, y a tus altares han minado, y yo he
quedado solo, y procuran matarme.
4 Mas ?que le dice la Divina respuesta? [Yo] me he dejado siete mil varones
que no han doblado las rodillas delante de Baal.
5 Asi tambien en este tiempo han quedado reliquias por la eleccion graciosa
[de Dios.]
6 Y si por gracia, luego no por las obras: de otra manera la gracia ya no es
gracia. Y si por las obras, ya no es gracia: de otra manera la obra ya no es
obra.
7 ?Pues que? Lo que buscaba Israel, aquello no ha alcanzado: mas la eleccion
lo ha alcanzado; y los demas fueron endurecidos.
8 (Como esta escrito: Dioles Dios espiritu de remordimiento, ojos con que no
vean, y oidos con que no oigan,) hasta el dia de hoy.
9 Y David dice: Seales vuelta su mesa en lazo, y en red, y en tropezadero, y
en paga:
10 sus ojos sean oscurecidos para que no vean: y agoviales siempre el
espinazo.
11 Digo pues: ?Tropezaron luego de tal manera que cayesen del todo? En
ninguna manera: mas por la caida de ellos [vino] la salud a los Gentiles,
para que [por ellos] fuesen provocados a zelos.
12 Y si la caida de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos
la riqueza de los Gentiles, ?cuanto mas [lo sera] el henchimiento de ellos?
13 Porque, a vosotros digo, Gentiles, en cuanto a la verdad yo soy apostol
de los Gentiles, mi ministerio honro,
14 si en alguna manera provocase a zelos a mi carne, e hiciese salvos
algunos de ellos.
15 Porque si el desecho de ellos [es] la reconciliacion del mundo, ?que
[sera] el recibimiento [de ellos,] sino vida de los muertos?
16 Y si el primer fruto [es] santo, tambien [lo sera] el todo: y si la raiz
[es] santa, tambien [lo seran] los ramos.
17 Y si algunos de los ramos fueron quebrados, y tu siendo acebuche has sido
ingerido en lugar de ellos, y has sido hecho participante de la raiz, y de la
grosura de la oliva;
18 no te jactes contra los ramos: y si te jactas, [sabe] que no sustentas tu
a la raiz, sino la raiz a ti.
19 Diras pues: los ramos fueron quebrados para que yo fuese ingerido.
20 Bien: por [su] incredulidad fueron quebrados, mas tu por la fe estas en
pie. No te ensoberbezcas, antes teme:
21 que si Dios no perdono a los ramos naturales, a ti tampoco no perdone.
22 Mira antes la bondad, y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en
los que cayeron; mas la bondad en ti, si permanecieres en la bondad: de otra
manera tu tambien seras cortado.
23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, seran ingeridos: que
poderoso es Dios para volverlos a ingerir.
24 Porque si tu eres cortado del natural acebuche, y contra natura fuiste
ingerido en la buena oliva, ?cuanto mas estos, que son los [ramos] naturales,
seran ingeridos en su oliva?
25 Porque no quiero, hermanos, que ignoreis este misterio, para que no seais
acerca de vosotros mismos arrogantes: [y es,] que el endurecimiento en parte
ha acontecido en Israel, [para que] entre tanto entrase la plenitud de los
Gentiles.
26 Y asi todo Israel fuese salvo: como esta escrito: Vendra de Sion el
Libertador, que quitara de Jacob la impiedad:
27 y esto sera mi testamento a ellos, cuando quitare sus pecados.
28 Asi que, cuanto al Evangelio, [los tengo por] enemigos por causa de
vosotros: mas cuanto a la eleccion [de Dios, me son] muy amados por causa de
los padres.
29 Porque sin arrepentimiento [son] las mercedes y la vocacion de Dios.
30 Porque como tambien vosotros en algun tiempo no creisteis a Dios, mas
ahora habeis alcanzado misericordia por [ocasion de] la incredulidad de
ellos;
31 asi tambien estos ahora no han creido en vuestra misericordia, para que
ellos tambien [despues] alcancen misericordia.
32 Porque Dios encerro a todos en incredulidad, para tener misericordia de
todos.
33 iOh profundidad de las riquezas de la sabiduria, y de la ciencia de Dios!
iCuan incomprensibles [son] sus juicios, e inapeables sus caminos!
34 Porque ?quien entendio el intento del Senor? ?o quien fue su consejero?
35 ?o quien le dio a el primero, para que le sea pagado?
36 Porque de el, y por el, y en el [son] todas las cosas. A el [sea] gloria
por siglos. Amen.
CAPITULO 12
1 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presenteis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, [que es]
vuestro racional culto.
2 Y no os conformeis a este siglo: mas reformaos por la renovacion de
vuestro entendimiento, para que experimenteis cual [sea] la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.
3 Digo pues, por la gracia que me es dada, a todos los que estan entre
vosotros, que no sepan mas de lo que conviene saber: mas que sepan con
templanza, cada uno conforme a la medida de fe que Dios le repartio.
4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos
los miembros no tienen la misma operacion:
5 asi muchos somos un cuerpo en Cristo, mas cada uno, los unos miembros de
los otros.
6 De manera que teniendo diferentes dones segun la gracia que nos es dada, o
profecia, conforme a la regla de la fe;
7 o ministerio, en servir; o el que ensena, en doctrina;
8 el que exhorta, en exhortar; el que reparte, en simplicidad; el que
preside, en solicitud; el que hace misericordia, en alegria.
9 El amor [sea] sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegandoos a lo
bueno.
10 Amando la caridad de la hermandad los unos para con los otros:
previniendoos con honra los unos a los otros.
11 En la solicitud no perezosos: ardientes en espiritu: sirviendo al Senor:
12 gozosos en la esperanza: sufridos en la tribulacion: constantes en la
oracion:
13 comunicando a las necesidades de los santos: siguiendo la hospitalidad.
14 Bendecid a los que os persiguen: bendecid, y no maldigais.
15 Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran.
16 Unanimes entre vosotros: no altivos, mas acomodandoos a los bajos: no
seais prudentes en vuestra opinion.
17 No pagando a nadie mal por mal: procurando lo bueno delante de todos los
hombres.
18 Si se puede hacer, cuanto esta en vosotros, teniendo paz con todos los
hombres.
19 No os vengando a vosotros mismos, amados; antes dad lugar a la ira:
porque escrito esta: Mia es la venganza: yo pagare, dice el Senor.
20 Asi que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer: si tuviere sed, dale
de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo: mas vence con bien el mal.
CAPITULO 13
1 TODA alma sea sujeta a las potestades superiores: porque no hay potestad
sino de Dios: y las que son, de Dios son ordenadas.
2 Asi que el que se opone a la potestad, a la ordenacion de Dios resiste: y
los que resisten, ellos mismos ganan condenacion para si.
3 Porque los magistrados no son temerosos al que bien hace, sino al malo.
?Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendras alabanza de ella:
4 porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme:
porque no sin causa trae el cuchillo, porque es ministro de Dios, vengador
para castigo al que hace lo malo.
5 Por lo cual es necesario que [le] seais sujetos: no solamente por la ira,
mas aun por la conciencia.
6 Porque por esto [le] pagais tambien los tributos: porque son ministros de
Dios que sirven a esto mismo.
7 Pagad pues a todos lo que debeis: al que tributo, tributo: al que pecho,
pecho: al que temor, temor: al que honra, honra.
8 No debais a nadie nada, sino que os ameis unos a otros: porque el que ama
al projimo, cumplio la ley.
9 Porque: No adulteraras: no mataras: no hurtaras: no diras falso
testimonio: no codiciaras; y si [hay] algun otro mandamiento, en esta palabra
se comprende sumariamente: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
10 La caridad no hace mal al projimo, asi que el cumplimiento de la ley es
la caridad.
11 Y esto, conociendo el tiempo, que [es] ya hora de levantarnos del sueno:
porque ahora nos esta mas cerca nuestra salud que cuando creiamos:
12 la noche ha pasado, y el dia ha llegado: echemos pues las obras de las
tinieblas, y vistamonos las armas de luz.
13 Andemos, como de dia, honestamente: no en glotonerias y borracheras, no
en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia:
14 mas vestios del Senor Jesu Cristo; y no hagais caso de la carne en [sus]
deseos.
CAPITULO 14
1 AL enfermo en la fe sobrellevad, no en contiendas de disputas.
2 Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro enfermo come
legumbres.
3 El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al
que come: porque Dios le ha levantado.
4 ?Tu, quien eres, que juzgas el siervo ajeno? Por su senor esta en pie, o
cae: [y si cae,] se afirmara: que poderoso es Dios para afirmarle.
5 Asimismo uno hace diferencia entre dia y dia: otro juzga [iguales] todos
los dias. Cada uno este asegurado en su animo.
6 El que hace caso del dia, lo hace para el Senor; y el que no hace caso del
dia, no lo hace [asimismo] para el Senor. El que come, come para el Senor:
porque da gracias a Dios: y el que no come, no come para el Senor; y da
gracias a Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive para si: y ninguno muere para si.
8 Que si vivimos, para el Senor vivimos; y si morimos, para el Senor
morimos. Asi que, o que vivamos, o que muramos, del Senor somos.
9 Porque Cristo para esto murio, y resucito, y volvio a vivir, para
ensenorearse asi de los muertos como de los que viven.
10 Mas tu ?por que juzgas a tu hermano? O tu tambien ?por que menosprecias a
tu hermano? porque todos estaremos delante del tribunal de Cristo.
11 Porque escrito esta: Vivo yo, dice el Senor, que a mi se doblara toda
rodilla; y toda lengua confesara a Dios.
12 De manera que cada uno de nosotros dara a Dios razon de si.
13 Asi que, no juzguemos mas los unos a los otros: antes juzgad mas de que
no pongais tropiezo al hermano, o escandalo.
14 [Yo] se, y confio en el Senor Jesus, que por el nada hay inmundo: mas a
aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, a aquel le es inmunda.
15 Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas
conforme a la caridad. No eches a perder con tu comida a aquel por el cual
Cristo murio.
16 Asi que, no sea blasfemado vuestro bien:
17 que el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, y paz, y gozo
por el Espiritu Santo.
18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los
hombres.
19 Asi que, sigamos lo que hace a la paz, y a la edificacion de los unos a
los otros.
20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la
verdad [son] limpias: mas malo es al hombre que come con escandalo.
21 Bueno [es] no comer carne, ni beber vino, ni [nada] en que tu hermano
tropiece, o se ofenda, o sea enfermo.
22 ?Tu, tienes fe? Tenla contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no
se condena a si mismo con lo que aprueba.
23 Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no [comio]
por fe: y todo lo que no sale de fe, es pecado.
CAPITULO 15
1 ASI que los que somos mas firmes debemos sobrellevar las flaquezas de los
flacos, y no agradarnos a nosotros mismos.
2 Cada uno de nosotros agrade a su projimo en bien, a edificacion.
3 Porque Cristo no se agrado a si mismo: antes, como esta escrito: los
vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mi.
4 Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra ensenanza fueron
escritas; para que por el padecer, y por la consolacion de las Escrituras,
tengamos esperanza.
5 Mas el Dios del padecer y de la consolacion os de que entre vosotros seais
unanimes segun Cristo Jesus:
6 Para que concordes, a una boca glorifiqueis al Dios y Padre de nuestro
Senor Jesu Cristo.
7 Por tanto sobrellevaos los unos a los otros, como tambien Cristo nos
sobrellevo para gloria de Dios.
8 Digo pues, que Cristo Jesus fue ministro de la circuncision, por la verdad
de Dios, para confirmar las promesas de los padres:
9 empero que los Gentiles glorifiquen a Dios por la misericordia, como esta
escrito: Por tanto yo te confesare [a ti] entre los Gentiles, y cantare a tu
nombre.
10 Y otra vez dice: Alegraos, Gentiles, con su pueblo.
11 Y otra vez: Alabad al Senor todos los Gentiles, y magnificadle todos los
pueblos.
12 Y otra vez dice Isaias: Estara la raiz de Jesse, y el que se levantara a
regir los Gentiles, los Gentiles esperaran en el.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundeis en esperanza por la virtud del Espiritu Santo.
14 EMPERO cierto estoy yo de vosotros, hermanos mios, que por vosotros
mismos estais llenos de caridad, llenos de todo conocimiento, de tal manera
que podais amonestaros los unos a los otros.
15 Mas os he escrito, hermanos, en parte osadamente, como amonestandoos por
la gracia que de Dios me es dada,
16 por ser ministro de Jesu Cristo en los Gentiles, sacrificando el
Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los Gentiles sea agradable,
santificada por el Espiritu Santo.
17 Asi que tengo de que gloriarme en Cristo para con Dios.
18 Porque no osaria hablar alguna cosa que Cristo no haya hecho por mi para
la obediencia de los Gentiles, con la palabra y con las obras:
19 con potencia de milagros y prodigios, en virtud del Espiritu de Dios: de
tal manera que desde Jerusalem, y por los alrededores hasta la Esclavonia,
haya llenado del Evangelio de Cristo.
20 Y de esta manera me esforce a predicar^ este Evangelio: no donde [antes]
Cristo fuese nombrado, por no edificar sobre ajeno fundamento;
21 antes, como esta escrita: A los que no fue anunciado de el, veran: y los
que no oyeron, entenderan.
22 Por lo cual aun he sido impedido muchas veces de venir a vosotros.
23 Mas ahora no teniendo mas lugar en estas partes, y deseando venir a
vosotros muchos anos ha:
24 cuando me partiere para Espana, vendre a vosotros: porque espero que
pasando os vere, y que sere llevado de vosotros alla: si empero antes hubiere
gozado de vosotros.
25 Mas ahora parto para Jerusalem a ministrar a los santos.
26 Porque Macedonia y Achaya tuvieron por bien de hacer una colecta para los
pobres de los santos que estan en Jerusalem.
27 Porque les parecio bueno, y son deudores a ellos: porque si los Gentiles
han sido hechos participantes de sus [bienes] espirituales, deben tambien
[ellos] servirles en los carnales.
28 Asi que, cuando hubiere concluido esto, y les hubiere consignado este
fruto, pasare por vosotros a Espana.
29 Porque se que cuando viniere a vosotros, que vendre con abundancia de la
bendicion de Cristo.
30 Ruegoos empero, hermanos, por el Senor nuestro Jesu Cristo, y por la
caridad del Espiritu, que me ayudeis con oraciones por mi a Dios;
31 que sea librado de los rebeldes que estan en Judea, y que la ofrenda de
mi culto a los santos en Jerusalem sea acepta;
32 para que con gozo venga a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea
recreado juntamente con vosotros.
33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amen.
CAPITULO 16
1 ENCOMIENDOOS empero a Phebe nuestra hermana, la cual esta en el servicio
de la Iglesia que esta en Cenchreas:
2 que la recibais en el Senor, como es digno a los santos; y le ayudeis en
cualquiera cosa en que os hubiere menester: porque ella ha ayudado a muchos,
y a mi mismo.
3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis coadjutores en Cristo Jesus:
4 (que pusieron sus cuellos [al degolladero] por mi vida, a los cuales no
doy gracias yo solo, mas aun todas las Iglesias de los Gentiles:)
5 asimismo a la Iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mio, que es las
primicias de Achaya en Cristo.
6 Saludad a Maria, la cual ha trabajado mucho con nosotros.
7 Saludad a Andronico y a Junia, mis parientes, y mis companeros en la
cautividad, los cuales son insignes en el apostolado; los cuales fueron antes
de mi en Cristo.
8 Saludad a Amplias, amado mio en el Senor.
9 Saludad a Urbano, nuestro ayudador en Cristo Jesus, y a Estachis, amado
mio.
10 Saludad a Apeles, probado en Cristo. Saludad a los que son de Aristobulo.
11 Saludad a Herodion, mi pariente. Saludad a los que son de [la casa de]
Narciso, los que son en el Senor.
12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Senor. Saludad a
Persida amada, la cual ha trabajado mucho en el Senor.
13 Saludad a Rufo, escogido en el Senor; y a su madre y mia.
14 Saludad a Asincrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes, y a los
hermanos que estan con ellos.
16 Saludad a Filologo, y a Julia, a Nereo, y a su hermana, y a Olimpa, y a
todos los santos que [estan] con ellos.
16 Saludaos los unos a los otros en santo beso. Os saludan las Iglesias de
Cristo.
17 Y OS ruego, hermanos, que mireis por los que hacen disensiones y
escandalos fuera de la doctrina que vosotros habeis aprendido; y apartaos de
ellos.
18 Porque los tales no sirven al Senor, nuestro Jesu Cristo, sino a sus
vientres; y con suaves palabras y bendiciones enganan los corazones de los
simples.
19 Porque vuestra obediencia divulgada es por todos lugares: asi que, me
gozo de vosotros: mas quiero que seais sabios en el bien, y simples en el
mal.
20 Y el Dios de paz quebrante presto a Satanas debajo de vuestros pies. La
gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con vosotros. Amen.
21 OS saludan Timoteo, mi coadjutor, y Lucio, y Jason, y Sosipater mis
parientes.
22 Yo Tercio, que escribi la epistola, os saludo en el Senor.
23 Saludaos Gayo, mi huesped, y de toda la Iglesia. Saludaos Erasto,
tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
24 La gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con todos vosotros. Amen.
20 Y AL que puede confirmaros segun mi Evangelio, y la predicacion de Jesu
Cristo, segun la revelacion del misterio encubierto desde tiempos eternos,
26 mas manifestado ahora, y por las escrituras de los profetas por el
mandamiento del Dios Eterno, declarado a todas las gentes para que obedezcan
a la fe;
27 a el solo Dios sabio, [sea] gloria por Jesu Cristo para siempre. Amen.
EPISTOLA PRIMERA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
CORINTIOS.
CAPITULO 1
1 PABLO, llamado apostol de Jesu Cristo, por la voluntad de Dios, y el
hermano Sosthenes,
2 a la Iglesia de Dios que esta en Corinto, santificados en Cristo Jesus,
llamados santos; y a todos los que invocan el nombre del Senor nuestro Jesu
Cristo en cualquier lugar, [Senor] de ellos y nuestro:
3 Gracia y paz tengais de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
4 Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os
es dada en Cristo Jesus;
5 que en todas las cosas sois enriquecidos en el, en toda lengua y en toda
ciencia;
6 con lo cual el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros:
7 de tal manera que nada os falte en ningun don, esperando la manifestacion
del Senor nuestro Jesu Cristo;
8 el cual tambien os confirmara sin pecado hasta el fin, hasta el dia de
nuestro Senor Jesu Cristo.
9 Fiel [es] Dios por el cual sois llamados a la comunicacion de su Hijo Jesu
Cristo nuestro Senor.
10 OS ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Senor Jesu Cristo, que
hableis todos una misma cosa; y que no haya entre vosotros disensiones; antes
seais enteros en un mismo entendimiento, y en un mismo parecer.
11 Porque me ha sido declarado de vosotros, hermanos mios, de los que son de
Cloe, que hay entre vosotros contiendas.
12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de Pablo: mas
yo de Apolos: mas yo de Cefas: mas yo de Cristo.
13 ?Esta dividido Cristo? ?Fue crucificado Pablo por vosotros? ?o habeis
sido bautizados en el nombre de Pablo?
14 Doy gracias a mi Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, mas que a
Crispo y a Gayo;
15 para que ninguno diga que yo le bautice en mi nombre.
16 Y tambien bautice la casa de Estefanas: mas no se si haya bautizado a
algun otro.
17 Porque no me envio Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio: no en
sabiduria de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.
18 Porque la palabra de la cruz a la verdad, locura es a los que se pierden:
mas a los que se salvan, es a saber, a nosotros, potencia de Dios es.
19 Porque esta escrito: Destruire la sabiduria de los sabios, y la
inteligencia de los entendidos reprobare.
20 ?Que es del sabio? ?que es del escriba? ?que es del inquiridor de este
siglo? ?no ha enloquecido Dios la sabiduria de este mundo?
21 Porque por no haber el mundo conocido, en la sabiduria de Dios, a Dios
por sabiduria, agrado a Dios salvar los creyentes por la locura de la
predicacion.
22 Porque los Judios piden senales, y los Griegos buscan sabiduria:
23 mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, [que es] a los Judios
ciertamente tropezadero, y a los Gentiles locura:
24 empero a los llamados, asi Judios como Griegos, Cristo potencia de Dios,
y sabiduria de Dios.
25 Porque lo loco de Dios es mas sabio que los hombres; y lo flaco de Dios
es mas fuerte que los hombres.
26 Porque mirad, hermanos, vuestra vocacion, que no sois muchos sabios segun
la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles:
27 antes lo que es la locura del mundo escogio Dios para avergonzar a los
sabios; y lo que es la flaqueza del mundo escogio Dios para avergonzar lo
fuerte;
28 y lo vil del mundo, y lo menospreciado escogio Dios; y lo que no es, para
deshacer lo que es:
29 para que ninguna carne se jacte en su presencia.
30 De el empero sois vosotros [renacidos] en Cristo Jesus, el cual es hecho
para nosotros de Dios sabiduria, y justicia, y santificacion, y redencion:
31 para que, como esta escrito: El que se gloria, en el Senor se glorie.
CAPITULO 2
1 ASI que, hermanos, cuando [yo] vine a vosotros, no vine con altivez de
palabra o de sabiduria, a anunciaros el testimonio de Cristo.
2 Porque no me juzgue saber algo entre vosotros, sino a Jesu Cristo, y a
este crucificado.
3 Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor, y temblor:
4 y ni mi palabra ni mi predicacion [fue] en palabras persuasivas de humana
sabiduria, mas en demostracion del Espiritu y de potencia:
5 porque vuestra fe no sea en sabiduria de hombres, mas en potencia de Dios.
6 Empero hablamos sabiduria entre perfectos: y sabiduria, no de este siglo,
ni de los principes de este siglo, que se deshacen:
7 mas hablamos sabiduria de Dios en misterio, la [sabiduria] ocultada: la
que Dios predestino antes de los siglos para nuestra gloria,
8 la que ninguno de los principes de este siglo conocio: porque si [la]
conocieran, nunca crucificaran al Senor de gloria:
9 antes, como esta escrito: Lo que ojos nunca vieron, ni orejas oyeron, ni
en corazon de hombre subio lo que Dios preparo a los que le amen.
10 Empero Dios nos [lo] revelo a nosotros por su Espiritu: porque el
Espiritu todo lo escudrina, aun lo profundo de Dios.
11 Porque ?quien de los hombres sabe las cosas que son del hombre, sino el
espiritu del [mismo] hombre que esta en el? asi tampoco nadie conocio las
cosas que son de Dios, sino el Espiritu de Dios.
12 Y nosotros hemos recibido no espiritu del mundo, mas el Espiritu que es
[venido] de Dios: para que conozcamos lo que Dios nos ha dado.
13 Lo cual tambien hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduria, mas
con doctrina del Espiritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14 Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espiritu de Dios:
porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar
espiritualmente.
15 Empero el espiritual examina (ciertamente) todas las cosas: mas el de
nadie es entendido.
16 Porque ?quien conocio el entendimiento del Senor? ?quien le instruyo? Mas
nosotros tenemos el entendimiento de Cristo.
CAPITULO 3
1 DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales: mas os
hable como a carnales, [es a saber,] como a ninos en Cristo:
2 os di a beber leche, no vianda: porque aun no podiais, mas ni aun podeis;
3 porque aun sois carnales: porque habiendo entre vosotros celos, y
contiendas, y disensiones, ?no sois carnales, y andais como hombres?
4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo: y el otro: Yo de Apolos,
?no sois carnales?
5 ?Que pues es Pablo? ?y que [es] Apolos? Ministros por los cuales habeis
creido: y cada uno conforme [a lo que] el Senor dio.
6 Yo plante, Apolos rego: mas Dios ha dado el crecimiento.
7 Asi que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que da el
crecimiento.
8 Empero el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno
recibira su salario conforme a su labor.
9 Porque [nosotros] coadjutores somos de Dios: [y vosotros] labranza de Dios
sois, edificio de Dios sois.
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, [yo] como sabio maestro
de obra, puse el fundamento: mas otro prosigue el edificio: empero cada uno
vea como prosigue el edificio.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento del que esta puesto, el cual es
Jesu Cristo.
12 Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca:
13 la obra de cada uno sera manifestada: porque el dia la declarara: porque
por el fuego sera manifestada, y la obra de cada uno cual sea, el fuego hara
la prueba.
14 Si la obra de alguno que prosiguio el edificio permaneciere, recibira el
salario.
15 Mas si la obra de alguno fuere quemada, sera perdida: el empero sera
salvo, mas asi como [pasado] por fuego.
16 ?O no sabeis que sois templo de Dios, y que el Espiritu de Dios mora en
vosotros?
17 Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruira al tal: porque el
templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
18 Nadie se engane: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo,
hagase loco para ser [de veras] sabio.
19 Porque la sabiduria de este mundo locura [es] acerca de Dios; porque
escrito esta: El que prende a los sabios en la astucia de ellos.
20 Y otra vez: El Senor conoce los pensamientos de los sabios, que son
vanos.
21 Asi que ninguno se glorie en los hombres: porque todo es vuestro,
22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la
muerte, sea lo presente, sea lo porvenir: que todo es vuestro;
23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
CAPITULO 4
1 TENGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los
misterios de Dios.
2 Resta empero que se requiere en los dispensadores, que cada uno sea
hallado fiel.
3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, [o de cualquier] humano
favor; antes ni aun yo me juzgo.
4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado:
mas el que me juzga el Senor es.
5 Asi que no juzgueis nada antes de tiempo, hasta que venga el Senor, el
cual tambien aclarara lo oculto de las tinieblas, y manifestara los intentos
de los corazones; y entonces cada uno tendra de Dios la alabanza.
6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mi y en Apolos por amor de
vosotros: para que en nosotros aprendais a no saber mas de lo que esta
escrito, hinchandoos por causa de otro el uno contra el otro.
7 Porque ?quien te juzga? ?o que tienes que no hayas recibido? y si tambien
[tu lo] recibiste, ?de que te glorias como si no hubieras recibido?
8 Ya estais hartos, ya estais ricos: sin nosotros reinais [ya:] y ojala
reineis, para que nosotros reinemos tambien juntamente con vosotros.
9 Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado por los postreros de los
apostoles, como a sentenciados a muerte: porque somos hechos espectaculo al
mundo, y a los angeles, y a los hombres.
10 Nosotros locos por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo:
nosotros flacos, y vosotros fuertes: vosotros nobles, y nosotros viles.
11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos
heridos de pescozones, y andamos vagabundos:
12 y trabajamos, obrando de nuestras manos: somos maldecidos, y bendecimos:
padecemos persecucion, y sufrimos:
13 Somos blasfemados, y rogamos: somos tenidos como por la basura de este
mundo, inmundicias de todos, hasta ahora.
14 No escribo esto para avergonzaros: mas os amonesto como a mis hijos
amados.
15 Porque aunque tengais diez mil ayos en Cristo, no [tendreis] muchos
padres: que en Cristo Jesus yo os engendre por el Evangelio.
16 Por tanto os ruego que me imiteis.
17 Por lo cual os envie a Timoteo, que es mi hijo amado, y fiel en el Senor,
el cual os amonestara de mis caminos, cuales sean en Cristo, de la manera que
enseno en todas partes, en todas las Iglesias.
18 Mas como si nunca hubiese yo de venir a vosotros, asi andan hinchados
algunos.
19 Empero vendre presto a vosotros, si el Senor quisiere; y entendere, no
las palabras de estos que [asi] andan hinchados, sino la virtud.
20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.
21 ?Que quereis? ?vendre a vosotros con vara, o con caridad, y con espiritu
de mansedumbre?
CAPITULO 5
1 DE cierto se oye entre vosotros fornicacion, y tal fornicacion cual ni aun
se nombra entre los Gentiles, tanto que alguno tenga la mujer de [su] padre.
2 Ya vosotros estais hinchados, y no tuvisteis antes luto, para que fuese
quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra.
3 Y ciertamente como ausente con el cuerpo, mas presente con el espiritu, ya
como presente he juzgado, que el que esto asi ha cometido,
4 en el nombre del Senor nuestro Jesu Cristo, juntados vosotros y mi
espiritu, con la facultad del Senor nuestro Jesu Cristo,
5 el tal sea entregado a Satanas para muerte de la carne, porque el espiritu
sea salvo en el dia del Senor Jesus.
6 No [es] buena vuestra jactancia. ?No sabeis que con un poquito de levadura
toda la masa se leuda?
7 Limpiad pues la vieja levadura para que seais nueva masa, como sois sin
levadura: porque nuestra Pascua es sacrificada por nosotros, Cristo.
8 Asi que hagamos fiesta no en la vieja levadura, ni en la levadura de
malicia y de maldad, sino en panes por leudar de sinceridad y de verdad.
9 Os he escrito por carta, que no os envolvais con los fornicarios:
10 no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con
los ladrones, o con idolatras: de otra suerte os seria menester salir del
mundo.
11 Mas ahora os he escrito, que no os envolvais, [es a saber,] que si alguno
llamandose hermano fuere fornicario, o avaro, o idolatra, o maldiciente, o
borracho, o ladron, con el tal ni aun comais.
12 Porque ?que me va^ a mi en juzgar de los que estan fuera? ?no juzgais
vosotros de los que estan dentro?
13 Porque de los que estan fuera, Dios juzgara. Quitad pues a este malo de
vosotros mismos.
CAPITULO 6
1 ?OSA alguno de vosotros, teniendo pleito con otro, ir a juicio delante de
los injustos, y no delante de los santos?
2 ?O no sabeis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de
ser juzgado por vosotros, indignos sois que vayais a juicio por cosas muy
pequenas.
3 ?O no sabeis que hemos de juzgar los angeles, cuanto mas las cosas de este
siglo?
4 Por tanto si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, los mas
bajos que estan en la Iglesia, a los tales poned en las sillas.
5 Para avergonzaros lo digo. Asi que ?no hay entre vosotros sabio, ni aun
uno, que pueda juzgar entre sus hermanos?
6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto delante de
los infieles.
7 Luego ya sin falta hay culpa en vosotros, que tengais pleitos entre
vosotros mismos: ?por que no sufris antes la injuria? ?par que no sufris
antes la calumnia?
8 Sino que vosotros haceis la injuria, y calumniais: y esto a los hermanos.
9 ?O no sabeis que los injustos no poseeran el reino de Dios? No erreis, que
ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adulteros, ni los afeminados, ni
los que se echan con machos,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni
los robadores, no heredaran^ el reino de Dios.
11 Y esto erais algunos: mas [ya] sois lavados, mas [ya] sois santificados,
mas [ya] sois justificados en el nombre del Senor Jesus, y con el Espiritu de
nuestro Dios.
12 Todas las cosas me son licitas, mas no todas convienen: todas las cosas
me son licitas, mas yo no me metere debajo de potestad de nada.
13 Las viandas [son] para el vientre, y el vientre para las viandas: empero
y a el y a ellas deshara Dios: mas el cuerpo no [es] para la fornicacion,
sino para el Senor; y el Senor para el cuerpo.
14 Empero Dios levanto al Senor, y tambien a nosotros nos levantara con su
potencia.
15 ?O ignorais que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ?quitare pues
los miembros de Cristo, y [los] hare miembros de la ramera? Lejos sea.
16 ?O no sabeis que el que se junta con la ramera, es hecho [con ella] un
cuerpo? porque seran, dice, los dos en una carne.
17 Empero el que se junta con el Senor, un espiritu es.
18 Huid la fornicacion: cualquier [otro] pecado que el hombre hiciere, fuera
del cuerpo es: mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
19 ?O ignorais que vuestro cuerpo es templo del Espiritu Santo [el cual
esta] en vosotros, el cual teneis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro
cuerpo, y en vuestro espiritu, los cuales son de Dios.
CAPITULO 7
1 CUANTO a las cosas de que me escribisteis: bueno^ seria al hombre no tocar
mujer.
2 Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una
tenga su marido.
3 El marido pague a la mujer la debida benevolencia: y asimismo la mujer al
marido.
4 La mujer no tiene la potestad de su propio cuerpo, sino el marido: y por
el semejante tampoco el marido tiene la potestad de su propio cuerpo, sino la
mujer.
5 No os defraudeis el uno al otro, sino fuere algo por tiempo, de
consentimiento [de ambos,] por ocuparos en ayuno y en oracion; y volved a
juntaros en uno, porque no os tiente Satanas a causa de vuestra
incontinencia.
6 Mas esto digo por permision, no por mandamiento.
7 Porque querria que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene
propio don de Dios: uno a la verdad asi, y otro asi.
8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les es si se quedaren
como yo.
9 Y si no tienen don de continencia, casense: que mejor es casarse, que
quemarse.
10 Mas a los que estan juntos en matrimonio denuncio, no yo, sino el Senor:
Que la mujer no se aparte del marido.
11 Y si se apartare, quedese por casar, o reconciliese con su marido: y que
el marido no envie a su mujer.
12 Y a los demas yo digo, no el Senor: Si algun hermano tiene mujer infiel,
y ella consiente para habitar con el, no la envie.
13 Y la mujer que tiene marido infiel, y el consiente para habitar con ella,
no le deje.
14 Porque el marido infiel es santificado a la mujer fiel; y la mujer infiel
al marido [fiel:] de otra manera ciertamente vuestros hijos serian inmundos,
empero ahora son santos.
15 Mas si el fiel se aparta, apartese: que el hermano, o la hermana, no es
sujeto a servidumbre en semejante [caso:] antes a paz nos llamo Dios.
16 Porque ?de donde sabes, oh mujer, si quiza haras salvo a [tu] marido? ?o
de donde sabes, oh marido, si quiza haras salva a [tu] mujer?
17 Sino que cada uno como el Senor [le] repartio, y como el Senor llamo a
cada uno, asi ande; y asi enseno en todas las Iglesias.
18 ?Es llamado alguno circuncidado? quedese circunciso: ?es llamado alguno
incircuncidado? no se circuncide.
19 La circuncision nada es, y la incircuncision nada es, sino la observancia
de los mandamientos de Dios.
20 Cada uno en la vocacion en que fue llamado en ella se quede.
21 ?Eres llamado [siendo] siervo? no se te de nada: mas tambien si puedes
hacerte libre, procuralo mas.
22 Porque el que en el Senor es llamado [siendo] siervo, horro es del Senor:
asimismo tambien el que es llamado [siendo] libre, siervo es de Cristo.
23 Por precio sois comprados, no os hagais siervos de los hombres.
24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado en esto se quede acerca de Dios.
25 Empero de las virgenes no tengo mandamiento del Senor: mas doy [mi]
parecer, como [hombre] que ha alcanzado misericordia del Senor para ser fiel.
26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; por lo
cual bueno es al hombre estarse asi.
27 ?Estas atado a mujer? no procures soltarte. ?Estas suelto de mujer? no
procures mujer.
28 Mas tambien si tomares mujer, no pecaste: y si la doncella se casare, no
peco: pero afliccion de carne tendran los tales: mas yo os dejo.
29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que
los que tienen mujeres sean como los que no las tienen:
30 y los que lloran, como los que no lloran: y los que se huelgan, como los
que no se huelgan: y los que compran, como los que no poseen:
31 y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia
de este mundo se pasa.
32 Mas querria que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las
cosas que [son] del Senor, como ha de agradar al Senor.
33 Empero el que se caso tiene cuidado de las cosas que son del mundo, como
ha de agradar a [su] mujer: y esta dividido.
34 Y la mujer por casar y doncella, tiene cuidado de las cosas que son del
Senor, para ser santa asi en el cuerpo como en el espiritu: mas la casada,
tiene cuidado de las cosas que son del mundo, como ha de agradar a [su]
marido.
35 Esto empero digo para vuestro provecho: no para echaros lazo, sino para
lo honesto y decente, y para que sin impedimento os llegueis al Senor.
36 Mas si a alguno parece cosa fea en su virgen, que pase ya de edad, y que
asi conviene que se haga, haga lo que quisiere: no peca, casense.
37 Empero el que esta firme en su corazon, y que no tiene necesidad, mas que
tiene libertad de su voluntad, y determino en su corazon esto, de guardar su
virgen, bien hace.
38 Asi que el que casa su virgen, bien hace: y el que no la casa, mejor
hace.
39 La mujer [casada] esta atada a la ley, mientras vive su marido: mas si su
marido muriere, libre es; casese con quien quisiere con tal que sea en el
Senor.
40 Empero mas bienaventurada sera si se quedare asi: y pienso que tambien yo
tengo Espiritu de Dios.
CAPITULO 8
1 EMPERO de lo que a los idolos es sacrificado, sabemos que todos tenemos
ciencia. La ciencia hincha, mas la caridad edifica.
2 Y si alguno se piensa que sabe algo, aun no sabe algo como le conviene
saber.
3 Mas el que ama a Dios, el tal conocido de Dios.
4 Asi que de las viandas que son sacrificadas a los idolos, sabemos que el
idolo nada es en el mundo, y que ningun Dios hay, mas de uno.
5 Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, o en el cielo, o en la
tierra, como hay muchos dioses, y muchos senores;
6 nosotros empero no tenemos mas de un Dios, el Padre, del cual [son] todas
las cosas, y nosotros en el: y un Senor, Jesu Cristo, por el cual [son] todas
las cosas, y nosotros por el.
7 Mas no en todos [hay] esta ciencia: porque algunos con conciencia del
idolo hasta aqui, comen como sacrificado a idolos: y su conciencia, siendo
flaca, es contaminada.
8 Empero la vianda no nos hace mas aceptos a Dios: porque ni que comamos,
seremos mas ricos: ni que no comamos, seremos mas pobres.
9 Mas mirad que esta vuestra libertad no sea tropiezo a los que son flacos.
10 Porque si te ve alguno, a ti que tienes [esta] ciencia, que estas sentado
a la mesa en el lugar de los idolos, ?la conciencia, de aquel que es flaco,
no sera adelantada a comer de lo sacrificado a los idolos?
11 ?Y con tu ciencia se perdera el hermano flaco, por el cual Cristo murio?
12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca
conciencia, contra Cristo pecais.
13 Por lo cual si la comida es a mi hermano ocasion de caer, jamas comere
carne por no escandalizar a mi hermano.
CAPITULO 9
1 NO soy apostol? ?no soy libre? ?no vi a Jesu Cristo el Senor nuestro? ?no
sois vosotros mi obra en el Senor?
2 Si a los otros no soy apostol, a vosotros ciertamente lo soy: porque el
sello de mi apostolado vosotros sois en el Senor.
3 Mi respuesta para con los que me preguntan, es esta:
4 ?O no tenemos potestad de comer y de beber?
5 ?o no tenemos potestad de traer [con nosotros] una mujer, hermana, tambien
como los otros apostoles, y los hermanos del Senor, y Cefas?
6 ?o solo yo y Barnabas no tenemos potestad de no trabajar?
7 ?quien jamas peleo a sus expensas? ?quien planta vina, y no come de su
fruto? ?o quien apacienta el ganado, y no come de la leche del ganado?
8 ?Digo esto [solamente] segun los hombres? ?no dice esto tambien la ley?
9 porque en la ley de Moises esta escrito: No ataras la boca al buey que
trilla. ?Tiene Dios cuidado de los bueyes?
10 ?o dicelo de cierto por nosotros? porque por nosotros esta escrito.
Porque con esperanza ha de arar el que ara: y el que trilla, con esperanza de
recibir el fruto [trilla.]
11 Si nosotros os sembramos lo espiritual, ?sera gran cosa si segaremos
vuestro [bien] carnal?
12 Si otros tienen en vosotros esta potestad, ?por que no antes nosotros?
Mas no usamos de esta potestad, antes lo sufrimos todo por no dar alguna
interrupcion al [curso del] Evangelio de Cristo.
13 ?No sabeis que los que obran en el santuario, comen del santuario? ?y los
que sirven al altar, con el altar participan?
14 Asi ordeno el Senor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del
Evangelio.
15 Mas yo de nada de esto me aproveche: ni tampoco he escrito esto para que
se haga asi conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana
mi glorificacion.
16 Porque si anunciare el Evangelio, no tengo por que gloriarme: porque me
es impuesta necesidad, porque iay de mi, si no anunciare el Evangelio!
17 Por lo cual si lo hago de voluntad, premio tendre: mas si por fuerza, la
dispensacion me ha sido encargada.
18 ?Que premio pues tendre? Que predicando el Evangelio, ponga el Evangelio
de Cristo de balde, por no usar mal de mi potestad en el Evangelio.
19 Por lo cual siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos, por
ganar a mas.
20 Yo soy hecho a los Judios como Judio, por ganar a los Judios: a los que
estan sujetos a la ley, como sujeto a la ley, por ganar a los que estan
sujetos a la ley:
21 a los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, no estando yo sin ley de
Dios, mas en la ley de Cristo, por ganar a los que estaban sin ley:
22 soy hecho a los flacos como flaco, por ganar a los flacos: a todos soy
hecho todo, para que de todo punto salve a algunos.
23 Y esto hago por causa del Evangelio, por ser hecho juntamente
participante de el.
24 ?O no sabeis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren,
mas uno lleva el premio? Corred [pues] de tal manera que le tomeis.
25 Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y aquellos a la verdad para
recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.
26 Asi que yo de esta manera corro, no como a cosa incierta: de esta manera
peleo, no como quien hiere al aire.
27 Antes hiero mi cuerpo, y le pongo en servidumbre: porque predicando a los
otros, no me haga yo reprobado.
CAPITULO 10
1 MAS no quiero, hermanos, que ignoreis, que nuestros padres todos
estuvieron debajo de la nube, y todos pasaron la mar;
2 y todos en Moises fueron bautizados en la nube y en la mar;
3 y todos comieron la misma vianda espiritual;
4 y todos bebieron la misma bebida espiritual: porque bebian de la piedra
espiritual que los seguia, la cual piedra era Cristo:
5 mas de muchos de ellos no se agrado Dios: por lo cual fueron postrados en
el desierto.
6 Empero estas cosas fueron hechas en figura de nosotros, para que no
codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron:
7 ni seais honradores de idolos como algunos de ellos, como esta escrito: Se
sento el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar:
8 ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron [muertos] en
un dia veinte y tres mil:
9 ni tentemos a Cristo, como algunos de ellos [le] tentaron, y perecieron
por las serpientes:
10 ni murmureis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el
destruidor.
11 Mas estas cosas les acontecieron en figura, y son escritas para nuestra
amonestacion, en quienes los fines de los siglos han parado.
12 Asi que el que se piensa estar [firme,] mire no caiga.
13 No os ha tomado tentacion, sino humana: mas fiel [es] Dios, que no os
dejara ser tentados mas de lo que podeis [llevar:] antes dara tambien
juntamente con la tentacion salida, para que podais sufrir.
14 Por lo cual, amados mios, huid de la idolatria.
15 Como a sabios hablo, juzgad vosotros lo que digo.
16 El vaso de bendicion al cual bendecimos, ?no es la comunion de la sangre
de Cristo? el pan que partimos, ?no es la comunion del cuerpo de Cristo?
17 Porque un pan, [es que] muchos somos un cuerpo: porque todos participamos
de un pan.
18 Mirad al Israel segun la carne. Los que comen los sacrificios, ?no son
participantes del altar?
19 ?Pues que digo? ?que el idolo es algo? ?o que lo que es sacrificado a los
idolos es algo?
20 Antes, [digo] que lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios [lo]
sacrifican, y no a Dios: y no querria que vosotros fueseis participes de los
demonios.
21 No podeis beber el vaso del Senor, y el vaso de los demonios: no podeis
ser participes de la mesa del Senor, y de la mesa de los demonios.
22 ?O provocaremos a zelo al Senor? ?somos mas fuertes que el?
23 Todo me es licito, mas no todo conviene: todo me es licito, mas no todo
edifica.
24 Ninguno busque lo que es suyo: mas cada uno lo que [es] del otro.
25 De todo lo que se vende en la carneceria, comed sin preguntar nada por
causa de la conciencia.
26 Porque del Senor es la tierra, y lo que la llena.
27 Y si algun infiel os llama, y quereis ir, de todo lo que se os pone
delante, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.
28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los idolos: no lo comais
por causa de aquel que lo declaro, y por causa de la conciencia. Porque del
Senor es la tierra, y lo que la llena.
29 La conciencia digo, no tuya, sino del otro. ?Mas por que es juzgada mi
libertad por otra conciencia?
30 y si yo con gracia [de Dios] participo, ?por que soy blasfemado por lo
que doy gracias?
31 Pues si comeis, o si bebeis, o haceis otra cosa, hacedlo todo a gloria de
Dios.
32 Sed sin ofensa a Judios, y a Gentiles, y a la Iglesia de Dios:
33 como tambien yo [por] todas las cosas agrado a todos, no procurando lo
que a mi es util, sino lo que a muchos, para que sean salvos.
CAPITULO 11
1 Sed imitadores de mi, como yo de Cristo.
2 YO os alabo, hermanos, que en todo os acordais de mi; y de la manera que
os ensene reteneis mis preceptos.
3 Mas quiero que sepais, que Cristo es la cabeza de todo varon; y el varon
[es] la cabeza de la mujer; y Dios, la cabeza de Cristo.
4 Todo varon que era, o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.
5 Mas toda mujer que ora, o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su
cabeza: porque lo mismo es que si se rayese.
6 Porque si la mujer no se cubre, trasquilese tambien: y si es deshonesto a
la mujer trasquilarse o raerse cubrase.
7 Porque el varon no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de
Dios: mas la mujer es gloria del varon.
8 Porque el varon no es [sacado] de la mujer, sino la mujer del varon.
9 Porque tampoco el varon es criado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varon.
10 Por lo cual la mujer debe tener [senal de] potestad sobre [su] cabeza por
causa de los angeles.
11 Mas ni el varon sin la mujer, ni la mujer sin el varon, en el Senor.
12 Porque como la mujer [salio] del varon, asi tambien el varon [nace] por
la mujer: todo empero [sale] de Dios.
13 Juzgad vosotros mismos: ?es honesto orar la mujer a Dios no cubierta?
14 Aun la misma naturaleza os ensena que al hombre sea deshonesto criar
cabello.
15 Por el contrario a la mujer criar el cabello le es honroso: porque en
lugar de velo le es dado el cabello.
16 Con todo eso si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal
costumbre, ni las Iglesias de Dios.
17 ESTO empero [os] denuncio, que no alabo, que no por mejor, sino por peor
os juntais.
18 Porque lo primero, cuando os juntais en la Iglesia, oigo que hay entre
vosotros disensiones, y en parte lo creo.
19 Porque conviene que tambien haya entre vosotros, herejias, para que los
que son probados se manifiesten entre vosotros.
20 De manera que cuando os juntais en uno, [esto] no es comer la cena del
Senor:
21 porque cada uno toma antes para comer su propia cena: y el uno tiene
hambre, y el otro esta harto.
22 A la verdad ?no teneis casas en que comais y bebais? ?o menospreciais la
Iglesia de Dios, y avergonzais a los que no tienen? ?que os dire? ?os
alabare? [mas] en esto no os alabo.
23 Porque yo recibi del Senor lo que tambien os he ensenado: Que el Senor
Jesus la noche que fue entregado, tomo el pan:
24 y habiendo dado gracias [lo] partio, y dijo: Tomad, comed: este es mi
cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mi.
25 Asimismo [tomo] tambien el vaso, despues de haber cenado, diciendo: Este
vaso es el Nuevo Testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que
bebiereis, en memoria de mi.
26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis este vaso, la
muerte del Senor anunciais hasta que venga.
27 De manera que cualquiera que comiere este pan, o bebiere este vaso del
Senor indignamente, sera culpado del cuerpo y de la sangre del Senor.
28 Por tanto pruebese cada uno a si mismo, y coma asi de aquel pan, y beba
de aquel vaso.
29 Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para si, no
discerniendo el cuerpo del Senor.
30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen.
31 Que si nos examinasemos a nosotros mismos, cierto no seriamos juzgados.
32 Mas siendo juzgados, somos castigados del Senor, para que no seamos
condenados con el mundo.
33 Asi que, hermanos mios, cuando os juntais a comer, esperaos unos a otros.
34 Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa: porque no os junteis para
juicio. Las demas cosas ordenare cuando viniere.
CAPITULO 12
1 Y DE los [dones] espirituales, no quiero, hermanos, que ignoreis.
2 Sabeis que cuando erais Gentiles, ibais, como erais llevados a los idolos
mudos.
3 Por tanto os hago saber, que nadie que hable por Espiritu de Dios, llama
anatema a Jesus: y que nadie puede llamar a Jesus Senor, sino por Espiritu
Santo.
4 Empero hay repartimientos de dones: mas el mismo Espiritu [es.]
5 Y hay repartimientos de ministerios: mas el mismo Senor [es.]
6 Y hay repartimientos de operaciones: mas el mismo Dios es, el cual obra
todas las cosas en todos.
7 Empero a cada uno le es dada manifestacion del Espiritu para provecho.
8 Porque a la verdad a este es dada por el Espiritu palabra de sabiduria: al
otro, palabra de ciencia segun el mismo Espiritu:
9 a otro, fe por el mismo Espiritu: y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espiritu:
10 a otro, operaciones de milagros: y a otro, profecia: y a otro, discrecion
de espiritus: y a otro, generos de lenguas: y a otro, interpretacion de
palabras.
11 Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espiritu, repartiendo
particularmente, a cada uno como quiere.
12 Porque de la manera que es uno el cuerpo, y tiene muchos miembros, empero
todos los miembros de [este] un cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, asi
tambien Cristo.
13 Porque por un Espiritu somos todos bautizados en un cuerpo, Judios o
Griegos, siervos o libres: y todos bebemos de un mismo Espiritu.
14 Porque tampoco el cuerpo no es un miembro, sino muchos.
15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ?por eso no sera
del cuerpo?
16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ?por eso no
sera del cuerpo?
17 Si todo el cuerpo [fuese] ojo, ?donde [estaria] el oido? si todo [fuese]
oido, ?donde [estaria] el olfato?
18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos por si en el
cuerpo como quiso.
19 Que si todos fueran un miembro, ?donde [estuviera] el cuerpo?
20 Mas ahora muchos miembros son a la verdad, empero un cuerpo.
21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te he menester: o asimismo la cabeza
a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
22 Antes, los miembros del cuerpo que parecen mas flacos, son mucho mas
necesarios;
23 y los miembros del cuerpo que estimamos ser mas viles, a estos vestimos
mas honrosamente: y los que en nosotros son mas indecentes, tienen mas
honestidad.
24 Porque los que en nosotros son mas honestos, no tienen necesidad de nada:
mas Dios ordeno el cuerpo, dando mas abundante honor al que le faltaba:
25 para que no haya disension en el cuerpo, mas que los miembros todos se
soliciten los unos por los otros.
26 De tal manera que si el un miembro padece, todos los miembros a una se
duelen: y si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan.
27 Y vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte.
28 Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apostoles, luego profetas,
lo tercero doctores, luego facultades, luego dones de sanidades, ayudas,
gobernaciones, generos de lenguas.
29 ?Son todos apostoles? ?son todos profetas? ?son todos doctores? ?son
todos facultades?
30 ?tienen todos dones de sanidades? ?hablan todos lenguas? ?interpretan
todos?
31 Empero procurad los mejores dones: mas aun yo os enseno el camino mas
excelente.
CAPITULO 13
1 SI [yo] hablase lenguas humanas y angelicas, y no tenga caridad, soy metal
que resuena, o campana que retine.
2 Y si tuviese profecia, y entendiese todos los misterios, y toda ciencia; y
si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tenga
caridad, nada soy.
3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a los pobres; y si
entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tenga caridad, de nada [me] sirve.
4 La caridad es sufrida, es benigna: la caridad no tiene envidia: la caridad
no hace sin razon, no es hinchada,
5 no es injuriosa, no busca sus provechos, no se irrita, no piensa mal,
6 no se huelga de la injusticia, mas huelgase de la verdad:
7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 La caridad nunca se pierde: aunque las profecias se hayan de acabar, y las
lenguas de cesar, y la ciencia de ser quitada.
9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.
10 Mas despues que venga lo que es lo perfecto, entonces lo que es en parte
sera quitado.
11 Cuando yo era nino, hablaba como nino, pensaba como nino, sabia como
nino: mas cuando ya soy hombre hecho, quite lo que era de nino.
12 Ahora vemos por espejo en oscuridad: mas entonces, [veremos] cara a cara:
ahora conozco en parte: mas entonces conocere como soy conocido.
13 Mas ahora permanece la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres cosas:
empero la mayor de ellas [es] la caridad.
CAPITULO 14
1 SEGUID la caridad: procurad los [otros dones] espirituales: mas sobre todo
que profeticeis.
2 Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios:
porque nadie le oye, aunque en Espiritu hable misterios.
3 Mas el que profetiza, habla a los hombres [para] edificacion, y
exhortacion, y consolacion.
4 El que habla lengua, a si mismo edifica: mas el que profetiza, la Iglesia
edifica.
5 Asi que querria que todos vosotros hablaseis lenguas, pero mas querria que
profetizaseis: porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si
tambien no interpretare, para que la Iglesia tome edificacion.
6 Ahora pues, hermanos, si [yo] viniere a vosotros hablando lenguas, ?que os
aprovechare, si no os hablare, o con revelacion, o con ciencia, o con
profecia, o con doctrina?
7 Ciertamente las cosas inanimadas que hacen sonidos, (flauta o vihuela,) si
no dieren distincion de voces, ?como se sabra lo que se tane con la flauta, o
con la vihuela?
8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ?quien se apercibira a la batalla?
9 Asi tambien vosotros, si por lengua no diereis palabra bien significante,
?como se entendera lo que se dice? porque hablareis al aire.
10 Tantos generos de voces, (por ejemplo,) hay en el mundo; y nada hay mudo:
11 mas si [yo] ignorare la virtud de la voz, sere barbaro al que habla; y el
que habla, me sera a mi barbaro^.
12 Asi tambien vosotros: pues que deseais dones del Espiritu, procurad de
ser excelentes para la edificacion de la Iglesia.
13 Por lo cual el que habla lengua, ore que interprete.
14 Porque si yo orare en lengua, mi espiritu ora: mas mi entendimiento es
sin fruto.
15 ?Que pues? orare con el espiritu, mas orare tambien con entendimiento:
cantare con el espiritu, mas cantare tambien con el entendimiento.
16 Porque si bendijeres con el espiritu, el que ocupa lugar de indocto ?como
dira, Amen, sobre tu bendicion? porque no sabe lo que has dicho.
17 Porque tu a la verdad, bien das gracias: mas el otro no es edificado.
18 Doy gracias a mi Dios que hablo lenguas mas que todos vosotros:
19 pero en la Iglesia [mas] quiero hablar cinco palabras con mi sentido,
para que ensene tambien a los otros, que diez mil palabras en lengua.
20 Hermanos, no seais muchachos en el sentido: mas sed muchachos en la
malicia, empero perfectos en el sentido.
21 En la ley esta escrito: Que en otras lenguas, y en otros labios hablare a
este pueblo; y ni aun asi oiran, dice el Senor.
22 Asi que las lenguas por senal son, no a los fieles, sino a los infieles:
mas la profecia, no [se da] a los infieles, sino a los fieles.
23 De manera que si toda la Iglesia se juntare en uno, y todos hablen
lenguas, entren empero indoctos, o infieles, ?no diran que estais locos?
24 Mas si todos profetizan, y entre algun infiel o indocto, de todos es
convencido, de todos es juzgado:
25 [porque] lo oculto de su corazon se hace manifiesto; y asi postrandose
sobre el rostro adorara a Dios, pronunciando que verdaderamente Dios esta en
vosotros.
26 ?Que hay, pues, hermanos? Cuando os juntais, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelacion, tiene interpretacion:
todo se haga a edificacion.
27 Si hablare alguno en lengua, [sea] por dos, o a lo mas por tres a veces:
mas uno interprete.
28 Y si no hubiere interprete, calle en la Iglesia: y hable a si mismo, y a
Dios.
29 Empero los profetas, hablen dos o tres: y los demas juzguen.
30 Y si a otro que estuviere sentado, fuere revelado, calle el primero.
31 Porque podeis todos profetizar cada uno por si: para que todos aprendan,
y todos sean exhortados.
32 Y los espiritus de los que profetizaren, sujetense a los profetas:
33 porque Dios no es [Dios] de disension, sino de paz, como en todas las
Iglesias de los santos.
34 Vuestras mujeres callen en las congregaciones: porque no les es permitido
hablar, sino que esten sujetas como tambien la ley dice.
35 Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos:
porque deshonesta cosa es hablar las mujeres en la congregacion.
36 ?O ha salido de vosotros la palabra de Dios? ?o a vosotros solos ha
llegado?
37 Si alguno, a su parecer, es profeta, o espiritual , reconozca lo que os
escribo, porque son mandamientos del Senor.
38 Mas el que ignora, ignore.
39 Asi que, hermanos, procurad profetizar; y no impidais el hablar lenguas.
40 Empero todo se haga decentemente, y con orden.
CAPITULO 15
1 EMPERO os declaro, hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual
tambien recibisteis, en el cual tambien perseverais,
2 por el cual asimismo, si reteneis la palabra que os he predicado, sois
salvos, si no habeis creido en vano.
3 Porque primeramente os he ensenado lo que asimismo [yo] aprendi, [es a
saber:] que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucito al tercer dia, conforme a las
Escrituras;
5 y que aparecio a Cefas; y despues de esto a los doce:
6 despues aparecio a mas de quinientos hermanos juntos: de los cuales muchos
viven aun, y otros son muertos.
7 Despues aparecio a Jacobo: despues a todos los apostoles.
8 Y a la postre de todos, como a abortivo, me aparecio a mi:
9 porque yo soy el mas pequeno de los apostoles, que no soy digno de ser
llamado apostol, porque persegui la Iglesia de Dios.
10 Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en
vano para conmigo; antes he trabajado mas que todos ellos: pero no yo, sino
la gracia de Dios que [fue] conmigo.
11 Porque, o [sea] yo, o [sean] ellos, asi predicamos, y asi habeis creido.
12 Y si Cristo es predicado haber resucitado de los muertos, ?como dicen
algunos entre vosotros, que no hay resurreccion de muertos?
13 Porque si no hay resurreccion de muertos, Cristo tampoco resucito.
14 Y si Cristo no resucito, vana luego [es] nuestra predicacion, vana es
tambien vuestra fe:
15 de manera que somos hallados falsos testigos de Dios: porque hemos
testificado de Dios, que el haya levantado a Cristo: al cual [empero] no
levanto, si los muertos no resucitan.
16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucito.
17 Y si Cristo no resucito, vuestra fe es vana; y aun os estais en vuestros
pecados.
18 Y aun tambien los que durmieron en Cristo, son perdidos.
19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los mas miserables somos
de todos los hombres.
20 Mas ahora, Cristo ha resucitado de los muertos: primicias de los que
durmieron es hecho.
21 Porque por cuanto la muerte [entro] por un hombre, tambien por un hombre
la resurreccion de los muertos.
22 Porque de la manera que en Adam todos mueren, asi tambien en Cristo todos
seran vivificados.
23 Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de
Cristo en su venida.
24 Luego, el fin; cuando entregara el reino al Dios y al Padre; cuando
quitara todo imperio, y toda potencia, y potestad.
25 Porque es menester que el reine, hasta poner todos sus enemigos debajo de
sus pies.
26 Y el postrer enemigo [que] sera deshecho, [sera] la muerte.
27 Porque todas las cosas sujeto debajo de sus pies; y cuando dice: Todas
las cosas son sujetadas a el, claro esta [que se entiende] exceptuado el
mismo que sujeto a el todas las cosas.
28 Mas despues que todas las cosas le fueren sujetas, entonces tambien el
mismo Hijo se sujetara al que le sujeto a el todas las cosas, para que Dios
sea todas las cosas en todos.
29 De otra manera, ?que haran, los que se bautizan por muertos, si en
ninguna manera los muertos resucitan? ?por que, pues, se bautizan por
muertos?
30 ?y por que nosotros peligramos a toda hora?
31 Cada dia muero por vuestra gloria, la cual tengo en Cristo Jesus Senor
nuestro.
32 Si como hombre batalle en Efeso contra las bestias, ?que me aprovecha si
los muertos no resucitan? comamos y bebamos, que manana moriremos.
33 No erreis. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
34 Velad justamente, y no pequeis: porque algunos no conocen a Dios: para
vergueenza vuestra hablo.
35 Mas dira alguno: ?Como resucitaran los muertos? ?con que cuerpo saldran?
36 iOh loco! lo que tu siembras, no revive si no muriere [antes:]
37 y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano
desnudo, es a saber, de trigo, o de otro grano:
38 mas Dios le da el cuerpo como quiso, y a cada simiente su propio cuerpo.
39 Toda carne no [es] la misma carne: mas una carne ciertamente es la de los
hombres, y otra carne es la de los animales, y otra la de los peces, y otra
la de las aves.
40 Y cuerpos hay celestiales, y cuerpos terrestres: mas ciertamente una es
la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres.
41 Otra [es] la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la
gloria de las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria.
42 Asi tambien [es] la resurreccion de los muertos. Se siembra en
corrupcion; se levantara en incorrupcion:
43 se siembra en vergueenza; se levantara con gloria: se siembra en flaqueza;
se levantara con potencia:
44 se siembra cuerpo animal; resucitara espiritual. Hay cuerpo animal, y hay
cuerpo espiritual.
45 Asi tambien esta escrito: Fue hecho el primer hombre Adam en alma
viviente; el postrer Adam, en espiritu vivificante.
46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal: luego lo espiritual.
47 El primer hombre, de la tierra, terreno: el segundo hombre, [que es] el
Senor, [es] del cielo.
48 Cual el terreno, tales tambien los terrenos: y cual el celestial, tales
tambien los celestiales.
49 Y como trajimos la imagen del terreno, traigamos tambien la imagen del
celestial.
50 Esto empero digo, hermanos: Que la carne y la sangre no pueden heredar el
reino de Dios: ni la corrupcion heredara la incorrupcion.
51 He aqui, un misterio os digo: Todos ciertamente no dormiremos: mas todos
seremos trasformados,
52 en un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta: porque sera
tocada la trompeta, y los muertos seran levantados sin corrupcion: mas
nosotros seremos trasformados.
53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupcion, y
esto mortal sea vestido de inmortalidad.
54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupcion , y esto mortal
fuere vestido de inmortalidad, entonces sera hecha la palabra que esta
escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
55 ?Donde esta, ioh muerte! tu victoria? ?Donde esta, ioh muerte! tu
aguijon?
56 Empero el aguijon de la muerte [es] el pecado; y la potencia del pecado,
la ley.
57 Mas a Dios gracias, que nos dio victoria por el Senor nuestro Jesu
Cristo.
58 Asi que, hermanos mios amados, estad firmes y constantes, creciendo en la
obra del Senor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Senor no es vano.
CAPITULO 16
1 CUANTO a la colecta [que se hace] para los santos, haced vosotros tambien
de la manera que [yo] ordene en las Iglesias de Galacia.
2 Cada primer dia de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa,
guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; porque cuando [yo] viniere,
no se hagan entonces las colectas.
3 Y cuando [yo] fuere presente, los que aprobareis por cartas, a estos
enviare que lleven vuestro beneficio a Jerusalem.
4 Y si fuere digno el negocio que yo tambien vaya, iran conmigo.
5 Empero a vosotros vendre, cuando pasare a Macedonia: porque a Macedonia
tengo de pasar.
6 Y podra ser que me quedare con vosotros, o invernare tambien: para que
vosotros me lleveis donde hubiere de ir.
7 Porque no quiero ahora veros de paso: mas espero estar con vosotros algun
tiempo, si el Senor lo permitiere.
8 Empero estare en Efeso hasta Pentecostes.
9 Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz: y adversarios muchos.
10 Y si viniere Timoteo, mirad que este con vosotros seguramente: porque la
obra del Senor hace, tambien como yo.
11 Por tanto nadie le tenga en poco: antes llevadle en paz, para que venga a
mi: porque le espero con los hermanos.
12 Asimismo, del hermano Apolos, mucho le he rogado que viniese a vosotros
con [algunos] hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de venir por
ahora: mas vendra cuando tuviere oportunidad.
13 Velad, estad [firmes] en la fe: portaos varonilmente, y esforzaos.
14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad.
15 Empero os ruego, hermanos, ya sabeis que la casa de Estefanas es las
primicias de Achaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos:
16 que vosotros os sujeteis a los tales, y a todos los que ayudan, y
trabajan.
17 Da la venida de Estefanas y de Fortunato, y de Achaico, me huelgo: porque
estos suplieron vuestra ausencia.
18 Porque recrearon mi espiritu y vuestro. Reconoced pues a los tales.
19 Las Iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Senor Aquila y
Priscila, con la Iglesia que esta en su casa.
20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con santo
beso.
21 Salud. De mi mano, Pablo.
22 El que no amare al Senor Jesu Cristo sea Anatema Maran-atha.
23 La gracia del Senor Jesu Cristo [sea] con vosotros.
24 Mi caridad en Cristo Jesus con todos vosotros. Amen.
EPISTOLA SEGUNDA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
CORINTIOS.
CAPITULO 1
1 PABLO, apostol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Timoteo, a la Iglesia de Dios que esta en Corinto, juntamente con todos los
santos que estan por toda la Achaya:
2 Gracia tengais, y paz de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
3 Bendito [sea] el Dios y Padre del Senor Jesu Cristo, el Padre de
misericordias, y el Dios de toda consolacion,
4 el que nos consuela en todas nuestras tribulaciones; para que podamos
tambien nosotros consolar a los que estan en cualquiera angustia, con la
consolacion con que nosotros somos consolados de Dios.
5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, asi
abunda tambien por el [mismo] Cristo nuestra consolacion.
6 Si somos atribulados, [es] por vuestra consolacion y salud, la cual es
obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros tambien padecemos: o
si somos consolados, es por vuestra consolacion y salud: y nuestra esperanza
de vosotros es firme,
7 estando ciertos que como sois companeros de las aflicciones, asi tambien
lo sereis de la consolacion.
8 Porque, hermanos, no queremos, que ignoreis nuestra tribulacion que nos
fue hecha en Asia, que sobre manera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas,
de tal manera que estuviesemos en duda de la vida.
9 Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no
confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta los muertos:
10 el cual nos libro, y libra de tanta muerte: en el cual esperamos que aun
nos librara:
11 ayudandonos tambien vosotros con oracion por nosotros, para que por la
merced [hecha] a nosotros por respeto de muchos, por muchos [tambien] sean
dadas gracias por nosotros.
12 Porque nuestra gloria es esta, [es a saber,] el testimonio de nuestra
conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduria
carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y mas con
vosotros.
13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leeis, o tambien conoceis;
y espero que aun hasta el cabo las conocereis:
14 como tambien en parte habeis conocido que somos vuestra gloria, como
tambien vosotros la nuestra, para el dia del Senor Jesus.
15 Y con esta confianza quise primero venir a vosotros, porque tuvieseis
[otra] segunda gracia:
16 y por vosotros pasar a Macedonia; y de Macedonia venir otra vez a
vosotros, y ser vuelto de vosotros a Judea.
17 Asi que pretendiendo esto, ?use quiza de liviandad? ?o lo que pienso
[hacer,] piensolo segun la carne, para que haya en mi Si y No?
18 Antes Dios fiel [sabe] que nuestra palabra acerca de vosotros, no ha sido
Si y No.
19 Porque el Hijo de Dios, Jesu Cristo, que por nosotros ha sido entre
vosotros predicado por mi, y Silvano, y Timoteo, no ha sido Si y No: mas ha
sido Si en el.
20 Porque todas las promesas de Dios [son] en el Si, y en el Amen por
nosotros a gloria de Dios.
21 Y el que nos confirma con vosotros a Cristo, y el que nos ungio, [es]
Dios:
22 el cual tambien nos sello, y nos dio las arras del Espiritu en nuestros
corazones.
23 Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, que hasta ahora no he
venido a Corinto por no seros carga:
24 no que nos ensenoreemos de vuestra fe: mas somos ayudadores de vuestro
gozo; porque por la fe estais en pie.
CAPITULO 2
1 EMPERO esto he determinado en mi, [es a saber,] de no venir otra vez a
vosotros con tristeza.
2 Y si yo os contristo, ?quien sera pues el que me alegrara, sino aquel a
quien yo contristare?
3 Y esto mismo os escribi, para que cuando viniere no tenga tristeza sobre
tristeza por parte de los que me debiera gozar; confiando en todos vosotros
que mi gozo es el de todos vosotros.
4 Porque por la mucha tribulacion y angustia del corazon os escribi con
muchas lagrimas: no para que fueseis contristados, mas para que conocieseis
cuanta mas caridad tengo para con vosotros.
5 Que si alguno [me] contristo, no me contristo a mi sino en parte, por no
cargaros a todos vosotros.
6 Bastale al tal esta reprension hecha de muchos:
7 para que al contrario vosotros antes le perdoneis y consoleis, porque no
sea el tal consumido de demasiada tristeza.
8 Por lo cual os ruego que confirmeis la caridad para con el.
9 Porque tambien por este fin os escribi a vosotros, [es a saber,] para
conocer experiencia de vosotros, si sois obedientes en todo.
10 Y al que [vosotros] perdonareis, yo tambien: porque tambien yo lo que he
perdonado, si algo he perdonado, por vosotros [lo he hecho] en persona de
Cristo:
11 para que no seamos enganados de Satanas: porque no ignoramos sus
maquinaciones.
12 COMO vine a Troas por el Evangelio de Cristo, aunque me fue abierta
puerta en el Senor,
13 no tuve reposo en mi espiritu, por no haber hallado a Tito mi hermano: y
asi despidiendome de ellos, me parti para Macedonia.
14 Mas a Dios [sean dadas] gracias, el cual hace que siempre triunfemos en
Cristo Jesus; y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo
lugar:
15 porque por Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los
que se pierden:
16 a estos ciertamente olor de muerte para muerte; y a aquellos olor de vida
para vida. Y para estas cosas, ?quien es bastante?
17 Cierto no somos, como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios;
antes como de sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos de Cristo.
CAPITULO 3
1 ?COMENZAMOS otra vez a alabarnos a nosotros mismos? ?o tenemos necesidad,
como algunos, de cartas de recomendacion para vosotros, o de recomendacion de
vosotros [para otros?]
2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, las cuales
son sabidas y leidas de todos los hombres:
3 cuando es manifiesto que sois carta de Cristo administrada de nosotros, y
escrita no con tinta, mas con el Espiritu de Dios viva: no en tablas de
piedra, sino en tablas de carne del corazon.
4 Y tal confianza tenemos por Cristo para con Dios.
5 No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos: sino que nuestra suficiencia es [de parte] de Dios:
6 el cual aun nos hizo que fuesemos ministros suficientes del nuevo
testamento: no de la letra, mas del espiritu: porque la letra mata, mas el
espiritu vivifica.
7 Y si el ministerio de muerte [escrito] en letras formado en las piedras,
fue para gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en
la cara de Moises, a causa de la gloria de su rostro, la cual habia de
perecer:
8 ?como no sera para mayor gloria el ministerio del espiritu?
9 Porque si el ministerio de condenacion fue de gloria, mucho mas abundara
en gloria el ministerio de justicia.
10 Porque lo que fue [tan] glorioso, en esta parte, ni aun fue glorioso en
comparacion de la excelente gloria.
11 Porque si lo que perece es para gloria, mucho mas sera para gloria lo que
permanece.
12 Asi que teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza.
13 Y no como Moises, [que] ponia un velo sobre su rostro, para que los hijos
de Israel no pusiesen los ojos en su cara, cuya [gloria] habia de perecer.
14 Y asi los sentidos de ellos se embotaron: porque hasta el dia de hoy
[les] queda el mismo velo no descubierto en la leccion del viejo testamento,
el cual por Cristo es quitado:
15 antes hasta el dia de hoy, cuando Moises es leido, el velo esta puesto
sobre el corazon de ellos.
16 Empero cuando se convirtieren al Senor, el velo se quitara.
17 Porque el Senor es el espiritu: y donde [hay] aquel Espiritu del Senor,
alli [hay] libertad.
18 Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria
del Senor con cara descubierta, somos trasformados de gloria en gloria en la
misma semejanza, como por el Espiritu del Senor.
CAPITULO 4
1 POR lo cual teniendo [nosotros] esta administracion, segun la misericordia
que hemos alcanzado, no desmayamos:
2 antes quitamos [de nosotros] los escondrijos de vergueenza, no andando con
astucia, ni
adulterando la palabra de Dios: mas en manifestacion de verdad
encomendandonos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios.
3 Que si nuestro Evangelio es encubierto, a los que se pierden es
encubierto:
4 en los cuales el dios de este siglo cego los entendimientos de los
incredulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria
de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesu Cristo, el Senor;
y nosotros vuestros siervos por Jesus.
6 Porque el Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciese la luz, [es]
el que resplandecio en nuestros corazones, para iluminacion de ciencia de la
claridad de Dios en la faz de Jesu Cristo.
7 Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, a fin que la alteza sea de
la virtud de Dios, y no de nosotros.
8 En todo somos atribulados, mas no nos estrechamos: dudamos, mas no
desesperamos:
9 padecemos persecucion , mas no somos desamparados [en ella:] somos
abatidos, mas no perecemos:
10 siempre traemos por todas partes la mortificacion del Senor Jesus en
nuestro cuerpo, para que tambien la vida de Jesus sea manifestada en nuestros
cuerpos.
11 Porque siempre nosotros que vivimos, somos entregados a muerte por Jesus,
para que tambien la vida de Jesus sea manifestada en nuestra carne mortal.
12 De manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida.
13 Mas porque tenemos el mismo espiritu de fe, conforme a lo que esta
escrito: Crei, por lo cual tambien hable: nosotros tambien creemos, por lo
cual tambien hablamos:
14 estando ciertos que el que levanto al Senor Jesus, a nosotros tambien nos
levantara por Jesus; y nos pondra con vosotros.
15 Porque todas estas cosas [padecemos] por vosotros, para que abundando la
gracia por muchos, en la accion de gracias abunde [tambien] a gloria de Dios.
16 Por tanto no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior sea
corrompido, el interior empero se renueva de dia en dia.
17 Porque lo que al presente es momentaneo y leve de nuestra tribulacion,
sobre manera alto [y]
eterno peso de gloria nos obra:
18 no mirando nosotros a lo que se ve, sino a lo que no se ve: porque lo que
se ve, temporal es; mas lo que no se ve, eterno.
CAPITULO 5
1 PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de esta nuestra habitacion se
deshiciere , tenemos de Dios edificio, casa no hecha de manos, eterna en los
cielos.
2 Y por esto tambien gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra
habitacion celestial:
3 si tambien fueremos hallados vestidos, y no desnudos.
4 Porque asimismo los que estamos en esta cabana, gemimos cargados: porque
no querriamos ser desnudados, antes sobrevestidos, consumiendo la vida a lo
que es mortal.
5 Mas el que nos hizo para esto mismo [es] Dios, el cual asimismo nos ha
dado las arras del Espiritu.
6 Asi que [vivimos] confiados siempre, sabiendo, que entre tanto que estamos
en el cuerpo, peregrinamos del Senor:
7 porque por fe andamos, no por vista:
8 mas confiamos, y querriamos mas peregrinar del cuerpo, y ser presentes al
Senor.
9 Y por tanto procuramos tambien, o ausentes, o presentes, agradarle.
10 Porque es menester que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal
de Cristo: para que cada uno sea pagado de lo propio de su cuerpo, como
hubiere hecho, o bueno o malo.
11 Asi que estando ciertos de aquel terror del Senor, persuadimos a los
hombres, mas a Dios somos manifiestos: y espero que tambien en vuestras
conciencias somos manifiestos.
12 No nos encomendamos otra vez a vosotros: mas os damos ocasion de
gloriaros de nosotros, para que tengais [que responder] contra los que se
glorian en las apariencias, y no en el corazon.
13 Porque si loqueamos, a Dios; y si estamos en seso, a vosotros.
14 Porque la caridad de Cristo nos constrine; pensando esto: Que si uno fue
muerto por todos, luego todos son muertos;
15 asimismo: por todos fue muerto Cristo, para que tambien los que viven, ya
no vivan para si, mas para aquel que murio y resucito por ellos.
16 De manera que nosotros de aqui adelante a nadie conocemos segun la carne;
y si aun a Cristo conocimos segun la carne, ahora empero ya no le conocemos.
17 De manera que el que [es] en Cristo, nueva criatura [es:] las vejeces se
pasaron: he aqui todo es hecho nuevo.
18 Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilio a si por Jesu Cristo, y nos
dio el ministerio de la reconciliacion.
19 Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a si, no
imputandoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliacion.
20 Asi que embajadores somos en nombre de Cristo, como si Dios [os] rogase
por medio nuestro; [os] rogamos en nombre de Cristo, reconciliaos con Dios.
21 Al que no conocio pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros
fuesemos hechos justicia de Dios en el.
CAPITULO 6
1 POR lo cual [nosotros] ayudando tambien, [os] exhortamos que no hayais
recibido en vano la gracia de Dios:
2 (porque dice: En tiempo acepto te he oido, y en dia de salud te he
socorrido: he aqui, ahora el tiempo acepto; he aqui, ahora el dia de la
salud:)
3 no dando a nadie ningun escandalo, porque nuestro ministerio no sea
vituperado:
4 antes habiendonos en todas cosas, como ministros de Dios, en mucha
paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias,
5 en azotes, en carceles, en alborotos, en trabajos, en vigilias, en ayunos,
6 en castidad, en ciencia, en mansedumbre, en bondad, en Espiritu Santo, en
caridad no fingida,
7 en palabra de verdad, en potencia de Dios, en armas de justicia a diestro
y a siniestro:
8 por honra y por deshonra: por infamia, y por buena fama: como enganadores,
mas hombres de verdad:
9 como ignorados, mas conocidos: como muriendo, mas, he aqui, vivimos: como
castigados, mas no mortificados:
10 como dolorosos, mas siempre gozosos: como pobres, mas que enriquecen a
muchos: como los que no tienen nada, mas que lo poseen todo.
11 Nuestra boca esta abierta a vosotros, ioh Corintios! nuestro corazon es
ensanchado.
12 No estais estrechos en nosotros: mas estais estrechos en vuestras
[propias] entranas:
13 pues por la misma recompensa, (como a hijos hablo,) ensanchaos tambien
vosotros.
14 No os junteis en yugo con los infieles: porque ?que compania tiene la
justicia con la injusticia? ?y que comunicacion la luz con las tinieblas?
15 ?y que conveniencia Cristo con Belial? ?o que parte el fiel con el
infiel?
16 ?y que consentimiento el templo de Dios con los idolos? porque vosotros
sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Que habitare y andare en
ellos; y sere el Dios de ellos, y ellos seran mi pueblo.
17 Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Senor; y no
toqueis cosa inmunda, y yo os recibire:
18 y sere a vosotros Padre, y vosotros me sereis a mi hijos e hijas: dice el
Senor Todopoderoso.
CAPITULO 7
1 Asi que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiemonos de toda
inmundicia de carne y de espiritu, perfeccionando la santificacion en temor
de Dios.
2 ADMITIDNOS: a nadie hemos injuriado, a nadie hemos corrompido, a nadie
hemos enganado.
3 No para condenaros [lo] digo: que ya he dicho antes, que estais en
nuestros corazones para morir, y para vivir juntamente [con nosotros.]
4 Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucha gloria tengo de
vosotros: lleno estoy de consolacion: sobreabundo de gozo en todas nuestras
tribulaciones.
5 Porque aun cuando venimos a Macedonia, ningun reposo tuvo nuestra carne;
antes en todo fuimos atribulados: de fuera cuestiones, de dentro temores.
6 Mas el que consuela los humildes, Dios, nos consolo con la venida de Tito:
7 y no solo con su venida, mas aun con la consolacion con que el fue
consolado de vosotros, haciendonos saber vuestro deseo grande, vuestro lloro,
vuestro celo por mi, para que asi me gozase mas.
8 Porque aunque os contriste por carta, no me arrepiento: aunque me peso,
porque veo que aquella carta, aunque por [algun poco de] tiempo, os
contristo.
9 Ahora me huelgo: no porque hayais sido contristados, mas porque hayais
sido contristados para enmienda; porque habeis sido contristados segun Dios,
[de tal manera] que ninguna perdida hayais padecido por nuestra parte.
10 Porque el dolor que es segun Dios, hace enmienda saludable, de la cual no
hay arrepentimiento: mas el dolor del siglo obra muerte.
11 Porque he aqui esto mismo que segun Dios fuisteis contristados, icuanta
solicitud ha obrado en vosotros! iantes defensa, antes enojo, antes temor,
antes gran deseo, antes celo, antes venganza! En todo os habeis mostrado
limpios en el negocio.
12 Asi que aunque os escribi, no os escribi [solamente] por causa del que
hizo la injuria ni por causa del que la padecio, mas [tambien] para que os
fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
13 Por tanto tomamos consolacion de vuestra consolacion: empero mucho mas
nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espiritu de todos
vosotros.
14 Y si algo me he gloriado a el de vosotros, no he sido avergonzado: antes
como todo lo que habiamos dicho de vosotros [era] con verdad, asi tambien
nuestra gloria con Tito fue hallada verdadera.
15 Y sus entranas son mas abundantes para con vosotros, cuando se acuerda de
la obediencia de todos vosotros; y de como le recibisteis con temor y
temblor.
16 Asi que me gozo de que en todo estoy confiado de vosotros.
CAPITULO 8
1 ASIMISMO, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que ha sido dada a
las Iglesias de Macedonia:
2 que en grande prueba de tribulacion la abundancia de su gozo permanecio; y
su profunda pobreza abundo en riquezas de su bondad.
3 Porque conforme a sus fuerzas, (como yo testifico por ellos,) y aun sobre
[sus] fuerzas han sido liberales;
4 rogandonos con muchos ruegos, que recibiesemos la gracia, y la
comunicacion del servicio que se hace para los santos.
5 Y no como lo esperabamos, mas aun a si mismos dieron primeramente al
Senor, y a nosotros por la voluntad de Dios.
6 De tal manera que exhortamos a Tito, que como comenzo antes, asi tambien
acabe esta gracia entre vosotros tambien.
7 Por tanto como en todo abundais en fe, y en palabra, y en ciencia, y en
toda solicitud, y en vuestra caridad con nosotros, que tambien abundeis en
esta gracia.
8 No hablo como quien manda; sino por experimentar la liberalidad de vuestra
caridad por la solicitud de los otros.
9 Porque ya sabeis la gracia del Senor nuestro Jesu Cristo, que por amor de
vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos.
10 Y en esto doy [mi] consejo: porque esto os conviene a vosotros, que no
solo a hacerlo, mas aun a quererlo comenzasteis antes el ano pasado:
11 ahora pues acabadlo con el hecho: para que como fue pronto el animo en el
querer, asi tambien lo sea en el cumplirlo de lo que teneis.
12 Porque si primero hay la voluntad pronto, sera acepta por lo que tiene,
no por lo que no tiene.
13 Porque no para que a otros sea relajacion, y a vosotros apretura: sino
para que en este tiempo a la iguala, vuestra abundancia supla la falta de los
otros:
14 para que tambien la abundancia de ellos supla vuestra falta, y haya
igualdad:
15 como esta escrito: El que tuvo mucho, no tuvo mas; y el que poco, no tuvo
menos.
16 Empero gracias a Dios que dio la misma solicitud por vosotros en el
corazon de Tito;
17 que recibio la exhortacion; y aun con mayor solicitud, de su voluntad se
partio para vosotros.
| 18 Y enviamos juntamente con el al hermano, cuya alabanza es en el
Evangelio por todas las Iglesias:
19 y no solo [este,] mas aun tambien fue ordenado por las Iglesias el
companero de nuestra peregrinacion para [llevar] esta gracia, que es
administrada de nosotros, y del animo vuestro pronto, para gloria del Senor:
20 evitando que nadie nos vitupere en esta abundancia que ministramos:
21 procurando lo honesto, no solo delante del Senor, mas aun delante de los
hombres.
22 Enviamos tambien con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces hemos
experimentado diligente: mas ahora mucho mas con la mucha confianza que
[tenemos] en vosotros.
23 O por Tito, que es mi companero y coadjutor para con vosotros; o por
nuestros hermanos [que son] apostoles de las Iglesias, y la gloria de Cristo.
21 Mostrad pues para con ellos en la faz de las Iglesias la muestra de
vuestra caridad, y de nuestra gloria de vosotros.
CAPITULO 9
1 PORQUE de la administracion que se hace para los santos, por demas me es
escribiros.
2 Porque conozco vuestro pronto animo, del cual me glorio entre los de
Macedonia, que Achaya esta apercibida desde el ano pasado; y vuestro ejemplo
ha provocado a muchos.
3 Y he enviado los hermanos, porque nuestra gloria de vosotros no sea vana
en esta parte: para que, como lo he dicho, esteis apercibidos;
4 porque si vinieren conmigo Macedonios, no os hallen desapercibidos, y nos
avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de este glorioso atrevimiento.
5 Por tanto tuve por cosa necesaria exhortar a los hermanos que viniesen
primero a vosotros, y aparejen primero vuestra bendicion antes prometida,
para que este aparejada como de bendicion, y no como de escasez.
6 Esto empero [digo:] El que siembra escasamente, tambien segara
escasamente; y el que siembra en bendiciones, en bendiciones tambien segara.
7 Cada uno como propuso en su corazon, [haga,] no con tristeza, o por
necesidad: porque Dios ama el dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, para que
teniendo en todo con vosotros todo lo que basta, abundeis para toda buena
obra:
9 como esta escrito: Derramo; dio a los pobres; su justicia permanece para
siempre.
10 Y el que da la simiente al que siembra, tambien dara pan para comer; y
multiplicara vuestra sementera, y aumentara los crecimientos de los frutos de
vuestra justicia;
11 para que enriquecidos en todo, abundeis en toda bondad, la cual obra por
nosotros accion de gracias a Dios.
12 Porque la administracion de este servicio no solamente suple lo que a los
santos falta, mas tambien abunda en muchas acciones de gracias acerca de
Dios:
13 que por la experiencia de esta administracion glorifican a Dios por la
obediencia de vuestro consentimiento en el Evangelio de Cristo, y en la
bondad de la comunicacion para con ellos, y para con todos;
14 y en la oracion de ellos por vosotros, los cuales os desean a causa de la
eminente gracia de Dios en vosotros.
15 Gracias [sean dadas] a Dios del inenarrable don suyo.
CAPITULO 10
1 RUEGOOS, empero, yo Pablo, por la mansedumbre y modestia de Cristo, (que
presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy confiado con
vosotros,)
2 ruego, pues, que cuando fuere presente, no sea [menester ser] atrevido con
la confianza de que soy estimado usar con algunos, que nos tienen como si
anduviesemos segun carne:
3 porque aunque andamos en la carne, no militamos segun carne:
4 porque las armas de nuestra milicia no [son] carnales, sino poderosas de
parte de Dios para destruccion de fortalezas,
5 destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de
Dios; y cautivando en obediencia de Cristo a todo entendimiento,
6 y estando prestos para castigar a toda desobediencia, desde que vuestra
obediencia fuere cumplida.
7 ?Mirais las cosas segun la apariencia? El que esta confiado en si mismo
que es de Cristo, esto tambien piense por si mismo, que como el es de Cristo,
asi tambien nosotros somos de Cristo.
8 Porque aunque me glorie aun un poco de nuestra potestad, (la cual el Senor
nos dio para edificacion, y no para vuestra destruccion,) no me avergonzare.
9 Mas porque no parezca como que os [quiero] espantar por cartas.
10 Porque a la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes: mas la
presencia corporal flaca, y la palabra de menospreciar.
11 Esto piense el tal, [que] cuales somos en la palabra por cartas ausentes,
tales somos tambien presentes en la obra.
12 Porque no osamos entremeternos o compararnos con algunos que se alaban a
si mismos: mas no entienden que ellos consigo mismos se miden, y a si mismos
se comparan.
13 Nosotros empero no nos gloriaremos fuera de [nuestra] medida; sino
conforme a la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartio, de
haber llegado tambien hasta vosotros.
14 Porque no nos extendemos sobre [nuestra] medida, como si no hubieramos
llegado hasta vosotros: porque tambien hasta vosotros hemos llegado con el
Evangelio de Cristo:
15 no gloriandonos fuera de [nuestra] medida, [es a saber,] en trabajos
ajenos: mas teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos
asaz bien engrandecidos conforme a nuestra regla;
16 y que anunciaremos el Evangelio a los que estan de ese cabo de vosotros,
sin [entrar en] la medida de otro, para gloriarnos en lo que ya estaba
aparejado.
17 Mas el que se gloria, gloriese en el Senor.
18 Porque no el que se alaba a si mismo, el tal [luego] es aprobado; mas
aquel a quien Dios alaba.
CAPITULO 11
1 OJALA toleraseis un poco mi locura, antes toleradme.
2 Porque os zelo con zelo de Dios: porque os he desposado a un marido, para
presentaros [como] una virgen limpia a Cristo.
3 Mas tengo miedo de que como la serpiente engano a Eva con su astucia, no
sean corrompidos asi vuestros sentidos en alguna manera, y caigan de la
simplicidad que es en Cristo:
4 por lo cual si alguno viniere que predicare otro Cristo que el que hemos
predicado; o recibiereis otro espiritu del que habeis recibido; u otro
Evangelio del que habeis recibido, lo sufrais bien.
5 Cuanto a mi, cierto pienso que en nada he sido inferior de aquellos
grandes apostoles.
6 Porque aunque [soy] basto en la palabra, no empero en la ciencia: mas en
todo somos ya del todo manifiestos a vosotros.
7 ?Peque yo humillandome a mi mismo, para que vosotros fueseis ensalzados,
porque os he predicado el Evangelio de Dios de valde?
8 He despojado las otras Iglesias, recibiendo salario para ministraros a
vosotros: y estando con vosotros, y teniendo necesidad, a ninguno [de
vosotros] fui carga:
9 porque lo que me faltaba, suplieron los hermanos que vinieron de
Macedonia: y en todas cosas me guarde de seros pesado, y me guardare.
10 Es la verdad de Cristo en mi, que esta gloria no me sera cerrada en las
partes de Achaya.
11 ?Por que? ?por que no os amo? Dios lo sabe.
12 Mas lo que hago hare aun; para quitar la ocasion de los que querrian
ocasion por ser hallados semejantes a nosotros en lo que se glorian.
13 Porque estos falsos apostoles obreros fraudulentos son, trasfigurandose
en apostoles de Cristo:
14 y no es maravilla: porque el mismo Satanas se trasfigura en angel de luz:
15 asi que no es mucho, si sus ministros se trasfiguren como ministros de
justicia, cuyo fin sera conforme a sus obras.
16 Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme
como a loco, para que aun me glorie yo un poquillo.
17 Lo que hablo, no lo hablo segun el Senor, sino como en locura, con este
atrevimiento de gloria.
18 Porque muchos se glorian segun la carne: tambien yo me gloriare.
19 Porque de buena gana tolerais los locos, siendo vosotros sabios:
20 porque tolerais si alguien os pone en servidumbre, si alguien [os]
devora, si alguien toma, si alguien se ensalza, si alguien os hiere en la
cara.
21 Digolo cuanto a la afrenta; como si nos hubiesemos flaqueado: antes en lo
que otro tuviere osadia (hablo con locura) tambien yo tengo osadia.
22 ?Son Hebreos? yo tambien. ?Son Israelitas? y yo. ?Son simiente de
Abraham? y yo.
23 ?Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) yo mas: en trabajos mas
[que ellos,] en carceles mas, en azotes mas, en muertes muchas veces.
24 De los Judios he recibido cinco cuarentenas [de azotes,] menos uno:
25 tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he
padecido naufragio, noche y dia he estado en el profundo [de la mar:]
26 en caminos muchas veces: peligros de rios, peligros de ladrones, peligros
de los de la nacion, peligros en los Gentiles, peligros en la ciudad,
peligros en el desierto, peligros en la mar, peligros con falsos hermanos:
27 en trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos
ayunos, en frio y en desnudez:
28 sin las cosas de fuera, mi combate de cada dia, [es a saber,] la
solicitud de todas las Iglesias.
29 ?Quien enferma, y [yo] no enfermo? ?Quien se escandaliza, y yo no me
quemo?
30 Si es menester gloriar, me gloriare yo de lo que es de mi flaqueza.
31 El Dios y Padre del Senor nuestro Jesu Cristo, que es bendito por siglos,
sabe que no miento.
32 En Damasco, el capitan de la gente del rey Aretas guardaba la ciudad de
los Damascenos para prenderme;
33 y fui bajado del muro por una ventana, y me escape de sus manos.
CAPITULO 12
1 CIERTO no me es conveniente gloriarme: mas vendre a las visiones y a las
revelaciones del Senor.
2 Conozco hombre en Cristo, que antes de catorce anos (si en el cuerpo, no
lo se; si fuera del cuerpo, no lo se: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el
tercer cielo.
3 Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo se: Dios
lo sabe,)
4 que fue arrebatado al paraiso, donde oyo palabras secretas que el hombre
no puede decir.
5 De este tal me gloriare: mas de mi mismo nada me gloriare, sino en mis
flaquezas.
6 Por lo cual si quisiere gloriarme, no sere loco, porque dire verdad:
empero lo dejo, porque nadie piense de mi mas de lo que en mi ve, u oye de
mi.
7 Y porque la grandeza de las revelaciones no me levante sobre lo que es
menester, me es dada la repunta de mi carne, angel de Satanas, que me
abofetee.
8 Por lo cual tres veces he rogado al Senor que se quite de mi.
9 Y me ha dicho: Bastate mi gracia: porque mi potencia en la flaqueza se
perfecciona. Por tanto de buena gana me gloriare de mis flaquezas, porque
habite en mi la potencia de Cristo.
10 Por lo cual me contento en las flaquezas, en las afrentas, en las
necesidades, en las persecuciones, en las angustias por Cristo: porque cuando
soy flaco, entonces soy poderoso.
11 He sido loco en gloriarme; vosotros me constrenisteis; que yo habia de
ser alabado de vosotros: porque en nada he sido menos de los sumos apostoles,
aunque soy nada.
12 Con todo esto senales de apostol han sido hechas por vosotros, en toda
paciencia, en senales, y en prodigios, y en maravillas.
13 Porque ?que hay en que hayais sido menos que las otras Iglesias, sino en
que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme esta injuria.
14 He aqui, estoy aparejado para ir a vosotros la tercera vez, y no os sere
pesado: porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros: porque no han de
atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
15 Yo empero de bonisima gana gastare y sobregastare por vuestras almas;
aunque amandoos mas, sea amado menos.
16 Mas sea asi, yo no os he agravado; sino que, como soy astuto, os he
tomado por engano.
17 ?Os he enganado quiza por alguno de los que he enviado a vosotros?
18 Rogue a Tito, y envie con el un hermano. ?Os engano quiza Tito? ?no hemos
andado con un mismo espiritu, y por las mismas pisadas?
19 ?O pensais aun que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios, en Cristo
hablamos: mas todo, ioh amantisimos! por vuestra edificacion.
20 Porque tengo miedo que cuando viniere, no os halle en alguna manera como
no querria; y que vosotros me halleis cual no querriais: porque no haya entre
vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones,
murmuraciones, rumores, bandos:
21 porque cuando volviere, no me humille Dios entre vosotros, y haya de
llorar por muchos de los que antes habran pecado, y no se han enmendado de la
inmundicia, y fornicacion, y deshonestidad que han cometido.
CAPITULO 13
1 ESTA tercera vez vengo [ya] a vosotros: en la boca de dos o de tres
testigos consistira todo negocio.
2 Ya he dicho antes, y ahora digo otra vez como presente; y ahora ausente lo
escribo a los que antes pecaron, y a todos los demas, que si vengo otra vez,
no perdonare:
3 pues buscais la experiencia de Cristo que habla en mi, el cual no es flaco
para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.
4 Porque aunque fue crucificado por flaqueza, vive empero por potencia de
Dios: por lo cual tambien nosotros [aunque] somos flacos con el, empero
viviremos con el por la potencia de Dios en vosotros.
5 Vosotros mismos tentaos si estais en fe; probaos vosotros mismos. ?No os
conoceis a vosotros mismos, que Jesu Cristo esta en vosotros, si ya no sois
reprobados?
6 Mas espero que conocereis que nosotros no somos reprobados.
7 Oramos empero a Dios que ninguna cosa mala hagais: no para que nosotros
seamos hallados aprobados, mas para que vosotros hagais lo que es bueno,
aunque nosotros seamos tenidos por reprobados.
8 Porque ninguna cosa podemos contra la verdad, mas por la verdad.
9 Por lo cual nos gozamos que seamos nosotros flacos, y que vosotros seais
poderosos: y aun deseamos vuestra consumacion.
10 Por tanto [os] escribo esto ausente, por no tratar presente con mas
dureza, conforme a la potestad que el Senor me ha dado para edificacion, y no
para destruccion.
11 RESTA, hermanos, que tengais gozo, seais perfectos, tengais consolacion,
sintais una misma cosa, tengais paz, y el Dios de paz y de caridad sea con
vosotros.
12 Saludaos los unos a los otros con beso santo. Todos los santos os
saludan.
13 La gracia del Senor Jesu Cristo, y la caridad de Dios, y la comunicacion
del Espiritu Santo sea con vosotros todos. Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
GALATAS.
CAPITULO 1
1 PABLO apostol, no de los hombres, ni por hombre, mas por Jesu Cristo, y
por Dios el Padre, que le levanto de los muertos,
2 y todos los hermanos que estan conmigo, a las Iglesias de Galacia:
3 Gracia tengais, y paz de Dios el Padre, y del Senor nuestro Jesu Cristo,
4 el cual se dio a si mismo por nuestros pecados para librarnos de este
presente siglo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro:
5 al cual es gloria por siglos de siglos. Amen.
6 ESTOY maravillado de que tan pronto os hayais traspasado del que os llamo
a la gracia de Cristo, a otro Evangelio:
7 porque no hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren
pervertir el Evangelio de Cristo.
8 Mas si nosotros, o angel del cielo os anunciare otro Evangelio del que os
hemos anunciado, sea anatema.
9 Como antes hemos dicho, tambien ahora decimos otra vez: Si alguien os
anunciare otro Evangelio del que habeis recibido, sea anatema.
10 Porque ?persuado yo ahora a hombres, o a Dios? ?o busco de agradar a
hombres? Cierto que si hasta ahora agradara a los hombres, no seria siervo de
Cristo.
11 Porque os hago, hermanos, saber, que el Evangelio que [os] ha sido
anunciado por mi, no es segun hombre;
12 ni yo tampoco le recibi, ni aprendi de hombre, sino por revelacion de
Jesu Cristo.
13 Porque ya habeis oido cual fue mi conversacion en otro tiempo en el
Judaismo: que sobremanera persegui la Iglesia de Dios, y la destruia;
14 y que aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis iguales en mi
nacion, siendo zelador mas que todos de las tradiciones de mis padres.
15 Mas cuando plugo a Dios, que me aparto desde el vientre de mi madre, y
[me] llamo por su gracia,
16 para revelar a su Hijo por mi, para que anunciase su Evangelio entre los
Gentiles, luego no me repose en carne y en sangre;
17 ni vine a Jerusalem a los apostoles que me iban delante; sino me fui en
Arabia; y volvi de nuevo a Damasco.
18 Despues, pasados tres anos, vine a Jerusalem a ver a Pedro, y estuve con
el quince dias.
19 Mas a ningun otro de los apostoles vi, sino a Jacobo el hermano del
Senor.
20 Y en esto, que os escribo, he aqui, delante de Dios, que no miento.
21 Despues vine en las partes de Syria y de Cilicia.
22 Y no era conocido de vista a las Iglesias de Judea, que eran en Cristo:
23 solamente tenian fama [de mi:] Que el que en otro tiempo nos perseguia,
ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruia:
24 y glorificaban a Dios por mi.
CAPITULO 2
1 DESPUES, pasados catorce anos, vine otra vez a Jerusalem juntamente con
Barnabas, tomando tambien conmigo Tito.
2 Vine empero por revelacion, y comunique con ellos el Evangelio que predico
entre los Gentiles: mas particularmente con los que parecian ser algo, por no
correr en vano, o haber corrido.
3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo Griego, fue compelido a
circuncidarse:
4 ni aun por causa de los malsines, falsos hermanos, que se entraban
secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesus, por
ponernos en servidumbre;
5 a los cuales ni aun por una hora cedimos sujetandonos, para que la verdad
del Evangelio permaneciese acerca de vosotros.
6 Empero de aquellos que parecian ser algo, (cuales hayan sido algun tiempo,
no tengo que ver; Dios no acepta apariencia de hombre,) a mi a lo menos los
que parecian ser algo, nada cierto me dieron.
7 Antes por el contrario, como vieron que el Evangelio de la incircuncision
me era encargado, como a Pedro el de la circuncision,
8 (porque el que hizo por Pedro para el apostolado de la circuncision, hizo
tambien por mi para con los Gentiles,)
9 y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo, y Cefas, y Juan, que
parecian ser las columnas, nos dieron las diestras de compania a mi y a
Barnabas, para que nosotros [predicasemos] a los Gentiles, y ellos a la
circuncision.
10 Solamente [nos encargaron] que nos acordasemos de los pobres: lo cual
asimismo hice con solicitud.
11 Empero viniendo Pedro a Antioquia, le resisti en la cara, como era de
condenar.
12 Porque antes que viniesen unos [de parte] de Jacobo, comia con los
Gentiles: mas como vinieron, se retrajo, y se aparto de ellos, teniendo miedo
de los que eran de la circuncision.
13 Y a su disimulacion consentian tambien los otros Judios, de tal manera
que aun Barnabas fue traido tambien de ellos en aquella su simulacion.
14 los cuales como vi que no andaban derechamente a la verdad del Evangelio,
dije a Pedro delante de todos: Si tu, siendo Judio, vives como Gentil, y no
como Judio, ?por que constrines los Gentiles a judaizar?
15 Nosotros Judios naturales, y no pecadores de los Gentiles,
16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino
por la fe de Jesu Cristo, nosotros tambien hemos creido en Jesu Cristo, para
que fuesemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley:
por cuanto por las obras de la ley ninguna carne sera justificada.
17 Y si buscando nosotros de ser justificados en Cristo, tambien nosotros
somos hallados pecadores, ?es [por eso] Cristo ministro de [nuestro] pecado?
En ninguna manera.
18 Porque si las cosas que destrui, las mismas vuelvo a edificar, trasgresor
me hago.
19 Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo; no ya yo, mas vive en mi
Cristo: y lo que ahora vivo en la carne, por la fe del Hijo de Dios [lo]
vivo, el cual me amo, y se entrego a si mismo por mi.
21 No desecho la gracia de Dios. Porque si por la ley fuese la justicia,
luego Cristo por demas seria muerto.
CAPITULO 3
1 iOH Galatas sin seso! ?quien os hechizo para no obedecer a la verdad,
delante de cuyos ojos Jesu Cristo fue ya condenado, crucificado entre
vosotros?
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ?Recibisteis el Espiritu [Santo] por
las obras de la ley, o por el oir de la fe?
3 ?tan locos sois, que habiendo comenzado por el Espiritu, ahora os
perfeccioneis por la carne?
4 ?tantas cosas habeis padecido en vano? si empero en vano.
5 El que os da, pues, el Espiritu, y obra las maravillas entre vosotros,
[?lo hace] por las obras de la ley, o por el oir de la fe?
6 Como Abraham creyo a Dios, y le fue atribuido a justicia.
7 Asi que conoceis que los que son por la fe, los tales son hijos de
Abraham.
8 Y viendo antes la escritura, que Dios por la fe habia de justificar los
Gentiles, evangelizo antes a Abraham: Que todas las naciones de la tierra
seran benditas en ti.
9 Luego los de la fe son [los] benditos con el creyente Abraham.
10 Porque todos los que son de las obras de la ley, debajo de maldicion
estan. Porque escrito esta: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas
las cosas que estan escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
11 Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica acerca de Dios, queda
manifiesto que el justo por la fe vive.
12 La ley tambien no es de la fe, mas: El hombre que los hiciere, vivira por
ellos.
13 Cristo nos redimio de la maldicion de la ley, hecho por nosotros
maldicion: (porque escrito esta: Maldito cualquiera que es colgado en
madero:)
14 para que la bendicion de Abraham en los Gentiles fuese en Cristo Jesus:
para que por la fe recibamos la promesa del Espiritu.
15 Hermanos, (hablo como hombre,) aun el instrumento autentico de hombre
nadie le menosprecia, o le anade.
16 A Abraham fueron dichas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es
Cristo.
17 Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la
ley que fue hecha cuatrocientos y treinta anos despues, no le abroga, para
invalidar la promesa.
18 Porque si la herencia es por la ley, ya no [sera] por la promesa: Dios
empero por la promesa hizo la donacion a Abraham.
19 ?PUES la ley, que? Fue puesta por causa de las rebeliones, (hasta que
viniese la simiente a quien fue hecha la promesa,) ordenada por los angeles,
en la mano del mediador.
20 Y el mediador no es de uno; y Dios es uno.
21 Luego ?la ley [es] contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque
si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la
ley.
22 Mas encerro la escritura todo debajo de pecado, para que la promesa fuese
dada a los creyentes por la fe de Jesu Cristo.
23 Empero antes que viniese la fe estabamos guardados debajo de la ley,
encerrados para aquella fe, que habia de ser descubierta
24 de manera que la ley nuestro ayo fue para [llevarnos] a Cristo, para que
fuesemos justificados por la fe.
25 Mas venida la fe, ya no estamos debajo [de la mano] del ayo.
26 Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesus.
27 Porque todos los que habeis sido bautizados en Cristo, de Cristo estais
vestidos.
28 No hay [aqui] Judio, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni
hembra; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesus.
29 Y si vosotros [sois] de Cristo ciertamente la simiente de Abraham sois, y
conforme a la promesa los herederos.
CAPITULO 4
1 ESTO tambien digo: Entre tanto que el heredero es nino, en nada difiere
del siervo, aunque es senor de todo.
2 Mas esta debajo [de mano] de tutores y curadores hasta el tiempo senalado
por el padre.
3 Asi tambien nosotros, cuando eramos ninos, eramos siervos debajo de
elementos del mundo.
4 Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envio su Hijo, hecho de mujer,
hecho subdito a la ley;
5 para que redimiese los que estaban debajo de la ley, para que recibiesemos
la adopcion de hijos.
6 Y por cuanto sois hijos envio Dios el Espiritu de su Hijo en vuestros
corazones el cual clama: Abba, Padre.
7 Asi que ya no eres mas siervo, sino hijo; y si hijo, tambien heredero de
Dios por Cristo.
8 Antes, en otro tiempo, no conociendo a Dios, serviais a los que por
naturaleza no son dioses:
9 mas ahora habiendo conocido a Dios, antes siendo conocidos de Dios, ?como
os volveis de nuevo a los flacos y necesitados rudimentos en los cuales
quereis volver a servir?
10 Guardais dias, y meses, y tiempos, y anos.
11 Miedo tengo de vosotros, de que no haya [yo] trabajado en vano en
vosotros.
12 Sed como yo [soy:] porque yo [soy] como vosotros. Hermanos, os ruego:
ningun agravio me habeis hecho.
13 Que vosotros sabeis, que con flaqueza de carne os anuncie el Evangelio al
principio:
14 y no desechasteis ni menospreciasteis mi tentacion que [pasaba] en mi
carne; antes me recibisteis como a un angel de Dios, como al [mismo] Cristo
Jesus.
15 ?Donde esta, pues, vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio,
que si se pudiera hacer, vuestros ojos sacarais para darme[los].
16 ?Me he hecho pues vuestro enemigo, diciendoos la verdad?
17 Tienen zelos de vosotros, no bien: antes os quieren echar fuera para que
[vosotros] los zeleis [a ellos.]
18 Bueno es ser zelosos, [mas] en bien siempre; y no solamente cuando estoy
presente con vosotros.
19 Hijitos mios, que vuelvo otra vez a estar de parto de vosotros, hasta que
Cristo sea formado en vosotros:
20 querria cierto estar ahora con vosotros, y mudar mi voz; porque estoy
perplejo en vosotros.
21 Decidme, los que quereis estar debajo de la ley, ?no habeis leido la ley?
22 Porque escrito esta: Que Abraham tuvo dos hijos: uno de la sierva, y uno
de la libre.
23 Mas el que [era] de la sierva, nacio segun la carne; el que [era] de la
libre, [nacio] por la promesa:
24 las cuales cosas son dichas por alegoria: porque estos son los dos
conciertos. El uno ciertamente en el monte de Sina, el cual engendra para
servidumbre, que es Agar.
26 Porque Agar, o Sina, es un monte de Arabia, el cual es conjunto a la que
ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos.
26 Mas aquella Jerusalem que esta arriba, libre es; la cual es la madre de
todos nosotros.
27 Porque esta escrito: Alegrate la esteril, que no pares: rompe [en
alabanzas] y clama, la que no estas de parto: porque mas son los hijos de la
dejada, que de la que tiene marido.
28 Asi que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
29 Empero como entonces el que era engendrado segun la carne, perseguia al
que habia nacido segun el Espiritu; asi tambien ahora.
30 Mas ?que dice la Escritura? Echa a la criada y a su hijo; porque no sera
heredero el hijo de la criada con el hijo de la libre.
31 De manera que, hermanos, no somos hijos de la criada, mas de la libre.
CAPITULO 5
1 ESTAD, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos liberto; y no volvais
otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre.
2 He aqui, yo Pablo os digo: Que si os circuncidareis, Cristo no os
aprovechara nada.
3 Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que es
obligado a hacer toda la ley.
4 Vacios sois de Cristo los que por la ley os justificais: de la gracia
habeis caido.
5 Porque nosotros por el Espiritu de la fe esperamos la esperanza de la
justicia.
6 Porque en Cristo Jesus ni la circuncision vale algo, ni la incircuncision;
sino la fe que obra por la caridad.
7 Corriais bien: ?quien os embarazo para no obedecer a la verdad?
8 Esta persuasion no es del que os llama.
9 Poca levadura leuda toda la masa.
10 Yo confio de vosotros en el Senor, que ninguna otra cosa sentireis: mas
el que os inquieta, llevara el juicio, quien quiera que el sea.
11 Yo ciertamente, hermanos, si aun predico la circuncision, ?por que, pues,
padezco persecucion? Luego quitado es el escandalo de la cruz.
12 Ojala aun fuesen talados los que os alborotan.
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados: solamente que no
deis la libertad por ocasion a la carne; mas que os sirvais por la caridad
los unos a los otros.
14 Porque toda la ley en esta sola palabra se resume: Amaras a tu projimo^,
como a ti mismo.
15 Y si los unos a los otros os mordeis, y os comeis, mirad que tambien no
os consumais los unos a los otros.
16 Digo, pues: Andad en Espiritu; y no hagais lo que desea la carne.
17 Porque la carne codicia contra el Espiritu, y el Espiritu contra la
carne: porque estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagais todo
lo que quisiereis.
18 Y si sois guiados del Espiritu, no estais debajo de la ley.
19 Manifiestas son empero las obras de la carne, que son: Adulterio,
fornicacion, inmundicia, disolucion,
20 servir a idolos, hechicerias, enemistades, pleitos, zelos, iras,
contiendas, disensiones, sectas,
21 envidias, homicidios, embriagueces, banqueterias, y cosas semejantes a
estas: las cuales os denuncio, como os he anunciado, que los que hacen tales
cosas, no heredaran el reino de Dios.
22 Mas fruto del Espiritu es: Caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza:
23 contra tales cosas, no hay ley.
24 Porque los que son de Cristo, la carne crucificaron con sus afectos y
concupiscencias.
25 Si vivimos por Espiritu, andemos tambien en Espiritu.
26 No seamos codiciosos de vana honra, irritando los unos a los otros,
envidiosos los unos de los otros.
CAPITULO 6
1 HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros [que sois]
espirituales, restaurad al tal con espiritu de mansedumbre, considerandote a
ti mismo, porque tu no seas tambien tentado.
2 Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid asi la ley de Cristo.
3 Porque el que estima de si que es algo, no siendo nada, a si mismo se
engana.
4 Asi que cada uno examine su obra, y entonces en si mismo tendra gloria, y
no en otro.
5 Porque cada cual llevara su carga.
6 Y el que es instituido en la palabra comunique todos los bienes al que le
instituye.
7 No os enganeis: Dios no [puede] ser burlado: que todo lo que el hombre
sembrare eso tambien segara.
8 Porque el que siembra en su carne, de la carne segara corrupcion: mas el
que siembra en el Espiritu, del Espiritu segara vida eterna.
9 Y no nos cansemos de hacer bien, que a su tiempo segaremos, si no
hubieremos desmayado.
10 Asi que entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos; y
mayormente a los domesticos de la fe.
11 MIRAD que larga carta os he escrito de mi mano.
12 Todos los que quieren agradar en la carne, estos os constrinen a que os
circuncideis; solamente por no padecer la persecucion de la cruz de Cristo.
13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan, guardan la ley: mas quieren
que os circuncideis vosotros, por gloriarse en vuestra carne.
14 Mas lejos este de mi gloriarme, sino en la cruz del Senor nuestro Jesu
Cristo, por el cual el mundo me es crucificado a mi, y yo al mundo.
15 Porque en Cristo Jesus, ni la circuncision vale nada, ni la
incircuncision, sino la nueva criatura.
16 Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, la paz y la
misericordia [de Dios sera] sobre ellos, y sobre el Israel de Dios.
17 De aqui adelante nadie me sea molesto: porque yo traigo en mi cuerpo las
marcas del Senor Jesus.
18 La gracia del Senor Jesu Cristo [sea,] hermanos, con vuestro espiritu.
Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
EFESIOS.
CAPITULO 1
1 PABLO, apostol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, a los santos que
estan en Efeso, y fieles en Cristo Jesus:
2 Gracia y paz tengais de Dios Padre nuestro, y del Senor Jesu Cristo.
3 Bendito el Dios y Padre del Senor nuestro Jesu Cristo, el cual nos ha
bendecido con toda bendicion espiritual en [bienes] celestiales en Cristo:
4 como nos escogio en el antes de la fundacion del mundo, para que fuesemos
santos, y sin mancha delante de el en caridad.
5 El cual nos senalo antes para ser adoptados en hijos por Jesu Cristo en si
mismo, por el buen querer de su voluntad;
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo graciosos a
si en el amado.
7 En el cual tenemos redencion por su sangre, remision de pecados por las
riquezas de su gracia,
8 que sobreabundo en nosotros en toda sabiduria e inteligencia;
9 descubriendonos el misterio de su voluntad, por el buen querer de su
voluntad, segun que lo habia propuesto en si mismo,
10 de restaurar todas las cosas por Cristo en la dispensacion del
cumplimiento de los tiempos, asi las que [estan] en los cielos, como las que
[estan] en la tierra.
11 En el, [digo,] en el cual tuvimos suerte, predestinados antes conforme al
proposito del que hace todas las cosas por el arbitrio de su voluntad:
12 para que seamos para alabanza de su gloria nosotros, que antes esperamos
en Cristo:
13 en el cual [esperasteis] tambien vosotros en oyendo la palabra de verdad,
el Evangelio de vuestra salud: en el cual tambien desde que creisteis,
fuisteis sellados con el Espiritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia, ganados por redencion para alabanza
de su gloria.
15 Por lo cual tambien yo, oyendo vuestra fe que es en el Senor Jesus, y la
caridad para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis
oraciones:
17 que el Dios del Senor nuestro Jesu Cristo, Padre de gloria, os de
espiritu de sabiduria y de revelacion por su conocimiento:
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepais cual sea la
esperanza de su vocacion, y cuales [sean] las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos;
19 y cual sea aquella grandeza sobreexcelente de su potencia en nosotros,
los que creemos, por la operacion de la potencia de su fortaleza,
20 la cual obro en Cristo, levantandole de los muertos, y colocandole a su
diestra en los cielos,
21 sobre todo principado, y potestad, y potencia, y senorio, y todo nombre
que se nombra, no solo en este siglo, mas aun en el venidero;
22 y sujetandole todas las cosas debajo de sus pies, y poniendole por cabeza
sobre todas las cosas a la Iglesia,
23 la cual es su cuerpo, [y el] es la plenitud de ella: el cual llena todas
las cosas en todos.
CAPITULO 2
1 Y VOSOTROS, estando muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en que en otro tiempo anduvisteis, conforme a la condicion de este mundo,
conforme a [la voluntad] del principe de la potestad de este aire, el
espiritu que ahora obra en los incredulos:
3 con los cuales nosotros tambien conversamos en otro tiempo en los deseos
de nuestra carne, haciendo el querer de la carne y de los pensamientos, y
siendo nacidos hijos de ira, tambien como los demas.
4 Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucha caridad con que nos
amo,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo, por [cuya] gracia sois salvos;
6 y juntamente nos resucito, y asimismo nos hizo asentar en los cielos con
Cristo Jesus:
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia,
en su bondad para con nosotros en Cristo Jesus.
8 Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, que don de
Dios es:
9 no por obras, para que nadie se glorie.
10 Porque hechura suya somos, criados en Cristo Jesus para buenas obras, las
cuales Dios preparo para que anduviesemos en ellas.
11 POR tanto tened memoria que vosotros que en otro tiempo erais Gentiles en
carne, que erais llamados incircuncisos de la que se llama circuncision en
carne, la cual se hace con mano;
12 que erais en aquel tiempo sin Cristo, alejados de la republica de Israel,
y extranjeros a los conciertos de la promesa, sin esperanza, y sin Dios en el
mundo.
13 Mas ahora en Cristo Jesus, vosotros que en otro tiempo estabais lejos,
habeis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
14 Porque el es nuestra paz, que de ambos hizo uno, deshaciendo el
apartamiento de la pared:
15 deshaciendo en su carne las enemistades, [que eran] la ley de los
mandamientos en los ritos; para edificar en si mismo los dos en un nuevo
hombre, haciendo la paz:
16 y reconciliar, por [su] cruz, con Dios a ambos en un mismo cuerpo,
matando en ella las enemistades.
17 Y vino, y anuncio la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que
[estaban] cerca:
18 que por el los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espiritu al
Padre.
19 Asi que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino juntamente ciudadanos
con los santos, y domesticos de Dios:
20 edificados sobre el fundamento de los apostoles y de los profetas, en la
suma piedra de esquina Jesu Cristo:
21 en el cual todo edificio que se edifica, crece para templo santo al
Senor:
22 en el cual vosotros tambien sois juntamente edificados, por morada de
Dios en Espiritu.
CAPITULO 3
1 Por esta causa yo Pablo [soy] prisionero de Cristo Jesus, por vosotros los
Gentiles,
2 si empero habeis oido la dispensacion de la gracia de Dios que me ha sido
dada en vosotros:
3 [es a saber,] que por revelacion me fue declarado el misterio, como arriba
he escrito en breve:
4 lo cual leyendo podeis entender cual sea mi inteligencia en el misterio de
Cristo:
5 el cual [misterio] en los otros siglos no fue entendido de los hijos de
los hombres, como ahora es revelado a sus santos apostoles y profetas en
Espiritu:
6 que los Gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de
su promesa en Cristo <Jesus> por el Evangelio:
7 del cual yo soy hecho ministro, por el don de la gracia de Dios que me ha
sido dado, segun la operacion de su potencia.
8 A mi, [digo,] que soy el mas pequeno de todos los santos, es dada esta
gracia de anunciar entre los Gentiles el Evangelio de las incomprensibles
riquezas de Cristo;
9 y de alumbrar a todos cual sea la dispensacion del misterio escondido
desde los siglos en Dios, que crio todas las cosas <por Jesu Cristo>:
10 para que la mucha sabiduria de Dios en los cielos sea ahora notificada
por la Iglesia a los principados y potestades,
11 conforme a la determinacion eterna, que hizo en Cristo Jesus Senor
nuestro:
12 en el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de el.
13 Por tanto pido, que no desmayeis por [causa de] mis tribulaciones por
vosotros, lo cual es vuestra gloria.
14 Por causa de esto hinco mis rodillas al Padre del Senor nuestro Jesu
Cristo:
15 (del cual es nombrada toda la parentela en los cielos y en la tierra:)
16 que os de conforme a las riquezas de su gloria, que seais corroborados
con potencia en el hombre interior por su Espiritu:
17 que habite Cristo por la fe en vuestros corazones:
18 para que arraigados y fundados en caridad, podais comprender con todos
los santos cual sea la anchura, y la longitud, y la profundidad, y la altura;
19 y conocer la sobreeminente caridad de Cristo: para que seais cumplidos de
todo cumplimiento de Dios.
20 Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en
nosotros,
21 sea gloria en la Iglesia por Cristo Jesus, por todas edades del siglo de
los siglos. Amen.
CAPITULO 4
1 RUEGOOS pues, yo preso, en el Senor, que andeis como es digno de la
vocacion en que sois llamados, [es a saber,]
2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los
otros en caridad,
3 solicitos a guardar la unidad del Espiritu en el vinculo de la paz.
4 Un cuerpo, y un espiritu; como sois tambien llamados a una misma esperanza
de vuestra vocacion.^
5 un Senor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas
las cosas, y en todos vosotros.
7 Empero a cada uno de vosotros es dada la gracia conforme a la medida del
don de Cristo.
8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto llevo cautiva la cautividad; y dio
dones a los hombres.
9 Y que subio, ?que es, sino que tambien habia descendido primero en las
partes bajas de la tierra'?
10 El que descendio, el mismo es el que tambien subio sobre todos los
cielos, para cumplir todas las cosas.
11 Y el mismo dio unos, ciertamente apostoles; y otros, profetas; y otros,
evangelistas; y otros, pastores y doctores,
12 para la consumacion de los santos en la obra del ministerio, para la
edificacion del cuerpo de Cristo:
13 hasta que todos salgamos en unidad de fe, y de conocimiento del Hijo de
Dios, [cada uno] en varon perfecto, a la medida de la edad cumplida de
Cristo:
14 que ya no seamos ninos inconstantes, y seamos traidos al rededor a todo
viento de doctrina, por maldad de hombres que enganan con astutos errores:
15 antes siguiendo la verdad en caridad, crezcamos en todo en el que es la
cabeza, [a saber,] Cristo,
16 del cual todo el cuerpo compuesto y ligado junto por todas las junturas
de su alimento, segun la operacion, cada miembro conforme a su medida, toma
aumento de cuerpo, edificandose en caridad.
17 ASI que esto digo, y requiero por el Senor, que no andeis mas como los
otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la ceguedad de su corazon:
19 los cuales despues que perdieron el sentido [de la conciencia] se
entregaron a la desvergueenza, para cometer toda inmundicia con ardor
insaciable.
20 Mas vosotros no habeis aprendido asi a Cristo;
21 si empero le habeis oido, y habeis sido por el ensenados, como la verdad
esta en Jesus,
22 a dejaros cuanto a la pasada manera de vivir, [es a saber,] el hombre
viejo que se corrompe conforme a los deseos de error;
23 y a renovaros en el espiritu de vuestro entendimiento,
24 y vestir el hombre nuevo, que es criado conforme a Dios en justicia, y en
santidad de verdad.
25 Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su projimo:
porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, y no pequeis: no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte ya; antes trabaje, obrando de sus manos lo que
es bueno, para que tenga de que dar al que padeciere necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca: mas si la hay, [sea]
buena, para edificacion, para que de gracia a los oyentes.
30 Y no contristeis al Espiritu Santo de Dios, por el cual estais sellados
para el dia de la redencion.
31 Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de
vosotros, y toda malicia.
32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonandoos
los unos a los otros, como tambien Dios os perdono en Cristo.
CAPITULO 5
1 ASI que sed imitadores de Dios, como hijos amados;
2 y andad en caridad, como tambien Cristo nos amo, y se entrego a si mismo
por nosotros por ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave.
3 Y fornicacion, y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se miente entre
vosotros, como conviene a santos:
4 ni palabras torpes, ni locuras, ni truhanerias, que no convienen; sino
antes acciones de gracias.
5 Porque ya habeis entendido que ningun fornicario, o inmundo, o avaro, que
[tambien] es servidor de idolos, tiene herencia en el reino de Cristo, y de
Dios.
6 Nadie os engane con palabras vanas: porque por estas cosas ha venido la
ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
7 No seais pues aparceros de ellos.
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora [sois] luz en el Senor:
andad como hijos de luz:
9 porque el fruto del Espiritu [es] en toda bondad, y justicia, y verdad:
10 aprobando lo que es agradable al Senor.
11 Y no comuniqueis con las obras infructuosas de las tinieblas: mas antes
redargueidlas.
12 Porque lo que estos hacen en oculto, torpe cosa es aun decirlo.
13 Mas todas las cosas cuando de la luz son redargueidas, son manifestadas:
porque lo que manifiesta todo, la luz es.
14 Por lo cual dice: Despiertate tu que duermes, y levantate de los muertos,
y te alumbrara Cristo.
15 Mirad, pues, que andeis avisadamente: no como locos, mas como sabios,
16 ganando el tiempo, porque los dias son trabajosos.
17 Por tanto no seais imprudentes, sino entendidos de cual sea la voluntad
del Senor.
18 Y no os emborracheis de vino, en el cual hay disolucion: mas sed llenos
del Espiritu;
19 hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones
espirituales, cantando, y alabando al Senor en vuestros corazones,
20 dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre del Senor
nuestro Jesu Cristo.
21 Sujetaos los unos a los otros en el temor de Dios.
22 las casadas sean sujetas a sus propios maridos, como al Senor.
23 Porque el marido es cabeza de la mujer, asi como Cristo es cabeza de la
Iglesia; y el es el que da la salud al cuerpo.
24 Asi que como la Iglesia es sujeta a Cristo, asi tambien las casadas [lo
sean] a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad vuestras mujeres, asi como Cristo amo la Iglesia, y se
entrego a si mismo por ella,
26 para santificarla, limpiandola en el lavamiento del agua por la palabra,
27 para presentarsela gloriosa para si, Iglesia que no tuviese mancha, ni
arruga, ni cosa semejante: mas que fuese santa y sin mancha.
28 Asi tambien los maridos han de amar a sus mujeres, como a sus [mismos]
cuerpos: el que ama a su mujer, a si mismo ama.
29 Porque ninguno aborrecio jamas su [propia] carne: antes la sustenta y
regala, como tambien el Senor a su Iglesia.
30 Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos.
31 Por esto dejara el hombre al padre y a la madre, y se allegara a su
mujer; y seran dos en una carne.
32 Este misterio grande es; digo, [empero,] en Cristo y en la Iglesia.
33 Asi tambien [haga] cada uno de vosotros: cada uno ame a su mujer como a
si mismo; y la mujer que tenga en reverencia a su marido.
CAPITULO 6
1 Hijos, obedeced en el Senor a vuestros padres: que esto es justo.
2 Honra a tu padre y madre, (que es el primer mandamiento con promesa,)
3 para que te vaya bien, y seas de larga edad sobre la tierra.
4 Y vosotros, padres, no provoqueis a ira a vuestros hijos: sino criadlos en
disciplina y castigo del Senor.
5 Siervos, obedeced a los senores segun la carne con temor y temblor, con
sencillez de vuestro corazon, como a Cristo:
6 no sirviendo al ojo, como los que agradan [solamente] a los hombres; sino
como siervos de Cristo, haciendo de animo la voluntad de Dios:
7 sirviendo con buena voluntad, al Senor, y no a los hombres; sabiendo que
el bien que cada uno hiciere, esto recibira del Senor, sea siervo, o sea
libre.
9 Y vosotros, senores, hacedles a ellos lo mismo, dejando las amenazas:
sabiendo que el Senor de ellos y vuestro esta en los cielos; y que no hay
respeto de personas acerca de Dios.
10 Resta, hermanos mios, que os conforteis en el Senor, y en la potencia de
su fortaleza.
11 Vestios de toda la armadura de Dios, para que podais estar [firmes]
contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados,
contra potestades, contra senores del mundo, gobernadores de estas tinieblas,
contra malicias espirituales en los cielos.
13 Por tanto tomad toda la armadura de Dios, para que podais resistir en el
dia malo, y estar [firmes,] acabado todo.
14 Estad pues [firmes,] cenidos los lomos de verdad; y vestidos de cota de
justicia;
15 y calzados los pies con la preparacion del Evangelio de paz:
16 en todo [caso] tomando el escudo de la fe en el cual podeis apagar todos
los dardos de fuego del maligno.
17 Y el yelmo de salud tomad, y el cuchillo del Espiritu, que es la palabra
de Dios:
18 orando en todo tiempo con toda oracion y ruego en el Espiritu, y velando
en ello con toda instancia y suplicacion por todos los santos;
19 y por mi, que me sea dada palabra con abrimiento de mi boca con
confianza, para hacer notorio el misterio del Evangelio:
20 por el cual soy embajador en [esta] cadena: que osadamente hable de el,
como me conviene.
21 Y porque tambien vosotros sepais mis negocios, y que hago; todo os lo
hara saber Tychico, hermano amado, y fiel siervo en el Senor:
22 el cual os he enviado para esto mismo, para que entendais lo que pasa
entre nosotros, para que consuele vuestros corazones.
23 Paz [sea] a los hermanos, y caridad, y fe, por Dios Padre, y el Senor
Jesu Cristo.
24 Gracia con todos los que aman al Senor nuestro Jesu Cristo en
incorrupcion. Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
FILIPENSES.
CAPITULO 1
1 PABLO y Timoteo, siervos de Jesu Cristo, a todos los santos en Cristo
Jesus, que estan en Filipos, y a los obispos, y diaconos:
2 Gracia y paz [tengais] de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
3 Doy gracias a mi Dios, en toda memoria de vosotros,
4 siempre en todas mis oraciones haciendo oracion por todos vosotros con
gozo,
5 de vuestra comunicacion en el Evangelio, desde el primer dia hasta ahora:
6 confiando de esto, es a saber, que el que comenzo en vosotros la buena
obra, la perfeccionara hasta el dia de Jesu Cristo:
7 como me es justo sentir de vosotros, por cuanto os tengo en el corazon, y
en mis prisiones, y en la defensa, y confirmacion del Evangelio, que sois
todos vosotros companeros de mi gracia.
8 Porque testigo me es Dios de como os amo a todos vosotros en las entranas
de Jesu Cristo.
9 Y esto oro: Que vuestra caridad abunde aun mas y mas en ciencia, y en todo
conocimiento:
10 para que aprobeis lo mejor, para que seais sinceros y sin ofensa para el
dia de Cristo:
11 llenos de frutos de justicia por Jesu Cristo a gloria y loor de Dios.
12 Y quiero, hermanos, que sepais, que mis cosas han sucedido mas al
provecho del Evangelio;
13 de tal manera, que mis prisiones hayan sido celebres en Cristo en todas
las audiencias, y en todos los demas [lugares;]
14 que muchos de los hermanos tomando animo con mis prisiones, osen mas
atrevidamente hablar la palabra sin temor.
15 Y aun algunos cierto por envidia y porfia predican a Cristo; mas otros
tambien por buena voluntad:
16 otros, [digo,] por contencion anuncian a Cristo, no sinceramente,
pensando que levantan [mayor] apretura a mis prisiones:
17 mas otros por caridad, sabiendo que soy puesto [en ellas] por la defensa
del Evangelio.
18 ?Que pues? Con que en todas maneras, o por apariencia o por verdad, sea
anunciado Cristo, en esto tambien me huelgo, y aun me holgare.
19 Porque se que esto se me tornara a salud por vuestra oracion, y por el
alimento del Espiritu de Jesu Cristo.
20 Conforme a mi deseo y esperanza, que en nada sere confundido; antes con
toda confianza, como siempre, ahora tambien sera engrandecido Cristo en mi
cuerpo, o por vida, o por muerte.
21 Porque a mi Cristo [me es] ganancia, o viviendo o muriendo.
22 Porque si viviere en la carne, esto me es ganancia, y (no se que escoger;
23 porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho;) teniendo deseo de ser
desatado, y estar con Cristo, mucho mejor:
24 mas quedar en la carne, [es] mas necesario por causa de vosotros.
25 Y confiando en esto, se que quedare, que aun permanecere con todos
vosotros, para provecho vuestro, y gozo de la fe;
26 para que crezca vuestra gloria de mi en Cristo Jesus por mi venida otra
vez a vosotros.
27 Solamente que converseis como es digno del Evangelio de Cristo: para que,
o sea que venga y os vea, o que este ausente, oiga de vosotros, que estais
[firmes] en un mismo espiritu, unanimes combatiendo juntamente por la fe del
Evangelio;
28 y en nada os espanteis de los que se oponen, que a ellos ciertamente es
indicio de perdicion, mas a vosotros de salud, y esto de Dios.
29 Porque a vosotros es concedido por Cristo no solo que creais en el, mas
aun que padezcais por el;
30 teniendo la misma batalla, que habeis visto en mi, y ahora ois de mi.
CAPITULO 2
1 POR tanto, si [hay] en vos otros alguna consolacion en Cristo, si algun
refrigerio de caridad, si alguna comunion de espiritu, si algunas entranas y
conmiseraciones,
2 cumplid mi gozo en que sintais lo mismo, teniendo una misma caridad,
unanimes, sintiendo una misma cosa.
3 Nada [hagais] por contienda, o por vana gloria: antes en humildad,
estimandoos inferiores los unos a los otros,
4 no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros.
5 Asi que sentid esto en vosotros que [fue] en Cristo Jesus:
6 que siendo en forma de Dios, no tuvo por rapina ser igual a Dios:
7 mas se agoto a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres;
8 y hallado como hombre en la condicion, se humillo, a si mismo, hecho
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios tambien le ensalzo, y le dio nombre que es sobre todo
nombre:
10 que al nombre de Jesus toda rodilla de lo celestial, de lo terrenal, y de
lo infernal se doble:
11 y que todo lenguaje confiese, que el Senor Jesu Cristo esta en la gloria
de Dios Padre.
12 Por tanto, amados mios, como siempre habeis obedecido, no como en mi
presencia solamente, mas aun mucho mas ahora en mi ausencia, obrad vuestra
salud con temor y temblor.
13 Porque Dios es el que en vosotros obra, asi el querer como el hacer, por
[su] buena voluntad.
14 Haced todo sin murmuraciones o dudas:
15 para que seais irreprensibles, y sencillos, hijos de Dios, sin culpa, en
medio de la nacion maligna y perversa, entre los cuales resplandeceis como
luminares en el mundo,
16 reteniendo la palabra de vida; para que yo pueda gloriarme en el dia de
Cristo, que no he corrido ni trabajado en vano.
17 Y aunque sea sacrificado sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me
huelgo y me gozo por todos vosotros.
18 Y asimismo holgaos tambien vosotros, y gozaos por mi.
19 Mas espero en el Senor Jesus, que os enviare presto a Timoteo, para que
yo tambien este de buen animo, entendido vuestro estado.
20 Porque a ninguno tengo tan unanime, y que con sincera aficion este
solicito por vosotros:
21 porque todos buscan lo que es suyo propio, no lo que es de Cristo Jesus.
22 La experiencia de el habeis conocido, que como hijo a padre ha servido
conmigo en el Evangelio.
23 Asi que a este espero enviaros, luego que viere como van mis negocios.
21 Y confio en el Senor que yo tambien vendre presto a vosotros:
25 mas tuve por cosa necesaria enviaros a Epafrodito, hermano, y companero,
y consiervo mio, y vuestro apostol, y ministro de mi necesidad.
26 Porque tenia deseo de todos vosotros; y gravemente se angustio de que
hubieseis oido que habia enfermado.
27 Y cierto que enfermo hasta la muerte: mas Dios tuvo misericordia de el; y
no solamente de el, mas aun de mi, que no tuviese tristeza sobre tristeza.
28 Asi que le envio mas presto, para que viendole os volvais a gozar, y yo
este con menos tristeza.
29 Recibidle, pues, en el Senor, con todo gozo; y tened en estima a los
tales:
30 porque por la obra de Cristo ha llegado hasta la muerte, poniendo su vida
para suplir vuestra falta en mi servicio.
CAPITULO 3
1 RESTA, hermanos, que os goceis en el Senor. Escribiros las mismas cosas, a
mi no es grave, y a vosotros es seguro.
2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de la
tajadura.
3 Porque nosotros somos la circuncision, los que servimos en espiritu a
Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesus, no teniendo confianza en carne.
4 Aunque yo tengo tambien de que confiar en carne. Si alguno parece que
tiene de que confiar en carne, yo mas [que nadie:]
5 circuncidado al octavo dia, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamin,
Hebreo de Hebreos; cuanto a la ley, Fariseo;
6 cuanto al zelo, perseguidor de la Iglesia; cuanto a la justicia que es en
la ley, de vida irreprensible.
7 Mas las ganancias que tenia, tuve por perdida por amor de Cristo.
8 Antes aun ciertamente todas las cosas tengo por perdida por el eminente
conocimiento de Cristo Jesus Senor mio; por amor del cual he perdido todo
esto, y lo tengo por estiercoles por ganar a Cristo,
9 y por ser hallado en el, que no tengo mi justicia que es por la ley, sino
la que es por la fe de Cristo, justicia que es de Dios por la fe:
10 por conocerle, y a la virtud de su resurreccion, y la comunion de sus
pasiones, configurado a su muerte:
11 si en alguna manera llegase a la resurreccion de los muertos.
12 Porque aun no he alcanzado, ni ya soy perfecto: mas sigo para comprender
como tambien soy
comprendido de Cristo Jesus.
13 Hermanos, yo mismo aun no me estimo haber comprendido:
14 empero una cosa [hago, es a saber,] olvidando ciertamente lo que queda
atras, y extendiendome a lo que esta delante, sigo al blanco, [es a saber,]
al premio de la soberana vocacion de Dios en Cristo Jesus.
15 Asi que todos los que somos perfectos, esto [mismo] sintamos; y si otra
cosa sentis, esto tambien os revelara Dios.
16 Empero a lo que hemos llegado, vamos por la misma regla, y sintamos una
misma cosa.
17 Hermanos, sed imitadores de mi, y mirad los que anduvieren asi, como nos
teneis por ejemplo.
18 Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y ahora tambien
lo digo llorando, enemigos de la cruz de Cristo:
19 cuyo fin [sera] la perdicion: cuyo dios [es] el vientre, y su gloria
[sera] en confusion: que sienten lo terreno.
20 Mas nuestra vivienda es en los cielos, de donde tambien esperamos el
Salvador, al Senor Jesu Cristo;
21 el cual trasformara el cuerpo de nuestra bajeza, hecho semejante al
cuerpo de su gloria, por la operacion con la cual podra tambien sujetar a si
todas las cosas.
CAPITULO 4
1 ASI que, hermanos mios, amados y deseados, [mi] gozo y mi corona, estad
asi [firmes,] amados en el Senor.
2 A Euodias ruego, y a Syntyche exhorto, que sientan lo mismo en el Senor.
3 Asimismo te ruego tambien a ti, hermano companero, ayuda a las que
trabajaron juntamente conmigo en el Evangelio, con Clemente tambien, y los
demas mis ayudadores, cuyos nombres estan en el libro de la vida.
4 Gozaos en el Senor siempre: otra vez digo, que os goceis.
5 Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Senor esta cerca.
6 De nada esteis solicitos: sino que vuestras peticiones sean notorias
delante de Dios con mucha oracion, y ruego, y acciones de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardara vuestros
corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesus.
8 Resta, hermanos, que todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo santo, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: si hay
virtud, si hay alabanza, esto pensad.
9 Lo que aprendisteis, y recibisteis, y oisteis, y visteis en mi, esto
haced: y el Dios de paz sera con vosotros.
10 En gran manera me goce todavia en el Senor, de que al fin ya
reverdecisteis en tener cuidado de mi, de lo cual todavia estabais solicitos:
empero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo como por [mi] necesidad: porque he aprendido a contentarme con
lo que tengo.
12 Se tambien estar humillado, y se tener abundancia: donde quiera y en
todas cosas soy instruido tambien para hartura como para hambre, tambien para
tener abundancia como para padecer necesidad:
13 todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14 Sin embargo bien hicisteis, que comunicasteis juntamente a mi
tribulacion.
15 Y sabeis tambien vosotros, ioh Filipenses! que al principio del
Evangelio, cuando me parti de Macedonia, ninguna Iglesia me comunico en caso
de dar y de recibir, sino vosotros solos:
16 porque aun a Tesalonica me enviasteis lo necesario una y dos veces.
17 No que [yo] busque dadivas, mas busco fruto abundante en vuestra cuenta.
18 Asi que todo lo he recibido, y tengo asaz: estoy lleno, habiendo recibido
de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto y
agradable a Dios.
19 Mi Dios pues suplira todo lo que os falta, conforme a sus riquezas, con
gloria, en Cristo Jesus.
20 Al Dios y Padre nuestro [sea] gloria por siglos de siglos. Amen.
21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesus: os saludan los hermanos que
estan conmigo.
22 Os saludan todos los santos: y mayormente los que son de casa de Cesar.
23 La gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con todos vosotros. Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
COLOSENSES.
CAPITULO 1
1 PABLO, apostol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Timoteo,
2 a los santos y hermanos fieles en Cristo que estan en Colosas: Gracia y
paz tengais de Dios Padre nuestro, y del Senor Jesu Cristo.
3 Damos gracias al Dios y Padre del Senor nuestro Jesu Cristo, siempre
orando por vosotros:
4 oyendo vuestra fe en Cristo Jesus, y la caridad <que teneis> para con
todos los santos,
5 a causa de la esperanza que os es guardada en los cielos: la cual habeis
oido ya por la palabra verdadera del Evangelio:
6 el cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica, y
crece, como tambien en vosotros, desde el dia que oisteis, y conocisteis la
gracia de Dios con verdad:
7 como [lo] habeis aprendido de Epafras, consiervo amado nuestro, el cual es
vuestro fiel ministro de Cristo;
8 el cual tambien nos ha declarado vuestra caridad en el Espiritu.
9 Por lo cual tambien nosotros, desde el dia que [lo] oimos, no cesamos de
orar por vosotros, y pedir [a Dios] que seais llenos de todo conocimiento de
su voluntad, en toda sabiduria y entendimiento espiritual:
10 para que andeis como es digno del Senor, agradando[le] en todo,
fructificando en todas buenas obras, y creciendo en conocimiento de Dios:
11 corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, con
toda tolerancia, y longanimidad con gozo:
12 dando gracias al Padre que nos hizo dignos de participar en la suerte de
los santos en luz:
13 que nos libro de la potestad de las tinieblas, y nos traspaso en el reino
de su amado Hijo,
14 en el cual tenemos redencion por su sangre, remision de pecados:
15 el cual es la imagen del Dios invisible, primogenito de toda criatura.
16 Porque por el son criadas todas las cosas que [estan] en los cielos, y
que [estan] en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean senorios,
sean principados, sean potestades: todo fue criado por el, y en el.
17 Y el es antes de todas las cosas: y todas las cosas consisten por el:
18 y el es la cabeza del cuerpo de la Iglesia, principio y primogenito de
los muertos, para que en
todo tenga el primado.
19 Por cuanto agrado [al Padre] que en el habitase toda plenitud;
20 y por el reconciliar todas las cosas a si, pacificando por la sangre de
su cruz, asi lo que [esta] en la tierra como lo que [esta] en los cielos.
21 Vosotros tambien siendo en otro tiempo extranos, y enemigos de animo en
malas obras, ahora empero [os] ha reconciliado,
22 en el cuerpo de su carne por la muerte, para haceros santos, y sin
mancha, e irreprensibles delante de el:
23 si empero permaneceis fundados, y firmes en la fe, y sin moveros de la
esperanza del Evangelio que habeis oido, el cual es predicado a toda criatura
que esta debajo del cielo: del cual yo Pablo soy hecho ministro.
24 Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo
que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia:
25 de la cual soy hecho ministro por la dispensacion de Dios, la cual me es
dada en vosotros, para que cumpla la palabra de Dios:
26 [es a saber,] el misterio oculto desde los siglos y edades: mas que ahora
ha sido manifestado a sus santos,
27 a los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas gloriosas de este
misterio en los Gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza gloriosa:
28 el cual nosotros anunciamos, amonestando a todo hombre, y ensenando en
toda sabiduria, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesus:
29 en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operacion de el, la cual el
obra en mi poderosamente
CAPITULO 2
1 PORQUE quiero que sepais cuan gran combate sufro por vosotros, y por los
que estan en Laodicea, y [por] todos los que nunca vieron mi rostro en carne:
2 para que tomen consolacion sus corazones, unidos en caridad, y en todas
riquezas de cumplido entendimiento, para conocer el misterio del Dios y
Padre, y de Cristo:
3 en el cual estan todos los tesoros de sabiduria y de conocimiento ocultos.
4 Y esto digo para que nadie os engane con palabras persuasoras.
5 Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, con el espiritu estoy con
vosotros, gozandome, y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe
en Cristo.
6 Por tanto de la manera que habeis recibido al Senor Jesu Cristo, andad en
el,
7 arraigados, y sobreedificados en el, y confirmados en la fe, asi como [lo]
habeis aprendido, creciendo en ella con acciones de gracias.
8 Mirad que ninguno os saltee por filosofias y vanos enganos, por
tradiciones, por rudimentos del mundo, y no segun Cristo:
9 porque en el habita toda plenitud de divinidad corporalmente;
10 y en el estais cumplidos, el cual es cabeza de todo principado y
potestad.
11 En el cual tambien sois circuncidados de circuncision no hecha con manos,
con el despojo del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncision de
Cristo:
12 sepultados juntamente con el en el bautismo, en el cual tambien
resucitasteis con el por la fe de la operacion de Dios, que le levanto de los
muertos:
13 vivificandoos tambien a vosotros juntamente con el, perdonandoos todos
los pecados, estando vosotros muertos en pecados y en la incircuncision de
vuestra carne:
14 rayendo la cedula de los ritos que nos era contraria, que era contra
nosotros, quitandola de en medio, y enclavandola en la cruz;
15 y despojando los principados y las potestades, y sacandolos a la
vergueenza en publico confiadamente, triunfando de ellos en ella.
16 Por tanto nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de dia de
fiesta, o de nueva luna, o de sabados;
17 lo cual es la sombra de lo [que estaba] por venir: mas el cuerpo [es] de
Cristo.
18 Nadie os gobierne a su voluntad con [pretexto de] humildad, y religion de
angeles que nunca vio, andando hinchado en el vano sentido de su carne,
19 y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo alimentado, y conjunto
por sus ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.
20 Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ?por
que aun, como que vivieseis en el mundo, seguis ritos:
21 No comas, no gustes, no toques?
22 las cuales cosas perecen en el mismo uso por mandamientos y doctrinas de
hombres:
23 Las cuales cosas tienen a la verdad palabras de sabiduria en religion
voluntaria, y en humildad de espiritu: y no para regalar al cuerpo, ni para
alguna honra, o para hartura de la carne.
CAPITULO 3
1 MAS si habeis resucitado con Cristo, lo que es de arriba buscad, donde
esta Cristo sentado a la diestra de Dios.
2 De lo que es de arriba cuidad, no de lo que sobre la tierra.
3 Porque muertos sois, y vuestra vida esta escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando se manifestare Cristo, vuestra vida, entonces vosotros tambien
sereis manifestados con el en gloria.
5 Mortificad, pues, vuestros miembros que estan sobre la tierra:
fornicacion, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, la cual es
servicio de idolos:
6 por las cuales cosas la ira de Dios viene en los rebeldes: en las cuales
vosotros tambien anduvisteis en otro tiempo, viviendo en ellas.
7 Mas ahora dejad tambien vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
maledicencia, torpes palabras de vuestra boca:
9 no mintais los unos a los otros, despojandoos del hombre viejo con sus
hechos,
10 y vistiendoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado,
conforme a la imagen del que le crio:
11 donde no hay Griego ni Judio, circuncision ni incircuncision, barbaro ni
Scytha, siervo ni libre: mas Cristo [es el] todo en todas cosas.
12 Vestios, pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entranas de
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia:
13 soportandoos los unos a los otros, y perdonandoos los unos a los otros,
si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdono, asi
tambien vosotros [perdonad.]
14 Y sobre todas estas cosas caridad, la cual es el vinculo de la
perfeccion.
15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones: en la cual asimismo sois
llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
16 La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduria,
ensenandoos, y exhortandoos los unos a los otros con salmos, e himnos, y
canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Senor.
17 Y todo lo que hiciereis, en palabra, o en hecho, todo [sea] en el nombre
del Senor Jesus, dando gracias al Dios y Padre por el.
18 Casadas, sed sujetas a [vuestros] maridos, como conviene en el Senor.
19 Maridos, amad a [vuestras] mujeres, y no les seais desabridos.
20 Hijos, obedeced a [vuestros] padres en todo: porque esto agrada al Senor.
21 Padres, no irriteis a vuestros hijos, porque no se hagan de poco animo.
22 Siervos, obedeced en todo a vuestros senores carnales, no sirviendo al
ojo, como los que agradan [solamente] a los hombres, sino con sencillez de
corazon, temiendo a Dios.
23 Y todo lo que hiciereis, hacedlo de animo, como al Senor, y no a los
hombres:
24 estando ciertos que del Senor recibireis el salario de herencia: porque
al Senor Cristo servis.
25 Mas el que hace injuria, recibira la injuria que hiciere: que no hay
respeto de personas.
CAPITULO 4
1 Senores, haced lo que es justo y derecho con [vuestros] siervos, estando
ciertos que tambien vosotros teneis Senor en los cielos.
2 PERSEVERAD en oracion, velando en ella con acciones de gracias:
3 orando tambien juntamente por nosotros, que el Senor nos abra la puerta de
la palabra para que hablemos el misterio de Cristo, (por el cual aun estoy
preso;)
4 para que lo manifieste, como me conviene hablar.
5 Andad con sabiduria con los extranos, ganando la ocasion.
6 Vuestra palabra siempre con gracia, adobada con sal, que sepais como os
conviene responder a cada uno.
7 MIS negocios os hara saber Tychico, hermano amado, y fiel ministro, y
consiervo en el Senor:
8 el cual os he enviado a esto mismo, [a saber,] para que entienda vuestros
negocios, y consuele vuestros corazones:
9 con Onesimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros: todo lo que aca
pasa os haran saber.
10 Os saluda Aristarco, mi companero en la prision, y Marcos, el sobrino de
Barnabas, acerca del cual habeis recibido mandamientos: si viniere a
vosotros, le recibireis:
11 y Jesus, el que se llama el Justo: los cuales son de la circuncision:
estos solos son los que me ayudan en el reino de Dios: me han sido consuelo.
12 Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre
solicito por vosotros en oraciones, que esteis [firmes,] perfectos y
cumplidos en todo lo que Dios quiere.
13 Que yo le doy testimonio, que tiene gran zelo por vosotros, y por los que
estan en Laodicea, y los que en Hierapolis.
14 Os saluda Lucas, el medico amado, y Demas.
15 Saludad a los hermanos que estan en Laodicea, y a Nimfa, y a la Iglesia
que esta en su casa.
16 Y cuando [esta] carta fuere leida entre vosotros, haced que tambien sea
leida en la Iglesia de los Laodicenses: y la que es escrita de Laodicea, que
la leais tambien vosotros.
17 Y decid a Archipo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido del
Senor.
18 Salud de mi mano, Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia [sea] con
vosotros. Amen.
EPISTOLA PRIMERA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
TESALONICENSES.
CAPITULO 1
1 PABLO, y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los Tesalonicenses,
[congregada] en Dios Padre, y en el Senor Jesu Cristo: Gracia y paz [tengais]
de Dios Padre nuestro, y del Senor Jesu Cristo.
2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de
vosotros en nuestras oraciones:
3 sin cesar acordandonos de la obra de vuestra fe, y del trabajo y caridad,
y de la tolerancia de la esperanza del Senor nuestro Jesu Cristo, delante del
Dios y Padre nuestro:
4 sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra eleccion;
5 por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente,
mas tambien en potencia, y en Espiritu Santo, y en gran plenitud: como sabeis
cuales fuimos entre vosotros por causa de vosotros.
6 Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Senor, recibiendo
la palabra con mucha tribulacion, con gozo del Espiritu Santo:
7 en tal manera que hayais sido ejemplo a todos los que han creido en
Macedonia, y en Achaya.
8 Porque por vosotros ha sido divulgada la palabra del Senor, no solo en
Macedonia, y en Achaya, mas aun en todo lugar vuestra fe, que es en Dios, se
ha extendido [de tal manera] que no tengamos necesidad de hablar nada.
9 Porque ellos cuentan de nosotros cual entrada tuvimos a vosotros; y de que
manera fuisteis convertidos a Dios, dejando los idolos, para servir al Dios
vivo y verdadero,
10 y esperar a su Hijo de los cielos, al cual levanto de los muertos, Jesus,
el cual nos libro de la ira que ha de venir.
CAPITULO 2
1 PORQUE, hermanos, vosotros sabeis que nuestra entrada a vosotros no fue
vana:
2 antes aun, habiendo padecido, y sido afrentados en Filipos, como sabeis,
tuvimos osadia en el Dios nuestro para anunciaros el Evangelio de Dios con
gran combate.
3 Porque nuestra exhortacion no fue de error, ni de inmundicia, ni por
engano;
4 sino por haber sido aprobados de Dios, para que se nos encargase el
Evangelio; asi hablamos, no como los que agradan a los hombres, sino a Dios,
el cual prueba nuestros corazones.
5 Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabeis, ni tocados de
avaricia: Dios es testigo:
6 ni buscando de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros; aunque
podiamos seros carga como apostoles de Cristo.
7 Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cria regala sus hijos:
8 tan amadores de vosotros, que quisieramos entregaros no solo el Evangelio
de Dios, mas aun nuestras propias almas: porque nos erais carisimos.
9 Porque ya, hermanos, os acordais de nuestro trabajo y fatiga, que obrando
de noche y de dia, por no ser graves a ninguno de vosotros, predicamos entre
vosotros el Evangelio de Dios.
10 Vosotros sois testigos, y Dios, de cuan santos, y justos, e
irreprensibles os fuimos a los que creisteis:
11 como sabeis, como exhortabamos y consolabamos a cada uno de vosotros,
como el padre a sus hijos.
12 Y os protestabamos que anduvieseis [como es] digno de Dios, que os llamo
a su reino y gloria.
13 Por lo cual tambien nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que
habiendo recibido de nosotros la palabra de la doctrina de Dios, la
recibisteis no como palabra de hombres, mas (como a la verdad lo es) como
palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creisteis.
14 Porque vosotros, hermanos, habeis sido imitadores en Cristo Jesus de las
Iglesias de Dios que estan en Judea: que habeis padecido tambien vosotros las
mismas cosas de los de vuestra propia nacion, como tambien ellos de los
Judios:
15 que tambien mataron al Senor Jesus, y a sus propios profetas, y a
nosotros nos han perseguido; y no son agradables a Dios, y a todos los
hombres son enemigos:
16 defendiendonos que no hablemos a los Gentiles para que se salven: para
que llenen [la medida] de sus pecados siempre: porque la ira los ha alcanzado
hasta el cabo.
17 MAS hermanos, nosotros privados de vosotros por un poco de tiempo, de la
vista, no del corazon, por tanto nos apresuramos mas con mucho deseo para ver
vuestro rostro.
18 Por lo cual quisimos venir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una vez y
otra: mas nos embarazo Satanas.
19 Porque ?que es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me glorie? ?no
sois vosotros delante del Senor nuestro Jesu Cristo en su venida?
20 Que vosotros sois nuestra gloria y gozo.
CAPITULO 3
1 Por lo cual no esperando mas, acordamos de quedarnos solos en Atenas;
2 y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y ayudador
nuestro en el Evangelio de Cristo, a confirmaros y exhortaros en vuestra fe:
3 para que nadie se mueva en estas tribulaciones: porque vosotros sabeis que
nosotros somos puestos para esto.
4 Que aun estando con vosotros os predeciamos que habiamos de pasar
tribulaciones, como ha acontecido, y lo sabeis.
5 Por lo cual tambien yo no esperando mas, he enviado a reconocer vuestra
fe, [temiendo] que no os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya
sido en vano.
6 Empero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciendonos saber
vuestra fe y caridad; y que siempre teneis buena memoria de nosotros,
deseando vernos, como tambien nosotros a vosotros:
7 en ello, hermanos, recibimos consolacion de vosotros en toda nuestra
necesidad y afliccion por causa de vuestra fe:
8 porque ahora vivimos [nosotros,] si vosotros estais firmes en el Senor.
9 Por lo cual ?que acciones de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por
todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios;
10 orando de noche y de dia con grande instancia, que veamos vuestro rostro,
y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?
11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Senor nuestro Jesu Cristo
encamine nuestro viaje a vosotros.
12 Y a vosotros multiplique el Senor, y haga abundar la caridad entre
vosotros, y para con todos, como [es] tambien de nosotros para con vosotros.
13 Para que sean confirmados vuestros corazones en la santidad
irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, para la venida del Senor
nuestro Jesu Cristo con todos sus santos.
CAPITULO 4
1 RESTA, pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Senor Jesus, que
de la manera que fuisteis ensenados de nosotros de como os conviene andar, y
agradar a Dios, vayais creciendo.
2 Porque ya sabeis que mandamientos os dimos por el Senor Jesus.
3 Porque la voluntad de Dios es, vuestra santificacion; [es a saber,] que os
aparteis de fornicacion:
4 que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificacion y honor;
5 no con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen a Dios:
6 que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano: porque el Senor es
vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
7 Porque no os ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificacion.
8 Asi que el que [nos] menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el
cual tambien nos dio su Espiritu Santo.
9 Mas, acerca de la caridad de los hermanos no habeis menester que os
escriba: porque vosotros habeis aprendido de Dios que os ameis los unos a los
otros.
10 Y tambien lo haceis asi con todos los hermanos que estan por toda
Macedonia. Os rogamos, empero, hermanos, que vayais creciendo;
11 y que procureis tener quietud, y hacer vuestros negocios; y que obreis de
vuestras manos de la manera que os hemos mandado;
12 y que andeis honestamente para con los extranos; y que nada de ninguno
deseeis.
13 TAMPOCO, hermanos, queremos que ignoreis acerca de los que duermen, que
no os entristezcais como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesus murio y resucito, asi tambien traera Dios con
el a los que durmieron en Jesus.
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Senor, que nosotros que
vivimos, que hemos quedado, en la venida del Senor no seremos delanteros a
los que durmieron [ya.]
16 Porque el mismo Senor con algazara, y con voz de arcangel, y con trompeta
de Dios, descendera del cielo, y los muertos en Cristo resucitaran primero.
17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos; [y] juntamente con
ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Senor; y asi estaremos
siempre con el Senor.
18 Por tanto consolaos los unos a los otros en estas palabras.
CAPITULO 5
1 EMPERO acerca de los tiempos y de los momentos, no teneis, hermanos,
necesidad de que yo os escriba:
2 porque vosotros sabeis asaz, que el dia del Senor, como ladron de noche,
asi vendra.
3 Que cuando diran: Paz y seguridad: entonces vendra sobre ellos destruccion
de repente, como los dolores a la mujer prenada; y no escaparan.
4 Mas vosotros, hermanos, no estais en tinieblas, para que aquel dia os tome
como ladron.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos de dia: no somos de la
noche, ni de las tinieblas.
6 Por tanto, pues, no durmamos como los demas: antes velemos y estemos
templados.
7 Porque los que duermen, de noche duermen; y los que estan borrachos, de
noche estan borrachos.
8 Mas nosotros, que somos [hijos] del dia, estemos sobrios, vestidos de cota
de fe, y de caridad, y la esperanza de salud por almete.
9 Porque no nos ha ordenado Dios para ira, sino para alcanzar salud por el
Senor nuestro Jesu Cristo:
10 el cual murio por nosotros; para que, o que velemos, o que durmamos,
vivamos juntamente con el.
11 Por lo cual consolaos los unos a los otros, y edificaos los unos a los
otros, asi como lo haceis.
12 ASIMISMO, os rogamos, hermanos, que reconozcais a los que trabajan entre
vosotros, y os presiden en el Senor, y os amonestan;
13 y que los tengais en mayor caridad por amor de su obra: tened paz los
unos con los otros.
14 Y os rogamos, hermanos, que corrijais a los que andan desordenadamente,
que consoleis a los de poco animo, que soporteis a los flacos, que seais
sufridos para con todos.
15 Mirad que ninguno de a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre
los unos para con los otros, y para con todos.
16 Siempre estad gozosos.
17 Orad sin cesar.
18 En todo dad gracias; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros
en Cristo Jesus.
19 No apagueis el Espiritu.
20 No menosprecieis las profecias.
21 Examinadlo todo: retened lo que fuere bueno.
22 Apartaos de toda apariencia de mal.
23 Y el Dios de paz os santifique en todo, para que vuestro espiritu, y
alma, y cuerpo, sea guardado entero sin reprension para la venida del Senor
nuestro Jesu Cristo.
24 Fiel es el que os ha llamado, el cual tambien hara.
25 Hermanos, orad por nosotros.
26 Saludad a todos los hermanos en beso santo.
27 Conjuroos por el Senor, que esta carta sea leida a todos los santos
hermanos.
28 LA gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con vosotros. Amen.
EPISTOLA SEGUNDA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
TESALONICENSES
CAPITULO 1
1 PABLO, y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los Tesalonicenses
[congregada] en Dios el Padre nuestro, y en el Senor Jesu Cristo:
2 Gracia y paz tengais de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
3 Debemos siempre dar gracias a Dios de vosotros, hermanos, como es digno,
de que vuestra fe va creciendo, y la caridad de cada uno de todos vosotros
abunda entre vosotros:
4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las Iglesias de
Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y
tribulaciones que sufris,
5 en testimonio del justo juicio de Dios, para que seais tenidos por dignos
del reino de Dios, por el cual asimismo padeceis:
6 porque es justo acerca de Dios, que el pague con tribulacion a los que os
atribulan;
7 y a vosotros, que sois atribulados, y a nosotros, que el de reposo cuando
se manifestara el Senor Jesus del cielo con los angeles de su potencia,
8 con llama de fuego, para dar del pago a los que no conocieron a Dios, ni
obedecen al Evangelio del Senor nuestro Jesu Cristo:
9 los cuales seran castigados de eterna perdicion por la presencia del
Senor, y por la gloria de su potencia:
10 cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y a hacerse admirable
en aquel dia en todos los que creyeron: por cuanto nuestro testimonio ha sido
creido entre vosotros.
11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que el Dios nuestro os
tenga por dignos de su vocacion, y llene de bondad a toda voluntad, y a
[toda] obra de fe con potencia:
12 para que el nombre del Senor nuestro Jesu Cristo sea glorificado en
vosotros, y vosotros en el, por la gracia del Dios nuestro, y del Senor Jesu
Cristo.
CAPITULO 2
1 OS rogamos, pues, hermanos, por la venida del Senor nuestro Jesu Cristo, y
de nuestro recogimiento a el,
2 que no os movais facilmente de vuestro sentimiento, ni seais espantados ni
por espiritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el dia del
Senor este cerca.
3 No os engane nadie en ninguna manera: porque [no vendra,] que no venga
antes la apostasia, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdicion,
4 oponiendose, y levantandose contra todo lo que se llama Dios, o divinidad;
tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciendose parecer Dios.
5 ?No os acordais que, cuando estaba con vosotros, os decia esto?
6 Y vosotros sabeis que [es lo que] le impida ahora, para que a su tiempo se
manifieste.
7 Porque ya se obra el misterio de iniquidad: solamente que el que ahora
domina, domine hasta que sea quitado.
8 Y entonces sera manifestado aquel inicuo, al cual el Senor matara con el
Espiritu de su boca, y con la claridad de su venida le destruira:
9 [a aquel inicuo] el cual vendra por operacion de Satanas, con grande
potencia, y senales, y milagros mentirosos,
10 y con todo engano de iniquidad [obrando] en los que perecen: por cuanto
no recibieron la caridad de la verdad para ser salvos.
11 Por tanto, pues, enviara Dios en ellos operacion de error, para que crean
a la mentira:
12 para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes
consintieron a la iniquidad.
13 Mas nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos
amados del Senor, de que Dios os haya escogido por primicias de salud, por la
santificacion del Espiritu, y la fe verdadera:
14 a lo cual os llamo por nuestro Evangelio para alcanzar la gloria de
nuestro Senor Jesu Cristo.
15 Asi que, hermanos, estad [firmes,] y retened la doctrina que habeis
aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
16 Y el mismo Senor nuestro Jesu Cristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos
amo, y [nos] dio la consolacion eterna, y la buena esperanza por gracia,
17 consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.
CAPITULO 3
1 RESTA, hermanos, que oreis por nosotros, que la palabra del Senor corra y
sea hecha ilustre, asi como entre vosotros:
2 y que seamos librados de hombres importunos y malos: porque no es de todos
la fe.
3 Mas fiel es el Senor que os confirmara, y guardara de mal.
4 Y tenemos confianza de vosotros en el Senor, que haceis y hareis lo que os
hemos mandado.
5 El Senor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la
esperanza de Cristo.
6 Os denunciamos empero, hermanos, en el nombre del Senor nuestro Jesu
Cristo, que os aparteis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no
conforme a la doctrina que recibieron de nosotros:
7 porque vosotros sabeis de que manera es menester imitarnos: porque no
anduvimos desordenadamente entre vosotros:
8 ni comimos el pan de balde de ninguno; antes obrando con trabajo y fatiga
de noche y de dia, por no ser graves a ninguno de vosotros.
9 No porque no tuviesemos potestad, mas por darnos por dechado a vosotros,
para que nos imitaseis.
10 Porque aun estando con vosotros os denunciabamos esto: Que si alguno no
quisiere obrar, no coma.
11 Porque oimos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no
entendiendo en nada, sino tratando con curiosidad.
12 Y a los que son tales, denunciamosles y rogamosles en el Senor nuestro
Jesu Cristo, que obrando con reposo coman su pan.
13 Y vosotros, hermanos, no os desmayeis de hacer bien.
14 Y si alguno no obedeciere a nuestra palabra por carta, notad al tal, y no
os envolvais con el, para que se avergueence.
15 Y no le tengais como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.
16 Y el mismo Senor de paz os de siempre paz en toda manera. El Senor sea
con todos vosotros.
17 Salud. De mi mano, Pablo, que es [mi] signo en todas [mis] cartas. Asi
escribo.
18 LA gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con todos vosotros. Amen.
EPISTOLA PRIMERA DEL APOSTOL SAN PABLO
A
TIMOTEO.
CAPITULO 1
1 PABLO, apostol de Jesu Cristo por la ordenacion de Dios Salvador nuestro,
y del Senor Jesu Cristo, esperanza nuestra;
2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe, gracia, misericordia, y paz de Dios
nuestro Padre, y de Cristo Jesus Senor nuestro.
3 [Haras] como te rogue, que te quedases en Efeso, cuando me parti para
Macedonia, para que denunciases a algunos que no ensenen diversa doctrina:
4 ni escuchen a fabulas y genealogias sin termino, que antes engendran
cuestiones que la edificacion de Dios, que es por la fe.
5 El fin del mandamiento es la caridad [nacida] de corazon limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida:
6 de lo cual apartandose algunos, se divertieron a vanidad de palabras:
7 queriendo ser doctores de la ley, [y] no entendiendo ni lo que hablan, ni
lo que afirman.
8 Sabemos que la ley es buena, si se usa de ella legitimamente:
9 sabiendo que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos, y
para los desobedientes, para los impios y pecadores, para los malos y
contaminados, para los matadores de padres y madres, para los homicidas,
10 para los fornicarios, para los que se echan con hombres, para los
ladrones de hombres, para los mentirosos y perjuros; y si hay alguna otra
cosa contraria a la sana doctrina,
11 conforme al Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, el cual a mi
me ha sido encargado.
12 Gracias doy al que me fortifico, a Cristo Jesus Senor nuestro, de que me
tuvo por fiel, poniendome en el ministerio:
13 habiendo sido antes blasfemo, y perseguidor, e injuriador: mas fui
recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia no teniendo fe.
14 Mas la gracia del Senor nuestro fue mas abundante con la fe y amor que es
en Cristo Jesu.
15 Palabra fiel, y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesus vino al
mundo para salvar los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
16 Mas por esto fui recibido a misericordia [es a saber,] para que Jesu
Cristo mostrase en mi el primero toda [su] clemencia, para ejemplo de los que
habian de creer en el para la vida eterna.
17 Al rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios, [sea] honor y
gloria por los siglos de los siglos. Amen.
18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las
profecias pasadas de ti, milites por ellas buena milicia:
19 reteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de si algunos
hicieron naufragio en la fe.
20 De los cuales [fueron] Hymeneo y Alejandro, que [yo] entregue a Satanas
para que aprendan a no blasfemar.
CAPITULO 2
1 AMONESTO, pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones, acciones de gracias, por todos los hombres:
2 por los reyes, y por todos los que estan en eminencia; que vivamos quieta
y reposadamente en toda piedad y honestidad.
3 Porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios Salvador nuestro:
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al
conocimiento de la verdad.
5 Porque [hay] un Dios, asimismo un Mediador entre Dios y los hombres,
hombre Cristo Jesus;
6 el cual se dio a si mismo [en] precio del rescate por todos, [para que
fuese] testimonio en sus tiempos.
7 Del cual yo soy puesto por predicador y apostol, (digo verdad en Cristo,
no miento,) doctor de los Gentiles en fidelidad y verdad.
8 Quiero, pues, que los varones oren en todo lugar, levantando manos
limpias, sin ira ni contienda.
9 Asimismo tambien las mujeres en habito honesto, ataviandose de vergueenza y
modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos:
10 mas de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.
11 La mujer aprenda callando con toda sujecion.
12 Porque no permito a la mujer ensenar, ni tomar autoridad sobre el varon,
sino estar en silencio.
13 Porque Adam fue formado el primero: luego Eva.
14 Y Adam no fue enganado; sino la mujer fue enganada en la rebelion.
15 Empero se salvara engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad,
y en santificacion y modestia.
CAPITULO 3
1 PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, obra insigne desea.
2 Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una [sola]
mujer, solicito, templado, compuesto, hospedador, apto para ensenar,
3 no amador del vino, no heridor, no codicioso de ganancias torpes, mas
moderado, no litigioso, ajeno de avaricia:
4 que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujecion con toda
honestidad:
5 porque el que no sabe gobernar su casa, ?como cuidara de la Iglesia de
Dios?
6 no novicio, porque hinchandose, no caiga en juicio del diablo.
7 Tambien conviene que tenga testimonio de los extranos; porque no caiga en
vergueenza, y en lazo del diablo.
8 los diaconos asimismo honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino,
no amadores de torpes ganancias:
9 que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.
10 Y estos aun tambien sean antes probados; y asi ministren, si fueren sin
crimen.
11 las mujeres asimismo honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.
12 los diaconos sean maridos de una [sola] mujer, que gobiernen bien sus
hijos, y sus casas.
13 Porque los que bien ministraren, ganan para si buen grado, y mucha
confianza en la fe que [es] en Cristo Jesus.
14 Esto te escribo, con esperanza que vendre presto a ti:
15 y si no viniere tan presto, para que sepas como te convenga conversar en
la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la
verdad.
16 Y sin falta grande es el misterio de la piedad: Dios se ha manifestado en
carne, ha sido justificado con el Espiritu, ha sido visto de los angeles, ha
sido predicado a los Gentiles, ha sido creido en el mundo, ha sido recibido
en gloria.
CAPITULO 4
1 EMPERO el Espiritu dice manifiestamente, que en los postreros tiempos
algunos apostataran de la fe, escuchando a espiritus de error, y a doctrinas
de demonios,
2 que con hipocresia hablaran mentira, teniendo cauterizada la conciencia:
3 que prohibiran el matrimonio: apartarse [los hombres] de las viandas que
Dios crio para que con accion de gracias participasen de ellas los fieles, y
los que han conocido la verdad.
4 Porque todo lo que Dios crio es bueno, y nada hay que desechar, tomandose
con accion de gracias:
5 porque por la palabra de Dios, y por la oracion es santificado.
6 Si esto propusieres a los hermanos, seras buen ministro de Jesu Cristo,
criado en las palabras de la fe, y de la buena doctrina, la cual has
alcanzado.
7 Mas las fabulas profanas y de viejas desecha, sino ejercitate para la
piedad.
8 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso: mas la piedad a todo
aprovecha; porque tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
9 Palabra fiel, y digna de ser recibida de todos.
10 Que por esto aun trabajamos y somos maldichos, porque esperamos en el
Dios viviente, el cual es salvador de todos los hombres, y mayormente de los
que creen.
11 Esto manda, y ensena.
12 Ninguno tenga en poco tu mocedad: mas se ejemplo de los fieles en
palabra, en conversacion, en caridad, en espiritu, en fe, en limpieza.
13 Entre tanto que vengo, ocupate en leer, exhortar, ensenar.
14 No menosprecies el don que esta en ti, que te es dado por profecia, con
la imposicion de las manos de los presbiteros.
15 En estas cosas ocupate [con cuidado;] en estas esta [todo:] de manera que
tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina: se diligente en esto: porque si
asi lo hicieres, a ti mismo salvaras, y a los que te oyen.
CAPITULO 5
1 AL mas viejo no rinas, sino exhortale como a padre: a los mas mozos, como
a hermanos:
2 a las viejas, como a madres; a las mas mozas, como a hermanas, con toda
limpieza:
3 a las viudas honra, las que de verdad son viudas:
4 y si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a gobernar su
casa piadosamente, y a recompensar a sus padres: porque esto es lo honesto y
agradable delante de Dios.
5 Mas la que de verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente
en suplicaciones y oraciones noche y dia.
6 Porque la que vive en delicias, viviendo esta muerta.
7 Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprension.
8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa,
la fe nego, y es peor que el que no creyo.
9 La viuda sea puesta en oficio no menos que de sesenta anos, la cual haya
sido mujer de un varon:
10 que tenga testimonio en buenas obras; si crio [bien sus hijos;] si ha
hospedado; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los que han
padecido afliccion; si ha seguido toda buena obra.
11 Mas las viudas mas mozas no admitas: que despues que han vivido
disolutamente contra Cristo, quieren casarse:
12 condenadas ya, por haber falseado la primera fe.
13 Y asimismo tambien las ociosas, ensenadas a andar de casa en casa; y no
solamente ociosas, mas aun parleras y curiosas, parlando lo que no conviene.
14 Quiero, pues, que las mozas se casen, crien hijos, gobiernen casa; que
ninguna ocasion den al adversario para mal decir.
15 Porque ya algunas han vuelto atras en pos de Satanas.
16 Y si algun fiel, o alguna fiel tiene viudas, mantengalas, y no sea
cargada la Iglesia: para que haya lo que es menester para las que de verdad
son viudas.
17 los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada
honra; y mayormente los que trabajan en predicar y ensenar.
13 Que la Escritura dice: No ataras la boca al buey que trilla. Tambien:
Digno es el obrero de su jornal.
19 Contra el anciano no recibas acusacion, sino con dos o tres testigos.
20 A los que pecaren redarguyelos delante de todos, para que los otros
tambien tengan temor.
21 [Te] requiero delante de Dios, y del Senor Jesu Cristo, y de sus angeles
escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas
acostandote a la una parte.
22 No facilmente impongas las manos a alguno, ni comuniques en pecados
agenos: conservate en limpieza.
23 No bebas de aqui adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del
estomago, y de tus continuas enfermedades.
24 los pecados de algunos hombres son manifiestos antes que vengan a juicio:
a otros les vienen despues.
25 Asimismo las buenas obras antes son manifiestas; y las que son de otra
manera, no se pueden esconder.
CAPITULO 6
1 TODOS los que estan debajo de yugo de servidumbre, tengan a sus senores
por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre del Senor y [su]
doctrina.
2 Y los que tienen senores fieles, no [los] tengan en menos, por ser [sus]
hermanos; antes los sirvan mejor, por cuanto son fieles y amados, y
participes del beneficio. Esto ensena, y exhorta.
3 El que ensena otra cosa, y no se allega a las sanas palabras del Senor
nuestro Jesu Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
4 hinchado es, nada sabe, enloquece acerca de cuestiones y contiendas de
palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas
sospechas,
5 combates de hombres corruptos de entendimiento, y privados de la verdad, y
que tienen la piedad por granjeria: apartate de los tales.
6 Grande granjeria empero es la piedad, con lo que basta.
7 Porque nada metimos en este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
8 Asi que teniendo sustento, y con que cubrirnos, seamos contentos con esto.
9 Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentacion y en lazo, y en
muchas codicias locas y danosas, que anegan a los hombres en perdicion y
muerte.
10 Porque la codicia es raiz de todos los males: la cual teniendo muchos se
descaminaron de la fe, y fueron^ traspasados de muchos dolores.
11 Mas tu, ioh hombre de Dios! huye de estas cosas; y sigue la justicia, la
piedad, la fe, la caridad, la tolerancia, la mansedumbre.
12 Batalla buena batalla de fe: echa mano de la vida eterna, a la cual
asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesion delante de muchos
testigos.
13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesu
Cristo, que testifico la buena profesion delante de Poncio Pilato,
14 que guardes estos mandamientos sin macula, ni reprension, hasta que
aparezca el Senor nuestro Jesu Cristo:
15 al cual a su tiempo mostrara el bienaventurado y solo poderoso, Rey de
reyes, y Senor de senores:
16 el que solo tiene inmortalidad, que habita en luz donde no se puede
llegar: a quien ninguno de los hombres vio, ni puede ver: al cual [sea] la
honra, y el imperio sempiterno. Amen.
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas inciertas; sino en el Dios vivo, que nos da todas
las cosas en abundancia de que gocemos.
18 Mas, [encomiendales] el bien hacer, el hacerse ricos en buenas obras, el
dar con facilidad, el comunicar facilmente,
19 el atesorar para si buen fundamento para en lo porvenir, para que echen
mano a la vida eterna.
20 OH Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y aparta [de ti] las
voces profanas de vanas cosas, y los argumentos del vano nombre de ciencia:
21 la cual muchos profesando, fueron descaminados acerca de la fe. La gracia
sea contigo. Amen.
EPISTOLA SEGUNDA DEL APOSTOL SAN PABLO
A
TIMOTEO.
CAPITULO 1
1 PABLO, apostol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, segun la promesa de
la vida que es por Cristo Jesus,
2 a Timoteo, amado hijo, gracias, misericordia, y paz de Dios el Padre, y de
Jesu Cristo Senor nuestro.
3 Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia,
de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y dia ;
4 deseando verte, (acordandome de tus lagrimas,) para ser lleno de gozo;
5 trayendo a la memoria la fe no fingida que esta en ti, que tambien estuvo
primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunica; y estoy cierto que [esta]
en ti tambien.
6 Por lo cual te aconsejo, que despiertes el don de Dios que esta en ti por
la imposicion de mis manos.
7 Porque no nos ha dado Dios el espiritu de temor, sino el de fortaleza, y
de amor, y de templanza.
8 Por tanto no te avergueences de [dar] testimonio del Senor nuestro, ni de
mi que estoy preso por el; antes se participante de los trabajos del
Evangelio por la virtud de Dios,
9 que nos ha librado, y nos llamo a la santa vocacion: no por nuestras
obras, mas segun el intento suyo, y por la gracia, la cual nos es dada en
Cristo Jesus, antes de los tiempos de los siglos;
10 mas ahora es manifestada por la venida de nuestro Salvador Jesu Cristo,
el cual asimismo quito la muerte, y saco a luz la vida y la incorrupcion por
el Evangelio:
11 del cual yo soy puesto predicador, y apostol, y maestro de los Gentiles.
12 Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergueenzo: porque yo se a
quien he creido, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi deposito para
aquel dia.
13 Reten la forma de las sanas palabras que de mi oiste, en la fe y caridad
que es en Cristo Jesus.
14 Guarda el buen deposito por el Espiritu Santo que habita en nosotros.
15 [Ya] sabes esto, que me han sido contrarios todos los que son en Asia; de
los cuales son Figello, y Hermogenes.
16 De el Senor misericordia a la casa de Onesiforo, que muchas veces me
refrigero, y no se avergonzo de mi cadena:
17 antes estando el en Roma, me busco solicitamente, y me hallo.
18 Dele el Senor que halle misericordia acerca del Senor en aquel dia. Y
cuanto [nos] ayudo en Efeso, tu lo sabes mejor.
CAPITULO 2
1 TU, pues, hijo mio, esfuerzate en la gracia que es en Cristo Jesus.
2 Y lo que has oido de mi entre muchos testigos, esto encarga a los hombres
fieles que seran idoneos para ensenar tambien a otros.
3 Tu, pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesu Cristo.
4 Ninguno que milita, se embaraza en negocios del siglo por agradar a aquel
que le tomo por soldado.
5 Y aun tambien el que pelea, no es coronado si no hubiere peleado
legitimamente.
6 El Labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero.
7 Entiende lo que digo: dete, pues, el Senor entendimiento en todo.
8 Acuerdate que Jesu Cristo resucito de los muertos, el cual fue de la
simiente de David, conforme a mi Evangelio:
9 por lo cual soy fatigado hasta las prisiones como malhechor: mas la
palabra de Dios no esta presa.
10 Por tanto todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos tambien
consigan la salud que es en Cristo Jesus, con gloria eterna.
11 Palabra fiel: Que si somos muertos con el, tambien viviremos con el:
12 si sufrimos, tambien reinaremos con el: si negaremos, el tambien nos
negara:
13 si fueremos infieles, el se queda fiel: no se puede negar a si mismo.
14 Esto aconseja, protestando delante del Senor. No tengas contienda en
palabras, que para nada aprovecha, [antes] trastorna a los oyentes.
15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, [como] obrero que no
tiene de que avergonzarse, que trata^ bien la palabra de verdad.
16 Mas los profanos y vanos clamores reprime, porque muy adelante iran en la
impiedad.
17 Y la palabra de ellos cunde como cancer; de los cuales son Himeneo y
Fileto,
18 que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurreccion es ya
hecha, y trastornaron la fe de algunos.
19 Mas el fundamento de Dios esta firme, el cual tiene este sello: Conoce el
Senor los que son suyos; y: Apartese de iniquidad todo aquel que invoca el
nombre de Cristo.
20 Empero en la grande casa, no solamente hay vasos de oro y de plata, mas
aun de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra.
21 Asi que el que se limpiare de estas cosas, sera vaso para honra
santificado y util para los usos del Senor, y aparejado para toda buena obra.
22 Tambien, huye los deseos juveniles, y sigue la justicia, la fe, la
caridad, la paz, con los que invocan al Senor con limpio corazon.
23 Empero las cuestiones locos y sin sabiduria desecha, sabiendo que
engendran contiendas.
24 Que el siervo del Senor no es menester que sea litigioso, sino manso para
con todos, apto para ensenar, sufrido;
25 que con mansedumbre ensene a los que resisten; si quiza Dios les de que
se arrepientan, y conozcan la verdad,
26 y se conviertan del lazo del diablo, en que estan cautivos, [a hacer] su
voluntad.
CAPITULO 3
1 ESTO empero sepas, que en los postreros dias, vendran tiempos peligrosos:
2 que habra hombres amadores de si, avaros, gloriosos, soberbios,
maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impuros,
3 sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores
de lo bueno,
4 traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites mas que de
Dios;
5 teniendo la apariencia de piedad, mas negando la eficacia de ella: y a
estos evita.
6 Porque de estos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las
mujercillas, cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias:
7 que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de
la verdad.
8 Y de la manera que Jannes y Mambres resistieron a Moises, asi tambien
estos resisten a la verdad: hombres corruptos de entendimiento, reprobos
acerca de la fe:
9 mas no iran adelante; porque su locura sera manifiesta a todos, como
tambien lo fue la de aquellos.
10 Tu empero has alcanzado mi doctrina, institucion, intento, fe,
longanimidad, caridad, paciencia,
11 persecuciones, aflicciones, cuales me fueron hechas en Antioquia, Iconio,
Listra: cuales persecuciones he sufrido, y de todas me ha librado el Senor.
12 Y aun todos los que quieren vivir piamente en Cristo, padeceran
persecucion.
13 Mas los hombres malos, y los enganadores, iran de mal en peor, enganados,
y enganando [a otros.]
14 Asi que tu esta firme en lo que has aprendido, y te ha sido encargado,
sabiendo de quien has aprendido:
16 y que sabes las sagradas letras desde la ninez, las cuales te pueden
hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesus.
16 Toda escritura inspirada divinamente es util para ensenar, para
redargueir, para corregir, para instituir en justicia,
17 para que el hombre de Dios sea perfecto, perfectamente instruido para
toda buena obra.
CAPITULO 4
1 REQUIERO, pues, yo delante de Dios, y del Senor Jesu Cristo, que ha de
juzgar los vivos y los muertos en su manifestacion y en su reino;
2 que prediques la palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende [duramente,] exhorta con toda blandura y doctrina:
3 porque vendra tiempo cuando no sufriran la sana doctrina, antes teniendo
comezon en las orejas, se amontonaran maestros [que les hablen] conforme a
sus concupiscencias.
4 Y asi apartaran de la verdad el oido, y se volveran a las fabulas.
5 Por tanto tu vela en todo, trabaja, haz obra de Evangelista, cumple tu
ministerio:
6 porque yo ya me sacrifican, y el tiempo de mi desatamiento esta cercano.
7 Buena milicia he militado, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 En lo demas, la corona de justicia me esta guardada, la cual me dara el
Senor, juez justo, en aquel dia; y no solo a mi, mas aun a todos los que
desean su venida.
9 Procura de venir presto a mi:
10 porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y es ido a Tesalonica;
Crescente a Galacia; Tito a Dalmacia.
11 Lucas solo esta conmigo. Toma a Marcos, y traele contigo: porque me es
util para el ministerio.
12 A Tychico envie a Efeso.
13 El capote que deje en Troas en casa de Carpo, trae contigo cuando
vinieres, y los libros, mayormente los pergaminos.
14 Alejandro el calderero me ha disenado muchos males: Dios le pague
conforme a sus hechos:
15 del cual tu tambien te guarda: que en grande manera ha resistido a
nuestras palabras.
16 En mi primera defensa ninguno me ayudo; antes me desampararon todos: no
les sea imputado.
17 Mas el Senor me ayudo, y me esforzo para que por mi fuese cumplida la
predicacion, y todos los Gentiles la oyesen; y fui librado de la boca del
leon.
18 Y el Senor me librara de toda obra mala, y me salvara para su reino
celestial: al cual [sea] gloria por siglos de siglos. Amen.
19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesiforo.
20 Erasto se quedo en Corinto: y a Trofimo deje en Mileto enfermo.
21 Procura de venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino,
y Claudia, y todos los hermanos.
22 EL Senor Jesu Cristo [sea] con tu espiritu. La gracia sea con vosotros.
Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A
TITO.
CAPITULO 1
1 PABLO, siervo de Dios, y apostol de Jesu Cristo, segun la fe de los
escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, que es segun la piedad;
2 para la esperanza de la vida eterna, la cual prometio el Dios que no puede
mentir, antes de los tiempos de los siglos; y manifesto a sus tiempos:
3 [es a saber,] su palabra por la predicacion, que me es a mi encomendada
por mandamiento de nuestro Salvador Dios: a Tito, verdadero hijo en la comun
fe:
4 Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Senor Jesu Cristo
Salvador nuestro.
5 Por esta causa te deje en Creta, [es a saber,] para que corrigieses lo que
falta, y pusieses ancianos por las villas, asi como yo te mande:
6 el que fuere sin crimen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles, que
no puedan ser acusados de disolucion, o contumaces.
7 Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios;
no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de
torpe ganancia:
8 mas hospedador, amador de lo bueno, templado, justo, santo, continente;
9 retenedor de la fiel palabra que es conforme a la doctrina; para que
tambien pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que
contradijeren.
10 Porque hay tambien muchos contumaces, y habladores de vanidades, y
enganadores de las almas, mayormente [algunos] que [son] de la circuncision:
11 a los cuales conviene tapar la boca: que trastornan las casas enteras,
ensenando lo que no conviene por torpe ganancia.
12 Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: los Cretenses, siempre
mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.
13 Este testimonio es verdadero: por tanto redarguyelos duramente, para que
sean sanos en la fe:
14 no escuchando a fabulas judaicas, y a mandamientos de hombres, que se
divierten de la verdad.
15 Porque todas las cosas son limpias a los limpios: mas a los contaminados
e infieles nada es limpio; antes su alma y conciencia son contaminadas.
16 Profesanse conocer a Dios, mas con los hechos le niegan; siendo
abominables y rebeldes, y reprobados para toda buena obra.
CAPITULO 2
1 TU empero habla lo que conviene a la sana doctrina:
2 los viejos, que sean templados, venerables, prudentes, sanos en la fe, en
la caridad, en la tolerancia.
3 las viejas, asimismo, que [anden] en habito santo, no calumniadoras, no
dadas a mucho vino, maestras de honestidad:
4 que a las mozuelas ensenen a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a
que amen a sus hijos,
5 a que sean templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas,
sujetas a sus maridos: porque la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo a los mancebos a que sean templados.
7 En todo date por ejemplo de buenas obras: en doctrina, integridad,
gravedad,
8 palabra sana, e irreprensible: que el adversario se avergueence, no
teniendo mal ninguno que decir de vosotros.
9 [Exhorta] a los siervos, que sean sujetos a sus senores, que agraden en
todo, no respondones;
10 en nada defraudando, antes mostrando toda buena lealtad; para que adornen
en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.
11 Porque la gracia de Dios, salutifera a todos los hombres, se manifesto,
12 ensenandonos que, renunciando a la impiedad, y a los deseos del siglo,
vivamos en este siglo templada, y justa, y piamente;
13 esperando aquella esperanza bienaventurada, y la venida gloriosa del gran
Dios y Salvador nuestro Jesu Cristo;
14 que se dio a si mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y
limpiar para si un pueblo propio, seguidor de buenas obras.
15 Esto habla, y exhorta, y redarguye con toda autoridad: nadie te tenga en
poco.
CAPITULO 3
1 AMONESTALES que se sujeten a los principes y potestades, que obedezcan,
que esten aparejados a toda buena obra,
2 que a nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando
toda mansedumbre para con todos los hombres.
3 Porque tambien eramos nosotros locos en otro tiempo, rebeldes, errados,
sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en
envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros:
4 mas cuando se manifesto la bondad del Salvador nuestro Dios, y su amor
para con los hombres,
5 no por las obras de justicia que nosotros habiamos hecho, mas por su
misericordia, nos salvo por el lavamiento de la regeneracion, y de la
renovacion del Espiritu Santo:
6 el cual derramo en nosotros abundantemente por Jesu Cristo Salvador
nuestro:
7 para que justificados con su gracia, seamos hechos herederos segun la
esperanza de la vida eterna.
8 Palabra fiel [es,] y esto quiero que afirmes: que los que creen a Dios,
procuren gobernarse en buenas obras: esto es lo bueno y lo util a los
hombres.
9 Mas las cuestiones necias, y las genealogias, y contenciones, y debates de
la ley evita: porque son sin provecho y vanas.
10 Al hombre hereje, despues de una y otra amonestacion, desechale:
11 estando cierto que el tal es trastornado, y peca, condenado de su propio
juicio.
12 CUANDO enviare a ti a Artemas, o a Tychico, procura de venir a mi a
Nicopolis: porque alli he determinado de invernar.
13 A Zenas doctor de la ley, y a Apolo envia delante, procurando que nada
les falte.
14 Aprendan asimismo los nuestros a gobernarse en buenas obras para los usos
necesarios, porque no sean inutiles.
15 Todos los que estan conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la
fe.
LA gracia [sea] con todos vosotros. Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A
FILEMON.
1 PABLO, preso por causa de Cristo Jesus, y el hermano Timoteo, a Filemon
amado, y coadjutor nuestro;
2 y a la amada Appia, y a Archipo, companero de nuestra milicia, y a la
Iglesia que esta en tu casa:
3 Gracia y paz tengais de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu Cristo.
4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones,
5 oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el Senor Jesus, y para con todos
los santos:
6 que la comunicacion de tu fe sea eficaz para conocimiento de todo el bien
que [esta] en vosotros por Cristo Jesus:
7 porque tenemos gran gozo y consolacion de tu caridad, de que por ti, ioh
hermano! han sido recreadas las entranas de los santos.
8 Por lo cual, aunque tengo mucho atrevimiento en Cristo de mandarte lo que
te conviene,
9 ruego antes por la caridad, porque soy tal, es a saber, Pablo, viejo, y
aun ahora preso por amor de Jesu Cristo.
10 Lo que ruego [es] por mi hijo Onesimo, que he engendrado en mi prision;
11 el cual en otro tiempo te fue inutil, mas ahora a ti y a mi asaz util.
12 Volvile a enviar: mas recibele tu como a mis entranas.
13 Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviera en la
prision del Evangelio.
14 Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de
necesidad, mas voluntario.
15 Porque sera maravilla, si no se ha apartado de ti por [algun] tiempo,
para que le volvieses a tener para siempre:
16 ya no como siervo, antes mas que siervo, [como] hermano amado, mayormente
de mi; y ?cuanto mas de ti, en la carne, y en el Senor?
17 asi que, si me tienes por companero, recibele como a mi.
18 Y si en algo te dano, o te debe, ponlo a mi cuenta.
19 Yo Pablo lo escribi de mi mano: yo lo pagare; por no decirte que aun a ti
mismo te me debes de mas.
20 Asi hermano, yo goce de ti en el Senor, que recrees mis entranas en el
Senor.
21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun haras mas de
lo que digo.
22 Y asimismo tambien apareja de hospedarme: porque espero que por vuestras
oraciones os tengo de ser concedido.
23 Te saludan Epafras, mi companero en la prision por Cristo Jesus,
24 Marcos, Aristarco, Demas, Lucas, mis ayudadores.
25 LA gracia del Senor nuestro Jesu Cristo [sea] con vuestro espiritu. Amen.
LA
EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS
HEBREOS.
CAPITULO 1
1 HABIENDO Dios hablado muchas veces, y en muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas, a la postre en estos tiempos nos ha hablado por
el Hijo;
2 al cual constituyo por heredero de todo, por el cual asimismo hizo los
siglos;
3 el cual siendo el resplandor de gloria, y la imagen de su sustancia, y
sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la
purgacion de nuestros pecados por si mismo, se asento a la diestra de la
Majestad en las alturas:
4 hecho tanto mas excelente que los angeles, cuanto alcanzo mas excelente
nombre que ellos.
5 ?Porque a cual de los angeles dijo [Dios] jamas: Mi Hijo eres tu, yo te he
engendrado hoy? Y otra vez: ?Yo sere a el Padre, y el me sera a mi Hijo?
6 Y otra vez, metiendo al Primogenito en la redondez de la tierra, dice: Y
adorenle todos los angeles de Dios.
7 Y ciertamente de los angeles dice: El que hace sus angeles espiritus, y
sus ministros, llama de fuego.
8 Mas al Hijo: Tu trono, ioh Dios! por siglo de siglos: vara de equidad la
vara de tu reino:
9 amaste la justicia, y aborreciste la maldad: por lo cual te ungio Dios, el
Dios tuyo, con aceite de alegria mas que a tus companeros.
10 Y: Tu, ioh Senor! en el principio fundaste la tierra; y los cielos son
obras de tus manos:
11 los cuales pereceran, mas tu eres permanente; y todos ellos se
envejeceran como una ropa;
12 y como un vestido los envolveras, y seran mudados: tu empero eres el
mismo, y tus anos nunca se acabaran.
13 Pues, ?a cual de los angeles dijo jamas: Asientate a mi diestra, hasta
que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ?No son todos espiritus servidores, enviados en servicio por causa de los
que seran herederos de salud?
CAPITULO 2
1 POR lo cual es menester que tanto con mas diligencia guardemos las cosas
que hemos oido, porque no nos escurramos.
2 Porque si la palabra dicha por [el ministerio de] los angeles fue firme, y
toda rebelion y desobediencia recibio justa paga^ de su galardon,
3 ?como escaparemos nosotros, si tuvieremos en poco una salud tan grande? la
cual habiendo comenzado a ser publicada por el Senor, ha sido confirmada
hasta nosotros por los que le oyeron a el mismo:
4 testificando juntamente con ellos Dios con senales, y milagros, y diversas
maravillas, y con dones del Espiritu Santo, [repartiendolos] segun su
voluntad.
5 Porque no sujeto a los angeles el mundo venidero, del cual hablamos.
6 Testifico uno empero en cierto lugar, diciendo: ?Que es el hombre que te
acuerdas de el, o el hijo del hombre que le visitas?
7 hicistele un poco menor que los angeles, coronastele de gloria y de honra,
y pusistele sobre las obras de tus manos:
8 todas las cosas sujetaste debajo de sus pies. Porque en cuanto le sujeto
todas las cosas, nada dejo que no sea sujeto a el. Mas aun no vemos que todas
las cosas le sean sujetas.
9 Empero vemos a aquel Jesus, coronado de gloria y de honra, que es hecho un
poco menor que los angeles por pasion de muerte, para que por gracia de Dios
gustase la muerte por todos.
10 Porque convenia, que aquel por cuya causa [son] todas las cosas, y por el
cual [son] todas las cosas, habiendo de traer en [su] gloria a muchos hijos,
hiciese consumado por aflicciones al autor de la salud de ellos.
11 Porque el que santifica y los que son santificados de uno [son] todos:
por lo cual no se avergueenza de llamarlos hermanos,
12 diciendo: Anunciare a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregacion
te alabare.
13 Y otra vez: Yo confiare en el. Y otra vez: He aqui yo, y los hijos que me
dio Dios.
14 Asi que por cuanto los hijos comunicaron de carne y sangre, el tambien
participo de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenia el imperio de
la muerte, es a saber, al diablo;
15 y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida
sujetos a servidumbre.
16 Que no tomo a los angeles, mas a la simiente de Abraham tomo.
17 Por lo cual debia hacerse en todo semejante a los hermanos, para ser
hecho misericordioso y fiel pontifice en lo que es para con Dios, [es a
saber,] para expiar los pecados del pueblo.
18 Porque en cuanto el mismo padecio, y fue tentado, es poderoso tambien
para socorrer a los que son tentados.
CAPITULO 3
1 POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocacion celestial,
considerad el Apostol y Pontifice de nuestra profesion, Cristo Jesus,
2 fiel al que le constituyo sobre toda su casa, como tambien Moises.
3 Porque de [tanto] mayor gloria que Moises este es estimado digno, cuanto
tiene mayor dignidad que la casa el que la fabrico.
4 Porque toda casa es edificada de alguno: y el que crio todas las cosas,
Dios es.
5 Y Moises a la verdad fue fiel sobre toda su casa, como criado, para
testificar lo que se habia de decir:
6 mas Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta
el cabo retuvieremos firme la confianza y la gloria de la esperanza.
7 Por lo cual, como dice el Espiritu Santo: Si oyereis hoy su voz:
8 no endurezcais vuestros corazones como en la irritacion, en el dia de la
tentacion en el desierto,
9 donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras durante
cuarenta anos.
10 A causa de lo cual me enemiste con esta generacion, y dije: Perpetuamente
yerran de corazon, ni ellos han conocido mis caminos;
11 y les jure en mi ira: No entraran en mi reposo.
12 Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazon malo de
incredulidad para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada dia, entre tanto que se dice
Hoy; porque ninguno de vosotros se endurezca con engano de pecado.
14 (Porque participantes de Cristo somos hechos, si empero retuvieremos
firme hasta el cabo el principio de su sustancia.)
15 Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcais vuestros
corazones, como en la irritacion.
16 Porque algunos de los que habian salido de Egipto con Moises, habiendolo
oido, le irritaron; aunque no todos.
17 Mas, ?con quienes se enemisto por cuarenta anos? ?no fue con los que
pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
18 ?Y a quienes juro que no entrarian en su reposo, sino a aquellos que no
obedecieron?
19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de la incredulidad.
CAPITULO 4
1 TEMAMOS, pues, que alguna vez, dejando la promesa de la entrada en su
reposo, alguno de nosotros parezca haberse apartado.
2 Porque tambien a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos: mas no les
aprovecho el oir la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe.
3 Entramos empero en el reposo los que hemos creido, de la manera que dijo:
Asi que les jure en mi ira, no entraran en mi reposo: aun acabadas las obras
desde el principio del mundo.
4 Porque en un cierto lugar dijo asi del septimo dia: Y reposo Dios de todas
sus obras en el septimo dia.
5 Y otra vez aqui: No entraran en mi reposo.
6 Asi que pues que resta que algunos han de entrar en el, y que aquellos a
quienes primero fue anunciado, no entraron por causa de la incredulidad,
7 determina otra vez un cierto dia, diciendo por David, tanto tiempo
despues: Hoy, como esta dicho: Si oyereis Hoy su voz, no endurezcais vuestros
corazones.
8 Porque si Jesus les hubiera dado el reposo, no hablara despues de otro
dia.
9 Asi que queda el sabatismo para el pueblo de Dios.
10 Porque el que ha entrado en su reposo, tambien el ha reposado de sus
obras, como Dios de las suyas.
11 Procuremos, pues, de entrar en aquel reposo, que ninguno caiga en
semejante ejemplo de incredulidad.
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y mas penetrante que todo
cuchillo de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espiritu,
y las coyunturas, y tuetanos; y que discierne los pensamientos, y las
intenciones del corazon.
13 Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia: antes todas
las cosas [estan] desnudas y abiertas a sus ojos, del cual hablamos.
14 POR tanto teniendo un gran pontifice, que penetro los cielos, Jesus el
Hijo de Dios, retengamos [esta] profesion.
15 Que no tenemos pontifice que no se pueda resentir de nuestras flaquezas:
[mas] tentado en todo segun [nuestra] semejanza, sacado el pecado.
16 Lleguemonos, pues, confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar
misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna.
CAPITULO 5
1 PORQUE todo pontifice es tomado de los hombres, constituido en lugar de
los hombres en lo que a Dios toca, para que ofrezca presentes y sacrificios
por los pecados:
2 que se pueda compadecer de los ignorantes y errados, porque el tambien
esta rodeado de flaqueza:
3 por causa de la cual deba, asi tambien por si como por el pueblo, ofrecer
por los pecados.
4 Ni nadie toma para si la honra, sino el que es llamado de Dios, como
Aaron.
5 Asi tambien Cristo no se glorifico a si mismo, haciendose pontifice, mas
el que le dijo: Tu eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
6 Como tambien dice en otro lugar: Tu [eres] sacerdote eternamente, segun el
orden de Melchisedec.
7 El cual en los dias de su carne, ofreciendo ruegos y suplicacion con gran
clamor y lagrimas al que le podia librar de la muerte, fue oido de [su]
miedo.
8 Y aunque era hijo, por lo que padecio aprendio la obediencia:
9 en la cual consumado, fue hecho causa de eterna salud a todos los que le
obedecen:
10 nombrado de Dios pontifice segun el orden de Melchisedec.
11 Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto
sois flacos para oir.
12 Porque habiendo de ser ya maestros, si miramos al tiempo, teneis
necesidad de volver a ser ensenados, de cuales sean los primeros rudimentos
de las palabras de Dios; y sois hechos [tales] que tengais necesidad de
leche, no de mantenimiento firme.
13 Que cualquiera que se mantiene de leche, es inhabil para la palabra de la
justicia, porque es nino.
14 Mas de los perfectos es la vianda firme, [es a saber,] de los que por la
costumbre tienen [ya] los sentidos ejercitados a la discrecion del bien y del
mal.
CAPITULO 6
1 POR lo cual dejando ya la palabra del comienzo [en la institucion] de
Cristo, vamos adelante a la perfeccion, no echando otra vez el fundamento de
penitencia* de las obras de muerte, y de la fe a Dios, {* Enmienda de
vida.}
2 de la doctrina de los bautismos, y de la imposicion de manos, y de la
resurreccion de los muertos, y del juicio eterno;
3 y esto haremos, a la verdad, si Dios lo permitiere.
4 Porque es imposible que los que una vez recibieron la luz, y que gustaron
aquel don celestial, y que fueron hechos participes del Espiritu Santo,
5 y que asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo
venidero,
6 y recayeron, puedan ser renovados de nuevo por penitencia, crucificando
otra vez para si mismos al Hijo de Dios, y exponiendole a vituperio.
7 Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y
que engendra yerba a su tiempo a aquellos de los cuales es labrada, recibe
bendicion de Dios:
8 mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de
maldicion, y su fin [sera] por fuego.
9 Pero de vosotros, ioh amados! esperamos mejores cosas que estas, y mas
cercanas a salud, aunque hablamos asi.
10 Porque Dios no es injusto que se olvide de vuestra obra, y del trabajo de
la caridad que habeis mostrado en su nombre, habiendo ayudado a los santos, y
ayudandoles.
11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el
cabo para cumplimiento de [su] esperanza:
12 que no os hagais perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredaran las promesas.
13 Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juro
por si mismo,
14 diciendo: Que te bendecire bendiciendo; y multiplicando te multiplicare.
15 Y asi esperando con longanimidad alcanzo la promesa.
16 Porque los hombres ciertamente por el que es mayor que ellos juran: y el
fin de todas sus controversias es el juramento para confirmacion.
17 En lo cual queriendo Dios mostrar mas abundantemente a los herederos de
la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;
18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios
mienta, tengamos un fortisimo consuelo, los que nos acojemos a trabarnos de
la esperanza propuesta;
19 la cual tenemos como por segura y firme ancla del alma, y que entra hasta
dentro del velo:
20 donde entro por nosotros [nuestro] precursor Jesus, hecho pontifice
eternamente segun el orden de Melchisedec.
CAPITULO 7
1 PORQUE este Melchisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altisimo, el
cual salio a recibir a Abraham que volvia de la matanza de los reyes, y le
bendijo:
2 al cual asimismo repartio Abraham los diezmos de todo: primeramente el se
interpreta, Rey de justicia; y luego tambien, Rey de Salem, que es, Rey de
paz;
3 sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de dias, ni fin
de vida; mas hecho semejante al Hijo de Dios, se queda sacerdote eternamente.
4 Mirad pues cuan grande sea este, al cual aun Abraham el patriarca haya
dado diezmos de los despojos.
5 Que ciertamente los que de los hijos de Levi toman el sacerdocio, tienen
mandamiento de tomar del pueblo los diezmos segun la ley, es a saber, de sus
hermanos, aunque tambien ellos hayan salido de los lomos de Abraham.
6 Mas aquel, cuya genealogia no es contada en ellos, tomo de Abraham los
diezmos, y bendijo al que tenia las promesas.
7 Que sin contradiccion alguna lo que es menos es bendecido de lo que es
mas.
8 Y aqui ciertamente los hombres mortales toman los diezmos: mas alli, aquel
del cual esta dado testimonio, que vive.
9 Y, por decirlo asi, en Abraham fue diezmado tambien el mismo Levi que
recibe los diezmos:
10 porque aun [Levi] estaba en los lomos de [su] padre, cuando Melchisedec
salio a recibir a Abraham.
11 Pues si la perfeccion era por el sacerdocio Levitico, (porque debajo de
el recibio el pueblo la ley,) ?que necesidad habia aun de que se levantase
otro sacerdote segun el orden de Melchisedec, y que no fuese llamado segun el
orden de Aaron?
12 Luego traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga tambien
traspasamiento de la ley.
13 Porque [aquel] del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie
presidio al altar.
14 Porque manifiesto es que el Senor nuestro nacio de la tribu de Juda, en
la cual tribu nada hablo Moises [tocante] al sacerdocio.
15 Y aun mas manifiesto es, si se levante otro sacerdote que sea semejante a
Melchisedec:
16 el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, mas por
virtud de vida sin muerte.
17 Porque el testimonio es de esta manera: Que tu [eres] sacerdote para
siempre segun el orden de Melchisedec.
18 El mandamiento precedente cierto se abroga por su flaqueza e inutilidad:
19 porque nada perfecciono la ley, sino la introduccion de mejor esperanza,
por la cual nos acercamos a Dios:
20 [y tanto mas] en cuanto no [es] sin juramento:
21 (porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas
este, con juramento por aquel que le dijo: Juro el Senor, y no se
arrepentira: Tu eres sacerdote eternamente segun el orden de Melchisedec:)
22 tanto de mejor testamento es hecho prometedor Jesus.
23 Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, en cuanto por la muerte no
podian permanecer:
24 mas este, por cuanto permanece eternamente, tiene el sacerdocio eterno.
25 Por lo cual puede tambien salvar eternamente a los que por el se allegan
a Dios, viviendo siempre para rogar por ellos:
26 porque tal pontifice nos convenia tener, santo, inocente, limpio,
apartado de los pecadores, y hecho mas sublime que los cielos.
27 Que no tuviese necesidad cada dia, como los [otros] sacerdotes, de
ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego por los del pueblo:
porque esto hizo una vez ofreciendose a si mismo.
28 Porque la ley constituye sacerdotes a hombres flacos: mas la palabra del
juramento, despues de la ley, al Hijo perfecto eternamente.
CAPITULO 8
1 ASI que la suma acerca de lo dicho [es:] Que tenemos tal pontifice que se
asento a la diestra del trono de la Majestad en los cielos:
2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernaculo que el Senor
asento, y no hombre.
3 Porque todo pontifice es puesto para ofrecer presentes y sacrificios: por
lo cual es necesario que tambien tuviese algo que ofrecer.
4 Asi que si estuviese sobre la tierra, ni aun seria sacerdote, habiendo aun
los otros sacerdotes que ofrecen los presentes segun la ley.
5 (los cuales sirven por dechado y sombra de las cosas celestiales, como fue
respondido a Moises cuando habia de acabar el tabernaculo: Mira, dice, haz
todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte.)
6 Mas ahora [tanto] mejor ministerio es el suyo, cuanto de mejor testamento
es mediador, el cual es hecho de mejores promesas.
7 Porque si en aquel primero no hubiera falta, cierto no se hubiera
procurado lugar para el segundo.
8 Porque reprendiendolos, dice: He aqui, vienen dias, dice el Senor, y
consumare para con la casa de Israel, y para con la casa de Juda, un nuevo
testamento:
9 no como el testamento que hice a vuestros padres el dia que los tome por
la mano que los sacaria de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron
en mi testamento, y yo los menosprecie, dice el Senor:
10 por lo cual este es el testamento que ordenare a la casa de Israel
despues de aquellos dias, dice el Senor: Dare mis leyes en el alma de ellos,
y sobre el corazon de ellos las escribire; y sere a ellos por Dios, y ellos
me seran a mi por pueblo:
11 y ninguno ensenara a su projimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce al Senor: porque todos me conoceran desde el menor de ellos hasta el
mayor.
12 Porque sere propicio a sus iniquidades, y a sus pecados; y de sus
iniquidades no me acordare mas.
13 Diciendo nuevo, dio por viejo al primero. Y lo que es dado por viejo y se
envejece, cerca esta de desvanecerse.
CAPITULO 9
1 TENIA empero tambien el primero [sus] justificaciones del culto, y [su]
santuario mundano.
2 Porque el tabernaculo fue hecho: el primero, en que [estaban] las
lamparas, y la mesa, y los panes de la proposicion, lo que llaman el
santuario.
3 Tras el segundo velo [estaba] el tabernaculo que llaman el lugar
santisimo,
4 que tenia un incensario de oro, y el arca del concierto cubierta de todas
partes al rededor de oro: en que [estaba] una urna de oro que tenia el mana,
y la vara de Aaron que reverdecio, y las tablas del testamento,
5 y sobre ella los querubines de la gloria que cubrian el propiciatorio: de
las cuales cosas no se puede ahora decir en particular.
6 Y estas cosas asi ordenadas, en el primer tabernaculo siempre entraban los
sacerdotes para hacer los oficios de los sacrificios:
7 mas en el segundo, solo el pontifice una vez en el ano, no sin sangre, la
cual ofrece por su ignorancia, y la del pueblo:
8 dando en esto a entender el Espiritu Santo, que aun no estaba descubierto
camino para el [verdadero] santuario, entre tanto que el primer tabernaculo
estuviese en pie.
9 Lo cual [era] figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecian
presentes y sacrificios, que no podian hacer perfecto al que servia [con
ellos:]
10 sino en viandas, y en bebidas, y en diversos lavamientos, y justicias de
la carne, impuestas hasta el tiempo de la correccion.
11 Mas estando ya presente Cristo, pontifice de los bienes que habian de
venir, por [otro] mas amplio y mas perfecto tabernaculo, no hecho de manos,
es a saber, no de esta creacion:
12 y no por sangre de machos de cabrio ni de becerros, mas por su propia
sangre entro una vez en el santuario inventado para eterna redencion.
13 Porque si la sangre de los toros y de los machos de cabrio, y la ceniza
esparcida de la becerra, santifica a los inmundos para limpiamiento de la
carne,
14 ?cuanto mas la sangre de Cristo, el cual por el Espiritu eterno se
ofrecio a si mismo sin mancha a Dios, limpiara vuestras conciencias de las
obras de muerte para que sirvais al Dios vivo?
15 asi que por eso es mediador del nuevo testamento, para que entreviniendo
muerte para la remision de las rebeliones que habia debajo del primer
testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
16 Porque donde el testamento es, necesario es que intervenga muerte del
testador.
17 Porque el testamento con la muerte es confirmado: de otra manera no es
valido entre tanto que el testador vive.
18 De donde [vino] que ni aun el primero fue consagrado sin sangre.
19 Porque habiendo leido Moises todos los mandamientos de la ley a todo el
pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos de cabrio, con
agua, y lana de grana, e hisopo, rocio a todo el pueblo, y juntamente al
mismo libro,
20 diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado.
21 Y ademas de esto, el tabernaculo tambien, y todos los vasos sacros rocio
con la sangre.
22 Y casi todo es purificado segun la ley con sangre; y sin derramamiento de
sangre no se hace remision.
23 Asi que necesario fue que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas con estas cosas: empero las mismas cosas celestiales, con mejores
sacrificios que estos.
24 Porque no entro Jesus en el santuario hecho de mano, que es figura del
verdadero, mas en el mismo cielo, para presentarse ahora por nosotros en la
presencia de Dios:
25 y no para ofrecerse muchas veces a si mismo; como entra el pontifice en
el santuario cada un ano por la sangre ajena;
26 de otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el
principio del mundo: mas ahora una vez en la consumacion de los siglos, para
deshacimiento del pecado se presento por el sacrificio de si mismo.
27 Y de la manera que esta establecido a los hombres que mueran una vez; y
despues, el juicio:
28 asi tambien Cristo es ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos:
la segunda vez sin pecado sera visto de los que le esperan para salud.
CAPITULO 10
1 POR lo cual la ley teniendo la sombra de los bienes venideros, no la
representacion misma de las cosas, nunca puede hacer perfectos a los que se
llegan por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada ano.
2 De otra manera cesarian de ofrecerse; porque los que sacrificasen, limpios
de una vez, no tendrian mas conciencia de pecado.
3 Empero en estos cada ano se hace [la misma] conmemoracion de los pecados.
4 Porque la sangre de los toros y de los machos de cabrio no puede quitar
los pecados.
5 Por lo cual entrando en el mundo, dice: Sacrificio y presente no quisiste;
mas me apropriaste el cuerpo:
6 holocaustos y [expiaciones] por el pecado no te agradaron:
7 entonces dije: Heme aqui, (en la cabecera del libro esta escrito de mi,)
para que haga, ioh Dios! tu voluntad.
8 Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos, y [expiaciones] por
el pecado, no quisiste, ni te agradaron, las cuales cosas se ofrecen segun la
ley:
9 entonces dijo: Heme aqui para que haga, ioh Dios! tu voluntad. Quita lo
primero, para establecer lo postrero.
10 En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesu
Cristo [hecha] una vez.
11 Asi que todo sacerdote se presenta cada dia ministrando y ofreciendo
muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados:
12 pero este, habiendo ofrecido por los pecados un [solo] sacrificio, esta
asentado para siempre a la diestra de Dios,
13 esperando lo que resta, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado
de sus pies:
14 porque con una solo ofrenda hizo consumados para siempre a los
santificados.
15 Y nos contesta lo mismo el Espiritu Santo: que despues que dijo:
16 Y este es el testamento que testare a ellos despues de aquellos dias,
dice el Senor: Dare mis leyes en sus corazones y en sus almas las escribire;
17 y nunca mas ya me acordare de sus pecados e iniquidades.
18 Pues donde hay remision de estos, no hay mas ofrenda por pecado.
19 ASI que, hermanos, teniendo atrevimiento para entrar en el santuario por
la sangre de Jesu Cristo,
20 por el camino que el nos consagro, nuevo y vivo, por el velo, es a saber,
por su carne;
21 [y teniendo] aquel gran sacerdote sobre la casa de Dios:
22 lleguemonos con corazon verdadero, y con fe llena, purificados los
corazones de mala conciencia:
23 y lavados los cuerpos con agua limpia, retengamos firme la profesion de
nuestra esperanza, que fiel es el que prometio:
24 y consideremonos los unos a los otros para provocarnos a la caridad, y a
las buenas obras:
25 no dejando nuestra congregacion, como algunos tienen por costumbre, mas
exhortandonos: y tanto mas, cuanto veis que aquel dia se acerca.
26 Porque si pecaremos voluntariamente despues de haber recibido la noticia
de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado;
27 sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de tragar
a los adversarios.
28 El que menospreciare la ley de Moises, por el testimonio de dos o de tres
testigos muere sin ninguna misericordia.
29 ?de cuanto mayor castigo pensais que sera digno el que hollare al Hijo de
Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento en la cual fue
santificado, e hiciere afrenta al Espiritu de la gracia?
30 Sabemos [quien es] el que dijo: Mia es la venganza, yo dare el pago, dice
el Senor. Y otra vez: El Senor juzgara su pueblo.
31 Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo.
32 Traed empero a la memoria los dias pasados en los cuales despues de haber
recibido la luz, sufristeis gran combate de aflicciones:
33 de una parte ciertamente con vituperios y tribulaciones sacados en
teatro; y de otra parte hechos companeros de los que estaban en tal estado.
34 Porque de mis prisiones tambien os resentisteis conmigo, y el robo de
vuestros bienes padecisteis con gozo, conociendo que teniais en vosotros una
mejor sustancia en los cielos, y que permanece.
35 No perdais pues esta vuestra confianza, que tiene grande remuneracion de
galardon:
36 porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad
de Dios, tengais la promesa.
37 Porque aun un poquito, y el que ha de venir vendra, y no tardara.
38 Mas el justo vivira por la fe: mas el que se retirare, no agradara a mi
alma.
39 Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdicion, sino
fieles para ganancia del alma.
CAPITULO 11
1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostracion de
las cosas que no se ven.
2 Porque por esta alcanzaron testimonio los viejos.
3 Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de
Dios, siendo hecho lo que se ve de lo que no se veia.
4 Por la fe Abel ofrecio a Dios mayor sacrificio que Cain: por la cual
alcanzo testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus presentes; y
difunto aun habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue trasladado para no ver muerte, y no fue hallado, porque
le traslado Dios: y antes que fuese trasladado tuvo testimonio de haber
agradado a Dios.
6 Sin fe empero es imposible agradar a Dios: porque menester es que el que a
Dios se llega, crea que le hay; y que es galardonador de los que le buscan.
7 Por la fe Noe, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veian,
aparejo el arca en que su casa se salvase: por la cual [arca] condeno al
mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedecio para salir al lugar que habia
de recibir por herencia; y salio sin saber donde iba.
9 Por fe habito en la tierra prometida, como en [tierra] ajena, morando en
cabanas con Isaac, y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa:
10 porque esperaba ciudad con fundamentos, el artifice y hacedor de la cual
es Dios.
11 Por la fe tambien la misma Sara, siendo esteril, recibio fuerza para
concebir generacion, y pario aun fuera del tiempo de la edad, porque creyo
ser fiel el que lo habia prometido.
12 Por lo cual tambien de uno, y ese ya amortecido, salieron como las
estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que esta a la
orilla de la mar.
13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido las promesas;
sino mirandolas de lejos, y creyendolas, y saludandolas, y confesando que
eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.
14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan la
patria.
15 Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenian tiempo
para volverse:
16 mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial: por lo cual Dios
no se avergueenza de llamarse Dios de ellos: porque les habia aparejado
ciudad.
17 Por fe ofrecio Abraham a Isaac, cuando fue tentado: y ofrecia al
unigenito en el cual habia recibido las promesas:
18 habiendole sido dicho: En Isaac te sera llamada simiente:
19 pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar: por lo
cual tambien le volvio a recibir por figura.
20 Por fe tambien bendijo Isaac a Jacob y a Esau acerca de lo que habia de
ser.
21 Por fe Jacob, muriendose, bendijo a cada uno de los hijos de Joseph; y
adoro, [estribando] sobre la punta de su bordon.
22 Por fe Joseph, muriendose, se acordo de la partida de los hijos de
Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos.
23 Por fe Moises, cuando nacio, fue escondido de sus padres por tres meses,
porque le vieron hermoso nino; y no temieron el mandamiento del rey.
24 Por fe Moises, hecho ya grande, rehuso de ser hijo de la hija de Pharaon,
25 escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de
comodidades temporales de pecado:
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de
los Egipcios: porque miraba a la remuneracion.
27 Por fe dejo a Egipto no temiendo la ira del rey: porque como aquel que
veia al invisible, se esforzo.
28 Por fe celebro la pascua, y el derramamiento de la sangre, para que el
que mataba los primogenitos no los tocase.
29 Por fe pasaron el mar Bermejo como por tierra seca, lo cual probando los
Egipcios fueron consumidos.
30 Por fe cayeron los muros de Jerico con rodearlos siete dias.
31 Por la fe Raab la ramera no perecio juntamente con los incredulos,
habiendo recibido los espias con paz.
32 ?Y que dire aun? porque el tiempo me faltaria, contando de Gedeon, de
Barac, de Samson, de Jephte, de David, de Samuel, y de los profetas:
33 que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon
las bocas de los leones,
34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de
enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de
[enemigos] extranos.
35 las mujeres recibieron sus muertos por resurreccion: unos fueron
estirados, menospreciando la vida para ganar mejor resurreccion.
36 Otros experimentaron vituperios y azotes; y ademas de esto, prisiones y
carceles:
37 [otros] fueron apedreados, [otros] cortados en piezas, [otros] tentados,
[otros] muertos a cuchillo; [otros] anduvieron perdidos, [cubiertos] de
pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
38 de los cuales el mundo no era digno: perdidos por los desiertos, por los
montes, por las cuevas, y por las cavernas de la tierra.
39 Y todos estos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la
promesa:
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, que no fuesen
perfeccionados sin nosotros.
CAPITULO 12
1 POR tanto nosotros tambien teniendo puesta sobre nosotros una tan grande
nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por
paciencia la carrera que nos es propuesta,
2 puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, Jesus: el cual
habiendole sido propuesto gozo, sufrio la cruz, menospreciando la vergueenza,
y fue asentado a la diestra de Dios.
3 Reducid pues [muchas veces] a vuestro pensamiento a aquel que sufrio tal
contradiccion de pecadores contra si mismo, porque no os fatigueis en
vuestros animos desmayando :
4 que aun no habeis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado.
5 Y estais ya olvidados de la exhortacion que como con hijos habla con
vosotros, [diciendo:] Hijo mio, no menosprecies el castigo del Senor, ni
desmayes cuando eres de el redargueido^:
6 porque el Senor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por
hijo.
7 Si sufris el castigo, Dios se os presenta como a hijos: porque ?que hijo
es [aquel] a quien el padre no castiga?
8 Mas si estais fuera del castigo, del cual todos [los hijos] han sido
hechos participantes, luego adulterinos sois y no hijos:
9 tambien tuvimos a la verdad por castigadores a los padres de nuestra
carne, y los reverenciabamos, ?por que no obedeceremos mucho mejor al Padre
de los espiritus, y viviremos?
10 Y aquellos a la verdad por pocos dias nos castigaban como a ellos les
parecia: mas este para lo que [nos] es provechoso, [es a saber,] para que
recibamos su santificacion.
11 Es verdad que ningun castigo al presente parece ser [causa] de gozo, sino
de tristeza: mas despues fruto quietisimo de justicia da a los que en el son
ejercitados.
12 Por lo cual enhestad las manos cansadas, y las rodillas descoyuntadas;
13 y haced pasos derechos a vuestros pies, porque lo [que es] cojo no salga
fuera de camino; antes sea sanado.
14 Seguid la paz con todos; y la santidad, sin la cual nadie vera al Senor:
15 mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raiz
de amargura brotando [os] impida, y por ella muchos sean contaminados:
16 que ninguno sea fornicario, o profano, como Esau, que por una vianda
vendio su primogenitura.
17 Porque ya sabeis que aun despues deseando heredar la bendicion, fue
reprobado, que no hallo lugar de arrepentimiento, aunque la procuro con
lagrimas.
18 Porque no os habeis llegado al monte que se podia tocar, y al fuego
encendido, y al turbion, y a la oscuridad, y a la tempestad,
19 y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que
la oyeron rogaron que no se les hablase mas:
20 porque no podian tolerar lo que se decia: Si bestia tocare al monte, sera
apedreada, <o pasada con dardo:>
21 y tan terrible cosa era lo que se veia, que Moises dijo: Estoy asombrado,
y temblando.)
22 Mas os habeis llegado al monte de Sion, y a la ciudad del Dios vivo,
Jerusalem la celestial, y a la compania de muchos millares de angeles,
23 y a la congregacion de los primogenitos que estan tomados por lista en
los cielos, y al juez de todos, Dios, y a los espiritus de los justos [ya]
perfectos:
24 y al mediador del nuevo testamento, Jesus; y a la sangre del
esparcimiento que habla mejor que la de Abel.
25 Mirad que no recuseis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que
recusaron al que hablaba en la tierra, mucho menos [escaparemos] nosotros, si
desecharemos al que nos habla de los cielos:
26 la voz del cual entonces conmovio la tierra: mas ahora ha denunciado,
diciendo: Aun una vez, y yo conmovere no solamente la tierra, mas aun el
cielo.
27 Y lo que dice: Aun una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles,
como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.
28 Asi que tomando el reino inmovil, retengamos la gracia por la cual
sirvamos a Dios, agradandole con temor y reverencia.
29 Porque nuestro Dios [es] fuego consumidor.
CAPITULO 13
1 LA caridad de la hermandad permanezca.
2 De la hospitalidad no os olvideis: porque por esta algunos habiendo
hospedado angeles, fueron guardados.
3 Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los
trabajados, como tambien vosotros mismos sois del cuerpo.
4 Venerable [es] en todos el matrimonio, y la cama sin mancha: mas a los
fornicarios, y a los adulteros juzgara Dios.
5 Sean las costumbres sin avaricia, contentos de lo presente: (porque el
dijo: No te desamparare, ni te dejare:)
6 de tal manera que digamos confiadamente: El Senor [es] mi ayudador: no
temere lo que me hara el hombre.
7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios: la fe
de los cuales imitad, considerando cual haya sido la salida de su
conversacion.
8 Jesu Cristo ayer, y hoy: el mismo tambien es por siglos.
9 No seais llevados de aca para alla por doctrinas diversas y extranas:
porque buena cosa es afirmar el corazon en la gracia, no en viandas, que
nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas.
10 Tenemos altar del cual no tienen facultad de comer los que sirven al
tabernaculo.
11 Porque los animales, la sangre de los cuales es metida por el pecado en
el santuario por el pontifice, los cuerpos de estos son quemados fuera del
real.
12 Por lo cual tambien Jesus, para santificar el pueblo por su propia
sangre, padecio fuera de la puerta.
13 Salgamos pues a el fuera del real, llevando su vituperio.
14 Porque no tenemos aqui ciudad permanente, mas buscamos la por venir.
15 Asi que ofrezcamos por [medio de] el a Dios siempre sacrificio de
alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen a su nombre.
16 Y del bien hacer, y de la comunicacion no os olvideis: porque de tales
sacrificios se agrada Dios.
17 Obedeced a nuestros pastores, y sujetaos a ellos: porque ellos velan por
vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con
alegria, y no gimiendo: porque esto no os es util.
18 Orad por nosotros: porque confiamos que tenemos buena conciencia,
deseando de conversar bien en todo.
19 Y mas os ruego que lo hagais asi; para que [yo] os sea mas presto
restituido.
20 Y el Dios de paz que saco de los muertos al gran Pastor, por la sangre
del testamento eterno, al Senor nuestro Jesu Cristo,
21 os haga aptos en toda obra buena para que hagais su voluntad, haciendo el
en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesu Cristo: al cual es
gloria por siglos de siglos. Amen.
22 Os ruego empero, hermanos, que soporteis [esta] palabra de exhortacion,
que os he escrito en breve.
23 Sabed que nuestro hermano Timoteo es suelto, con el cual, (si viniere mas
presto,) os ire a ver.
24 Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os
saludan.
25 LA gracia sea con todos vosotros. Amen.
LA EPISTOLA UNIVERSAL
DE
SANTIAGO
CAPITULO 1
1 JACOBO, siervo de Dios y del Senor Jesu Cristo, a las doce tribus que
estan esparcidas, salud.
2 Hermanos mios, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas
tentaciones:
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
4 Y la paciencia consuma la obra, para que seais perfectos y enteros, sin
faltar en alguna cosa.
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduria, demandela a Dios, el
cual la da a todos abundantemente, y no zahiere, y le sera dada.
6 Pero demande en fe, no dudando nada: porque el que duda, es semejante a la
onda de la mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.
7 No piense pues el tal hombre que recibira ninguna cosa del Senor.
8 El hombre de doblado animo, es inconstante en todos sus caminos.
9 El hermano que es de baja suerte, gloriese en su alteza:
10 mas el que es rico, en su bajeza: porque el se pasara como la flor de la
yerba:
11 que salido el sol con ardor, la yerba se seco, y su flor se cayo, y su
hermosa apariencia perecio: asi tambien se marchitara el rico en todos sus
caminos.
12 Bienaventurado el varon que sufre la tentacion: porque cuando fuere
probado, recibira la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no
puede ser tentado de los malos, ni el tienta a alguno.
14 Pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraido,
y cebado.
15 Y la concupiscencia despues que ha concebido, pare al pecado; y el
pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
16 Hermanos mios muy amados, no erreis.
17 Toda buena dadiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del
Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variacion.
18 El de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que
seamos primicias de sus criaturas.
19 Por esto, hermanos mios amados, todo hombre sea pronto para oir, tardio
para hablar, tardio para airarse:
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
21 Por lo cual dejando toda inmundicia, y superfluidad de malicia, recibid
con mansedumbre la palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas
vuestras almas.
22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, enganandoos
a vosotros mismos.
23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es
semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque el se considero a si mismo, y se fue; y a la hora se olvido que
tal era.
25 Mas el que hubiere mirado [atentamente] en la ley de perfecta libertad, y
hubiere perseverado [en ella,] no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la
obra, este tal sera bienaventurado en su hecho.
26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua,
sino enganando su corazon, la religion del tal es vana.
27 La religion pura y sin macula delante de Dios y Padre es: Visitar los
huerfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este
mundo.
CAPITULO 2
1 HERMANOS mios, no tengais la fe de nuestro Senor Jesu Cristo glorioso en
acepcion de personas.
2 Porque si en vuestra congregacion entra [algun] varon, que trae anillo de
oro, vestido de preciosa ropa, y tambien entra un pobre vestido de vestidura
vil,
3 y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Tu
asientate aqui bien; y dijereis al pobre: Estate tu alli en pie; o sientate
aqui debajo de mi estrado:
4 ?vosotros no juzgais en vosotros mismos, y sois hechos jueces de
pensamientos malos?
5 Hermanos mios amados, oid: ?No ha elegido Dios a los pobres de este mundo,
[que sean] ricos en fe, y herederos del reino que prometio a los que le aman?
6 Mas vosotros habeis afrentado al pobre. ?No os oprimen los ricos con
tirania, y ellos os llevan [con violencia] a los juzgados?
7 ?No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros?
8 Si ciertamente vosotros cumplis la ley real conforme a la Escritura, [es a
saber:] Amaras a tu projimo como a ti mismo: bien haceis:
9 mas si haceis acepcion de personas, cometeis pecado, y sois acusados de la
ley como rebeldes.
10 Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en uno,
es hecho culpado de todos.
11 Porque el que dijo: No cometeras adulterio, tambien ha dicho: No mataras.
Y si no hubieres cometido adulterio, y empero hubieres matado, ya eres hecho
trasgresor de la ley.
12 Asi hablad, y asi obrad como los que habeis de ser juzgados por la ley de
libertad.
13 Porque juicio sin misericordia [sera hecho] con aquel que no hiciere
misericordia: y la misericordia se gloria contra el juicio.
14 HERMANOS mios, ?que aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no tiene
las obras? ?podra la fe salvarle?
15 Y si el hermano, o la hermana estan desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada dia,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos, y hartaos, pero no
les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ?que les
aprovechara?
17 Asi tambien la fe, si no tuviere obras, es muerta en si misma.
18 Pero alguno dira: Tu tienes la fe, y yo tengo las obras: muestrame tu fe
sin tus obras; y yo te mostrare mi fe por mis obras.
19 Tu crees que Dios es uno: bien haces: tambien los demonios creen, y
tiemblan.
20 ?Mas, ioh hombre vano! quieres saber, que la fe sin las obras es muerta?
21 Abraham, nuestro padre, ?no fue justificado por las obras, cuando ofrecio
a su hijo Isaac sobre el altar?
22 ?No ves que la fe obro con sus obras, y que la fe fue perfecta por las
obras?
23 ?y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyo a Dios, y le
fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios?
24 Vosotros, pues, veis, que el hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe.
25 Semejantemente tambien Raab ramera, ?no fue justificada por obras, cuando
recibio los mensajeros, y los echo fuera por otro camino?
26 Porque como el cuerpo sin espiritu esta muerto, asi tambien la fe sin
obras es muerta.
CAPITULO 3
1 HERMANOS mios, no os hagais muchos maestros, sabiendo que recibiremos
mayor condenacion.
2 Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra,
este es varon perfecto, que tambien puede con freno gobernar todo el cuerpo.
3 He aqui, nosotros ponemos a los caballos frenos en las bocas para que nos
obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
4 He aqui tambien las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de
impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeno timon por donde quiera
que quisiere la gana del que gobierna.
5 Semejantemente tambien la lengua es un pequenito miembro, y se gloria de
grandes cosas. He aqui, un pequeno^ fuego, icuan grande bosque enciende!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Asi la lengua esta puesta
entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda
de nuestro nacimiento; y es inflamada del infierno.
7 Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de
pescados de la mar, se doma, y es domada de la naturaleza humana:
8 pero ningun hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser
refrenado, y esta llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres,
los cuales son hechos a la semejanza de Dios.
10 De una misma boca procede bendicion y maldicion. Hermanos mios, no
conviene que estas cosas sean asi hechas.
11 ?Echa alguna fuente por un mismo cano agua dulce y amarga?
12 Hermanos mios, ?puede la higuera producir aceitunas; o la vid, higos? Asi
ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
13 ?Quien es sabio, y avisado entre vosotros? muestre por buena conversacion
sus obras en mansedumbre de sabiduria.
14 Pero si teneis envidia amarga, y contencion en vuestros corazones: no os
glorieis, ni seais mentirosos contra la verdad:
15 porque esta sabiduria no es la que desciende de lo alto, pero es terrena,
animal, y diabolica.
16 Porque donde hay envidia y contencion, alli hay perturbacion, y toda obra
perversa.
17 Mas la sabiduria que es de lo alto, primeramente es pura, despues
pacifica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no
juzgadora, no fingida.
18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
CAPITULO 4
1 ?DE donde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aqui, [es a
saber,] de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros
miembros.
2 Codiciais, y no teneis: teneis envidia y odio, y no podeis alcanzar:
combatis y guerreais, y no teneis lo que deseais, porque no pedis.
3 Pedis, y no recibis: porque pedis mal, para gastar en vuestros deleites.
4 Adulteros y adulteras, ?no sabeis que la amistad del mundo es enemistad
con Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye
enemigo de Dios.
5 ?Pensais que la Escritura dice sin causa: El Espiritu que mora en
nosotros, codicia para envidia?
6 Mas el da mayor gracia. Por esto el dice: Dios resiste a los soberbios, y
da gracia a los humildes.
7 Sed pues sujetos a Dios: resistid al diablo, y huira de vosotros.
8 Llegaos a Dios, y el se llegara a vosotros. Pecadores, limpiad las manos:
Y [vosotros] de doblado animo, purificad los corazones.
9 Afligios, y lamentad, y llorad. Vuestra risa conviertase en lloro, y
vuestro gozo en tristeza.
10 Humillaos delante de la presencia del Senor, y el os ensalzara.
11 Hermanos, no murmureis los unos de los otros: el que murmura de su
hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga a la ley;
y si tu juzgas a la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.
12 Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ?quien eres tu que
juzgas a otro?
13 EA ahora, los que decis: Vamos hoy y manana a tal ciudad, y estaremos
alla un ano, y compraremos mercaderia, y ganaremos:
14 y no sabeis lo que sera manana. Porque, ?que es vuestra vida? Ciertamente
es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y despues se desvanece.
15 En lugar de lo cual deberiais decir: Si el Senor quisiere, y si
vivieremos, haremos esto o aquello.
16 Mas ahora triunfais en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala.
17 El pecado, pues, esta en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
CAPITULO 5
1 EA ya ahora, ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendran.
2 Vuestras riquezas estan podridas: vuestras ropas estan comidas de polilla.
3 Vuestro oro y plata estan corrompidos de orin, y su orin os sera en
testimonio, y comera del todo vuestras carnes como fuego: habeis allegado
tesoro para en los postreros dias.
4 He aqui, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, (el
cual por engano no les ha sido pagado de vosotros,) clama; y los clamores de
los que habian segado han entrado en las orejas del Senor de los ejercitos.
5 Habeis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habeis
recreado vuestros corazones como en el dia de sacrificios.
6 Habeis condenado y muerto al justo, y [el] no os resiste.
7 PUES, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Senor. Mirad que el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente,
hasta que reciba la lluvia temprana y tardia.
8 Sed pues tambien vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones:
porque la venida del Senor se acerca.
9 Hermanos, no gimais unos contra otros, porque no seais condenados: He
aqui, el juez esta delante de la puerta.
10 Hermanos mios, tomad por ejemplo de afliccion y de paciencia, a los
profetas que hablaron en nombre del Senor.
11 He aqui, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Vosotros habeis
oido la paciencia de Job, y habeis visto el fin del Senor, que el Senor es
muy misericordioso y piadoso.
12 Tambien, hermanos mios, ante todas cosas no jureis, ni por el cielo, ni
por la tierra, ni por otro cualquier juramento: mas vuestro Si, sea Si, y
[vuestro] No, No; porque no caigais en condenacion.
13 ?Esta alguno entre vosotros afligido? haga oracion. ?Esta alguno alegre
entre vosotros? cante.
14 ?Esta alguno enfermo entre vosotros? llame a los ancianos de la Iglesia,
y oren por el, ungiendole con aceite en el nombre del Senor:
15 y la oracion de fe hara salvo al enfermo, y el Senor le aliviara; y si
estuviere en pecados, le seran perdonados.
16 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros,
para que seais sanos: porque la oracion eficaz del justo, puede mucho.
17 Elias era hombre sujeto a semejantes pasiones que nosotros, y rogo con
oracion que no lloviese, y no llovio sobre la tierra tres anos, y seis meses:
18 y otra vez oro, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
19 Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le
convirtiere,
20 sepa que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su
camino, salvara una alma de muerte, y cubrira la multitud de los pecados.
EPISTOLA PRIMERA UNIVERSAL
DEL
APOSTOL SAN PEDRO.
CAPITULO 1
1 PEDRO, apostol de Jesu Cristo, a los extranjeros que estan esparcidos en
Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia:
2 elegidos segun la presciencia de Dios Padre, en santificacion del
Espiritu, para obedecer, y ser rociados con la sangre de Jesu Cristo: Gracia
y paz os sea multiplicada.
3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Senor Jesu Cristo, que segun su
grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurreccion
de Jesu Cristo de entre los muertos;
4 para la herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni
marchitarse, conservada en los cielos,
5 para vosotros, que sois guardados en la virtud de Dios por fe, para
alcanzar la salud que esta aparejada para ser manifestada en el postrimero
tiempo.
6 En lo cual vosotros os alegrais, estando al presente un poco de tiempo
afligidos en diversas tentaciones, si es necesario;
7 para que la prueba de vuestra fe, muy mas preciosa que el oro, (el cual
perece, mas empero es probado con fuego,) sea hallada en alabanza, gloria, y
honra, cuando Jesu Cristo fuere manifestado:
8 al cual no habiendo visto, le amais: en el cual creyendo, aunque al
presente no le veais, os alegrais con gozo inefable y glorificado;
9 ganando el fin de vuestra fe, [que es,] la salud de las almas.
10 De la cual salud los profetas, que profetizaron de la gracia que habia de
venir en vosotros, han inquirido, y diligentemente buscado:
11 escudrinando cuando, y en que punto de tiempo significaba el Espiritu de
Cristo que estaba en ellos: el cual antes anunciaba las aflicciones que
habian de venir a Cristo, y las glorias despues de ellas:
12 a los cuales fue revelado, que no para si mismos, sino para nosotros
administraban las cosas, que ahora os son anunciadas de los que os han
predicado el Evangelio, por el Espiritu Santo enviado del cielo; en las
cuales desean mirar los angeles.
13 Por lo cual teniendo los lomos de vuestro entendimiento cenidos, con
templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada, cuando
Jesu Cristo os es manifestado:
14 como hijos obedientes, no conformandoos con los deseos que antes teniais
estando en vuestra ignorancia:
15 mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente tambien
vosotros sed santos en toda conversacion:
16 porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo.
17 Y si invocais por Padre a aquel que sin acepcion de personas juzga segun
la obra de cada uno; conversad en temor todo el tiempo de vuestra habitacion:
18 sabiendo que habeis sido rescatados de vuestra vana conversacion, la cual
recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, [como] oro o
plata:
19 mas con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha, y
sin contaminacion:
20 ya ordenado de antes de la fundacion del mundo, pero manifestado en los
postrimeros tiempos por amor de vosotros,
21 que por el creeis a Dios, el cual le resucito de los muertos, y le ha
dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios:
22 habiendo purificado nuestras almas en la obediencia de la verdad por el
Espiritu, en caridad hermanable, sin fingimiento amaos unos a otros
entranablemente de corazon puro:
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible por
la palabra del Dios viviente, y que permanece para siempre.
24 Porque toda carne es como la yerba, y toda la gloria del hombre como la
flor de la yerba: la yerba se seco, y la flor se cayo:
25 mas la palabra del Senor permanece perpetuamente: y esta es la palabra
que por el Evangelio os ha sido anunciada.
CAPITULO 2
1 HABIENDO pues dejado toda malicia, y todo engano, y fingimientos, y
envidias, y todas murmuraciones,
2 desead, como ninos recien nacidos, la leche racional, y sin engano, para
que por ella crezcais en salud:
3 si empero habeis gustado que el Senor es benigno.
4 Al cual allegandoos, que es la piedra viva, reprobada cierto de los
hombres, empero elegida, y preciosa acerca de Dios,
5 vosotros tambien, como piedras vivas, [sed] edificados una casa
espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales,
agradables a Dios por Jesu Cristo.
6 Por lo cual tambien contiene la Escritura: He aqui, pongo en Sion la
principal piedra de la esquina, escogida, preciosa: y el que creyere en ella
no sera confundido.
7 Ella es pues honor a vosotros que creeis: mas para los que no creen, la
piedra que los edificadores reprobaron, esta fue hecha la cabeza de la
esquina,
8 y piedra de tropiezo, y piedra de escandalo a aquellos que tropiezan en la
palabra, y no creen en aquello para lo cual fueron ordenados.
9 Mas vosotros sois el linaje elegido, el real sacerdocio, gente santa,
pueblo ganado, para que anuncieis las virtudes de aquel que os ha llamado de
las tinieblas a su luz admirable:
10 vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo
de Dios, que en el tiempo pasado no habiais alcanzado misericordia, mas ahora
habeis ya alcanzado misericordia.
11 AMADOS, yo os ruego, como a extranjeros y caminantes, os abstengais de
los deseos carnales, que batallan contra el alma,
12 y tengais vuestra conversacion honesta entre los Gentiles: para que en lo
que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el
dia de la visitacion, estimandoos por las buenas obras.
13 Sed pues sujetos a toda ordenacion humana por Dios: ahora sea a rey, como
a superior:
14 ahora a los gobernadores, como del enviados, para venganza de los
malhechores, y para loor de los que hacen bien.
15 Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo bien, hagais callar la
ignorancia de los hombres vanos:
16 como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cubierta de
malicia, sino como siervos de Dios.
17 Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
18 Siervos, sed sujetos con todo temor a vuestros senores, no solamente a
los buenos y humanos, mas aun tambien a los rigurosos.
19 Porque esto es agradable, si alguno a causa de la conciencia, [que tiene]
delante de Dios, sufre molestias, padeciendo injustamente.
20 Porque ?que gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufris?
mas si haciendo bien, sois afligidos, y lo sufris, esto es cierto agradable
delante de Dios.
21 Porque para esto sois llamados, pues que tambien Cristo padecio por
nosotros, dejandonos ejemplo, para que vosotros sigais sus pisadas.
22 El cual no hizo pecado, ni fue hallado engano en su boca:
23 el cual maldiciendole, no tornaba a maldecir; y cuando padecia, no
amenazaba^: sino remitia [la causa] al que juzga justamente.
24 El cual mismo llevo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para
que nosotros siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Por la
herida del cual habeis sido sanados.
26 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas: mas ahora sois ya
convertidos al pastor, y obispo de vuestras almas.
CAPITULO 3
1 SEMEJANTEMENTE, [vosotras] mujeres, sed sujetas a vuestros maridos: para
que tambien los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la
conversacion de sus mujeres:
2 considerando vuestra casta conversacion, que es en temor.
3 La compostura de las cuales, no sea exterior con encrespamiento de
cabellos, y atavio de oro, ni en composicion de ropas:
4 mas el hombre del corazon que esta encubierto sea sin toda corrupcion, y
de espiritu agradable, y pacifico, lo cual es de grande estima delante de
Dios.
5 Porque asi tambien se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas
mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos:
6 como Sara obedecia a Abraham, llamandole senor: de la cual vosotros sois
hechas hijas, haciendo bien, y no sois espantadas de ningun pavor.
7 Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas segun ciencia, dando
honor a la mujer, como a vaso mas fragil, y como a herederas juntamente de la
gracia de vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
8 Y finalmente sed todos de un consentimiento, de una afeccion, amandoos
hermanablemente, misericordiosos, amigables,
9 no volviendo mal por mal, ni maldicion por maldicion, sino antes por el
contrario, bendiciendo: sabiendo que vosotros sois llamados a que poseais en
herencia bendicion.
10 Porque el que quiere amar la vida, y ver los dias buenos, refrene su
lengua de mal, y sus labios no hablen engano:
11 apartese del mal, y haga bien: busque la paz, y sigala.
12 Porque los ojos del Senor [estan] sobre los justos, y sus orejas
[atentas] a sus oraciones: el rostro del Senor [esta] sobre aquellos que
hacen mal.
13 ?Y quien es aquel que os podra empecer, si vosotros seguis el bien?
14 Mas tambien si alguna cosa padeceis por hacer bien, sois bienaventurados.
Por tanto no temais por el temor de aquellos, y no seais turbados:
15 pero santificad al Senor Dios en vuestros corazones; y [estad] siempre
aparejados para responder a cada uno que os demanda razon de la esperanza que
esta en vosotros;
16 y esto con mansedumbre y reverencia; teniendo buena conciencia, para que
en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que
blasfeman vuestra buena conversacion en Cristo.
17 Porque mejor es que padezcais haciendo bien, si la voluntad de Dios asi
lo quiere, que no haciendo mal.
18 Porque tambien Cristo padecio una vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, mortificado a la verdad en la carne, pero
vivificado en espiritu.
19 En el cual tambien fue, y predico a los espiritus que estaban en carcel:
20 los cuales en el tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez se
esperaba la paciencia de Dios, en los dias de Noe, cuando se aparejaba el
arca, en la cual pocos, es a saber, ocho personas, fueron salvas por agua.
21 A la figura de la cual el bautismo, que ahora corresponde, nos salva, (no
quitando las inmundicias de la carne, mas dando testimonio de buena
conciencia delante de Dios,) por la resurreccion de Jesu Cristo:
22 el cual esta a la diestra de Dios, siendo subido al cielo: a quien estan
sujetos los angeles, y las potestades, y virtudes.
CAPITULO 4
1 PUES que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros tambien
estad armadas del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, ceso
de pecado:
2 para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias
de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
3 Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho
la voluntad de los Gentiles cuando conversabamos en disoluciones, en
concupiscencias, en embriagueces, en glotonerias, en beberes, y en
abominables idolatrias.
4 Y esto parece cosa extrana a los que os vituperan, que vosotros no corrais
con ellos en el mismo desenfrenamiento de disolucion:
5 los cuales daran cuenta al que esta aparejado para juzgar los vivos y los
muertos.
6 Porque por esto tambien ha sido predicado el Evangelio a los muertos: para
que sean juzgados en carne segun los hombres, y vivan en espiritu segun Dios.
7 Mas el fin de todas las cosas se acerca. Sed pues templados, y velad en
oracion.
8 Y sobre todo tened entre vosotros ferviente caridad: porque la caridad
cubrira la multitud de pecados.
9 Hospedaos amorosamente los unos a los otros sin murmuraciones.
10 Cada uno segun el don que ha recibido, administrelo a los otros, como
buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
11 Si alguno habla, [hable] conforme a las palabras de Dios: si alguno
ministra, [ministre] conforme a la virtud que Dios administra: para que en
todas cosas sea Dios glorificado por Jesu Cristo, al cual es gloria, e
imperio para siempre jamas. Amen.
12 CARISIMOS, no os maravilleis cuando sois examinados por fuego, lo cual se
hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese:
13 mas antes, en que sois participantes de las aflicciones de Cristo,
gozaos: para que tambien en la revelacion de su gloria os goceis en triunfo.
14 Si sois vituperados en nombre de Cristo, sois bienaventurados: porque la
gloria, y el Espiritu de Dios reposa sobre vosotros. Cierto segun ellos el es
blasfemado, mas segun vosotros es glorificado.
15 Asi que no sea ninguno de vosotros afligido como homicida, o ladron, o
malhechor, o codicioso de los bienes ajenos.
16 Pero si alguno es afligido como cristiano, no se avergueence, antes
glorifique a Dios en esta parte.
17 Porque tambien ya es tiempo que el juicio comience de la casa de Dios; y
si primero [comienza] de nosotros, ?que fin sera el de aquellos que no
obedecen al Evangelio de Dios?
13 Y si el justo es dificultosamente salvo, ?adonde parecera el infiel, y el
pecador?
19 Y por eso, los que son afligidos segun la voluntad de Dios, le
encomienden sus almas, como a fiel poseedor, haciendo bien.
CAPITULO 5
1 YO ruego a los ancianos que estan entre vosotros, (yo anciano tambien con
ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy tambien participante
de la gloria que ha de ser revelada:)
2 apacentad la manada de Cristo cuanto en vosotros es, teniendo cuidado de
ella, no por fuerza, mas voluntariamente: no por ganancia deshonesta, sino de
un animo pronto;
3 y no como teniendo senorio sobre las herencias del Senor, sino de tal
manera que seais dechados de la manada.
4 Y cuando apareciere el gran Principe de los pastores, vosotros recibireis
la corona incorruptible de gloria.
5 Semejantemente los mancebos, sed sujetos a los ancianos, de tal manera que
seais todos sujetos uno a otro. Vestios de humildad de animo: porque Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
6 Humillaos pues debajo de la poderosa mano de Dios, para que el os ensalce
cuando fuere tiempo:
7 echando toda vuestra solicitud en el: porque el tiene cuidado de vosotros.
8 Sed templados, y velad: porque vuestro adversario el diablo anda como leon
bramando en rededor de vosotros, buscando alguno que trague:
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han
de ser cumplidas en la compania de nuestros hermanos que estan en el mundo.
10 Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por
Jesu Cristo, despues que hubiereis un poco de tiempo padecido, el mismo os
perfeccione, confirme, corrobore, y establezca:
11 a el sea gloria, e imperio para siempre. Amen.
12 Por Silvano que os es, segun yo pienso, hermano fiel, os he escrito
brevemente, amonestandoos, y testificandoos, que esta es la verdadera gracia
de Dios, en la cual estais.
13 La Iglesia que esta en Babilonia, juntamente elegida con vosotros, se os
encomienda, y Marcos mi hijo.
14 Saludaos unos a otros con beso de caridad. Paz sea con todos vosotros,
los que estais en Jesu Cristo. Amen.
EPISTOLA SEGUNDA UNIVERSAL
DEL
APOSTOL SAN PEDRO.
CAPITULO 1
1 SIMON Pedro, siervo y Apostol de Jesu Cristo, a los que habeis alcanzado
fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador
Jesu Cristo:
2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios, y de
nuestro Senor Jesus:
3 como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, nos sean
dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado
por su gloria y virtud,
4 por las cuales nos son dadas preciosas y grandisimas promesas: para que
por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo
huido de la corrupcion que esta en el mundo por concupiscencia.
5 Vosotros tambien, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en
vuestra fe virtud; y en la virtud ciencia;
6 y en la ciencia templanza; y en la templanza paciencia; y en la paciencia
temor de Dios;
7 y en el temor de Dios amor hermanable; y en el amor hermanable caridad.
8 Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejaran estar
ociosos, ni esteriles en el conocimiento de nuestro Senor Jesu Cristo.
9 Empero el que no tiene estas cosas es ciego, y anda tentando el camino con
la mano, estando olvidado de la purgacion de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto mas trabajad de hacer firme vuestra vocacion
y eleccion: porque haciendo estas cosas, no caereis jamas.
11 Porque de esta manera os sera abundantemente administrada la entrada en
el reino eterno de nuestro Senor y Salvador Jesu Cristo.
12 Por esto yo no dejare siempre de amonestaros de estas cosas, aunque
vosotros las sepais, y esteis confirmados en la verdad presente.
13 Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernaculo, de
incitaros con amonestacion:
14 sabiendo que brevemente tengo de dejar este mi tabernaculo, como nuestro
Senor Jesu Cristo me ha declarado.
15 Tambien yo procurare siempre con diligencia, que despues de mi
fallecimiento vosotros podais tener memoria de estas cosas.
16 Porque nosotros no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de
nuestro Senor Jesu Cristo, siguiendo fabulas por arte compuestas; sino como
habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad.
17 Porque el habia recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz
fue a el enviada de la magnifica gloria: Este es el amado Hijo mio, en el
cual yo me he agradado.
18 Y nosotros oimos esta voz enviada del cielo, cuando estabamos juntamente
con el en el monte santo.
19 Tenemos tambien la palabra de los profetas mas firme: a la cual haceis
bien de estar atentos como a una candela que alumbra en lugar oscuro, hasta
que el dia esclarezca, y el lucero de la manana salga en vuestros corazones:
20 entendiendo primero esto, que ninguna profecia de la Escritura es de
particular interpretacion.
21 Porque la profecia no fue en los tiempos pasados traida por voluntad
humana: mas los hombres santos de Dios hablaron, siendo inspirados del
Espiritu Santo.
CAPITULO 2
1 EMPERO hubo tambien falsos profetas en el pueblo, como habra entre
vosotros falsos doctores, que introduciran encubiertamente sectas de
perdicion, y negaran al Senor que los rescato, trayendo sobre si mismos
acelerada perdicion.
2 Y muchos seguiran sus perdiciones: por los cuales el camino de la verdad
sera blasfemado;
3 y por avaricia haran mercaderia de vosotros con palabras fingidas: sobre
los cuales la condenacion ya de largo tiempo no se tarda, y su perdicion no
se duerme.
4 Porque ?como [escaparan ellos]? si Dios no perdono a los angeles que
habian pecado, mas antes habiendolos despenado en el infierno con cadenas de
oscuridad, los entrego para ser reservados al juicio:
5 y si no perdono al mundo viejo, mas antes guardo a Noe, octavo pregonero
de justicia, y trajo el diluvio al mundo de malvados:
6 y si condeno por destruccion las ciudades de Sodoma, y de Gomorrha,
tornandolas en ceniza, y poniendolas por ejemplo a los que habian de vivir
sin temor y reverencia de Dios;
7 y libro al justo Lot, afligido de la nefanda conversacion de aquellos
abominables:
8 (porque este justo de vista y de oidos, morando entre ellos, afligia cada
dia su alma justa con los hechos de aquellos injustos:)
9 sabe el Senor librar de tentacion a los pios, y reservar a los injustos
para ser atormentados en el dia del juicio:
10 y principalmente aquellos, que siguiendo la carne, andan en
concupiscencia de inmundicia, y menosprecian la potestad, atrevidos,
contumaces, que no temen decir mal de las potestades superiores:
11 como quiera que los mismos angeles, que son mayores en fuerza y en
potencia, no pronuncian juicio de maldicion, contra ellas delante del Senor.
12 Mas estos diciendo mal de las cosas que no entienden, como bestias
brutas, que naturalmente son hechas para presa y destruccion, pereceran en su
perdicion,
13 recibiendo el galardon de su injusticia, reputando por deleite poder
gozar de deleites cada dia: estos son suciedades y manchas, los cuales
comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus errores:
14 teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar: cebando
las almas inconstantes, teniendo el corazon ejercitado en codicias, siendo
hijos de maldicion:
15 que dejando el camino derecho han errado, habiendo seguido el camino de
Balaam, [hijo] de Bosor, el cual amo el premio de la maldad:
16 y fue reprendido de su maldad: un animal mudo, (sobre que iba sentado,)
acostumbrado a yugo, hablando en voz de hombre refreno la locura del profeta.
17 Estos son fuentes sin agua, y nubes traidas de torbellino de viento; para
los cuales esta guardada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
18 Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las
concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habian
huido de los que conversan en error:
19 prometiendoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupcion.
Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que le
vencio.
20 Ciertamente si habiendose ellos apartado de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Senor y Salvador Jesu Cristo, y otra vez
envolviendose en ellas, son vencidos, sus postrimerias les son hechas peores
que los principios.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia,
que despues de haberlo conocido, tornarse atras del santo mandamiento que les
fue dado.
22 Pero les ha acontecido lo que por un verdadero proverbio se suele decir:
El perro es vuelto a su vomito, y la puerca lavada [es tornada] al
revolcadero del cieno.
CAPITULO 3
1 CARISIMOS, yo os escribo ahora esta segunda carta, por la cual despierto
con exhortacion vuestro limpio entendimiento:
2 para que tengais memoria de las palabras que antes han sido dichas de los
santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apostoles del Senor y
Salvador:
3 sabiendo primero esto, que en los postrimeros dias vendran burladores,
andando segun sus propias concupiscencias,
4 y diciendo: ?Adonde esta la promesa de su advenimiento? Porque desde el
dia en que los padres durmieron, todas las cosas perseveran asi como desde el
principio de la creacion.
5 Cierto ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron en el tiempo
antiguo, y la tierra que por agua y en agua esta asentada por la palabra de
Dios:
6 por lo cual el mundo de entonces perecio anegado por agua.
7 Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma
palabra, guardados para el fuego en el dia del juicio, y de la perdicion de
los hombres impios.
8 Mas ioh amados! no ignoreis una cosa, [y es,] que un dia delante del Senor
es como mil anos, y mil anos son como un dia.
9 El Senor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza: empero
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos sean recibidos a penitencia.
10 Mas el dia del Senor vendra como ladron en la noche, en el cual los
cielos pasaran con grande estruendo, y los elementos ardiendo seran
deshechos, y la tierra, y las obras que en ella estan, seran quemadas.
11 Pues como [sea asi] que todas estas cosas han de ser deshechas, ?que
tales conviene que vosotros seais en santas y pias conversaciones.
12 esperando, y apresurandoos para el advenimiento del dia de Dios, en el
cual los cielos siendo encendidos, seran deshechos, y los elementos siendo
abrasados, se fundiran?
13 Pero esperamos cielos nuevos, y tierra nueva, segun sus promesas, en los
cuales mora la justicia.
14 Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con
diligencia que [seais] de el hallados sin macula, y sin reprension en paz.
15 Y tened por salud la paciencia de nuestro Senor, como tambien nuestro
amado hermano Pablo, segun la sabiduria que le ha sido dada, os ha escrito
tambien:
16 casi en todas sus epistolas hablando de estas cosas; entre las cuales hay
algunas dificiles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes
tuercen, como tambien las otras Escrituras, para perdicion de si mismos.
17 Asi que vosotros ioh amados! pues estais amonestados , guardaos que por
el error de los abominables no seais juntamente con los otros enganados, y
caigais de vuestra firmeza.
18 Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Senor y Salvador Jesu
Cristo. A el sea gloria ahora, y hasta el dia de la eternidad. Amen.
EPISTOLA PRIMERA UNIVERSAL
DEL
APOSTOL SAN JUAN.
CAPITULO 1
1 LO que era desde el principio, lo que hemos oido, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos mirado, y nuestras manos han tocado, de la
Palabra de vida:
2 (porque la vida es manifestada; y tambien la vimos, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido;)
3 lo que hemos visto y oido, eso os anunciamos, para que tambien vosotros
tengais comunion con nosotros, y que nuestra comunion [sea] con el Padre, y
con su Hijo Jesu Cristo.
4 Y estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
5 Y esta es la promesa que oimos de el mismo, y os la anunciamos: Que Dios
es luz, y no hay ningunas tinieblas en el.
6 Si nosotros dijeremos que tenemos compania con el, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no hacemos la verdad.
7 Mas si andamos en luz, como el esta en luz, tenemos comunion entre
nosotros, y la sangre de Jesu Cristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
8 Si dijeremos que no tenemos pecado, enganamonos a nosotros mismos, y no
hay verdad en nosotros.
9 Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para que nos perdone
nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.
10 Si dijeremos que no hemos pecado, le hacemos a el mentiroso, y su palabra
no esta en nosotros.
CAPITULO 2
1 HIJITOS mios, estas cosas os escribo, para que no pequeis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos delante del Padre, a Jesu Cristo justo.
2 Y este es la aplacacion por nuestros pecados; y no solamente por los
nuestros, mas tambien por los de todo el mundo.
3 Y por esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus
mandamientos.
4 El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y no hay verdad en el.
5 Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios esta verdaderamente
perfecta en el: por esto sabemos que estamos en el.
6 El que dice que esta en el, debe andar como el anduvo.
7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo,
que habeis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra
que habeis oido desde el principio.
3 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en el, y en
vosotros: porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.
9 El que dice que esta en luz, y aborrece a su hermano, el tal aun esta en
tinieblas todavia.
10 El que ama a su hermano, esta en luz, y no hay tropiezo en el.
11 Mas el que aborrece a su hermano, esta en tinieblas, y anda en tinieblas,
y no sabe donde se va: porque las tinieblas le han cegado los ojos.
12 Hijitos, os escribo que vuestros pecados os son perdonados por su nombre.
13 Padres, os escribo que habeis conocido a aquel que [es] desde el
principio. Mancebos, os escribo que habeis vencido al maligno. Hijitos, os
escribo que habeis conocido al Padre.
14 Padres os he escrito que habeis conocido al que [es] desde el principio.
Mancebos, yo os escribi que sois fuertes, y que la palabra de Dios mora en
vosotros, y que habeis vencido al maligno.
15 No ameis al mundo, ni las cosas que estan en el mundo. Si alguno ama al
mundo, la caridad del Padre no esta en el.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, [que es] concupiscencia de carne, y
concupiscencia de ojos, y soberbia de vida, no es del Padre, mas es del
mundo.
17 Y el mundo se pasa, y su concupiscencia: mas el que hace la voluntad de
Dios, permanece para siempre.
18 Hijitos, ya es la postrera hora: y como vosotros habeis oido que el
anticristo ha de venir, asi tambien al presente han comenzado a ser muchos
anticristos , por lo cual sabemos que ya es el postrimero tiempo.
19 Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros: porque si fuesen de
nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros: pero [esto es] para que
se manifestase que todos no son de nosotros.
20 Mas vosotros teneis la uncion del Santo, y conoceis todas las cosas.
21 No os he escrito, como si ignoraseis la verdad, mas como a los que la
conoceis, y porque ninguna mentira es de la verdad.
22 ?Quien es mentiroso, sino el que niega que Jesus es el Mesias? Este es
anticristo que niega al Padre, y al Hijo.
23 Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera
que confiesa al Hijo, tiene tambien al Padre.
94 Pues lo que habeis oido desde el principio sea permanente en vosotros:
porque si lo que habeis oido desde el principio fuere permanente en vosotros,
tambien vosotros permanecereis en el Hijo, y en el Padre.
25 Y esta es la promesa, la cual el nos prometio, [que es] vida eterna.
26 Esto he escrito de los que os enganan.
27 Y la uncion que vosotros habeis recibido de el, mora en vosotros; y no
teneis necesidad que ninguno os ensene: mas como la uncion misma os ensena en
todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, asi como os ha ensenado,
perseverad en el .
28 Y ahora, hijitos, perseverad en el: para que cuando apareciere, tengamos
confianza, y no seamos confundidos por el en su venida.
29 Si sabeis que el es justo, sabed tambien que cualquiera que hace
justicia, es nacido de el.
CAPITULO 3
1 MIRAD cual caridad nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de
Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a el.
2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que
hemos de ser: pero sabemos que cuando el apareciere, seremos semejantes a el:
porque le veremos como el es.
3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en el se purifica, como el tambien
es limpio.
4 Cualquiera que hace pecado, traspasa tambien la ley; y el pecado es
trasgresion de la ley.
5 Y sabeis que el aparecio para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en
el.
6 Cualquiera que permanece en el, no peca: cualquiera que peca, no le ha
visto, y no le ha conocido.
7 Hijitos, ninguno os engane: el que hace justicia es justo, como el tambien
es justo.
8 El que hace pecado, es del diablo: porque el diablo peca desde el
principio. Para esto aparecio el Hijo de Dios, para que deshaga las obras del
diablo.
9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado; porque su simiente esta
en el; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
10 En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo:
cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
11 Porque esta es la predicacion que habeis oido desde el principio, que nos
amemos unos a otros:
12 no como Cain, que era del maligno, y mato a su hermano. ?Y por que causa
le mato? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran justas.
13 Hermanos mios, no os maravilleis si el mundo os aborrece.
14 Nosotros sabemos que somos pasados de muerte a vida, en que amamos a los
hermanos. El que no ama a su hermano, esta en muerte.
15 Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida: y sabeis que ningun
homicida tiene vida eterna permaneciente en si.
16 En esto hemos conocido la caridad, en que el puso su vida por nosotros:
tambien nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener
necesidad, y le cerrare sus entranas, ?como esta la caridad de Dios en el?
18 Hijitos mios, no amemos de palabra, ni de lengua; sino de obra y de
verdad:
19 y en esto conocemos que nosotros somos de la verdad, y tenemos nuestros
corazones certificados delante de el.
20 Y si nuestro corazon nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazon, y
conoce todas las cosas.
21 Carisimos, si nuestro corazon no nos reprende, confianza tenemos en Dios:
22 y cualquiera cosa que pidieremos, la recibiremos de el: porque guardamos
sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de el.
23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesu
Cristo, y nos amemos unos a otros, como nos lo ha mandado.
24 Y el que guarda sus mandamientos, esta en el, y el en el. Y en esto
sabemos que el esta en nosotros, por el Espiritu que nos ha dado.
CAPITULO 4
1 AMADOS, no creais a todo espiritu; sino probad los espiritus si son de
Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
2 En esto se conoce el Espiritu de Dios: Todo espiritu que confiesa que Jesu
Cristo es venido en carne, es de Dios:
3 y todo espiritu que no confiesa que Jesu Cristo es venido en carne, no es
de Dios: y este tal espiritu es espiritu del anticristo, del cual vosotros
habeis oido que ha de venir, y que ahora ya esta en el mundo.
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habeis vencido: porque el que en
vosotros esta, es mayor que el que esta en el mundo.
5 Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
6 Nosotros somos de Dios: el que conoce a Dios, nos oye: el que no es de
Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espiritu de verdad, y el espiritu de
error.
7 Carisimos, amemonos unos a otros: porque la caridad es de Dios. Cualquiera
que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no conoce a Dios: porque Dios es caridad.
9 En esto se mostro la caridad de Dios en nosotros, en que Dios envio su
Hijo unigenito al mundo, para que vivamos por el.
10 En esto consiste la caridad, no porque nosotros hayamos amado a Dios, mas
porque el nos amo a nosotros, y ha enviado a su Hijo para ser aplacacion por
nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha asi amado, debemos tambien nosotros amarnos unos a
otros.
12 Ninguno vio jamas a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios esta en
nosotros, y su caridad es perfecta en nosotros.
13 En esto conocemos que estamos en el, y el en nosotros, en que nos ha dado
de su Espiritu.
14 Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo
para ser Salvador del mundo.
15 Cualquiera que confesare que Jesus es el Hijo de Dios, Dios esta en el, y
el en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido, y creido la caridad que Dios tiene por
nosotros. Dios es caridad; y el que esta en caridad esta en Dios, y Dios en
el.
17 En esto es perfecta la caridad con nosotros, para que tengamos confianza
en el dia del juicio, pues cual el es, tales somos nosotros en este mundo.
18 En la caridad no hay temor: mas la caridad perfecta echa fuera el temor:
porque el temor tiene pena: de donde el que teme, no esta perfecto en la
caridad.
19 Nosotros le amamos a el, porque el primero nos amo.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.
Porque el que no ama a su hermano, al cual ha visto, ?como puede amar a Dios,
que no ha visto?
21 Y nosotros tenemos este mandamiento de el: Que el que ama a Dios, ame
tambien a su hermano.
CAPITULO 5
1 TODO aquel que cree que Jesus es el Cristo, es nacido de Dios: y
cualquiera que ama al que
ha engendrado, ama tambien al que es nacido de el.
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y
guardamos sus mandamientos.
3 Porque esta es la caridad de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son graves.
4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la
victoria que vence al mundo, [es a saber,] nuestra fe.
5 ?Quien es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesus es el Hijo de
Dios?
6 Este es Jesu Cristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente,
sino por agua y sangre. Y el Espiritu es el que da testimonio: porque el
Espiritu es la verdad.
7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, la Palabra,
y el Espiritu Santo; y estos tres son uno.
8 Tambien son tres los que dan testimonio en la tierra, el Espiritu, el
agua, y la sangre, y estos tres son uno.
9 Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor:
porque este es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.
10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene testimonio en si mismo. El que no
cree a Dios, ha hecho mentiroso a Dios: porque no ha creido en el testimonio
que Dios ha testificado de su Hijo.
11 Y este es el testimonio, [es a saber,] que Dios nos ha dado vida eterna,
y esta vida esta en su Hijo.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no
tiene vida.
13 YO he escrito estas cosas a vosotros que creeis en el nombre del Hijo de
Dios; para que sepais que teneis vida eterna, y para que creais en el nombre
del Hijo de Dios.
14 Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si demandaremos alguna
cosa conforme a su voluntad, el nos oye.
15 Y si sabemos que el nos oye en cualquiera cosa que demandaremos, tambien
sabemos que tenemos las peticiones que le hemos demandado.
16 Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, demandara
[a Dios,] y el le dara vida; [digo] a los que pecan no de muerte. Hay pecado
de muerte: por el cual yo no digo que ruegue.
17 Toda maldad es pecado: mas hay pecado que no es de muerte.
18 Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca: mas el que es
engendrado de Dios, se guarda a si mismo, y el maligno no le toca.
19 Sabido tenemos que somos de Dios, y todo el mundo esta puesto en maldad:
20 empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado
entendimiento, para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero,
en su Hijo Jesu Cristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
21 Hijitos, guardaos de los idolos. Amen.
EPISTOLA SEGUNDA
DEL
APOSTOL SAN JUAN.
1 EL anciano a la senora elegida, y a sus hijos, a los cuales yo amo en
verdad; y no solo yo, pero tambien todos los que han conocido la verdad:
2 por la verdad que esta en nosotros, y sera perpetuamente con nosotros:
3 Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Senor Jesu Cristo, Hijo
del Padre, en verdad y caridad, sea con vosotros.
4 Me he gozado mucho, porque he hallado de tus hijos que andan en la verdad,
como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre .
5 Y al presente, senora, yo te ruego, (no como escribiendote nuevo
mandamiento, mas aquel que nosotros hemos tenido desde el principio,) que nos
amemos unos a otros.
6 Y esta es la caridad, que andemos segun su mandamiento: y el mandamiento
es, como vosotros habeis oido desde el principio, que andeis en el.
7 Porque muchos enganadores son entrados en el mundo, los cuales no
confiesan Jesu Cristo ser venido en carne. Este tal es enganador, y
anticristo.
8 Mirad por vosotros mismos, porque no perdamos las cosas que hemos obrado,
mas recibamos el galardon cumplido.
9 Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no
tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al
Padre, y al Hijo.
10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibais en
vuestra casa, ni aun le saludeis.
11 Porque el que le saluda, comunica con sus malas obras.
12 Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no las he querido escribir por
papel y tinta: mas yo espero ir a vosotros, y hablar cara a cara con
vosotros, para que nuestro gozo sea cumplido.
13 los hijos de tu hermana elegida te saludan. Amen.
EPISTOLA TERCERA
DEL
APOSTOL SAN JUAN.
1 EL anciano al muy amado Gayo, al cual yo amo en verdad.
2 MI amado, yo deseo que tu seas prosperado en todas cosas, y que tengas
salud, asi como tu alma esta en prosperidad.
3 Ciertamente me goce mucho, cuando vinieron los hermanos, y dieron
testimonio de tu verdad; como tu andas en la verdad.
4 Yo no tengo mayor gozo que estas cosas, y es de oir que mis hijos andan en
la verdad.
5 Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los
extranjeros;
6 los cuales han dado testimonio de tu caridad en presencia de la Iglesia: a
los cuales si ayudares como conviene segun Dios, haras bien.
7 Porque ellos por su nombre han partido, no tomando nada de los Gentiles.
8 Nosotros, pues, debemos recibir a los que son tales, para que seamos
coadjutores de la verdad.
9 Yo he escrito a la Iglesia: mas Diotrephes, que ama tener el primado entre
ellos, no nos recibe.
10 Por esta causa si yo viniere, dare a entender las obras que hace, como
parla con palabras maliciosas contra nosotros; y ni aun contento con estas
cosas, no solo no recibe a los hermanos, pero aun prohibe a los que los
quieren recibir, y los echa de la Iglesia.
11 Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien,
es de Dios: mas el que hace mal, no ha visto a Dios.
12 Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; pero tambien
nosotros damos testimonio, y vosotros habeis conocido que nuestro testimonio
es verdadero.
13 Yo tenia muchas cosas que escribirte; empero no quiero escribirte con
tinta y pluma.
14 Porque espero de verte en breve, y hablaremos cara a cara.
16 Paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tu a los amigos por
nombre.
EPISTOLA UNIVERSAL
DEL
APOSTOL SAN JUDAS.
1 JUDAS, siervo de Jesu Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados,
santificados en Dios Padre, y conservados en Jesu Cristo:
2 Misericordia, y paz, y caridad os sea multiplicada.
3 Amados, por la gran solicitud que tenia de escribiros de la comun salud,
me ha sido necesario escribiros, amonestandoos que os esforceis a perseverar
en la fe que ha sido una vez dada a los santos.
4 Porque algunos hombres han encubiertamente entrado sin temor ni reverencia
de Dios: los cuales desde antes habian estado ordenados para esta
condenacion, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolucion, y negando
a Dios, que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Senor Jesu Cristo.
5 Quiero, pues, amonestaros que alguna vez habeis sabido esto, que el Senor
habiendo salvado al pueblo de Egipto, despues destruyo a los que no creian:
6 y que a los angeles que no guardaron su origen, mas dejaron su habitacion,
los ha reservado debajo de oscuridad, en prisiones eternas, hasta el juicio
de aquel gran dia.
7 Como Sodoma y Gomorrha, y las ciudades comarcanas, las cuales de la misma
manera que ellos hablan fornicado, y habian seguido desenfrenadamente la
carne extrana, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido el juicio del
fuego eterno.
8 Y semejantemente tambien, estos adormecidos ensucian su carne, y
menosprecian la potestad, y vituperan las potestades superiores.
9 Pues cuando el arcangel Michael contendia con el diablo, disputando sobre
el cuerpo de Moises, no se atrevio a usar de juicio de maldicion contra el,
antes le dijo: El Senor te reprenda.
10 Mas estos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente
conocen, se corrompen en ellas como bestias brutas.
11 iAy de ellos! porque han seguido el camino de Cain, y han venido a parar
en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradiccion de Core.
12 Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente,
apacentandose a si mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son
llevadas de aca para alla de los vientos: arboles marchitos como en otono,
sin fruto, dos veces muertos, y desarraigados:
13 fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones: estrellas
erraticas, a los cuales es reservada eternamente la oscuridad de las
tinieblas.
14 De los cuales tambien profetizo Enoc, que fue el septimo despues de Adam,
diciendo: He aqui, el Senor es venido con sus santos millares;
15 a hacer juicio contra todos, y a convencer a todos los impios de entre
ellos de todas sus malas obras, que han hecho infielmente, y de todas las
[palabras] duras, que los pecadores infieles han hablado contra el.
16 Estos son murmuradores querellosos, andando segun sus deseos, y su boca
habla cosas soberbias, teniendo en admiracion las personas por causa del
provecho.
17 Mas vosotros amados, tened memoria de las palabras que de antes han sido
dichas de los apostoles de nuestro Senor Jesu Cristo;
18 como os decian, que en el postrer tiempo habria burladores, que andarian
segun sus malvados deseos.
19 Estos son los que hacen divisiones, sensuales, no teniendo el Espiritu.
20 Mas vosotros ioh amados! edificaos a vosotros mismos sobre vuestra
santisima fe, orando por Espiritu Santo.
21 Conservaos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la
misericordia de nuestro Senor Jesu Cristo, para vida eterna.
22 Y recibid a los unos en piedad, discerniendo:
23 y haced salvos a los otros por temor, arrebatandolos del fuego: mas con
esto aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de
carne.
24 A AQUEL, pues, que es poderoso de guardaros sin pecado, y de llevaros
delante de su gloria, irreprensibles con alegria,
25 A Dios solo sabio, nuestro Salvador, [sea] gloria y magnificencia,
imperio y potencia, ahora, y en todos siglos. Amen.
EL APOCALPSI, O REVELACION
DE
SAN JUAN, EL TEOLOGO.
CAPITULO 1
1 REVELACION de Jesu Cristo, la cual Dios le dio para manifestar a sus
siervos las cosas que conviene que sean hechas presto: y las declaro,
enviandola por su angel a Juan su siervo;
2 el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesu
Cristo, y de todas las cosas que ha visto.
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecia, y
guardan las cosas que en ella [estan] escritas: porque el tiempo esta cerca.
4 JUAN, a las siete Iglesias que [estan] en Asia, gracia sea con vosotros, y
paz del que es, y que era, y que ha de venir; y de los siete espiritus que
estan delante de su trono;
5 y de Jesu Cristo, que es testigo fiel, primogenito de los muertos, y
principe de los reyes de la tierra: que nos amo, y nos ha lavado de nuestros
pecados con su sangre,
6 y nos ha hecho reyes, y sacerdotes para Dios y su Padre: a el sea gloria e
imperio para siempre jamas. Amen.
7 He aqui, viene con las nubes, y todo ojo le vera, y los que le
traspasaron, y todos los linajes de la tierra se lamentaran sobre el. Asi
sea. Amen.
8 Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, dice el Senor, que es, y que era, y
que ha de venir, el Todopoderoso.
9 Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulacion, y en el reino,
y en la paciencia de Jesu Cristo, estaba en la isla que es llamada Patmos,
por la palabra de Dios, y el testimonio de Jesu Cristo.
10 Yo fui en espiritu en dia de Domingo, y oi detras de mi una gran voz como
de trompeta,
11 que decia: Yo soy Alpha y Omega, el primero y postrero: Escribe en un
libro lo que ves, y envialo a las siete Iglesias que estan en Asia; a Efeso,
y a Smirna, y a Pergamo, y a Tiatira, y a Sardo, y a Filadelfia, y a
Laodicea.
12 Y me volvi para ver la voz que hablaba conmigo: y vuelto, vi siete
candeleros de oro;
13 y en medio de los siete candeleros de oro, uno semejante al Hijo del
hombre vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y cenido por los
pechos con una cinta de oro;
14 y su cabeza, y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, y como la
nieve; y sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al laton fino, ardientes como en un horno; y su voz
como ruido de muchas aguas.
16 Y tenia en su diestra siete estrellas: y de su boca salia una espada de
dos filos: y su rostro era resplandeciente como el sol resplandece en su
fuerza.
17 Y cuando yo le hube visto, cai como muerto a sus pies. Y el puso su
diestra sobre mi, diciendome: No temas, yo soy el primero, y el postrero;
18 y el que vivo, y he sido muerto, y, he aqui, vivo por siglos de siglos.
Amen. Y tengo las llaves del infierno, y de la muerte.
19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
despues de estas.
20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los
siete candeleros de oro: las siete estrellas son los angeles de las siete
Iglesias y los siete candeleros que has visto, son las siete Iglesias.
CAPITULO 2
1 ESCRIBE al angel de la Iglesia de Efeso: El que tiene las siete estrellas
en su diestra, el cual anda en medio de los siete candeleros de oro, dice
estas cosas:
2 Yo se tus obras, y tu trabajo, y tu paciencia, y que tu no puedes sufrir
los malos, y has probado a los que se dicen ser apostoles, y no lo son, y los
has hallado mentirosos:
3 y has sufrido, y sufres, y has trabajado por mi nombre, y no has
desfallecido.
4 Pero tengo algo contra ti, porque has dejado tu primera caridad.
5 Por lo cual ten memoria de donde has caido, y arrepientete, y haz las
primeras obras: si no, vendre presto a ti, y quitare tu candelero de su
lugar, si no te enmendares.
6 Mas tienes esto, que aborreces los hechos de los Nicolaitas, los cuales yo
tambien aborrezco.
7 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias: Al que
venciere, dare a comer del arbol de la vida, el cual esta en medio del
paraiso de Dios.
8 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia de Smirna: El primero y postrero, que fue
muerto, y vive, dice estas cosas:
9 Yo se tus obras, y tu tribulacion, y tu pobreza, (pero tu eres rico,) y la
blasfemia de los que se dicen ser Judios, y no lo son, sino sinagoga de
Satanas.
10 No tengas ningun temor de las cosas que has de padecer. He aqui, el
diablo ha de enviar algunos de vosotros a la carcel, para que seais probados;
y tendreis tribulacion de diez dias. Se fiel hasta la muerte, y yo te dare la
corona de la vida.
11 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias: El que
venciere, no recibira dano de la segunda muerte.
12 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia que esta en Pergamo: El que tiene la
espada de dos filos, dice estas cosas:
13 Yo se tus obras, y donde moras, donde esta la silla de Satanas: y tienes
mi nombre, y no has negado mi fe, aun en los dias en que fue Antipas mi
testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanas mora.
14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: porque tu tienes ahi los que
siguen la doctrina de Balaam, el cual ensenaba a Balac a poner escandalo
delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los idolos, y
a cometer fornicacion.
15 Asi tambien tu tienes a los que siguen la doctrina de los Nicolaitas, lo
cual [yo] aborrezco.
16 Arrepientete: porque de otra manera vendre a ti presto, y peleare contra
ellos con la espada de mi boca.
17 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias: Al que
venciere, dare a comer del mana escondido, y le dare una piedrecita blanca, y
en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce, sino aquel
que lo recibe.
18 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia que esta en Tiatira: El Hijo de Dios que
tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al laton fino, dice
estas cosas;
19 Yo conozco tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus
obras; y las postreras, [que son] muchas mas que las primeras.
20 Mas tengo unas pocas cosas contra ti: que permites a Jezabel, mujer que
se dice profetisa, ensenar, y enganar a mis siervos, a fornicar, y a comer
cosas ofrecidas a los idolos:
21 y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicacion, y no se ha
arrepentido.
22 He aqui, yo la postrare en una cama, y a los que adulteran con ella, en
muy grande tribulacion, si no se arrepintieren de sus obras.
23 Y herire de muerte sus hijos; y todas las Iglesias sabran, que yo soy el
que escudrino los rinones, y los corazones; y dare a cada uno de vosotros
segun sus obras.
24 Pero yo digo a vosotros y a los demos que estais en Tiatira: Aquellos que
no tienen esta doctrina, y que no han conocido las profundidades de Satanas,
como dicen, yo no enviare sobre vosotros otra carga.
25 Empero la que teneis, tenedla hasta que yo venga.
26 Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo
le dare potestad sobre las naciones:
27 y las regira con vara de hierro, y seran quebrantadas como vaso de
ollero, como tambien yo la he recibido de mi Padre.
28 Y le dare la estrella de la manana.
29 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias.
CAPITULO 3
1 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia que esta en Sardo: El que tiene los siete
espiritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus
obras: tienes nombre que vives, y estas muerto.
2 Se vigilante, y confirma las otras cosas que estan para morir: porque no
he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
3 Acuerdate pues de lo que has recibido, y has oido, y guardalo, y
arrepientete. Y si no velares, vendre a ti como ladron, y no sabras a que
hora vendre a ti.
4 Mas tienes unas pocas personas tambien en Sardo, que no han ensuciado sus
vestiduras, y andaran conmigo en vestiduras blancas: porque son dignos.
5 El que venciere, sera asi vestido de vestiduras blancas; y no borrare su
nombre del libro de la vida, y confesare su nombre delante de mi Padre, y
delante de sus angeles.
6 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias.
7 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia que esta en Filadelfia: El Santo y
Verdadero, que tiene la llave de David; que abre, y ninguno cierra; que
cierra, y ninguno abre, dice estas cosas:
8 Yo conozco tus obras: he aqui, te he puesto delante de ti una puerta
abierta, y ninguno la puede cerrar: porque tu tienes una poquita de potencia,
y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
9 He aqui, yo dare de la sinagoga de Satanas, los que se dicen ser Judios, y
no lo son, mas mienten: he aqui, yo los constrenire a que vengan, y adoren
delante de tus pies, y sepan que yo te he amado.
10 Porque has guardado la palabra de mi paciencia, y yo te guardare de la
hora de la tentacion, que ha de venir en todo el mundo, para probar los que
moran en la tierra.
11 Mira, que yo vengo presto: reten lo que tienes, para que ninguno tome tu
corona.
12 Al que venciere yo le hare columna en el templo de mi Dios, y nunca mas
saldra fuera: y escribire sobre el el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalem, la cual ha descendido del cielo
de mi Dios, y mi nombre nuevo.
13 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias.
14 Y ESCRIBE al angel de la Iglesia de los Laodicenses: He aqui, dice el
Amen, el testigo fiel y verdadero, el principio de la criatura de Dios:
15 Yo conozco tus obras: que ni eres frio, ni caliente: ojala fueses frio, o
hirviente:
16 mas porque eres tibia, y no frio ni hirviente, yo te vomitare de mi boca.
17 Porque tu dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad
de ninguna cosa: y no conoces que tu eres cuitado, y miserable, pobre, y
ciego, y desnudo:
18 yo te amonesto que de mi compres oro afinado en fuego, para que seas
hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la
vergueenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo: ten pues zelo, y enmiendate.
20 Mira, que yo estoy a la puerta, y llamo: si alguno oyere mi voz, y me
abriere la puerta, entrare a el, y cenare con el, y el conmigo.
21 Al que venciere, yo le dare que se asiente conmigo en mi trono: asi como
yo he vencido, y me he asentado con mi Padre en su trono.
22 El que tiene oreja, oiga lo que el Espiritu dice a las Iglesias.
CAPITULO 4
1 DESPUES de estas cosas mire, y he aqui una puerta abierta en el cielo: y
la primera voz que oi era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo:
Sube aca, y yo te mostrare las cosas que es necesario que sean hechas despues
de estas.
2 Y luego yo fui en espiritu: y he aqui un trono que estaba puesto en el
cielo, y sobre el trono estaba uno asentado.
3 Y el que estaba asentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y
de sardio, y el iris estaba al rededor del trono semejante a una vision de
esmeralda.
4 Y al rededor del trono habia veinte y cuatro sillas: y vi sobre las sillas
veinte y cuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas: y tenian sobre
sus cabezas coronas de oro.
5 Y del trono salian relampagos, y truenos, y voces: y habia siete lamparas
de fuego ardiendo delante del trono, las cuales son los siete espiritus de
Dios.
6 Y delante del trono [habia] como un mar de color de vidrio semejante al
cristal: y en medio del trono, y al rededor del trono cuatro animales llenos
de ojos delante y detras.
7 Y el primer animal era semejante a un leon, y el segundo animal, semejante
a un becerro, y el tercer animal tenia la cara como hombre, y el cuarto
animal, semejante al aguila que vuela.
8 Y los cuatro animales tenian cada uno por si seis alas al rededor: y
dentro estaban llenos de ojos; y no tenian reposo dia ni noche, diciendo:
Santo, Santo, Santo es el Senor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que
ha de venir.
9 Y cuando aquellos animales daban gloria, y honra, y alabanza al que estaba
sentado en el trono, al que vive para siempre jamas,
10 los veinte y cuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado
en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamas, y echaban sus coronas
delante del trono, diciendo:
11 Senor, digno eres de recibir gloria, y honra, y virtud: porque tu criaste
todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser, y fueron criadas.
CAPITULO 5
1 Y VI en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro
escrito dentro y fuera, sellado con siete sellos.
2 Y vi un angel fuerte, predicando en alta voz: ?Quien es digno de abrir el
libro, y de desatar sus sellos?
3 Y ninguno podia, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra,
abrir el libro, ni mirarle.
4 Y yo lloraba mucho, porque no habia sido hallado ninguno digno de abrir el
libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
5 Y uno de los ancianos me dice: No llores: he aqui, el leon de la tribu de
Juda, la raiz de David, que ha vencido para abrir el libro, y desatar sus
siete sellos.
6 Y mire: y he aqui, en medio del trono, y de los cuatro animales, Y en
medio de los ancianos, estaba un Cordero como muerto, que tenia siete
cuernos, y siete ojos, que son los siete espiritus de Dios enviados por toda
la tierra.
7 Y el vino, y tomo el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado
en el trono.
8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales, y los veinte y cuatro
ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y redomas
de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos:
9 y cantaban uno nuevo cantico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de
abrir sus sellos: porque tu fuiste muerto, y nos has redimido para Dios con
tu sangre, de todo linaje, y lengua, y pueblo, y nacion:
10 y nos has hecho para nuestro Dios, reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre
la tierra.
11 Y mire, y oi voz de muchos angeles al rededor del trono, y de los
animales, y de los ancianos: y la multitud de ellos era millones de millones,
12 que decian en alta voz: El Cordero que fue muerto es digno de tomar
potencia, y riquezas, y sabiduria, y fortaleza, y honra, y gloria, y
alabanza.
13 Y oi a toda criatura que esta en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de
la tierra, y que esta en la mar, y todas las cosas que en ellos estan,
diciendo: Al que esta sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, honra,
y gloria, y potencia para siempre jamas.
14 Y los cuatro animales decian: Amen. Y los veinte y cuatro ancianos
cayeron las caras contra tierra, y adoraron al que vive para siempre jamas.
CAPITULO 6
1 Y MIRE cuando el Cordero hubo abierto el uno de los sellos, y oi a uno de
los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven, y ve.
2 Y mire, y he aqui un caballo blanco: y el que estaba sentado encima de el,
tenia un arco; y le fue dada una corona, y salio victorioso, para que tambien
venciese.
3 Y CUANDO el hubo abierto el segundo sello, oi el segundo animal, que
decia: Ven, y ve.
4 Y salio otro caballo bermejo: y al que estaba sentado sobre el, fue dado
poder de quitar la paz de la tierra, y que se matasen unos a otros: y le fue
dada una grande espada.
5 Y CUANDO el hubo abierto el tercer sello, oi al tercer animal, que decia:
Ven, y mira. Y mire, y he aqui un caballo negro: y el que estaba sentado
encima de el tenia una balanza en su mano.
6 Y oi una voz en medio de los cuatro animales, que decia: Un cheniz de
trigo por un denario, y tres chenices de cebada por un denario; y no hagas
dano al vino, ni al aceite.
7 Y DESPUES que el abrio el cuarto sello, oi la voz del cuarto animal, que
decia: Ven, y ve.
8 Y mire, y he aqui un caballo palido: y el que estaba sentado sobre el,
tenia por nombre Muerte, y el infierno le seguia: y le fue dada potestad
sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con bestias de la tierra.
9 Y CUANDO el hubo abierto el quinto sello, vi debajo del altar las almas de
los que habian sido muertos por la palabra de Dios, y por el testimonio que
ellos tenian:
10 y clamaban en alta voz, diciendo: ?Hasta cuando, Senor, santo y
verdadero, no juzgas, y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?
11 Y fueron dadas ropas blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho, que
aun reposasen un poco de tiempo hasta que sus consiervos fuesen cumplidos, y
sus hermanos que tambien habian de ser muertos como ellos.
12 Y MIRE cuando el abrio el sexto sello: y he aqui, fue hecho un gran
terremoto: y el sol se volvio negro como un saco de cilicio, y la luna fue
hecha toda como sangre:
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja
caer sus higos prematuros cuando es movida de gran viento:
14 y el cielo se aparto como un libro que es envuelto: y todo monte y todas
islas fueron movidas de sus lugares:
15 y los reyes de la tierra, y los principes, y los ricos, y los capitanes,
y los fuertes, y todo siervo, y todo libre se escondieron en las cuevas, y
entre las rocas de los montes:
16 y decian a los montes, y a las rocas: Caed sobre nosotros, y escondednos
de la cara de aquel que esta sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero:
17 porque el gran dia de su ira ha llegado: ?y quien podra resistir?
CAPITULO 7
1 DESPUES de estas cosas, vi cuatro angeles que estaban sobre las cuatro
esquinas de la tierra, tenian los cuatro vientos de la tierra, para que no
soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningun arbol.
2 Y vi otro angel que subia del nacimiento del sol, teniendo el sello de
Dios vivo. Y clamo con gran voz a los cuatro angeles, a los cuales era dado
hacer dano a la tierra, y a la mar,
3 diciendo: No hagais dano a la tierra, ni a la mar, ni a los arboles, hasta
que senalemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.
4 Y oi el numero de los senalados, ciento y cuarenta y cuatro mil senalados
de todas las tribus de los hijos de Israel.
5 De la tribu de Juda, doce mil senalados. De la tribu de Ruben, doce mil
senalados. De la tribu de Gad, doce mil senalados.
6 De la tribu de Aser, doce mil senalados. De la tribu de Nephthali, doce
mil senalados. De la tribu de Manasse, doce mil senalados.
7 De la tribu de Simeon, doce mil senalados. De la tribu de Levi, doce mil
senalados. De la tribu de Isachar, doce mil senalados.
8 De la tribu de Zabulon, doce mil senalados. De la tribu de Joseph, doce
mil senalados. De la tribu de Benjamin, doce mil senalados.
9 Despues de estas cosas mire, y he aqui una gran multitud, la cual ninguno
podia contar, de todas gentes, y linajes, y pueblos, y lenguas, que estaban
delante del trono, y en la presencia del Cordero, vestidos de largas ropas
blancas, y palmas en sus manos;
10 y clamaban a alta voz, diciendo: Salud al que esta sentado sobre el trono
de nuestro Dios, y al Cordero.
11 Y todos los angeles estaban al rededor del trono, y de los ancianos, y de
los cuatro animales: y postraronse sobre sus caras delante del trono, y
adoraron a Dios,
12 diciendo: Amen: Alabanza, y gloria, sabiduria, y accion de gracias,
honra, potencia, y fortaleza a nuestro Dios para siempre jamas. Amen.
13 Y respondio uno de los ancianos, diciendome: Estos que estan vestidos de
largas ropas blancas, ?quienes son? ?y de donde han venido?
14 Y yo le dije: Senor, tu lo sabes. Y el me dijo: Estos son los que han
venido de grande tribulacion, y han lavado sus largas ropas, y las han
blanqueado en la sangre del Cordero:
15 por esto estan delante del trono de Dios, y le sirven dia y noche en su
templo: y el que esta sentado en el trono morara entre ellos.
16 No tendran mas hambre, ni sed; y el sol no caera mas sobre ellos, ni otro
ningun calor:
17 porque el Cordero que esta en medio del trono los alimentara, y los
guiara a las fuentes de aguas vivas. Y Dios limpiara toda lagrima de los ojos
de ellos.
CAPITULO 8
1 Y CUANDO el hubo abierto el septimo sello, fue hecho silencio en el cielo
casi por media hora.
2 Y VI siete angeles que estaban delante de Dios, y les fueron dadas siete
trompetas.
3 Y otro angel vino, y se paro delante del altar, teniendo un incensario de
oro: y le fueron dados muchos inciensos para que pusiese de las oraciones de
todos los santos sobre el altar de oro, el cual estaba delante del trono.
4 Y el humo de los inciensos de las oraciones de los santos subio de la mano
del angel delante de Dios.
5 Y el angel tomo el incensario, y lo lleno del fuego del altar, y lo echo
en la tierra, y fueron hechos truenos, y voces, y relampagos, y temblor de
tierra.
6 Y los siete angeles que tenian las siete trompetas, se aparejaron para
tocarlas.
7 Y EL primer angel toco la trompeta, y fue hecho granizo, y fuego mezclado
con sangre, y fue echado sobre la tierra: y la tercera parte de los arboles
fue quemada, y toda la yerba verde fue quemada.
8 Y EL segundo angel toco la trompeta, y como un grande monte ardiente con
fuego fue lanzado en la mar, y la tercera parte de la mar fue vuelta en
sangre.
9 Y murio la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las
cuales tenian vida, y la tercera parte de los navios perecio.
10 Y EL tercer angel toco la trompeta, y cayo del cielo una grande estrella
ardiendo como una antorcha encendida, y cayo en la tercera parte de los rios,
y en las fuentes de las aguas.
11 El nombre de la estrella se llama Ajenjo; y la tercera parte de las aguas
fue vuelta en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron
hechas amargas.
12 Y EL cuarto angel toco la trompeta, y fue herida la tercera parte del
sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas: de
tal manera que se oscurecio la tercera parte de ellos, y no alumbraba la
tercera parte del dia, y semejantemente de la noche.
13 Y vi, y oi un angel volar por medio del cielo, diciendo en alta voz: iAy,
ay, de los que moran en la tierra! a causa de las otras voces de la trompeta
que los tres angeles habian de tocar.
CAPITULO 9
1 Y EL quinto angel toco la trompeta, y vi una estrella que cayo del cielo
en la tierra: y le fue dada la llave del pozo del abismo.
2 Y abrio el pozo del abismo, y subio el humo del pozo como el humo de una
grande hornaza; y fue oscurecido el sol, y el aire con el humo del pozo.
3 Y del humo del pozo salieron langostas a la tierra: y les fue dada
potestad, como tienen potestad los escorpiones de la tierra.
4 Y les fue mandado que no hiciesen dano a la yerba de la tierra, ni a
ninguna cosa verde, ni a ningun arbol, sino solamente a los hombres que no
tienen la senal de Dios en sus frentes.
5 Y les fue dado que no los matasen, sino que los atormentasen cinco meses:
y su tormento era como tormento de escorpion cuando hiere al hombre.
6 Y en aquellos dias buscaran los hombres la muerte, y no la hallaran: y
desearan morir, y la muerte huira de ellos.
7 Y la forma de las langostas era semejante a caballos aparejados para
guerra: y sobre sus cabezas tenian como coronas semejantes al oro: y sus
caras eran como caras de hombres.
8 Y tenian cabellos como cabellos de mujeres: y sus dientes eran como
dientes de leones.
9 Y tenian corazas como corazas de hierro: y el estruendo de sus alas, como
el ruido de los carros, que con muchos caballos corren a la batalla.
10 Y tenian colas semejantes a las colas de los escorpiones, y tenian en sus
colas aguijones: y su potestad era de hacer dano a los hombres cinco meses.
11 Y tienen sobre si un rey, que es el angel del abismo, el cual tenia por
nombre en hebraico Abaddon, y en griego Apollyon.
12 El un ay es pasado: y he aqui, vienen aun dos ayes despues de estas
cosas.
13 Y EL sexto angel toco la trompeta, y oi una voz de los cuatro cuernos del
altar de oro, el cual esta delante de los ojos de Dios, que decia al sexto
angel que tenia la trompeta:
14 Desata los cuatro angeles que estan atados en el gran rio Eufrates.
15 Y fueron desatados los cuatro angeles que estaban aparejados para la
hora, y el dia, y el mes, y el ano, para matar la tercera parte de los
hombres.
16 Y el numero del ejercito de los de a caballo era doscientos millones. Y
oi el numero de ellos.
17 Y asi vi los caballos en vision: y los que estaban sentados sobre ellos
tenian corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los
caballos eran como cabezas de leones: y de la boca de ellos salia fuego,
humo, y azufre.
18 Y de estas tres [plagas] fue muerta la tercera parte de los hombres, del
fuego, y del humo, y del azufre, que salian de la boca de ellos.
19 Porque su potencia esta en su boca, y en sus colas. Porque sus colas eran
semejantes a serpientes que tenian cabezas, y por ellas danan.
20 Y los otros hombres que no fueron muertos de estas plagas, no se
enmendaron de las obras de sus manos, para que no adorasen demonios, e
imagenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera: las cuales
no pueden ver, ni oir, ni andar.
21 Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerias, ni de su
fornicacion, ni de sus hurtos.
CAPITULO 10
1 Y VI otro angel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el iris
estaba en su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de
fuego.
2 Y tenia en su mano un libro abierto: y puso su pie derecho sobre la mar, y
el izquierdo sobre la tierra:
3 y clamo con grande voz, como cuando un leon brama: y cuando hubo clamado,
siete truenos hablaron sus voces.
4 Y cuando los siete truenos hubieron hablado sus voces, iba a escribir; y
oi una voz del cielo, que me decia: Sella las cosas que los siete truenos han
hablado, y no las escribas.
5 Y el angel que yo vi estar sobre la mar, y sobre la tierra, levanto su
mano al cielo,
6 y juro por el que vive para siempre jamas, que ha criado el cielo, y las
cosas que en el hay, y la tierra, y las cosas que en ella hay, y la mar, y
las cosas que en ella hay, que no habria ya mas tiempo.
7 Pero en los dias de la voz del septimo angel, cuando el comenzare a tocar
la trompeta, el secreto de Dios sera consumado, como el lo evangelizo a sus
siervos los profetas.
8 Y oi una voz del cielo que hablaba conmigo otra vez, y me decia: Anda, ve,
y toma el libro abierto de la mano del angel, que esta sobre la mar, y sobre
la tierra.
9 Y fui al angel, diciendole que me diese el librito; y el me dijo: Toma, y
tragalo, y el te hara amargar tu vientre; pero en tu boca sera dulce como la
miel.
10 Y tome el librito de la mano del angel, y le trague: y era dulce en mi
boca como la miel: y despues que le trague, fue amargo mi vientre.
11 Y el me dice: Necesario es que otra vez profetices delante de muchos
pueblos y gentes, y lenguas, y reyes.
CAPITULO 11
1 Y ME fue dada una cana semejante a una vara, y me fue dicho: Levantate, y
mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en el:
2 y echa fuera el patio que esta fuera del templo, y no le midas, porque es
dado a los Gentiles, y pisaran la santa ciudad cuarenta y dos meses.
3 Y dare a mis dos testigos, y ellos profetizaran por mil y doscientos y
sesenta dias, vestidos de sacos.
4 Estos son los dos olivos, y los dos candeleros que estan delante del Dios
de la tierra.
5 Y si alguno les quisiere danar, sale fuego de la boca de ellos, y traga a
sus enemigos; y si alguno les quisiere hacer dano, es necesario que tambien
el sea muerto.
6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los dias de su
profecia; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para
herir la tierra con toda plaga, todas las veces que quisieren.
7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del
abismo hara guerra contra ellos, y los vencera, y los matara.
8 Y sus cuerpos seran echados en las plazas de la grande ciudad, que
espiritualmente es llamada Sodoma, y Egipto; donde tambien nuestro Senor fue
crucificado.
9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de los
Gentiles veran los cuerpos de ellos por tres dias y medio, y no permitiran
que sus cuerpos sean puestos en sepulcros.
10 Y los moradores de la tierra se gozaran sobre ellos, y se alegraran, y se
enviaran dones los unos a los otros: porque estos dos profetas han
atormentado a los que moran sobre la tierra.
11 Y despues de tres dias y medio el espiritu de vida entro en ellos,
[enviado] de Dios, y se enhestaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre
los que los vieron.
12 Y oyeron una gran voz del cielo que les decia: Subid aca. Y subieron al
cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
13 Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra: y la decima parte de
la ciudad cayo, y fueron muertos en el temblor de tierra los nombres de siete
mil hombres: y los demas fueron espantados, y dieron gloria a Dios del cielo.
14 EL segundo ay es pasado: y he aqui, el tercero ay vendra presto.
15 Y EL septimo angel toco la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el
cielo, que decian: los reinos de este mundo son reducidos a nuestro Senor, y
a su Cristo, y reinara para siempre jamas.
16 Y los veinte y cuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en
sus sillas, se postraron inclinadas sus caras, y adoraron a Dios,
17 diciendo: Te damos gracias, Senor, Dios Todopoderoso, que eres, y que
eras, y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has
reinado:
18 y los Gentiles se han airado, y tu ira es venida, y el tiempo de los
muertos para que sean juzgados, y para que des el galardon a tus siervos los
profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequenitos, y a
los grandes, y para que destruyas a los que destruyen la tierra.
19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento
fue visto en su templo, y fueron hechos relampagos, y voces, y truenos, y
terremotos, y grande granizo.
CAPITULO 12
1 Y UNA gran senal aparecio en el cielo: una mujer vestida del sol, y la
luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
2 Y estando en cinta, clama con dolores de parto, y sufre tormento por
parir.
3 Y fue vista otra senal en el cielo: y he aqui, un grande dragon bermejo,
que tenia siete cabezas y diez cuernos; y en sus cabezas siete diademas.
4 Y su cola traia con violencia la tercera parte de las estrellas del cielo,
y las echo en tierra. Y el dragon se paro delante de la mujer que estaba de
parto, para que cuando ella hubiese parido a su hijo se le tragase.
5 Y ella pario un hijo varon, el cual habia de regir todas las gentes con
vara de hierro: y su hijo fue arrebatado para Dios, y para su trono.
6 Y la mujer huyo a un desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para
que alli la mantengan mil y doscientos y sesenta dias.
7 Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Michael y sus angeles
batallaban contra el dragon: y el dragon batallaba, y sus angeles:
8 mas no prevalecieron, ni su lugar fue mas hallado en el cielo.
9 Y fue lanzado fuera aquel gran dragon, que es la antigua serpiente, que es
llamada diablo, y Satanas, el cual engana a todo el mundo: y fue arrojado en
tierra, y sus angeles fueron derribados con el.
10 Y oi una gran voz en el cielo que decia: Ahora es hecha salvacion, y
virtud, y reino de nuestro Dios, y potencia de su Cristo: porque el acusador
de nuestros hermanos es ya derribado, el cual los acusaba delante de nuestro
Dios dia y noche.
11 Y ellos le han vencido por causa de la sangre del Cordero, y por la
palabra de su testimonio: y no han amado sus vidas hasta la muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que morais en ellos. iAy de los
moradores de la tierra, y de la mar! porque el diablo ha descendido a
vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
13 Y despues que el dragon hubo visto que el habia sido derribado en tierra,
persiguio a la mujer, que habia parido el hijo varon.
14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande aguila, para que de la
presencia de la serpiente volase al desierto a su lugar, donde es mantenida
[por un] tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
15 Y la serpiente echo de su boca tras la mujer agua como un rio; a fin de
hacer que fuese arrebatada del rio.
16 Y la tierra ayudo a la mujer: y la tierra abrio su boca, y sorbio el rio,
que habia echado el dragon de su boca.
17 Entonces el dragon fue airado contra la mujer, y se fue a hacer guerra
contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos
de Dios, y tienen el testimonio de Jesu Cristo.
18 Y yo me pare sobre la arena de la mar.
CAPITULO 13
1 Y VI una bestia subir de la mar, que tenia siete cabezas, y diez cuernos;
y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de
blasfemia.
2 Y la bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como pies de
oso, y su boca como boca de leon. Y el dragon le dio su virtud, y su trono, y
grande potestad,
3 Y vi una de sus cabezas como herida de muerte y su llaga mortal fue
curada: y hubo admiracion en toda la tierra detras de la bestia.
4 Y adoraron al dragon que habia dado la potestad a la bestia; y adoraron a
la bestia, diciendo: ?Quien es semejante a la bestia, y quien podra batallar
contra ella?
5 Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas, y blasfemias: y le fue dada
potencia de cumplir cuarenta y dos meses.
6 Y abrio su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su
tabernaculo, y los que moran en el cielo.
7 Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. Tambien le fue
dada potencia sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y gente:
8 y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no estan
escritos en el libro de la vida del Cordero; el cual fue muerto desde el
principio del mundo.
9 Si alguno tiene oreja, oiga.
10 El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que a cuchillo matare,
es necesario que a cuchillo sea muerto. Aqui esta la paciencia, y la fe de
los santos.
11 Despues vi otra bestia que subia de la tierra, y tenia dos cuernos
semejantes a los del Cordero, mas hablaba como el dragon.
12 Y hace toda la potencia de la primera bestia en presencia de ella; y hace
a la tierra, y a los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga
de muerte fue curada.
13 Y hace grandes senales, de tal manera que aun tambien hace descender
fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
14 Y engana a los moradores de la tierra por las senales que le han sido
dadas para hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la
tierra, que hagan la imagen de la bestia, que tiene la herida de cuchillo, y
vivio.
15 Y le fue dado que diese espiritu a la imagen de la bestia, y que la
imagen de la bestia hable, y hara que cualesquiera que no adoraren la imagen
de la bestia, sean muertos.
16 Y hace a todos los pequenos y grandes, ricos y pobres, libres y siervos,
tomar la senal en su mano derecha, o en sus frentes;
17 y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tiene la senal, o el
nombre de la bestia, o el numero de su nombre.
18 Aqui hay sabiduria. El que tiene entendimiento, cuente el numero de la
bestia: porque el numero es del hombre, y el numero de ella es seiscientos
sesenta y seis.
CAPITULO 14
1 Y MIRE, y he aqui, el Cordero estaba sobre el monte de Sion, y con el
ciento y cuarenta y cuatro mil, que tenian el nombre de su Padre escrito en
sus frentes.
2 Y oi una voz del cielo como raido de muchas aguas, y como sonido de un
gran trueno: y oi una voz de tanedores de arpas que tanian con sus arpas:
3 y cantaban como una cancion nueva delante del trono, y delante de los
cuatro animales, y de los ancianos: y ninguno podia aprender la cancion, sino
aquellos ciento y cuarenta y cuatro mil, los cuales son comprados de entre
los de la tierra.
4 Estos son los que con mujeres no son contaminados: porque son virgenes.
Estos siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos son comprados de
entre los hombres por primicias para Dios, y para el Cordero.
5 Y en su boca no ha sido hallado engano: porque ellos son sin macula
delante del trono de Dios.
6 Y vi otro angel volar por en medio del cielo, que tenia el Evangelio
eterno, para que evangelizase a los que moran en la tierra, y a toda gente, y
tribu, y lengua, y pueblo,
7 diciendo en alto voz: Temed a Dios, y dadle honor: porque la hora de su
juicio es venida: y adorad al que ha hecho el cielo, y la tierra, la mar, y
las fuentes de las aguas.
8 Y otro angel le siguio, diciendo: Ya ha caido: ya ha caido Babilonia,
aquella gran ciudad, porque ella ha dado a beber a todas las gentes del vino
de la ira de su fornicacion.
9 Y el tercer angel los siguio, diciendo en alta voz: Si alguno adora la
bestia, y su imagen, y toma la senal en su frente, o en su mano,
10 este tambien bebera del vino de la ira de Dios, el cual esta echado puro
en el caliz de su ira; y sera^ atormentado con fuego y azufre delante de los
santos angeles, y delante del Cordero.
11 Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamas. Y los que adoran
la bestia, y su imagen, no tienen reposo dia y noche, y si alguno tomare la
senal^ de su nombre.
12 Aqui [esta] la paciencia de los santos: aqui [estan] los que guardan los
mandamientos de Dios, y la fe de Jesus.
13 Y oi una voz del cielo, que me decia: Escribe: Bienaventurados son los
muertos, que de aqui adelante mueren en el Senor: tambien, dice el Espiritu,
que descansan de sus trabajos, y sus obras los siguen.
14 Y mire, y he aqui, una nube blanca, y sobre la nube uno asentado
semejante al Hijo del hombre, que tenia en su cabeza una corona de oro, y en
su mano una hoz aguda.
15 Y otro angel salio del templo, clamando con alta voz al que estaba
sentado sobre la nube: Echa tu hoz, y siega: porque la hora de segar te es
venida, porque la mies de la tierra esta madura.
16 Y el que estaba sentado sobre la nube echo su hoz sobre la tierra, y la
tierra fue segada.
17 Y salio otro angel del templo que esta en el cielo, teniendo tambien una
hoz aguda.
18 Y otro angel salio del altar, el cual tenia poder sobre el fuego, y clamo
con gran voz al que tenia la hoz aguda, diciendo: Echa tu hoz aguda, y
vendimia los racimos de la tierra: porque estan maduras sus uvas.
19 Y el angel echo su hoz aguda en la tierra, y vendimio la vina de la
tierra, y la envio al grande lagar de la ira de Dios.
20 Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salio sangre hasta
los frenos de los caballos por y seiscientos estadios.
CAPITULO 15
1 Y VI otra senal en el cielo, grande y admirable, que era siete angeles que
tenian las siete plagas postreras: porque en ellas es consumada la ira de
Dios.
2 Y vi como una mar de vidrio mezclada con fuego: y los que habian alcanzado
la victoria de la bestia, y de su imagen, y de su senal, y del numero de su
nombre, estar sobre la mar semejante al vidrio, teniendo las arpas de Dios.
3 Y cantan la cancion de Moises siervo de Dios, y la cancion del Cordero,
diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Senor Dios Todopoderoso; tus
caminos son justos y verdaderos, Rey de los santos:
4 ?quien no te temera, oh Senor, y engrandecera tu nombre? porque tu solo
eres santo, por lo cual todas las gentes vendran, y adoraran delante de ti,
porque tus juicios son manifestados.
5 Y despues de estas cosas, mire, y he aqui, el templo del tabernaculo del
testimonio fue abierto en el cielo:
6 y salieron del templo siete angeles, que tenian siete plagas, vestidos de
un lino limpio y albo, y cenidos al rededor de los pechos con cintas de oro.
7 Y uno de los cuatro animales dio a los siete angeles siete tazones de oro,
llenos de la ira de Dios, que vive para siempre jamas.
8 Y fue el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por su potencia:
y ninguno podia entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete
plagas de los siete angeles.
CAPITULO 16
1 Y OI una grande voz del templo que decia a los siete angeles: Id, derramad
los [siete] tazones de la ira de Dios en la tierra.
2 Y el primer [angel] fue, y derramo su tazon en la tierra, y fue hecha una
plaga mala y danosa sobre los hombres que tenian la senal de la bestia, y
sobre los que adoraban su imagen.
3 Y el segundo angel derramo su tazon en la mar, y fue vuelta en sangre,
como de un muerto, y toda alma viviente fue muerta en la mar.
4 Y el tercer angel derramo su tazon sobre los rios, y sobre las fuentes de
las aguas, y fueron vueltas en sangre.
5 Y oi al angel de las aguas, que decia: Senor, tu eres justo, que eres, y
que eras, y santo, porque has juzgado estas cosas:
6 porque ellos derramaron la sangre de los santos, y de los profetas, tu les
has dado tambien a beber sangre: porque son dignos.
7 Y oi a otro del santuario que decia: Ciertamente, Senor Dios Todopoderoso,
tus juicios son
verdaderos y justos.
8 Y el cuarto angel derramo su tazon contra el sol, y le fue dado que
afligiese a los hombres con calor de fuego.
9 Y los hombres se inflamaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre
de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se enmendaron para darle
gloria.
10 Y el quinto angel derramo su tazon sobre la silla de la bestia: y su
reino fue hecho tenebroso, y se comieron sus lenguas de dolor.
11 Y blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores, y por sus plagas: y no
se enmendaron de sus obras.
12 Y el sexto angel derramo su tazon sobre el gran rio de Eufrates, y el
agua de el se seco, para que se aparejase camino a los reyes de la parte de
donde sale el sol.
13 Y vi salir de la boca del dragon, y de la boca de la bestia, y de la boca
del falso profeta tres espiritus inmundos a manera de ranas.
14 Porque estos son espiritus de demonios, que hacen senales, para ir a los
reyes de la tierra, y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de
aquel grande dia del Dios Todopoderoso.
15 He aqui, yo vengo como ladron. Bienaventurado el que vela, y guarda sus
vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su fealdad.
16 Y los congrego en el lugar que se llama en Hebreo Armagedon.
17 Y el septimo angel derramo su tazon por el aire, y salio una gran voz del
templo del cielo de cerca del trono, diciendo: Hecho es.
18 Entonces fueron hechos relampagos, y voces, y truenos; y fue hecho un
gran temblor de tierra, un tal terremoto, tan grande cual no fue jamas
despues que los hombres han estado sobre la tierra.
19 Y la grande ciudad fue partida en tres partes, y las ciudades de los
Gentiles se cayeron: y la grande Babilonia vino en memoria delante de Dios,
para darle el caliz del vino de la indignacion de su ira.
20 Y toda isla huyo, y los montes no fueron hallados.
21 Y granizo grande como un talento descendio del cielo sobre los hombres; y
los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del granizo: porque su plaga fue
hecha muy grande.
CAPITULO 17
1 Y VINO uno de los siete angeles que tenian los siete tazones, y hablo
conmigo, diciendome: Ven, y te mostrare la condenacion de la gran ramera, la
cual esta sentada sobre muchas aguas;
2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la
tierra se han embriagado con el vino de su fornicacion.
3 Y me llevo en espiritu al desierto: y vi una mujer sentada sobre una
bestia de color de grana, que estaba llena de nombres de blasfemia, y tenia
siete cabezas y diez cuernos.
4 Y la mujer estaba vestida de purpura, y de grana, y dorada con oro, y
adornada de piedras preciosas, y de perlas, teniendo un caliz de oro en su
mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicacion.
5 Y en su frente el nombre escrito: MISTERIO: LA GRANDE BABILONIA, MADRE DE
LAS FORNICACIONES, Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
6 Y vi la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los
martires de Jesus: y cuando la vi, fui maravillado con grande admiracion.
7 Y el angel me dijo: ?Por que te maravillas? Yo te dire el secreto de la
mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez
cuernos.
8 La bestia que has visto, fue, y ya no es; y ha de subir del abismo, y ha
de ir a perdicion: y los moradores de la tierra, (cuyos nombres no estan
escritos en el libro de la vida desde la fundacion del mundo,) se
maravillaran viendo la bestia la cual era, y ya no es, aunque es.
9 Aqui hay sentido que tiene sabiduria. Las siete cabezas, son siete montes,
sobre los cuales se asienta la mujer.
10 Y son siete reyes: los cinco son caidos, el uno es, y el otro aun no es
venido: y cuando viniere, es necesario que dure breve tiempo.
11 Y la bestia que era, y no es, es tambien el octavo rey; y es de los
siete, y va a perdicion.
12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido
reino, mas tomaran potencia en un tiempo como reyes con la bestia.
13 Estos tienen un consejo, y daran su potencia y autoridad a la bestia.
14 Ellos batallaran contra el Cordero, y el Cordero los vencera: porque es
el Senor de los senores, y el Rey de los reyes: y los que estan con el, son
llamados, y elegidos, y fieles.
15 Y el me dice: las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son
pueblos, y companias, y gentes, y lenguas.
16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, aborreceran a la ramera, y la
haran desolada y desnuda, y comeran sus carnes, y la quemaran con fuego:
17 porque Dios ha puesto en sus corazones, que hagan lo que a el place, que
hagan una voluntad, y que den su reino a la bestia, hasta que sean cumplidas
las palabras de Dios.
18 Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene su reino sobre
los reyes de la tierra.
CAPITULO 18
1 Y DESPUES de estas cosas vi otro angel descender del cielo, teniendo
grande potencia: y la tierra fue alumbrada de su gloria.
2 Y clamo con fortaleza en alta voz, diciendo: Caida es, caida es la grande
Babilonia, y es hecha habitacion de demonios, y guarda de todo espiritu
inmundo, y guarda de todas aves sucias, y aborrecibles:
3 porque todas las gentes han bebido del vino de la ira de su fornicacion, y
los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra
se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
4 Y oi otra voz del cielo, que decia: Salid de ella, pueblo mio, porque no
seais participantes de sus pecados, y que no recibais de sus plagas.
5 Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de
sus maldades.
6 Tornadle a dar como ella os ha dado, y pagadle al doble segun sus obras:
en el caliz que ella os dio a beber, dadle a beber doblado.
7 Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de
tormento y llanto: porque dice en su corazon: Yo estoy sentada reina, y no
soy viuda, y no vere llanto.
8 Por lo cual en un dia vendran sus plagas, muerte, llanto, y hambre, y sera
quemada con fuego: porque el Senor Dios es fuerte que la juzgara.
9 Y la lloraran, y se planiran sobre ella los reyes de la tierra, los cuales
han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo
de su encendimiento,
10 estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: iAy, ay, de aquella
gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad: porque en una hora vino tu
juicio!
11 Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella: porque
ninguno compra mas sus mercaderias,
12 la mercaderia de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de
margaritas, y de tela de lino finisimo, y de escarlata, y de seda, y de
grana, y de toda madera odorifera, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso
de madera preciosa, y de metal, y de hierro, y de marmol;
13 y canela, y olores, y ungueentos, e incienso, y vino, y aceite, y flor de
harina, y trigo, y bestias, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de
siervos, y de almas de hombres.
14 Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas
gruesas y excelentes te han faltado; y de aqui adelante ya no hallaras mas
estas cosas.
15 Los mercaderes de estas cosas que se han enriquecido, se pondran lejos de
ella, por el temor de su tormento, llorando, y lamentando,
16 y diciendo: iAy, ay, de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino
finisimo, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de
piedras preciosas, y de perlas: porque en una hora han sido desoladas tantas
riquezas!
17 Y todo gobernador, y toda compania que conversa en los navios, y
marineros, y todos los que trabajan en la mar, se estuvieron de lejos:
18 y viendo el humo de su encendimiento, dieron voces, diciendo: ?Cual era
semejante a esta gran ciudad?
19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando, y
lamentando, diciendo: iAy, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los
que tenian navios en la mar, se habian enriquecido de sus riquezas: que en
una hora ha sido asolada!
20 Alegrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apostoles, y profetas:
porque Dios ha juzgado vuestra causa contra ella.
21 Y un angel fuerte tomo una piedra como una grande muela de molino, y la
echo en la mar, diciendo: Con tanto impetu sera echada Babilonia, aquella
gran ciudad: y no sera jamas hallada.
22 Y voz de tanedores de arpas, y de musicos, y tanedores de flautas, y de
trompeta, no sera mas oida en ti: y todo artifice de cualquier oficio, no
sera mas hallado en ti: y ruido de muela no sera mas oido en ti:
23 y luz de candil no alumbrara mas en ti: voz de esposo, y de esposa no
sera mas oida en ti: cuyos mercaderes eran principes de la tierra: en cuyas
hechicerias todas las gentes han errado.
24 Y en ella ha sido hallada la sangre de los profetas, y de los santos, y
de todos los que han sido muertos en la tierra.
CAPITULO 19
1 DESPUES de estas cosas, oi una gran voz de gran compania en el cielo, que
decia: Aleluya: Salvacion, y honra, y gloria, y potencia sea al Senor Dios
nuestro:
2 porque sus juicios son verdaderos y justos, porque el ha juzgado a la
grande ramera que ha corrompido la tierra con su fornicacion, y ha vengado la
sangre de sus siervos de la mano de ella.
3 Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subio para siempre jamas.
4 Y los veinte y cuatro ancianos, y los cuatro animales se postraron en
tierra, y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amen:
Aleluya.
5 Y salio una voz del trono, que decia: Load a nuestro Dios todos sus
siervos, y los que le temeis, asi pequenos, como grandes.
6 Y oi como la voz de una gran compania, y como ruido de muchas aguas, y
como la voz de grandes truenos, que decian: Aleluya: Porque el Senor nuestro
Dios Todopoderoso ha reinado:
7 gocemonos, y alegremonos, y demosle gloria: porque son venidas las bodas
del Cordero, y su mujer se ha aparejado:
8 y le ha sido dado que se vista de tela de lino finisimo, limpio, y
resplandeciente: porque el lino finisimo son las justificaciones de los
santos.
9 Y el me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del
Cordero. Y me dice: Estas palabras de Dios son verdaderas.
10 Y yo me eche a sus pies para adorarle. Y el me dijo: Mira, que no lo
hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos, que tienen el testimonio de
Jesus: adora a Dios: porque el testimonio de Jesus es espiritu de profecia.
11 Y vi el cielo abierto, y he aqui, un caballo blanco, y el que estaba
sentado sobre el, era llamado Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y
pelea.
12 Y sus ojos eran como llama de fuego, y habia en su cabeza muchas
diademas, y tenia un nombre escrito que ninguno ha conocido, sino el mismo:
13 y estaba vestido de una ropa tenida en sangre, y su nombre es llamado LA
PALABRA DE DIOS.
14 Y los ejercitos que estan en el cielo le seguian en caballos blancos,
vestidos de lino finisimo, blanco, y limpio.
15 Y de su boca sale una espada aguda para herir con ella las gentes, y el
los regira con vara de hierro: y el pisa el lagar del vino del furor, y de la
ira de Dios Todopoderoso.
16 Y en su vestidura, y en su muslo, tiene escrito este nombre: REY DE
REYES, Y SENOR DE SENORES.
17 Y vi un angel que estaba dentro del sol, y clamo con gran voz, diciendo a
todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena
del gran Dios;
18 para que comais carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y
carnes de caballos, y de los que estan sentados sobre ellos: y carnes de
todos, libres y siervos, de pequenos, y de grandes.
19 Y vi la bestia, y los reyes de la tierra, y sus ejercitos^ congregados
para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su
ejercito.
20 Y la bestia fue presa, y con ella el falso profeta, que habia hecho las
senales delante de ella, con las cuales habia enganado a los que tomaron la
senal de la bestia, y habian adorado su imagen.
21 Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en
azufre.
22 Y los otros fueron muertos con la espada que salia de la boca del que
estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes
de ellos.
CAPITULO 20
1 Y VI un angel descender del cielo, que tenia la llave del abismo, y una
gran cadena en su mano.
2 Y prendio al dragon, antigua serpiente, que es el diablo, y Satanas, y le
ato por mil anos.
3 Y le envio al abismo, y le encerro, y sello sobre el: porque no engane mas
a las gentes hasta que mil anos sean cumplidos, y despues de esto, es
necesario que sea desatado un poco de tiempo.
4 Y vi sillas, y se sentaron sobre ellas, y les fue dado el juicio: y las
almas de los degollados por el testimonio de Jesus, y por la palabra de Dios,
que no adoraron la bestia, ni su imagen, y que no recibieron su senal en sus
frentes, ni en sus manos; y viviran, y reinaran con Cristo mil anos.
5 Mas los otros muertos no tornaron a vivir, hasta que sean cumplidos mil
anos: esta es la primera resurreccion.
6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurreccion: la
segunda muerte no tiene potestad en estos: antes seran sacerdotes de Dios, y
de Cristo, y reinaran con el mil anos.
7 Y cuando mil anos fueren cumplidos, Satanas^ sera suelto de su prision;
8 y saldra para enganar las gentes que estan sobre las cuatro esquinas de la
tierra, Gog y Magog, para congregarlos para la batalla, el numero de los
cuales es como la arena de la mar.
9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y anduvieron al rededor de los
ejercitos de los santos, y de la ciudad amada. Y de Dios descendio fuego del
cielo, y los trago.
10 Y el diablo que los enganaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde esta la bestia, y el falso profeta, y seran atormentados dia y noche
para siempre jamas.
11 Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre el, de delante
del cual huyo la tierra, y el cielo: y no se ha hallado el lugar de ellos.
12 Y vi los muertos, grandes y pequenos, que estaban delante de Dios: y los
libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
segun sus obras.
13 Y la mar dio los muertos que estaban en ella: y la muerte, y el infierno
dieron los muertos que estaban en ellos: y fue hecho juicio de cada uno segun
sus obras.
14 Y el infierno, y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es
la muerte segunda.
15 Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el
lago de fuego.
CAPITULO 21
1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo, y la
primera tierra se fue, y la mar ya no es.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la Jerusalem nueva, que descendia del cielo,
aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido.
3 Y oi una gran voz del cielo, que decia: He aqui, la morada de Dios con los
hombres, y morara con ellos; y ellos seran su pueblo, y el mismo Dios sera su
Dios con ellos.
4 Y limpiara Dios toda lagrima de los ojos de ellos; y la muerte no sera
mas; y no habra mas llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas
son pasadas.
5 Y el que estaba sentado en el trono, dijo: He aqui, yo hago nuevas todas
las cosas. Y me dijo: Escribe: porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Y me dijo: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, principio y fin. Al que tuviere
sed yo le dare de balde de la fuente del agua viva.
7 El que venciere, poseera todas las cosas, y yo sere su Dios, y el sera mi
hijo.
8 Mas a los temerosos, e incredulos; a los malditos, y homicidas; a los
fornicarios, y hechiceros; a los idolatras, y a todos los mentirosos, su
parte sera en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte
segunda.
9 Y VINO a mi uno de los siete angeles, que tenian los siete tazones llenos
de las siete postreras plagas, y hablo conmigo, diciendo: Ven, yo te mostrare
la esposa, mujer del Cordero.
10 Y me llevo en espiritu a un gran monte y alto, y me mostro la grande
ciudad santa de Jerusalem que descendia del cielo de Dios,
11 teniendo la claridad de Dios: y su lumbre era semejante a piedra
preciosisima, como piedra de jaspe, que tira a cristal resplandeciente.
12 Y tenia un grande muro y alto que tenia doce puertas; y en las puertas,
doce angeles: y los nombres escritos, que son los nombres de las doce tribus
de los hijos de Israel:
13 al oriente tres puertas: al aquilon tres puertas: al mediodia tres
puertas: al poniente tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad tenia doce fundamentos: y en ellos los doce
nombres de los doce apostoles del Cordero.
15 Y el que hablaba conmigo, tenia una medida de una cana de oro, para medir
la ciudad, y sus puertas, y su muro.
16 Y la ciudad esta situada y puesta en cuadro, y su longitud es tanta como
su anchura. Y el midio la ciudad con la cana de oro por doce mil estadios: y
la longitud, y la altura, y la anchura de ella son iguales.
17 Y midio su muro de ciento y cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre,
la cual es de angel.
18 Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era oro puro,
semejante al vidrio limpio.
19 Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra
preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero,
calcedonia; el cuarto, esmeralda;
20 el quinto, sardonica; el sexto, sardio; el septimo, crisolito; el octavo,
beril; el nono, topacio; el decimo, crisopraso; el undecimo, jacinto; el
duodecimo^, ametisto.
21 Y las doce puertas son doce perlas, en cada una, una; y cada puerta era
de una perla. Y la plaza de la ciudad era oro puro, como vidrio muy
resplandeciente.
22 Y no vi en ella templo: porque el Senor Dios Todopoderoso es el templo de
ella, y el Cordero.
23 Y la ciudad no tiene necesidad de sol, ni de luna para que resplandezcan
en ella: porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su
candil.
24 Y las gentes que hubieren sido salvas andaran en la lumbre de ella: y los
reyes de la tierra traeran su gloria y honor a ella.
25 Y sus puertas no seran cerradas de dia, porque alli no habra noche:
26 y llevaran la gloria, y la honra de los Gentiles a ella.
27 No entrara en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominacion y mentira;
sino solamente los que estan escritos en el libro de la vida del Cordero.
CAPITULO 22
1 DESPUES me mostro un rio limpio de agua viva, resplandeciente como
cristal, que salia del trono de Dios, y del Cordero.
2 En el medio de la plaza de ella, y de la una parte y de la otra del rio,
el arbol de vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: y las hojas
del arbol son para la sanidad de las gentes.
3 Y toda cosa maldita no sera mas; sino el trono de Dios, y del Cordero
estara en ella, y sus siervos le serviran.
4 Y veran su rostro, y su nombre estara en sus frentes.
5 Y alli no habra mas noche, y no tienen necesidad de lumbre de candil, ni
de lumbre de sol: porque el Senor Dios los alumbrara, y reinaran para siempre
jamas.
6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Senor Dios de los
santos profetas ha enviado su angel, para mostrar a sus siervos las cosas que
es necesario que sean hechas presto.
7 Y he aqui, vengo presto: Bienaventurado el que guarda las palabras de la
profecia de este libro.
8 Yo Juan soy el que ha oido, y visto estas cosas. Y despues que hube oido y
visto, me postre para adorar delante de los pies del angel que me mostraba
estas cosas.
9 Y el me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con
tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de la profecia
de este libro. Adora a Dios.
10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecia de este libro: porque el
tiempo esta cerca.
11 El que es injusto, sea todavia injusto: y el que es sucio, ensuciese
todavia: y el que es justo, sea todavia justificado: y el santo, sea
santificado todavia.
12 Y he aqui, yo vengo presto, y mi galardon esta conmigo, para recompensar
a cada uno segun fuere su obra.
13 Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, primero y postrero.
14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia
sea en el arbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.
15 Mas los perros estaran de fuera, y los hechiceros, los disolutos, y los
homicidas, y los idolatras, y cualquiera que ama y hace mentira.
16 YO Jesus he enviado mi angel para daros testimonio de estas cosas en las
Iglesias: yo soy la raiz y generacion de David, la estrella resplandeciente,
y de la manana.
17 Y el Espiritu, y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven: el que
tiene sed, venga. Y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.
18 Porque [yo] protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecia de
este libro: Si alguno anadiere a estas cosas, Dios pondra sobre el las plagas
escritas en este libro:
19 y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecia, Dios
quitara su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas
que estan escritas en este libro.
20 El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve.
Amen: asi sea Ven, Senor Jesus.
LA gracia de nuestro Senor Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amen.
FIN DEL NUEVO TESTAMENTO DE NUESTRO REDENTOR Y SENOR JESU CRISTO. AMEN.
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